Partida Rol por web

Comandos de la libertad

Prólogo de Xera y Shail

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02/10/2012, 22:54
Director

Hoy la noche en el campamento se presenta tranquila. La calma que precede a la tormenta. Aunque Cerebro no es hombre de muchas palabras fuera de la preparación de misiones, después de más de un año habéis aprendido un poco a leer su lenguaje corporal. Su gesto adusto y sombrío, sentado a parte, os deja saber que mañana habrá nuevas misiones y saldréis cada uno en una dirección, tal vez para no volver nunca.

Tras una cena en común os relajáis en comunidad, cada uno a su estilo. Rasphora se dedica a contar chistes en un corrillo junto a vosotros, Kristaff y Meelock. También está Kazir, pero su atención está perdida, pensativo, con la mirada fija en el baile de Beshaabel que, con más gracia y estilo que habilidad y técnica, sigue el ritmo de la soberbia música de Venpaulo.

Xera y Shail intercambiáis una mirada profunda al oír la nueva melodía que empieza a tocar. Es la misma que le oísteis la primera vez que lo visteis, hace más de un año. No tarda mucho antes de que vuestros ojos se pierdan en los del otro, sumidos en pensamientos, tal como habían visto al pícaro unos momentos antes.

Todo había empezado con Xera llegando al antiguo hogar familiar, dispuesta a vengarse. Ya no quedaba nada de la inocente niña desesperada en ella, había tomado castillos mayores que la miserable fortaleza que protegía su pequeño pueblo natal sólo con un conjuro y un botón de más suelto en la blusa. Cualquier resistencia que los habitantes pensasen tomar ahora sería tan patética como en su día fueron sus propios intentos de entrar.

Que Shail estuviera allí le había resultado a la muchacha perfectamente natural entonces, ¿dónde iba a estar sino en su casa?. Sólo ahora, después de tener una conversación que ese día no se produjo supo que él también acaba de llegar después de un viaje tan largo y enriquecedor como el de ella. Por otro lado, tampoco había nada que hiciera pensar que al chico le hubiera sorprendido la llegada de la muchacha sólo unos minutos después de él al antiguo domicilio familiar, como si hubieran quedado en día y hora hacía la mitad de su vida ya.

Lo cierto es que el hombre sabía de forma irracional, de la forma que sólo los gemelos pueden entender, que ella llegaría a tiempo para ocuparse de los temas que no tenían poder para hacerlo antes. Cuando la chica entró y se puso en marcha sin ni siquiera saludar, él la siguió sabiendo dónde iba.

En dirección al pueblo de su infancia, que tenían que cruzar antes de llegar a la fortaleza, pudieron constatar que los tres puentes que cruzaban el zigzag del río que rodeaba la población habían sido derruidos. El lugar parecía triste y deprimido, con muchas casas vacías y casi sin ninguno de los negocios importantes; el comercio exterior parecía haber desaparecido y lo único que conservaba un buen estado era uno de los muelles fluviales, aunque ya desgastado también y camino de la misma ruina que el resto de la urbe. No eran capaces de reconocer a nadie entre los rostros que les miraban con suspicacia desde los postigos, aunque no tardaron en darse cuenta de que era porque la gente estaba envejecida por las tribulaciones. Apenas quedaba gente de su propia edad, tan solo ancianos machados por la vida que, en realidad, tenían la edad de sus padres formaban el grueso de la población, acompañados de algunos jóvenes demasiado pequeños para considerarlos adolescentes ni para ser otra cosa que los nietos de los habitantes. Asustadizos y sin espíritu los lugareños, se escondían y encerraban en sus maltrechos hogares a su paso.

Pero el objetivo en sus mentes, perfectamente centradas, era otro. La pequeña fortaleza de la colina junto al río. ¡Cómo les había parecido de impresionante cuando se dirigieron a ella hacía tantos años!  Y cómo de pequeña les parecía ahora después de recorrer el mundo y sacarle, en apenas quince años, más jugo del que la mayoría le sacaba en toda su vida. Una torre fortificada, sin muralla ni foso, con un portón reforzado con barbacana; probablemente no podía albergar más de treinta soldados más la familia que viviera; aunque dado que el señor local no vivía allí y era sólo una estructura de control para la zona, tal vez hubiera el doble de soldados al ocupar más barracones la zona normalmente reservada para vivienda.

La facilidad con la que tomaron bajo su control la fortaleza sólo podía ser comparada con la decepción que supuso.

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02/10/2012, 23:01
Director

Notas de juego

Bueno, ésta parte quería tomarla como una forma de ir presentando la partida de una forma narrada, contando en una historia cómo descubristeis del Puño de Hierro, los Comandos de la Libertad y cómo os unisteis a la organización, así como los primeros detalles de alguna de las tramas que seguiremos en la partida. Para ello os iré contando cosas en turnos y os dejaré los detalles de cómo ibais consiguiendo la información que os dé. Mi idea era ir alternando turno de narración abierta – como si de masters se tratase - con los jugadores, al ir vosotros dos juntos se hace un poco más complicado y quería ver con vosotros cómo hacerlo.

Se me ocurren como posibilidades:

· Como, por lo que intuyo, tenéis buena y fluida relación entre vosotros, construid el turno entre los dos a vuestro gusto, tal como habéis hecho con el trasfondo.

· Alternamos turnos, que uno narre todo lo referente a ésta fortaleza y el otro narre la siguiente que os toque y así sucesivamente.

· Partid el turno y que uno – el que queráis - narre, por ejemplo, la toma de la fortaleza y el otro el interrogatorio y los descubrimientos.

· Cualquier otra que se os ocurra y prefiráis.

Lo que me gustaría que hiciéramos ahora es que, con la forma que decidáis, contéis vosotros cómo os hicisteis con la fortaleza (de forma lógica, de acuerdo a vuestras habilidades y la ambientación, claro, una batalla campal o un asalto directo por la puerta no parece apropiado a vuestros personajes, por ejemplo). Y, también lo que descubrís:

· Que los hombres que buscáis, que dirigían las operaciones en el pueblo, no están en la fortaleza sino que partieron hace unos años a una mayor, que es la que el barón local tiene en la ciudad más grande que hay río abajo, en la desembocadura; lo que sería la capital del condado, Puerto Armada.

· Los que quedan no saben nada de vuestros padres, eso era cosa de los otros.

· Si hacéis indagaciones sobre ello, las operaciones consistían en secuestrar gente y enviarla río abajo en botes secretos, pero los hombres locales no saben para que. La operación acabó cuando los jefes - los que se saben de vuestros padres - se fueron a la capital.
· Podéis hacer aparecer a vuestro padre - aunque sólo Shail, que lo tiene con VN 3, puede decidir su destino - o vuestra madre – aunque sólo Xera, por lo mismo, puede decidir su destino -, aunque creo que es demasiado pronto para esto, sería mejor en la siguiente fortaleza, si queréis hacerlo para que puedan tener una importancia mayor en la trama. Aunque resolver la historia de vuestros padres en el prólogo puede ser demasiado pronto, pero eso a vuestros respectivos gustos.

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07/10/2012, 21:50
Xera

Al caer la noche, Xera llegó al hogar familiar. Shail estaba atizando el fuego de la chimenea, mientras contemplaba un retrato que un antiguo artista había dibujado de la familia. En aquella imagen parecían una familia normal, pero no lo era.

Aquel día todo cambió. Los pilares familiares con los que se habían criado Shail y Xera se desmoronaron en tan solo un momento.

