Partida Rol por web

El enano, viendo que la trifulca estaba en pleno apogeo, aprovechó para mirar de reojo hacia la posición de Rakka, cuando vió al bicho del druida saltar sobre el guardia y tirarlo al suelo..."Dioses....que repelús de bicho.....no me gustaría ser él", pensó, al ver al guardia en el suelo con aquello encima de él mordiéndolo.

"¡Eh! ¡¡Que tu enemigo soy yo!!" le espetó Prang al guardia, al ver que atacaba a Leokas en lugar de a él. Se esperó a que el guardia se diera cuenta de que su arma iba dirigida hacia él para atacar, por alguna razón, en ésta ocasión, no quería aprovecharse de la ventaja numérica. A pesar de eso, la finta y golpe de Prang surtió efecto. Lanzó el golpe por arriba, para interponer su escudo en la vista del guardia durante un segundo y cambiar rápidamente la rotación del brazo, para que el ataque viniera desde abajo.

Impacto directo. En toda la entrepierna....aquello tenía que doler...."Ouch!" dijo Prang al ver como el guardia se encogía sobre sus partes al recibir el golpe.

Leokas y Prang, en un ataque combinado logran asestar dos certeros golpes que hacen que su rival no tenga posibilidad de salir de allí con vida. Antes de tocar el suelo, el soldado ya se encontraba muerto.

Mientras tanto, el otro guerrero, en su intento desesperado de levantarse no se percató que el dinosaurio que tenía encima no iba a dejarle que eso fuera tan sencillo. Se abalanzó con sus garras y logró mantenerle tumbado en el suelo, presa fácil para el resto de vosotros.

Buen trabajo, Talkhar! Grita Rakka con júbilo, como si estuviera premiando a un perro y no a un dentado y zarpudo dinosaurio. Aprovechando la ventaja táctica, Rakka suelta un hachazo sin contemplaciones sobre el guardia.

No quedaba mucho mas de aquel combate: Rakka golpea con rapidez y contundencia contra un enemigo que ya no tenía posibilidades de salir de allí con vida. En un abrir y cerrar de ojos acaba con el rival. De nuevo se hace el silencio en aquella sala. 

"Vale....ahora sí me he enfadado....Fembrys" dijo Prang, girándose hacia el clérigo que yacía en el suelo, atado y amordazado cual morcillita importada del país de los medianos.

Se dirigió a él y apuntándole amenazadoramente con el hacha aún sangrante hacia su cuello, le espetó acercando la cara a escasos centímetros de su naríz...."Más te vale empezar a hablar y decirnos quién es ése tal Arzhas y qué puñetas estáis haciendo aquí, qué es lo que pretendéis y a dónde van esos "suplicantes"...y sobretodo...¿qué les espera al llegar?...no me queda ya paciencia, maldito malnacido. Creo que podré hacer un hueco en la pared para tu cabeza...."

Con la mano del escudo bajó la mordaza del clérigo para que pudiera hablar. En los ojos del enano había una promesa de dolor.

Grrroooaaah! Mentiroso! Sabandija traicionera! Montones de astillas saltan alrededor de Rakka cuando, enrabietado, hunde el filo de su hacha en la puerta de entrada a la sala. En la tribu de orcos en que me crié, la mentira estaba penada con torturas que harían mearse en los pantalones a cualquier humano! Desenganchando el hacha de un estirón, se acerca a zancadas al clérigo prisionero y a Prang, poniéndose al lado de este, y con una mano en su hombro, termina su diatriba: No lo mereces, pero tienes suerte de que Prang haya cogido la iniciativa, no voy a arrebatarle la presa... pero si por mi fuera, primero te cortaría todos los dedos de una mano y después te preguntaría... y si no me gustara la respuesta... extiende una mano en el aire y flexiona los dedos uno a uno, cerrando el puño.
 

Vaya, lo tienes crudo chaval, aqui los amigos quieren cortarte los huevos y la unica solucion es que cantes como un bardo mariquita- digo mientras me alejo unos paso de los matones no vaya ser que me convierta en un daño colateral al igual que la puerta.

