Partida Rol por web

¡Que cosas pasan!. Y encima, pasan muy deprisa.

Zennah que sale corriendo, el cabo que grita, Jay, que grita y dispara también. Y yo, para no ser menos, aporto a la situación lo siguiente.

Salto hacia delante poniéndome en medio de la trayectoria del otro cabeza cubo con tan mala fortuna que el arma se me dispara dándole, precisamente, en todo el cubo que lleva en la cabeza.

Y no solo eso. Es que parece que mi arma se ha vuelto loca y piensa por si misma. Mientras bailo por el cubículo aprovechando que Jay, como me conoce, se ha quitado de en medio muy prudentemente, es que voy fundiendo cámaras, micros y cualquier cosa que se me cruce por el punto de mira. Y mientras monto este espectáculo de fuegos artificiales, grito.

¡Me han tenido que sabotear el arma!.

Uno diez segundos después, lo que antes era una sala de detención normal y corriente, ahora echa humo a causa de la docena de impactos que ha sufrido.

Se hace el silencio y yo, es que siento en la nuca la miradita que me esta echando Jay. Me doy la vuelta, me encogo levemente de hombros y le digo a mi compinche sin alzar la voz.

Si. Yo es que soy así. Y ahora, toca largarse de aquí.

Y sin mas dilación, me precipito fuera de la sala de detención, "persiguiendo a Zennah" como si fuera lo mas norma del mundo.

La sorpresa y el ataque premeditado contra una guardia desprevenida consigue que los tres rebeldes pudieran salvar su primer obstáculo sin muchos problemas.

Zeenah corría, arma en mano, por delante, cada vez más, de sus compañeros, lo que tenía una doble vertiente. Por un lado, conseguía pasar las defensas aún sin alerta que pudieran surgir. Por otro, alertaba a todos a su paso, pero, al fin y al cabo, quienes venían detrás eran dos 'fornidos guardias' con su armadura reglamentaria.

Pasáis de habitación y os encontráis con otro par de guardias, que estos si están preparados y os miran algo nerviosos y expectantes, pendiente de qué le vais a decir.

Podéis suponer que Zeenah se ha dedicado a huir más que a atacar, aprovechando el factor sorpresa, con el que no contáis, aunque ustedes si contáis con el del engaño...

Sales de la sala interior y atraviesas a todo correr la sala siguiente en la que dos perplejos guardias observan, inmóviles, como pasas a toda carrera.

Jay corre todo desquiciado soltando improperios a la pobre Twilek. Y al pasar al lado de sus compañeros
La cogeremos. No tiene escapatoria ¡¡¡Poned orden ahí dentro, no sea que escape alguno mas!!! grita señalando hacia la zona de las celdas.

Porque uno mas, por lo menos habría. El pobre tipo al que cazaron con el ordenador seguirá dentro.

Imagino que no se fijarán en nosotros, sino en la Twilek que ha salido espantada de allí y que ocupa el 99% de la memoria RAM del cerebro de estos taradillos.

Si la treta funciona, pues de camino llamo a R2 y le digo que vaya arrancando el carguero Y que se meta dentro.

Y si hay tiempo habrá que intentar evacuar a Luther... ¿por donde queda la enfermeria? ¿está llena de imperiales? si no hay posibiilidad que escape por su cuenta y ya le veremos mas adelante, cuando nos encuentre...

Y yo, que voy trotando detrás de Jay con el arma a punto por así decir, añado otro par de tacos mas a la situación antes de añadir.

¡Eso!. ¡Dejadnosla a nosotros!. ¡Vosotros, comprobad la seguridad en el extremo opuesto!. ¡No vaya a serr que tenga algún compinche suelto por la zona!.

Afortunadamente, paso como una exhalación ante el par de pipiolos de guardia, lo cual hace que cierto tipo de jadeo que se me escapa, sea logicamente atribuido al esfuerzo de la carrera. Y es que hay que ver lo que cuesta mantener el ritmo con la puñetera armadura puesta.

Una vez que el par de guardias quedan atrás, yo, echo un vistazo a los indicadores de los múltiples corredores buscando las indicaciones para la enfermería. Pues no pienso dejar a ninguno de los nuestros tirado en este criadero de imperiales.

Corres como una posesa, huyendo entre los pasillos del Espacio-puerto, cuando te encuentras de frente a Tereh que te hace señales de que pares junto a él.

Llegas sin mucho esfuerzo, y le preguntas que pasa, a lo que te responde que la nave no está lista y que han surgido 'inconvenientes', por lo que hay que buscarse un transporte alternativo, que ellos ya os localizarán más tarde, mientras te entrega la información del encuentro que recogísteis.

Salís corriendo de las dependencias, casi perdiendo a Zeenah de la vista. En una zona más amplia reconocéis los símbolos de los sanitarios, a lo que suponéis que el Capi se encontrará allí.

A lo lejos, véis como Zeenah se encuentra con Tereh...

A unos metros por delante de nosotros, Zennah se encuentra con una figura embozada que aprovecha cualquier sombra para pasar desapercibido. Y yo, que voy trotando maldiciendo la puñetera armadura de cabeza cubo, me percato de quien es esas figura en cuestión. Acelero lo que puedo y doy un toque en el hombro derecho de Jay. El cual se gira y se detiene. Momento, por cierto, que yo aprovecho para recuperar algo el aliento.

Y mientras lo hago, señalo los indicadores de la pared del pasillo. Las indicaciones de la dirección de la enfermería, estan claras.

