Partida Rol por web

Regresáis al hall de entrada, donde os esperan las dos puertas clausuradas. Ignoráis directamente aquella denominada como La de las Nueve Llaves y dedicáis vuestra atención a la de menor tamaño.

Helshara, entendiendo que todas las llaves obtenidas son iguales y teniendo en su poder tres de ellas, se dirige directamente hacia la puerta y trata de abrir los cerrojos. Sin embargo, tan pronto como introduce en la primera de las cerraduras la primera llave obtenida en la sala de los espejos, ésta estalla en llamas y se desintegra, abrasando la mano de su portadora.

Puede que yo no sepa mucho sobre objetos mágicos pero sí que estoy casi seguro de que las llaves de plata no deberían explotar así como así.

—¿Helshara está bien? —pregunto con genuina preocupación al ver su mano ennegrecida y cubierta de ampollas—. Tal vez Polidoro podría mirar las llaves y tratar de abrir las cerraduras, ¿sí? No está bien que unas manos tan bonitas se quemen sin razón. Polidoro tiene manos feas pero fuertes y no les asusta un poco de fuego.

Cuando la sacerdotisa de Pelor y Robyn se avienen a prestarme las llaves que tienen en su poder, las examino calándome mi yelmo encantado de cazador (que cuenta con visión de aumento) para ver si consigo averiguar en qué cerradura debería ir cada una. Si piensan desintegrarse una tras otra, pronto nos quedaremos sin llaves para abrir la puerta.

El joven gigante de piedra examina en sus manazas las pequeñas llaves de plata y bizquea mientras ajusta las lentes de su yelmo de cazador, que en tantas ocasiones le han servido para disparar con mayor precisión sobre sus objetivos.

En esta ocasión los cristales de aumento le sirven para distinguir, grabado en el interior de la empuñadura anular de cada llave, un número diminuto. La llave restante de la sala de los espejos tiene un "1", la del rompecabezas resuelto por Robyn y Martín tiene un "2" y la última que habéis obtenido tiene un "4".

Cuando Polidoro trata de abrir la puerta, las dos primeras llaves encajan a la perfección en sus correspondientes cerraduras, pero la última no entra en la que está numerada con un 3.

Mierda. Esperemos que las llaves vuelvan a aparecer con un corto margen de tiempo. ¿Alguien me acompaña a la estancia de los espejos a ver si podemos conseguir de nuevo la llave que se ha desintegrado?

Cuando Robyn regresa a la sala de los espejos, descubre que en ninguno de ellos se refleja ya llave alguna.

tendriamos que mirar todas las habitaciones por las que hemos pasado por que en algun lugar tiene que estar por que sino no podremos entrar, voy contigo, Polidoro quedate con Helshara acompañandola y viendo si encontrais algo mas por aqui
Martin vente tambien tu que 6 ojos ven mejor que 4

El trío compuesto por Tognus, Martín y Robyn regresáis por donde habéis venido y registráis las cuatro estancias en las que habéis estado anteriormente.

Después de llevar a cabo vuestra minuciosa búsqueda sin éxito, es a la hechicera a quien se le ocurre que la tercera llave probablemente esté en la tercera sala (la única de la que no habéis obtenido hasta el momento llave alguna). Al no encontrarla en ningún compartimento oculto ni en el suelo ni en las paredes, acabáis planteándoos la posibilidad de que la llave desaparecida no esté en la habitación, sino dentro del estómago de su guardián.

Hacha en mano, el guerrero enano despedaza el cadáver del enorme lobo y no se detiene hasta encontrar en su interior la ansiada llave de plata teñida en sangre pero, por lo demás, en perfecto estado.

Tras limpiarla y examinarla, Polidoro confirma que se trata de la llave con el número "3" y con ella podéis abrir finalmente la tercera cerradura.

Al otro lado de la puerta os espera una estancia que más que una habitación parece un pasillo. Dos filas de estatuas de piedra, esculpidas en posición de ataque y mirándose de frente las unas a las otras, están alineadas a ambos lados de las paredes. El espacio entre ellas es escaso, apenas suficiente para que una persona se introduzca de manera apretujada hasta la otra punta de la habitación, donde cuelga de la pared una nueva llave plateada.

Robyn indicó a Tognus que se pusiera él en la vanguardia con un gesto silencioso, mientras estudiaba las estatuas para tratar de discernir si eran algún tipo de guardián o sólo meras esculturas. Después, comprobaría a ver si había trampas.

Me coloco al frente con el escudo cubriendo todo mi frontal y esperando que los entrenados ojos de Robyn, descubriera si el camino estaba plagado de trampas o iba a ser un paseo por el campo lleno de margaritas (no, esto lo pienso por que de ilusion tambien se vive)
Yo miro por si veo algo raro en la manofactura de las estatuas por si veo algo que me llame la atencion, siempre esta bien que cuantos mas ojos miren mas cosas se descubren o pueden ayudarnos en nuestro avnce hacia la llave

Cuando Robyn examina las estatuas que tenéis ante vosotros y el suelo a vuestros pies, determina que no existe ninguna trampa en el lugar pero que las figuras de piedra son en realidad algún tipo de constructo viviente creado para atacar a cualquiera que trate de pasar entre ellas.

