Partida Rol por web

Crónica de los Secretos (1): Tiempos de Sangre Tenue

Preludio (Vitraya): El principio del fin

Cargando editor
04/08/2010, 13:18
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

Razón tenía en cuanto a su personalidad. Timidez junto a falta de autoestima. Parecia que lo había infravalorado demasiado tiempo y este alejamiento, tanto por el miedo como por el caracter de Golum, transmitia sus temores... Asintiendo en cuanto nombro a Michael para que lo pudiese ayudar. Aun así este hecho denotaba demasiada dependencia hacía su compañero, la cual esperaba no se debiese en muchos más sentidos. Sabiendo que tendria que subir la seguridad emocional de James, escuche cada interrupción y cada reflexión de mi sirviente, queriendo encontrar algo que no me gustase pero sorprendiendome de ver en él, un cambio substancial. Después de sus dudas entorno al gestor, me senté a su lado, sonriendole y apartandole su flequillo de su frente. Pues claro que deberás estar cuando el gestor este presente. ¿Para que crees que hice que Josep estubiese esta noche, junto a ti?-. Una pregunta retorica, que a la vez justificaba muchas cosas a esas alturas. Además podrás aprovechar para preguntarle lo de las armas... -. Esta elusion era debido a que igualmente Lucius estaria encerrado bastante tiempo, por no decir que seguramente no volveria al momento a relacionarse con este tipo de trabajo. Dicho esto, me acerqué y lo bese en los labios, sentenciando de esta manera nuestra conversación. Solo con un lebe murmuró: Más tarde seguiremos hablando, pequeño... Mirandolo a los ojos pero pensando que aún quedaba mucho trabajo para valorar si el rumbo de mi sirviente tomaba un buen camino.

Al escuchar los golpecitos en la puerta, me levanté arreglandome la parte inferior del vestido, puesto a tantos movimientos de durante escasos quinze minutos... Y tras escuchar la redundancia que había ocurrido a mis espaldas, de los pillines sirvientes negé con la cabeza a la pregunta de Lucita sobre irnos, mientras me quedaba delante de Michael .- Poniendome la mano en la que llevaba el baston pasando la palma de esta en mi frente y cerrando los ojos junto a una sonrisa de incredulidad, sobre entender que la cama estaba destrozada. Otro objeto roto en poco menos de una hora... Murmurandole: Sois de lo que no hay... realmente hay cosas que no tienen precio... - acabe el murmuro junto a unas risas imaginando a lucita como una sardina ligada a la cama, pero volviendose tiburon para salir de ella.- Pero ir jugando con fuego, -. Me giré aún mirando a mi sirviente y señale con el baston la estupenda arma de esa mujer.- uno al final puede llegar a quemarse... Dicho esto me acerqué al sirviente de Josep, con una sonrisa algo cinica y a la vez mostrando contentamiento. Había sido una jugarreta demasiado brillante como para undirla, pero la cama deberia ser restituida. No me gustaba lo más minimo tener un mueble roto en la casa justo cuando había tantos invitados... Refiriendome a los dos igualmente, con un tono de contentamiento le dije.: ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero!... pero.. ¡Cuestan tanto! -.Una carcajada libre y divertida salio de mis labios, cogiendo mi baston con la mano con la que sujetaba el maletin del ordenador, quedandome delante de los dos, hasta que pegue un golpe encima del hombro de este mirandolo fijamente con cara de poco divertimiento ya y un tono que rozaba a un enfado forzado.- Vais a compartir los gastos de la broma... .-Me giré dirigiendome a la puerta mientras seguia diciendo como para mi misma y dejandolo caer para generalizar... Espero que sea la última vez que un invitado tenga que romperme algo... a sabiendas de lo que ha pasado antes en el salón... .- Negé con la cabeza despues de esta ironia, con una sonrisa de incredulidad de nuevo, cogiendo mi baston para escucharlo caer en el suelo y caminar junto a él, sabiendo que ni había dirigido una sola palabra a esa mujer. No queriendo entender el humor estrambotico que podria llegar a albergar después de eso.

Divisando después la limusina, ¿cuanto tiempo hacía que no iva con un coche así? Realmente era tanto que casí no me acordaba de las conversaciones de las cuales me habían hecho sentir en su momento como una reina... Pero tampoco entendía el porque había de ir al Eliseo con el coche expuesto por el Monarca. Un hecho que me desconcertaba, al igual que cuanto vi a Pablo. Ese tatuaje llamaba demasiado la atención, era algo que no les permitiria sustentar a mis sirvientes por nada del mundo. Al entrar y observar tanto lujo en un espacio tan reducido, me dejo algo anonadada pero enseguida elegi sentarme al lado derecho de la limusina quedando algo cerca de la regilla dónde se separaba la parte trasera con la cabina del conductor. Dejando el maletin encima de mis piernas cruzadas y el bolso encima de este también. Que fuese lujoso el lugar, no significaba que me sintiera agusto. Sintiendome como cuando me senté en el sillón donde mi sire ejercia la función de consejero. No queriendo aposentarme en un lugar del cual no entendia el porqué. Seguia dudando el hecho por el que debia ser llebada con el vehículo del Principe, cuando Lucita hizo elusión a su domicilio, lo que hizo que acabase de dudar más y fruncir la frente con una lebe sonrisa de incredulidad, mirandola de reojo creiendo que estaba jugando conmigo de una manera muy sutil. Por eso me giré dirigiendome al sirviente, con un tono tenue y despreocupado, le comente: Mientras vea que llegaremos a la hora acordada por su domitor... ústed mismo caballero. .- Mis labios se cerraron pero aún quedaba algo por decir. Algo que me haria sentir contenta en ese momentoy le murmuré: Podría ser tan amable de encontrar la sintonia de "Flaix Fm"... Dicho esto me giré acomodando mi espalda en el sofá mirando a lucita y retirandome el pelo de la cara.- La esperaré en el coche, a fin de cuentas... .- Cerré mis labios pensando que era bastante inecesario puntualizar más, puesto era evidente que la diferencia era que cierta información ella seguramente no la daria. Como ver el arsenal que debía albergar en su casa, además de no querer ser manipulada como lo había sido anteriormente. Además de la ignorancia a la que debia estar acostumbrada ella por mi parte, desde el día que entro por las puertas de mi Villa. Sabiendo que en ese caso valia la pena infundar en el silencio, las evidentes ganas de denotar que callar muchas veces servia para obserbar mejor. Recordando la cruz... irme de esa sala... mi Golum... Por eso abrí mi bolso para sacar los cd"s y cerrandolo de nuevo, empece a rebisarlos. Buscando las canciones que mejor irian para la noche o para pedirlas en determinados momentos. La cuestión es que eso me haría estar concentrada y tranquila a la vez que contenta y feliz. Ya quedaba menos para poder llegar a la Discoteca y modificar cuanto fuese necesario para su buen funcionamiento.

 

Cargando editor
04/08/2010, 16:00
Director
Cargando pj

El modo cómo el siervo de Montoya asintió con la cabeza tras tu petición de poner algún tipo de música de fondo, algo que pudiera destensar un poco el ambiente, recordandote la manera cómo afirmó Michael tras tus comentarios, mezclados de incredulidad y rabia.

Póngase cómoda señorita Schiavone te dijo Pablo con ésa voz grave que le caracterízaba, observando cómo empezabais a salir de la Villa mientras el mismo Matamoros sintonizaba rápidamente la emisora, cómo si ya la tubiera guardada en la memoria del reproductor.

Sólo serán unos minutos, tengo que ir a recojer unas cosas para proseguir trabajando -te dijo Lucita, de forma seca, cómo normalmente hacía, diciendo sólo lo necesario en cada conversación-.

Empezaste a oír la música sonando mientras te dijaste en que no terminabas de saber la forma cómo debías dirigirte a Pablo. Realmente, no dejaba de ser un mero siervo, un humano algo mejorado con sangre vampírica, pero poco más. Aún así, no dejaba de ser el siervo del Principe, y por lo visto en la forma de hablarle de Lucita, alguien con bastante influencia en el ambito del monarca.

Con todas las elocubraciones rondando por tu mente, viste cómo paraba el coche frente a un duplex unifamiliar, con algo de jardín detrás de un muro de piedra con verja de medio metro de alto cómo puerta.  Fue en ése momento que Lucita salió de la limusina.

No hace falta que me acompañe, cojo las cosas y vengo - te dijo antes de cerrar la puerta, en alusión a tu anterior comentario, mientras la canción que sonaba en la radio empezaba a terminar, dejando un momento en total silencio la estancia, cómo si Pablo dejara el momento para que hablaras tu, evitando iniciar ninguna conversación.

 

Al cabo de unos cinco minutos, Lucita volvió con una maleta de gimnasio negra en la mano derecha, pareciendo por la tensión de su brazo cómo si llevara bastante peso, percatandote cuando entró, y la dejó tirada encima de la mesa mientras cerraba la puerta, que no había tenido tiempo o espacio ni para cerrarla. Una vez sentada, Pablo volvió a poner en marcha el motor del coche, mientras en la radio ya volvía a sonar otra canción.

Faltaban algo más de quince minutos para que tubierais que estar en el Elíseo, y viendo a Lucita rebuscar en su maleta, te fijaste en que estaba rellena de armamento: cadenas, estacas, cuchillos, cruces, una ballesta,... Realmente, ésa mujer íba armada hasta los dientes, algo que podía llegar a intimidar a cualquiera.

Pese a todo ello, al poco te percataste de que el camino elejido para proseguir con el coche se estaba alejando del centro de la ciudad, pasando por debajo del cementerio de Monjuic en uno de ésos momentos en que ya te asegurabas que si éso era una broma no tenía grácia, pues ya si que sería imposible llegar al Elíseo a la hora indicada.

Estubisteis cómo quince minutos hasta empezar a alejaros totalmente de la ciudad, dirigiendoos hacia alguna parte, hasta que comprovaste que os empezabais a adentrar en una zona algo boscosa, parando en medio de un prado dónde Pablo paro el coche para posteriormente abrir la puerta e indicarte que salieras.

Señorita Schiavone, las ordenes del señor Montoya han sido claras, debo dejarla aquí...

En ése momento entro dentro de vuestro compartimento para ayudarte a sacar el bolso y el maletin del ordenador, para, una vez fuera entregartelos mientras te decía: no tengo ningúna información más, supongo que pronto sabra algo. Y cerró la puerta, quedandose Lucita en el interior, quien, bajando la ventanilla del lateral derecho de la limusina te ofreció la ballesta, de unos 25 centimetros de largo, una bolsa alargada con flechas y una linterna. Yo tengo que seguir con mi trabajo, vigila tu entorno mientras llegan los demás.

Después de decir éso volvió a subir la ventanilla para, encendiendo Pablo de nuevo el motor giró la limusina para emprender de nuevo el camino por dónde llegasteis. Quedandote sólo en medio de ésa planicie, rodeada de arboles.

Eran ya las diez y cuarto de la noche, y realmente, no sabías dónde te encontrabas.

Cargando editor
04/08/2010, 18:46
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

Entendia que almenos iriamos rapido, al llegar justo cuando aún sonaba la primera cancion salida del reproductor de ese vehiculo, al que no me acavaba de acomodarme. Por mucho que sonara la musica, estaba concentrada en los cds y pensatiba a lo referente a las visitas del resto de la noche. Por suerte, la mayoria de indicaciones estaban dadas a mis sirvientes, aunque los tiempos de los conocidos a recibirme quizás eran demasiado conjuntadas, algo que me preocupaba. En parar el coche delante de la casa de Lucita, y tras haber obserbado más o menos como era, la escuche, para abrir el bolso y dejar de rebisar los discos. Atendiendo al final de la canción, pero quedandome mirando al sirviente de Montoya. Eran ya muchos los años en los que me había acostumbrado a estar entre Cainitas. Almenos durante las largas noches de estar por la zona de los vástagos... pero sinceramente tampoco era muy habitual ver a gente influiente de la ciudad por allí. Como si estos recuerdos hubíesen entrado en mí llenandome de una preocupación, que medio apagué mirando através de las ventanillas. Pero antes de que entrase de nuevo Lucita, decidi traginear el telefono, para apagar el sonido. Tampoco sabía si me llamarian de improviso al estar en el Eliseo, ni si me daría tiempo a poder apagar la vibración, en entrar allí y no saber dónde iria. 

Cerré la bolsa, justo cuando la vi entrar con semejante bolsa, sorprendiendome de ver todo aquello y encuriosida por el hecho de estar muy segura de que lo necesitaria. La miré realmente extrañada de que todo aquello, lo pudiese usar en una sola noche. ¿Acaso se preparaba para un altercado? Aun así, cuando acabe de darme cuenta que el viaje se iva por dónde no veia, mirando por las ventanas con sorpresa al no tener ni idea de dónde llegaríamos-. Murmuré de manera leve, dirigida para mi misma como queriendo explotar mis dudas y saber que igualmente el silencio permaneceria intacto por parte de los otros dos ocupantes .- ¿Es que no puede haber un día normal? Solo me quedaba esperar a ver en que consistia la broma. Mi posición de incredulidad anté no tener que ir al Eliseo, me hizo despertar otra duda: ¿Llegaría a tiempo para estar en mi propia invitación con el comisario? Me aparte el pelo y me hice un recogido en forma de moño, con dos gomas del pelo. Divisando un bosque que no me traia muy buena pinta. Una actitud de desconfianza cuando empeze a quitarme los guantes y darles la vuelta, dejando el anillo expuesto en la mesa de madera. Sin mirar a mi alrededor pensando que no me gustaba ensuciarme, ni llamar la atención en caso de ser el destino de encuentro con algun chalado. Girandolos para ver el pelaje de detras, de un marron carne al ser los guantes de una piel, que aun y ser fina, no resaltaba tanto como el precioso rojo. Así ni aún haber puesto, el anillo en mi dedo ya casí llegavamos, aproveche para quitarme los pendientes y la cadena de mi muñeca para dejarlas guardadas en un bolsito con cremallera del ya tan usado bolso.

Pero todas estas acciones como protegiendome de las insensateces que podian llegar a ocurrir en un lugar tan alejado, sin saber que tipo de circunstancias podrian llegar a aparecer me dejaba desconcertada. Justo cuando terminaba de ponerme el anillo que tan apreciadamente me dio mi sire, escuchar como me dejaban allí, con una pedazo ballesta de las cuales nunca me había entretenido ni a disparar. Bueno, solo una vez, y por quizá mala suerte la última en usar. Siendo para mi mas comodas las armas de fuego... Antés de abrir la linterna, me acomodé el abrigo rebuscando si algo en su interior me pudiese servir, como si un nerviosismo inicial se apoderará de mis actos. Pero quizás fué encontrarme en un lugar que no esperaba me hizó darme cuenta de que llamaba mucho la atención el propio vestido, y en esto aproveche para cerrarlo hasta la altura de mi pecho. Recordando que la cruz había servido en más de una ocasión para arreciegar algun que otro vástago... Un suspiro para meditar en que hacer, en la espera, pero no dejando de mirar ni escuchar mi alrededor. Siendo extraño casi cualquier falso movimiento, ruido extraño. Pero de mientras rebuscaba en mi entorno, me colgé de cruzado la tira del maletin. Pensé que de haberme servido en el Eliseo, ahora era un trasto inservible. Pero a la vez bastante valuoso, recordando que de no ser por comprar los maletines acomodados para estos objetos, me sentiria peor... En esto, mirando la ballesta junto a la linterna me quedé traspuesta. A la mierda los zapatos... No señor, por eso me los saqué guardandolos en el bolso como pude. Para cerrarlo con algo de dificultad para dejarlo colgado igual que el maletin. Una figura dantesca, en una función de la que no se sentia nada preparada. Miré con lastima la ballesta sin dejar en ningún momento de estar atenta a los ruidos o posibles movimientos de mi alrededor, como conejo en medio de una carretera. Recogiendola junto a las "flechas", la intente cargar. Si no me funciono almenos intentaria usar la linterna para ello. 

