Partida Rol por web

Corsarios de Belfalas

La Calavera de los Mares 2 - Los Dos Cofres

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24/05/2011, 20:52
Elenna

Al momento ve como Elhediel se dirige también a los camarotes- esta niña… que patosa…-piensa para sí misma a la vez que se ríe bruscamente sin poder evitarlo. Elenna también quería saber como estaba, pero prefería dejarlo descansar, sin agobiarlo…

A parte, Kreontan con el que tenia que conversar primero era con el mismo capitán.

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24/05/2011, 23:00
Director

Notas de juego

Elenna dijo:

Elenna sigue con sus quehaceres...

Elhediel dijo:

Las tareas en cubierta me han tenido ocupada...

Pero si no dais ni palo, sinvergüenzas... xDDD

 

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24/05/2011, 23:19
Capitán Cyryatan

Los delirios del viejo consternaron bastante al capitán, quién se sobresaltó bastante cuando alguién llamó a la puerta. Aún así decidió abrirla temiendo de que fuera alguno de sus oficiales trayendo noticias frescas de cubierta. Pero una vez hecho eso se encontró frente a Elhediel, quién supuso que vendría a visitar a Kreontas en aquél mal trance por el que pasaba, por lo que le permitió entrar al camarote sin acotar palabra alguna pero con una mueca de suma reserva y disgusto en su tostado rostro.

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24/05/2011, 23:30
Elhediel

Elhediel agradeció la deferencia del capitán y se apresuró a pasar. Lo primero que hizo fue acercarse a Kreontas, para ver cómo se encontraba. Mas su corazón se llenó de pesar al ver su aspecto: ...¿Por qué nosotros?... ¿por qué nosotros? mascullaba Kreontas cual inconexa salmodia mientras movía monótonamente el cuerpo y la cabeza hacia delante. Elhediel sonrió con amargura al verlo así, como si en vez de saliva tuviera vinagre en la boca, mientras mantenía su pálida y delicada mano en el hombro del anciano. Y sintió compasión por él. Después buscó su mirada.

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24/05/2011, 23:37
Kreontas de Suk Akhôr

De repente, la visión de su apreciada pelirroja pareció devolverle a la realidad. Y por momentos, su semblante cambió, como si de repente hubiera recuperado parte de su maltrecha cordura. Y aunque seguía pareciendo haber envejecido unos años desde que le vierais lúcido por última vez, al menos ya no cruzaba su rostro esa sombra que parecía haberlo convertido en zombie. El viejo era frágil, enfermizo, pero gracias a Eru no ocurría lo mismo con su cabeza, al contrario, mentalmente era recio y fuerte como los robles que crecían en la Comarca o como las cepas de vid que crecían en Eregion.

-Tened cuidado con el cofre -dijo por fin para sorpresa de todos los presentes- creo que yo debería custodiar ese cofre. Y tú y Yazân en persona -continuó, señalando a Cyryatan y al teniente- deberías vigilar para que nadie merodee por aquí, y mucho menos entre en mi camarote. Si el cofre puede exteriorizar, puede controlar, así que tened sumo cuidado.

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25/05/2011, 19:54
Yazân

Yazân se quedó tenso, al escuchar a Kreontas, miró a los presentes, con cierto aire de desconfianza. Lo que pedía el viejo astrólogo era bastante lógico, aunque tenía cierto medio que los supuesto embrujos de aquel cofre le volvieran a afectar, aunque pensándolo mejor, si alguien podía resistir y entender eso, ese era Kreontas.

- Me parece una buena medida - asintió ante la propuesta. - Puedo hablar con mis hombres para que me ayuden a custodiar los camarotes, además.. - bajó algo la voz - los ánimos no están muy altos entre la tripulación, y tengo miedo que intenten alguna tontería, así que sería lo mejor.

El haradan, miraba al capitán mientras hablaba, pues el tenía la última palabra, aunque lo que decía no era una pregunta, pues parecía dispuesto a hacerlo.