Xera se quedó mirando a su hermano. En todo el tiempo que habían estado separados, no le había echado de menos. Siempre había notado que estaba a su lado.

Él escuchó el crujir de la madera. Sabía que era ella, pero tardó unos instantes en volverse.

Xera...

Cuando se giró, Shail reconoció a su hermana, a pesar de que ella había cambiado con el tiempo. Al fin y al cabo, era como mirarse en el reflejo del río.

Sus miradas se cruzaron. La de ella era fría. La de él, triste. Una lágrima corrió su mejilla. Xera se dio la vuelta y salió de allí, sin decir nada. Shail se levantó y fue tras ella. .

Anduvieron por el bosque. Las ramas les protegían de la lluvia. Algún que otro relámpago iluminaba la oscuridad reinante. Algún que otro trueno rompía el silencio. Shail corrió tras ella y colocó una mano sobre su hombro.

- Espera

Pero Xera no esperó. Asuntos más urgentes requerían su atención. El rapto de su padre había sucedido quince años atrás. Su objetivo era la fortaleza.

Tras un rato caminando, llegaron a las lindes del bosque. Allí se detuvieron, observando la distancia que les separaba de la fortaleza.

- Esta vez no nos quedaremos ante las puertas. Esta vez entraremos comentó Xera.

La mujer tocó su sombrero y unas pequeñas luces surgieron de él, rodeando su cuerpo. Antes de que esas luces se apagaran, Xera salió corriendo. Al llegar a las puertas, su apariencia era distinta. Ahora era una mujer de rostro redondo, con una sonrisa pequeña, nariz respingona y unos labios prominentes. Sus ojos destellaban lujuria para aquél que la mirase. Su nuevo vestido realzaba mucho sus pechos, dejando un gran canalillo a la imaginación. Ya no había rastro de la Xera original.

Al ver como su hermana salía corriendo, Shail se fue tras ella sorprendida por su rápida reacción y sin esperarle. Cuando llegaron a la puerta, ella no dudó ni un instante en llamar. No les había dado tiempo para pensar en una estrategia para saber cómo reaccionar o para crear un plan que les sirviera de actuación. Como siempre Xera seguía siendo igual de espontánea que siempre.

Shail chascó sus dedos y antes de que la puerta se abriera él desapareció de la vista de los demás. La lluvia aún dibujaba una fina silueta de su cuerpo, pero la escasa luz que había en el lugar ayudaba a disimularla.

- ¿Quién va? gritó alguien tras la puerta. Unos ojos se asomaron por una mirilla.

- Joven caballero, por favor. Permita que entre en esta torre. La lluvia me ha pillado por sorpresa y el pueblo está lejos. Por favor, señor, estoy empapada dijo Xera mientras se limpiaba con caricias sus pechos. Necesito ropa seca y limpia. Y, sobre todo, un buen baño caliente. Por favor, mi señor, sabré recompensarles.

Tras unas risitas nerviosas, la puerta se abrió de par en par, dejando pasar a la mojada Xera y al invisible de su hermano.

Xera se agarró al soldado del brazo, que la acompañó amablemente hasta una habitación. Shail se movía silencioso detrás de ellos. Prepararon a la mujer un baño caliente y le dejaron algunas prendas. Shail se mantuvo invisible mientras esperaba fuera.

Instantes después, el soldado de la puerta junto con otro más entraron en la habitación, con intenciones claramente sexuales. Shail entró con ellos y no dudó un segundo en clavar sus hachas en sus espaldas. Mientras tanto, Xera se terminó de dar el baño tranquilamente.

Ambos hermanos salieron de la habitación con una nueva apariencia: La de los dos soldados muertos. Se movieron por la fortaleza buscando a otros, a los cuales preguntaron dónde se hallaba el líder en ese momento, pues habían encontrado el cuerpo de un soldado muerto en una de las dependencias y debían comunicárselo.

Les llevaron ante él. Cuando se quedaron a solas, se acercaron a él al tiempo que volvían a la normalidad. Shail le apuntó con el arco mientras Xera se acercaba a él con una daga en la mano, que puso sobre su cuello mientras le susurraba palabras al oído.

De pronto, el sonido de una intensa batalla resonaba por toda la habitación

- ¿Escuchas eso? Tenemos un ejército luchando con tu patético séquito. Sólo venimos a por información. Si nos la proporciona rápido, nos iremos ahora mismo.

El líder les dio toda la información que sabía. Ante la ausencia de una respuesta clara, Xera clavó la daga en su cuello.

Shail se mostraba sorprendido. - ¿Qué ha sido eso? ¿Tú también sabes usar los poderes arcanos? Yo sé algunos trucos, ya lo has visto. Debemos tener cuidado, no podemos mostrarlo abiertamente, es peligroso.

Xera sonrió a su hermano. - Hablaremos fuera, aquí no es el momento. Su cuerpo volvió a cambiar y, en un instante, Xera se convirtió en el líder de la fortaleza.

Segundos después, hizo llamar a todas las tropas. Cuando estaban todos reunidos, les comunicó que tenían un nuevo destino. Debían abandonar la fortaleza, pues ésta ya no era segura. Si hubo algún atisbo de duda en los soldados, Xera no dudó en recurrir de nuevo a su magia para embaucarles.

La torre no tardó en quedar despejada, con todos los soldados marchando rio arriba a un objetivo no muy claro.

Ahora, Xera y Shail, con la información obtenida. se dirigieron rio abajo en dirección a Puerto Armada.

Notas de juego

Hemos creado juntos este post. El siguiente lo publicará Kamikazee. Creemos que con esto es suficiente. Si necesitas algo más, dínoslo.

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07/10/2012, 21:51
Shail "Lobo Urbano"

Notas de juego

Doy fe del mensaje.

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07/10/2012, 23:12
Director

Notas de juego

Perfecto os prepararé el próximo turno en los próximos días.

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12/10/2012, 01:35
Director

Ni Shail ni Xera recordaban el viaje hacia el Sur por el río; era tan parecido a tantos otros en sus vidas, que se había perdido en la memoria. Pero sí podían rememorar la sensación de estarse acercando a la meta que les invadió cuando al girar un meandro, por encima del siguiente surgió el casco antiguo de Puerto Armada. A pesar de que la vista del castillo condal eran impresionantes, lo que más recordaban los hermanos era cómo la ciudad que en sus escasas visitas como niños les había parecido inmensa y sobrecogedora, pero quedaba ahora empequeñecida al comparar sus recuerdos infantiles con su gran experiencia mundana, como adultos, después de haber visto ciudades cuatro veces más grandes.

Con sus escasos conocimientos de manejo de botes consiguieron detener su barcaza en una ribera del río, cerca del casco amurallado. Los guardias de la puerta, tras comprobar los permisos de armas de Shail, permitieron a los hermanos el paso al recinto noble, dando por válidas sus razones ante la obvia calidad de su equipo que hacía pensar en ellos como gente de dinero.

Sin hacer caso de las múltiples tiendas que ofrecían bienes exóticos y de calidad de todo el mundo, se dirigieron a una de las esquinas interiores del recinto amurallado. En toda la zona no había ni una sola edificación que no fuera un lujo, pero aquella parte en particular, era de las más baratas, dentro de aquel barrio de Fortalezas y mansiones.

Entre todas las más discretas mansiones de la zona destacaba un edificio fortificado, que era, según todo los datos que tenían, la residencia habitual del barón dueño de su pueblo natal. Ese era el lugar al que enviaban sus presos los soldados y donde, supuestamente, había acabado su padre más de quince años atrás.

