Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

VI - Una carrera contra el tiempo

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15/09/2015, 20:25
Kormack Quebrantahuesos

El enano se giró y miró a Jeldrich. -Parrrrrece que sepas algo que no sepamos, nuevo.- dijo el enano escrutando con un ojo al meapilas. -¿Crrrrees que trrrrraman algo? Io estuve delante de ellos y no me dierrrron esa imprrrrresión, sólo  parrrrecía que querrrrían ayudar y enrrrriquecerrrrse. Mías lo segundo que lo prrrrrimero.- continuaba exponiendo el enano. -Parrrra ser un meapilas poco crrrrres en la inocencia de tus iguales. Y más aún si piensas que un igual puede serrrr tan necio de pensarrrr que esos monstrrrrrruos les darrrrrán alguna concesión porrrr su aiuda.- desde luego los argumentos del nuevo no se mantenían. Parecía hablar como si conociese a aquellos tipos de toda la vida. Igual tenía alguna información que el grupo no conociese, pero hasta donde el grupo sabía no tenían ninguna razón para desconfiar de los contrabandistas. Puede que su profesión diese pie a desconfianza, pero ¿quién en su sano juicio confiaría en una jauría de monstruos? Y además que pintaba el grupo en mitad de una guerra investigando y poniendo en entre dicho a Grimbel el oso y sus compañeros. ¿Y si Jeldrich se equivocaba?¿Y si era un callejón sin salida? Era un riesgo que parecía que al grupo no le importaba. El enano ya había puesto la clave de terminar la guerra. Destruir las catapultas y matar a los ogros cambiaría el curso de la guerra. Aunque también era cierto que la maga aún deambulaba por la ciudad con total libertad. Tramando quien sabe que...

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15/09/2015, 20:42
Jeldrich

-¿Iguales dices?, respondió con otra pregunta, - Creo que ese golem te debe haber golpeado bien fuerte la cabeza, compañero... a no ser que veas como iguales a humanos y no-muertos, añadió fijando su mirada en Ogna, pues ella le había facilitado esa información al proponer la idea de acudir a ellos. 

-Confío plenamente en la inocencia de mis iguales, llevo años defendiendo al inocente y al débil, y puedo decirte con toda seguridad que al igual que hay humanos que se desvían del camino correcto, esos malditos seres... ...vampiros y a saber que más, tienen el alma tan corrompida que no me fiaría de ellos ni por un instante. Si es ese mi pecado, cargaré con gusto con él, pues mi experiencia me ratifica que estoy en lo cierto... 

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16/09/2015, 12:47
Ogna

- ¿Tan lejos?- Preguntó Ogna desilusionada. A esas distancia ni Losse Todopoderoso podría llegar a molestarlos en su trabajo.- De todas formas despejar los túneles, si es que no se han dejado ninguno para sus tejemanejes, les llevará horas e incluso días. Avisado Heomar y Grimbel el Oso sólo nos queda esperar. - Con una sonrisa maléfica sugirió a los demás algo para entretenerse.- Quizá para amenizar la espera podríamos hacer una visita al sobrino de Lady Ophal.- Si éste colaboraba en los planes de Sylphamen podría darles algo de información del siguiente paso de la maga. Trató de median entre Kormack y Jeldrich con su habitual tacto.

- Le pegó buenas leches, lo vi de cerca, pero también es verdad que tienen la cabeza más dura que una piedra.- Apoyó el codo en la hombrera metalizada de la armadura del clérigo.- Y por ese Lusgremir no te preocupes. Es un "buen tío".- Recalcó las últimas palabras con un gesto de las manos que indicaba lo relativo del término. Dentro de la fama que tenían los vampiros al menos éste no había matado a Ogna y lo había tenido a huevo.

