Partida Rol por web

Relaciones con los PJs: Shail es, sin duda, con quien menos relación tiene en todo el campamento, hasta el punto de que apenas hablan más que cuando se reúne la comunidad; es obvio que nota el rechazo que el chico siente y no parece tener intención de esforzarse por limarlo más allá de su comportamiento educado con él. Venpaulo parece tener una relación especial con Xera, si la compara con la que tiene con las otras chicas, aunque no la somete al mismo acoso que a las demás, justo por eso su coqueteo constante se hace más patente y serio; suele traer algo de sus misiones para la mujer, normalmente sorprendente y exclusivo como una flor exótica, un licor desconocido o una melodía única. Con Garv, por su parte, parece tener una relación perfectamente cordial y agradable, aunque bastante esporádica, casi limitada a los momentos en comunidad o algún rato en el que no hay nadie más disponible para charlar - salvo Shail.

Una relación cordial y agradable, si… artificialmente cordial y agradable. Si al bardo le cae mal el paladín lo disimula de forma más que perfecta y, claro, no hay mucha gente en el mundo capaz de engañar a Sevatar, pero Venpaulo es uno de esos escasísimos. Xera y Beshaabel parecen ser otras dos; vaya suerte, media docena en todo el mundo y la mitad están en ese campamento.

Aunque el bardo coquetea con ella abierta y constantemente, lo hace de forma galante, no ha dado pasos claros de intentar avances sexuales con ella, aunque es obvio que le gustaría. No puede evitar sentir que él quiere que sea ella quien de el primer paso en ese sentido, pero… ¿por respeto o por orgullo? Quien sabe, al fin y al cabo es uno de esos excepcionales jugadores que no están a su sombra en el juego de la intriga.

Relaciones con los PJs: Como criatura de contrastes y bandazos que es, se trata de la que más ha cambiado su actitud con el tiempo. En el caso de Shail, ha pasado de tratarle como a todos los demás a ser especialmente atenta y amable pero menos física en sus muestras de cariño hasta el punto que ya ni le toca. Con Xera, a quien al principio recibió como si por fin fuera a tener una hermana, tratando de construir una relación de amigas del alma, vio cómo la chica pasaba a ser la segunda que más ‘neuras’ le provocaba - Venpaulo y sus continuas invitaciones a dormir en su cama es el primero - y ahora la chica alada evita estar a solas con Xera y se limita a relacionarse con ella en grupo, eso sí con la misma amabilidad y cariño de siempre. Garv es la excepción, la chica se sintió muy cercana a él desde el principio y así sigue; sin embargo después de sus ‘neuras’ le evita activamente, llegando a teleportarse o irse volando si se le acerca; a ella le gusta mucho hablar con él y planificar estrategias, pero si la conversación se mueve a determinados temas personales, la da por terminada de forma brusca, incluso grosera.

El cambio de actitud con él fue, más o menos, cuando descubrió que la amaba, quizá incluso un poco antes. Probablemente fue ahí donde Shail se dio cuenta que si su hermana era magistral juzgando a la gente, la elfa no le iba a la zaga. Kristaff dice que, seguramente, ella sabe que está enamorado y se esfuerza en darle consuelo a la vez que intenta no hacerle daño, pero que ella en realidad no sabe cómo tratar esa situación.

Beshabeel dejó de intentar intimar (en un sentido de hermandad) con ella cuando Xera le provocó a posta una ‘neura’ especialmente fuerte tras la que Beshaabel no salió de su nido en una semana. La misma que le valió la regañina con Kristaff, que estuvo muy preocupado toda esa semana.

Kristaff le ha dicho que deje estar esos arrebatos que Beshaabel sufre, le ha aclarado que no es que les de poca importancia, al revés, le son extremadamente preocupantes, pero él sabe qué es lo mejor para tratarlos y que los demás, y muy especialmente Garv, investiguen sobre ellos es lo peor que puede pasar... Para todos. Garv a descubierto que hablar con ella de sus ‘neuras’ o insistir en que hable de su pasado remoto es una manera segura de hacer que se vaya, abandonando la conversación, y no vuelva a hablarle en días; en esos casos forzar las cosas dispara una de sus 'neuras'.

El día amaneció temprano para todos. La reunión de ‘briefing’ era a primera hora y, seguramente, los Comandos saldrían con destino a distintos puntos del continente a continuación, se planteaba un día largo. Al menos habían tenido unos días de descanso y una noche de relax entre misiones. Mientras se aseaban y preparaban para la reunión desde sus respectivas residencias en el claro forestal que era su residencia desde hacía un año podían observar el resto del campamento. Casi todo el mundo se había puesto en marchar a la vez, a pesar de que algunos habían extendido la diversión más que otros.

Cerebro salía de su vivienda en dirección a la sala común, cargado de papeles, informes y carpetas de documentación. Tenía el gesto serio, incluso fruncido; era obvio que llevaba malas noticias, pero siempre eran malas noticias las que generaban sus misiones. De hecho ya se le notaba descontento cuando se retiró a su vivienda el primero la noche pasada.