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25/05/2011, 20:02
Capitán Cyryatan

- La idea suena bien, aunque no creo que sea sabio que yo mismo haga de guardia. Nuestros hombres necesitan a su líder más que nunca, y no a un custodio de reliquias. - Objetó Cyryatan con algo de sarcasmo en su voz, entendiendo por otra parte que el viejo Kreontas aún estaría algo conmocionado luego del accidente, de ahí también sus nuevos delirios entre murmullos pesarosos. - Yazán y Elhediel te acompañarán en esa tarea. Y hagánme el favor de no intentar ninguna estupidez, necesitamos algo de calma de aquí a nuestro desembarco en la isla...

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25/05/2011, 20:41
Kreontas de Suk Akhôr

Kreontas os cuenta que intentó penetrar en el cofre. Mas sólo le dio tiempo a detectar dos sortilegios muy peligrosos. Uno de ellos, parece que permitía manipular el exterior, lo que le causó escalofríos. ¿Para qué quiere un cofre saber y controlar lo que hay fuera? El otro, para exteriorizar desde dentro. Además de que eran dos sortilegios de una sencillez que asustaba, pero herméticos como el mismísimo ojete de Oromë. ¡Y por Sauron y Ossë brindando con grog en la misa mesa que sólo un Alquimista de extraordinario poder podría hacer algo así!

Finalmente -una vez que el capitán se ha pronunciado-, se hunde en su sillón de madera de ciprés, apoyando los pies en el escabel a juego.

-Ahora, necesito meditar. He estado consultando los astros, y se están alineando sus órbitas. Perdido en la misión se me había pasado, mas no deja de ser inquietante que se alineen tantos astros justo este mes. Necesito investigar más. ¡Los signos de Varda son inescrutables para el resto de mortales, pero no para un astrólogo!

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27/05/2011, 20:14
Capitán Cyryatan

- Sería mejor que descansaras por ahora, no olvides que hace un par de horas estabas medio muerto  por culpa de esos sortilegios, y no has quedado indemne del trance por lo visto.

- Como te dije antes, Yazan y Elhediel te ayudarán con lo que respecta al cofre, aunque seguramente enviaré a otros de confianza para rotar la guardia un poco hasta que lleguemos a destino. Por mi parte mi deber esta en cubierta, asi que los dejo solos por ahora. - Se despidió Cyryatan para ir de regreso con el resto de sus hombres , luego de haber escuchado las palabras del venerable Kreontas y acordado el tema de la vigilancia sobre la mercancía que tantas vicisitudes estaba acarreando a pesar de su efímera carrera como bulto a bordo del Manawnul.

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29/05/2011, 21:39
Director

conceptual Manawnûl

Al amanecer empezó a soplar un viento flojito, tras la calma aterralada de la noche anterior, viento ideal para el momento y la situación, por lo que Cyryatan ordenó largar todo el aparejo y aproar al SSO, con lo que sería posible navegar a un largo mientras dabais la curva del Heraldo para alejaros definitivamente de la costa.

En cuanto el capitán dio la orden de largar el palo del trinquete, comenzó Azrûbel la faena de pito y brazos, tan firme y profesional como solía. De esta forma, con parte de la marinería subida en las vergas y la otra en cubierta cobrando o largando escotas y brazas, comenzáis a desplegar el trapo de nuevo, que fue hinchándose como pellejo de vino. Y puestos a batir el cobre largáis alas y garras* a continuación, con lo que el Manawnûl pareció engordar como cochino cebado. Cuidabais los últimos retoques a la orden de aparejo, y cuando podéis elevar la mirada hacia los cielos con cierta tranquilidad, comprobáis que todas las velas, sin excepción, se mecían engolfadas -cual coimas- por las caricias del viento.

Finalizada la faena y dada por concluida la maniobra, el rostro de Azrûbel mostraba por fin cierta satisfacción, al ver que el incursor navegaba como Uinen, ligeramente escorado a estribor.

Notas de juego

*velachos extra por encima de las velas principales en cada palo que tienen los incursores corsarios para alcanzar así su máxima velocidad.

Nota: si queréis hacer algo mientras o realizar alguna maniobra, decídmelo, o hacedlo ^.