La construcción tenía una muralla particularmente alta, que impedía ver el interior, aunque ese día estaba abierta su gran puerta de madera reforzada. Parecía haber algún tipo de celebración, dado que una trouppe de artistas se había afincado en el patio de armas de la fortaleza. La construcción, internamente, se organizaba con unas caballerizas en la esquina izquierda, varios edificios de utilidad, talleres, corrales y viviendas junto a ellas y justo en el extremo opuesto del patio, una torre maciza que se elevaba unos 40 metros, no tenía ventanas hasta pasados los 20 y estaba dotada de un rastrillo y portón reforzado para la entrada. Dos guardias de aspecto competente custodiaban la misma, que estaba firmemente cerrada.

El populacho que servía en el lugar parecía más interesado en los trovadores y actores que preparaban sus espectáculos para la noche que en sus tareas habituales y gente de la ciudad entraba y salía curioseando e interesándose por las celebraciones.

Venpaulo, a quien en ese momento aún no conocían, y tardarían aún unas horas en conocer, dirigía los montajes y preparaciones, aunque dividiendo su atención y su tiempo entre esas labores y flirtear con cuantas jovencitas rondaban por allí – que no eran pocas –

Los hermanos centraron su atención en el torreón, no había un acceso sencillo ni claro. El portón estaba cerrado y vigilado, las ventanas altas y no era especialmente anchas. Estaban situadas por los cuatro lados, pero sólo eran abundantes por el frente, en la concurrida plaza de armas. La única ventaja que parecía haber es que poca gente rondaba la parte de atrás, separada del resto de la explanada por una alta verja repujada y que albergaba un amplio y exuberante jardín en cuyo centro destacaba un laberinto de setos.

Notas de juego

Bien éste turno podéis tanto narrar posibles conversaciones en el barco donde vuestros hermanos se pusieran al día, como las vivencias que queráis en la ciudad y que os ayuden a remarcar el carácter y conocer (vosotros y yo) a vuestros personajes. Recordad que podéis tener éxitos o fracasos en todas las tiradas a vuestro gusto (dentro de la lógica de los personajes)

Pero sobre todo debéis narrar cómo deciden infiltrarse en ésta fortaleza bastante más peligrosa y complicada. Aquí tenéis nuevamente libertad de hacer lo que queráis con los éxitos y fracasos que prefiráis. Pero todas las informaciones que obtengáis apuntan a los “jefes” que están en los alojamientos principales, a los que sólo se accede (una vez dentro de la fortaleza, claro) por un recibidor. Al llegar a él se acaba vuestro turno, ahí sois interceptados por un enemigo que, a priori se antoja insuperable: un gólem de hierro a través del cual habla alguien que os da el alto. Ahí retomo yo la narración un tiempo.

Por cierto, tenéis en Ambientación una entrada sobre Puerto Armada, por si queréis saber un poquito más de la ciudad para vuestra narración.

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23/10/2012, 03:20
Shail "Lobo Urbano"

El camino en la barca fue un poco complicado, pero no más de lo que esperaban. Había muchas zonas donde no les era necesario prestar atención; el viento les acompañó en todo momento, y con el rumbo que ellos necesitaban. En esos ratos libres, Xera y Shail hablaban

- Quizás mis acciones fueron bruscas, Shail, pero el ansia de venganza lleva mucho tiempo dentro de mí.Fue una de las primeras cosas que Xera dijo.

- Me fui del pueblo y me serví de mis engatusamientos para poder comer. Hasta que un gran señor, Dreig, me tomó bajo su mando. Para él, actué de diplomática y espía. Lo único que tengo que agradecer a tu madre fue que me enseñó a manipular a los hombres. Eso te da ventaja en cualquier sitio, pues hay pocas mujeres que dirigen.

Yo estuve continuamente entrenando en el campo, trabajando allí y yendo de ciudad en ciudad tratando de buscar información sobre nuestro padre. Me hice un nombre en muchos lugares y en varios sitios me conocen, quizá esto nos pueda ayudar en algún momento de nuestra nuevo viaje.

El viaje se hizo corto, tanto que les tuvieron que avisar desde el puerto que tenían que amarrar. Así lo hicieron, y pronto empezaron a recorrer la ciudad. No querían parecer muy interesados en el torreón, así que visitaron varias cosas antes. Los recuerdos de su infancia en ese lugar eran totalmente distinto a lo que veían. ¿Sería porque ellos habían cambiado? De niños, siempre se ven las cosas de otro color.

Apartados del gentío y en el lugar más barato de la ciudad, se pusieron a pensar un plan.

Xera volvió a ofrecerse de mujer desvalida. Si Shail se volvía invisible de nuevo, esos hombres caerían pronto. Sólo tenía que convencer a los guardias del torreón que abriesen sus puertas. Era complicado saber cómo, pero Xera confiaba en sus palabras y sus artes para conseguir entrar.

Y, aún con las malas caras de Shail por las intenciones de su hermana, se dirigieron hacia el torreón. Buscaron un lugar apartado de miradas curiosas para cambiar. Shail se tornó invisible, mientras Xera se cambiaba por una mujer más baja que ella, de aspecto dulce con la ropa desgarrada. Se acercaron al torreón intentando esconderse, evitando a la muchedumbre. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, comenzó la acción.

Xera salió de entre los arbustos corriendo, con alguna lágrima en el rostro y diversos cortes. Se iba sujetando la ropa. Al llegar a los guardias, se dejó caer de rodillas

- Por favor, ¡por favor! ¡Protéganme! Tres hombres han intentado matarme porque no les quise dar el poco oro que me queda para comer. ¡Ayúdenme, por favor!

Ambos guardias se miraron y uno de ellos asintió. El otro se acercó y levantó a Xera con fuerza, haciendola daño en el brazo

- No somos imbéciles. Te hemos visto venir escondida entre los matorrales. ¿Qué esperabas? ¿Entrar en el torreón y saquearlo? Ladrona, te voy a cortar las manos dijo al tiempo que desenfundaba la espada y la levantaba.

Xera supo reaccionar, golpeándole con la rodilla en sus partes nobles. En cuanto la soltó, salió corriendo. El otro guardia intentó seguirla, pero su deber era quedarse custodiando la puerta, por lo que no dio muchos pasos cuando volvió a su lugar, ayudando a su compañero.

- Tu plan no ha salido bien. Pero tengo otro dijo el invisible Shail ¿Eres capaz de trepar esos muros?

Shail le explicó a Xera su intención. Si ambos se volvieran invisibles y escalaran los muros, podrían llegar hasta las ventanas. Podrían comprobar si había alguna abierta que les permitiera pasar o buscar alguna que atrajera lo más mínimo a los guardias al romperla.

Xera, por primera vez, sonrió a su hermano

- Dame tu mano dijo al tiempo que lanzaba la suya para encontrar a su hermano. Sus manos se fundieron. Xera dijo unas palabras en un lenguaje extraño y Shail sintió un extraño hormigueo en las plantas de los pies.

Xera, haciendo un rápido gesto con su otra mano, se volvió invisible.

Así, los dos hermanos, sin ser vistos, se acercaron hasta el torreón y empezaron a escalar. El silencio era primordial, pero la suerte no estaba de su parte

 - ¿Quién va? gritó un guardia al escuchar uno de los pasos de los hermanos mientras escalaban. Empezó a mirar a todos lados. Hay alguien, lo se.

