Partida Rol por web

Parecía ser que el golem, a pesar de los golpes recibidos seguía empeñado en acabar con el enano que tenía a su espalda. Y se dispuso a lanzar dos rápidos golpes contra el clérigo, pero parecía ser que no iba a tener oportunidad de ello. De pronto, un chorro de fuego impactó en su pecho, corroyendo lo que debía ser roca dura. Por si eso fuera poco, el (dichoso) enano lanzó un impacto certero de su hacha en su cabeza, seguido del golpe por la espalda de Rakka. 

Y cuando parecía que por fin los golpes habían terminado, el compañero animal y el druida hicieron el resto. Con el golem ya debilitado sus golpes, aún débiles fueron mas que suficientes para acabar con aquella criatura. Un enemigo menos en aquel templo.

Y tras el combate tocaba la calma. Aparte de aquella estancia (y las escaleras por donde habíais venido) varias puertas se encontraban en aquel lugar: una en el lado izquierda, dos en el lado derecho y dos mas enfrente. ¿Que dirección tomar? Esa era la cuestión 

El PALADÍN se aseguró de que aquella cosa ya no representaba un peligro moviendo los trozos del suelo un par de veces con SU MARTILLO, tras lo cual, volvió sobre sus pasos hasta donde había dejado al clérigo malvado, cogiéndolo de nuevo y poniéndoselo cual saco de patatas de nuevo.

"Vamos...."

Le hizo una seña significativa a Leokas...él era quien mandaba en éstos momentos, pues la exploración era su fuerte.

Luego miró a Blaze y a Reyner..."¿Chicos? ¿Os pasa algo? Parecéis ausentes....Blaze...¿has averiguado algo del pergamino que llevaba el clérigo? Y tú, Reyner...¿en el interior de la capa llevaba algún objeto o alguna insignia que nos revele algo...o quizás sea mágica? Ya os he mencionado que la bola no exuda ningún mal...pero no me fío, podría ser algo del templo que ellos no hubieran encontrado antes."

Tras todas estas preguntas, Prang volvió a concentrarse para "detectar el mal" conforme iba avanzando, aunque por curiosidad y prudencia, apuntó con su poder primero hacia la estatua del medio de la sala y los restos del suelo....sólo por si acaso. Dicen que "Enano prevenido vale por cuatro Orcos" y tienen toda la razón.

El druida negó con la cabeza - Hacía mucho tiempo que no tenía la oportunidad de encontrarme con uno de esos - señaló los cascotes esparcidos por el suelo de la sala - y simplemente me sorprendió que hiciera caso omiso a mi intento de dialogar con él. 

- En cuanto a la capa, no se me dan bien estas cosas. Blaze? Qué dices? Algo que nos pueda ser de utilidad? - se dirigió al mago tendiéndole la capa.

Tras esperar la respuesta del mago, siguió al enano, que avanzaba frunciendo las cejas, concentrado.

esperad, me sorprendio el elementar y mis pensamientos fueron otros.- despues de eso lanzo un detectar magia para observar tanto el pergamino concentrandome lo bastante en ambos y la capa a ver si alguna aura magica se me revelara en esos momentos.

Tanto el rollo de pergamino como la capa eran mágica, dado el aura que apareció nada mas lanzar el hechizo Blaze. Sin embargo, la capa no tenía signo alguno significativo o algún bolsillo aparente. 

Queréis averiguar las propiedades de la capa ahora, o mejor seguimos? Yo opino que mejor seguir. Mientras no tengamos la certeza de que no aparecerán un grupo de falsos clérigos (o clérigos... vete a saber ya) de cualquier puerta no explorada, debemos ser rápidos y usar el factor sorpresa. Cuando tengamos más zona controlada, nos paramos, si queréis. Y de paso, analizamos todo lo que hayamos podido averiguar...

Las palabras de Rakka denotan cierta impotencia, ante la poca información encontrada que permita al grupo clarificar la verdad detrás del templo.

En fin -continúa mirando alrededor-, yo iría a esa puerta solitaria -señala a la pared norte*-. Pero Leokas, tú mandas.

