Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

I - Un acaudalado enemigo

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29/07/2014, 07:40
Director

"ñiiiiiggg ñññññiggg ñññiiggg"

Ese fue el sonido que le hizo abrir los ojos...

-¿Otra vez esta maldita cueva? Bufffffff, ¡Qué olor! - Comentó apoyándose sobre sus codos para mirar hacia el frente.

En esta ocasión un olor a azufre inundaba la cueva, estaba tan oscura como la noche que aguardaba fuera, el dolor de cabeza iba aumentando cada segundo que pasaba y sus piernas pesaban como si calzase botas de plomo. Vestía una túnica roja con la capucha negra, limpia pero impregnada que aquel horrible hedor. 

"¡¡¡¡¡ñiiiiiggg ñññññiggg ñññiiggg!!!!!"

-¡Maldito ruido! ¡Tengo que salir de aquííííí! Gritó mientras se agarraba y zarandeaba la cabeza con ambas manos… fue entonces cuando se percató:

-¿Qué? ¿¿¿¿Do…don…dónde está???? ¡Oh no!, ¡tengo que encontrarlo! - Gritaba desesperado mientras de rodillas buscaba por cada centímetro de la cueva. Entonces una luz anaranjada fue creciendo en el otro extremo de la cueva y llamó la atención del elfo - ¿Un portal?

Sudoroso fue aproximándose a aquella luz, cada paso que daba, el portal se iba alejando tres más…era imposible alcanzarlo por lo que decidió echar a correr hacia él con todas su fuerzas… Casi lo tenía alcanzado cuando de repente un sonido procedente del portal paralizó su cuerpo

Calló de espaldas…los rugidos posteriores le hicieron temblar cada rincón de su cuerpo y alma. Sin dudarlo se puso en pie y corrió aterrorizado hacia la salida aun sabiendo lo que encontraría fuera… Trepó como si su vida dependiese de ello hasta que alcanzó la salida.

Exhausto, fue recobrando el aliento poco a poco…pero faltaba algo en aquel escenario. - ¿Y el sonido? Tembloroso, Morwing fue girándola cabeza lentamente para descubrir lo inevitable y…

 

___________________________________________________________________________________________

- ¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO!!!!

Todo había sido un sueño, un maldito sueño que había empapado las sábanas de la cama donde descansaba. Todavía sobresaltado, Morwing miró desesperado debajo de su almohada para comprobar que el medallón continuaba allí. Al encontrarlo lo agarro con fuerza y resopló aliviado.

- Uffff, ha sido tan real… - Comentó el elfo aún notando como su corazón luchaba por escapar de su pecho. Afuera el ruido de la gente haciendo sus quehaceres matinales recordó al elfo dónde se encontraba. Se sentía cansado pero al menos podía moverse mejor que la noche anterior. Se incorporó de la cama para acercarse a la palangana a fin de lavarse un poco antes de bajar a desayunar. Se preguntaba cuántas horas habría dormido. Cuando Morwing comenzó a llenar la palangana con el agua de la jarra se dio cuenta del detalle y la dejó caer provocando un gran estruendo y vertiendo todo el agua por el suelo. Sus manos estaban sucias, su uñas negras debido a la tierra acumulada en su interior y su túnica... estaba totalmente llena de barro como si se hubiese estado arrastrando por un túnel. 

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29/07/2014, 07:40
Director

Notas de juego

Podéis ir bajando al salón de la posada. Losse es el único cliente y Pulgar está barriendo el suelo. Aún es demasiado pronto para que la clientela que frecuenta El Festín de los Mares se pase por allí.

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29/07/2014, 08:44
Ogna

Ogna pensaba que no podría conciliar el sueño con la horrible visión del demonio aún en su retina. Sin embargo, estaba realmente agotada por todo lo que habían hecho ese día. Ni siquiera pudo maravillarse con la bella factura del camisón que se había llevado de la mansión de Rosemarie. Se desnudó, se tumbó en la cama y se durmió profundamente sin importarle demasiado los ronquidos del enano.

Al día siguiente se levantó mucho más descansada con los ojos hinchados y legañosos. Se lavó la cara y se vistió con el preciso camisón.

Sienta de muerte.- Su propio pensamiento la golpeó de lleno con la fuerza de un martillo sobre un yunque. De pronto se había dado cuenta de todo lo que habían pasado el día anterior. La actuación, la pelea en el callejón y el épico combate en la mansión de las flores. Sólo pensar en ello y un tremendo cansancio se apoderó de su débil cuerpo. Bajó las escaleras despacio disfrutando de la tranquilidad de la taberna a esas tempranas horas.