Y, pensando que las cosas no podían ir a peor, lo fueron. Se llevó una especie de cuerno a la boca y sopló. Un sonido profundo salió de aquél instrumento, y numerosos soldados empezaron a moverse

- ¡Alguien intenta entrar en el torreón! Poner vigías dentro y otros que se queden fuera

Esa voz fue lo que necesitaban los hermanos para avanzar lo más rápido posible. Con el alboroto que se había montado, no necesitaban preocuparse por el ruido que causaran.

Otro problema llegó en lo alto del torreón. No es que las ventanas fueran “poco anchas”, si no que no serían capaces de entrar por ellas

- Mira, Xera, allí abajo. En ese laberinto de setos. Podremos ocultarnos y esperar el momento

 Y así lo hicieron. Descendieron y, a toda prisa, fueron a cubrirse en los setos. Fueron memorizando cada paso que daban, pues sabían que tendrían que salir en algún momento.

Pero no estaban solos. Se encontraron con varios guardias que estaban revisando el lugar, buscando intrusos

- Es nuestra oportunidad. Apresemos a uno para ver qué sabe de este lugar. Cambiemos nuestros aspectos por el suyo e intentemos entrar en la torre susurró Xera.

Siguieron a dos soldados hasta que se dividieron. Dejaron unos metros de separación cuando cayeron sobre el soldado, reduciéndolo y amenazándolo.

El soldado era joven, así que la información que podría otorgarles sería escasa, aunque preguntar no les haría daño

- Chaval, responde y no te haré daño dijo una Xera que empezaba a cambiar para asumir la apariencia del soldado.

Le preguntó por los antiguos señores del castillo que había rio arriba. Si sabía algo de los secuestros que se producían y si sabía dónde se llevaban a los rehenes. El joven sólo les supo decir que en el torreón había diferentes hombres que habían sido señores de pequeños castillos. Estaba seguro que uno de ellos sería el que buscaban. Les dio unas indicaciones para llegar a un pequeño recibidor por el que se tenía que pasar para llegar a las habitaciones.

- Espero que no mientas. Dime como se llama tu compañero

- Eeh... Ogímene, se llama Ogímene

Ninguno de los dos hermanos supo ver la trampa hasta que ya era tarde. Xera comenzó a llamar a Ogimene y pronto apareció su compañero con la espada desenfundada

- Deja a mi compañero, usurpador, te daré caza por usar magia gritó a Xera.

Shail se dio cuenta según dijo eso, “Ogimene” era "Enemigo" dicho al revés. No podía intentar apresarle porque venía armado. Por suerte, aún contaba con la ventaja de la invisibilidad, le puso la zancadilla para que cayera al suelo, y así podrían tomar algo de ventaja para poder huir. Cuando se giró, se dio cuenta que su hermana había aprovechado la situación para degollar a ambos soldados.

¿Qué has hecho? dijo con cara horrorizada Shail.

Prefiero que nos tomen por ladrones y asesinos que por brujos.

Con las identidades de dos soldados no fue muy complicado entrar en el torreón. De hecho, les ordenaron que entraran y revisaran el interior por si de alguna manera se habían colado los intrusos. Siguieron los pasos que el soldado les había indicado. Todo parecía tal cual lo había descrito, pero aún así iban con cuidado por si era otra trampa.

Llegaron al recibidor. Ese era el que tenía que llevar a las habitaciones de los señores. Xera se mostró intranquila y Shail lo notó. ¿Sería ese el momento de su venganza? ¿Podrían averiguar dónde estaba su padre? ¿Se encontrarían quizá con su madre dentro de ese torreón?

¿Cómo vamos a averiguar dónde está el que buscamos? preguntó Shail. Pero sus murmullos quedaron olvidados. Un ruido espantoso recorrió el lugar. Ambos hermanos se pusieron en guardia, mirando en todas direcciones. Por un pasillo que daba al recibidor, apareció un ser metálico monstruoso. Un golem de hierro se acercaba con velocidad hasta ellos, con gesto amenazante. Los hermanos no podían hacer otra cosa que retroceder impresionados. El golem se detuvo y les gritó

 

¡Aquí no debéis estar!

¡¡Marchaos o seréis destruidos!!

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30/10/2012, 18:31
Director

El golem se alzaba amenazador e intimidante por encima de los dos hermanos. Un fulgor rojizo iluminaba sus ojos cada vez que hablaba con palabras que no eran del coloso, sino de alguien que actuaba desde lejos a través de él.

Xera y Shail miraron alrededor, debían haber llegado a un lugar cercano a la entrada, probablemente a un vestíbulo fácilmente accesible desde la entrada, de modo que quienes estuvieran autorizados a acceder al torreón principal no necesitaban dar vueltas por la fortaleza como habían hecho ellos.

La persona al otro lado del titán de hierro debió pensárselo mejor, y la voz resonante volvió a llenar la estancia abovedada cuya única decoración, a parte del portón reforzado, eran esculturas militares, un gran tapiz conmemorando una victoria en una batalla naval perdida en la historia y un rosetón de vidriera de colores a gran altura que mostraba una escena de un asedio a la ciudad.

-“Pero ¿Quiénes sois vosotros? ¿Por qué estáis en la torre?” – el mazacote, o más bien su controlador, amenazaba con ponerse violento.

La situación se ponía complicada. El golem no podría ser hechizado, y ambos tenían sus dudas sobre si la magia de ilusión confundiría a la persona que hablaba a través del ingenio mágico.
En ese momento se abrieron los portones, macizos pero sencillos, que llegaban al vestíbulo justo desde en frente a la puerta reforzada que custodiaba la maquina. Más allá podía verse un largo pasillo que parecía llevar, dejando atrás algunas puertas a los lados, hasta los portones exteriores por donde no les habían dejado pasar los guardias la primera vez.

El hombre de cabello castaño que habían visto dirigiendo a los comediantes, el que después sabrían que se llamaba Venpaulo, se asomó tímidamente por las puertas, mirando como si buscase algo mientras decía:

-“¿Hola? Con permiso, estoy buscando…” – cuando vio a Shail y Xera abrió los ojos y sonrió como si hubiera localizado lo que buscaba, para sorpresa de los hermanos.

-“¡Ah! ¡Xanthal! ¡Xephir! ¡Aquí estáis!” – gritó con tono de alivio mientras se acercaba sonriente – “Esta vez no estamos alojados en la torre, este sitio es un poco particular y tenemos nuestro campamento en el patio de armas. Venid, por aquí”.

El hombre se había acercado hasta el coloso que se alzaba amenazante sobre la pareja e hizo una reverencia recargada:

-“Mis disculpas, señoría.” – a los hermanos no se les pasó por alto el título. Quien quiera que estuviera tras el gólem no era el Conde, probablemente ni siquiera un barón, pues la fórmula apropiada habría sido excelencia – “Señor Xephir” – añadió después con una ligera inclinación de cabeza hacia Shail. Y por último tomó la mano de Xera y con una reverencia grácil y un leve besamanos concluyó: -“Lady Xanthal, cada día más bella. Simplemente arrebatadora.”

El atractivo juglar, que en ese entonces les era completamente desconocido, se giró de nuevo hacia el constructo, que ya empezaba a iluminar sus ojos, señal de que la voz hablaría.

-“¿Acaso conocéis a estas personas maestro Venpaulo?” – con sonrisa y donaire el bardo mintió descaradamente, con una naturalidad que incluso a Xera le parecía apreciable y que a Shail casi podría haberle convencido de que así era y alguien le había hechizado para creerse un incursor en la fortaleza.