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16/09/2015, 18:53
Kormack Quebrantahuesos

-¿Vampirrro?- dijo el enano rascándose la cabezota justo cuando Ogna y el nuevo hacían bromas sobre los golpes porferidos por el gran monstruo que yacía a sus espaldas. -¡EEEEH!- protestaba. Bien era cierto que los vampiros tenían un alineamiento malvado, pero el enano nunca había visto uno y cuando se entrevistó con Grimbel el oso tampoco es que hiciese mucho caso. El que más mandaba era aquel humano, si tenía un vampiro trabajando para él, sólo era un vasallo y por tanto no era nada de lo que preocuparse. -Yo rrrecuerrrrdo bien.- comenzó diciendo con una sonrisa. -Que bien nos pudimos quedarrr sólos allí abajo. Grrrrimbel tuvo que suplicarrr porrr un pacto. Hasta donde sé... ese tío no tiene cojones de llevarrrrnos la contrrrarrria.- dijo apoyando la teoría de Ogna de que eran inofensivos. Aunque Ogna se refiriese a que podían haberla matado, el enano interpretaba a que era el miedo al grupo y a la escena protagonizada por el "asesino" en las calles lo que hizo recapacitar a los contrabandistas para solicitar un trato y de paso por su vida. Si hubiese sido por Losse estarían todos muertos. El elfo no dudaba a la hora de ensartar a cualquier humano con una flecha. Claramente al enano no le hubiese importado darles a conocer su hacha, pero no fue así, la vía diplomática se impuso y era un engorro volver a tratar con aquellos comerciantes locales.

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16/09/2015, 19:36
Director

Las palabras de Ogna sirvieron para que al menos los aventureros dirigiesen sus miras hacia otro objetivo mientras esperaban que el ejército enemigo se acercase hasta las murallas, pues hasta que esto no sucediese la idea de salir fuera de la ciudad a enfrentarse con millares de seres monstruosos quedaba descartada incluso para aquellos que habían superado tan innumerable cantidad de peligros. Lógicamente, el lugar más idóneo para comenzar la búsqueda de aquel que supuestamente había mantenido contactos con Aranar Brusta y había ayudado a Sylphamen a almacenar los escarabajos en sus almacenes era la casa de su tía: Lady Ophal Krimmevol.

La anciana, a la que varios de ellos ya conocían de la noche anterior y con quien Allen y Zanc habían conversado horas antes sobre su papel en toda aquella trama, vivía en el barrio más adinerado de la ciudad, en la parte noroeste de ésta, en una imponente mansión que había sido propiedad de la familia durante generaciones. Ricos mercaderes, orgullosos nobles y personajes cuyo único problema era el saber dónde invertir su oro, mantenían en nómina a gran número de mercenarios que mejoraban, por decirlo de algún modo suave, el trabajo de las patrullas de la milicia. Estos protectores privados, como les gustaba ser llamados, se encargaban de mantener alejados de las mansiones de sus benefactores a todo mendigo, ratero o individuo que según su criterio no debiese estar allí. Sus métodos eran bastante más directos que los que un soldado mal pagado estaba dispuesto a llevar a cabo y, por norma general, su eficacia era mayor. Aquello, en cierto modo, no era legal, todo el mundo lo sabía, pero el gobierno local debía hacer cierta clase de concesiones, o mejor dicho mirar para otro lado, de vez en cuando con aquellos propietarios, que con sus fortunas, posibilitaban la construcción de monumentos, fuentes, pavimentado de carreteras o que donaban a los templos tanto dinero como hiciese falta para asegurarse que los dioses, una vez los recibiesen en sus dominios, los trataran de la forma que merecían. Había que ser realista; el presupuesto que el Consejo de los Seis asignaba a cada ciudad no siempre, por no decir nunca, era suficiente para sufragar todos los costes que un buen gobernante debía afrontar a la hora de gestionar una ciudad.

