Partida Rol por web

-Gracias -dijo Elan, poniéndose en pie de nuevo, aceptando el gesto de su amigo.

Tras aquella triste demostración de atletismo, Elan se convenció a sí mismo de que iban a tener que pasar por el aro y resolver aquel puzle. Aunque, bueno, primero tendrían que determinar qué era exactamente que es lo que tenían que resolver. Elan cogió aquellas telas rotas y las inspecciónó, en busca de algún tipo de marca o de emblema, o de explicación. Lo que fuera. -Zaki, ¿puedes echar un vistazo a los estanques? Me sentiría muy estúpido si hubiese una llave o un interruptor o lo que sea por ahí?

Ver como Saiki caía de una forma tan dolorosa me quitaban totalmente las ganas de intentar una acrobacia para subir,por otro lado no pude estar más de acuerdo con el con su sugerencia de buscar un interruptor o algo que hubiéramos pasado por alto -Puede que logre encontrar algo pero no es completamente seguro- al menos quería creer que encontraría algo en vez de verme obligado a romperme la espaldo como lo hizo mi compañero.

Saiki prefirió ver las cortinas al parecer en busca de algo pero tal vez tuvieran otro propósito -Si no encuentro nada podrias usar esas cortinas para trepar reduciendo las probabilidades de caerse de nuevo- al menos estaba seguro que si volvía a caer se levantaría apenas con unos rasguños,sin mencionar que aun teníamos que consultar a nuestra lider de cualquier tipo de observación.

El tiempo pasaba y aquel nuevo puzzle seguía sin estar resuelto. El único sonido que podían escuchar, más allá del de sus propios pensamientos era el correr del agua por aquellas dos fuentes que llenaban los dos estanques, uno a cada lado de la estancia, los cuales permanecían de forma casi milagrosa en un mismo nivel de caudal, gracias al sistema de desagüe que tenían, ambos una pequeña alcantarilla de piedra.

Miraba los estanques y me preguntaba qué podríamos hacer solo pude pensar algo muy absurdo -Es solo una idea Saiki pero,¿Que tal si tapamos el desagüe con las cortinas incluso con mi hielo? así el nivel del agua subirá y podremos subir arriba de los balcones sin tantas acrobacias- miraba a Saiki esperando su aprobación ya que nuestra líder parecía aturdida por la situación aunque al ver como ella era normalmente era comprensible,pero por suerte siempre terminaba por reaccionar más rápido que nosotros dos.

Todos parecían animados a salir a explorar. Por dentro Patricia decía ¡No! ¡Más muerte no! NOOO POR FAVOR NOOOOOOOO. Pero por fuera hizo como que se tranquilizaba, hasta sacó una sonrisa tranquilizadora para sus casi nuevos amigos, y se sumó a lo que el grupo pedía. E-está b-bien... Al menos la anterior sala no fue nada terrible.

Patricia se infló los mofletes, aguanto la respiración, y movió la cabeza adelante y atrás como si estuviera escuchando una canción de heavy metal. O death metal, lo que pasara antes. El caso es que mientras se balanceaba, iba saliendo su llave-espada, hasta que el mango de la susodicha salió lo suficiente como para poder agarrarlo con las manos, y tirar pesadamente. Finalmente, salió con un ruido parecido a descorchar una botella. Yo vigilaré... y si aparecen los malos, os cubro... E intentó sacar otra sonrisa tranquilizadora, que más bien parecía la sonrisa de la novia de chucky con una llave-espada en la mano.

-No se me ocurre nada mejor, la verdad. Y igual hasta funciona -dijo sonriendo. Se arremangó en un gesto que parecía querer decir "manos a la obra". Un gesto claramente inútil, pues si la intención era hacer subir el nivel del agua, se iba a mojar igual, pero eso era lo de menos. Con brío, comenzó a a atar los trapos entre sí y luego al desagüe, para intentar fabricar el tapón que Zaki decía. -Esto va a llevar un buen rato, creo.

Élan comenzó a taponar los desagües con los trapos, y pese a que el agua subía lentamente; gran parte de la misma aún así se iba por el sumidero, pues pasaba entre los trapos; por lo que quizás no fuera eso suficiente como para obligar al nivel del agua a subir lo rápido que ellos desearan... o necesitaran.

Mire algo decepcionado el nivel del agua que apenas si se elevaba unos centímetros preferí tomar manos en el asunto acercándome al desagüe para retirar los trapos y dárselos a Saiki -Creo aun nos pueden servir más adelante o en cualquier caso son unas cortinas bonitas para la nave- bromeé un poco esperando calmar a mis compañeros ya que lo que estaba apunto de hacer podría ser peligroso más que por terminar hiriendo alguno por pensar que era mala idea -Sería peligroso congelar el desagüe mientras aun tiene las telas ya que podría tardar más en descongelarse.

Aunque me encontraba confiado realmente tampoco creía que el hielo se descongelaría lo suficientemente rápido para evitar que el agua llegue a un nivel muy alto,aunque quizás fuera conveniente podríamos decidir el continuar de nuestro actuar una vez estuviéramos arriba si era que conseguimos llegar hasta allá antes de disparar el hielo di un suspiro esperando que esto no resultara mal y así poder continuar lo más rápido posible.