-“Naturalmente, su señoría. Son mis actores estrella para ésta noche. Gente del máximo nivel, que no suelen acompañar a la Trouppé habitualmente, pues suelen tener residencias largas en los mejores teatros del mundo. Acaban de llegar, a petición mía, y suelen estar acostumbrados a alojarse en cuartos de invitados, por ello se acercaron a la fortaleza. Mi error. No estuve lo bastante rápido para acercarme cuando llegaron y se me adelantaron entrando aquí. Un descuido imperdonable, ¡Oh! Pero ya lo creo que habrá merecido la pena, su interpretación del papel de Offilia es… es… es… No hay palabras.” – Venpaulo parecía sinceramente emocionado pensando en la inexistente actuación mientras sujetaba con sentimiento la mano de la mujer contra su corazón. Si Xera no supiera que el espectáculo era un camelo, dado que se refería a ella y no sabía actuar, habría deseado ardientemente acudir a esa maravilla que Venpaulo parecía ver en su mente; mientras que Shail empezó a preguntarse si su hermana conocía al tal Venpaulo y se había convertido en extraordinaria actriz en esos largos años separados.

El ser que controlaba el gólem pareció convencerse, de acuerdo a la amplia experiencia de Xera, más por el renombre del bardo que por su diplomacia, tan hábil como la suya propia en cualquier caso. Incluso creyó suponer que se mostraba tan interesado como lo habría estado ella en la posible interpretación de la bella y trágica reina de los Alanungos, co-protagonista de uno de los dramas más conocidos que el artista describía. Aún así con tono ominoso advirtió:

-“Está bien. Pero controla mejor a tus artistas, Venpaulo. Si descubrimos otro en la fortaleza, no le volverás a ver. Nuestra generosidad se ha agotado. Asegúrate de decírselo a todos los tuyos.”

Tras asegurar que así lo haría, invitó a los hermanos a acompañarle, ofreciendo galantemente su brazo a Xera. Para sorpresa de los hermanos los guardias de la puerta les dejaron salir acompañados de Venpaulo, aparentemente sin reconocerles, uno con la mirada vidriosa y el otro visiblemente nervioso al ojo experto de Xera.

El artista les llevó hasta el campamento de trovadores, allí les invitó a una tienda cerrada y discreta, en la que apenas entraron y se cerró dejó de oírse el exterior - y, seguramente, en el exterior lo que ocurría en ella - Sirvió una copa de buen licor para cada uno, dejando que sus dedos rozasen levemente los de Xera al ofrecerle la suya.

Tras un breve trago y las presentaciones correspondientes, el que se presentó como Venpaulo comenzó a charlar con ellos. Xera inmediatamente empezó a adelantarse a su hermano en todas las respuestas, haciéndole callar de forma un tanto impertinente varias veces. Por un momento se sintió molesto, incluso furioso cuando le pareció que parecían estar coqueteando descaradamente, con él de convidado de piedra. Pero cuando su enfado le impulsó a forzar que Xera le dejase participar en la conversación con el amable Venpaulo sólo para acabar revelando que habían venido por “unas desapariciones” se dio cuenta que, en realidad, su hermana y Venpaulo estaban enzarzados en un duelo de esgrima verbal tan sutil que a él se le escapaba completamente. Lo que él interpretaba como charla intrascendente, devaneos y flirteos eran en realidad fintas, amagos, cebos y tanteos para averiguar quién era y qué quería el otro. Y él había provocado que el equipo que formaba con su hermana recibiera una fuerte estocada.

Pero, por suerte para ellos, eso pareció contentar a Venpaulo, que una vez cobrada la ventaja, comenzó a dar información a un ritmo más rápido y generoso del que recibía, aparentemente habiendo decidido que navegaban en el mismo barco o que, al menos, tenían el mismo rumbo. Pero la mirada de furia de su hermana le dejó claro que el único motivo por el que su torpeza en el sutil arte de la intriga había resultado positiva era que estaban ante un potencial aliado y que si hubiera sido un enemigo, ahora tendrían problemas muy serios.

Notas de juego

El siguiente paso sería una conversación con Venpaulo dónde empiezan a verse algunos temas de los Comandos y de lo que puede estar pasando en la fortaleza, así como conseguir su apoyo para entrar. Mi idea original era daros todos los datos para que pudierais construir un turno vuestro con toda la conversación llevada en los términos que más os gusten y de forma rápida; al fin y al cabo esto es sólo una forma medio jugada y amena de daros una información que si no sería un texto peñazo. Pero la experiencia con Sigfrid me dice que tal vez sea demasiado monolítico y apremiante. Así que os consulto cómo preferís hacerlo:

Opción 1:
Os doy los puntos principales, me decís qué mas cosas querríais tratar os doy las respuestas y con ello construís entre vosotros la conversación usando a Venpaulo de acuerdo a vuestros gustos y lo que hay sobre él en la sección correspondiente.

Opción 2:
Igual que antes pero las preguntas adicionales las incluís sólo planteadas en el turno (o a parte si hay alguna que consideráis que debería salir como consecuencia del resto para que haga yo la conversación incluyéndolas)

Opción 3:
Ir haciendo turnos sucesivos lo más amplios posibles pero haciendo conversación en la medida de lo posible, agrupando preguntas asumiendo que se van respondiendo y cuidando un poco los turnos para que los posteriores arreglen o repasen lo que quede somero en los anteriores.

Opción 4:
Hacer una conversación normal, con pregunta-respuesta hasta terminar. Para ésta necesitaríamos una disciplina de posteo estricta de cada 2-3 días porque si no nos eternizamos en una conversación que sólo ha de aportar interacción e información (vamos que vais a sacar toda la información que hay sin interpretar ni tirar porque es algo que ya pasó con éxito).

Opción 5:
Otras que se os ocurran y veáis preferibles.

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09/11/2012, 12:32
Xera

Notas de juego

He estado hablando con Kamikazee y optamos por la 4

Opción 4:
Hacer una conversación normal, con pregunta-respuesta hasta terminar. Para ésta necesitaríamos una disciplina de posteo estricta de cada 2-3 días porque si no nos eternizamos en una conversación que sólo ha de aportar interacción e información (vamos que vais a sacar toda la información que hay sin interpretar ni tirar porque es algo que ya pasó con éxito).

¿Comienzas tú contándonos o te acoso a preguntas? XD

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09/11/2012, 17:37
Venpaulo

Venpaulo sonrió a la pareja, tras cobrar la ventaja. Con un guiño pícaro a Xera, de reconocimiento por sus notables habilidades en la esgrima verbal, tomó su copa y se la llevó a los labios, ofreciendo el tiempo suficiente para que ella recuperase la compostura tras su enfurecimiento con su hermano, con menores recursos para un intercambio tan sutil.

Cuando la conversación volvió, de forma banal, él retomó el hilo, aparentemente más abierto y sin tapujos.

-"De modo que estáis interesados en las desapariciones. Me preguntaba porqué queríais infiltraros en la fortaleza. Supongo que es por eso. Pero la pregunta es si sabéis lo suficiente para que vuestra entrada compense."

Notas de juego

Tomamos la situación intermedia, empiezo yo pero bastante neutral, así os doy pie para iniciar la conversación.

