Partida Rol por web

-Apreciable Doctor Novák ¿sospecha usted en la posibilidad de una incursión de Nefandos en este robo...? pienso que nos ayudaria mucho hacer una lista de los posibles sospechosos potenciales que pudieran robar el Codex ¿a quien cree usted que beneficiaria mas robar el libro...?-

- Telaraña digital? Nefandos? - Novák parece bastante superado por las preguntas - No sabría decir... no conozco demasiado sobre tecnología. Conexión a internet sí tenemos, tenemos una sala con algunos ordenadores conectados. Aunque creo que se bloquearon algunas páginas, para evitar el acceso a pornografía creo. La verdad que no estoy muy enterado,tenemos un muchacho que se encarga de ello. Lo podría llamar para que venga, no está aquí él tan solo viene si tenemos algún problema.

- El doctor no sabe sobre esos temas, y hasta donde se sabe no hay sospechosos. - explica Meyer a quien Or-Deux nota algo molesto. - Creo que molestarle con Nefandos y telerañas no tiene demasiado sentido. A fin de cuentas los expertos en estos temas son ustedes.

tras no encontrar algo que me sirva me pongo a meditar un rato usando mi trasfondo de Sueño, pero la pifio gachamente y solo pienso -(SHIT)-

Durante todo el tiempo que conversan los demás paso en silencio meditabundo, tratando de poner en órden mis pensamientos. Algo cruza por mi mente, aunque es posible que ya haya sido respondido y mi memoria me la juegue pero...

¿Se sabe si hay alguien que haya declarado su interés sobre el Codex,de forma expresa, recientemente?

Flanagan mira al señor Meyer, como pidiendo disculpas por el patinazo.

Entiendo, es un durmiente ignorante. Punto en boca.

Ah, le pido disculpas. Hemos empleado sin querer un lenguaje técnico, a la par que colorido, caballero. Una conexión a internet irá bien. Basta con que me de la clave de invitados del ruter, si es inalámbrico. Dígaselo así al muchacho que se encarga de esos temas, si no es mucha molestia. Necesitamos de ciertas bases de datos.

Ante la pregunta de Or-Deux se detiene a pensar por un momento.

- Sabe, tengo una memoria excelente - dice orgulloso de sí mismo - En estos años ha llegado mucha gente, estudiosos y simples curiosos, preguntando por el Códex. Si se refiere a las últimas semanas yo no he recibido ninguna consulta, sin embargo nuestro especialista en materias medievales me comentó de una muchacha que le llamó la atención. Creo recordar que vino hace algo así como tres semanas y le pidió para estudiar el libro, se le respondió que era imposible ya que no permitimos que nadie lo toque. Lo que le llamó la atención a mi colega fue la insistencia de la muchacha, comenzó explicándole que era para su tesis universitaria pero continuó ofreciéndole dinero. Incluso ofreció comprar el libro, aunque entenderán que algo así no puede ser tasado.

- Por supuesto - responde a Flanagan - si me permite que realice una llamada - explica mientras toma su teléfono de uno de sus bolsillos. El móvil es un viejo nokia, útil para realizar llamadas y enviar mensajes y simple de utilizar.

Luego de unos segundos alguien atiende al otro lado del teléfono. Novák habla con él por unos minutos y llegan a comprender las palabras ruter e internet. Luego de terminada la conferencia vuelve a guardar su teléfono y sonríe a Flanagan.

- Viene en camino pero me ha dicho que no tenemos conexión inalámbrica, dijo que pruebe utilizando nuestras computadoras y que si hay algo que no pueda hacer verá de resolverlo una vez esté aquí.

Flanagan asiente. Sin problemas, caballero. Tengo trabajo de sobra por aquí, mientras espero.

Sigue tecleando furiosamente.

Deja de teclear, vuelve el rostro. Interesante lo de esa muchacha. No estaría de más hablar con quien trató directamente con ella, mejor si es usted mismo. Quizá uno de nosotros pueda hacer un retrato robot. Y si quien lo hace, puede leer sus pensamientos, puede ser un retrato muy fiel...

Entiendo...Gracias Doctor Novak Dije pensativo mientras jugueteaba con el anillo de mi mano izquierda a modo de movimiento tranquilizador. Tal como suponía alguien ha debido de dejar rastros y exponerse antes del golpe.