- Buenos días Pulgar. Ya está aquí la chica que tanto esperabas. ¿Me tienes preparado el desayuno que me merezco?- Guiñó un ojo al tabernero mientras giraba sobre sí misma para que el bello vestido luciese como debía. Después se sentó junto al elfo lunar.-Si lo pienso bien aún no me creo todo lo que pasó ayer.- Lo peor de todo es que aún no habían encontrado al hermano de Allen y, si querían hacerlo, debían apresurarse. El paladín se las había arreglado bien con la guardia y se había enterado de quién era es tal Stenzag. Una vez aclarado eso a Ogna le picaba la curiosidad por conocer más acerca de esos sellos, los Crothuales. Lo que había creído una leyenda, un cuento de su infancia, se había materializado delante de sus ojos. Quizás Morwing compartiera sus mismas inquietudes respeto al tema y quisiera saber más sobre el tema. Miró a Peloplata con una complicidad fruto de multitud de conversaciones entre los dos.-¿Has dormido bien, elfito?- Le dijo obviamente insinuando que los ronquidos del enano hacían retumbar los cimientos de la posada.- Pase  lo que pase hoy...- Mostraba una bolsa llena de monedas.-...como que me llamo Ogna que voy de compras. ¿Qué planes tienes tú?

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29/07/2014, 15:06
Morwing

Morwing salió de su habitación practicamente recuperado de los efectos del veneno que le infectó el diablillo el día anterior. Sin embargo su rostro mostraba claros signos de preocupación e incluso nerviosismo. Podría ser provocado por alguna secuela del veneno o quizá por las horribles pesadillas que había sufrido esa misma noche, en cualquier caso, algo perturbaba la mente del elfo.

Con la capucha por encima de la cabeza, bajó las escaleras para encontrarse con sus compañeros en el salón de la taberna. Hizo un gesto con el brazo para pedir el desayuno, se sentó junto a Ogna y Losse tras un escueto “Buenos días”, después agachó la cabeza y quedó en silencio pensativo mientras esperaba el desayuno...

 

Notas de juego

Añadido Varita y los 2 pergaminos ;)

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29/07/2014, 15:38
Losse

Un par de movimientos de cabeza sacaron a Losse rápidamente de su extraño trance y contempló como Pulgar se situaba frente a él. - ¿Cómo es posible? - Se miró su herida en la mano y con las dos deidades malignas extraídas y respondió al dueño del local un poco ido aún - Ehmmm, sí, una venda si tienes por ahí, por favor y para desayunar un trozo de hogaza y alguna carne de pichón que tengas por ahí, bien hecha. -

Tras haberse colocado aquello que Pulgar entendía como una venda, atacó a su desayuno. Apenas habían pasado dos minutos y allí bajaba Ogna intentando presumir de algo... ¿Quizá sería por ese nuevo vestido? ¿O tal vez las legañas que ahora acompañaban a sus ojeras? De todos modos, eso era lo que menos preocupaba al elfo con todo lo acontecido recientemente.

- ¡Ah! Sí, lo de ayer... - respondió con un tono un tanto distraído puesto que apenas se detuvo a pensar lo que le ocurrió la noche anterior - Un día muy completo. Se podría decir que el descanso me ha dado unos nuevos aires y creo que acompañaré a Allen en su búsqueda. Pero mientras partimos, quizá decida acompañarte. Me gustaría estar mejor preparado para embarcarnos en esa aventura. -

Cuando vio como Pulgar saludaba a la artista del grupo, esperó a que se diera la vuelta e intentó aconsejar, aunque quizá demasiado tarde, a Ogna - Por cierto, no pidas pichones para el desayuno... O mejor, desayuna en otro lugar. En este local diría, casi con total seguridad, que no sirven nada de calidad -

Al poco rato, Morwing también descendió por las escaleras y se sentó junto a ellos con un escueto saludo. Losse parecía recuperar el buen humor y a dejar de darle vueltas a lo acontecido aquella mañana - Buenos días, hermano elfo. Espabílate un poco, que vaya cara nos traes hoy. - Y con un palmetazo en las espalda intentó sacarle de sus reflexiones, aunque con ello la sangre de su mano empapó un poco más el vendaje. - ¡Joder! No me acordaba- - ¿Vendrás de compras con nosotros? Aunque ayer saliste bien cargado de provisiones -

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29/07/2014, 16:51
Zanc Piesligeros

Zanc se levantó renovado, el día anterior había sido muy lucrativo para él y era la primera vez que conseguía tanto dinero... Ciertamente el estar con aquel grupo le estaba gustando cada vez más, aunque era consiente de que si quería conseguir mas dinero y fama, debería pasar por situaciones cada vez más y más peligrosas, eso era lo de menos si siempre había una buena recompensa de por medio.