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10/11/2012, 14:33
Xera

Respiré tranquilamente. Cerrando los ojos, me llevé las manos a la coleta, apretando con fuerza para mantener mi peinado. Hacía mucho que no perdía una batalla de ese estilo. Aunque realmente no había sido yo la que la había perdido. Todo se lo debía a mi hermano.

Miré a Shail sin demostrar ningún sentimiento. Poco a poco, giré la cabeza hacia Venpaulo. Dejé que mis ojos fueran recorriendo el cuerpo de ese hombre hasta que se posaron en los suyos

También me pregunto cómo se enteró de nuestra presencia en el interior de la fortaleza. Y también tengo una curiosidad. Por qué nos salvaría de su "señoría"

Sonreí de manera pícara. Sabía perfectamente que, para obtener información, no nos quedaba más remedio que darla

Sí, estamos interesados. Son temas personales que llevaban mucho tiempo esperándonos. Nos gusta el factor sorpresa, por eso entramos así. ¿Qué es lo que debemos saber para que esa entrada nos compense?

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12/11/2012, 01:14
Shail "Lobo Urbano"

Tras ver la mirada de su hermana por haber interrumpido su conversación con el vanidoso de Venpaulo, no pudo evitar agachar la cabeza y permanecer absorto observando la copa de licor que le habían ofrecido. 

Movía el vaso mientras escuchaba la conversación que contemplaban aquellos dos, aunque de vez cuando miraba atento a Venpaulo, sobre todo el movimiento de sus manos y donde iban a parar.

Aquel tipejo no había hecho más que entrar en sus vidas y ya quería hacerse un hueco entre él y su hermana y eso no lo permitiría. Llevaba muchos años sin estar junto a ella y ahora no dejaría que el primero que llegase se la arrebatase. Algo había en aquel tipo que no le terminaba de gustar, era cierto que les acababa de salvar la vida y que estaría siempre en deuda con él, pero esperaba cuanto antes saldarla.

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13/11/2012, 00:33
Venpaulo

Venpaulo apuraba su copa con alegría, como quien participa en una fiesta más que como quien despacha asuntos delicados. Sin perder la sonrisa en ningún momento, alternando atentas miradas a Xera cuando hablaba con sonrisas al cada vez más furioso Shail. No dudó en ofrecer respuestas cuando era cuestionado.

-"No es necesario un tratamiento formal, mi querida señora" -  dijo ignorando la ironía de Xera en la palabra 'señoría', haciendo que los hermanos se preguntasen si, realmente, el tipo aquel podía ser un noble -"Lo cierto es que, puesto que estoy vigilando la fortaleza, vi vuestro intento inicial de entrar. Luego una presunta amiga, que se dedicaba a vigilar la sala de recepción, me informó de vuestros apuros y me dijo la muy descarada, que ahora que tenía nuevos amigos, no la necesitaba a ella. Y se marchó." - suspiró pesaroso y adoptó un gesto compungido - "Supongo que no debí tratar de echarle afrodisíaco en la comida anoche. Esa Beshaabel es muy vengativa." - durante un segundo pareció realmente apenado, como un niño triste, pero enseguida recuperó su sonrisa, que tenía un aire pícaro ahora. Xera pudo ver que en ningún momento el brillo alegre y juguetón de su mirada se había apagado, aunque esos detalles a Shail se le escapaban.

La sonrisa de Xera antes de su siguiente pregunta pareció encender un fuego en los ojos de Venpaulo y, cuando se le acercó, por un momento temió haberse excedido en los coqueteos, pero incluso antes de que Shail pudiera intervenir, el bardo alteró su movimiento y, con un floreo, retiró un paño de los que componían la tienda y ambos pudieron ver, a través de la tela de la tienda, como si ésta fuera trasparente, todo el exterior. La torre, para ser exactos, con su entrada perfectamente vigilable desde los cómodos cojines.

-"Bueno, eso depende de lo que busquéis exactamente. Las desapariciones no son sólo en éste lugar, aunque esa fortaleza ha sido durante mucho tiempo el destino de personas secuestradas en toda la región. Unos quince años, ¿os lo podéis creer?"  - el bardo hizo una pausa muy teatral, pero incluso Shail pudo darse cuenta de que su cara de incredulidad y tristeza era muy real - "Y, mucho me temo, que no ha sido para enviarlos a ultramar como esclavos." - la esclavitud no estaba permitida en tierras humanas, pero era de dominio público que había tratantes de personas que los llevaban a puertos remotos, lugares bárbaros donde estaba permitido comercias con gente. Se quedó mirando a los hermanos, con ojos tristes y sin sonrisa - "Sí, se que ser vendido como esclavo a un océano de casa suena fatal. Pero creédme cuando os digo que hay destinos peores. Y, o mucho me equivoco, o entrar ahí dentro cautivo es uno de ellos. Como suelen decir, toda situación es susceptible de empeorar." - Venpaulo se llevó la copa a los labios, pero la encontró vacía, puso un gesto cómico de exasperación y con un suspiro exagerado de falso fastidio, se dirigió a un barril, que soltó una nube de humo frío al abrirlo. Sacó una nueva botella y se sirvió una copa en otro recipiente de cristal, cogió un par más y los llenó ofreciendoselos a los hermanos. Tras un trago y, aparentemente, sin preocuparse de cuánto era razonable beber en aquellas circunstancias añadió:

-"Pero bueno, para eso estamos nosotros ¿no? Para impedir que la gente siga desapareciendo. Al menos por aquí" - remató su última frase con un gesto, alzando las manos y luego, sacudiéndolas en círculos añadió - "después nos ocuparemos de otros lugares, una cosa después de otra, me digo siempre. Vísteme despacio que tengo prisa, como se suele decir."

 

 

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15/11/2012, 21:11
Xera

Oh, vaya solté tras las últimas palabras de Venpaulo. Me llevé la mano a la mejilla como si estuviera decepcionada Y yo que pensaba que era un caballero galante que venía a salvarme de los hombres malos. ¡Y creer que venía a llevarme a su increíble castillo para que fuera su princesa! añadí mientras rechazaba la copa con un gesto de la mano

Así que usted tiene un plan para entrar allí, y me temo que nosotros le hemos molestado. Supongo que todos nos podemos beneficiar en esta situación

Miré a mi hermano, pero mi gesto ya no era el de antes. Su metedura de pata nos podía proporcionar a un gran aliado. Dejé que mi mente vagara un par de segundos, esperando que Shail conectara mis pensamientos.

Buscamos a nuestro padre dije sin mirar a Venpaulo Hace unos años giré la cara hacia él, totalmente seria se le llevaron a una fortaleza que había en nuestro pueblo, río arriba. En su día no pudimos hacer nada por ayudarle, pero ahora... Todo ha mejorado para nosotros sonreí mientras cruzaba mis piernas y sonreía ante la atenta mirada de Venpaulo.

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16/11/2012, 06:03
Shail "Lobo Urbano"

Shail sonrió a su hermana Xera, sin duda parecía haberle perdonado el error acontecido y esta vez se decidió a hablar, no sin antes esperar a que su hermana terminase.

- Venpaulo, por tu forma de hablar parece que perteneces a algún tipo de organización secreta o algo. Cuéntanos, estáis todos infiltrados por estos lares o acaso sois un grupo muy numeroso. Como dice Xera llevamos bastante tiempo buscando a nuestro padre, no sabemos que le ha sucedido, pero se lo llevaron y nunca más obtuvimos pista alguna sobre su paradero. Ahora es la primera vez que podemos comenzar a atacar los cabos y parece ser que puedes sernos de gran ayuda. ¿Cómo podríamos ayudaros, para que vosotros nos ayudaráis?

