Partida Rol por web

Bien pequeño mío, ya tenemos escena para conspirar, muehehehehe.

Por ahora estamos solos, planeemos la invitación a los demás dioses (te parece que invitemos a todos los neutrales o sólo a aquellos que han sufrido maltrato por parte de Pyaray y Yradarkos y sus respectivos menores? 

Cualquiera tarde o temprano se cruzará con uno de los "malos" así que no invitar a los que aun no lo hayan hecho no es la mejor opción... (y cuantos mas seamos para organizarnos mejor)

Si somos realmente los únicos de neutralidad positiva, habrá que meter a los neutros del todo...

Pero creo que si hay alguno otro como nosotros, primero habría que decírselo a ellos y ver que opinan...

(Shenkis, Skraag, no sé, deberíamos mirarlo, aunque no se muy bien donde mirar la neutralidad de otros dioses...)

Estuve revisando las fichas y la escena de Dioses y no están todas las neutralidades. Willen cree que los únicos positivos somos nosotros (ahora no se acuerda) así que sólo nos quedan los neutrales... vamos a tener que convocar a todos. Un pajarito (sería un gorrión tal vez ;) ) me dijo que el Dios de roca estaba muy molesto con la intromisión de los dragones en la Grieta, y por otra parte, por lo que se trasluce en el off, El se la tiene jurada a Pya... así que esos dos seguro que al menos aceptan dialogar.

Shenkis no sé, es rara. Arezos seguramente aparezca pero no participe. Y al dios de la justicia podemos llegar a ganarlo con el tema de que estos malos están rompiendo el equilibrio.

Decime cómo te parece que deberíamos convocarlos, así comenzamos a planificar en conjunto para ver si ya podemos tomar medidas, aunque sea preventivas, el turno que viene.

Me dirijo a vosotros, hermanos de Knhoss, para proponeros una alianza,
pues hemos sido agredidos, ya sea de una manera o de otra, por los hijos
caóticos de Á...

En ningún caso es mi intención conspirar contra ellos, tan solo apoyarnos
en nuestros propósitos, para evitar incidentes mayores...

Así, quien este interesado en participar en esta unión, que deje constancia de ello, y según la situación que se nos presente, actuaremos en consecuencia...

Antes de proponer soluciones, o exponer los problemas, he de decir que la oscuridad es tan necesaria como la luz, y solo el que tenga en mente esto podrá participar en la asamblea...

Nuestro objetivo deberá ser proteger nuestros designios...

Aunque comprendo lo que dices no puedo unirme a esta causa, ya que nuestros hermanos siguen su camino, que también es mio, lo que hacen y deshacen forma parte del Camino de Albur, asi como lo es vuestro conflicto.

Así pues, os deseo que encontréis el éxito en vuestro camino pero no puedo permanecer en este conclave

Tras esto Jeldhor se marcho con andar tranquilo

El dios de la roca ardía de ganas por devolver la jugada a Yradarkos, pero las alianzas no eran algo que debiera tomarse a la ligera.

Demasiados oidos indiscretos tal vez. No me parece esta la mejor forma de iniciar una alianza contra aquellos que desestabilizan nuestra querida creación. Otorgar la confianza a aquel que dice merecerla es demasiado arriesgado como para salir bien. Tal y como ya os dije, estoy dispuesto a colaborar con todo lo posible si se consigue revertir el daño hecho, pero no estoy seguro de todos los que han sido citados a este conclave.

-Hermano, es posible que tengas razón, pero todos los que han sido invitados, no han demostrado querer destruir lo que deseamos para Albur.

No te pido que confíes ciegamente. Aunque seamos familia, ya sabemos que cada uno de nosotros tiene su propia visión del mundo y muchas veces, esta visión se oculta a los demás, quién sabe con que fines. Pero dales el beneficio de la duda al menos. Escucha lo que tienen para decir, antes de rechazarlos.

Hablando en mi nombre y el de mi hijo, puedo decirte que nos encantaría aliarnos junto a tí... ¡espera! ¿qué es lo que oigo allí? ¿qué son esos gritos, esos llantos? ¡Pronto Ghisk! ¡Tus hijos están sufriendo!