Ante el comentario de Allen del día anterior Zanc expuso su interés de escuchar la oferta de la guardia por atrapar al pirata y como siempre, aun soñaba con encontrar aquellos tesoros piratas de los que había escuchado sólo en fantásticas historias, ya no era un sueño y estaba a su alcance. El Gnomo se lavó y se preparó para bajar al comedor, lucía orgulloso su nuevo anillo y miraba con algo de pena su daga-espada -No te preoucupes amiga, te llevaré al mejor de los herreros y quedarás como nueva!- Le hablaba a su arma antes de guardarla en el cinto, ojeó de nuevo el dinero que llevaba en su maleta y se dispuso a bajar el comedor para después salir hacia el mercado.

Ya en la planta baja el Gnomo saludó animosamente a los demás. -Buenos Días!... Vaya, ¿que día el de ayer no?... Ese descanso me sentó de maravilla, ahora espero un buen desayuno!!!!... - Exclamó la última frase en voz alta para asegurarse que Pulgar escuchara. -Ummm también tenía pensado ir de compras, he escuchado que este es el mejor mercado de todo el reino!... Estoy ansioso por saber que podemos encontrar allí.-  Informó a los demás cuando escuchó las intenciones de Ogna y Losse, el que se veía extraño era el otro elfo llamado Morwing, se le notaba decaído, -¿será que no le gustan las monedas de oro?- Pensaba el Gnomo para sí, restándole importancia al asunto.

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29/07/2014, 19:05
Davros Zokk

- Ahora si que me puedes ayudar, Ogna, ¿me llevarías los embutidos hasta las habitaciones?, me molesta algo el brazo - Dijo Davros mientras trataba de ocultar el dolor, camino al Festín de los mares. La imagen era graciosa, un hombre grandote con el pelo sucio, sus ropas hechas jirones, y rosas debido a la sangre y la nieve, con un jamón al hombro cual espadón, y emitiendo gemidos ahogados a cada paso, por las molestias que le producían sus heridas.

Al alcanzarlos el paladín y ponerlos al día sobre las buenas nuevas, no dijo nada - Una siestecita y ...mmmff... mañana será otro día, ...mmmff...hoy si que no tengo prisa - pensó, pero la verdad es que sin nada mejor que hacer, no le importaba demasiado embarcarse en otra aventura, nunca mejor dicho. Además aún no habían acabado lo que empezaron en Oaksville, a pesar de que Holmar estuviese muerto, los esclavistas seguían con su inmundo negocio y las palabras de Allen sonaron a otro trabajito remunerado. Aún con todo, se lo pensaría por la mañana.

Al llegar al Festín, se despidió de sus compañeros y fue a la habitación para lavarse las heridas y vendárselas con lo que tenía a mano, de paso.

Para su desgracia, se vio obligado a bajar a pedirle más agua al portero y pasar de nuevo por ese pequeño infierno que fueron las escaleras.

Antes de caer rendido en la cama, sólo con las "vendas" en su cuerpo, echó un vistazo a su arma y no pudo hacer otra cosa que perder algo más de tiempo limpiándola - Me la ha dejado hecha trizas, desafilada y roída, hijo de mil padres. Mañana me ocuparé de ti -

 

Por la mañana, con el cuerpo dolorido y entumecido, se levantó, con más hambre que dolor y su primer pensamiento fue: -¡CHORIZO! - Se vistió con sus ropas de abrigo, cogió su equipo y, ésta vez, no se olvidó de la lanza... Echó mano del chorizo y bajó al salón, algo más rápido de lo que pudo la noche anterior. -¡Vaya estáis todos hechos unos madrugadores!- dijo bostezando -¡Buenos días Pulgar! Ponme un bollo de pan y algo nutritivo y caliente para beber... ¡vino especiado!, por cierto, ¿te han dicho ya que de no ser por nosotros te habrían quemado todo el local unos bastardos?- Y se dirigió a la mesa, se sentó, y le pegó un bocado al chorizo, con piel y todo. -¿Queréis?- dijo a la vez que meneaba el chorizo frente a todos, mientras masticaba.

