Partida Rol por web

-Aoi, si necesitas algo, sólo tienes que pedírnoslo. Te ayudaremos en lo que haga falta. -comentó con una sonrisa, aunque era verdad que por dentro estaba la imagen de antes de Maki. Le entró escalofríos sólo de recordarla...

Se acercó a la fila para conseguir un café bien cargado, luego toma un lugar en alguna mesa, no ha podido dormir muy bien, todo lo que está pasando es muy raro, pero ¿si Yoshi Sensei tiene razón?, y ¿solo estoy creando enemigos donde no hay?, luego de unos sorbos de café Rin deposita su cabeza sobre la mesa y cierra los ojos.

Asiento a Sota y ambos caminamos hasta Seto-san. No sé que me pasa, pero a mitad de camino doy un pequeño traspies. Consigo sobreponerme a tiempo, pero el pequeño inconveniente me distrae lo suficiente como para olvidar lo que iba a decir, apresurándome a inclinarme en dirección al doctor y a asentir avergonzada en cuanto nos pregunta si somos compañeros de Aoi.

Tan avergonzada me siento (y tan cómodo veo a Sota) que decido esperar a que él tome las riendas de la conversación, preparándome a escuchar atentamente las respuestas del médico y de nuestra compañera.

—¿Culpa tuya? ¿Por qué? Si tú no has hecho nada —comentó Nao.

Por la respuesta de Aoi, parecía que estaba muy contenta por haberse reencontrado con Maki. En cierto modo, Nao se alegraba por ella.

—Creo que es normal que no te acordaras de ella después de tanto tiempo. Además, debe de haber cambiado mucho. Puede que hasta haya cambiado su forma de ser, ¿no?

Cuando Nao preguntó sobre lo ocurrido en la azotea, Aoi volvió a tener la misma reacción extraña de la otra vez. Aquello era muy raro. ¿Acaso le dolía la cabeza cada vez que intentaba recordarlo? ¿Era eso normal?

—Siento haberte preguntado, Aoi. No debería. Debe de ser muy duro para ti. Lo siento —se disculpó Nao.

Maki mira a Sota con cierta extrañeza cuando dijo aquello, sin embargo, rápidamente responde:

Mi padre trabaja en este hospital, es normal que los doctores me conozcan… además, vengo mucho al hospital casi todos los días

Decía con su habitual tranquilidad, como si fuera lo más normal del mundo, cosa que podía ser perfectamente. Mientras Sota hablaba esta le observa en silencio

El medico se queda unos segundos en silencio, parecía pensar su respuesta, entonces dice:

Cada persona es muy diferente y tiene una capacidad de curación diferente. Además, supongo que te refieres al famoso video de tu compañera que espero quiten pronto de las redes.

El medico mientras hablaba usaba un tono tranquilo y amigable, mirando a los tres chicos para que vieran que este tenía atención en ellos:

No eran tan graves las heridas. Lo que pasa es que la sangre es muy escandalosa por así decirlo y parece que las heridas son mucho más graves de lo que son. Vuestra amiga tuvo suerte porque no se dañó tanto como parecía, y por eso esta tan bien. Así que no creo que pase muchos días en el hospital, pronto volverá a la escuela con vosotros. Además, le ha tratado el doctor Seto, el padre de Maki y es uno de nuestros mejores doctores

Mientras el hombre hablaba la enfermera asentía al escribir algo en el ordenador, parecía estar bastante de acuerdo con la opinión dada por el doctor

Aoi asiente a las palabras de Natsuki:

Muchas gracias, solo espero que me ayudéis cuando vuelva a clase porque seguro que estaré algo atrasada

La chica escucha los comentarios de Nao y asiente mientras responde:

Si, bueno, no me acuerdo mucho, pero no era tan diferente. En realidad, es que no la conocéis bien, ella es una chica muy agradable y simpática… pero muy tímida, por eso le cuesta hacer nuevas amistades y más después de lo que le paso que estuvo en un hospital en Estados Unidos tanto tiempo