Rasphora estaba en su almacén, preparando mochilas. Seguramente los suministros para ellos cuando salieran del campamento. Parecía fresca y despejada, totalmente activa a pesar de haber sido de las últimas en retirarse de la reunión festiva la noche anterior. Saludaba a los demás con la mano o la cabeza cuando pasaban cerca, dando los buenos días a todos, aunque sólo sonrió para Xera.

Ya llegaban al lugar de reunión cuando vieron por primera vez aquella mañana a Meelock, saliendo de la zona de invitados para saludar, probablemente recién levantado bastante más tarde que el resto, ya que no asistiría a la reunión y simplemente tenía que esperar a que acabaran para volver con ellos hasta el portal y hacer el viaje en compañía.

Beshaabel esperaba incluso desde antes de salir siquiera el primero de ellos, y no por primera vez se preguntaron si es que no dormía. Estaba colgada cabeza abajo, balanceándose con las piernas, en una rama del árbol más cercano a su destino. Cuando Cerebro llegó a abrir la puerta, se dejó caer, bajando veloz pero controlando con las alas la caída. El líder de los rebeldes la miró con cara de pocos amigos, no parecía haberle hecho gracia su monería y ella disimuló mirando al resto poniendo cara de 'vaaaya'.

Kristaff estaba en su terraza cuando salieron de sus casas, estaba haciendo los movimientos extrañamente coreografiados a medio camino de liturgia y gimnasia que eran su expresión de fe con la que daba gracias a su deidad por el nuevo día. Aún se extendió un rato más en ello, de modo que llegó el último; cuando los demás ya se habían sentado y servido un desayuno con el que acompañar la charla.

Venpaulo también había salido de su torre más o menos a esa misma hora. Llevaba bastante maquillaje, probablemente para disimular las ojeras pues se había retirado el último, aduciendo que quería disfrutar de una última bebida; aunque llegaba de los últimos caminaba con tranquilidad, como dando un agradable paseo. Se desvió de la ruta a posta para pasar frente al almacén de Rasphora, con una galante floritura al pasar le dijo algo, que en la distancia no se oyó.

Lo que sí pudieron oír, ya a la puerta de la sala común, fue la grosera respuesta de la chica, a gritos, que hacía referencia a lo improbable de que le dejase acercar a su intimidad la misma boca que hedía como si hubiera pasado la noche rumiando el suelo de una pocilga. El bardo siguió su camino, con un falso gesto ofendido mientras trataba de olerse el aliento con gesto alegre, para acto seguido continuar hacia su destino guiñando el ojo a todo el que se había quedado mirando.

Todos os sentasteis alrededor de la mesa. Quién más quien menos tenía su desayuno ligero preparado, ni Rapshora ni Meelock estaban en la reunión puesto que no tenían asuntos que atender allí. Cerebro tenía tres carpetas sobre la mesa y cuando todos hubieron tomado su sitio carraspeó e inició la reunión.

-“Como supondréis tenemos nuevas misiones que cumplir. Siento que el descanso haya sido corto, pero nosotros somos pocos y nuestros enemigos numerosos. Y tampoco descansan.

Hay tres nuevos problemas que requieren atención de nivel alto. Esto significa vosotros seis, nuestros operativos de campo no pueden llegar a más en ellos. Además supongo que algunos tenéis un interés especialmente personal en algunas de las misiones.

Prefiero que Xera, Shail y Garv escojan misión y propongan su apoyo, si quieren alguno. Si quieren hacer juntos alguno de los trabajos ya veríamos quién hace las otras o esperamos un tiempo, para que se encargue el siguiente que quede libre. Como siempre, preferiría que Kristaff esté relativamente cerca del centro, por si hay algún problema.” – Ciertamente Cerebro evitaba enviar al clérigo más allá de lo que pudiera ser alcanzable en unos días – uno sólo si había una prisa inmensa – con la idea de que si alguien resultaba muy gravemente herido se pudiera llegar a tiempo de salvarle. Kristaff había recibido las palabras con gesto hosco, pero no había dicho nada; aunque no le hacía gracia quedarse atrás, no era la primera vez que su magia salvaba la vida de un comando en circunstancias en que si hubiera estado en paradero desconocido e inaccesible no habría sido capaz de hacerlo.

Cerebro abrió la primera carpeta, repartiendo una hoja resumen a cada uno y desplegando varios documentos más y unos mapas uno general del Noroeste y otro más detallado de uno de los antiguos y densos bosques que lo ocupaban.

-“La primera misión es la que menos prisa corre. Estamos negociando acuerdos y apoyos futuros con una tribu de bárbaros del Norte. Unos salvajes de costumbres extrañas y creencias animistas, viven en comunión con la naturaleza y la adoran como si fuera Dios. Es una gente muy extraña pero también tienen unos poderes misteriosos que podrían ser de utilidad en un futuro. Además los violentos barones fronterizos no han sido capaces de quitarles su territorio, y eso debería dar idea de que son guerreros eficientes, al menos en su propio terreno.” – Cerebro hizo una pausa en su charla durante la que indicaba en los papeles y mapas todos los datos que iba mencionando.

