Partida Rol por web

El frío serpenteo del viento despertó a aquellos tres adolescentes; lentamente y uno a uno comenzaron a levantarse y ver a su alrededor; pese a que era de noche, al igual que lo era en la siempre nocturna ciudad de paso, las casas, los caminos y los sonidos que habitaban en aquel lugar eran completamente distintos.

Al parecer aquel portal los había transportado a una pequeña aldea en la cima de una colina; un lugar desconocido para ellos y que tendrían que hacer frente en las próximas horas (o días), pues la cuestión de "¿Por qué estamos aquí?" y "¿Cómo volver?" sería algo difícil de responder, y más aún en un pueblo en una colina bajo el amparo de la noche.

Parecía un sueño todo lo que ahora mismo mis ojos veían, un momento atrás estaba en mi hogar con gente extraña y al otro en un lugar completamente diferente y sin saber donde era. - Donde me habeis llevado... - Levante el arma con mi mano y los apunte.. Todo paso porque ellos fueron a mi hogar, todo esto fue desde que los ví a ellos.

- Que quieren conmigo? porque fueron a mi hogar?.. Donde estamos?. - Mi mente estaba dando muchas vueltas hasta que me incline en el piso intentando tomar el aire de tan fuerte golpe de ansiedad que tome, los miraba a los ojos aun intentando saber que diablos pasaba... Mi hogar, mis amigos... Todo no estaba en cuestion de segundos.

Y tan extraño que fue, en cosa de pocos segundos su mente se había desvanecido, y cuando quiso darse cuenta de donde se encontraba, Archival se percato de que aquel no era su hogar.

-¿P-pero, donde cojones estamos?- echo un vistazo rápido a su alrededor y vio que sus nuevos compañeros habían aparecido con él. Por como reacciono el chico pelirrojo entedio que se sentía tan confuso como él mismo.

Alzo la mano desarmada en su dirección con la palma abierta, realizando un suave gesto para que se calmará -Eh eh, tranquilo tío, yo estoy igual de perdido que tu ahora mismo...- al ver que el joven alzaba su arma retrocedió un par de pasos;  matar monstruos era una cosa, pero enfrentarse a otra persona tan pronto... no estaba preparado para eso -No hay porque recurrir a la violencia ¿vale?, seguro que aquí nuestra compañera Rika sabe que ha pasado, yo mismo la vi llegar através de una especie de portal mágico, y quiza en este lugar vendan el mejor papel higiénico del mundo- ¿mundo?, ¿pero que mundo?, ni siquiera Archi estaba muy seguro de donde se encontraba exactamente, o di seguía estando en el mismo mundo. El joven se limito a mirar hacia Rika con la esperanza de que, en efecto, la mágica muchacha supiera que rayos les había pasado y como habían acabado allí.
 

Archival estaba equivocado, Rika se veía igual de sorprendida que sus compañeros.

-Pe...pero.. ¿Cómo hemos llegado aquí si hace un momento estábamos...

Mientras los jóvenes se encontraban distraídos, confusos y discutiendo entre ellos una voz apareció llamando la atención de todos; un círculo se abrió a unos cuantos pies por encima de sus cabezas y pese a que no pudieron reconocer el rostro de quien estaba al otro lado a causa de la distorsión, él parecía conocerlos.

Rika... hay... problema... magia poderosa... interfe-cias...

Usad la lla- pada... acabar con la... -gia poder-... 

De forma tan repentina como ese círculo mágico apareció, este volvió a desaparecer tras dar aquel misterioso y críptico mensaje.

Me quede mirando a mis nuevos compañeros para luego ver como se abre un portal en el cielo y unas palabras salen de la boca de alguien, hablan de algo. - Podria ser.. Rika hay problema, magia poderosa interferencias.. Usad la llave para acabar con la magia poderosa ?.. - Me quede intentando ver si algo tenía razon o no..

Aunque de llave podría ser la llamada... No la llave queda mejor ahora que sabemos que sirve contra la oscuridad. - Quien tiene hambre? . - Mi estomago suena un poco. - AAHAHAHAHAHA ME OLVIDE LOS SNACKS AAAAA... - Me agarre la cabeza.

Pues por lo visto, Rika tampoco tenía ni idea de como habían llegado hasta allí. Unos sudores fríos comenzaron a recorrerle la espalda, aunque siempre había soñado con la aventura, aquella no era la forma en la que esperaba que saliera todo: una emotiva despedida familiar, seguido de los aplausos y ovaciones de sus vecinos mientras se alejaban volando en algún medio de transporte futurista... nada de eso para Archi.

El chico se quedo más descolocado aún cuando oyó las palabras que emanaban del misterioso círculo. La cosa iba en serio, y tenía que empezar a tomarselo como tal.