Fembrys mantiene la mirada con el enano, mientras ignora al resto. A pesar de su mirada altanera, ves que alguna gota de sudor cae de su frente, sin embargo, no hace amago de hablar. Quizás sea porque su voluntad sigue siendo fuerte o porque el tal Azhras le tiene mas intimidado que tu. En cualquier caso, el clérigo no suelta prenda.

Durante unos segundos el Enano mantuvo la mirada del clérigo, sopesando la posibilidad real de ajusticiarlo allí mismo, ya que el silencio de aquél hombre había sido lo suficientemente esclarecedor. Era culpable, lo sabía, pero temía a aquel Arthas más que al filo del hacha que tenía delante de sus narices.  Alguien interesante, ése Arthas, si inspiraba ése temor en los corazones de sus subalternos.

Lo que estaba claro es que Prang no podía estar cargando con el clérigo de un lado a otro.

"Basura. Eres basura. No mereces ni que pierda el tiempo contigo. Pero no te preocupes....hablarás. En mi templo te harán hablar, tenemos hermanos especialistas en ello. Antes de que acabe el día desearás haber hablado aquí y ahora, pero ya será muy tarde."

La mordaza volvió a su sitio y tras volver a apretar con fuerza todas las sujeciones del clérigo, Prang preguntó al resto....."¿Hay alguna forma, mágica o física, de enviar un mensaje urgente a mi templo? Hay que pedir que vengan a por él, y que vengan ya, tienen que llevárselo. También estaría bien enviar un informe preliminar de lo que hemos descubierto. Quizás unos cuantos hombres de mi orden por aquí para controlar al menos la parte "externa" del templo sería una idea excelente. Evitaríamos que los civiles se enteraran de nada que no debieran enterarse si no es necesario y a la vez les protegeríamos...y también podríamos contar con que nuestra espalda estaría cubierta."

Cogió al clérigo y se lo cargó de nuevo, mientras, dejaba que el resto siguiera haciendo su trabajo...inspeccionar la sala, buscar trampas, responder a su pregunta si es que podían.....

Negativo por mi parte, Prang. Dice Rakka negando con la cabeza. Quizá Reyner o Blaze? Por cierto, habrá que investigar eso... añade señalando al disco negro al sur de la sala.

Y después, decidir si volvemos a la sala anterior y seguimos investigando puertas y cerrando caminos, o si seguimos por cualquiera de éstas, como las dos grandes al norte. Yo preferiría no dejar tantas estancias atrás, y volver para ir agotando opciones de forma metódica... ya sabéis, soy un perfeccionista. Ríe a carcajadas enseñando su afilada hacha.

Fisica, pues si tubieramos una paloma o algun pajaro entrenado para tal menester, magica siento decirte que no tengo tal conjuro.- despues miro al sujeto- ¿cuantos acolitos quieres perder mas?-digo intentando intimidarlo-porque sabes que si terminamos de registrar las salas los que se hagan los valientes moriran.

El hombre sigue en sus treces, en silencio y aún desafiante, a pesar de vuestro avance por aquel templo y vuestra capacidad de acabar con todo los seres vivientes que hay en él.

Prang, tras escuchar a Rakka, se decidió. Lo hecho, hecho estaba y no se podía llorar sobre agua derramada, como decía su madre. Asintió a las palabras de su compañero.

"Tenemos que sacar a éste andrajo de aquí. La carta y lo que él cuente serán vitales para que mi orden pueda comenzar a actuar, ahora lo que prima es la rapidez, no podemos dejar que esos "solicitantes" vayan por ahí solos....a saber qué pared decorarán. Voy, entrego a éste y vuelvo lo antes posible." dijo, reprimiendo un escalofrío por la maldad intrínseca que consideraba que hacía falta para realizar tales actos, recordando las cabezas en la pared, y quedarse tan ancho.

"Normalmente doy la oportunidad de entregarse por sí mismo a las autoridades y confesar el crímen, lo que hace que la pena sea inferior en muchos casos...pero a tí no te la voy a dar, creo que tus crímenes son demasiado atroces."

El enano se dirigió a Reyner mientras cargaba con el clérigo hacia la salida. "¿Puedes invocar a un caballo o algún bicho que nos lleve hasta el templo rápidamente?"
 