La verdad mejor esperarnos para intentar averiguar las aptitudes de estos objetos, ademas Rakka tiene razon no sabemos si pueden venir mas clerigos.- mientra coge las cosas- si quereis las guardo yo.
 

Con el elemental finalmente diezmado y destruído, la situación regresaba de nuevo a una relativa normalidad y ante ellos se planteaban nuevas rutas a seguir. Leokas contemplaba la estancia evaluando qué puerta escoger y no fue hasta que Rakka habló que salió de su estado concentrado. -La puerta norte está bien.- Le había cogido por sorpresa que el clérigo delegase en él para dar el siguiente paso y su voz no pudo evitar la sorpresa. 

Moviéndose silenciosamente, Leokas acortó distancia hasta la puerta que Rakka había sugerido y aguzó el oído para tratar escuchar lo fuera que pudiese esconderse tras esos maderos además de buscar cualquier mecanismo que activase alguna trampa. Realmente era una cuestión de hábito más que de precaución ya que quien fuera que estuviese en ese piso por fuerza tuvo que escuchar el combate contra el elemental. No obstante podrían haber decidido esperar o bien confiando en su guardián o esperando tenderles una emboscada. Ciertamente eran buenos hábitos aquellos que servían para mantenerse con vida. 

Asintió a las sugerencias de Rakka y de Blaze, y sin decir nada, sigo a Leokas, pues el especialista en ésto es él.

Se preparó para dejar al clérigo en el suelo de nuevo, en el caso de que surgiera algún problema, y así poder disponer rápidamente de su escudo y de su martillo (o hacha).

Seguía sin sentirse cómodo con todo ésto, pero la actitud del clérigo era muy sospechosa....desde luego, un verdadero clérigo de Mystra no hubiera reaccionado como él, pese a que su grupo había atacado primero....

Prang levantó una ceja al recordar eso, soltando un bufido de aire por la nariz.

Aguzó el oido, pero poco podía hacer, mas que mantenerse atento y reaccionar rápido...eso sí sabía hacerlo.

Leokas hace su inspección rutinaria de la puerta, seguido de cerca de sus compañeros por si hubiera algún problema. Tras comprobar que la puerta no tenía ninguna trampa y no oir nada en particular en la habitación, abre la puerta, encontrándose lo que parecía ser una biblioteca.

Las estanterías que recorren esta habitación estaban repletas de todos y rollos de pergamino, aunque no están colocados siguiendo ningún orden concreto. Simplemente, están apilados en montones, repartiéndose por igual entre el suelo y las repisas. no había nada mas interesante en aquella habitación.

No parece haber ningún peligro, así que Prang se relaja, pero sólo un poco. Sigue concentrado, con su "detectar el mal" activado y enfocado hacia dentro de la biblioteca. Mira a Leokas y le hace una seña con la cabeza para que entre a revisar. No hace falta hablar, ya hacen bastante ruído, pero eso no significa que tengan que seguir haciéndolo y seguir dándole a sus enemigos sus posiciones.

Entendiendo lo mismo que su colega enano, Rakka deja a Leokas y Blaze investigar la biblioteca, pues son los más adecuados para encontrar información relevante en la misma.

Para sentirse útil mientras tanto, el cruzado se acerca a la siguiente puerta, la primera que se halla saliendo de la biblioteca, a mano derecha. Situándose a medio metro de la puerta, hacha en mano, se queda ahí plantado esperando novedades. De paso, si escucha alguna cosa al otro lado de la puerta, pondrá sobre aviso a sus compañeros.

Rakka se coloca en posición de "escucha y defensa" pero por lo que parecía no oía nada inusual por aquella puerta. Al menos por esa zona la cosa estaba tranquila.

El enano seguía inspeccionando la zona con su conjuro, pero todo estaba en orden, así que eso dejaba a Blaze y Leokas vía libre para inspeccionar mejor la zona. A excepción de los libros -que para vosotros no os servían de mucho- Blaze localizó varios rollos de pergamino que podían ser de interés, dado sus propiedades mágicas. Por lo demás, la habitación ya no contenía nada de interés. 