Pero, volviendo a lo que nos atañe, el caso es que una vez que el grupo llegó a tan elitista barriada pudo apreciar que la guerra allí, aunque palpable en el ambiente gracias a los gritos de los soldados en las murallas vecinas, a los agujeros ocasionados por los grandes proyectiles en algunas desafortunadas casas y al lejano clamor de las guturales voces orcas en la lejanía, parecía estar mucho más lejos de lo que en realidad estaba. Las calles, a excepción de algún grupúsculo de refugiados, estaban limpias y desiertas; incluso tranquilas. Los incendios que salpicaban otros puntos de la ciudad allí eran rápidamente localizados y extinguidos por las dotaciones  privadas de hombres en nómina de las familias nobles, lo que evitaba que estos se extinguiesen a otras propiedades.

Guiados por Allen, pues era el único que ya había estado allí con anterioridad, llegaron  al edificio de dos plantas cuya parte posterior estaba adosada a la muralla y su tejado, aunque a gran altura, no alcanzaba a sobresalir por encima de las almenas. Una valla de metal rodeaba la edificación aunque ésta quedaba prácticamente engullida por los espesos setos que delimitaban lo que en primavera sería un espléndido jardín. La cancela, como así había sido la vez anterior, estaba cerrada impidiendo el paso a su través pero, en éste caso, no había rastro alguno del grosero mercenario que vigilaba esa misma mañana la propiedad.

Notas de juego

La casa de Lady Ophal es el número 17.

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16/09/2015, 23:25
Jeldrich

La buena cordura triunfó finalmente en el grupo de aventureros, que descartaron por el momento salir de las seguras murallas de Crimmor. El próximo destino sería la casa de Lady Ophal, donde tratarían de dar con el sobrino de la propietaria del que había serías sospechas de estar involucrado en los ataques a la ciudad desde dentro.

Guiados en todo momento por el paladín, el grupo se detuvo a las puertas de la mansión. – Sin seguridad…, sin actividad aparente dentro de la casa…, algo no encaja…, susurró casi para sí mismo.

De encontrarse el pequeño gnomo entre ellos, de seguro era que hubiesen hecho uso de sus excelentes cualidades, pero como no era el caso solo quedaban dos opciones. Irrumpir en la casa al estilo enano, por decirlo de algún modo, o enviar al más adecuado para una primera exploración. Todos, a excepción de Kormack, parecían optar por esta segunda posibilidad, lo que hizo que sus miradas se clavasen en el elfo lunar esperando que tomase la iniciativa él mismo…

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17/09/2015, 10:08
Ogna

Ogna se pasó todo el camino hasta la magnífica mansión de Lady Ophal tratando de explicar a Kormack que había maneras, a través de la magia, de hacer que Hagen, el hipogrifo de Allen, no resultara detectado por el enemigo. El resto del tiempo discutía, o charlaba animadamente, con Jeldrich acerca de los vampiros.

- En eso Kormaack tiene razón.  No hay negocio posible con los orcos. No a corto plazo al menos y estos tipejos quieren beneficios siempre a lo más rápido posible. Además, estaba Allen allí cuando se forjó el trato, si hubieran mentido él lo sabría.- Aunque quedaba la opción de ocultar la verdad, que no era mentir.

Cuando llegaron a la mansión, ésta parecía poco vigilada. Todas las miradas recaía en Losse, a falta de gnomo, aunque ella se resistía a quedarse esperando mientras su flamante novio se jugaba la vida.

- Losse, yo te sigo.

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17/09/2015, 14:54
Losse

Losse abandonó las murallas con cierta resignación. Estaba ya preparado para la batalla pero sus compañeros insistían en que había opciones más importantes que combatir codo a codo con los soldados, al menos de momento. Así pues, se dirigieron a casa de Lady Ophal, convertida en sospechosa por los últimos hechos acontecidos en la ciudad, aunque era casi seguro que no trabajaría sola.