Hermano, seguiremos conversando luego, ahora, nuestros hijos nos necesitan...

Pronto han tomado represalias las criaturas de Pyaray, atacando hoy Thervoru...

Hijos de los dioses, vuestra presencia allí ayudará a evitar la destrucción de la ciudad de los Tvus...

Si así lo deseáis, seréis recibidos con las puertas abiertas, pues vuestro apoyo podría ser la salvación...

Será la primera ocasión de ayuda para la que fue creado este lugar, libre de sombras, de las muchas que vendrán...

Intentaré que Korag ayude en lo posible para la defensa de Thervoru. Si hay algo que yo pudiera hacer, decidlo.

En cuanto a los destinatarios del ofrecimiento de alianza, Jeldhor ya la ha rechazado y Él parece venderse al mejor postor, ¿que os hace pensar que no le pasan información a los del otro bando?

Dios del raciocinio, tu intencion es buena, pero erronea. Nos pides que nos protejamos de los hijos Caoticos de Á, pero que hay de los demas de sus hijos.

No debemos castigar a aquellos a los que no comprendemos y con los que no compartimos la vision de Albur.

Es por ello, que os tiendo mi mano, siempre y cuando se trate de protegerse de cualquier Dios, sea mayor o menor de interponerse en el paso de Albur y en alterar la obra.

Ha llegado la era de las razas, dejemos que ellas decidan que destino les aguarda en Albur.

Avanzo unos pasos al frente. No estaba segura de hablar en aquel lugar y mas cuando mi señora no había tomado palabra ni acciones al respecto. Pero no podía continuar callada. Había tomado mi decisión y tenia que hacer frente con ello.

-La diosa Knhoss ha invadido el territorio del dios Pyaray... Que sea una diosa Mayor no le da derecho a intervenir en las creaciones de los demás... A menos que las ayude... Si uno debe intervenir con alguna raza que no sea para perjudicarla ya que cada creación tiene un fin en esta tierra, si alguien la cambia por un simple capricho o parecer ningún objetivo sera alcanzado...-

Mi madre y yo teníamos planes con nuestras razas. Si alguno las cambiaba esos planes serian modificados o se irían por la borda. Todos teníamos un rol que cumplir y había que respetar los balances.

-Hermano, eres el único en el que puedo confiar, al parecer. Si aún estás dispuesto a ayudarnos, si no temes por las consecuencias de que te vean a mi lado, habla con tu hijo. Pídele a Korag que sostenga los brazos de Ghiskhaft, que lo ayude a contener el fuego y la destrucción que los otros menores ayudarán a desatar... Ayúdame, por favor...

la leve consciencia de Shenkis aparecio por aquel lugar en forma de la diosa, y sus palabras sonaron en las mentes del resto de los dioses, sabiendo antes de que empezasen que iba a decir- hermanos, lo que suceda entre vosotros no es algo que me importe, bien sabeis que yo vivo para mi obra y mi obra vive por mi, no tomare partido en este asunto, pues no me incumbe directamente, no siento odio hacia ninguno de mis hermanos caoticos como tampoco hacia ninguno de mis otros hermanos, como bien a dicho mi pequeña Eria, cada accion tiene su consecuencia... ahora mismo tengo otro problema mas grande....- la voz callo un momento- os estais tomando demasiadas livertades mis perqueños hermanos del raciocinio, la estancia de vuestra raza en Arkamath no paso desapercivida a mi vista, pero no molestasteis asi que os permiti el paso... pero tampoco voy a concederos todo lo que necesites- finalmente, se apago del todo la voz.

Knhoss mantuvo una palabras en susurros con su hermano Kraag y luego se volvió hacia los demás  presentes, aquellos que habían dejado oír su voz.

Su semblante se notaba sereno, mas sus ojos no podían ocultar la profunda tristeza que sentían.

-Hermano y hermana. Sobrina. Han tomado una decisión que pesará sobre Albur con consecuencias inimaginables.