Leokas estaba devolviendo unos libros a su sitio cuando vio que poco más podían sacar de ahí salvo lectura para toda una vida. Blaze identificó algunos escritos arcanos y Prang no parecía notar nada extraño. -Aquí no parece haber nada que nos sirva para saber qué demonios pasa en el templo.- Dijo al fin el pícaro poniendo los brazos en jarras y echando una nueva ojeada a todos aquellos libros.

A pesar de no haberse topado con nada especialmente revelador, todavía era pronto para desanimarse pues aun quedaban varias salas por explorar. ​-Bueno, no perdamos más tiempo. Vayamos a la siguiente sala.- Sugirió con una sonrisa alegre en su rostro. Un misterio se resistía a ser desvelado y la curiosidad del semielfo estaba a empezando a jugar un papel importante en sus decisiones, pero siempre con precaución. Y así lo demostró al caminar con pies ligeros y con sus sentidos en alerta por lo que pudiera esperarlos al otro lado de la puerta.

Prang dejó de nuevo al clérigo en el suelo, en la esquina cercana a la puerta de la biblioteca, en la parte de afuera. Se quedó mirando penetrantemente al clérigo maligno a los ojos a la vez que alzaba la mano y le señalaba directamente a la cara, en una clara advertencia de que no se moviera. Acto seguido comprobó que las cuerdas y mordaza estaban en su sitio y bien atadas. Tras eso, se colocó al lado justo detrás del Leokas, con el escudo preparado para cualquier ataque.

Con voz baja, le dijo a Leokas "Si hay problemas, sólo tienes que apartarte, amigo. Yo me encargo de pararlos".

Con su escudo de torreón, su armadura completa, casco y hacha (aún guardada), daba la impresión de ser una muralla de acero, una muralla peligrosa. Miró de reojo hacia la derecha, al clérigo que estaba sentado en el suelo y sonrió para sus adentros...."como te muevas...." parecían decir sus ojos.... mientras, con su mano derecha se concentró de nuevo en "detectar el mal" que había enfrente de él, pues en cuanto Leokas abriera la puerta, él podría inspeccionar la sala de un barrido. Los dones de su Dios eran muy útiles en una situación como ésta. 

Del clérigo no creía que tuviera que preocuparse por ahora, la cuestión era si el otro tenía las suficientes agallas como para, atado y amordazado, intentar huir, y él no lo creía. Podía llevarse otra "somanta de palos", como decía su madre cuando se enfadaba.

Se dejó de zarandanjas y se concentró más aún en focalizar el poder divino...."Gorm Gultyn, dame tus prebendas para poder desentrañar el misterio que corroe éste templo otrora al servicio de Mystra..."

Aja- exclamó Leokas tras percatarse de una pequeña trampa en la puerta por la que querían pasar. Tras avisar a sus compañeros de aquello, se dispuso a hacer su trabajo, y empezó a "toquetear" aquel extraño mecanismo. Se oyó un chasquido y vuestro compañero sonríe. La trampa había sido desactivada con éxito. Tras esto, abre con sigilo la puerta y se coloca a un lado, dejando espacio para que el enano barra con la mirada la nueva estancia -y de paso, si cae algún golpe, que no le den a él-.

Unas estatuas de aspecto familiar flanquean una ruta central que cruza este ancho corredor. Las estatuas aparentemente están talladas en una piedra parecida al carbón, y representan toscamente a una mujer humana -¿Mystra?-. Lo mas destacado de aquella sala es la puerta del extremo oeste del corredor. No había nada mas de interés aqui. 

Qué preferís, avanzar y descubrir qué hay tras la puerta al final de pasillo, o seguir primero con el resto de puertas de la sala?

Pregunta en un susurro Rakka, para evitar que su voz trascienda al otro lado de esa nueva puerta.

Podemos volver a cerrar aquí, incluso dejando algo -echa una mirada de soslayo al clérigo maniatado- en medio que nos avise si alguien abre la puerta.