-Bueno, ahora que estamos más descansados podemos hablar de los futuros planes, yo me apunto a continuar con Allen por ahora, con suerte, en el próximo baile consiga algún regalito como esos vuestros, bribones- bromeó guiñando el ojo.-¿Habéis leído los papeles de Rosemarie?¿Algo de utilidad o Stenzag sigue siendo nuestra única pista? Yo estoy un poco perdido, aún no sé que relación tiene todo ésto o si tan siquiera tiene alguna.-

Notas de juego

9 pg al finalizar el combate, más 5 pg de la PHL, más 5 por descansar, 19/36 pg.

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29/07/2014, 20:40
Pulgar - Dueño del Festín de los Mares

El orondo posadero se afanaba por mantener al grupo bien servido mientras continuaba con la limpieza superficial del local. Grandes nubes de polvo se levantaban con cada pasada de la escoba por el suelo de madera. Ante las palabras de Davros Pulgar, se detuvo como si hubiese topado contra un muro, se giró hacia el grupo y preguntó extrañado - ¿Quemar mi posada? Pero...por todos los dioses!! ¿Qué demonios he hecho yo para merecer eso? ¿Quién querría quemar éste orgullo levantado con mis manos y el sudor de mi frente? - Comentaba dramatizando la situación. ¿No será por teneos alojados aquí verdad? Porque eso tiene fácil solución amigo... - Bromeó con una sonrisa en su boca pero aún así mostrando una cierta preocupación en sus palabras. Lo que sea que os traigáis entre manos espero que lo mantengáis al margen de mi preciosa posada!

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29/07/2014, 20:48
Morwing

-Gracias hermano, respondió Morwing a los intentos de Losse por animarlo un poco. No obstante no pareció surtir ningún efecto sobre él, el elfo continuó con la cabeza gacha mientras jugueteaba con los dedos de sus manos y no paraba de mover su pierna derecha…

Entonces llegó Davros armando un gran escándalo, se había levantado en plena forma el bárbaro, iba meneando un gran y oloroso chorizo que poco tardó en mordisquear una vez se sentó junto al resto, pero no todo eran malos modales en Davros, se dignó a ofrecer parte de su manjar…  - Ehhh, no, no, gracias…

Mientras el grupo parecía tomar la decisión de irse de compras, Morwing continuaba pensando en qué hacer. El hecho de equiparse para lo que se le venía encima era del todo necesario… pero aún más lo era estar informado de lo que tenía en su poder aunque… ¿debería compartirlo con el resto del grupo? Eso era algo de lo que todavía no estaba del todo seguro… 

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30/07/2014, 03:52
Pulgar - Dueño del Festín de los Mares

Pulgar dejó sobre la mesa una bandeja de pequeños peces fritos atravesados en un espetón. A intervalos regulares, entre los peces, podía encontrarse un limón agujereado que servía para dar ese gusto especial a los famosos bocadillos de pescado frito de El Festín de los Mares. Cortesía de la casa amigos. - Comentó el dueño de la posada con una sonrisa nerviosa. Todo sea porque vuestra corta estancia aquí sea lo más placentera posible... - Bromeó a medias el gordo mesonero. Ciertamente la mención de que su negocio podía haber sido víctima de un incendio le dejaría mal cuerpo para el resto del día. En ese momento la puerta se abrió de par en par de manera brusca. La luz del exterior recortaba las siluetas de varias personas uniformadas que examinaban con cara de desagrado el interior del local.

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30/07/2014, 04:07
Lunther Kerredan - General de tropas de Athkatla