-“Nos han pedido ayuda para investigar la desaparición de animales y bestias en su tierra. Osos, jabalíes, búhos y águilas gigantes… Ese tipo de cosas. Normalmente unos animales más o menos no me preocuparían nada en tiempos tan extremos como las que nos ocupan con el Puño de Hierro, pero éstas son circunstancias especiales. Por un lado desde que Xera y Shail se unieron a nosotros, con la valiosa información sobre desapariciones” – Venpaulo pareció atragantarse ligeramente en ese momento con su leche amarga aunque a nadie se le escapó que era fingido, Cerebro le miró con ceño, pero no dijo nada sino que siguió hablando como si su discurso no hubiera cambiado – “que recuperaron con la ayuda de Venpaulo, ninguna desaparición me parece insignificante. No sabemos qué pretendía el Puño con todos esos cadáveres. Por otra - y mucho más importante - parte, para esa gente esto es tan vital como si desapareciera gente, de modo que si les ayudamos con ello tendremos una posición mucho más sólida para pedir compensaciones futuras. Necesitaremos todos aliados que podamos reunir si las cosas van a peor.” – Tras el resumen de la situación pasó a dar los detalles con sus frases hechas habituales.

-“La misión de quien decida emprenderla será viajar hasta el Bosque Cerrado para reunirse con el círculo de druidas que será su contacto local. Allí deberá investigar las desapariciones de animales, averiguar la causa y eliminarla o recabar la inteligencia necesaria para poder tratar con ella si resulta excesivamente poderosa.” – Cerebro recogió la documentación y la volvió a guardar en la carpeta para que ésta estuviera disponible para el comando que la emprendiera, mientras daba su opinión acerca de quién era más apropiado que acudiera.

-“No me gustaría que Kristaff participase en esta misión. Está demasiado lejos. Y, Garv, si decidieras ir recuerda que debemos ser diplomáticos con esos paganos. Respetar su cultura y creencias es *básico*. Y, Beshaabel, no me importa que vayas pero recuerda que esto va de buscar animales.” – la chica se puso colorada, los paseos por el bosque para ir y venir al portal habían rebelado a todos que, extrañamente para una elfa, la muchacha tenía una pésima relación con los animales que se mostraban muy a menudo o bien aterrados o bien hostiles en su presencia.

Cerebro dio un trago de su bebida y abrió la segunda carpeta, repartiendo nuevos resúmenes y extendiendo nueva información y planos, aparentemente de una ciudad y lo que debía ser un coliseo.

-“La segunda misión tampoco es crítica en tiempo. Pero por su naturaleza preferiría que no se demorase más de lo imprescindible. Nuestro contacto local en Rocalta, el encargado de la arena del coliseo de juegos, nos ha informado de que teme que estén desapareciendo gladiadores. Se trata de una arena de segunda fila, de esas lo bastante buenas para atraer buenos luchadores pero que no dan fama fuera de sus ciudades más que a los mejores.
No es seguro que estén desapareciendo, porque los que echa en falta son siempre segundones itinerantes. De los que suelen andar de paso, que van y vienen probando aquí y allá o alternando con trabajos menos duros, como guardia de caravana o mejor remunerados como mercenario para el frente. Gente que suele ir y venir sin despedirse ni hacer amigos. Nunca campeones o promesas que alguien podría notar que no vuelven a aparecer en otras arenas más importantes.
Sin embargo, como ya os he dicho, no creo que sea momento de ignorar posibles señales de desapariciones. La investigación requiere infiltrarse en el coliseo y eso es algo que no podemos pedir a los espías de la organización. Es demasiado peligroso.” – Cerebro se refería a la pléyade de gente que colaboraba puntual o localmente con la organización, la mayoría sólo conocían a su superior dentro de los Comandos, ignorantes totalmente de la existencia de Cerebro, y que había gente desconocida – ellos – a la que enviaban si había que hacer algo espectacular, aunque tampoco sabían sus nombres ni quienes eran. El líder de los Comandos siguió dando información.

-“Nuestro contacto local puede encargarse de infiltrar un gladiador, no hay mucho problema con cualquiera de vosotros sobre todo porque es preferible mantener un perfil bajo que no llame la atención. No queremos que ganéis el título de campeón y tengáis detrás vuestro todos los ojos de la ciudad. Aunque sois libres de poner en práctica cualquier otra idea que tengáis, sobre todo para el personal de apoyo. Kristaff, Rocalta está a un salto de Meelock de San Tomaszc y me sentiría más tranquilo si un comando que tenga que trabajar como gladiador tiene a su alcance a nuestro curandero, pero como siempre, vosotros decidís cómo queréis hacer los grupos.” – Cerebro miró intensamente a Shail y Xera con el último comentario. Era obvio que pensaba que las desapariciones de gladiadores, de haberlas, podrían estar relacionadas con las ocurridas en Puerto Armada y que quizás no quisieran separarse en esa misión.