Así con mi intento de protegerme, la idea de ponerme nerviosa se había ido pasando de largo en tantas acciones para lo principal. Saber realmente a que estaba allí. Saber el porque desde que salí de la sala del Consejo, el mismo Montoya ya había comentado lo del Eliseo. ¿Que tipo de broma estaban tramando? ¿Acaso era el bufon de la corte y yo sin saberlo? Pensando en las posibilidades de estar allí, me alibiaba comprender que, aun así podría esquibar y percatarme de cuanquier llegada, apartandome un poco de dónde estaba. Buscando refugiarme al lado de algun arbol o algunas matas. Así quizás esperaria a "los demas" con más tranquilidad y aliento de seguridad en una zona que ni siquiera sabía donde llegaba.

Notas de juego

Activacion de los sentidos.

Cargando editor
04/08/2010, 21:03
Director
Cargando pj

Ya con todo arreglado para poder ir algo mejor preparada para tales lindares naturales, te pusiste a cargar la ballesta que te había entregado Lucita. Sacaste una de las flechas, cuidadosamente enfundadas en ésa pequeña bolsa de cuero dónde aún quedaban unas nueve más, fijandote en el detellismo de su punta, totalmente afilada de color plateado, con lijeros rebordes a modo de arpón.

Habías usado hacía tiempo una arma parecida, pero realmente mucho más antigua, pudiendo comprobar un cuidadoso sistema para cargar la diminuta flecha con más facilidad.

El mero hecho de saber que estabas protegida aunqe fuera sólo por ésa arma te daba más seguridad, concentrandote en tu entorno hacía el detallismo que tus sentidos aumentados te permitieran.

Por suerte, pero, la luz de la luna aún creciente te daba una ténue iluminación que te permitía ir sin linterna, dejandote una mano libre.

La noche parecía tranquila, oíendo sólo el lebe mover de hojas producidos por la brisa nocturna, y algun buho a la lejanía, nada más.

Ni ruidos de motores, ni voces, ni disparos, ni pasos,... nada más.

En tu interior notabas que ya eran cerca de las diez y media cuando a lo lejos oíste un fuerte alarido, empezando a oír un sonido cada vez más grabe que se acercaba. Eran cómo unos pasos que se acercaban, desde detrás tuyo. Te giraste, y viste cómo se empezaban a mover unos arbustos, a unos teinta metros de dónde estabas hasta que de golpe, viste una silueta caer al suelo. Parecía un hombre, de altura mediana, y no muy corpulento.

Empezó a gatear, dirigiendose poco a poco hasta tu dirección, hasta que, enfocando la linterna dónde estaba te percataste de que se trataba de un hombre rubio vestido con traje, un traje muy parecido al que llevaba Oriol ésta tarde, pero ahora bastante manchado de sangre hasta que, cerca oíste una voz que te sonaba conocida. No se mueva de dónde está.

Te giraste, y pudiste ver a Guerson, con un cuchillo en la mano y detrás suyo a Montoya, con una chica cojida por el hombro, divisando todo el espectaculo. El mismo que desde la lejanía había hablado.

En ése momento te quedaste de pie, apuntando instintivamente con la ballesta que Lucita te había dado hasta que notaste cómo unos dedos te tocaban en el tobillo. Miraste sobresaltada y te percataste de que se trataba del profesor, con algo de terror en la cara, toda manchada de barro y sangre, algun que otro arañazo que se debía haber hecho por el camino, y dos agujeros en medio del cuello del que poco a poco iba brotando sangre.

Su amigo sabe mucho señorita Schiavone, sólo está aprendiendo lo que es morir mientras la esperabamos.

Ésas palabras te sonaron maquiavelicas, bajo ésa sonrisa sarcastica del monarca. ¿Tambien usted sabe más de lo que cuenta?

Tras decir ésas palabras señaló hacia el suelo, hacia Oriol. Conrad te había dicho que no pasaría nada con él, ¿que había pasado?

Oíste las entrecortadas respiraciones de Oriol, observando que sus pulmones se estaban empezando a llenar de sangre y que, seguramente, le quedaba poco para padecer un colapso, cuando Montoya te dijo, rotundamente. Usted le descubrió y quiso que se le Abrazara, quiero que tengas claro que, cómo Guerson, tambien padecerá la carga de la responsabilidad si nos pone en peligro. Hizó un breve silencio, para mirandote fijamente a los ojos añadir: Guerson está a la espera de que le diga que debe hacer, señorita Schiavone. Usted decide... su amigo ¿vive o muere?

Tras esas palabras te fijaste sólo en tres puntos: la cara aterrada que tenía la chica joven, de unos 25 años y larga melena rubia que íba con Montoya, a Guerson con el cuchillo y a Oriol, agonico a tus pies.

 

- Tiradas (2)
Cargando editor
04/08/2010, 22:19
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

Perdida en medio del bosque, notando hierba y algo de tierra en los pies. Sentia poder estar tranquila y paciguada, pero a la vez desorientada. Sensación que se transmitia mientras pensaba en como de estar en el Eliseo había llegado a tierra de nadie... Pero de entrever esa silueta, a ver todo como se desenvolvia todo, era como estar participando en una broma de muy mal gusto. Sintiendome indignada a la vez que incredula ante tal bochorno.

Aguantando la ballesta sin creerme que era verdad que esa pregunta fuera dirigida a mi. Justo en esa situación, recordando que normalmente se trataba al progimo con desconfianza. Como él hacia con migo desde el principio. Pero tan atenta al discurso de montoya al igual que al desvalido Profesor, pudiendo murmurar levemente tan solo su nombre en cuanto descubrí que era él. Con real preocupación, ya que todo quedo dicho en su momento y no sabia porque se había llebado al limite de tener que aguantar tal funcion. Perpretada de ya mucho antes... Desalentada como él, baje la ballesta mientras el discurso de Montoya se adentraba a mi mente como agua fria.- Cogiendo fuertemente el hombro de Guerson en cuanto comenzo la pregunta, en el momento justo de escuchar Vida.- Y en su última palabra divisar la muerte, la no-vida de Oriol, esa que tanto había querido,... Pensando que era algo que podría alegrarme, ademas de animar mi espiritu. Me dirigi a Oriol, acumulando toda una sensacion de indignación puesto las maneras... con un grito de atención, melancolia y preocupación.- ¡No temas ahora! ¡Solo controlate!.- Mientras decia esto me medio aparte para mirando con firmacia seriedad y contundencia dejando el brazo de Guerson. Diciendole justo después de gritar al Profesor con algo de impetu, pues lo vi casí convaleciente... Pero ahora con la voz entrecortada por mi grito anterior. Hagalo ya, porfabor... .- Acabando de mis palabras separandome de ellos, sin querer mirar.

Dirigiendome hacía montoya con paso muy lento, sin querer ir a parar a su lado. Divisando el camino, los niveles del suelo. Pensando en como si esa mujer parecida a mi, padeceria una muerte, en el primer comer del Profesor, eso supondria un error. A sabiendas que si se pasaba, no sabría como reaccionaria. Si gritandole o no... No sabiendo si Guerson, accediria puesto no dije nada en la pregunta en que me acusaban de acallar cosas. Quitandome las gomas del pelo para dejar mi melena rubia despojada de las ataduras. Estas significando ahora mismo, el cuerdo lazo que me unia al andar de Oriol. Arreglandomela recordando la chica que había al lado del monarca, puesto cerre los ojos. Alerta igualmente por si la no-vida del recien despertar, se pudiese abalanzar contra mi. No queriendo mirar hasta que se tubiese que alimentar. Además no importunandome con algun seguro comentario fuera de lugar, por parte del Director de la función.

Cargando editor
05/08/2010, 01:08
Director
Cargando pj

Cabizbaja, mientras te quitabas las gomas del pelo, te dirigiste hacia Montoya, aún descalza, dejando de apuntarle ya con la ballesta mientras observabas cómo asentía con la cabeza, escuchando un leve grito por parte de Guerson, y cómo, poco después, el monarca soltaba a la aterrada y llorosa chica.

Ya puede girarse señorita Schiavone -te dijo mientras con un brazo paraba tu caminar, poniendote una mano en el hombro y con un seco movimiendote, girandote desde allí hasta los descalzos pies-. En ver a Guerson vendandose el brazo te alegraste. Éso significaba que, al menos, la primera fase del nuevo andar del profesor había terminado con éxito, observando que no había nadie estirado cerca suyo.

Al poco, los gritos de ésa chica te alertaron hacia unos cuarenta grados a la derecha de dónde estaba Guerson, a lo lejos, pudiste verla correr, terminando cayendo por un tacon que se le había undido en el suelo, justo el grave error que temías cometer tu. Hasta que de golpe, una silueta se le avalanzó y mordió en su cuello.

Se trataba de Oriol, su primera hambre saciada en ése nueva condición a la que le habiais llebado entre los tres, sabiendo que, realmente, tu eras una de las codirectoras de ésa escena. Señor Misrhají -dijo Montoya mientras te agarraba más fuerte por el hombre-, encarguese del la chica y de que lo olvide todo. Ya sabe dónde está el lago, que tu chiquillo se de un baño y se cambie, en el coche hay otro traje. Mientras decía ésas palabras pudiste ver cómo Oriol había dejado a la chica en el suelo, quien aún se movia, por suerte, observando cómo se dirigía hacia vosotros justo después de comer, limpiandose con el brazó la sangre que aún le regalimaba por los labios, pudiendo ver cómo poco a poco la Bestia iba desapareciendo de su rostro, volviendo a la normalidad, justo cuando Guerson se acercó a él para, cojiendo sus brazós con las manos preguntarle, cómo un murmuro que gracias a tus sentidos conseguiste oír. ¿Te encuentras bien? El profesor sólo asintió con la cabeza, percatandote de que estaba un poco desorientado.

Nos encontramos en el lago -dijo Montoya mientras giraba contigo aún cojida del hombro y seguía dirigiendose a Guerson diciendole- tengo unas cuantas cosas que hablar con la señorita.

Empezasteis a andar, alejandoos de la planicie mientras os adentrabais poco a poco al bosque, empezandote a decir Montoya: no se ponga los zapatos por ahora, en breve iremos al lago con su amigo y Guerson, allí se podrá quitar todo el barro. Tras ésas palabras observaste tus pies, fijandote de que, debido a la humedad de ésas últimas noches, tenías los pies con cierto color marronoso, mientras oías a Montoya siguiendo hablar.

Señorita Schiavone, estamos en Collserola, Parque Natural barcelones a la par que hogar de Garus. O ésto es lo que se quiere que la gente crea. Sus palabras te sorprendieron, notando por el rintintin de su inicio que su explicación sería algo larga. Quizá por ello deseaba que os apartarais un poco de los otros dos acompañantes del monarca, percatandote de que quizá éso llegaría a dar inicio a tu segunda tarea. Hace unos días, mandé a ésa joven cainita que trabajaba en ésa discoteca a investigar unas cosas justo aquí. Desde hace dos días, su sire, no sabe nada de ella, desde que por la tarde del día cuatro se despidio de ella para venir justo aquí. Por un momento, no entendías en que te podría relacionar ése tema, pero sabías que, por la retorzada mente de Montoya, todo era posible.

Hace alrededor de unos dos meses, encontramos una extraña daga, algo curva, justo en el prado dónde estabamos antes. Siguió diciendo Montoya mientras oías a lo lejos un murmuro entre dos hombres que te parecían Oriol y Guerson, con un leve fondo de agua repicando sobre el suelo. La situación sería tranquila, si no fuera porqué se trata de la chiquilla de un importante miembro de Nueva York, muy valioso para su Regente, encargado de la resistencia en Estados Unidos. Seguístes avanzando, hasta que se paró delante tuyo, para, mirandote a los ojos murmurarte: eso no tendría nada que ver con usted si no fuera por el último propietario de dicha arma. Negó con la cabeza para seguir comentando: por desgracia, se perdió con ella. Aún así, no le pediré que la busques a ella o a lo que quede de sus restos, para ello ya tengo a otras personas. Lo que a mi me interesa es la identidad del hombre que, según Claudi, había empuñado por última vez el objeto, y hecho uso con él. En ése momento, mientras se encendió un cigarrillo, ofreciendote otro a ti mostrandote el paquete abierto para contarte que se trataba de un hombre de unos treinta años, cabello bastante arreglados y sin barba, que llevaba una túnica blanca con un extraño símbolo de una media luna roja dentro de un circulo, recordandote el tatuaje de Oriol, y un arma de características similares, pero que hasta hacía poco habían tenido en sus manos. ¿Sería la misma daga? ¿Había más cómo ésa?. Aún así, por lo que me comentó Claudi, a la chica no le contó nada de ésto, solo le dijo el nombre de ése hombre, un nombre que había oído viturear a una multitud. Vincenso Schiavone... -dijo haciendo un leve silencio tras decir el nombre real de tu primo-, ¿le suena de algo señorita?

Por su mirada, te percataste de que Montoya por ahora, no te culpaba de nada, dejandote claro justo despés, que sólo había pensado en ti por la coincidencia de apellidos. Quizá un antiguo familiar o alguien nacido de su estirpe familiar, quien sabe. Lastima que las visiones ligadas a objetos no permitan sentir a la Bestia.

Necesitaría que investigara sobre él, además, ésa coincidencia de apellidos puede significar que tambien la esté buscando a usted. Tiro el cigarrillo al suelo, y mientras lo pisaba con la punta del pie, añadió. Por cierto, confío de nuevo en su absoluta discreción, pero ésa vez, si puede ser, que hasta su sire se entere de lo justo y necesario.

 

Una vez terminada la conversación siguisteis adelante hacia el lago. Allí estaba Guerson, tal y cómo te había dicho Montoya, y de golpe viste a Oriol, saliendo totalmente desnudo en un salto del interior de ése gran lago de agua cristalina, cojiendo una toalla para empezar a secarse cuando, girandose hacia dónde estabais te sonrió en el momento de verte, guiñandote un ojo y diciendote: grácias Vitraya. Me habeis dado el mejor regalo, notando cómo en ése momento Montoya te soltaba el hombro y sonreía, pero ahora sin sarcasmo, algo extraño en él.

Cargando editor
06/08/2010, 00:50
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

Me lo parecía a mi, desde el momento en que me giró bruscamente, que iva a ser una escena demasiado rapida como para detenerme a pensar en que sentía. Parecia querer analizar cada segundo, ¿Era por el hecho de querer que su transcender, debía ser mejor que el mio? Pero Guerson le dio, a mi modo de ver, un avance, sin saber seguramente que Oriol estaba ligado con mi sangre... ¿como se lo tomaría? Era una alegria ver que lo hizo. Cambiando mi expresión en cuanto se cayo la muchacha, moviendo yo algo los pies, sin perderme como el Profesor se reponia junto a las buenas palabras de su Sire... Era una duracion paradojica, hasta que Montoya propuso salir de la zona por otro camino, que no fuera el de la nueva familia. Comprendiendo que quizás necesitarian estar a solas para terminar de completar el proceso, el cual era obvio, iniciaria Guerson.

Aún estaba agarrada por el hombro, notandome incomoda pero a la vez tranquila. ¿Más cosas de las que hablar? Ahora y aquí... Pensé mientras dejaba que junto a todo mis objetos, trastearlos hacia adentrarnos en el bosque. El hecho de saber que el profesor, estubiese a salvo de todo el espectaculo perpetrado por el individuo que se dirigia a mi, me dejaba con incredulidad. Pero a la vez, sintiendome que el entorno parecia más comodo con la presencia de alguien que podría ver el peligro antés que yo. Además, igualmente yo tambíen podría...

Palabra a palabra fui escuchando. Haciendo un acto como ignorando su rintintin, aunque sorprendiendome por el hecho de que sería larga... Allí en medio de ¿Collserola?, ¿Hogar de Garus?, ¿Que la gente crea que hay Garus?... Y yo que solo me había alertado por ir a un bosque con ese anticamuflaje, con un portatil ultraatomico para estos casos y unos superzapatos aprueva de rocas. Solo me desilusiono una cosa en ese preciso instante... Con una sola cosa útil, la maldita ballesta que cargé con flechas de punta de plata. Y no pudé encararme con un lobito sino que solo apunte otro lobo, el jefe de la manada. Lastima no pude matar al lobito... Algo cambio en mi cuando nombro la desaparición de esa cainita. Preocupación y incomprensión, causando un fruncir de frente en mí y deparar la vista en otro lugar. Dudando de sus palabras, puesto recordé al hilo mi vision junto a ella. Justo después de imaginarme esa cruda circunstancia sin ocurrir, con un tono mezclado de desconcierto y poco entender con un lebe murmuró Imposible, debería estar viva... y hasta que note un leve sobresalto en cuanto en su seguir de hablar dijo que era ademas chiquilla de un miembro importante de Nueva York. No me lo terminaba de creer. No tenía ni idea de hasta que punto podria ser influyente pero estaba convencida de que mi visión era bastante clara en cuando toque la sangre de Ramón. Esa diableri que no llegué a cometer... hasta poco después.