Tras el episodio de dolor de cabeza niega y dice:

No… no lo sé, no lo recuerdo, pero creo que le doctor dice que es normal, que quizás con el tiempo recuerde algo

Haruka parecía seguir bastante molesta y tras lo dicho por Aoi dice:

Sí, claro, tímido mi pie… lo que es más rara que un perro verde y uff es que se cree que sabe de todo, de verdad

Yuka apurada se acerca a Haruka y dice:

Haruka tranquila, que ya paso, es solo una cosa tonta, no te sulfures tanto, vamos, tranquilízate, es por Aoi, que, si no se pondrá triste, ¿verdad?

Un golpecito en la espalda despierta a Rin, al ver se trata de un hombre con un aspecto algo descuidado y que huele a tabaco, el hombre le mira, tenía un café en la mano y toma asiento junto a Rin, con una voz ronca comenta:

Así que tú debes ser un alumno de la escuela… bueno, la de la chica que intento volar y no pudo

Da un largo sorbo a su café americano con aspecto de estar bastante cargado, se hecha un poco para atrás y dice:

¿Cómo te llamas chico? Yo soy el inspector Kashiwagi, a cargo del (hace un gesto de comillas con los dedos) de la chica de tu colegio

Rin estaba algo sobre saltado, comenzaba a conciliar el sueño y el hombre frente a él acabo con poder lograrlo, su frente se frunció cuando menciono la posibilidad de que fuere Aoi quien saltara del edificio.

Con notorio malgenio le contesto -Soy Murasaki Rin y conozco la suficiente a Aoi Chan para pensar que no quería volar- prácticamente le fulmina con la mirada -pero que se yo, solo soy un estudiante de instituto- lo dice con un sonado sarcasmo y vuelve a arremeter contra su bebida, ahora que no puede conciliar el sueño la necesita más que nunca.

Tanteó la idea de haber estado equivocado, de que realmente la sangre o la luz del video pareciera que los huesos salían y que las heridas habían sido mucho más simples de lo que realmente parecía, pero todavía intentaba pensar que no estaba loco. Demasiado pronto.

Supongo que tiene razón. Serán temores infundados.- Sonrió al doctor para luego mirar a su compañera. No estaba convencido, pero se negaba a creer que la magia existía más allá de las series de televisión.- Gracias por su ayuda. Nos alegramos que nuestra compañera se recupere tan favorablemente.- Dejó paso a su compañera Mieko por si quería añadir algo, teniendo claro que luego querría hablar con ella a solas.

Veo que este es mi momento para hablar. Para terminar de atar cabos, o al menos, rascar algo de información. Me acerco un paso hacia el doctor, terminando de ensayar lo que quiero decir en mi mente.

–¿El doctor Seto...? Me suena de algo... ¿Tan bueno es?–digo aparentando estar pensativa, como si lo tuviera en la punta de la lengua.–Bueno, de todas formas, me alegra que esté en buenas manos. Os tengo mucho respeto a los médicos, de hecho, quería estudiar medicina.

Y si las primeras palabras se arriesgan a sonar falsas, las últimas salen naturales. Después de todo, es verdad que ya no era mi plan...

—Sí. Te ayudaremos en lo que necesites. No te preocupes —le aseguró Nao.

Aoi afirmaba que Maki era más agradable de lo que parecía. Cierto era que cuando Takenaka y Nao se habían preocupado por ella, había mostrado una cara más amable de lo habitual. Quizás era cierto, y su problema era que no sabía expresarse bien. Por otro lado, aquella mañana en el gimnasio había dicho cosas horribles sobre Aoi.

Algo que mencionó la chica llamó mucho la atención de Nao: el motivo por el que estuvo ingresada en un hospital durante tan largo tiempo. No podía ser el accidente del que hablaba aquella noticia, ¿no?