-“La misión de quien decida emprenderla será infiltrarse en la arena, tenemos recursos para infiltrar a uno como  gladiador pero tendrá que luchar en la arena. Allí deberá averiguar si hay gladiadores desapareciendo misteriosamente, en cuyo caso deberá rastrearse su destino y, si es posible, extinguir ese mal o, en caso contrario, obtener inteligencia suficiente para organizar un ataque a mayor escala que nos permita hacerlo.”

Mientras, el hombre encapuchado había recogido la segunda carpeta y su planos, dejándola lista para su destinatario final. Cuando abrió la última carpeta su gesto se torció, era obvio que aquella era la misión que realmente le tenía no ya preocupado sino enfadado.

-“La última misión.” – Hizo una pausa mirando fijamente a Garv a los ojos – “es otra dolorosa puñalada en nuestro orgullo.” – desplegó no solo documentos sino un plano del continente. El plano donde tenía marcada la información de los tres asesinatos de Lyko, reconoció Garv. Aunque ahora tenía una cuarta marca – “Tenía que recibir la comunicación habitual de uno del agente que tenemos buscando a los asesinos de Lyko o de Tejanegra en la zona de Rigtia. No llegó, de modo que envié un mensajero. Nuestra agente ha sido asesinada.” – se podía ver en la cara de Cerebro que aquel había sido un golpe personal, mientras hablaba sacó de la carpeta un dibujo muy bueno pero extraño, era una escena caótica, llena de figuras no del todo coherentes entre sí formando una composición que parecía no tener pies ni cabeza en su conjunto, pero que era muy bonita. Venpaulo ahogó un gemido y se quedó pálido el resto del informe, claramente ansioso por hablar. – “Por suerte sus códigos secretos resultan no sólo indescifrables sino que un ojo no entrenado no ve ni sus mensajes. Éste cuadro era lo que debería habernos llegado hace tres días.” – Cerebro pasaba velozmente su dedo sobre el dibujo señalando figuras aparentemente al azar y sin sentido alguno, pero hablaba como si leyera algo – “Urge enviar comando. L. visto. Encarga a asesino. Engendrado por el pecado el hijo no nato de la envidia rastrera sera regado con la sangre de la madre y ladrona. ¿Señorita Novoro?” – terminó su recorrido por el papel, mientras todos pensaban a qué venía… ¡La primera letra de cada figura que había señalado formaba las palabras! Por eso el dibujo no tenía sentido, los elementos eran palabras. Pero cómo había que leerlos les superaba a todos – “nuestra agente consiguió su propósito, aunque lo pagó con la vida. Obviamente quería decirnos que había descubierto a Lyko en la ciudad y le había visto encargar un asesinato, ella sospechaba que de la Señorita Novoro, hija de unos muy ricos burgueses de la ciudad que habían emparentado con la nobleza al casar a su hija mayor con el hijo de un barón, de quien está a punto de dar a luz. Por desgracia el sacrificio de nuestra espía no sirvió de nada, el mensajero que envié y descubrió su cadáver dice que, efectivamente, la señorita Novoro, pero no la casada sino la menor de las hermanas, ha sido asesinada brutalmente junto a su hijo bastardo aún no nacido en un macabro ritual que, por desgracia, ya nos es familiar. Llegamos tarde para evitarlo y ya sabemos  que esos asesinos no se andan durmiendo en los laureles, pero debemos hacer lo que podamos.” – Cerebro había empezado a mirar a Garv directamente ya, pronunciando las siguientes palabras más por tradición que por otra cosa.

-“La misión de quien decida emprenderla será viajar a Rigtia y averiguar las circunstancias exactas de la muerte de la señorita Novoro, idealmente incluyendo qué quiere decir la estrofa del encargo, por si pudiera ser útil o a qué envidia hace referencia. Pero sobre todo tratar de rastrear al asesino y sacarle hasta la última brizna de información. Si se pudiera averiguar el paradero del mal nacido de Lyko o, dios lo permita, encontrarle hacer todo lo posible por exterminarle, por supuesto sin perder la vida en el empeño. Castigar al criminal que segó la vida de nuestra agente sería un objetivo secundario muy importante.” –

-“Supongo que Garv querrá hacer éste trabajo a toda costa. No estoy en desacuerdo, es su investigación desde el principio;  pero creo que debería llevar un apoyo. Por si acaso.” – Cerebro había recogido los papeles también de la última carpeta y se calló. Ni siquiera dio tiempo ha confirmar que no tenía más que añadir cuando Venpaulo se levantó casi derribando la silla.

-“¿Es la maestra Melisielle? ¿Ha muerto Melisielle? ¿Está muerta? ¿Es ella la espía de Rigtia que han matado?” – Cerebro asintió con la cabeza de forma casi imperceptible y Venpaulo se derrumbó en la silla visiblemente apenado. Mientras los demás comenzaban a hablar y exponer los motivos por los que querían elegir tal o cual misión, él se quedó sentado en silencio, con las manos entrecruzadas y los labios moviéndose como si entonase una canción muda.