Interesandome más por las siguientes palabras ya que acabamos parandonos, después de mi asosiego en hechos futuros. Peró resultado de estar frente mí y me dejo perpleja. ¿Que propietario? ¿conmigo? ¿Estabamos hablando de mi daga? Perdida quizás en los hablares continuados del Monarca, dejé de fruncir la frente, para con esa negacion de cabeza, me denotase que escondia algo más de lo que no quería contar, aquello que quizás había hecho yo alguna vez, como con lo de el vinculo con Oriol y su pasado algo despierto. No me alivio la idea de que esa posibilidad se perdiera con ella, sino al contrario, pero yo por ella poco podria hacer, dejandome tranquila que fuesen otros los que se encargasen de encontrarla. Pero en ese momento cai en la cuenta, justo cuando me daba aquel cigarrillo. ¿Ya la habrian encontrado? Dejé la linterna dentro del bolsillo delantero del maletin, hechando un suspiro algo perdido, como yo en toda esa trama de largo inacabar. Pensando en girarme a cojer el cigarrillo y percatarme de que igualmente no lo podría encender o ni lo intentaria, ya que termine de concluir con otra pregunta en mi mente: ¿Quien la encontraría primero? Justo cuando describia a la perfección al hombre que aparecio en la cena. Ese gran desconocido y a la vez conocido. Además de que en cuanto me miro y nombrarme el nombre de mi primo, no sorprenderme. Era evidente de que ese trago ya lo había pasado. Solo quería saber más sobre mi primo. El mismo que había acabando motivando mis impulsos para seguir y ahora no sabiendo si seguiria siendo así. 

Igualmente me propuso investigar, al propietario de los apellidos de mi familia. Ese linaje era antiguo, además de lejano. Algo que era indiferente hoy en día, puesto a las comunicaciones. ¿para que yo? Tampoco sabía si había más lazos que el del Libro de Nod, llegar desde mi país natal. Pero ya siendo dos, con estos apellidos diambulando por en la tan apreciada ciudad, Barcelona. Terminó su discurso, percatandome de los puntos clave que pasaron por mi mente cerrando los ojos y quitando mi mirar del principe: La D"s desaparecida y la vision, la daga, los rituales, mis familiares y sobretodo el hecho que me importunaba, más trabajar y no contar. ¿Más discresion? palabras que no me encajaban dentro de un circulo de intereses. Eso solo significaba más posibilidades y entre ellas era el hecho de que Conrad supiera de la vivencia de mi primo. Negé con la cabeza y encogiendo los hombros.- Si me permite me tomaré unos momentos para dijerir todo una broma del destino...- Cerré los ojos sacando una risa ironica a la vez que serena. Apartandome más del principe, quizás con algo de desconfianza en mis pasos por acabar de decir que no contara nada a mi sire, o por el hecho de no terminar de acomodarme a recordar una redundancia.-  Para justo después rebuscar en mi bolso y sacar como pude el zippo. Ya que tube que dejar apoyado en un arbol el baston para rebuscar mejor. Oriol bañandose en el lago con el ravino, pero siendo bautizado de nuevo, volviendo a revivir. Murmurando en un leve susurró,mirando a la lejania del frondoso bosque un "Yo bautizo con agua, pero pronto va a venir el que es más poderoso que yo,- Tranquilizandome con mi "rezo personal" ya que estava tintineando mi cruz, pasando mi mano por encima de la cadena.-al que yo no soy digno de soltarle los cordones de sus zapatos; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego" .- En acabar encendí el mechero, propinando una llamita y llenandome los pulmones del aldente tabaco. Pensé en que no había servido irme tan lejos, si igualmente debía de volver a enfrentarme a mi pasado, mi familia y mis sentimientos... Algo que denoto en mi una vaga molestia en contar mis siguientes hablares. El agua con las que el Profesor ahora mismo se debe estar "sacramentando", volviendo a nacer para formar parte de una familia..., significa esta para mi al mismo tiempo, el mar mediterraneo que cruze para deuir de la hipocresia de mi pasado. .Volviendose quizás con toda esta trama, de un resurgir de la misma, al haber pasado largo tiempo, de todo ello. -. Era real, un pasado separado por mi conciencia, siempre por el mar italiano, ese poco querer y el unico perdido, volviendo a resurgir. - Tan solo giré algo la cabeza para volver a fumar mientras miraba a Montoya. Eran tantas las cosas a decir y tan pocas las ganas que transmitia para contarselas. El hecho de que la posibilidad de que mi sire supiese algo, a tener que contarle algo tan crucial para mi a ese ser me envolvia en un solo interés, saber si mi Primo era alguien que verdaderamente había cambiado. Justo en esa cena, estando ligado durante toda mi anterior investigacion. No sabíendo porqué se mezclaban la daga y los simbolos. Realmente denotaba confusión. El envejecimiento, no significa nada más que dejar de sufrir por el pasado, y vaga la redundancia, muchos hemos logrado sobrellevarlo. Con movimiento y cambio, ese paso que denota la potencia y el impetu al acto..- No sabiendo si quedaria claro todo. Pensando que seria lo suficientemente inteligente como para entender mis palabras. El mismo pensar que tenía él en su mente al recordar a su mujer y su hija muertas y a la vez el cambio denotado en todos esos vástagos. A sabiendas de que volvia a sacar el tema que quedo sellado en su momento, pero conjuntandolo en un escondido amago, porque era de algun modo el mismo cambio que hize al apartarme de aquello que me hacia mal, siempre que he visto un camino que me propiciaba mejor estar. Mis palabras sonaron con total serenidad y firmeza. Pero mi mirar se traspuso a alvergar una tristeza y rabia que se denotaba en mis grisazios ojos. Retirando mi mirar de los del Principe sin fijarme en el nada. Tras pensar que mi cambio había sido por cambiar una hipocresia que hizo que mi querer dejara de existir en mi. Puesto solo había conseguido rasgar el cariño de la gente que tenía más cercana. Pero dandome cuenta en el momento que Conrad se tambaleaba por la trama de montoya que esto sería un pensar diferente porque él tampoco me diria nada al respecto...

Eso concluyo mis pensamientos puntualizando en mi mente que este no lo hubiese hecho sino solo por ordenes mayores, más que ahora mismo sentimentales como había sido apenas horas. Miré mi anillo, encima de ese guante alreves, esa desconfianza mostrada al llegar a un lugar nuevo. Como bien Conrad me dijó, para preservar el honor hace falta arriesgarse y no apartar la vista... Quizás parecido, dandole razón, hay en el dicho de que los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición... frecuentemente se esconden bajo el velo uniforme y pérfido de la cortesía... .- Pensando en Lucita, Conrad, Oriol y hasta Jose... .-mera hipocresia... murmuré seguidamente de mis palabras. No entendiendo que pasaba realmente con esos personajes que al entrar en mi casa, destrozaron literalmente la paz de esta. Y más ahora mismo.

Pero en esto levanté la mano con el cigarrillo y lo tire de la misma manera que mi primo hizo al recibirme en el restaurante, recordando las palabras de mi siré: Por suerte, mi petición no fue paralizada ni por Eudald ni su hija, ni el Clan de la rosa, a la espera de verme fracasar... ¿Era por eso que Montoya no quería que le comentase nada? . murmurando así un: Atendiendo lo mucho que os habreis divertido mientras tanto, pero no tengo ganas de seguir participando con una venda puesta. Negé con la cabeza para pensar todo lo que me había estado pasando por la cabeza, sin moverme, alvergando de manera tranquila y sorbiendo todos los momentos de los que pude sacar algo claro en mi Primo y todos los que estos dias tras la primera visita con el principe me habían estado "ayudando". Creo que podria ir por partes, como empezando por el primer día que me recibio en su espectaculo personal, queriendo servir para mi abrír el telón de una función, -.Tantas veces había pensado que todo se había vuelto así que creia que me había vuelto loca. Por todos lado altercados, gente con ganas de ayudarme desinteresadamente... no lo acavaba de entender. Pero que Voldor me ayudase, sin recibir nada acambio, además de tener que llamarlo igual que yo a mi primo me dejaron desconcertada. Al igual que encontrar a mi Abuelo junto a un Brujah loco a saber por que encantamiento o por si a alguien le hubiese interesado que fuese a parar ante tal evidencia. Sonrei como viendolo todo más claro, dejando mi bolso y mi ordenador los cuales recogeria al irme y pasarme la palma de mi mano por la prente. ...demasiado bien organizada como para creermelo. Me paso por la cabeza lo que pensé sobre las comunicaciones y más cuando pense en cuanto le pregunte por el profesor de Oriol a mi sire. Guerson... -Murmuré ironicamente... ¿Acaso hoy en día no existen las comunicaciones y las maneras de saber de la llegada de un nuevo miembro en la ciudad? Seguro sería mejor irse a jugar al ajedrez y acabaria menos loca...  Igualmente sabía que por la zona andaria Lucita, tampoco serían tan locos como para venir a un lugar con garus para dejar al principito y los demas anonadados por lo que me senté a un lado de mis pertenencias, poniendome comoda al apoyarme la a un arbol. Los fantasmas que me llebaron a Oriol fueron el principio de todo... ¿Extraña coincidencia? ¿Acaso Claudi no coloco bien los sensores? No lo creo...-. negé con la cabeza puesto desde el buen principio me había traido de cabeza, como queriendo averiguar que pasaba. Además tampoco se lo pregunté a Josep puesto andaba más preocupada en la discoteca que en nada más. El libro de Nod en el despacho de este individuo, que de algun modo esta conectado en todo momento con las enseñanzas de la madre. Junto a una visión que confirmaba vuestras sospechas. A estas alturas ya no creia ni que el Libro fuese algo tan desconocido para él, ni para tan siquiera Oriol, ni mi primo. Una vez, casualidad; segunda vez, coincidencia; tercera vez, acción hostil... Casualidad que la targeta de mi cabarette junto a un cadaver seco, como el beso de un Giovanni. -murmuré- me la entregase el comisario. Y de este Giovanni, su Ghoul muerto en el embarcadero 666 y una cena desconcertante al día siguiente, sin decirme Vincenso que este era el suyo... Que me lo terminaria de contar algun día... Rebusque por mi bolso, sacando al tiempo mi telefono. Para recordar como me había manipulado también a mi, por un interés beemente, al saber que había sido o no perpretado desde ese momento. Pero ya siendo repetición, la vez que su bonita charla para amedrendar la velada, dirigiendose otra vez al Comisario. -. Sabiendolo de seguro puesto mi ghoul estubo convencido en ver tal curiosa escenita... Apagando el móbil para no pensar si borrar de mi telefono el registro de mi Primo. No creia que lo llegase a llamar, quizás antes seria polvo, pero seguramente no lo llamaria. Recordando que durante todo ese tiempo había podido buscarme a sabiendas del libro que recibio Oriol, de su amigo, de la misma zona dónde provenia el mismo. El susodicho ligado tantas vezes a los mios, ni sabiendolo... Frase que nublo mis pensamientos más de lo que ya estaban, puesto tanto unos como otros me habían manipulado, pero los sonandome extraña una parte.

Dejando escasos segundos, me encendí un cigarrillo cuando mi mente se reflejaba confusion y desengaño por parte de todo el conjunto y no se estaba terminando,. Lo peor es no haberme dado cuenta mucho antes de partir hasta aquí. -. saqué el humo de mis pulmones, quizás solo tenía ganas de estar allí por estar, sin nisiquiera entender porque tanta necesidad en querer manejarlo al descuido pero sin haber dicho en ninguna ocasion nada sobre las artes de mi otro lado de familia. Dicho esto, ¿investigar más?, Creo que de la función ya poco me queda para seguir actuando, y mucho menos en quanto se sobrepasa el juego, paso a paso y a mi modo de ver, con algo más que el mero interés... -. Recordando que esa parte de mi vida mortal dolio tanto que me fui de mi familia, arrancando el dinero que consegui para mis estudios, comprando un terreno en barcelona, casandome con alguien quien al traicionarme deje a matar, y traspasando así a un cuadro demasiado valuoso como para perderlo debido a su significado para mí. Los veementes hombres que titubeaban mi vida como ese ser que se postrava delante mio. Ni tan siquiera quisé mirarlo, tan solo rebusqué en y si le sirve de contento, no importunaré a mi sire con mis problemas, puesto con su forma de ser y las de los demás me he percatado de demasiados puntos en comun. Me quedé fumando... Mirando hacía al vacio otra vez, puesto en terminar de decir mis ultimas palabras apoye la cabeza en el tronco.

 

Sonreí al ver a Guerson, hecho que me alivio, pero al observar de golpe a Oriol saliendo desnudo del interior del lago me sobresalto.- De tal manera que me medio desestabilizo y ni tan siquiera pense en el bastón porque empeze a reir ,. Me parecio demasiado gracioso que saliera así delante de todo el mundo. Era una risa infundada por ese preciso momento, en que también cerrando los ojos un instante en él que  sentia no querer despertar. Levantarme de un sueño que no terminaba de creer real. Una alegria que era quizás acausa de un agradecimiento al sentir que este sería algo seguro a recordar, para vaga la repetida redundancia, la eternidad... Tras ese guiño, y ese agradable recibir, note la felicidad de ver que almenos algo podia haber ido bien a lo largo de la noche. Para percibir como Montoya se apartaba y sonria. ¿en verdad le parecio bien entrar a Oriol en la estirpe de su clan y más a sabiendas de estar envuelto de temas sobre Lilith y las dagas? En esto ir con paso decidido a dejar en una roca cercana a ellos dos, las cosas que me importunaban. Mirandolos anonadada, pero recordando en el momento de dejar la ballesta apoyada, como le sento a Guerson mis callares... Ese pensar hizo que me olvidase del profesor y me preocupase el animo de mi mas acercanado contacto. Quedandome dudosa delante de él como queriendo decir algo que no sabia decir con palabras, secundando un abrazo dejando mis brazos por el torso de su espalda y mis manos en sus homoplatos. Susurrandole acercandome a su oido: Lo siento y gracias.

Ya apartandome de él me quité el abrigo dejandolo al lado de las toallas. Al igual que mis guantes, pero guardando en mi dedo corazon el anillo "familiar". Queriendo agilizar quitarme la asquerosidad de mis pies, divisando el precioso paisaje que había detras del Profesor. Veo que después de todo, almenos estas bien... - Le sonrei dirigiendo mis pasos hacía él murmurandole un tapate algo pero después cogerle por el brazó y apoyandome en su brazo Anda... Hiciendo un gesto con el brazo para que me acompañara a bañar mis pies solamente.- que como se te resvale caperucita, vendrá un lobo feroz a comerse tus partes nobles... Soltando una carcajada denotando que nuestras bromas seguirian estando presentes, aun y no saber en ese momento si la cojeria al vuelo,. con un rintintin especial. Pero después parandole algo: mi pequeño... continué con un murmuro cariñoso y pasandole las yemas de mis dedos para apartarle el flequillo sonriendole de nuevo. Como cuando mi primo me llevaba a jugar en el mar de la costa.- sigues siendo el mismo pero... en ese instante pare sus pasos y los mios, sin dejarlo de mirar a una cierta distancia, recordando su ultimo espanto y como quiso arreglar el momento. Tan solo había sido por la mañana cuando me había visto distinta y había expuesto todo mi discurso. como lo decias tu... mmm ¿diferente?  y cierto rintintin en mi última frase.

 


 

Cargando editor
06/08/2010, 16:11
Director
Cargando pj

Sabías que Montoya analizaba todos tus movimientos mientras le escuchabas, intentando leer algo en ti mientras aún interiorizabas toda ésa información, sólo parando de hablar en el momento en que mostraste ésa "preocupación" por la desaparecido cainita, pero siguió contandotelo todo, a la espera sobretodo, de tu posterior respuesta.

Se percató de tu nerviosismo, en obserbar tu roce continuado con tu cruz antes de encender el cigarrillo, pero manteniendose cómo siempre frio. Ni una palabra de aliento, ni un simple roce, ni un apice de sentimiento en su rostro a lo que tan cariñosamente te había acostumbrado Conrad.