-Hmm, esto tampoco parece funcionar -dijo, arrojando a un lado las telas empapadas que le había pasado su compañero. -Igual hay que acelerar un poco las cosas -dijo en un tono algo agresivo, que ya denotaba que su paciencia empezaba a alcanzar un límite. Con un gesto violento, agitando el brazo, convocó su arma y al momento la lanzó con fuerza contra una de las fuentes, esperando rebentar aquella tubería para así aumentar el caudal de agua vertida a aquella habitación. A diferencia de Zaki, Élan iba a tener poca o ninguna consideración hacia la arquitectura local.

Con las acciones de ambos, el nivel del agua comenzó a aumentar de forma bastante notable, permitiendo al cabo de apenas unos minutos, que todos flotaran en aquella sala mientras se iban acercando al nivel superior al balcón; una vez allá arriba, uno a uno, se subieron al balcón y caminaron por el pasillo hasta el final en donde pudieron ver, a la lejanía, la majestuosa ciudad erguida sobre las aguas.

-¡Uf, por fin! -suspiró Elan, una vez que lograron salir de aquellas claustrofóbicas salas, de nuevo con vistas al exterior. -Los aliens enmascarados deben de haber venido de ahí -dijo, sintiéndose un poco el capitán obvio y señalando aquella extraña ciudad que se divisaba a lo lejos. Luego, inspeccionó el lugar, tratando de averiguar la manera en que aquellos extraños personajes les habían dado esquinazo y si habían dejado algún rastro tras de sí. -Genial, más agua. Espero no pillar un catarro -se quejó, todavía empapado después de su aventurilla con las tuberías. -¡Achís! Mierda... -estornudó con gran sonoridad.

Mi ropa estaba empapada y mi temperatura corporal empezaba a disminuir -Esto es ridiculo,¿como demonios esta gente soporta este lugar?- abrazaba mis brazos mientras temblaba mirando a la gran ciudad aun sorbiendo por mi nariz buscando que la cantidad de mucosa no bajara mas alla de mis fosas nasales -Me pregunto si podremos caminar por la ciudad sin llamar la atención esos seres lucían bastante singulares con sus caras- temblaba pero esperaba algún plan de mis amigos para continuar.

En la lejanía, bajo vuestra, un grupo de soldados armados hasta los dientes estaba siendo arrastrado por una corriente de tierra, lodo y agua; muy probablemente a causa de haber inundado la estancia anterior; algunos pocos se lograron guarecer detrás de una enorme máquina tuneladora, pero el resto de los "minions sin cara" caían sin apenas poder nada que hacer.

Patricia se sorprendió al ver lo que estaba ocurriendo a unos cuantos metros más abajo, primero comenzó a tartamudear mientras señalaba lo que estaba ocurriendo allá abajo, pero las palabras no le salían, por lo que, acercándose a Élan, el cual parecía ser el único que no estaba viendo aquello, le giró la cabeza hacia la "acción".

En la lejanía, bajo vuestra, un grupo de soldados armados hasta los dientes estaba siendo arrastrado por una corriente de tierra, lodo y agua; muy probablemente a causa de haber inundado la estancia anterior; algunos pocos se lograron guarecer detrás de una enorme máquina tuneladora, pero el resto de los "minions sin cara" caían sin apenas poder nada que hacer.

Y la tragedia de aquellos pobres hombres y mujeres proseguía por su maldita culpa. En esta ocasión, Élan no se sintió tan culpable como antes, pues tampoco se le ocurría de que otro modo podían haber salido de aquel aprieto ni que sus jueguecitos acuáticos hubiesen podido tener aquellas consecuencias. Aún así, se sentía obligado a echarles una mano, sobre todo ahora que no había ningún Burger Boy cerca que les pudiera fastidiar la jugada. Se llevó ambas a la boca y les pegó un grito: -¡¡EH, vosotros, ahí abajo!! ¿Tenéis cuerda o algo que podáis lanzarnos? -miré de nuevo a mis compañeros. -¿Se os ocurre alguna forma de sacarlos de ésta? -Yo tenía alguna idea, pero no estaba seguro del todo de cómo ponerla en práctica.

El sonido de la tierra corriendo colina abajo hizo imposible que los hombres que se encontraban allá abajo pudieran escuchar los gritos de Élan, mucho menos, que pudieran llegar a responderle, y en caso de que milagrosamente sí lo hicieran, ni Élan ni el resto del trío dinámico habrían podido enterarse de qué les decían.

Quién fuera que estuviese había abajo no daba señales de haber escuchado. Tenían que darse prisa o sería demasiado tarde para hacer nada por ellos. Élan sacó su arma y apuntó hacia abajo. Confiaba en que el poder del viento les permitiera elevarse y salir de aquel apuro. Se concentró en canalizar su energía a través de la llave y luego, disparó una poderosa ráfaga de viento hacia las profundidades. -¡Agarraos a lo que podáis! -gritó, aunque estaba bastante seguro de que no le oirían.