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16/11/2012, 18:29
Venpaulo

La sonrisa de Venpaulo se hizo más pícara al escuchar los juegos verbales de Xera, con mirada juguetona escuchaba, intercalando sus propios comentarios en ese punto entre el juego, la seriedad y el flirteo que la chica estaba usando.

 

-“No soy un príncipe, pero si tan hermosísima dama se conformara con un simple Barón…” -
Sin embargo eso sólo duró hasta que la chica primero y luego Shail revelaron que su padre había sido secuestrado. La sonrisa en la cara del bardo se congeló y, unos segundos después, desapareció.

Cuando volvió a hablar lo hizo con un cierto deje de tristeza en la voz, y en tono bastante más serio. Parecía haber abandonado los juegos y que odiaba lo que tenía que decir:

 

-“¿Vuestro padre? Oh, dios, vaya. Lo siento. Quiero decir que… bueno, quien sabe, tal vez esté bien… Pero, la verdad, ese sitio no augura nada bueno, sobre todo teniendo en cuenta quién lo gobierna realmente. Y no, obviamente, no es el conde.” – Venpaulo parecía sinceramente afectado por la situación, pero tras unos breves segundos se recompuso y, aunque seguía habiendo perdido el tono risueño y provocador, parecía de nuevo más centrado.

-“Será mejor centrarnos en los hechos. La previsión de vuestra búsqueda no es buena, pero realmente no tenemos nada para pensar cuál puede haber sido su destino. Lo que sabemos con seguridad es que han desaparecido muchos cientos de personas, tal vez miles, en los últimos veinte años en esta zona.” – a Shail no se le escapó que eso era ya antes de que su padre desapareciera, ¿podía ser que él estuviera investigando aquellas desapariciones ya entonces? Tal vez. En cualquier caso, Venpaulo continuó hablando, aparentemente ignorante de los pensamientos del explorador.

 

-“Sabemos con seguridad que hay una red de secuestradores y bandidos que se encargaban de ello en todas las baronías y señoríos circundantes, su sede estaba aquí, en el castillo condal. La propia banda que se ha aseñorado de éste lugar se encargaba de un buen número de esas desapariciones aquí, en la propia Puerto Armada. Con tanto viajero de paso por el puerto, se pueden haber, como se dice, puesto las botas sin que nos enteremos siquiera de cuánta gente han secuestrado.” – a medida que ponía al tanto a los hermanos de aquellos hechos, Venpaulo parecía ponerse de peor humor, era obvio que se sentía muy afectado por todo aquello.

-“Aunque estamos seguros de que montones de personas han entrado en esa torre, no hemos detectado ningún transporte que las pueda haber sacado. No tenemos ni idea de qué pasa con los desaparecidos una vez que los meten en la torre y los llevan a las mazmorras. Pero conociendo el Puño de Hierro…” – el atractivo juglar, si es que lo era, no parecía darse cuenta que ese nombre no decía nada a los hermanos, tan absorto estaba en su charla – “no puede ser nada bueno. Y no creo que nos quede tiempo para averiguarlo, hace meses que parecen haber suspendido las operaciones en ésta zona; y cada vez hay menos presencia de éstos malnacidos en el condado. Supongo que nuestra guerrilla ha dado sus efectos y están asustados, pero incluso si es así, dudo que se pueda considerar que su plan ha sido un fracaso aquí. Han sacado, seguramente, suficiente provecho.”

 

Tras ello escuchó atento la propuesta de Shail y, asintiendo, les dijo:

-“Nuestro plan se ha torcido. Mi compañera ha tenido que marcharse, aunque parece que aquí los secuestradores están en retirada, hay sucesos similares por todo el continente. Aunque antes bromeé con su veleidosidad, lo cierto es que era más útil en otro sitio. Tengo un plano aproximado de la fortaleza interior, donde se esconden los hombres que están detrás de la operación." - el hombre desenrolló un pergamino que sacó de lo que parecía un pequeño monedero, claramente insuficiente para contenerlo, que llevaba a la cintura y que contenía un esbozo detallado pero con poca habilidad artística de un plano que podía pertenecer al centro del torreón y un amplio subterráneo  - "Sé el punto exacto de la pared exterior que permite llegar al interior, No hemos visto rastro de los esclavos, pero hay zonas que no hemos podido espiar de lejos, necesitamos averiguar más cosas y registrar los papeles para buscar pistas, algo más detallado que lo que podíamos hacer desde fuera…" - el hombre hizo una pausa dramática e, incluso, se permitió dejar aflorar su sonrisa traviesa unos segundos antes de añadir - "y para eso tengo un pergamino para atravesar la piedra. Pero sólo afectará a uno, en teoría mi compañera era la infiltradora. En éste punto yo sólo tenía que estar preparado para entrar, ayudar o coger pruebas que ella no pudiera transportar y salir. Pero sin ella mi plan se va al traste, tendría que ser yo quien se infiltrara y, aunque no soy malo, esos son guardias de los mejores que puede comprar el dinero. Seguramente no sea suficiente. Vosotros, por otro lado, debéis ser muy buenos infiltrándoos, si habéis llegado hasta la sala de recepción sin que os maten. Este no trabajo para cualquiera sólo una persona entre un millón puede, alguien de misma impresionante capacidad puede siquiera intentarlo. Pero es obvio que, por increíble que sea la casualidad, vosotros dos tenéis la capacidad suficiente, aquí estamos tres personas de una entre un millón juntas y con un mismo objetivo.” – la última parrafada había resultado tan pretenciosa y engreída que si no hubiera incluido a los hermanos en esa supuesta casta superior habría sido como para estamparle un puño en los morros, de hecho, Shail, más modesto y humilde aún estaba un poco ojiplático con el alto concepto de si mismo que tenía aquel tipo, por más que le incluyera a él en ese nivel. Mientras Xera parecía poder pasarlo por alto más fácilmente, por ese ápice de vanidad necesario en su profesión que le hacía más propensa a aceptar lo que, en el fondo, era un cumplido como aquel.

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17/11/2012, 18:21
Xera

La insinuación de Venpaulo sobre la posible muerte de mi padre no me pillaba desprevenida, aunque no dejaba de ser un baño de agua fría. Habíamos tardado mucho, quizá demasiado, en poder formarnos lo suficiente para venir a rescatarle. La gente del pueblo no habría querido ayudarnos ante una guerrilla contra aquella fortaleza. Hicimos lo que debíamos hacer... Y no me iba a retirar a esas alturas. Caerían cabezas. Los culpables quizá no habían pagado, pero lo harían ahora. Miembro a miembro. Y mi madre estaba entre esos culpables que lo iban a pagar

Alejando esos pensamientos de mi cabeza, escuché cada palabra sobre aquel hombre. Parecía que nos necesitaba para entrar allí, al igual que nosotros también le necesitábamos. Asentí ante cada palabra. Habían estudiado esa fortaleza casi a cada pie, así que entrar en ella no debía ser muy complicado... Al menos mucho menos de lo que les había costado a ellos.