Oíste cómo se encendía otro cigarrillo en el momento en que le empezaste a hablar, no diciendo él nada de nada en ésos momentos.

Le víste sonreis justo en el momento en que te negaste a seguir participando de su partida, algo que te desconcerto, ya que no fué rábia sino una ligera afirmación lo que propició tal desacato. Siguiendo analizandote y escuchandote atentamente. Sin interrumpirte, sin decir nada al respecto, sólo fumando, escuchando y raramente asintiendo.

Aunque quiera mostrarse fría, su entorno la afecta -empezó Montoya cuando terminaste de hablar-, y ésta coraza de hierro a veces se hace pesada de sobrellevar. Con tu rostro mostraste algo de incredulidad innata ante las palabras del monarca, quien mostraba más interés analizandote profundamente que no por el contenido de tu larga explicación. Cómo bien sabe, no soy tampoco amante de las casualidades, pero a veces es mejor desestimarlas cuando hay algun fundamento que nos muestre lo contrario.

En ése momento tiro al suelo el cigarrillo, apagandolo con el pie sobre la humeda tierra, prosiguiendo, ahora, en su turno de palabra, dándo algo de respuesta a tus anteriores alusiones. Precisamente por ésto lo estoy hablando con usted. Fría, calculadora y a la vez incredula... virtudes de cualquier persona que no se dejará engañar facilmente por palabras bonitas ni útopias varias. No entendías muy bien si te estaba reprochando cómo tantos tus vicios o alabandolos al modo de virtudes, pero tampoco te dejo mucho tiempo para pensarlo, viendo que había silenciado mucha cosa para no interrumpir. Pero dime señorita Schiavone, ¿que velo le ofusca más la visión?, ¿el de la ignorancia o el de la desconfianza?

Parecía cómo si no se hubiera percatado en ningun momento de que con tu rábia y tu indiferencia, habías terminado relacionando toda tu investigación en una sóla persona, tu primo, alguien que supuestamente no conocías cuando la realidad ocultaba muchas dudas aún. ¿Hipocresía? -dijo después de dejar las anteriores preguntas al aire- si, realmente todo nuestro entorno lo es, pero que no dispararas cuando me tenías a tiro demuestra que de ésta hipocresía tambien te nutres tu. En ése momento se acercó a ti, poniendo un brazo sobre el arbol que tenías detrás impidiendote el paso mientras decía: Para empezar a vivir a veces hacen falta correr riesgos, no huir de ellos -acercando un poco más su mirada a tu rostro- cómo hasta ahora ha estado haciendo. Cómo puede ver, por mucho que los eludamos los demonios del pasado vuelven señorita

Fue tras decir ésto que se retiró otra vez de tu proximidad, hablando sin tapujos pero a la vez sin dejar de percivir ése misterio en su ser, cómo si por mucho que digera siempre fuera más lo que callara.

Su silencio ante Conrad será de ayuda -dijo mientras se giraba-, no porqué desconfie de él, solamente porqué cómo usted no confio en los intereses de nadie. Hizo un leve silencio, mientras te indicaba con la mano que le siguieras, para cojerte de nuevo del hombro, cómo antes, y seguir hablando mientras os dirigíais hacia el lago. Usted sólo debe hacer cómo si nada supiera. Nuestros intereses en ello difieren: el mío mantener la paz en Barcelona, el suyo mantener su status. Pero a la vez no dejan de complementarse, para ello quiero que sepa más de las intenciones que hay detrás de todo ésto.

 

Cada vez oías mas cercana la voz de Oriol y Guerson, y la humedad en el ambiente se íba ampliando por la proximidad con el agua. Olvide lo que acabamos de hablar, ni para Vincenso ni para usted ésto no ha sucedido. Estaba claro que pese a tus negativas a seguir investigando, a seguir formando parte de ése sucio juego de egoísmos y desconfianzas, el monarca estaba empeñado en involucrarte en él. En el coche tengo una carpeta con más información sobre ello. Nuestros investigadores no son infalibles siempre, sobretodo si el susodicho reside fuera de la ciudad. Cuando en ése momento empezaste a ver a lo lejos a Guerson, sabiendo que la conversación estaba llegando a su fin, cuando te murmuró. En el coche le daré un copia, analícela tranquilamente y el sabado me confirma que desea hacer. Ya estabas viendo a Guerson, devolviendote la sonrisa cuando, antes de soltarte Montoya murmuró:  Se que usted tambien quiere recibir respuestas, pero si no se involucra yo no las tengo todas.

 

En ver tu felicidad en observar de nuevo a tu amigo andando, cómo si el horror de antes sólo fuera una pesadilla, notaste que Guerson se alegraba quien, tras notar tu mano puso la suya encima murmurandote: tranquila, sólo me sabe mal por el profesor, riendo Oriol tras tu comentario, a la vez que Guerson hacía un cierto gesto de desprecio, negando con la cabeza, cómo si ése último comentario le hubiera afectado.

Una vez tubiste los pies limpios, Oriol se empezó a cambiar, observando cómo Montoya se acercaba por detrás tuyo y le colocaba una pequeña cruz de oro con cordon negro, diciendole: sean cuales sean tus creencias pequeño neonato, ésto te hará demostrar a los demás tu fuerza interior, además de confundir los ojos mortales, llenos de estereotipos -mirandote fijamente a ti en ése momento, a una persona que, por lo que fuera, llevaba ya bastante tiempo demostrandolo-.

Una vez ya los pies limpios, Guerson te acercó la toalla para que te secaras y pudieras ponerte posteriormente los zapatos. El coche no está muy lejos -dijo Montoya mientras Oriol te daba de nuevo la mano, ayudandote a levantar-, ¿les acercamos a algun sitio?

Ése plural, por un momento, os desconcertó tanto a Oriol cómo a ti, añadiendo rápidamente Guerson: con todo lo del Cónclave agradecería, señorita Schiavone, que se pudiera hacer cargo del profesor. Aún tiene que acostumbrarse a su nueva condición antes de aprender.

Os dirigisteis hacia el coche, siguiendo a Montoya, y observando que su limusina no estaba muy alejada.

Aún y tu sorpresa, Guerson se sentó en el asiento delantero, para conducir, mientras Montoya, abriendo la puerta trasera, os ofrecía entrar, cerrando la puerta una vez estuvo dentro. Mañana le agradecería que pudiera venir sobre las nueve en mi casa -dijo mirando al profesor-, la señorita Schiavone ya tiene el numero de mi gohul, quien muy amablemente le vendrá a buscar.

Ya os dirigíais de nuevo hacia Barcelona, notando la comodidad de ésos asientos, mucho mejores que los de la anterior limusina, pero con el interior casi identico, excepto por la mesa que era de cristal y una nevera mucho mayor. Toma Oriol -le dijo Montoya quitando de la nevera una pequeña botella de cristal con un contenido rojizo-, debes recuperarte después del control que demostraste en tu primer frenesí.

Montoya parecía alegre, contento por las posibilidades que albergaba ése nuevo miembro para su clan, cuando, cerrando la nevera te dijo, mientras empezaba a rebuscar en su maletin. Siento no poder ofrecerle nada a usted, pero las características que precisa no las llevo, si desea algo más usted misma -te dijo mostrando la extensa relación de botellas alcoholicas tambien de bastante calidad generacional cómo en el caso de tu bodega-.

Referente a Oriol, que evite exponerse demasiado a la Bestia y las maldiciones que nos transmitió nuestro padre, aún se está adaptando, pero pese a ello demuestra bastante resistencia. Sacó la carpeta del maletin y entregandotela, dejandola encima de la mesa enfrente tuyo añadió: con lo demás ya sabe que debe hacer.

Cargando editor
06/08/2010, 21:53
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

Intentando comprender el porque de ese analisis, puesto anteriormente. Una incredulidad a tal aspecto que me dejo pensativa. El hecho de que Conrad tuviese razón, me alerto. Ese hombre observaba tanto los movimientos como las relaciones entre todo ello. ¿Acaso desde el momento que supo que sabía su pasado, cada exposición era un examen? Descubriendo a su manera, mi manera de trascender mi día a día. ¿Seria que también su coraza de hierro le pesaba? Perder el "amor eterno" y a la "descendencia" de su vida mortal por sus manos... lo habían vuelto así.  Justo que cuando pensando en esto prosiguiendo con sus movimientos pensativos, matando lentamente el cigarrillo con una pausa añadida. Segundos que me daban para pensar, al igual que él los aprovechaba para pensar en quien sabé qué.- Aun así siguio con sus hablares, y percatandome que mi conducta era expuesta en dos preguntas. Las dos correctas, por eso no quise responder nada más que con una leve sonrisa de afirmación. Como si habíendo captado el anterior mensaje hubiese resultado acertado, para agilizar irme de ese lugar y proseguir con cosas que deribarian mejor mis andares que estar hablando de mi.

Denotando que no respondia aún a mi clara actitud de cansanció sobre todo lo relacionado con el tema de mi allegado familiar. Utilizando una pregunta para contestar en mis adentros. ¿hipocresia? Era evidente que la confianza se perdio bastante, justo en cuanto me recibio con ese caracter tipico de él. Negé con la cabeza por culpa de dudar en ese momento de una pregunta que me transmitiera certeza. Como no creyendo que estar hablando de mi pasado con ese hombre frio y sin sentimiento fuera la mejor opción. Pero creyendo a la vez que me decia, que de esa hipocresía me nudria yo. Era quizas un enfado propulsado por entender que habían cosas que era mejor no trastocar en tiempos dificiles. Perder ahora mismo la posición del principe de barcelona, ocasionaria también perder la estabilidad de mi residencia. Lugar dónde hacía tanto tiempo que me sentía agusto hasta tan tener que tratar con asuntos que me fueron inexplicablemente, adentrarme más en estar expuesta a vastagos. Hecho que hizo que retirara mi cabello de mis mejillas, devido a esa humedad tan molesta. Fue justo cuando se acerco a mi que me quedé observandolo, inmutada a ese acto extraño de impedirme el paso. Denotando en mi cara de sorpresa algo de confusión al seguidamente de ese acto de proximidad, pero a la vez de impaso a seguir tranquilamente hacía ver a la nueva familia. Mirandolo con extrañeza, volviendo a recordar el pasado en ese momento pero diciendo que se debia seguir. ¿Se estava burlando de mi o solo queria hacerse el interesante? Pero seguro habría mil motivos más debido a ver como seguia hablando después de volver ver como fue quizás transportantado por imagenes de aquel tiempo en que era hombre. Apretando mis labios para pensar en algo que me parecio importante, al igual que parar mi proseguir de andar. Esta claro que, más interesante que lo que la gente dice es su pensamiento secreto, esto es lo que importa conocer...-pensé- Afín de cuentas una vez conocido, era de seguro que no cambiaria su forma ruda de ser... Dudosa y sabiendo que no ayudaria en nada a proseguir la conversación con mis paranoias. no tener que recordar que tampoco había cambiado mucho mi manera de ser, solo en pocos aspectos, tras desengranar mi pasado.

Ademas de dejar ese misterismo que me acabo por confirmar cuando denoto que no confiava en los intereses de nadie. A justa medida, me senti aludida, aun y haberle contado casi todo lo que sabía. Pusto lo de mi daga había quedado claro que cortejaria el tema yo. Efecto causa que me alegro, pero me dejo algo fria en cuanto matizo que deberia hacer como si no le hubiese dicho nada. Como sellando un pacto que viniese araigando un flujo de secretismo. Además de dejarme un mirar burlon en cuando propuso que me daria información sobre que hay de demás, detras de todo los asuntos... Después de todo eso, me quedé en silencio mirandolo como no entendiendo a dónde queria llegar. Otro recordatorio sobre los intereses...- murmuré. Además, sino matizando de nuevo, con sus sutilezas,-.Puntualizando en mis ultimas palabras un pensar, como medio referiendome al hecho de sus misterismos mezclados con hablares del pasado.- en que ahora debo considerar el pasado con más firmeza y el presente con desconfianza, si pretendo asegurar mi porvenir. Tan evidentes, reiterativos y constantes que ya molestaba por mi mente su insistencia. Una risa de incredulidad y el hecho de apartarme algo de él, pensando en que no queria decir que igualmente proseguiria con la investigació. Por el hecho de omo él muy bien recordo, había un interés, pero ya para mi juntado con sentimientos de "los demonios del pasado"... y me giré para dirigirme a él. ¿Al igual que ústed...? .- Murmure con incredulidad y serenidad, mientras aún trasteaba con molestia todo ese arto de objetos. Notando molestia en los pies al girarme, puesto a tanto caminar. Aparte de todo aquel hablar repetido junto a su pesada actitud. Negé con la cabeza recordando todo aquello sucedido anteriormente: Un aliento, un aviso y información... Demasiado extraño como para ser real, sintiendo que seguia estando a mercer de unos sucesos que me involucraban, más y más, junto a los intereses añadidos de ese incomprensible hombre. Solo que se tiende a pensar en un interés, cuando siempre se pueden esconder muchos más... Sonrei mirando a la lejania pensando en que ese hombre denotaba en sus palabras un sin fin de esconderes que conjuntaban en mi en poco más que un reflejo de mis temores con mi primo. ¿Ústed se arriesga?, Ironice dando un paso hacía él ¿En verdad no huye de todo lo que ha nombrado? Mi mirada se postro en sus ojos como esperando una respuesta que no queria que aún saliese... Justo en mi mente las palabras que nombre por la mañana a mis ghouls, en torno a cuanto Lucita rompio la cama por la picardia de estos, pero recordando que ellos deberian pagar la bromita. Como si con esta ultima frase le denotara que era una borrega que aborrecia esa actitud pero que a la vez la acataba para mi estabilidad y los de mis allegados. Mirandolo con todas las sensaciones de algunos de mis pensamientos: las de ver a alguien que sufrio en su momento, pero que ahora ya no le importaba ver el sufrimiento de segun que tipo de circunstancias.

Para terminar de llegar y instanciar asegurarme de que Guerson estubiese bien, al igual que Oriol, quien almenos rio mi gracia, no como el carcamal de su sire... Para adentrarme a esas aguas claras, como anonadada por todo lo ocurrido hasta hacía escasas horas. Aguantandome a Oriol para quitarme el barro de las plantas de los pies. Ciertamente mucho caminar y mucha información que me dejaba con cierta nostalgia en los recuerdos. Pero denotando una feminidad en mis movimientos, de la cual a lo largo de los años había arraigado, al poder estar sujeta a alguien en el que podia por ahora confiar. ¿Pero hasta cuando? No lo sabía, aunque en ese momento no le di importancia alguna, al desensuciar algo mis pies. Murmurandole a Oriol, que la noche sería muy larga, quizás pesada para ambos. Pero le dije: Aunque tengas tu regalo, deberemos pasar a dar otro de muy importante a una niña muy especial. -Le dije cariñosamente, pero asegurandole que sería como una buena fiesta de navidad. Recordando que él habia perdido a su manera, la suya. Y creiendo de esta manera que estaría más feliz por entrar algo más en mi vida. Ya verás como mi amigo se alegrará de verte.- le dijé entre sonrisas. Así, presentandote, no te hará preguntas indispuestas. Le termine de decir con picardia. Secandome los pies, para después aposentar todo lo dejado de mis posesiones del lugar arreglado como anteriormente.

Solo dijé cuando acabo, acomodandome después del desconcierto, en el brazo de Oriol, para después dirigirnos hacia el coche.miré de reojo a Montoya.- Mientras esta vez sea cierto, -Después sonreir a Oriol para preguntarle ¿Querrás ver el Eliseo? Siguiendo mis palabras con un tono dulzon y cariñoso del cual se matizaba por la elocuencia de estas. Solo espero que no te atarees tanto y te guste tanto, como para estar todo el día allí... Para murmurarle un ya lo entenderas cuando lleges a la Mooving"s... Eso es para locos,. Bromee, mientras pensaba en que la cruz almenos ayudaria a pasar la noche con una tranquilidad añadida. Tampoco sabía si se adaptaría rapido o no, pero saber que a la noche siguiente debería comer y beber como si nada hubiese pasado... sería dificil.