-Pues la verdad, hace bastante de mi última comida- se acaricio el estomago mientras seguía hablando -Quiza debería buscar algún lugar donde comer algo, y ya de paso preguntar donde estamos exactamente- miro por unos segundos a sus compañeros, y después al arma que portaba cada uno, incluyendo la suya. Todo ha sido a causa de la repentina aparición de aquella misteriosa arma, así que lo mejor era preservarla por el momento.

-Vamos, lo peor que podemos hacer es quedarnos aquí sin hacer nada- dicho esto, emprendio la marcha.

Rika era más ciega que un topo sin sus gafas, así que no podía dar tres en un burro buscando un sitio seguro o comida. El círculo mágico más que sorprenderla, la había dejado sospechando.

Rika:

Uhm... esto es muy raro... chicos, mi maestro nunca me envolvería en ninguno de sus asuntos mágicos, sólo me quería para limpiar el castillo, así que estoy casi segura de que este mensaje no ha sido de él; pero... ¿y si sí ha sido él...?

Estaba cansada, quería llegar a su cuarto en el castillo y echarse a dormir por treinta horas después de una cena modesta, algo que parecía que los demás también necesitaban.

Rika:

Propongo que vayamos a hablar con los lugareños primero antes de decidir, puede que hayan visto algo.

La chica era demasiado tímida para llamar a una casa extraña por su cuenta, así que mientras los demás se deciden, ella saca su libro y un kit de costura de su mochila y comienza a trabajar para reparar el lomo. 

Me quedo un rato viendo a todos y aún con mi estómago vacío me acerco a la primera puerta y golpeó.

- Heee hay alguien aquí? Somos tres chicos hambrientos que se han perdido... Tienen algo de comidita caliente? Me quedé mirando un poco a los demás y luego aprieto los dientes.

-Si este es otro mundo, y confirmamos que lo es no deberiamos tener otras ropas? Viendo que venía como siempre.

La puerta de aquella casa se abrió lentamente para dejar la visión de un anciano decrépito que apenas podía andar ante aquellos tres perdidos adolescentes; su enorme sombrero resaltaba e incluso pinchaba el ojo de Akihiko cada vez que aquel venerable anciano tenía un espasmo o temblor; obligando al chaval a dar un paso atrás.

¿Tres chinches de adviento? -Preguntó el anciano.- Sí, algo olía maloliente, pero creo que ese era yo, disculpen.

Claramente el anciano tenía serios problemas auditivos y la conversación iba a ser complicada como poco.

¿Por qué no vais a hablar con el Jefe de la Aldea?. Está en la cima de la colina.

Quizás él pueda ayudar a esas tres chinches de adviento... Buenas noches...

Sin esperar más conversación el anciano cerró la puerta.

Archival siguió al chico pelirrojo hasta la puerta de aquella casa, y se quedo un par de pasos por detrás. Al ver al anciano y su incapacidad para la comunicación, procedió a asomarse desde la derecha de su compañero para despedirse de él -Muchas gracias señor, disculpe las....- ni siquiera le había presatado atención, y al ver que el viejo cerraba la puerta decidió cortar ahí la frase.

-Bueno, pues habrá que ver a ese supuesto "jefe de la aldea"- Archi comenzo a subir la colina acompañando a sus nuevos camaradas -¿Tu crees que llamamos mucho la atención?- pregunto al chico pelirrojo tras su comentario sobre sus ropas -Pues la verdad, no había pensado en ello, ¿creeis que sería buena idea que nos cambiaramos o algo?, no parece que esta gente sea muy hostil- tras decir esto señalo con el pulgar la casa del viejo mientras soltaba un tímida risotada.

-Por cierto, creo que no nos hemos presentado, yo soy Archival, pero puedes llamarme Archi, Archival suena demasiado solemne para referirse a alguien como yo- se dirigio al chico pelirrojo de nuevo mientras le ofrecía su mano para estrecharla y una amplia sonrisa.

Me quede pensando un poco en las palabras del chico. - Deberíamos encontrar una respuesta para cuando digan que tipo de ropas mas extrañas llevan, ya vimos como estaba el viejo vestido y creo que nuestra ropa es aun mas llamativa. - dije sonriendo un poco.

- Akihiko. - Le doy mi mano para estrecharla. - Aun no entiendo que hago yo aquí pero les ayudare mientras encuentre el porque de mi aventura o a mis padres. - Dicho esto mire a la chica quien no necesitaba mucha presentación pues su nombre había sido dicho varias veces.

- Que piensas Rika?

Rika abre los ojos en sorpresa cuando se dirigen a ella, nunca nadie había tenido en cuenta su voz y menos aún su maestro, que lo único que necesitaba de su voz era para escuchar un "sí, señor" 

Deja todas las cosas que sostiene en las manos antes de contestar dentro de su bolso.