- Si me disculpan tengo que volver a mis obligaciones. El doctor Borcky viene martes y jueves de 8 a 17 horas pero también pueden intentar en su casa, en el mostrador de la entrada pueden preguntar por el número.

Novák se pone de pie y dirigiéndose a Flanagan antes de salir continúa.

- Puede utilizar nuestras computadoras si así lo desea. - y volviéndose a dirigir a todos - Ha sido un gusto conocerles caballeros... señorita - hace una educada reverencia a Daphne que se encuentra en una esquina respirando acompasadamente con los ojos cerrados. Cualquiera podría decir que duerme.

Luego de la salida del bibliotecólogo Meyer vuelve a cerrar la puerta y a sentarse. Da una mirada de reprobación a Daphne que se ha perdido el final de la conversación y se dirige a los demás.

- Creo que ya hay bastante para comenzar no es así? Doctor - se dirige a Flanagan - Imagino que con lo que le han provisto tiene usted bastante para trabajar no es así? - luego volviéndose al resto - Hay algo más en la biblioteca que deseen ver? Si no es así mientras el doctor Flanagan trabaja en lo que tiene entre manos quizás sea conveniente que hablemos con el doctor Borcky o intentemos ubicar a Dutra.

Te mantienes meditando intentando averiguar algo sobre el asunto. La mente universal resulta algo enrevesada en el tema, quizás sea por estar en Praga o puede que haya algo en la misma Biblioteca que te impida acceder a datos útiles pero la información se mantiene fuera de tu alcance. Mientras tanto los demás discuten pero tú no te enteras de nada.

Flanagan asiente absorto a lo que le dice el señor Meyer. Teclea furiósamente en el friki-ordenador. Cuando llega el chico, con la clave del enrutador, conecta un cable a la línea más próxima de teléfono y sigue en el tema...

Parece que ya estoy dentro -murmura entre dientes- aunque la conexión no sea muy estable... veamos lo que dura.

Me mantuve bastante tiempo en silencio. Mis compañeros parecían tener más experiencia que yo en eso de los interrogatorios, y en lo que se refiere a registros y ese tipo de asuntos, no soy precisamente el más ducho. Sí empiezo a plantearme mi capacidad de ayuda cuando hablan de la desaparición de Dutra y la insistencia de la supuesta estudiante en hacerse con el libro.

Asintió con la cabeza ante la recomendación del señor Meyer sobre empezar la investigación y al ver a Flanagan completamente absorto en su mundo supo que eso era buena señal. Sin duda parecía un tipo con muchos recursos y una mente bastante rápida, así que decidió exponer sus intenciones con la tranquilidad de saber que no estaba negligiendo nada.

—Soy probablemente el más... ¿cómo decirlo? El más físico de nosotros —hizo un puño con las manos para darse a entender—, así que creo que puedo encargarme de buscar a Dutra y la famosa muchacha tan insistente con el libro. Sería buena idea saber quién es esa muchacha antes de ir a buscar al desaparecido. No descarto que buscando a Dutra nos encontremos tarde o temprano con ella, no sé si me entienden...

Mientras los demás continúan con sus conversaciones, me tomo un minuto para anotar nombres y fechas importantes.

Sí, Payne, concuerdo en que Dutra y la curiosa pueden llegar a estar relacionados. Yo no creo tener nada más de interés aquí, por el momento. A menos que el Doctor quiera una mano con... lo que sea que esté haciendo... ---Aunque después de mirarlo un poco, dejo de lado la idea.

Miro a Meyer, ---Imagino que deberíamos ir a ver a Borcky; será más fácil que buscar a alguien que no por sabemos dónde empezar. ¿Él también es Eterita?

Ehh, esperad... dice Flanagan, levantando la vista de la pantalla, y pestañeando como un miope. Antes de separarnos tanto, quizá sería bueno que fuerais a investigar en el sótano que hay justo debajo de donde estaba expuesto el libro. Es posible que hayan accedido por ahí... quién sabe.

—OK, Doc —asentí a la recomendación del Eterita—. ¿Tenemos nuestros teléfonos o algo por si hubiera que pedir refuerzos o intercambiar información? —saqué mi móvil anticuado pero suficiente para lo que yo lo quería: mandar mensajes y llamar—. El mío es el XXXXXXXXX.