Entrando en la lujosa limusina del Monarca sentandome mientras dejaba las cosas en el suelo junto a mis pies. Mirando en cuanto montoya empezo a hablar a Oriol, y apartandome el cabello para mi espalda dejando mis hombros al descubierto, al dejar el abrigo al lado. Este abrigo que tapaba la ballesta aposentada entre el suelo y el sillon del sofa. Para suponer, mirando entrar a Guerson, que no era la primera vez que conducia la limusina de Montoya, puesto sino ¿Seria oportuno esconder la ballesta debajo del abrigo para no dañar a nadie? Redundancia que culmino cuando rebuscando en el bolso para allar mi pulsera y los pendientes, una expresion de indiferencia se demostro en mi, y nombro que no sabía de mi beber. Ignorancia que se denotara en tal acto. Sacando los bellos pendientes primero y cologarlos para escuchar el tintineo de ellos mientras retiraba los cabellos de las orejas. Algo que me hubiese importunado para escuchar mejor dentro del bosque. 

Pase el siguiente rato observando a Montoya, hasta que divise la carpeta. Pensé que igualmente mi curiosidad era saber que más había detras de la historia de mi primo, junto a los rituales y los simbolos. Pero la ruin idea de seguir los manejares de ese hombre me molestaban. Así que tiré con un gesto rapido y de descontento, la carpeta encima del abrigo. Sacando esta vez la pulsera y percatandome de que al llebar los guantes era dificil aposentarla, porque justo estaba arta de tener que quitarme y poner los guantes delante de ese hombre. Bien, saber que Oriol podrá tener suficiente autocontrol-. empece a decirle mirandolo con una expresión seca a montoya.- como para aprender a tomarte unas copas, junto a las "parejitas" de mañana... -.Terminé de decir con humor en estas mirando hacia el profesor, aún sujetando la pulsera de mi mano derecha. - Resulta evidente que te sentiras más comodo si tomamos un coctel junto a unos amigos y tu "novia".  Así que si hoy puedes disfrutar sin muchos percances de un beber, será todo menos engorroso. -. Frunci la frente para pensar mirando las botellas del final de la limusina que sería un desastre hacerlo aqui... nege con la cabeza. Para eso practicaras en el local, y espero que al dar almenos este supuesto primer andar, en el la fina linea moral de entretener el paladar... Esa fina linea que se derivaba de la evidencia. La eternidad no necesitaba de esos caprichos pero para envolverse en ellos era preciso aprender a mezclarse con los humanos, tomando algo.  Estaba preocupada por el trascurso de la noche. Además llebar a Oriol, sería como enseñar a una criatura a andar de nuevo.....entender que se puede sobrellevar mejor tu nueva condición. ...Pero volviendo a dirigirme a Oriol, después de mis pensares: Así que podrias decir que tienes una cena romantica con tu chica y que después iriamos todos a tomar las copas en el sitio que concretamos. Por si después quieres que vayamos de fiesta también todos juntos... Acerque mi mano en su mejilla y rozandole le dije con sinceridad: Que sé que hace ya demasiado que no os veis y se podrá concluir todo lo dicho. Sonriendole mientras le pedia enseñandole la muñeca derecha y en la otra la cadena si me ayudaba a ponerla:- Que pena que no sabremos que tal es el lugar para cenar... ¿pero hay tiempo no? Lo miré con cariño y alegria puesto sería divertido pasar unos ratos junto al Profesor y seguir como si no hubiese pasado nada. Como si siguiese vivo, y a la vez muerto, le acercará más y más a mi día a día. ¿Querras regalarle algo a Josua, después de tanto?.- Una pregunta que quedo en el aire, siguiendo sujetando esa pulsera, esperando alguna respuesta a lo dicho y entendiendo que sería un viaje peculiar...

Cargando editor
07/08/2010, 03:39
Director
Cargando pj

Creo que empezamos a entendernos -ésa fué la única respuesta del monarca a tus anteriores alusiones-.

Montoya seguía como siempre, impasible a sus sentimientos, pero por un error del destino tu sabías que no era así. ¿Qué ocultaba bajo ésa máscara de hierro? ¿de ésa imagen duro pero a la vez indulgente? Eran muchas las dudas que arrojaba ése ser, seguramente no sólo a ti, bajo ésa sombra de frío misterio. Quedaba claro que en el momento en que termino la conversación se zanjó de golpe, algo tan característico en él, cómo para si no mentir o mostrar demasiado, prefiriera callar.

Oriol te sonrió tras tus palabras, ocultando ningun tipo de sentimiento ante ésos dos seres: su ahora sire y su primogenito, además de monarca. Riendo tras comentarle tus cómicas preocupaciones sobre su percepción del Elíseo. Tanto el señor Montoya cómo Guerson me han hablado de ello, me haceis tener ganas de saber que tiene de tan especial -bromeó Oriol, pudiendo ver cómo Guerson cambiaba su rostro algo molesto por alusiones a tu último comentario, por una sonrisa de satisfacción-. Si nos queda tiempo para no llegar tarde a la otra cita, no me gustaría hacerte quedar mal por mi culpa -añadió Oriol pasandote la mano por la espalda hacia tu hombro, cómo antes había hecho Montoya, pero ahora con mucha más calidez por su parte-.

Fué dentro de la limusina, después de que Oriol, muy gentilmente te ayudara a entrar, sentandose delante tuyo, que por la luz que había aún en el techo, te percataste de que el tono de su piel no se había apagado demasiado, no sabiendo si era por lo reciente del Abrazo o porqué esa parte de la maldición no había hecho mella en el profesor, igual que contigo, algo que, por el controvertido pase de mirada de Montoya, creíste que tambien había hecho él.

Te fijaste que en nombrar la palabra novia, en alusión a Lucita incomodaba un poco al profesor. Realmente, él era un académico, no un artista, pero la forma en cómo antes, en tu casa, supo analizar y responder a Montoya, demostraban que seguramente, mañana sabría interpretar su papel en la función, diciendo sólo un tenue y algo avergonzado si lo crees mejor para posteriormente, ya con más seguridad en si mismo añadir yo soy nuevo en éste mundo, confio en lo que tu creas mejor para acostumbrarme poco a poco. Ésa confianza ciega del profesor hacia ti pudo llegar a alagarte. Ahora tenías algo más dificil jugar con su voluntad, si más no sería más peligroso, pero esa seguridad que mostraba hacia ti, te empezaba a hacer creer que no hubiera hecho falta utilizar tantos poderes con él, poniendo en peligro su confianza. Algo que a la vez, pero, causó un doble efecto en Montoya: satisfacción y desconfianza se dibujaron en su rostro cómo un libro abierto.

Parecía cómo si ninguno de los dos entendiera tu repentino interés en la cita, en quedar bien delante de ése mortal: Montoya, por sus ya conocidos pensamientos sobre el tema, pero el profesor debido al numero de excusas que habías llegado a mostrarle para ir posponiendo el encuentro. Intentó decir algo, pero volvió a cerrar la boca, sólo murmurando un tenemos tiempo, y guiñandote un ojo en un momento en que Montoya estaba mirando al minibar.

Os íbais ya acercando a la ciudad condal cuando, el Príncipe, cojió una botella de vino tinto francés, de finales del siglo XIX, para, sacando tres copas de un cajón de debajo del minibar llenarlas. Parecía sangre, pero tu sabías que no lo era. ¿Que pretendería con ello?

Venga, un pequeño brindis, para el nuevo hijo de ésta ciudad. Aún y extrañarte ésa amabilidad por parte del Principe, tras observar cómo él bebía de ella tambien lo hizo Oriol, por imitación, observando cómo Montoya, no quitandole ojo en ningún momento, sacó una pequeña copa de metal, con algo de celeridad y se la puso debajo de su boca, antes de que éste empezara a vomitar ceniza de ella, mientras Montoya murmuraba: Dios Todopoderoso me maldijo, diciéndome:"Entonces, mientras camines por esta tierra, tu y tus hijos abrazaréis las Tinieblas, beberéis sólo sangre, comeréis sólo cenizas, seréis como fuisteis en el momento de morir, nunca muriendo,  continuando viviendo. Ésto és lo que pretendia contarte la señorita Schiavone. No llegabas a creerte lo que estabas viendo para posteriormente Oriol, sólo ir balbuceando algun ¿Como? y mirandoos a los dos de vez en cuando algun ¿Por que?

Montoya le volvió a mirar, haciendole un gesto con la mano para que volviera a beber, observando cómo el profesor no sabía muy bien que hacer, bebe sin miedo, hazme caso. Por la ventanilla pudiste ver que ya estabais llegando cerca del Elíseo, por la zona dónde normalmente aparcaba Michael. Eran ya las once y cinco de la noche, y no sabías muy bien si llegaríais a tener tiempo para mucho antes de que Michael os viniera a buscar, cuando, volviendo la vista hacia el profesor le viste otra vez con la copa, terminandose ahora todo el contenido, y bajo su sorpresa, no vomitando.

Lo que imaginaba -dijo Montoya, seguro de si mismo desde el primer momento en que hizo volver a beber a Oriol-, su inapropiado vunculum -empezó mirandote fijamente a los ojos- no sólo a provocado un mal sabor de boca a Guerson y una agonica muerte al profesor, sino que aprendió algunas de sus virtudes. El color de piel, la bebida... esperemos que no tambien los vicios -bromeó, observando que Oriol no terminaba de entender nada mientras os abrían la puerta-. Pudiste ver que se trataba de Pablo, el gohul de Montoya. Ése rostro no se olvidaba facilmente, quien os invitó a salir mientras, recojiendo vuestras cosas, Montoya dijo, dandoos la mano a los dos en señal de despedida. Señorita Schiavone, tiene tiempo para decidir las cosas, tomeselo con calma, para posteriormente, dirigiendose a Oriol añadir: Oriol, no lo olvides, mañana a las nueve.

Una vez fuera, Pablo cerró la puerta mientras Montoya arrojaba por la ventanilla el contenido de cenizas de dentro de la copa.

Víste cómo tambien salía Guerson, antes de que los otros marcharan hacia otro lado con la limusina. Se os acercó, abrazandoos a los dos, para posteriormente decir: Y bien, ¿que haceis parejita?. Tras decir éso sonrió, no podia disimular que pese y la desconfianza de ayer cuando le diste la noticia ahora estaba feliz por lo que había hecho mientras, en el reloj, veías que ya eran pasadas las onze y diez.

Cargando editor
09/08/2010, 01:27
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

Mientras estaba en el agua con Oriol tras sus ultimas palabras, solo le murmuré "Es un detalle por tu parte" manteniendo la misma sonrisa de la cual me había nutrido tras verlo sano y salvo. Ese desinteres en hacerme sentir bien, preocupandose desde el momento que entro por las puertas de mi Villa y tras ello tambien de una cosa: no molestarme. Pero realmente habían pocos puntos más a descubrir por el interes que le tenia en hacerlo vástago. Aparte de protegerlo de las consecuencias de tener el Libro de Nod, le había abierto unas puertas a un mundo que realmente le interesaba. ¿Se arrepentiria de haber dado este paso?

Pero ya llegabamos a la limusina y me ayudo a entrar tras un "Gracias, Profesor", dirigiendome a él con un mirar satisfacido por la naturalidad con la que se desenvolvia con ese entorno nuevo. Observando con curiosidad las dudas que alvergaba sobre si su buen aspecto se debia solamente al recien abrazo... 

Me gusto el hecho de que el profesor confiara en mi con esa seguridad. Alertandome yo también de su mera inocencia, convertiendo en mi mirar una cierta extrañeza en tal situación. No entendia porqué había tanta desconfianza en el mirar de Montoya, igualmente mis intenciones no alvergavan muchas cosas más que: Curiosidad ante el profesor, las cosas que le rodeavan y salvaguardar un contacto muy apreciado para mi ultimamente. Pero fué guiñarme el ojo, entendi que él sabía que teniamos tiempo y que muchas dudas se le serian resueltas mucho antes de lo que se pensaria. Era evidente que era inteligente y igual de curioso que yo, a la vez que bienaventurado...- Afirme con la cabeza tras su alusion al tiempo, sonriendole - Exacto profesor, -. pero para despues mirando como el monarca acercaba los objetos para ¿Beber? extrañada realmente ante tal actitud... - con voz algo alertada por creer que en verdad ¿Beberia el profesor? evidenciando preocupacion quizás ...tiempo para esto! . Escuchando que solo seria un simple brindis. Pero tal imitación ante la inercia inata de beber en un brindis, tan arraigado de su humanidad... impulso en mi un -. Espere... . Y haciendo un acercamiento que igualmente retire puesto todo había pasado muy rapido. Viendo como expulsaba las cenizas con consternacion y preocupación puesto Oriol estaba desorientado por culpa del Principe y su reacción a sabiendas. Hechandole una mala mirada al monarca en cuanto oriol empezo a dar preguntas mientras expulsaba los restos de la bebida. Una cara de mala ostia surgida de ese acto. ¿Acaso queria tormentar al Profesor? Me levanté para sentarme al lado de este. Murmurandole con tono desconcertado: ¿Esta bien...? Cogiendole del brazo desconfiando de las intenciónes del monarca en que volviese a beber, sin dejarlo de obserbar con el tipico mal genio de una mujer, a la que habían ridiculizado a un amigo nuevo en este mundo... Divisando el rapido llegar hasta delante del Eliseo, enfadandome con la situación puesto sabía que yo lo podria haber introducido mucho mejor en ese campo... La que representaba que debía hacer ese paso... Pero viendo como Oriol fue capaz de beber sin expulsar nada, me sorprendio. Al igual que alivio mi cuerpo algo rigido al enfado enterior. Sintiendome contenta y orgullosa de mi Profesor, le roze la mejilla con un mirar afable y lleno de orgullo. Denotandole lo mismo con mi rostro de igualmanera.

Para ir escuchando las elucubraciones de el monarca, sorprendiendome de ellas pero mostrando una irritación mucho antes de que me comentara que me tomara con calma y tiempo las cosas... Negando con la cabeza mostrando aún la irritación anterior en mi voz: Nunca mejor dicho... .-Mostrando redundancia en estas palabras, puesto escasos segundos y montando un espectaculo desconcertante para mi, no se había molestado en sustentar más que prisas en hacerse denotar. Puesto él mismo confundio groseramente la sensibilidad con la que acostumbrava a tratar a Oriol...- las prisas nunca son buenas.-  Termine de decir con un tono ya más acorde y tranquilo al resto del grupo. Hasta ya saliendo de la limusina sentencie con un cordial y seco, aparte de que para mi desganado: Arrivederci, caballeros. Como si saber que deberiamos volver a vernos supusiera un aburrimiento y desmotivacion de animos... Porque primero eran retorcidos y segundo eran retorcidos... ¿Pero porque yo tampoco lo podia ser?   

Una vez fuera, observando cuando montoya arrojaba las cenizas, nege con la cabeza frunciendo la frente y girandome como para no tener que recordar la escenita de dentro del coche. Pero igualmente no queria comentar esto... en ese preciso instante, justo cuando Guerson nos abrazo, alegrandome por ese acto que tenia. Pero preguntandome para mis adentros que todo el mundo tenía un interés., Si yo tenia el mio para que Oriol estubiese allí ¿Cual seria el de Guerson?  Donde deviamos ir lo sabia, pero llamar a Michael también seria interesante... Y en ese momento cai en la cuenta del libro de nod y el cuadro... Tantos hechos y tanta preocupacion denotavan en mi un cierto desasosiego pero tras unos segundos de vacilación respondi con una leve sonrisa. -Pues lo mejor sería ir directamente a ver a esa familia que le comenté. Le di al profesor la ballesta para que la sujetase y cogiendole la otra mano y mirandolo le continué diciendo - Creo que no seria justo que este lugar se lo enseñase yo.... y cogiendo la mano del rabino se las junte diciendo alegremente dada la razón con la que estas hiban destinadas, mirando a Guerson.- ¿Verdad...? Dejando la evidencia de que a este hombre de tantos años le gustaria más poder enseñarle él primero los recodijos de ese antro de mal hambiente... Solte una carcajada para romper el hielo después de que prosiguiera a decirles. Pero antes debo hacer una llamada y que nos pasen a recojer. -. Miré a oriol señalandole el arma puesto las flechas aún las tenia colgadas, ahora solo sujetando el baston y terminandome de abrigar como si verdaderamente hiciese frio... por si pasaba gente mirando a mi alrededor termine de decir. ¿Podria acerme el fabor de dejar esto en la entrada del Eliseo? Diga que se la entrego Lucita... ya lo entenderan.