Y frente a su casa se plantaron gracias a las indicaciones de Allen, quien ya había visitado la propiedad hacía algunas horas. Por lo que daba a entender el paladín, la guardia había desaparecido, y Jeldrich encontró ésto sospechoso. - No sé hasta qué punto será sospechoso. Si, como parece, han abandonado la casa, veo bastante normal que nadie se encuentre vigilándola. Es más, probablemente no estén ni en la ciudad. - De todas formas, era necesario investigar y, sin Zanc, parece que todos coincidían en que fuera él el que entrara, haciéndoselo saber mediante palabra o, directamente, con las miradas de resignación ante el pesado equipaje que portaban. Sin embargo, en última instancia, Ogna decidió ofrecerse para acompañarlo. - No es necesario. Preferiría que te quedaras aquí y te mantuvieras a salvo por si algo se complica, aunque sólo tú debes estar segura si continuar. - Entonces miró a los demás y se lanzó a la acción con un gesto de aprobación. - Vamos a ello. -

El elfo se encaramó a la valla para superar los setos y así echar un vistazo a lo que había alrededor para dirigirse inmediatamente hacia la casa, donde debía estar lo que fuera que buscaran, si es que aún permanecía allí.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Doy por hecho que paso la prueba de trepar (tengo 20 ahora mismo).

+4 a las tiradas contra humanos humanos.

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17/09/2015, 15:21
Laisser Krimmevol

Notas de juego

Resultado pruebas de avistar y escuchar:

Una vez ganas acceso al interior del recinto te parece distinguir unas voces subidas de tono en el interior de la residencia. Parece que llegan desde la planta baja lo que te obliga a moverte hacia un lateral de la casa para tener una visión clara de lo que allí sucede. Aunque las ventanas están tapadas por unas espesas cortinas de color rojo, la claridad de las luces que iluminan la sala es suficiente como para percibir que dentro sí hay vida.  Una de aquellas cortinas está lo suficientemente abierta como para que distingas a un hombre joven, de brillante pelo negro y ceño fruncido que camina de lado a lado de lo que imaginas un amplio salón gesticulando de manera feroz con manos y brazos.

«No, te equivoques tía…no te equivoques. No…no… Cállate.. ¡NO!, ¡QUE TE CALLES HE DICHO!» – Escuchas gritar  al hombre antes de ir con malos gestos hacia un lateral que queda fuera de tu visión.

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17/09/2015, 15:39
Losse

- Hay gente dentro discutiendo. Voy a acercarme más para ver de qué hablan. -

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17/09/2015, 15:41
Losse
Sólo para el director

Losse quiso arriesgarse más y acercarse con el mayor sigilo que pudo hacia la ventana por la que discutían. Agarró la última poción que había comprado y su cuerpo dejó de ser visible, al menos para aquellos que no dispusieran de métodos mágicos. - Seguramente ésos sean aquellos a quien buscamos. Si mi presencia pasa desapercibida quizá pueda averiguar algo. - El único temor que ahora sentía radicaba en saber si habría alguno de esos diablillos merodeando y capaces de detectar las presencias invisibles.

- Tiradas (1)

Notas de juego

- Tomo poción de invisibilidad y me acerco.

+4 a la tirada. Dime si tengo que tirar más veces.

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17/09/2015, 17:57
Allen Shesar

Está bien Hagen...no creoque te necesite ahí dentro, pero no te vayas muy lejos. - Susurró el paladín a su montura antes de que ésta levantase el vuelo con un gran brinco y se perdiese en la oscuridad de la noche por encima de sus cabezas. 

Está bien amigos...veamos qué dice Losse y vamos para adentro. - Comentó a sus amigos mientras se acercaba a un lateral de la cancilla y aguardaba pegado al seto a que Losse volviese.