El Inquisidor había mantenido un día rutinario con sus plegarias, entrenamientos de mantenimiento; pero tuvo que saltarse su habitual paseo por el campamento para socializar un poco debido al llamamiento de Cerebro. Nada sorprendente, sabía que no faltaba mucho para que hubiera que moverse de nuevo, y temía las noticias que pudiera tener el dirigente de la Organización.

Al parecer todos los pesos pesados estaban presentes cuando entró a la tienda, saludando con un gesto de cabeza a los que allí se encontraban, incluyendo a sus compañeros de acciones de campo. No había tratado mucho con ellos pero sabía que sus éxitos eran destacables y grandes sus habilidades; como tal los respetaba.

Escuchó en silencio los informes de Cerebro, sopesando cada palabra y las posibles implicaciones de todos los movimientos del enemigo; planteándose aceptar el encargo de los druidas pues sería un curioso cambio de aires. Sin embargo la tercera tarea pendiente hizo que se tensara en su sitio. Su posible contacto con los habitantes del bosque iba a tener que esperar. No había ninguna duda al respecto.

-Sabes lo que voy a elegir ya-dijo calmadamente en tono bajo, aunque notablemente tenso-No puedo permanecer de brazos cruzados mientras ese desalmado sigue haciendo de las suyas-cruzó miradas con Beshaabel, sospechando que ella pensaría de forma similar-Si nadie se opone partiré Rigtia-aquello era una mera formalidad, el propio Cerebro ya había asumido que la escogería-No me opondré a cualquiera que quiera acompañarme, pero ahora mismo parece haber bastantes frentes abiertos. Que cada uno elija según le dicte su conciencia. Yo iré independientemente de las decisiones de los demás-

Podía parecer que era un comentario extremista, rozando la bordería carente de educación; incluso el egoísmo puro y duro. Pero no era esa su intención, simplemente exponía un hecho claro, había mucho que hacer y no eran tantos. Por supuesto que apreciaría cualquier ayuda, incluso Venapulo, pero entendía que podría no ser el caso y estaba preparado para seguir adelante fueran cuales fueran las circunstancias.

Sospechaba que se complicarían, y mucho, las cosas ya que en esa ocasión la asesinada procedía de familia noble, y el tiempo corría en su contra pues el asesino pondría tierra de por medio. El Inquisidor no dudaba que antes de que ese encargo se investigase habría conflicto armado. El Puño no se había caracterizado en ese ámbito por su sutileza. Y Lyko tampoco.

Observé las reacciones de cada uno ante las palabras de Cerebro. De una manera inconsciente, las apunte en mi mente. Todo tipo de información era vital para... para cualquier cosa, realmente.

No era momento de entablar ningún tipo de conversación con Venpaulo. Además, no creía ni que fuera capaz de seguirme el ritmo en aquel estado. Nunca había dado muestras de una preocupación y un dolor tan claro como aquél... Así que tendría que informarme bien quién era esa tal Melisielle.

Sopesé las dos misiones que quedaban. Estaba claro, por las palabras de Cerebro, que Garv se encargaría de una en particular, así que eso les dejaba a ellos dos con otras dos.

Pensé en la primera. Bárbaros y animales. No era un plato de buen gusto para mí. Los bárbaros eran... bárbaros. A ese grupo no le conocía, pero no se quería arriesgar a que trataran a las mujeres como escoria que solo valían para darles hijos. Y los animales... Bueno, no eran algo que me gustaran.

Y la otra misión tampoco estaba hecha para mí. Un combate directo cuerpo a cuerpo... Esos gladiadores seguro que eran bestias. Entonces...

Su mirada pensé contemplando de reojo a Cerebro. Si nos había mirado a Shail y a mí, era porque esa era nuestra misión. Y realmente, no sería muy complicado que Shail se infiltrara como gladiador... y yo investigara por fuera. Sonreí.

Está bien. Si a Shail le parece bien, nosotros iremos a la arena. Él se puede infiltrar de gladiador. Yo puedo acompañarle y dejar que mis "encantos" obtengan información dije esperando que Shail aceptara al igual que yo.

Cerebro escuchó la argumentación tanto de Garv como de Xera; aunque sus gestos iban dejando translucir ciertas emociones no todas positivas, no interrumpió en ningún momento, prestaba toda su atención a cada palabra que decían y podían verse sus ojos moviéndose analizando las consecuencias y pensando en las ventajas y desventajas de las propuestas de los agentes principales.