Me despedi cordialmente de ellos dos, para acabar de puntualizar de que seguramente no tardaria. Pero que no sabía si mi empleado estaría esperandome cerca. Puntualizando en empleado mirando a Oriol, guiñandole el ojo cuando guerson no miraba junto a una sonrisa de alegria. Me gustaría poder pasar tiempo con él. Así que sería mejor dejar todo controlado antés de dar los primeros pasos. Pensando que seguramente Michael, no nos acompañaria a ver al comisario puesto divisaria nuevos planes para él, cuando lo viese.  

 

Notas de juego

Notas: Si Michael esta cerca, le diria que se esperase en el coche puesto deberia ir a buscar a Oriol. Si esta en casa, que recoja el libro de lilith lo envuelva con una toalla grande y lo dipositase en el maletero. O si encontrase algun maletin o maleta que denotase que un libro era trasportado.

 

Cargando editor
09/08/2010, 04:20
Director
Cargando pj

Grácias por lo de antes -te dijo el profesor mientras observabas cómo Montoya arrojaba la ceniza al suelo, cómo quien vaciara el cenicero del coche-, tu apoyo me ha ayudado a ser fuerte. Dicho ésto, volvió a sonreirte,  rozandote la mejilla cómo tu hiciste antes con él, recordando la frase que Montoya te soltó por tu mala mirada: Tu no te metías en mis formas ni yo en tus metodos ¿Recuerdas?, palabras que sonaban punzantes por la brusquedad en que las había soltado.

Pero el abrazo de Guerson te volvió a la realidad, una alegría compartida pese a los intereses que hubieran tras la nueva naturaleza de Oriol. Aún así, tenía lo que siempre había deseado.

Observaste en Guerson una felicidad aún mayor cuando, juntando las manos de ésos dos Tremere, le diste a entender que el honor de mostrar tal lugar correspondía al Regente, algo que, visto su asentimiento, sentía cómo un halago, mientras Oriol recogía algo extrañado la ballesta. Llame con calma Condesa -te dijo Guerson antes de empezar a marchar hacia el Eliseo-, cuando termine estaremos dentro por si quiere acompañarnos mientras esperan.

Observaste cómo cada vez estaban más alejados cuando Oriol, girandose levemente mientras aún estabas cojiendo el móbil, te guiñó un ojo y te sonrió. Realmente se le veía feliz.

A los pocos tonos respondió Michael, percatandote que, quizá por la hora, estaba más atento al móbil de lo que esperabas, respondiendote una vez le dijiste todo: Cómo veía que se hacía bastante tarde he acercado a James a la discoteca y he ido viniendo, parando a un bar a tomar algo por la espera. Oías cómo mientras hablaba estaba conduciendo, algo que no te gustaba demasiado, y al saberlo, terminó rápido la conversación. Nada de alcohol por supuesto. Oíste cómo paraba, suponiendo que estaba delante de un semaforo cuando añadió: Estoy a cinco minutos de aquí, aún así no se preocupe, he llamado al comisario para decirle que llegaría media hora tarde, que estabamos terminando unos contratos con unos proveedores. Nos vemos ahora -y colgó-.

Al poco te percataste de que desde la lejanía te hacían un poco de luces, fijandote que se trataba de Michael en el Porche.

Aparcó el coche casi a tu lado, saliendo del coche con un maletin: el libro ya se lo había traido junto al contrato ése del gas para que se lo comentara después a Abell, pensé que quizá le interesaría para algo. En ése momento alargó lijeramente la otra mano, cómo queriendo cojer el maletín con el portatil. Si quiere le guardo el ordenador en el coche, yo les esperaré aquí. Todo lo demás ya está listo.

Te fijaste que la eficiencia de tu gohul estaba siendo desmesurada ésa noche, pensando no sólo en el negocio sinó tambien en todo lo que pudieras necesitar tu, quizá algo propiciado por las nuevas dotes demostradas por James. No hay prisa, el comisario no nos espera hasta dentro de cuarenta minutos y para llegar a su casa con unos diez tenemos suficiente.

Cargando editor
09/08/2010, 18:01
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

La gratitud, con la que el profesor me agradecio a su manera las atenciones que había dipositado en él... me dejaron perpleja. Hacía tiempo que no podía considerar mutual esta dicha. Empezando desde que conociendonos... parecia que nos entendiamos bien. ¿Acaso sería para siempre este recolzar conjunto? Pero ese hecho, me denoto que Guerson había apreciado el detalle de dejar ser el primero en mostrarle ese recodijo de cainitas. Un lugar que lo rodeaba con habitualidad, algo que mostraria al chiquillo durante el resto de la noche y esta vez por mi parte.

Pero tras el guiño del Profesor y la espera de mi ghoul me percate de que aun tenía el registro en el mobil de mi Primo. ¿Estaría pensando en mi llamada? Siendo así... ¿Que pasaba con todo lo que medio relacione hacia poco tiempo? Esperaba que ciertas dudas fuesen resueltas, pero alegrandome en parte de saber que mi Cuore, hubiese despertado en mi muchas reflexiones. Desconfianza, ganas de despertar nuevas sensaciones y el recuerdo del cariño que nunca me dieron. Este mismo que poco a poco me transmitia y llenaba Oriol, sin más interes que los mios propios. Un temor que se desinfundo en el momento preciso de recordar, aparte de revivir mis cambios del pasado. Aquellos que me hicieron fuerte en su momento, los mismos que volviendo a mi lado, fuesen para bien o para mal, harían superarme a mi misma.

Con una seguridad en mi misma, escuche con atención a Michael. Sacando conclusiones de mientras: Acerco a James a la discoteca, se paro en un bar a tomar algo, estaba cerca intuyendo que ya llegaria... Sacandome una excusa ante el comisario... Cuando colgo volvi a mirar el mobil. ¿Se había vuelto loco todo el mundo? Me encanto que fuese tan detallista, ademas de preciso. Interesante avance... Ademas a sabiendas de que ahora sería poco lo que nos veriamos. Nege con la cabeza, apoyandome algo en la pared para esperar los cinco minutos fumando un cigarrillo, percatandome de que aun llevaba las flechas con punta de plata... Pero antes observe a mi alrededor intentando percatarme del hambiente exterior al eliseo. La gente que paseaba como iva vestida... la media de edad, sobretodo para relacionarlo con la hora... Quizás así podria saber mejor como iva el ganado en ese tipo de zonas apartadas, del medio de la ciudad. Analizando esto antes de las cuatro ultimas caladas y de tirar el cigarrillo en el suelo.

Escuche de nuevo a mi sirviente con firmeza e interés en sus explicaciónes. Así, que se percatara de ello en mi expresion. Afirmando con una sonrisa en cuanto se refirio a que el libro lo había traido. Le pare un segundo con un tono afable y seguro: Buena apreciación Michael,-Recalcando su nombre con afablidad. Además de una lebe sonrisa para proseguir- Sería interesante aparte, que las cubiertas de este, no se mostrasen, sin dañarlas... y hacíendo un gesto con la mano como si fuese una sugerencia o indirecta quizás pero mostrandole que había sido una buena idea. Volviendo a callar y mostrar interés en sus atenciones de guardar mi ordenador en el coche. Este se lo entrege junto a las flechas.  Espera, -. Dijé antes de que se fuera,- Haber si tenemos tiempo de que me cuentes que tal el hambiente en ese bar... dandole dos golpecitos afables con la mano de la cual no sujetaba el baston.- Pero hay bastante trabajo para todos y me gusta que te muestres así de receptibo... - me acerque a él, y dandole un inapreciable beso en los labios-. Así que perfecto... Puedes ir a esperar en el coche...

Así me percaté de que debería entrar a buscar a Oriol. Entraria sin dar mis pasos junto al baston... solo sujetandolo con elegancia. Para pasar la vista dentro del eliseo. Y si los encontraba no me sentaria puesto deberiamos poder irnos lo antes posible a perpetrar la cita con el comisario y su desconocido entorno. 

 

Cargando editor
09/08/2010, 19:20
Director
Cargando pj

Observaste que, la poca gente que paseaba a ésas horas por la zona, tenía una media de edad próxima a la treintena, seguramente famílias y parejas que estaban volviendo a casa o hiendo a tomar algo con unos amigos, pero con poca densidad, quizá por el tiempo, o por el día, en el que mucha gente tendría que trabajar a la mañana siguiente.

Michael cojió todo lo que le entregaste, asintiendo con la cabeza tras tu comentario sobre el libro, para contestar: Mientras están con el comisario si quiere voy a la Mooving''s a ponerlas dentro de las tapas de algun archivador, o sino cuando lleguemos, en su despacho o en el de James seguro que hay alguna.

Una vez te despediste ya de él, volviendo hacia el coche, se giró para decirte: por cierto, en el bar realmente el ambiente estaba un poco muerto. Cierto que no era nada del otro mundo, pero si el ambiente no se anima la noche va a ser tranquila.

Ya delante del Elíseo entraste, observando el segurata de todos los días quien, tras las acostumbradas preguntas añadió: hoy el ambiente está tranquilo -dijo recordandote las palabras de Michael-, por lo que no le dire nada sobre el bastón. Aún así, no se lo tome cómo una costumbre.

Al entrar, te percataste de nuevo que ése sitio, realmente estaba muy muerto, algo que si hoy se terminaba relejando en tu discoteca, acarrearía algun que otro problema, más al no saber cómo había terminado el trato con Cutty.

Cerca de la barra, en una mesa contigua a la terraza, pudiste ver a Oriol y Guerson cómodos en los sillones, tomando algo, además de, al acercarte un poco más, percatarte tambien de la presencia de tu sire quien, en verte, se levantó para darte un beso en la mejilla: Buenas noches hija, estaba aquí tomando algo con el profesor, por favor -añadió siñalandote un sillón vacio, al lado de Oriol y delante suyo-, acompañanos un rato -dijo antes de sentarse, sonriendote afablemente con su posado protector-. Guerson te comentó, mientras veías cómo Conrad estaba terminando de comentarle a Oriol un poco el funcionamiento político de la ciudad, y sus estamentos, que lo vacio del lugar se debía a que Claudi había organizado una de sus típicas fiestas en la Casa Batlló, en pleno Paseo de Grácia, cuando, percatandose Conrad de que no tenías nada, se giró a la barra para decir: Metre, una copa para mi chiquilla, ya conoces sus gustos -para posteriormente guiñarle un ojo y entrando de nuevo en la conversación  Un gran hombre el profesor -empezó, canviando radicalmente el tema, cómo liberandote de un nuevo tostón del Regente-, alguien digno de conocer, éspero poder tener charlas contigo con más tiempo mientras estémos en la Villa -dijo cogiendole amistosamente por el hombro-.

Realmente, observabas una felicidad y un buenrollismo desmesurado en el ámbiente, algo que no era normal en ése lugar. ¿Quizá por los vástagos que hoy no estaban presentes? ¿por la tranquilidad? ¿se habían vuelto todos locos? Pero en recibir la copa y dar un primer sorbo te percataste de lo que pasaba: efectivamente, era tu tipo de sangre, algo que o bien recordaba del otro día o Conrad se había preocupado en que lo hiciera, pero con un ligero tono a coñac. En ése momento Conrad sonrió, y poniendote una mano sobre la cadera te dijo: tranquila hija, hoy es un dia festivo -para posteriormente añadir-, además, si más tarde vienen los locos de Claudi a terminar la fiesta llamanos que vendremos a darte apoyo moral. Tras esas palabras, tanto el cómo Guerson empezarón a reír, percatandote que sólo ellos dos la habían entendido.

 

Poco antes de la hora acordada con Michael, saliste con Oriol hacia el coche. Ya había visto algo del Elíseo, vivido un día "extraño" de ése lugar y conocido a tu sire. Al veros llegar, tu gohul salió del coche para abriros amablemente las puertas, a ti la de detrás, y a Oriol la de su lado. Parecía cómo si, todo y quererse mostrar gentil no terminara de saber muy bien lo que sucedía cuando, antes de arrancar te dijo, abriendo la guantera: éste és el regalo para la hija del comisario -dandote un paquete-, y sacando una bolsa con un paquete mayor añadió: Aquí hay una botella de wisky cómo la de antes, pero dos años más joven y cuatro copas de cristal, -hizó una breve pausa, y bajo la sorpresa de Oriol matizo- un detalle siempre agrada.

A los pocos minutos parasteis delante de un duplex en la calle Marina, similar al visto antes cuando Pedro acercó a Lucita a casa además de no estar a mucha distancia, no entendiendo cómo la vida de Castellano podía estar tan rodeada de vástagos y él sin darse cuenta.

Cargando editor
09/08/2010, 21:22
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

En acabar las cuatro caladas conclui que mi analisis fue como divisar una tranquilidad en la Mooving"s de la cual no quería que fuese como eso de apagado. Pero la mayoria de esa gente no acostumbrava a salir en estas fechas, por las zonas de ocio.. aunque realmente muchas veces sorprendia el hecho de alvergar sorpresas, puesto se podia terminar quedando a ultima hora modificando los planes y salir a mover el esqueleto.

Pero entre y el ya "conocido" vástago me saludo, atendi con sutileza sus comentarios con una sonrisa respondiendo con un tono de despreocupacion y seguridad arraigada anteriormente: Aunque esta claro que el tiempo. -. dijé mirandolo con serenidad y tranquilidad para dar una pausa- la misma costumbre-. Miré de reojo mi anillo para denotar mis pasos hacía el interior.- alguien con esta, la vencio... Girandome ya para ver dónde estaban la nueva familia.

Pero me adentre en ese lugar reflexionando en que ciertamente, no había pensado en la calidad de mis pensamientos hacerca la mooving"s en cuando me despedi de mi sirviente... Quedandome en un punto bastante extraño, la fiesta de Cutty. Quería saber más sobre eso. ¿Quales eran los nombres de los representantes en servir el patrocinio? Aparte de otro aspecto, el fuego... la chimenea que podría haber en casa del comisario, o que los gogos trajeran malavares de este estilo...

Sujetando el baston divisando la barra y después sonriendo hacía Oriol y Guerson. Dando en mis pasos el mismo sentimiento con el que había entrado ademas de sorprenderme por la presencia de Conrad. Respondiendole a su saludo de igual manera: un tierno beso en la mejilla y un buenas noches "padre". Hacía poco que se referia asi ante mi, delante de otros vástagos. Por no decir de que nunca lo había hecho. ¿Acaso hasta ahora no se sentia orgulloso de mi? Pero entendia en el fondo la burocracia verval con la que solian tratarse los cainitas unos a otros... Sabiendo en el mismo momento en que los acompañaba de que estaban muy diferentes. Demasiado entregados a conocerse y en rebelar actitudes muy desconocidas para mi. Puesto más tarde descubri con algo de consternación de que toda esa paradoja se debia al mero hecho del beber... Solo matize un "Señor Mansanas..." con un murmuro alegre y de atención por el hecho de tener delante a un chiquillo que debia posicionar yo misma delante de los demas. Me estaba muy bien que quisieran desinivirse pero había tiempo y mucha noche para mi. Ademas de tener que estar más cuerda que todos juntos en los momentos que no entendia que descontrol podria alvergar tanta alegria junta... Quizás me asustaba tan buen rollo, quizas me descolocaba o quizás no estaba acostumbrada a seguir las copas que llevaban acumuladas.  Como queriendo desviar los intereses reales de esos dos hombres, mi mente paso a recordar los puritos que llevaba en el bolso. Seguridad y calma con la que mi manera de ser influiria en el ver de nosotros dos, ante una mirada algo alcoholizada de los dos sires. Con un interés por mi parte: podría enseñarle al profesor a fumar con una conversación: destinada a ser más de despedida a causa del tiempo, informativa respecto a las fiestas de Claudi y posibles acercamientos mutuos de los cuales yo no me mojaria y el profesor se podria nudrir.

Por eso los hablares de Guerson me dejaron con una postura de interes. Explicaciónes que seguia con algun leve gesto de afirmación y denotando que era aprovechable saber que costumbres absorvian la vida de la sociedad cainita. Pensando que la fiesta de Claudi podria alvergar dos cosas: interes en quedar bien delante de él por parte de algunos o simplemente porque sus fiestas podian ser de grato gusto... Tampoco lo sabía. Pero el corte de conversación  con el que Conrad se interpuso pidiendo al "metre" beber para mi, me dejaron pensatiba. ¿Quizás sería oportuno que trajera otra copa y un trapo limpio? Recordando como Montoya había apaciguado el desastre de el primer inicio... Por eso sin vacilacion en mis palabras, al igual que firmeza y seguridad le pedí al metre estos dos objetos. Para posteriormente sonreir girarme hacía el Profesor y cogerle por el brazo para que girando con la cabeza le guiñara un ojo. Rapido y sutil puesto no queria que vieran los dos "papas" ese repentino interés en agarrar y "calmar" al chiquillo.