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17/09/2015, 18:14
Laisser Krimmevol

La situación en el interior de la casa no se distanciaba mucho de lo que uno podía imaginar habiendo escuchado aquellas amenazas en la boca del que supuestamente debía ser Laisser Krimmevol. Lady Ophal aguantaba las voces de su sobrino con resignación sentada en un caro diván tapizado con terciopelo de color azul en un bellamente decorado salón que había sido vestido con las mejores telas, tapices y muebles que podían comprarse en esa parte de la costa de la espada. Hundía su rostro la anciana en sus manos llenas de manchas marrones propias de la vejez mostrando claros signos de incredulidad. Su sobrino se movía alrededor de ella despotricando contra los cielos y dando golpes con la mano abierta sobre toda superficie que se pudiese al alcance de ésta.

¡Sí, es por nuestra familia! ¿Por qué si no? ¿Por mí? ¡No tía Ophal! Es por ti y por todos los que llevamos como una losa nuestro apellido. ¿No decías que odiabas a Hembelan? ¿No decías todos habían conspirado para echar a tu hermano? ¿No decías que habían mancillado nuestro buen nombre? – Preguntaba a la vez que su rostro adoptaba un tinte rojizo debido a la rabia. – ¡Pues déjame decirte que así es como se arreglan las cosas! ¡Ya no volverán a reírse de nosotros!

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17/09/2015, 18:15
Lady Ophal Krimmevol

¡Pero no así Laisser! ¡Nos has condenado y has condenado a nuestra ciudad que será pasto de esos monstruos! ¿Es que no lo entiendes? ¡Esa mujer ha jugado contigo como una marioneta! - Se atrevió a replicar la anciana tratando de recuperar la compostura. En ese momento, al moverse ella y echar hacia atrás por el impulso el diván sobre el que se sentaba Losse pudo distinguir detrás de éste una bota y un charco de sangre. ¿Dónde está su promesa? ¿Por qué no te ha sacado de aquí? ¿Está acaso ahora nuestro apellido más limpio? ¡No sobrino, no! Estamos condenados tanto como si cae Crímmor como si resiste… - Sólo entonces el explorador everlunita pudo distinguir en los enrojecidos ojos de la anciana el brillo inconfundible de las lágrimas.

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17/09/2015, 18:38
Ogna

- Me imagino la escena. El sobrino busca refugio en casa de su tía ante el batacazo de la maga que apoyaba. Busca protección en el nido para cuando lo vayan a buscar para colgarlo de la muralla por traición a Crímmor.

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17/09/2015, 19:26
Losse
Sólo para el director

Losse se aproximó a la ventana y vio lo mucho que estaba dando de sí la conversación. Ese maldito cabrón había preparado todo junto a Silphamen. ¿Quizá estaría cerca la hechicera de allí en su huída? Era mejor no pensarlo, pues éso limitaría la exploración del iniciado en la Orden del Arco. Pero justo cuando se preparaba para separarse de la ventana y así analizar mejor el lugar por el que acometer la entrada a la casa, vio como una bota y un charco de sangre hacía acto de presencia al levantarse la señora de la casa. - Vaya, parece que hemos encontrado al guardia. Seguro que no es manco en combate. Intentaré entrar para ver qué más esconde. -

Ahora sí, el explorador se alejó del hueco para investigar otro lugar por el que acometer la entrada a la casa. Seguramente alguna de las ventanas del piso superior le valdría. *

Con su habilidad para trepar aumentada, no le fue difícil alcanzar la ventana. Se tomó su tiempo para abrirla y, tras algún que otro empujón, logró que ésta se desencajara y deslizar su cuerpo hacia el interior de la casa.

Notas de juego

* Momento cuchicheo.