Rika:

Akihiko-kun, creo que deberíamos hablar con el jefe de la aldea, seguramente podamos explicarle que somos viajeros de tierras lejanas y eso justificará nuestra apariencia diferente a la suya.

La noche era espesa, con dificultad la muchacha encontró la colina a la que se refería el anciano y señaló con el dedo la casa que estaba en lo alto.

Rika:

 Si las cosas no funcionan, podríamos escondernos en su granero para pasar la noche, por la mañana podemos intentar trazar un plan para volver a nuestros mundos.

La muchacha decide adelantarse a los otros dos y subir la colina para tocar la puerta del jefe de la aldea.

Un hombre de mediana edad abre la puerta para ver a aquellos 3 jóvenes, pese a que parecía una persona cordial, gritos del interior de la casa imploraban su asistencia, por lo que tras realizar un gesto de disculpa y mostrar su preocupación al interior de la misma, este buen hombre volvió a entrar dentro de su choza, cerrando la puerta a los tres extraños.

Lo siento chicos, ahora no puedo atenderos, venid por la mañana.

Con la puerta cerrada, y nada más que hacer, Rika se gira para dirigirse junto a sus compañeros; por desgracia el destino tenía otros planes para ella; pues una vez que pisó un pie fuera del porche de aquella humilde morada, una criatura se abalanzó sobre ella; o mejor dicho, chocó contra ella tirándola al suelo.

Por suerte Rika se encontraba bien, aunque la criatura que repentinamente había atacado a la joven no era más que una simple llama. Una llama que estaba poniendo una mala cara a Rika.

¡OH! ¡GENIAL!

¡PUEBLERINOS!

¡APÁRTENSE DEL CAMINO DEL EMPERADOR!

Doy un salto al ver a esa llama. -UNA LLMAAAAAAAAAAAA, Y HABLAAAAAAA. Menudo susto me había pegado la maldita.

Di mi mano a Rika para que se levante mientras mis ojos estudiaban este ser raro.

-Emperador jajajaja sos una llama que habla... - Esa palabra me hizo saber que no estábamos en nuestro tiempo ni lugar.

-Pues vaya nuestra suerte..- pensó Archival al ver que el jefe de la aldea tampoco les podía atender en ese momento.

Fue entonces cuando vio como a su compañera se la llevaba por delante una criatura peluda y cuadrupeda, esto le pillo por sorpresa, pero no tanto como cuando oyo hablar al animal -¿P-p-puedes hablar?- el joven retrocedió un par de pasos desconfiado.

En "Ciudad de Paso" Archi estaba acustumbrado a ver viajeros de todas las etnias y formas posibles, pero esta era la primera vez que veía una llama parlante, y eso quedaba claro en su mirada ojiplática hacia el misterioso ser -D-disculpe usted, esto...- la voz le temblaba un poco, y tampoco sabía como referirse a la llama ¿señor?, ¿señora?, ¿noble mamífero?; él por lo pronto se había autodenominado emperador, pero al igual que su compañero Akihiko, Archi no creía eso posible -..., me parece que has sido tu el que se ha "topado" con nosotros, lo menos que podía hacer es pedir disculpas a la muchacha por empujarla-  se cruzó de brazos frente al animal, aún sin comprender porque demonios le estaba habando a una llama, aunque después del dia tan raro que llevaba, cualquier cosa era posible.

El miedo en los ojos de Rika borró su decepción por la infructífera conversación con el jefe de la aldea, no esperaba para nada el ataque de una llama después de irse. Se levanta del suelo con la ayuda de Akihiko y se quita el pelo de su suéter rosa, sorprendida de que el animal se llame a sí mismo emperador.

Rika:

Ah, ya lo entiendo, ¿ese es tu nombre, no? yo tenía un gato llamado Capitán Mantequilla-de-cacahuete, imagino que tu amo debe llamarte Emperador Calzoncillos. ¿verdad?

La llama parecía impasible ante vuestros comentarios, el aún parecía exigir una disculpa por parte de aquella joven tan grosera, capaz de cortarle el rollo al emperador. No obtuvo eso, sino que lo único que obtuvo fueron burlas y mofas por parte de esos plebeyos que se creían quien para menospreciar al Emperador.

-¡Cuando regrese a Palacio mandaré que os lancen por el ventanuco de lanzar a gente que me corta el rollo!

Con estas palabras, el Emperador llama, se dispuso a marcharse, aunque tan solo había dado un par de pasos a dos patas cuando cayó y se apoyó en la casa del jefe de la aldea para no romperse la crisma; tratando de mantenerse en pie sobre dos patas y aún apoyado volvió con aquella lucha infructuosa.

-¡El Emperador exige que me llevéis junto Yzma, la hechicera de la corte!. Al parecer mis pies ya no funcionan como deberían y necesito un masaje. Ella tiene un laboratorio secreto por ahí donde guarda cosas, un hungüento me vendrá bien.