Yo seré la que se infiltre por ese punto. Soy hábil, discreta y silenciosa. Además, tengo armas de la que vosotros dos carecéis dije sonriendo Pero necesito saber qué esperas que encuentre. Documentos, sí, ¿pero de qué? Puedo revisarlos, pero sería mejor saber exáctamente qué busco

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19/11/2012, 04:29
Shail "Lobo Urbano"

Sin duda ese tal Venpaulo iba a resultar de gran ayuda para los hermanos, pero eso no quitaba que a Shail continuara sin hacerle mucha gracia, además de lo engreído que era, parecía tener otro tipo de intenciones con su hermano. Después propuso que alguno de nosotros dos le ayudar a infiltrarse, pero ¿qué se había creído? Aquello más bien parecía una trampa y estaba a punto de comentárselo a su hermana cuando ella misma se ofreció como mano de obra.

Xera era temeraria y poco precavida, quería que le dieran cuanta información necesitase, pero no entendía como había confiado con tanta rapidez en aquel hombre. Sí, les había ayudado, pero quién no nos decía que todo aquello no fuera una artimaña de los hombres de la torre para darles caza y sonsacarles toda la información.

Ahora se arrepentía de todo lo que había revelado...

También se mostraba con ganas de ayudar, pero la idea de que Xera se dirigiera al interior de la fortaleza le ponía los pelos de punta.

- Pero Xera, por qué no le dejamos a él que se introduzca mejor en la fortaleza y nosotros le esperamos con lo que nos traiga. No te menos precies Venpaulo, tú mismo has dicho que eres uno entre un millón, dijo esto último como con algo de burla, tú también has sido capaz de introducirte en la torre, por lo que seguro que puedes despistar a los soldados apostados. Nosotros te esperaremos aquí con lo que quieras darnos y así poder ayudarte. Como has dicho solo uno puede infiltrarse y creo que el mejor que puede hacerlo eres tú. 

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21/11/2012, 00:56
Xera

Te guste o no, Shail dije apoyando mi mano en la rodilla de mi hermano él es el que tiene los contactos aquí. ¿Qué ocurrirá si es él el que se infiltra y le atrapan? De poco le servirán sus palabras y nuestra ayuda puede que no llegue a tiempo. Pero si es al revés, si me pillasen a mí, él utilizaría todo lo que pudiera para salvarme

Me apoyé en la mesa y sonreí a Venpaulo

Date cuenta de que nos ha contado sus planes. Yo sólo puedo ser una joven dama engañada por un hombre mayor con promesas de sueños y riquezas en caso de que me dejara morir

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22/11/2012, 16:21
Venpaulo

Venpaulo escuchaba atentamente las palabras de los hermanos, contestando muy serio a cada argumento. La fatuidad con que se había comportado en un primer momento parecía haber desaparecido y, aunque mantenía un tono galante con Xera, era muy serio tanto en sus apreciaciones como en el tono en que presentaba sus argumentos.

-"También creo que Xera puede ser la persona ideal para infiltrarse, sobre todo si algo no sale bien y la descubren. No se si documentos será posible encontrar, pero tal vez si. Sobre todo deberíamos averiguar qué ha pasado con la gente que han secuestrado, ¿está en la fortaleza? ¿se la puede rescatar? y si no es así ¿dónde la han llevado? ¿para qué quieren tanta gente? si los han vendido como esclavos ¿para qué secuestrar también ancianos? hay demasiadas preguntas y sólo podemos sacar respuestas de ahí dentro.

Si los argumentos de Shail, tratando de pinchar hueso, para provocar que el bardo se encargara de todo le hicieron efecto, el rostro de Venpaulo no lo reveló. Con una sonrisa, contra argumentó.

 -"Cada uno tiene sus virtudes, que nos hacen únicos. No se cuales son exactamente las vuestras, pero llegar hasta el vestíbulo de la torre sin que os vean demuestra que ambos sois maestros del sigilo y la ocultación. No es mi caso, como os digo mi compañera, que tuvo que irse al poco de veros dentro, sí lo era. Negar que yo tengo mis especialidades tampoco tiene sentido, si piensas que serías capaz de, con tu prestigio y tu labia, convencer al tipo que maneja el gólem de que sois mis actores y que os crea sólo porque vosotros lo decís, dejándoos marchar sin castigo, me gustaría verte intentarlo." - el último comentario, al menos aparentemente, lo había formulado como sincero deseo, más que como bravata. Considerando que había conseguido que su enemigo le invitase a su fortaleza, no cabía duda de que el hombre tenía que tener sus habilidades - "yo he entrado en la torre porque tengo un cierto margen, creen que soy - de hecho lo soy - un maestro artista. Pero nadie puede entrar en la zona a la que pretendemos acceder. Xera tiene razón, no hay argumento o motivo que pueda salvar a alguien que encuentren ahí dentro y la magia no es garantía de nada, hay demasiada gente y demasiado poderosa para hechizar a todos. No es factible con mi magia, y dudo que lo sea con la vuestra, incluso si tenéis magia de ese tipo. La única posibilidad es entrar discretamente."

Venpaulo sacó un par de pergaminos, de aspecto mágico, y se los enseñó a los hermanos mientras añadía argumentos a porqué debían ser ellos quienes entrasen.

-"Por último es posible que ninguno de vosotros sea capaz de usar éstos pergaminos, que son la puerta de entrada y salida. Permite al lanzador mantener una pared etérea mientras mantenga la concentración. Un regalo de uno de mis aliados; un objeto único, por lo que yo se. Si vuestras habilidades manipulando chucherías mágicas no son tan grandes como las mías, no podemos arriesgarnos si fallarais perderíamos la posibilidad de entrar. Es más seguro si yo lanzo el conjuro y mantengo el muro insustancial."

El hombre cayó, o tal vez se dejó caer, en el juego final de Xera y cuando se agachó sobre la mesa, bajó la mirada acompañando su movimiento, aparentemente seducido por la vista. Pero enseguida, con una sonrisa igual de pícara que la de la chica, clavó su mirada en sus ojos y, a la vez que con una floritura se recogía el largo cabello para hacerse una coleta, añadió:

-"Puedes estar segura de que llegado el caso de que las cosas salgan mal, entraré contigo y saldremos todos o no saldrá nadie."

A continuación pasó a mirar a Shail y con gesto serio y poniéndole la mano en el hombro le dijo:

-"Puedo entender que te hierva la sangre pensando en poner en semejante peligro a tu hermana. Pero es una mujer muy hábil y capaz, si ha podido acompañarte en la incursión que lanzasteis antes. Además, ambos sois diestros, rápidos y " - añadió contemplando la esbelta silueta de Xera - "gráciles. Si sois rápidos deberíais poder pasar juntos, si eso te tranquiliza puedes entrar con ella."

Inmediatamente después, Venpaulo esbozó de nuevo su sonrisa despreocupada, volvió a coger las segundas copas que había rechazado Xera y de nuevo las ofreció a los hermanos, con un movimiento ampuloso que permitió que la chica pudiera apreciar el bouquet de la suya. Reconoció inmediatamente el aroma. Sólo había tomado algo parecido un par de veces, cuando había trabajado en ambientes de la más alta sociedad. Se trataba de una bebida de lujo, muy apreciada en ciertos territorios del Sur, donde la religión prohibía el alcohol; estaba hecha de jugo de frutas exóticas, lo que explicaba su precio prohibitivo y tenía el sabor más sorprendente que había probado nunca, pues la mezcla de aromas y texturas, daba como resultado una bebida con tantos matices que parecía como si uno tomara una docena de comidas distintas a la vez... y no tenía nada de alcohol.

-"Realmente creo que deberíais probar un poco de la bebida antes de irnos." - el trovador sonrió contento al ver en los ojos de Xera que ella había reconocido la bebida -"Nunca se sabe cuando será el último placer que podrás tener en mucho tiempo."