—Sí… Pasar tanto tiempo en un hospital debió de ser horrible para ella… Lo que sea que le pasó debió de ser muy grave. Pero por suerte acabó recuperándose. —Nao no solía meter las narices en asuntos de otras personas. Pero necesitaba saber que la Maki que conocía no estaba relacionada de ninguna manera con la noticia.

-Cuenta con nosotras, compañera.

El hombre sonríe, parecía que había conseguido algo que quería conseguir, mira a Rin y dice:

Así que eres cercano a la chica y no crees que se intentara suicidar

El inspector de policía se hecha un poco para atrás, da un largo sorbo y después se acerca a Rin mientras habla:

Parece que todos los que he hablado piensan lo mismo… o mejor dicho, las más cercanos a la chica no creen que se quisiera suicidar… interesante, ¿verdad? ¿Tu amiga tenía algún enemigo o algo así? Porque por lo que he visto de donde cayó o salto o le empujaron, no hay más posibilidades…

Justo en ese momento suena el móvil del hombre, este lo coge y dice:

¿Si? Vaya... muy bien, ahora voy

Se pone de pie y deja su tarjeta con su contacto y su nombre en la mesa, mira a Rin y dice:

Si se te ocurre alguien... dímelo, ¿vale?

Para marcharse sin esperar respuesta

El medico mira a Rin y asiente mientras dice:

Sí, es una chica fuerte, con un organismo fuerte, pero la mente no siempre es tan fuerte o se recupera tan rápido como el cuerpo, aunque lo oculte, seguro que está afectada, deberíais ser muy amables con ella

Después mira a Mieko, parecía un poco sorprendido por su pregunta, como si le extrañara, pero responde:

Claro, seguro que te suena porque es el padre de tu compañera de clase, pero también porque es un doctor muy conocido, es uno de los mejores doctores que he conocido, un grandísimo profesional.

Tras mostrar interés por querer estudiar medicina, el hombre sonríe y dice:

Vaya que bien, me alegro mucho. Si algún día te interesa hacer un voluntariado o conocer más de la profesión no dudes en venir. Mira esta es mi tarjeta

Decía el doctor mientras le daba la tarjeta del hospital, en ella aparecían el número de teléfono y mail del doctor, así como su nombre, Gendo Tachibana y su cargo como Doctor e investigador asistente en traumatología

Justo en ese momento una enfermera entra en la habitación, con un tono amable comenta:

Vaya, que bien acompañada estas Aoi, pero me temo que tendrán que marcharse. Ha llegado la hora de tu chequeo y tengo que prepararte.

Mira con una mirada amable a las chicas y con ese mismo tono dice:

Si no os importa, podréis venir a verla mañana, ¿vale?

Haruka y Yuka se despiden de Aoi la cual se despide con una gran sonrisa y comienzan a salir de la habitación.

Toma la tarjeta entre sus manos y sus pensamientos comienzan a volar entre múltiples posibilidades, le gustaría saber que tan de confianza es el inspector, tal vez debería investigarle, no puede evitar una sonrisa ante la ironía, toma su café y lo bebe de un sorbo.

“Bueno, hay mucho que hacer y poco tiempo, creo que debería despedirme de Aoi Chan e ir a buscar el libro que prometí, luego investigar a Kashiwagi San y decidir si hablar o no con él” pensó al tiempo que se levantaba y estiraba sus músculos, luego dispuso del envase del café y camino rumbo a la habitación de Aoi con la intención de despedirse.

Antes de que Aoi pudiese responder nada respecto al accidente de Maki, llegó la enfermera. Parecía que se había acabado el horario de visitas. Tenían que marcharse.

—Adiós, Aoi. Volveremos mañana, ¿vale? Espero que te recuperes pronto —le dijo Nao a modo de despedida.

¿Dónde se habían metido los demás? Habían ido a ver al doctor, pero había pasado tanto tiempo que se había acabado el horario de visitas, y no habían vuelto. Nao decidió ir en su busca. Escribió un mensaje en el móvil, para intentar encontrarlos más rápido.

—Voy a buscar a Mieko, Sota y Rin. ¿Vienes? —comentó a su compañera.