¿Estás segura de que es en este antro Heallanen? - Preguntó Lunther Kerredan mirando al interior de la oscura estancia con los ojos entornados para adaptarlos a la carencia de luz. Lunther Kerredan, o la gárgola Kerredan como era conocido en los círculos más íntimos, era un hombre de edad avanzada que había vivido en Athkatla desde su niñez y había ascendido en el escalafón del ejercito Amniano desde el rango de recluta hasta ser uno de los principales generales de tropas. Sólo tenía la obligación de responder ante el Dahaunarca, uno de los cargos del consejo, y la mayoría de las veces era suficiente su criterio para que el Dahaunarca accediese a cualquier petición que él solicitase. Aún habiendo sobrepasado los sesenta años hacía mucho tiempo, más incluso de lo que el mismo reconocería, su aspecto había permanecido casi inalterado. Todavía conservaba un espeso bigote negro como el carbón pese a que su pelo llevaba siendo cano desde hacía veinte años o más. Gustaba vestirse con su armadura de campaña, su capa roja con el emblema de Amn y su pesado yelmo emplumado. Siempre iba a pie de un lado a otro de la ciudad y evitaba montar a caballo desde su juventud, siempre se había considerado un soldado de infantería y por mucho rango que tuviese no estaba dispuesto a dejar de comportarse como lo que en su día fue. Su apodo, la gárgola, le había sido otorgado por la afición que tenía a pasar horas subido en las almenas de las murallas de la ciudad mirando hacia el exterior, como si esperase un ejército enemigo que estuviese apunto de aparecer por el horizonte. Su fama de hombre justo le precedía, y como tal era conocido entre los reclutas y entre la gente de los barrios bajos. Sin embargo, sus modales también eran de sobra conocidos, y al igual que sus costumbres, habían permanecido inalterados desde sus tiempos como recluta.

La mujer que le acompañaba, Heallanen Grito de Guerra, era una joven pelirroja que había alcanzado cierto renombre por ser una afamada aventurera que colgó su mochila para dedicarse a mejorar la ciudad que la vio nacer. Actualmente ostentaba el rango de Capitán de la Guardia, y había sido la encargada de responder ante el incendio en Puerta Rosa la noche anterior. Su bello rostro y su armadura aún permanecían tiznados por las cenizas y según podía apreciarse en su cara aún seguía despierta desde entonces.

Esto sigue igual de sucio que cuando venía aquí buscando una jarra de cerveza y una puta que el sueldo de un recluta pudiese permitirse... - Comentó inalterable mientras se quitaba el yelmo y entraba en el salón del Festín de los Mares seguido por la capitana Heallanen y por seis soldados más. Dos de ellos se detuvieron al lado de la puerta y cruzaron sus alabardas para impedir la entrada de clientes. De hecho, juraría que las mesas siguen siendo las mismas Capitana. - Continuó como si no hubiese nadie allí dentro. 

 

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30/07/2014, 06:38
Heallanen Grito de Guerra

Es más que probable señor. - Contestó la mujer visiblemente avergonzaba por el lenguaje de su superior.

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30/07/2014, 06:39
Lunther Kerredan - General de tropas de Athkatla

Hombre Pulgar! Veo que aún no te ha crecido la mano maldito gordo!! - Bromeó con el posadero, a quien conocía desde que ambos eran jóvenes. ¿Todavía sirves esos magníficos bocadillos de pescado para los viejos amigos? ¿Quiere uno capitana? Son cojonudos - Preguntó a la mujer que lo acompañaba e intentaba ocultar su sonrojo con la mano. Al ver que la capitana negaba con la cabeza, el general continuó - Pues yo me comeré el suyo, si no le importa. Ponme dos, aún no he desayunado y ya va siendo hora. - Dijo mientras se sentaba pesadamente en una de las mesas cercana al grupo de aventureros haciendo crujir la silla bajo el peso de la armadura. Buenos días tengan ustedes, que aproveche. - Saludó a los compañeros señalando el espetón de pescado. Son una delicia...pero no se lo digan al posadero, podría subírsele a la cabeza. Susurró cuando Pulgar se dio la vuelta para ir hacia la barra.

A ver Pulgar, vengo buscando a un hombre... - Comenzó diciendo pero, al comprobar que no recordaba el nombre, se detuvo y miró a su compañera para que continuase ella.

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30/07/2014, 06:47
Heallanen Grito de Guerra

Allen Shesar buen señor. - Prosiguió la capitana Heallanen. Es un seguidor de Tyr a quien conocí anoche y me dijo que se alojaba aquí. ¿Está aquí ese hombre? Si es así nos encantaría tener unas palabras con él. - Preguntó desabrochándose su capa y doblándola cuidadosamente antes de sentarse en uno de los taburetes.

Buenos días. - Saludó respetuosamente a extraño grupo de cinco comensales que se sentaba en la mesa cercana. Una sonrisa asomó en su rostro al ver las vendas empapadas en sangre en el alto hombretón, las quemaduras en el gnomo y las caras cansadas de alguno de ellos.

Qué buenos tiempos...

