Partida Rol por web

Satisfecha porque el recién creado grupo vaya a tomar parte en la mayor de sus prioridades, Medea se siente realmente feliz. La joven chelaxiana entiende que su vida tiene mucho más sentido junto a toda esta gente que entre las clases nobles de Westcrown.

-Me apunto a esa misión de reconocimiento del terreno al que iremos luego a la noche.

Cuando entra Dante en escena, lanzo una mirada de envidia Qu..é cabrón. Como una lechuga luego, cuando comienza a hablar, cambio la mirada, alzando levemente los ojos Ahora va a resultar que es un jacobo, que va cascando todo como un papagayo. meneo la cabeza Bah, ¿qué más da? si no le importa a Jarl, a mi bastante menos.

Mientras las cosas se van perfilando, me pongo de cuclillas mientras voy sacando de mi mochila los ungüentos, betunes y demás trastos para comenzar a disfrazarme hasta que oigo a Medea. Desde mi posición, giro la cabeza hacia ella Vaya, esto va a ser más interesante de lo que creía. ¿Quieres venir conmigo? digo señalándome con un dedo Si es así, quizás pueda disfrazarme de anciando y que tú sean mi joven acompañante. Eso sí, también te tendré que cambiar un poco esos rasgos, y cambiarte las ropas.

-Suena divertido--asiente Medea a Durzo con mirada traviesa.

Hacia el final de la tarde os volvéis a juntar todos en la capilla.

Jarl, mucho más despejado, es de los primeros en llegar a la capilla. Cuando ve llegar a sus compañeros sonríe, esta claramente de mejor humor cuando tiene claro lo que hace.

- ¿Que tal?. ¿Habéis descubierto algo sobre esas bestias?.

Con un leve encogimiento de hombros Algo hemos descubierto, aunque no se si será suficiente digo sentándome en una silla y echándome hacia atrás como ya es costumbre

Por lo que hemos oído, esas bestias suelen acosar en las zonas no iluminadas y a viajeros solitarios o grupos pequeños de gente. Si os habeís fijado, en las calles principales o en los barrios buenos siempre procuran que estén iluminados.

En cuanto a las peculiaridades del sitio de entrega, pongo cara de que no hay mucho que decir es un basurero bastante corriente. Un sitio donde los vecinos dejan sus desperdicios y, como tal, huele bastante mal. Esto es otra cosa que me saca de quicio, que no se preocupe ese mierda de Alcalde de que esta zona se limpie de vez en cuando. ¿Qué más da que gentuza de por ahí coja enfermedades y muera? ¿o que sean alimento de esas bestias? con un suspiro niego con la cabeza, callándome durante unos instantes.

Cuando parece que no voy a decir nada más, alzo mano con un dedo estirado Ah, se me olvidaba. Mientras estábamos por la zona, alguien desde una ventana nos estaba observando, aunque no pude distinguir sus rasgos, la verdad. satisfecho de mi charla, pongo las manos por detrás de la nuca, sonriendo y mirando a Medea, por si quisisera añadir algo más.

- Supongo que eso significa que si vamos armados hasta los dientes intentaran evitarnos - comenta Jarl preocupado - Necesitamos engañarlas para que nos ataquen en un lugar concreto. Quizá alguien - mira directamente a Durzo con una sonrisa algo cruel- podía hacerse pasar por un mendigo y hacerlas caer en una emboscada.

Escucho con atención el relato de Durzo. Al menos sabiamos algo más de a lo que nos enfrentamos...

Por mi parte no he averiguado mucho más. Lo que sí que me han dicho es que no es probable que sean muertos vivientes... pero nadie sabe lo que son las sombras. Sinceramente no sé si puede ser algún tipo de bestia, o qué. Tampoco sé de nadieque ya los haya cazado, porque si alguien da una reocmpensa tan golosa, es seguro que más gente lo habrá intentado, y alguno se habrá llevado alguna pieza.

Dante, de buen humor, palmea la espalda de Durzo   creo que te va a tocar hacer de cebo, pero tranquilo, estaremos cerca para ayudarte.

Se gira a los demás y les dice no sabemos si esas bestias tienen alguna habilidad especial a la que temer ó alguna debilidad que podamos aprovechar, pero si que sabemos que pueden caer...     otros han conseguido matarlas según decían en la taberna  guarda silencio unos instantes  a lo mejor sería buena idea buscar a ese grupo de guerreros y preguntarles  se encoge de hombros  si, ya se que es muy ingenúo por mi parte, pero no tenemos mucho que perder.

Medea asentía despacio mientras escuchaba con atención a sus compañeros. Al parecer, poco o nada tenía que añadir al relato de Durzo. Sin embargo, a pesar de que lo último que deseaba era volver a revivir el terror que le habían producido aquellas maléficas criaturas, casi al mismo tiempo que comenzaba a hablar Dante, la valiente joven chelaxiana se postuló como posible voluntaria para la propuesta de Jarl:

-Yo no tengo problemas en hacer de cebo en la oscuridad. Además, siempre me han dicho que tengo vista de búho.

Con la boca abierto, y los ojos como platos, no dando pie a lo que estoy escuchando, miro a Jarl y a Dante Vaya pedazo de hijos de puta

Si os parece me cuelgo también unas morcillas por el cuello, a ver si les entra más apetito rumio hasta que Medea se ofrece voluntaria ¡Mierda! ¿por qué? negando con la cabeza Puff, vale, está bien. Iremos otra vez, disfrazos de la misma forma. Así quizás se crean que somos los mismos mendigos de antes.