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29/05/2011, 21:54
Director

El día siguiente transcurre sin mayor problemática, abiertos a la mar por todo el horizonte, hasta que entráis en otra anochecida clara y de extrema visibilidad, con el gajo de la luna casi cerrado, lo que parecía disponer las estrellas al alcance de la mano. Y no es fácil describir un cuadro de tanta belleza si no se ha presenciado alguna vez. Casi podíais imaginar a los Primeros Nacidos cuando despertaron junto a la laguna de Cuiviénen, cuando la valië Varda -la Señora de los Cielos-, encendiera nuevas y brillantes estrellas en el firmamento para estorbar las tinieblas de Melkor. Y como lo primero que vieron fue las estrellas, estas son lo que más aman los elfos sobre todas las cosas, y veneran a Varda, llamándola Elbereth -Señora de las Estrellas-. También se sabe que fueron los elfos los primeros marinos, y así enseñaron a los Hombres; por ello, todos los hombres de mar aman las estrellas y a la valië Varda por encima de todos los valar, incluido Ulmo, Señor de los mares. Y siempre os reconforta*.

Y aunque el viento rolara a sudeste a lo largo del día, se mantenía flojito, con tendencia a amainar, mientras la mar levantaba suaves rizos que lamían los costados del Manawnûl con extrema dulzura. Navegabais con hidromiel en los palos, según rezaba el  dicho marinero -númenóreano- que anuncia condiciones extremas de favor en viento y mar.

Así, Yazân y Elhediel alternaban guardias de babor y estribor con la vigilancia del cofre y de Kreontas, mientras que Elenna apenas tenía trabajo. Elhediel como más disfrutaba era con la guardia de cubierta, en la guardia de alba**. Y antes de dormir una pocas horas -la pelirroja siempre fue de sueño ligero- disfrutaba de la soledad en cubierta, dejándose acariciar por la brisa y con el suave sonido del mar como único acompañante. Le hacían recordar su niñez cuando salía a pescar con su padre, hasta que acaba derramando alguna lágrima de dulce amargura. Ahora, tan solo echaba en falta la presencia de Huraiva. Ya no se oían sus risas ni se sentían sus trastadas que tan amenos hacían los duros viajes a bordo del Manawnûl.

Notas de juego

*Quien estuviera presenciando esto recupera 1 punto de cordura (no olvidéis adjuntarlo xD).

**las tres guardias de noche se denominaban prima, media y alba, de cuatro horas de duración cada una, comenzando a contar desde la ocho de la tarde.

Y que uno me tire suerte (por todo el barco xD).

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29/05/2011, 22:04
Capitán Cyryatan

Cyryatan no fue perturbado por pesadillas finalmente durante una noche y pudo descansar notablemente sin esa carga. Al día siguiente pudo vérsele en cubierta a primera hora, más sereno y con la vista fija en el mar que iba hendiendose a su paso. De vez en cuando salía de tal estado para comentar algo a sus oficiales o dar alguna directiva a los marineros que pasaban a su lado. Pero en general permanecía meditativo, como si aprovechara la calma para reordenar sus ideas y convicciones respecto a la misión que tenía a cargo como capitán del barco corsario.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20
Motivo: Suerte
Resultado: 8

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30/05/2011, 18:07
Yazân

Yazân estaba recostado en una de las paredes cerca de la puerta de entrada a los camarotes. Al final había pactado con Elhediel en irse turnando las guardias para controlar que nadie entrara o saliera sin permiso, pues de alguna manera había que proteger al cofre de los marinos y viceversa. Al haradan le costaba conciliar el sueño, aunque si podía dormir algo, estaba nervioso por todo esto del viaje y el cofre embrujado, no podía evitar permanecer alerta y se levantaba sobresaltado al oír cualquier grito de un corsario, aunque enseguida se daba cuenta que eran conversaciones normales e intrascendentes en cubierta.

Aún tenía unas horas mas de descanso, antes de relevar a Elhediel, pero decidió hacerle una visita mas temprana, y de paso tomaba algo de aquel placido aire que parecía dar una pequeña tregua al Manawnûl.

Al acercarse a la corsaria pelirroja no pudo evitar notar cierta tristeza en sus ojos, y la mirada perdida. El haradan se acercó sigiloso para situarse cerca suya y no desturbar aquella tranquilidad.