-Hermano, dices no desear participar en los conflictos de las razas... Pero es Pyaray, encarnando el Leviatán, quién lidera las huestes de los sirénidos...- su tono de voz se volvió más intenso -promulgas no tomar partido y sin embargo... sin embargo, les devuelves a los atacantes todo el odio con que fueron creados, odio que había logrado apaciguar para que nuestros pueblos coexistan y progresen a la par. ¿Cómo puedes... como te atreves a decir... que no te afecta, que no te atañe? Ya has sentado postura, ya sé bajo qué manto te cobijas, ahora entiendo la pasividad que  has mostrado cuando los kohiri fueron sacrificados para satisfacer la necesidad de destrucción de Pyaray.

La diosa, luego se volvió hacia Shenkis, su hermana.

-Shenkis, Diosa de la Vida, Diosa de la Naturaleza... ¿Tú también? Atacan a la creación, atacan a seres que tan sólo quisieron aprender de tí cómo respetar a Albur y cómo protegerlo... y tu te cruzas de brazos. Tú permites que aquel que habita en las profundidades destruya lo que vive. Pero claro... lo que vive y es muerto no pertenece a tu obra, por eso no te importa. Tus ojos se han cegado, sólo ven la pequeña porción de mundo que has podido modificar. Cuídate hermana. Esa estrechez de miras, puede hacer que cuando el golpe llegue, no lo veas venir.

Por primera vez en la historia del mundo creado, las palabras de Knhoss eran totalmente duras, desprovistas de cualquier matiz en la voz que  pudiera suavizarlas. Por primera vez en la historia de Albur, la Diosa tiñó de furia su accionar.

-Y tú, pequeña Eria...¿eres consciente de lo que  acabas de hacer? Alegas que he cometido una falta, involucrándome con una raza que no es mía por creación... ¿Quién te crees que eres para cuestionar los designios de un mayor? No puedes ver mas allá de tus narices ¿verdad? ¿Acaso ahora correrás a las puertas de la llanura muerta para exigirle a Yradarkos que deshaga su accionar con los dragones? ¿Encabezarás también los ejércitos que marchen contra ellos?- la diosa la miró, evaluándola de pies a cabeza -¿Sabes una cosa? No lo creo... No tienes el valor. Ahora, si me disculpan, iré con los Tvus, tal vez pueda salvar a algunos de la aniquilación.

La observo fijamente. Aquella belleza que poseía se había esfumado en poco tiempo. Su paz y su sensatez también se habían ido junto con ella. Meneo la cabeza, era decepcionante ver algo así, pero sin embargo ella había sido quien había interferido.

-Se que solo soy una diosa menor y no puedo cuestionar los designios de los mayores... ¿Pero acaso no tengo tanto derecho a opinar como ustedes? Que sea menor no quiere decir que permita las cosas que son injustas... Cuando fue usted la que comenzó todo esto... También le recuerdo, que la que se paseaba con el dios Pyaray por el mundo ha sido usted, pero también ha interferido con su creación... ¿El ser un dios mayor da derecho a interferir en los planes de los demás? - Doy un paso al frente – Jamas he interferido en sus acciones... Ni en la de los demás... Creo que no soy yo la corta de vista señora, cuando ustedes han provocado todo esto... Lo que han hecho con los dragones también ha sido injusto, y si tuviese que tomar cartas en el asunto lo haría como acabo de hacerlo... Tal vez el gran Á cometió un error al darle tanto poder a los dioses mayores...solo por ser dioses no los hace dueños del mundo... Se suponía que debía haber un balance pero esta vez ha sido quebrado por la persona menos esperada... ¿Donde esta su sabiduría en esta acción? Yo solo veo un acto egoísta y envidioso...-

Sabia que debía callarme pero no podía hacerlo. Estaba defendiendo aquella postura de lo que había pasado. La situación se solucionaría con una simple disculpa por parte de ella, devolviendo lo que había hecho mal.