Cuando ambos hubieron expuesto sus propuestas y motivos, el líder de los Comandos carraspeó. Cogió el informe de la desaparición de gladiadores y se lo dio a Xera asintiendo mientras decía:

-“Normalmente prefiero que los agentes principales no actúen como apoyo, pero ciertamente, en éste caso entiendo que tu propuesta es razonable. Supongo que tu hermano y tu tenéis motivos personales para querer investigar juntos esas desapariciones y no me opondré, aunque en general hubiera preferido que Kristaff ocupara el lugar de tu hermano. Tu plan es sólido, infiltrar un gladiador y tener un operativo fuera de la arena a la vez, me gusta. Aún así no enviaré a Kristaff con los druidas, es demasiado lejos y más si el plan de Xera es infiltrar a Shail como gladiador, cualquier traición puede situarle en una posición de vida o muerte y preferiría tener el clérigo a una teleportación de Rocalta.” – se pausó un momento y añadió – “Se que sabes cuidar de ti misma y que estás acostumbrada a manejarte como una cobra disfrazada de cordero entre lobos, pero ten mucho cuidado. No se si conoces el ambiente en los juegos, es muy machista y los gladiadores están acostumbrados a ser agasajados con chicas o ser deseados por mujeres lujuriosas, sus costumbres son bastante directas y salvajes. No es el tipo de gente a la que puedes seducir con futuras promesas y construir un ambiente de manipulación. Estudia con cuidado tus movimientos.” –

Tras su torrente de información, que parecía incapaz de renunciar a ofrecer, Cerebro pasó a recoger el informe del asesinato y levantó la mirada hacia Garv, pero aún no le pasó la carpeta.

-“Entiendo perfectamente que quieras encargarte de éste caso. Eres uno de los agentes principales, además Xera y Shail irán juntos al coliseo así que eres el único de ellos que queda para elegir esa misión. Pero no creo que deba acompañarte cualquiera que le apetezca. Los agentes de apoyo deben servir al plan del agente principal, no sus propias ideas; un grupo con dos jefes no funciona. Es mejor que pienses cómo vas a enfocar la misión y decidas quién puede serte más útil si Venpaulo o Beshaabel, no me importaría que, en caso de ser de utilidad, Kristaff hubiera viajado a Rigtia; pero dado que a ti, precisamente, es a quien menos útil resultaría nuestro único clérigo prefiero que se quede más cerca del centro. Se que puede parecer que los otros dos tienen perfiles muy parecidos y que mirándolo por encima parecería que da igual uno que otra, pero si lo piensas despacio, sus dones son muy diferentes y,  en gente tan poderosa como vosotros, esas diferencias, incluso  aunque sean sutiles, pueden ser un arma extremadamente eficaz. Piensa tu plan y elige tú quien te será de mayor utilidad para ejecutarlo, si quieres cuéntame qué piensas hacer y te ayudaré a estudiar las habilidades de cada uno.” – sólo entonces le dio a Garv la carpeta con el informe del asesinato aunque no pudo terminar de recogerla porque Beshaabel plantó su mano sobre el mapa que miraba con mucha atención. Cerebro hizo tiempo recogiendo la de los druidas.

Garv miró levemente a su alrededor dispuesto a estudiar las expresiones de Venpaulo y Beshaabel, pero el bardo seguía enfrascado en su silencioso cántico, rezo o lo que quiera que estuviera haciendo y en el que se había sumido al saber que la tal Melisielle era la espía de los Comandos que había matado Lykos; mientras la elfa alada, por su lado, no parecía mucho más atenta a la conversación tampoco, tenía aspecto pensativo y totalmente abstraída, sujetaba el mapa del informe de los asesinatos en el que se reflejaban las cuatro ciudades, que había evitado que Cerebro recogiera. Estaba mirándolo fijamente, mientras movía la cabeza a veces hacia un lado o hacia otro en un gesto muy extraño, como si intentara ver algo que no estaba allí.

Cerebro pretendía dar por concluida la reunión, resumiendo las decisiones:

-“Bien, entonces partiréis ésta mañana los seis. Xera y Shail irán a investigar la arena de Rocalta, ojalá encontréis pistas de vuestra búsqueda personal allí. Kristaff permanecerá en San Tomaszc de modo que Meelock pueda llevarle a cualquier lugar que haga falta con un solo conjuro, recordad todos que si surge la necesidad y encontráis la forma de hacer llegar un mensaje por la red de agentes, su magia clerical estará allí. Que Garv decida antes de que partáis quién irá con él, Venpaulo o Beshaabel, el otro que se pase a por el informe de los druidas y se acerque al Norte para hacer averiguaciones previas, cuando alguien esté disponible le enviaré para ayudar o completar el trabajo. El otro que acompañe a Sevatar como apoyo a Rigtia.”

-“No.” – la rotunda sentencia de Beshaabel a la última frase del resumen pilló a todos por sorpresa, incluso el calmado Cerebro se la quedó mirando extrañado, pues la chica siempre prefería dejar que otros llevaran la voz cantante y actuar según las instrucciones, aunque a su libre albedrío, eso sí.