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17/09/2015, 19:47
Losse

- Creo que he encontrado el cadáver del guardia. Voy a entrar en la casa para asegurarme. Definitivamente, el sobrino estaba aliado con Silphamen, aunque Lady Ophal está en total desacuerdo con sus actos y lo que han desencadenado. Estad preparados por si necesito vuestra intervención. -

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17/09/2015, 19:56
Kormack Quebrantahuesos

El enano escuchaba a Ogna hablar sobre cosas que ni se hubiese imaginado que se podían hacer. A veces incluso pensaba que aquella niña se inventaba las cosas y le trataba como a un crío crédulo. A mitad de viaje el enano ya no supo que pensar, si se había vuelto una culta mujercita o si era sólo aquella portaantorchas que acompañó al grupo por petición de Spujnur. -Menudo imbécil ese Spujnur... una porta-antorchas... a quien se le ocurre...- terminó pensando para entonces parecía que Ogna daba la razón al enano. -ESO no es así...- dijo por mera inercia intentando llevar la contraria a la humana. -Huh... De hecho si que lo es...- dijo confundido al ver que la discusión acerca de la empresa de Grimbel acababa a su favor. -¿Realmente tengo razón?- se cuestionaba el enano claramente incómodo al sentirse apoyado por la más debilucha del grupo. ¿Qué estaba pasando? Ogna había creado no se sabe como una distracción a un rival que podía haber acabado con él, haciendo que el combate se tornase a su favor. Algo que en un pasado hubiese repudiado y condenado. Y por último ahora le daba la razón sobre aquellos malhechores de poca monta. Sin duda el mundo llegaba al final de sus días y los ecos de los tambores anticipaban que así sería, al menos Kormack moriría como un héroe. El único que puede decir que se puso delante de una auténtica mole y no temblar. Aunque mirándolo por otro lado casi le parecía más dulce el haber vencido a Jeldrich en la discusión sobre la empresa de Grimbel y que Ogna lo reconociese. -Trrrranquilo... ya tendrrrrás tu momento, nuevo.- dijo el enano con una rara humildad inusual en él. Dando ánimos a Jeldrich por asistir a otra victoria enana. -Sin duda estoy en racha.- pensaba mientras Losse volvía a hacer las de saltimbanquis por los edificios.

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17/09/2015, 20:10
Director

Con paso cauto el explorador se adentró en un desván polvoriento en que numerosos muebles habían sido depositados a lo largo de los años. Sólo gracias a la poca claridad que entraba desde el exterior pudo orientarse entre aquel laberinto de trastos hasta dar con una trampilla que daba al piso inferior. Una vez abierta con el mayor sigilo posible, Losse se descolgó por el hueco del techo que daba a un pasillo perfectamente iluminado. Las habitaciones a ambos extremos del pasillo estaban cerradas a cal y canto. Supuso que de estar ocupadas lo estarían por asustados miembros del servicio. Hasta allí arriba, a través de las dos plantas que separaban el salón y el piso por el que el explorador había entrado, llegaban las voces y el ruido de los golpes del nervioso sobrino de Lady Ophal.

Precavido contra cualquier ruido inesperado, el elfo utilizó un talismán muy útil para esos casos. Tras activarlo mediante un susurro apenas audible, un disco de fuerza apareció frente a él flotando a escasas pulgadas del suelo. No tardó en subirse a éste y ordenarle mentalmente el camino que había de seguir para llevarlo hasta la planta inferior. Así en un abrir y cerrar de ojos y completamente en silencio, el elfo llegó hasta la esquina del salón donde Laisser seguía caminando de un lado a otro completamente fuera de sí.

Desde aquella posición, y gracias a su invisibilidad, el elfo pudo apreciar como el soldado había muerto por una herida de arma blanca en pleno cuello aunque no había rastro alguno del arma homicida.

 

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17/09/2015, 20:12
Ogna

Shhh... silencio.- Susurró Ogna al resto del grupo. No escucho lo que dice Losse... - Aguardó unos instantes en silencio concentrada en lo que su amante le transmitía a través de su vínculo mágico. Dice que ha encontrado el cadáver del guardia. Va a entrar en la casa para asegurarse. Parece que definitivamente, el sobrino estaba aliado con Silphamen, aunque Lady Ophal está en total desacuerdo con sus actos y lo que han desencadenado. Dice que estemos preparados preparados por si necesita vuestra intervención. -Trasnmitió al fin.