-Si se arrepintiera realmente de la situación, seguramente nadie saldría herido, pero es el gran orgullo de los dioses mayores lo que hace que los demás paguemos las consecuencias de sus actos egoístas y superficiales... ¿Acaso ningún dios mayor puede equivocarse? Ninguno de ustedes es perfecto, por supuesto yo tampoco lo soy... Si realmente se arrepintiera de la situación, estaría haciendo lo posible para volverla a como estaba antes, en vez de encabezar la resistencia... Si uno quiere solucionar el problema, entonces lo soluciona...no toma medidas de fuerza contra este...-

Le digo en tono firme y expresión seria. Me había decepcionado su manera de actuar. Esperaba otra reacción por parte de aquella diosa que se decía era sabia. Pero en estos momentos era igual de egoísta que los demás.

- Hermana, entiendo tu disgusto, precisamente es lo que trate de evitar en ambas partes, ese dolor de ver como los hijos mueren.

Me acusas de tomar partido, ah! que equivocada estas, pues ves mi figura, pero no mi corazon, no ves el dolor que siento al ver los hijos de ambos luchar y ver como la tierra se tiñe de rojo y la fuerza de los dioses sacude los cimientos de Albur.

Pero el orden debia de ser restuarado, los hijos de Pyaray nacieron diferentes a los tuyos ¿no seria doloroso para ti ver que con engaños los seducen para que obren de manera distinta a como fueron concebidos?

¡Que duras palabras dices sin antes conocer! Oh! Diosa de la sabiduria. Mi pena por los Kohiri es grande, aun me duele el saber lo que sufrieron sin merecerlo, sin comprenderlo.

Cuantas acciones podria haber tomado...

- me tomo un segundo antes de continuar.

Pero acaso arrebatarles los hijos a Pyaray ¿me los habria devuelto? haber castigado a los Sirenidos ¿habria calmado mi pena? Oh! no.. solo habria teñido mas tierra de sangre de inocentes que nunca tuvieron que sufrir el capricho de un Dios, ni Pyaray obro bien, ni tu tampoco, mi querida y dolida hermana.

Finalizo extendiendo una mano como consuelo.

Shenkis, no merecia apoyo, ella ya habia decidido que actuaria y viviria siempre en solitario, tomando lo que quisiera, castigando a quien osara tomar algo de lo que era suyo. Ya lo habia advertido, en la epoca donde el Netheros ando por primera vez y a su vez nacieron los Shilvos por deseo de la diosa. No la apoyaria, no le daria credibilidad a sus palabras, pero Eria se encontraba sola. Sus acciones no habian sido ni aceptadas ni reprochadas por aquella a la que llamaba madre. Asi era la naturaleza, Eria debia de aprender a sobrevivir, pero Él no formaba parte de ese plan. Acercandose a la Diosa menor, situandose a su lado, extendiendo un brazo pero sin tocarla dije:

- Knhoss, cuida tus modales.

Mirando a Eria

- Eria, muestra el respeto hacia aquello que supera tu comprension. Nadia excepto el Gran Á comprende el proposito de todo esto.

Volviendo la atencion hacia su hermana

 - Hermana, veo que el dolor te vuelve a cegar, sus acciones quizas sean erroneas, quizas no debio tomar parte, aunque comprendo el por que tomo partido (digo esto mirando a Eria) no obstante, no esta en nuestra mano el poder de decir que uno de nuestros hijos sea inferior por haber llegado despues, no seas tan arrogante de creer ser mas sabia que ella, por que tu consciencia es mas amplia.

Su accion ha sido equivoca al tomar parte en una guerra, donde las unicas victimas seran los dos pueblos y el orgullo de los dioses, pero Hermana, creo que si hubiera tomado la decision de apoyaros no estaria ahora sufriendo tus duras palabras y su accion habria sido igualemente equivocada.

Y si no es asi ¿por que estamos en la sala de tu hijo, respondiendole a su peticion de alzarnos contra las huestes de Pyaray?

Ya como reflexion personal y alejandome para que otros hablen concluyo bajando el volumen poco a poco mientras me aparto del centro de la sala.

¡Ay! el orgullo, sentimiento que ocupa demasiado en los corazones de los dioses y que nubla la vision de las cosas...