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30/07/2014, 06:52
Pulgar - Dueño del Festín de los Mares

Que todos los muertos se levanten si no es el viejo Kerredan quien visita mi humilde establecimiento...- Sonrió Pulgar haciendo caso omiso a las bromas del general Lunther. - Claro que sigo haciendo esos magníficos bocadillos para los amigos, siempre al doble de precio si son para un perro viejo como tú. Ahora mismo te serviré ese par y los regaré con una buena jarra de cerveza. Voy a buscar a ese hombre del que me hablas... - Respondió caminando hacia las escaleras.

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30/07/2014, 06:55
Lunther Kerredan - General de tropas de Athkatla

Espera Pulgar, sirve primero esa cerveza y los bocadillos, que vengo seco y hambriento. ¿Está seguro de que no quiere uno? - Volvió a preguntar a la mujer quien volvió a negar educadamente. Si es por pagar no se preocupe, yo tampoco pienso hacerlo. Pero allá, usted se lo pierde.

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30/07/2014, 07:47
Allen Shesar

Allen amaneció por fin, la noche había sido demasiado corta para él. Aunque nunca había sido un gran dormilón los hechos de la noche anterior tampoco lo fueron y su cuerpo así se lo hizo saber. Jasner reposaba aún en la cama y el paladín prefirió no despertarlo, su intención era llevarle donde le sugirió Pulgar en la tarde de ayer una vez recibiese la visita de aquella guardia con la que habló en la casa de Rose. Tras equiparse con su nueva armadura, y la espada de el ya fallecido Holmar,se dispuso a salir de la habitación y bajar a desayunar. Al salir, se encontró con que Pulgar le buscaba, habían llegado unos guardias preguntando por él, le dijo el posadero. - Gracias Pulgar, vamos-  le dijo Allen mientras avanzaba hacia las escaleras de bajada - No te preocupes, no hemos hecho nada malo - le dijo viendo su cara de sorpresa. Al llegar abajo vio a la guardia con la que habló y seis compañeros más. Con paso sereno se acercó a ellos. - Buenos dias Heallaen, y compañía, creo que me buscaban - y esperó la respuesta de los guardias.

Notas de juego

Perdon,post desde móvil xD

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30/07/2014, 08:22
Lunther Kerredan - General de tropas de Athkatla

Ya está bien muchacho, yo a tu edad hacía horas que había salido a la calle a levantar las faldas a las muchachas. - Protestó el general Lunther Kerredan tragando con dificultad el bocado que acababa de dar al primero de los bocadillos. La capitana Heallanen dedicó una mirada al paladín indicándole que de ésto era de lo que hablaba la noche anterior. Si quieres atrapar a ese pirata más te vale ser más madrugador, no va a estar esperando a que te pongas los pantalones y te calces las botas. - Comentó apartando una silla a su lado para que tomase asiento.

Ey Pulgar! Trae algo de comida para éste muchacho, y algo para bajarla por el gaznate, lo necesitará. - Gritó al posadero. Tras ello observó durante unos instantes al paladín estudiando cada detalle de su persona. El hombre asentía como si escuchase a alguien susurrándole al oído. ¿Así que Stenzag no? -Preguntó para contestarse a sí mismo al instante. - Has tenido mala suerte hijo, ese hijo de puta es una rata escurridiza pero puede que le haya llegado su hora. - Propinó un mordisco al bocadillo que prácticamente lo redujo a migajas. La Capitana me comentó que ese bastardo tiene a tu hermano... Es una pena oírlo, pero confía en mi, lo traeremos sano y salvo. - Tranquilizó al paladín que aún seguía confuso acerca de la persona con quien estaba hablando. Pero primero, si no te importa, me gustaría que me aclarases qué pasó anoche en la casa de esa bragas flojas, Kélemvor la tenga en su regazo. ¿Sabes? Aunque en Athkatla puedas encontrar a gente de lo más extraño, no es normal encontrar a un demonio campando a sus anchas en el interior de la ciudad. 

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30/07/2014, 08:57
Heallanen Grito de Guerra

Señor... - Interrumpió la capitana indicando con la mirada que había más personas en el local. Con su permiso creo que deberíamos tratar esto en otro lugar.

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30/07/2014, 08:58
Lunther Kerredan - General de tropas de Athkatla

Tienes razón capitana. Muchacho, ¿podemos subir a tu habitación? Me gustaría aclarar primero el tema de ese ser antes de tocar temas que te tocan más de cerca. - Dijo el hombre levantándose y agarrando el bocadillo y la jarra de cerveza con una mano.