- Tus pensamientos parecen alejados de este navío, ¿no es así? - comentó el teniente.

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30/05/2011, 18:59
Elenna

Elenna se sentía confusa. Y no sabía por qué. El cofre, aunque pareciera extraño, se le daba un ardite. Qué le importaba a una mujer como ella qué contuviera un cofre. Seguro que cosas de brujería, pensaba, mientras tocaba la regala del Manawnûl, donde había madera, ya que las amuras también estaban jalonada de erizadas placas de hierro fundido -las malas lenguas decían que habían sido manufacturadas en Mordor, aunque a ella le seguían pareciendo de manufactura umbareana-.

De vez en cuando, bajaba al sollado para que sus parroquianos no la echaran de menos. Y aunque el viento era favorable y las velas, henchidas por el viento, impulsaban al Manawnûl como el mismísimo carro de Arien, les hacia bogar duro. Para que no perdieran la costumbre. Y más de un rebencazo se llevaban también. ¿Qué os creéis, que podéis holgazanear porque no bogamos a vida o muerte? ¡Yo os enseñaré! les gritaba con ese enfado suyo que la hacía tan sexy.

Cuando se cansaba volvía a subir a cubierta. Sus tareas como cómitre le libraban de otras tareas a bordo, y por ello solía pasearse ociosa por cubierta, y sólo ayudaba a veces, cuando le salía de la higa. Pese a las broncas de Azrûbel.

A la tripulación del Manawnûl la tenía bien clasificada. En follables y no follables, por decirlo de algún modo. Broddy y Fanatar eran fornidos, e incluso atractivos; valían para yacer con ellos, pero para poco más. En Broddy empezaba a fijarse ahora, ya que antes perseguía a Huraiva, y no era cosa de cazar en zaguán amigo. Roncillo no era precisamente guapo, pero había rumores de que estaba muy bien dotado. Y en las largas y calurosas noches de verano ya se había tocado pensando suciamente en sus rudas caricias y su grueso miembro. Andrea era guapo, curtido por el sol, de músculos tersos, y joven. También le gustaba, mas el piloto nunca había mostrado interés por la cómitre. Sería el único; él se lo pierde, pensaba Elenna. Por otra parte, Azrûbel sería un buen reto, el indolente contramaestre nunca se le había declarado pero alguna vez le había pillado mirándola con sórdido deseo, aunque después disimulara. En cuanto a Yazân y el resto de haradrim, la verdad es que los haradrim no eran fruto de su devoción, aunque a más de uno hubiera cabalgado a lo largo de su vida. Ella prefería númenóreanos... y númenóreanas, pues había que admitir a Elhediel entre los protagonistas de sus sueños más húmedos y libidinosos. En más de una ocasión había recorrido el sudoroso cuerpo de la corsaria con su lengua. En sus tórridos sueños también, por supuesto, aunque no descartara hacerlo realidad. Con el permiso de la pelirroja. O sin él xD. Y con más razón ahora, que el capitán -anhelo de las dos corsarias- había despertado el recelo de Elhediel y el enfado de la cómitre. Que se joda. Sí, ya había olido a mucho macho sucio a lo largo de su vida y le apetecería oler también la meliflua piel de la pelirroja.

¿Kreontas? ja, ja, rió para sí, y pronto lo deshechó de su cabeza. No soy tan pervertida. Pero, buffff! si no se follaba a alguien en breve iba a reventar. Sin abordajes, sin saqueos y sin sexo, la cómitre enloquecía hasta el paroxismo.

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02/06/2011, 16:36
Elhediel

Tan metida estoy en mis cosas, en mis pensamientos...que no escucho las pisadas de alguien que se acerca, por lo que sus palabras me toman por sorpresa.

- Bien me conoceis, Yazán - le digo al haradán, sin poder evitar que un suspiro salga de mi boca - Adoro estas horas imperturbables, abrazando la soledad...pues me transportan a otro mundo no tan lejano, dónde todavía soy una niña. Pero no quiero aburrirte con mis historias - digo pasándome una mano por los ojos para borrar cualquier resto de lágrimas - ¿Que haceis vos aquí? todavía no ha terminado mi turno...¿acaso no podeis dormir?