Ni siquiera parecía haberse dado cuenta de que todos la miraban, seguía con la vista fija en el mapa, cogió una de las plumas de Cerebro y empezó a trazar líneas rectas uniendo de forma aparentemente aleatoria los cuatro puntos que en el mapa indicaban las ciudades donde se habían producido los asesinatos, haciendo converger las líneas en un lejano un punto, desconocido, del Norte remoto, en tierras de los orcos y los ogros. Cuando acabó tenía una estrella simétrica y perfectamente regular que dejaba un pentágono invertido en su centro, usando un transportador de ángulos envolvió la figura estrellada en un círculo que, aparentemente, quedó perfectamente ajustado y, para terminar, marcó otro punto en el mapa, justamente en el centro del pentágono que había en el centro. Aquel punto también coincidía con una ciudad, para ser exactos la capital de un condado – Santa Greta - cuyo gobernante era un conocido apoyo del Puño de Hierro a quien ya había concedido sus ejércitos para cuando llegase el momento y que perseguía a los Comandos activamente en sus tierras. La mayoría, incluyendo a Venpaulo que había vuelto a prestar atención tras el “no” de Beshaabel, se quedó mirando el dibujo de la chica sin entender muy bien qué importancia tenían todas aquellas casualidades matemáticas, sobre todo porque tampoco sabían mucho más salvo que aquellos cuatro primeros lugares tenían en común un truculento asesinato. Pero Garv y Cerebro sí parecían haber seguido los pensamientos de Beshaabel y tenían gestos torvos y preocupados.  Ella pareció darse cuenta en ese momento de que no estaba sola y explicó:

-“Siento como la que más la desgracia de la señorita Novoro y la abominable muerte de su bebé. Y aún más la de nuestra Melisielle, aunque no la conocí personalmente, pero están muertas y eso no lo podemos arreglar. Pero sé dónde será el siguiente asesinato” – su fino dedo se posó sobre el punto del Norte remoto en que había hecho converger su dibujo – “e impedirlo es la única forma de evitar que algo muy, pero que muy, malo pase aquí.” – ahora su delicado índice se desplazó hasta Santa Greta, luego añadió.

-“Entiendo que la idea de que pueda haber alguien a quien merezca la pena salvar entre los orcos y los ogros es, en mejor de los casos, idealista. Sobre todo sabiendo que será una pecadora, con toda probabilidad, pero ya no se trata sólo de evitar las muertes por muy injustos, grotescos y salvajes que sean éstos asesinatos… Algo traman con ellos, algo terrible que seguro que no queremos que pase.”

Cerebro se mesaba la barbilla nervioso, con el ceño profundamente fruncido y alternaba su mirada entre el dibujo, Garv y Beshaabel; quien al ser interrogada por la seguridad de sus afirmaciones por el propio líder respondió:

-“No tengo ninguna duda. Se que el próximo asesinato será ahí, aunque no sé que va a pasar cuando ocurra, pero estoy segura de que querremos evitarlo. Cerebro… Ya sabes…” – las últimas palabras las formuló con tono de súplica mientras señalaba su dibujo como quien muestra una evidencia innegable.

Garv se quedó blanco cuando Beshaabel terminó su dibujo. ¿Cómo conocía la chica ese símbolo? Era un símbolo infernalista, usado en magia muy oscura totalmente anatema. El inquisidor lo reconocía porque formaba parte de sus enseñanzas para encontrar y combatir el mal, aunque desde luego no se proporcionaban detalles sobre él o su uso. De hecho, en determinados sectores de su orden, la elfa habría sido condenada a arder en la hoguera sólo por conocerlo – por un segundo se quedó pensando si la chica habría ardido o también tendría un truco para eso – También Cerebro parecía haberlo reconocido lo cual, aunque curioso, era menos sorprendente; el líder de los Comandos siempre parecía conocer generalidades sobre todos los temas y saber de alguien – ellos mismos, por ejemplo - que podía darle más detalles. El paladín sospechaba que Cerebro se había enfrentado a infernales antes, de hecho sospechaba que se había enfrentado a casi cualquier cosa en la que uno pudiera creer.

En cualquier caso parecía una casualidad inasumible que se pudiera dibujar el pentagrama perfecto uniendo cuatro asesinatos rituales de pecadoras y niños no natos. Sobre todo dejando en el centro un lugar tan hostil a los Comandos y leal al Puño como Santa Greta.

Cerebro asintió, pero aún así su respuesta no fue del todo favorable a la propuesta de Beshaabel:

-“Te creo, Beshaabel, pero Garv decidirá lo que prefiere hacer. Tu propuesta no es tan simple, pides buscar una quimera en el Norte, no tenemos mapas, no tenemos infraestructura, no tenemos información, no tenemos contactos. Es buscar a ciegas en territorio extremadamente hostil, demasiado arriesgado." - Cerebro se había ayudado de los dedos para enumerar mientras miraba a Beshaabel sin estar convencido. Después se volvió hacia Garv, para añadir:

- "Sevatar: ve a Rigtia a investigar o busca en el Norte, como prefieras, lo dejo a tu criterio. Es tu caso desde antes que nosotros empezáramos a perseguirlo, pero más allá de la frontera sólo tendrás al Comando a quien contigo lleves de apoyo. No tenemos nada en tierra de los orcos, ni siquiera exploradores.” -

Tras escuchar las palabras de su hermana se dio cuenta que a pesar de que llevaban bastante tiempo cada uno de ellos haciendo su vida con la gente del campamento no habían perdido esa facultad para leerse la mente.