A la frase de Conrad sobre que me tranquilizara al percatarme de que en mi copa también alvergaba alcohol me hizo no seguir bebiendo. Solo sutilmente dar un sorbo de aprovación. No quería darle prisa a esa copa en concreto, sino en la que debía centrarse el profesor y los dos acompañantes. Dejé el brazo del profesor para fijarme en guerson y Conrad. Junto a una sonrisa con la que esos señores transmitian, lebantando la copa y ironizando a la vez que bromeando con sutileza y mirando con picardia al conjunto después: Dicen, cuentan, se escucha, que el alcohol mata lentamente... -. dije denotando cierto afan de miedo bromeador... pero no importa! -. Los miré para ver la reacción que alvergaba en ellos este contradictorio buen rollismo.- Se dice esto cuando no se tiene prisa... -. Pero miré a al profesor con felicidad por tenerlo allí tranquilo y desenvolviendose a su manera a un nuevo mundo del cual su entrar había sido controvertido hasta el final.- Unos quinze minutos señores... duraria la controvertida dicha.- Dijé con un perfectisimo catalan. Mientras rebuscaba en el bolso sin dejar de prestarle atención, intentando dar con los puritos mientras continuaba... Realmente me ha gustado que el hambiente se pueda relajar hasta este punto... -.Un leve suspiro salio de mis labios y di con la cajita.- vaga la redundancia de todo lo pasado... Dije negando con la cabeza... pasando una mano por el ante brazo del profesor dandole dos golpecitos afables continuando diciendo Creo que nos merecemos una agradable charla, entre nuevas familias. ¿Podría continuar con la dicha a la lo referido a la fiesta porfabor? Dejé la pregunta al aire volviendo a girarme hacia el profesor y sonreirle. Pensando que sería interesante y de acertación que pasara el trago de fumar, como si estubiese con los amigos. ¿Quizás eso le haría más facil habrir sus pulmones?  Aunque parece que no se lo acabe de creer.- Aun mantenia la caja cerrada y mi mirar se postro en el sire de mi profesor, este tema señor Guerson me interesa bastante y creo que al señor Mansanas también. ¿Tan emotibas son las fiestas de Claudi que después vendran a seguirla en la mooving"s?- Puntualize en este ultimo nombre "señor mansanas", denotando la misma importancia con la que mi sire me nombro hija delante de todos. Con orgullo, puesto había demostrado que era más fuerte de lo que ni yo misma creía que fuese capaz de ser. Pero en el fondo sabíendo que ciertas cosas eran dificiles de digerir en tan poco tiempo...

Por eso, para romper el hielo, de mientras creia que se podria descontrolar sus explicaciónes bromistas: reparti primero los puritos a mi sire y después a Guerson se lo dejé encima de la mesa con un : "Ya que estamos de celebraciones..." le sonrei afablemente. Cerrando la cajita tras dejar en mis manos dos puritos. Tampoco sabía si fumaba pero igualmente sería grato que supiese por donde irian los tiros. Cogiendolo del brazo de nuevo y susurrarle cariñosamente un leve "deje que fluya... dejese llebar" y continuar Hoy ha denotado mucha fortaleza en su interior, Profesor.- Dandole dos afables golpecitos con la mano con la que sujetaba los cigarrillos.  Encima del pecho, mientras murmuraba: Las fuerzas naturales que se encuentran dentro de nosotros, son las que verdaderamente curan nuestras enfermedades.- Le sonrei pero al mismo tiempo le entregaba el cigarrillo dejando el mio encima de la mesa. Aparte la copa y el pañuelo hacia cerca de mi copa. Pensando en que debia confiar en sus cualidades denotando con ese gesto que él no lo usaria esta vez, puesto era una costumbre algo que arraigaba de él mismo. Por eso con el zippo familiar, y giñandole el ojo con una sonrisa picarona le encendi el purito. Con serenidad y elegancia. Gesto con el que me había servido de cierre de intereses economicos en el pasado... ¿Ahora serviria para denotar confianza en el profesor? Con la seguridad con la que entre junto a la seguridad con la que le mostraba que confiaba en sus virtudes y le hacia acto de encenderlo le dijé Celebremoslo como siempre...
 

 

 

 

 

Cargando editor
10/08/2010, 00:37
Director
Cargando pj

No te extraño no recibir respuesta alguna a tu primer comentario dentro del Eliseo, pero pronto cambio totalmente la situación en ver a ésos tres hombre que, últimamente, llenaban tanto tus aburridas horas. Observabas cómo, sobretodo Conrad, te vió algo incomoda, superada un poco por toda la extraña situación que te rodeaba, mientras, en silencio, querías poner en orden todo ésos pensamientos, interrumpiendo la conversación una vez que resultaba interesante, además de llenando tu mente con más dudas, aunque hubiera sido por medio de un broma. ¿Acaso no hace ya años que vivimos con su existencia? -dijo Conrad a su modo de ironizar las preguntas, pero a la vez asintiendo a tu comentario- ¿Se podía saber a que jugaba? ¿realmente estaba borracho o había algo más?, sonriendo tras tu posterior apreciación sobre el poco tiempo del que disponíais. Un exceso de trabajo dicen que tambien mata... -dijo Guerson bromeando pero añadiendo Conrad- ...pero tambien fortalece amigo -puntualizó a modo de un buen Ventrue-, sorprendiendose los dos Antiguos cuando quisiste saber más sobre las fiestas del Toreador, riendo Conrad despreocupadamente tras tu pregunta: emotivas no sería la palabra adecuada... sino más bien... -Conrad se mostró dubitativo para posteriormente añadir, refiriendose a Guerson- sigue tu amigo, que luego dicen que los Ventrue no tenemos tacto. Observando cómo el Regente ocultaba una sonrisa para proseguir con posado firme: dejemoslo en que Claudi en su vida mortal nunca había conseguido ser más que un simple bufon -empezó con un tono quizá demasiado elevado por el lugar, pero tras percatarte que, todo y su sinceridad de costumbre no se giraba nadie a mirarle, quizá porqué nadie había por hacerlo, y los pocos que habían estaban en otro temas o pensaban lo mismo-, un trauma pobrecito -negó con la cabeza cuando observaste a Conrad volviendo a reír-. No sabías cuantas copas se habían tomado, ni si esa reacción era propiciado por ello, pero realmente, preferías no saberlo-. Como bien recordarás, las fiestas de los nuevos aristocraticos eran las peores, un poco le pasa ésto a Claudi. Mucho arte, mucha poesía, mucho glamour pero poca diversión, solamente marketing. Viste que Conrad asentía a cada una de sus palabras cuando, hablando de nuevo el para decir por eso no sería extraño que luego se quieran refugiar en la Mooving''s; tranquilidad, seguridad, pero no la de la tumba. O vendrán a deshinibierse o a librarse de su anfitrión -añadiendo Guerson-, realmente son mejores las de Alfonso, más verdaderas.

Sólo hicieron un leve silencio tras repartir los puritos, con la atenta mirada postrada en Oriol, quien, pese a encender el zippo sin problemas no logró prender el purito para fumar, mientras observabas cómo Guerson ya se estaba fumando el suyo y Conrad le empezaba a contar todos los detalles, no sin antes reír: Los placeres de la vida no nos estan prohibidos a los cainitas profesor, excepto el de ponerse moreno claro -bromeó, para acto seguido mostrarle su purito y cojerle el zippo de la mano-, pero si no respira ¿que quiere fumar?. Le enseño cálidamente a respirar hasta que, viendo cómo empezaba a mover los pulmones le dijo: una vez respire ya puede encenderlo, pero por mucho que lo intentemos, las leyes naturales no se pueden romper -dijo sonriendole mientras cataba tranquilamente el purito-. Ésto a la larga nos cansa y nos deja ambrientos, pero a veces la situación se lo merece -añadiendo, mientras estabas sorprendida por la naturalidad cómo Conrad amedrentaba a ése nuevo vástago-. Tambien puedes disfrutar más placeres y activar otros organos, pero ésto ya en la intimidad -murmuró acercandosele mientras te guiñaba un ojo-.

 

Una vez te percataste de que el tiempo ya se os estaba hechando encima y tras despediros de vuestros sires os dirigisteis hacia fuera del Elíseo, no sin antes decirte Conrad: quizá más tarde pasemos por la Mooving''s, llamanos si ves que no estarás todo el rato en el despacho y seguimos la charla familiar -para después brindar con Guerson-.

Oriol ya había visto algo del Elíseo, vivido un día "extraño" de ése lugar y conocido a tu sire. Al veros llegar, tu gohul salió del coche para abriros amablemente las puertas, a ti la de detrás, y a Oriol la de su lado. Parecía cómo si, todo y quererse mostrar gentil no terminara de saber muy bien lo que sucedía cuando, antes de arrancar te dijo, abriendo la guantera: éste és el regalo para la hija del comisario -dandote un paquete-, y sacando una bolsa con un paquete mayor añadió: Aquí hay una botella de wisky cómo la de antes, pero dos años más joven y cuatro copas de cristal, -hizó una breve pausa, y bajo la sorpresa de Oriol matizo- un detalle siempre agrada.

A los pocos minutos parasteis delante de un duplex en la calle Marina, similar al visto antes cuando Pedro acercó a Lucita a casa además de no estar a mucha distancia, no entendiendo cómo la vida de Castellano podía estar tan rodeada de vástagos y él sin darse cuenta.

Cargando editor
10/08/2010, 01:55
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

No recibir respuesta alguna a un comentario fuera de lugar, me gusto. Era precisamente algo que ellos mismos estaban denotando poco después. Su "caracter..." más punzante y diferente de lo normal... Cuando la gente, los cainitas... si se sentian agusto, decian las cosas como ellos las veian. Así que me dispuse a analizar de forma pasiba y contemplatiba de las palabras de Guerson. Reclinandome en el sillón para sonreir con algo de picardia a Guerson, en cuanto matizo lo del trabajo... ¿Él no andaba atareadisimo? Eso me daba a pensar que realmente estos dos no querían tener que trabajar en criar a otro chiquillo enseñandole... pero igualmente escuche las palabras referentes a la emotividad. Fumando con parsimonia, escuchando atentamente mientras me fijaba como se pasaban la pelota, mi sire a un animado Guerson, mostrando algo de incredulidad en tal acto... murmurando antes de que este mismo animara al otro un "¿tanto les cuesta, dar alguna referencia?" y entreabriendo la boca, como no creiendo que Guerson fuera tan poco delicado en decir una cosa así. ¿De otro consejero? Postre algo de estrañeza en lo referente a simple bufon, frunciendo la frente como aquel que no entiende a que biene esa apreciacion. Pero me dejo más perpleja el hecho de que puntualizaron de que las fiestas eran mucho más... "verdaderas" las de Alfonso. ¿Alffonso? Murmuré en un marcado accento italiano, con algo de dudas en mi cabeza, pero negando con esta cuando termino de matizar diciendolo. Puesto yo después ironize en mi tono de voz con algo de redundancia en todo lo que había llebado a crear estos comentarios, aparte de mostrando que medio bromeaba con todo lo dicho para pasar a dar los cigarrillos: Miedo me daría si tubiese que ser "critico" conmigo...  

Me quedé sonriendo, mirando como mi sire "cogia apresuradamente la situación". Mirando con picardia como le cogia el zippo pensando que estaban haciendo lo que precisamente queria que hiciesen. Enseñarle... ¿No decian Guerson que estaba atareado? Pero rei a la ironia del hecho de relacionar "fumar- respirar" una leve carcajada salio de mis labios dandole dos golpecitos en el hombro a mi "padre". Viendo como le enseñaba con la ternura con la que habituaba a tratarme. Parecia que se le veia contento en si, pero ademas contento por estar enseñandole él mismo ese punto. Pero alegrandome de la alegria que había supuesto para ya tanta gente tener a Oriol entre ellos. Algo que en el fondo me preocupaba puesto los intereses de cada uno amedrendaban diferentes sentimientos y futuras reacciones. Bebiendo mientras hacía elusion al hecho de que empezar a fumar gastaba parte de nuestro instinto... Medio terminando la copa pero dejandola a medias. Pero solo me descoloco cuando encima de este discurso paternal, hizo elusiones a los placeres intimos. ¿Acaso nos había escuchado? Pero me daba igual si sabía algo sobre nuestras intimidades. No me retraia de haberme "entregado" al Profesor, pero era extraño que Conrad hiciera ese tipo de comentarios salidos de tono. Por eso le sonrei dandole un beso en la mejilla para despues decirle: Me gusta que muestre tan.. . como lo diria... sensible... mmm quizás también ¿paternalista? Dijé entre sonrisas con un tono de redundancia .-poco más me tenia acostumbrada a hacer esos tipos de actos conmigo, y ahora ¿Con Oriol? y guiñandole un ojo me arregle algo el abrigo. Estaba claro que igualmente ayudaria a hacer más comprensible a Oriol este paso, mientras yo estaba atareada. Aunque tampoco hacía falta puntualizar tanto. Algo que pensé en ese momento fue que realmente, había mucha diferencia entre el tacto de Montoya con el de mi sire. Pero era evidente que tanta bondad la mostraba para enseñar, puesto tampoco sabía mucho de sus opiniones hacerca temas más trascendentales.

Mientras me levantaba y antes de despedirme cordialmente de ellos dos: Nos gustará verlos en la Mooving"s, a sabiendas de que se juntará la familia... -puntualizé mirando a Guerson con algo de fijación en mis palabras.

Al salir del eliseo, cogi a Oriol por el brazo apoyandome en él. Habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo. Habían tantas cosas que decir, que contarnos que me quede mirando dudosa al profesor. Estaba segura de mi misma pero temerosa a las reacciones de ese hombre. Parandole antes de abrirnos camino un poco más lejos de la puerta, sin mucha prisa por mi parte, en llegar al coche. Solo temiendo un momento por pasarme por la mente si habriamos hecho lo correcto. Lo primero que salío de mi boca en esa "intimidad" de la que hacía horas quería llegar a alvergar con él, fué un alentador: Solo espero que no te arrepientas...- Para pasar a dejar mi cabeza en su pecho como denotando la importancia de ese paso... Solo que creo que debo contarte durante esta noche, el porque-.dije rozandole con la mano en su hombro.- de y el inicio de este camino que terminé para concluir que tu entrar en formar parte de esta condición, nos serviria a los dos para escapar de algo... y encontrar algo... -. Me separé de él rozandole la mejilla para después cogerle el brazo y apoyar la cabeza en su hombro. Siguiendo el camino escuchandolo. Antés de llegar a ver a mi ghoul, le comenté que "Tu fortaleza, me ha fortalezido a mi". Pensando que la fuerza y las virtudes del profesor, denotaban que había tenido buen ojo en ver su potencial. ¿Sería un pensamiento correcto? Solo que el temor inicial era logico pero que lo iria entendiendo poco a poco. Divisando el coche y a mi ghoul le murmuré: Solo hace falta que prestes atención y seas tu mismo. Aun que seamos amigos, sabemos que hay algo "especial" que nos une... Le sonrei pensando en todas las elocubraciónes con las que había llegado a pronunciar estas palabras. Las de alguien que empezaba a sentir que había un interés mutuo que nos hacía fuertes mutuamente. Realmente en estos días había servido de ayuda, poder acercarme a él. Pero almismo tiempo, no olvidaba que aún tenia que conocer más de fondo... ¿Estaba confiando demasiado? Algo que desconcerto también al llegar delante de mi sirviente.