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03/06/2011, 14:11
Yazân

El haradan se encogió de hombros.

- La verdad que con todo este asunto, mis horas de sueño son limitadas. - te comentó bajando la voz. - La verdad que todo este asunto me deja intranquilo y cualquier ruido rompe mi sueño, pensando que hay alguien dando la alarma. - dice riendo levemente. - Supongo que cuando entreguemos el maldito cofre, volverá todo a la normalidad.

- .. Y nunca está de más intercambiar algunas palabras con la gran corsaria Elhediel - dijo sonriente.

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03/06/2011, 22:34
Capitán Cyryatan

- ¿Y en cuanto tiempo dices que veremos las costas del archipiélago, Andrea? - Preguntó el jefe corsario aparentando olvido o desconocimiento sobre el tema. Lo cierto era que se hallaba bastante impaciente, y necesitaba que alguién le dijera que aquello se terminaría pronto. Pero un mal presentimiento le recorría el cuerpo desde que consiguieran el cofre de manos del hombre tinieblas, un individuo claramente perturbado y quizàs hasta acechado por la carga que suponía llevar a cuestas aquél cofre siniestro. Lo único que se podía esperar después del incidente con Kreontas era deshacerse de esa cosa cuanto antes pero sin quedar manchados por la derrota, fuera por cobardía, incompetencia o ambas.

Notas de juego

refresh: Tirada de suerte = 8

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04/06/2011, 19:34
corsarios

-Aún nos quedan varios días, capitán -Andrea, hace una prolongada pausa, cosa rara en él pues no es fulano de muchas palabras, y suele contestar categorico con una o dos frases a todo lo más, sin aconsejar si no se le pide, siempre directo -a veces demasiado-; virtud que el capitán valora aunque a veces roce el desaire y a punto estén de desenfundar alfanges; mas tampoco le gustaría enfrentarse al piloto, pues pese a su juventud, Andrea era de los que quemaban la vela por ambos extremos: libertino y disoluto hasta la temeridad, sombrío hasta la crueldad, valiente hasta la desesperación. Definitivamente no le gustaría luchar contra él, como tampoco le gustaba jugar en su contra a los naipes. Y esta vez se permitió ir más allá- Y  mucho me temo que no va a ser todo tan tranquilo como hasta ahora... -mira de reojo a Cyryatan, observando indiferente su reacción- una sombra nos acecha. Primero pensé que era un albatros, pues parecía un ave grande, mas creo que vuela muchísimo más alto que los albatros y... -deja la frase en el aire, en su línea, con economía de verbos. La deducción era fácil, fuera lo que fuera, era mucho más grande que un albatros o su visión e intuición le fallaban...

Notas de juego

Je, je, sí, 8 -valor bastante anodino, por cierto ^^-, tranqui xD...

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05/06/2011, 19:48
Elhediel

No puedo por más que reirme - ¡la gran corsaria Elhediel! - mascullo entre dientes.

- Suena bien dicho de tu boca, Yazán, pero todavía me falta mucho para llegar a ser una gran corsaria - digo mientras termino de atar un cabo que andaba medio suelto - Soy joven, y eso juega de alguna forma a mi favor, y aprendo rápido...tal vez algún día pueda tener un barco como este. Miro a mi alrededor, y me gusta lo que veo. Sé que hay barcos más grandes, se que hay barcos más rápidos...pero hay cosas que se llevan en el corazón.

- ¿Qué más sabes de Kreontas?, estoy preocupada - digo pasándome ahora la mano por la frente - esto sin él no sería lo mismo.

Nos ha sacado de tantas...y ahora, justo ahora...

Notas de juego

*Por cierto pi, cuando postees por alguien basate un poco en su forma de postear y de hacer...es que a las 3 palabras sabía que el post de Elena era tuyo... XDDD

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05/06/2011, 23:02
Capitán Cyryatan

Notas de juego

bah, encima que postea por otros players le vienen con detalles. El mundo está loco xD