Las estatuas no giran sobre su eje vertical, continúan mirando al frente y sus órdenes parecen bastante básicas; no tienen que defender la llave ni la habitación, únicamente golpear a cualquiera que se ponga a su alcance.

El estudio de Tognus pone de manifiesto que, aunque parecen de piedra, en realidad están hechas de otra cosa. El enano no sabe con exactitud de qué material, pero parecen poseer una dureza muy superior a la de la roca.

Lo que me temía. Son constructos y se activan para acuchillar a cualquiera que se acerque a ellos. Tengo una idea. Retroceded todos a la sala anterior, por favor.

Cuando Robyn estuvo fuera, pensó en su pergamino de sirviente invisible y después abrió un bolsillo de su morral mágico. Ahí apareció, a mano, el pergamino en que había pensado.

Desenrolló el pliegue de papel ante sí y pronunció las palabras que descargan el encantamiento. El pergamino se convirtió en ceniza, y sin embargo, no parecía haber sucedido nada.

Ve allí y coge la llave -ordenó la agente de los Ruiseñores.

Robyn invita a todos a abandonar la estancia y, acto seguido, hace uso de uno de sus pergaminos menores para conjurar un invisible lacayo que cumpla sus órdenes.

Las estatuas de feroces guerreros hacen llover sobre el suelo una auténtica tormenta de mazazos, indicándole a Robyn el grado de avance de la criatura inmaterial a través del angosto pasillo.

Sin embargo, los golpes de la última pareja de estatuas se detienen antes de lo previsto. La maga aguarda con impaciencia creciente pero la llave sigue en su lugar, inamovible. Robyn tarda un instante en darse cuenta de lo sucedido, el ser invisible se ha desvanecido al separarse de su ama más allá de los límites que dictaban su existencia.

Estaba ya tan cerca...

Lejos de inquietarme, la explicación de Robyn sobre lo que aguarda a aquel que intente cruzar la estancia, me tranquiliza. Si lo único que hay que hacer es ir de un lado a otro recibiendo golpes y volviendo con vida eso es algo que yo puedo hacer mejor que nadie.

—Polidoro cogerá la llave —pregono orgulloso de mí mismo, golpeando mi armadura de cuero tachonado a la altura del pecho. A continuación añado con una sonrisa—: Mis amigos necesitan su cabeza para decir cómo matar a Azazel el Muerto, Polidoro no se preocupa por la suya si Helshara puede restaurar los huesos rotos.

en teoria los constructos atacaran si los atravesamos, mi pregunta y si destrozamos los dos primeros y tendriamos el espacio suficiente para que robyn haga de nuevo su truco? De esa manera no tendriamos que atravesar todos y polidoro sufrir tal cantidad de daño

En un homenaje al más puro estilo de Polidoro, el guerrero enano la emprende a golpes contra la estatua más cercana pero lo único que consigue con ello es mellar la hoja de su encantada Anguila.

Encariñado con sus armas, el gigante de piedra opta por ceñirse a su plan y trata de pasar entre las estatuas ignorando la lluvia de golpes protegido como está por el hechizo que imbuye su armadura. Pocos son los mazazos que logran alcanzar a un luchador tan curtido como él y aún menos los que consiguen atravesar la poderosa magia que le protege.

De este modo, Polidoro alcanza la llave al final del pasillo y se detiene un instante para recobrar el aliento antes de volver por donde ha venido y soportar una segunda tormenta de mazazos.

El joven gigante regresa triunfal al punto de partida con la llave en la mano y unos cuantos moratones para descubrir a su llegada que una nueva puerta se ha abierto a la derecha de sus compañeros.

Helshara había chasqueado la lengua cuando el plan de Robyn no funcionó. La idea era buena, una lástima que el conjuro no permitiera a la Ruiseñor alcanzar la llave indemne. Cuando ya se temía que tendrían que intentar matar a los guardianes, Polidoro activó su armadura y pasó entre medias, y salió bastante bien parado pese a los golpes que le llovieron. Cuando regresó al otro lado, le recibió con un toque de varita sanadora, dándose otro a ella misma.

-Bien hecho, Polidoro.

La clériga de Pelor esperó a que Robyn diera el visto bueno antes de seguir a Tognus a través del umbral.

Miro a anguila con tristeza viendo como este maldito lugar a afectado a mi amada arma, pero hemos de seguir por que nuestra mision asi lo manda, me coloco delante de la entrada del pasillo y miro a Robyn.

milady cuando me confirme que puedo acceder a la sala, entro para ver que sorpresas nos aguardan por que todavia nos faltan 7 llaves y no se si a este ritmo llegaremos al fina, aunque si es asi sera un fin legendario

En la siguiente habitación, lo que descubrís es una estancia pequeña ennegrecida por el fuego. Media decena de figuras humanoides irreconocibles están dispertas por la habitación, con los cuerpos completamente abrasados y sangrando abundantemente por infinidad de cortes profundos.

Gimen y se quejan de manera ininteligible en un horrísono coro que pone los pelos de punta. Que estén vivos todavía parece un milagro, o una maldición teniendo en cuenta el increíble tormento que están padeciendo.