Escuchar de nuevo su eficiencia me alegro, para darle un leve beso en los labios como de "recompensa". Decirle que subiria él primero a darle las botellas y las copas al Comisario. Para entrar dentro del Porche y fijandome si había algo en el asiento del lado del conductor pensé que si no había nada podría aprovechar para dejar el bolso y comentarle que pusiera unas determinadas canciones. Aparte de que pensara una excusa para que al subir y encontrar una chimenea encendida o algo que pudiese ocasionar algun tipo de fuego. Antes de esto le dijé que comentase que el Profesor vendria conmigo y resulta que es alergico al tipo de animal que viese en su casa. Girandome al profesor, le dijé Dime... ¿realmente que piensas de todo esto?... ¿Que dudas se te presentan?... ¿En cuales puedo ayudarte?... ... ¿Acaso hay algo que no te guste? Dudas acumuladas... Palabras apresuradas... mirandolo a los ojos. No me gustaba no entender que podría pasar por la cabeza en esos momentos al profesor. Esperando alguna respuesta que alentara unas dudas pero manteniendome alejada esta vez de él. Como queriendo denotar que ahora que estabamos acompañados por mi ghoul, no quisiera denotar tanto cariño y emotividad.

A los pocos minutos parasteis delante de un duplex en la calle Marina, similar al visto antes cuando Pedro acercó a Lucita a casa además de no estar a mucha distancia, no entendiendo cómo la vida de Castellano podía estar tan rodeada de vástagos y él sin darse cuenta.

Cargando editor
10/08/2010, 04:36
Director
Cargando pj

Guerson empezó a reir tras tus ironico comentario sobre su espiritu crítico diciendo: Para las amistades sólo hay elogios -fumando tranquilamente del purito, observando algo de felicidad en la cara de Oriol, riendo Conrad, por la situación, pero aún más tras tu posterior comentario sobre su caracter, sólo diciendo en forma de tenue murmuro: tu acabarás igual hija.

Aún así, te percataste cuando ya os despedíais que el último comentario había incomodado ligeramente a Guerson quien, tras agradecer tu alegría en verles en la Mooving''s, cambio de tema, volviendo a las fiestas de Alfonso, comentandote por encima la forma cómo eran, bastante refinadas por tu gusto, tratandose de fiestas privadas con un buen cocktel y la posibilidad de darte un buen banquete. Se trata de otro Consejero, y hablar con el podría ayudarte en la Mooving''s además que con Hector -observando que no quería revelar en ése momento su condición de sire hacia el Guardian del Elíseo-, aún así ya tendremos rato para hablarlo tranquilamente, no quiero entreteneros -puntualizo, mostrando cómo en el caso de Lilith que hacía falta un ambiente más disternido para hablar con calma-.

 

Tras la oscuridad de la calle, poco iluminada, Oriol se puso a mirar ligeramente tus ojos, escuchando atentamente lo que tenía que decirle para después darte un suave beso rozando tus lavios para, una vez ya separado su rostro del tuyo murmurar: espero que con ésto te rospanda, sonriendo de ésa manera tan peculiar que tenía el profesor, notando que ése era un sentimiento retenido durante mucho tiempo en el, más que un impulso propiciado por el alcohol, aunque no imposible. Se que me llevarás por buen camino, siguiendo el provenir que un día el profesor Simahua imaginó para mi -y abrazandote por la cintura añadió, dirigiendoos hacia el coche, murmurando antes de besarte en lo alto de la frente-, espero que no te arrepientas tu de haber elegido ayudarme en tal porvenir, disimulando de nuevo sus sentimientos hacia ti al acercaros a tu gohul.

Observó extrañado el lebe beso que le diste, sabiendo que algo extraño había en él y James, así cómo en la eficiencia que tenían a tu lado, tal y cómo te comentó antes en la Villa, siguiendo tus instrucciones e intentando comprender la forma cómo hablabas a Michael. Perecía que el profesor, debido a su espiritu académico, quisiera saber más, analizando todo su nuevo entorno, mientras veías cómo tu gohul afirmaba a cada una de tus ordenes. Cuando, una vez ya fuera, empezaste a hablar con el profesor: realmente, todo para mi es una duda -dijo tras tu primera pregunta-, es tan diferente la forma cómo me siento y todo lo que observo a mi alrededor. Se termino de girar más hacia ti, añadiendo: lo que no termino de entender por mucho que lo intente es el por que me elegiste, por que pusiste tu confianza en mi para darme todo ésto -para cojiendote la mano añadir-. Se que hoy en el bosque no has hecho nada, pero has hecho mucho. Eras la única que conocía, por lo que lo pediste tu, y además, he oído perfectamente tus palabras mientras me sentía morir... cómo sin miedo has luchado por mi, pero ¿porqué?

Cargando editor
10/08/2010, 17:00
Vitraya Schiavone
Sólo para el director

Observó extrañado el lebe beso que le diste, sabiendo que algo extraño había en él y James, así cómo en la eficiencia que tenían a tu lado, tal y cómo te comentó antes en la Villa, siguiendo tus instrucciones e intentando comprender la forma cómo hablabas a Michael. Perecía que el profesor, debido a su espiritu académico, quisiera saber más, analizando todo su nuevo entorno, mientras veías cómo tu gohul afirmaba a cada una de tus ordenes.

Una vez dentro y acabando de dar las "ordenes" a mi ghoul, me dio por pensar en la pregunta que hizo Oriol en cuanto salimos de mi jacuzzy privado. Ademas de haber visto mi trato hacía ellos, quizás el beso, quizás su subordinacion hacía mi... Realmente Oriol... -Negé con la cabeza en cuando el motor se encendio y salimos del aparcamiento. Escuchando la primera cancion del cd, sin ser ella de mucha importancia- se que te hace extraño mi actitud con Michael y James... Pero ellos són mi mano derecha, tal y como tu podrias haber sido en su momento. Rei ironicamente, puesto recordé que empezo a llamarme la atención mucho antés de que le diera la sangre a él.- Haciendole un resumen de como se hacía un ghoul. Comentandole que ellos aspiraban y tenian en mente la parte economica y social, acabando siendo como nosotros. 

Le coji la mano, acabando la canción para que el orden de este saltase a otra que me desconcerto por su puntalización. Una breve pausa puesto esta entro en mi mente, y le cogi la mano para ya sonreirle:  Pero vi en ti una diferencia crucial... las muchas ganas hacía el conocimiento de todo tu entorno... de las novedades. Ese espiritu de superación... Lo miré a los ojos , pero denotando en el hambiente cierta relajación. Me llenaste de curiosidad.-le rozé la mejilla cariñosamente.- además de despertar en mi algo que creia muy apagado. Le sonreí como dejando en el aire esa parte que quería esconder de mí, además de ponerle el dedo indice en los labíos. Por eso, quizás por mis prisas o por no querer perder esta oportunidad, apresure a iniciar algo.- señalando con discrecion a Michael, el cual estaba conduciendo. Creo que has podido ver que durante estos días en la villa, el proceso no lo continué. Dijé mirando ya hacía la carretera atraves del cristal delantero, postrando la vista en ella. Pensando que debido a todas mis dudas, a todo lo que había estado pasando a mi alrededor, quizás me había apresurado a tomar deciciones que no terminaban de encajar en mi mente. Recordé lo traicioneros que solian ser los hombres... pero ¿Acaso no podía intentar ver si alguien podía ser diferente? ¿Acaso no fué eso lo que paso por mi mente en cuanto Benjamin me dio la no-vida?. Pasando por mi mente la misma alusión a esto de la  cual expuse al principe en cuanto entendio que estaba con mi recipiente. Continuando hablando ya lo iras entendiendo amigo...

Mirando al horizonte de la carretera, empezando a sonar otra cancion... y postre mi cabeza en su hombro cerrando los ojos y pasando su brazo por los mios.  Puntualizando en la letra un Hoy es nuestro -principio y el fin-. de escapar del pasado... palabras que sonaron con firmeza, seguridad y calma, mientras le cogia su mano derecha y la entrelazaba entre los dedos con los suyos. Recordando la mutualidad de intereses que había estado pensando durante los dias en que nos adentramos en un camino "conjunto". Así me siento yo hoy- susurré cerrando los ojos de nuevo y hechando una leve sonrisa mientras sonaba "Abre las puertas de la percepción, Usa el poder de tu imaginación..." murmurando la letra... Aunque no podamos mirar hacía el sol... sabes que sigue brillando... -Apreté la mano para soltar una leve carcajada, quizás producto del alcohol o por la alegria de saber que mucho podría cambiar si seguia trabajando en estabilizar mis sentimientos, mis dudas y mis temores sobre la verdadera relacion del pasado con todo ello. Susurré: "Piensa en las cosas que te hacen sentir... cada segundo vivir o escapar..." Sin continuar la letra pensando que la gente pasaba, y el momento en que nos encontrabamos era algo novedoso para los dos. Realmente solo se había adentrado en mis adentros, mi Primo, Conrad y ahora poco a poco ese nuevo cainita... Con el cariño mostrado. Sin interes, a la vez que sabíendo que del primero tampoco tenia muy claro que deparar. Escuchando "¿Por qué es tan difícil creer que no habrá un mañana jamás?- Como si esas palabras relacionaran de alguna manera el Libro de Nod dentro de mi mente deshorientada. ¿Puesto que percepción debía deparar en el profesor? Dejé en mis pensamientos un claro punto, dar tiempo y confianza en alguien que me había demostrado en poco lo mucho que alvergaba...

Vi que llegabamos al destino, apartandome algo de él, murmurandolé "coge tu el paquete por ahora" Pensando que sería la manera de que no se le acercaran tanto. Igualmente la excusa estaba dada en que estaba con algo de asma y era yo alergica. Dejé el bastón y salí del coche dudando de todo y de como podría llegar a acercar al profesor para que hablase. Sorprendiendome de su primera respuesta, con la tipica sinceridad de un bebé que no sabía por donde podría abrirse camino. Afirme cuando me transmitio sus nuevas percepciones. Le sonrei cariñosamente cuando hizo alusion a porque lo elegi... Murmuré un "porque vi que eres especial..." recordando las mismas palabras que le repeti durante las noches anteriores en puntos determinados de nuestras conversaciones. Pero en acabar su exposicion me quedé mirandolo a los ojos y acercandome afablemente le dijé: ¿Acaso a ti te gustaría verme morir?  Un tono de preocupacion me vino a la mente. Pero continué... Además... Después de todo lo imfimo que hemos vivido los dos, con el molesto .-Puntualizando en esta palabra con brusquedad. Era la parte que había denotado la separacion de hablares que había tenido que hacer para que no acabase entrando tanto en este mundo... pero que por el destino y mis ganas de que así fuese de alguna manera lo conseguí...- velo que tenias expuesto por las tradiciones... -.Negé con la cabeza para de mientras rozarle su frente. Ahora, podremos ver si sin él, conseguiremos luchar para superar nuestros temores... que acabaras entendiendo que nos unen. -. Le rozé la mejilla. Algo tan efimero como el verdadero cariño... Me aparté de él girandome... y dando dos pasos me paré. Me dieron a pensar que era mejor que eso no me afectase tanto, debia tranquilizar el ultimo nerviosismo de mis palabras "verdadero cariño". ¿Acaso era imposible de encontrar, en este mundo lleno de hipocresia? Pero también pensé que mis primeros intereses fueron saber que había detras del Libro de Nod, de la daga. Algo que además lo relacionaba con él. Un conjunto que me gustaba... Además de ver que tampoco me conocia tanto... porque mi reveldia pasada tampoco la conocia. Me giré hacia el y me acerque lo suficiente para que nadie escuchase Por no decir que ahora y sin este velo, conoceras este nuevo mundo. Del cual acabo haciendome más fuerte. Miré al portal, apagando algo la voz para decirle mientras lo abrazaba... Espero que a ti, también te haga más fuerte... Pero aparte algo la cabeza para cariñosamente y con sinceridad decirle: conmigo o sin mi... y le di un calido beso en la mejilla.

Notas de juego

Si esta todo en orden subimos, pero antes haciendo alucion a que queria una fotografia con el mobil. Junto a los tres para que michael la imprimiera con la impresora de casa para estas.

Cargando editor
10/08/2010, 20:56
Director
Cargando pj

Parecía cómo si Oriol no terminara de comprender los entrecijos manipulatorios que los vástagos tenías sobre los humanos, extrañado por la sinceridad con que hablabas éstos temas delante de Michael, observando un poco de decepción en su rostro cuando llegaste al punto del vínculo de sangre, con algo más de extrañez en sus ya comunes elocubraciones. Escuchando atentamente todo lo que tenías que decirle, cómo si la presencia de Michael le molestara para tratar segun que temas. Eludiendo completamente toda la información que había obtenido sobre los vínculos de sangre para pasar a un tema que le ocasionaba más dudas, el por qué de todo ello, observando cómo si ahora entendiera un poco más a que te referías en calificarle de "especial".

En ése momento bajo la mirada al paquete que tenía entre las manos, todo murmurando: contigo o sin ti... para, haciendo un leve silencio y todo levantando la cabeza para mirarte fijamente a los ojos añadir: Por lo que puedo ver, tu confianza en Michael y James es muy grande, pero el regalo de la eternidad me lo has dado a mi, són estas cosas las que no acabo de comprender. En ése momento te cojió de la mano para proseguir comentando con incredulidad sobre su aún nueva existencia. Inmortales pero serviciales, algo que pretendiste hacer en mi hasta conocernos mejor. ¿Pueden elegir ellos su destino cómo yo elegí el mío? Pregunto, dejando su duda en el aire para ser contestada más tarde, cómo sabiendo que Michael pronto os avisaría para que subierais, momento en que aprovechaste para hacer una foto suya con tu móvil: la cara que siempre habías visto, y que siempre tendría a partir de ahora el profesor.

Quiero conocer todo el mundo que se abre ante mi, a poder ser a tu lado -dijo el profesor sonriendote de nuevo, algo que llevaba bastante tiempo sin hacer-, pero entiendo que el conocimiento que tengo yo de mi nueva existencia es efimero. Junto a ti, se que me haré fuerte, pero, no se que puedo ofrecerte yo,... a una mujer que lo tiene todo.

Observaste que el profesor tenía una idea superficial de ti, quizá por lo dificil que hacías a los demás poder conocer más, cuando, tras un rato bastante largo, reciviste un mensaje en el móvil: Entren y me da las llaves, . Por lo visto, Michael había comprobado ya que todo estuviera a punto, lo que no terminabas de entender era porqué no bajaba a deciroslo directamente.

 

Un vez fuera del coche, con todo a punto, Oriol llamó al timbre, abriendose la verja de la casa para, posteriormente observar cómo la mujer que viste ayer con el comisario cenando, abría la puerta de la entrada. Buenas noches señorita Schiavone -te dijo al entrar, cojiendo tu abrigo y el del profesor, demasiado similar al de Montoya por tu gusto- ya nos comentó Carlos que venía bien acompañada -dijo refiriendose a Oriol-. Pasen por favor, está en el salón junto a mi marido. Indicandoos el camino, os acompañó hasta el salón, comentandoos que debido al asma del profesor os esperaban allí, en vez de en el comedor, comentandoos además que su hija ya estaba durmiendo, notando un caracter muy amable y maternal en ésa mujer. La casa parecía bastante confortable, bien decorada aunque con mucha menos opulencia que la tuya, pero denotando un punto de glamour que nunca habías terminado de ver en el comisario. Al entrar al salón, viste a Michael sentado en un sillón delante del comisario, quien, tras veros se levanto y despidiendose de él y de su mujer le dijo: Señor Castellano, señora -de esa forma servicial que caracterizaba tanto a tu siervo- me voy que tengo que ir a terminar unos asuntos de la discoteca. Cuando estubo a tu lado te pidió las llaves del Porche y tras decirte que le llamaras cuando terminarais salío, acompañado por la mujer del comisario.

Por favor, sentaros -os dijo Castellano con gran amabilidad mostrandoos los sillones, vestido con un chandal de ir por casa, algo que nunca habías visto-. Profesor -añadió mirando a Oriol-, que grata sorpresa verle de nuevo. Ya decía yo que algo pasaba -para todo sonriendo añadir- no es facil engañar a un policia. En ése momento llegó su mujer, quien, viendo que Castellano se estaba animando demasiado con sus comentarios le pidio que abriera la botella que les había traido Michael. Carmen, te presento a Vitraya y al profesor Oriol Mansanás... ¿no hacen muy buena pareja? Observaste cómo la timidez del profesor era uno de ésos rasgos que no le habían desaparecido tras el Abrazo, pese y almenos no sonrojarse, añadiendo rápido la mujer del comisario. Por favor Jose Miguel... para mirandote añadir: no era necesario que trajerais nada.