Nos toca compinche. Memoricemos la ruta para poder largarnos por el mismo camino en cuanto hayamos recigido nuestro "paquete especial"

Pues podríamos llevarnos a Luther para interrogarlo, porque hemos visto una mancha en su historial. O podríamos dejarle aquí y que se reuna con el resto cuando se cure. ¿Y si no hay un tanque bacta ahí dentro, en la nave y se nos muere en el camino?

Tengo otra idea mejor: que Tereh le secuestre a Luther a punta de pistola y le traiga hasta la nave. Ya nos encargaremos nosotros de poner orden... Es que no tardará esta mierda de sitio en llenarse de hijosdeputa cuando vean que no volvemos.

Miráis atrás y no parece que nadie os siga, mientras Zeenah toma el camino de las plataformas de despegue.

Me detengo definitivamente al escuchar la propuesta de Jay y apoyo el blaster de reglamento imperial sobre el hombro derecho mientras que, con la zurda, me ajusto el casco tras la carcajada que se me ha escapado.

Si. No se puede negar que estamos inspirados ultimamente.

Una vez recuperada la compostura. O al menos, toda la que permite la puñetera armadura, miro a mi alrededor con detenimiento. Zennah, desaparece al fondo del pasillo pues parece que Tereh tiene controlada ea sección. A nuestro alrededor, de momento, no parece haber nadie. Y esa es una oportunidad que no podemos dejar pasar de largo.

Acercandome a Jay, digo.

Ahora o nunca. Lo unico que nos retiene en este nido de imperiales, es el capitán y su estado. Ni idea de si necesitara un tanque bacta. Si lo necesita y no lo tenemos, lo acribillamos a meds packs y listo. Y si no se repone totalmente, son gajes del oficio hombre.

Pero no podemos retrasarnos mucho mas. Y se diría que Tereh tiene controlada la salida. Nos toca a nosotros recoger al capi para poder largarnos. Pues bien, probemos a ver que pasa. Con que lo tengan estabilizado en la enfermería, me vale.

Vale, venga. le sacamos de ahí diciendo a los médicos que que tiene que aclarar unos asuntos urgentes. y si nos encontramos imperiales hacemos como que estamos buscando a la furcia (*) de los tentáculos
vale, pues entramos en la enfermeria.

Piensas que puedes recordar por donde se ha ido tu compañera, para cuando vuelvas hacia la nave.

Piensas que puedes recordar por donde se ha ido tu compañera, para cuando vuelvas hacia la nave.

Sin embargo, también te percatas de una cosa. Ves un cartel en el techo en el que se indica el hangar hacia el que se ha dirigido y no te suena que sea el que os habían dicho en las instrucciones.

Tras oir lo que Tereh te tenía que decir, dos cosas tienes claras:

- Tanto él como el duro no os van a acompañar en vuestra salida de Deric.

- Hay que buscar una nave en la que salir de allí, y lo tienes que hacer ¡ya!.

Con rapidez agarro a Jay por el brazo pues me acabo de percatar de un detalle de suma importancia. Jay, se gira sorprendido soltando entre dientes el taco pertinente al que yo respondo con otro mas pintoresco aun.

Y una vez que hemos soltado la ración de tacos de turno, señalo a los paneles indicadores y digo.

¡Muy atento a esto!. ¡Pero que muy atento!. La plataforma de despegue en donde se halla la nave que nos aguarda, es la E 3. Pues bien, juraría que la sección por la que se han largado Tereh y Zennah, no es precisamente la correcta.

Y no hace falta dar mas explicaciones. Yo diría que Jay, capta perfectamente lo que quiero decir. Por tanto añado.

Vamos a la carrera a la maldita enfermería de una vez por todas, agarramos al herido, lo espabilamos aunque sea inyectandole un chute de Billestrin, y volvemos a toda velocidad disparando como demonios si hace falta.

A punto estoy ya de salir disparado cuando me giro y añado un ultimo detalle.

Y si no hace falta abrirnos paso a tiros, da igual. ¡Nosotros vamos y venimos disparando de todos modos por si acaso!

Eso solo puede significar una cosa. Hay imperiales en el carguero y han tenido que huir por otro lado. Porque me resisto a creer que tereh se confunda. Salvo que ese tipo sea un traidor realmente como ya sospechaba.

O bien...
No puede ser, no estare tan rodeado de incompetentes... el rostro de jay ensombrece bajo el imperial casco.
O bien tereh se ha confundido el carguero y ha puesto otro a repostar. Un carguero equivocado con unas coordenadas de destino equivocadas. Vamos a la enfermeria y acabemos de una vez. Ya veremos como salimos de esta. Si es que hay salida.

Allá que vamos Jay y yo al trote en dirección a la enfermeria. De camino, yo ya es que me extraño de que no empiecen a retumbar las alarmas por todo el complejo. Y llego a la conclusión de que si los nuestros son torpes, mejor no hablar de los imperiales.

Finalmente, alzo la diestra para indicar a Jay que nos detengamos pues, ante nosotros, se halla la puerta de la enfermería. Confiando en nuestros disfraces, acciono el botón de apertura y doy un paso adelante para entrar. Nada mas hacerlo, echo un vistazo con toda mi atención al entorno, no esta demás percatarse de posibles peligros y opciones.

Mientras echo un vistazo, le digo a Jay.

Realmente, con poder sacar al capitán de aquí y depositarlo en la nave, me vale. Después, ya veremos lo que hacemos con el resto. Y como haya ocurrido lo que me imagino, ya puedes suponer la solución que voy a preferir.