Sin lugar a dudas, la idea de que él podía infiltrarse como gladiador y Xera investigar las afueras de la arena, era cuanto menos brillante. Y si ella no hubiera respondido con tanta velocidad, las palabras de él hubieran sido exactamente las mismas.

Después sucedió todo muy deprisa, y cuando ya pensaban tomar la información de aquella misión Beshabeel se puso a hablar sobre símbolos extraños, magias raras y cosas confusas. Pero cuando vio las reacciones de los demás se sintió algo incómodo.

La misión relacionada con al arena le parecía mucho más sencilla, más cómoda de desempeñar, pero cuando escuchó que Cerebro decía algo de que no tenían ni siquiera exploradores, dudó por unos segundos si presentarse voluntario para ayudar a Sevatar. Pero eso supondría dejar a Xera sola, y eso aún seguía sin hacerle mucha gracia.

Así que simplemente se limitó a ver a su hermana, observar su reacción y continuar escuchando la conversación. Confiaba en que Garv decidiera tomar el camino del norte, para salvar el último asesinato del que creía que hablaba la bella criatura.

Después miró a Cerebro, como si estuviera contando a aquellos que no se embarcarían en la misión. Cerebro, ¿quiénes se quedarán en el campamento? Dices que mi gran amigo Kristaff estará a tan solo un mensaje, pero en caso de que necesitemos refuerzos, ¿podremos contar con alguno de vosotros?

La sorprendente intervención de Beshaabel dejó al inquisidor de un aire, se había obcecado con el tema de los siete pecados capitales y había pasado por alto la clara simbología de las localizaciones de los asesinatos. Sin embargo a pesar de que todo parecía apuntar hacia allí, y a que su instinto le chillaba que fueran al norte se sentía reticente a dejar un cabo suelto por ahí. De todas maneras la posibilidad de frustrar los planes del Puño, yendo por una vez por delante, no era desdeñable.

Sus otros compañeros de los Comandos parecían tener clara sus misiones, y se percató de una posibilidad que tendría que comentar, por si fuera posible no dejar nada de lado.

-Bien visto Beshaabel-inclinó la cabeza hacia ella como seña de respeto-Será el Norte entonces-miró alrededor, fijando por un instante la vista en Cerebro-¿Sería posible que Venapulo se dejara caer por la localización del último para recabar información? Creo que al lugar al que voy será de más ayuda ella-su mirada pasó a la elfa alada de nuevo-Siempre que quieras; tus habilidades serán bienvenidas, y de gran ayuda no lo voy a negar. Estaremos en terreno hostil, pero al menos no tendríamos que temer muchas puñaladas por la espalda, sino hachazos de frente-para sus estándares aquello casi podría considerarse una broma.

Ya habría tiempo de ponerse serio durante el viaje y una vez allí. No iba a ser nada fácil, pero las posibilidades... si actuaban con presteza tal vez consiguieran evitar mayores tragedias.

Beshaabel sonrió a la petición de Garv, asintió enérgicamente y confirmó:

-"Iré encantada. Ademas a los animales no les caigo nada bien. Y si todo los que me tiene que preocupar son las hachas de los orcos..." - su sonrisa adoptó un aire lobuno, depredador, que parecía fuera de lugar en su rostro élfico - "no hay motivo. Son muy blanditas." 

Cerebro cruzó una mirada con Venpaulo un segundo y luego se tomó un tiempo para pensar. Ni siquiera parecía haber escuchado la respuesta de Beshaabel, aunque su respuesta, probablemente, le era sabida y nada de lo que había dicho era realmente interesante, a parte de que iría.

Finalmente asintió apenas y dijo:

-"Está bien. Venpaulo puede ir a investigar el asesinato, los animales tendrán que esperar. Si encuentra cualquier información importante trataremos de hacérosla llegar a través de la magia de Meelock. En especial si descubrimos que la hipótesis de Beshaabel no es correcta."  - sin hacer caso de una mirada furiosa de la chica con alas continuó hablando - "Resulta muy plausible, pero sigue siendo una caza de fantasmas ir sin ninguna información que seguir, podría ser que aunque sea como supone no encontréis lo que buscáis a tiempo. Que Venpaulo se asegure de que no hemos pasado nada por alto. Y de pasó podrá confirmar que el asesino de Melisielle no está aún en Rigtia." 

Estaba claro que al bardo le gustaba esa opción, aunque su rostro seguía serio y triste. Probablemente despedirse de la tal Melisielle era el único motivo importante por el que prefería investigar la muerte de la mujer Novoro que las desapariciones de animales.