Partida Rol por web

- Os debemos una a los dos - añade Jarl mientras asiente con la cabeza - No dudéis que pagaré.

Dicho y hecho. En cuanto habéis decidido el curso de acción elegís una zona alejada de las más concurridas de la ciudad pero lo suficientemente cerca de alguna calle iluminada por si tenéis que salir huyendo. Medea y Durzo se colocan en una zona de la calle en cuanto empieza a anochecer. Mientras que el resto os colocáis en bocacalles con las armas preparadas y dispuestos a dar caza a lo que quiera que pueda aparecer.

La ciudad comienza a sumirse en el silencio a medida que la noche cae sobre Avistan y os cobijáis en vuestras capas del frío húmedo de la ciudad. Las luces que se filtra de alguna ventana permite ver apenas las formas de las calles y de los edificios...

Un par de horas después de haber anochecido, cuando estáis casi a punto de desistir, escucháis un sonido proveniente de un callejón y lo que sale de él os deja perplejos. Una criatura amorfa que se parece vagamente a un cruce entre una serpiente grande y un insecto. Tiene la piel de un color negro brillante y varias de las partes de su cuerpo se mezclan a la perfección con las sombras que la rodean. Su movimiento constante y su forma repulsiva hace difícil identificarlo desde esta distancia...

La criatura se aproxima a Durzo reptando por las calles mientras deja una sustancia aceitosa a su paso...

¡Mierda! ¡esa maldita cosa se mueve muy rápido digo mientras desenfundo mi espada e intento clavarla en el escurridizo cuerpo del bicho.

Al ver que mi estocada no surte efecto, doy un paso hacia atrás, estirando un poco la mano hacia Merea Rápido, ponte detrás de mí.

Jarl corre a situarse delante de sus compañeros con el alfanje preparado.

- Atrás - dice Jarl entre dientes mientras se preparar para recibir los ataques de la bestia.

- Una criatura de las sombras, y es asquerosa - dice poniendo cara a juego con sus palabras.

Rebusca entre su equipo para sacar su arco mientras con la otra mano traza unos gestos rápidos con mano segura que da la práctica - thilg - la palabra cierra el hechizo mientras su mano alcanza el arma de Dante que empieza a brillar como una antorcha.

Cierro los ojos y comienzo una plegaria. A la vez, cojo el símbolo sagrado de mi querida Diosa, y le pido que me otorgue su don para acabar con la oscuridad. Tras esto, toco la espada de Jarl.

Jarl, dale caña. No podemos dejar escapar a esta criatura.

Después me acerco por la pared del edificio que tengo delante, intentando bordear a la criatura y así con un poco de suerte poder atacarla desde otro ángulo.

Horrorizada por el extraño aspecto de la criatura de las sombras, Medea guarda el extracto que portaba en la mano antes de preparar una de sus bombas incendiarias y lanzársela con saña a la amorfa bestia. Luego la joven del tatuaje en el rostro sigue las instrucciones de Durzo y se coloca justo detrás de él.

-¡A por ella, equipo!

Dante espera a que la joven lance una de sus fantásticas bombas, y enarbolando el ahora luminoso espadón se acerca a la criatura por un lateral, desgraciadamente su golpe arranca esquirlas de la pared en lugar de impactar contra la sombría bestia,  MIERDAAAAAA

Adriel conjura la luz sobre el arma de Dante y de repente la forma de la criatura es mucho más nítida. Parece que sin la cobertura de la oscuridad será más fácil acertarla.

Medea, de hecho no tiene problema en impactarla con su bomba y un chillido que casi os hace daño en los oídos os sorprende tanto que Dante está a punto de errar su golpe...

Viendo la luz que casi la ciega, la criatura lanza varios de sus apéndices contra Dante, fuente de la luz, pero no sabéis si es porque la luz le ciega o por qué, pero ninguno de sus zarpazos impacta en el valeroso guerrero.

Pero el problema es que la luz parece haber atraído a otra de esas cosas que se dirige inexorable hacia Dante...

Envalentonado por la presencia de todo el equipo, intento aprovechar la distracción que me proporciona Dante para avanzar y clavar la espada corta en las tripas de la asquerosa bestia.

Jarl aprovecha la distracción que le permite Durzo parar descargar un golpe con toda su fuerza en la bestia.

Adriel ve espantada como la segunda cosa sombría se une a la refriega. Pero por lo visto sus compañeros están dando buena cuenta de ellas a juzgar por el ruido de los tajos.

Por si acaso vienen más compañeros de esos bichos la maga conjura - gamic orram - y el aire a su alrededor parpadea por un instante.

El ataque de Durzo es bastante efectivo contra la criatura que parece herida muy seriamente.

Me muevo enarbolando la espada larga, pasando al lado de Jarl y asestando un tajo... al aire.

¡Maldita sea! ¡Acabad con ellas!

-¡Cuidado, Dante, que voy!

Medea avanza para tener mejor ángulo de tiro y luego lanza un nuevo cóctel de fuego a la segunda de las bestias sombrías, que lamentablemente también afecta a uno de sus compañeros.

Dante gruñe al sentir las salpicaduras de fuego y enarbola su espadón, impactando a la bestia sombría.

La criatura esquiva el mandoble de Seltius y Medea logra hacer explotar otra de sus bombas contra la nueva criatura. Dante, salpicado por la fuerte mezcla elaborada por la alquimista aprieta los dientes y destroza con su arma a la primera de las criaturas.

Jarl, al ver que se ha quedado sin oponente, se dirige a la otra criatura y la parte por la mitad.

Al ver a las dos criaturas caer rápidamente, busco una zona de penumbra para agazaparme con la espada apretada a mi pecho, mirando y eschucando cualquier sonido que pueda alterar la noche

Demasiado fácil ha sido esto. ¿Por qué la gente les tenía tanto miedo?, no me gusta nada. pienso mientras evoco la imagen de la figura que nos espiaba en una ventana, durante nuestra inspección