Tras dejar a tus compañeros detrás y te diriges hacia el templo de tu congregación. Afortunadamente para ti, no te encuentras a nadie por la calle (a esas horas era lo evidente), lo que era bueno para tu situación -no te apetecía perder mucho el tiempo explicando que hacías con un hombre maniatado llevándolo por en medio de la ciudad-. 

Llegas al templo y tras llamar insistentemente, sale uno de los sacerdotes menores que custodiaban y tras verte y exigirle a hablar con Tordek, se arma un pequeño revuelo (por tu presencia a esas horas pero sobretodo por la compañía que llevas). Pero al poco rato entras y te reunes con el clérigo el enano que te mira con expresión ceñuda y esperando explicaciones 

¿Y bien?- pregunta finalmente el enano esperando tu respuesta- ardo en deseos en conocer lo que has averiguado, y sobretodo teniendo en cuenta el "paquete" tan peculiar que me traes.

Estábais a la espera de vuestro compañero que había ido a su templo a informar de lo ocurrido, pero pasa el tiempo y por el momento poco sabíais de él...

Prang, tras la caminata, no estaba de buen humor. Además, hay que añadir que en su cabeza no pasaba otra cosa que la certeza de que había dejado a sus compañeros sólos allí, y que habían unos "peticionarios" o como se dijera, de camino hacia algún lugar, donde, como mínimo, era posible que su cabeza acabara decorando la pared de alguna habitación.

El camino había estado vacío y tranquilo, al fin y al cabo también había evitado meterse por medio de la ciudad, siguiendo un camino lo más alejado posible del centro. Parecía que Moradin y Gorm Gultyn habían vigilado al guerrero santo, pues la llegada se había producido sin problemas.

Tordek, el clérigo de aquel Templo, esperaba respuesta del fornido enano. "Y yo pensando en las musarañas...típico de mí, diría Madre".

"Señor, aquí tiene la prueba más evidente de que el templo no es "trigo limpio"" dijo el Enano, sacando la carta que habían encontrado en el cuarto del clérigo maligno. "Éste tal Fembrys es un sádico aficionado a la Taxidermia, sobretodo con cabezas de gente inocente...soli...petic....suplicantes, como indica la carta." También dejó caer varios discursos panfletarios encima de la mesa* , "..y aquí hay más pruebas de que algo pérfido está escondido tras la apariencia de una Iglesia de Mystra. Pretendían engañar a la gente y atraerlos a algo...pero....¿a qué?" dice Prang, mirando con ojos entrecerrados por la sospecha a los papeles.

"Es evidente que tras éste clérigo y sus hombres está escondido alguien superior a él, ése tal "Arzhas" que firma la carta y que, de momento, aún no sabe que estamos tras su pista. Lo que no sabemos es quién es y porqué están aquí, en ésta ciudad, y qué es lo que pretenden realmente. He intentado sonsacarle algo al prisionero, pero no me ha sido posible, realmente no soy bueno en eso, señor. Creo que se me da mejor ser embajador o defender a los míos...." dijo, algo azorado. Él era más un diplomático y un guerrero defensor cuando tocaba, que un interrogador.

Tras esto, le relató, sin dejarse nada, todo lo que había sucedido desde que habían llegado al templo hasta salir del mismo con el prisionero, y tras ello, espero a que su, ahora superior, meditara sobre lo dicho y le contestara.**

"Ah !! casi se me olvida." dijo Prang.

Sacó de su bolsillo una esfera. "También encontré ésto escondido en un hueco en el Altar. No tengo ni idea de qué es, pero espero que, o sea del Templo de Mystra y lo haya podido salvar de las manos de éstos delincuentes, o sea de ellos y se lo haya podido arrebatar para destruirlo, si es menester." ***

Tordek se atusa la barba mientras observa todas tus pruebas... a decir verdad estaba bastante impresionado por todo el asunto.

No esperaba que actuarais de forma tan directa- dice- y menos que me trajerais a ese clérigo a mi templo. Pero ya de perdidos al rio. Esto que me cuentas demuestra que el templo no es trigo limpio, así que supongo que no queda mas que actuar- el enano se levanta- las pruebas dejalas aqui, al igual que el clérigo. Vamos intervenir inmediatamente. Íremos hacia el templo esta misma noche. 

Por cierto, ¿y tus compañeros?