Partida Rol por web

Una magnífica arma, hecha de un metal que no pertenece a este mundo. Algunos dicen que fue forjada en el corazón de una estrella, otros incluso se aventuran a decir que fue obsequiada por los propios dioses. Un arma capaz de cortar cualquier material, un arma que no puede ser rota, un arma con el poder de cambiar el mundo.

La leyenda dice que cayó del cielo, como una estrella fugaz. Su destello alumbró el mundo durante unos instantes, y descendió como una columna de luz. Su plateado filo se hundió en la roca, y su brillante empuñadura centelleó, como un bello cuerpo celeste. Nadie supo nunca donde cayó exactamente, porque todos la vieron al mismo tiempo, surcando los cielos. Muchos la buscaron, desde todos los lugares de Albur las criaturas que habitaban la creación de Á emprendieron una búsqueda. Muchos sucumbieron a los peligros del viaje, otros cegados por la codicia. Aunque siempre será recordado el Primero, el que halló antes que nadie la espada. No se recuerda su raza, ni siquiera su nombre. Lo único que perdura en el tiempo son las increíbles hazañas que logró con la divina arma en sus manos.

Juicio, la espada del Equilibrio. Un regalo de los dioses para que los propios mortales tuviesen en sus manos el poder de aplicar justicia. Un artefacto de divinas propiedades que sólo puede ser manejado por aquellos que crean fervientemente en su causa como la justa. Una espada que puede cortar cualquier cosa que se oponga a la justicia de su propietario, una espada que resistirá cualquier daño siempre y cuando su portador esté tratando de realizar una acción justa.

Los poderes de esta arma son legendarios, y a la vez inimaginables. Se dice que Juicio posee tres bendiciones otorgadas por Aildor.

La luz verdadera, incluso en los rincones más oscuros de Albur la espada brillará con luz propia, alumbrando el camino de su portador, guiándole en la oscuridad como una estrella.

La equidad, si el enemigo es demasiado poderoso Juicio prestará su fuerza al portador. Sin embargo, si el adversario es demasiado débil la espada drenará las fuerzas de su portador, equilibrando la balanza.

El castigo, siempre que el portador de Juicio presencie una acción injusta la propia espada aplicará una sentencia que deberá ser acatada por aquel que haya cometido la injusticia.

La espada fue encontrada varias veces, pero nunca buscada a propósito. Porque ningún mortal que la hubiese deseado intencionadamente la había encontrado jamás. La espada evade la avaricia y la ambición, huye de aquellos que quieren usarla para su propio bien. Se esconde en las leyendas, y espera pacientemente a aquel portador que la usará para cambiar el mundo. El Último Portador que la devolverá a las estrellas.

Ailnor vio como sus hijos seguían creciendo, pero pensativo, vio como el poder del dialogo no siempre iba a funcionar, ya que sobre la faz de albur comenzaban a haber conflictos y nunca terminaban bien para ambas partes... siempre había un bando que terminaba siendo derrotado, y no siempre con justicia, por lo que decidió que sus hijos deberían tener el poder de poder ayudar a estos bandos, que necesitaran un equilibrio de fuerzas en la batalla, para conseguir que la justicia se llevara a cabo y que los injustos no terminaran venciendo.

Fue por esto que Ailnor se apareció de nuevo en los sueños de Mirlat, su forma para comunicarse con sus hijos.

Mirlat, hijo mio, necesitáis ser diestros en la batalla, la capacidad de pelear de tu a tu con armas, por si el dialogo no funciona, deberéis hacer valer la justicia vosotros, hijos del dios de la justicia.

Fue entonces cuando al despertar Mirlat, vio como cogiendo una rama, empezó a practicar golpes, sin saber como, pero tenia una habilidad que hasta entonces no había tenido. Y poco a poco fueron enseñando a los demás Har-Ail el uso de las armas, al principio rudimentarias, pero con el paso del tiempo cada vez mas poderosas y mejor diseñadas.

Laboratorio de practicas de Alerk.

El pasillo era oscuro y las salas apestaban a moho y humedecian las ropas tanto que parecia que llovia en su interior.
Alguien llego hasta la puerta que daba paso al laboratorio. El silencio acompañaba a esa persona que andaba sin hacer el menor ruido. No se escucho sonido alguno hasta que llego a la puerta. Al abrirla de su interior se oía una debil y tremula voz que gimoteaba clemencia. Una voz que fue ignorada por completo.
El hombre llego hasta la mesa y repaso cada uno de sus instrumentos. Las cuchillas, bien afiladas, las velas, preparadas y sin fisuras en su forma. Las pinzas, las pinturas, las drogas... todo estaba listo. Observo la mesa de tortura que tenia delante de su escritorio y se detuvo para observar con sarna a aquel pobre desgraciado que gimoteaba por su vida. Como si eso le fuera a servir de algo.
Aparto la vista de él y depositó el libro que llevaba siempre encima sobre la mesa. Acarició la portada y pudo leer El diario de Planscer. Lo abrió y pasó las paginas hasta encontrar el tramo que buscaba.

"la segunda vida" - comenzó a leer en voz alta y los gemidos de aquel Naya, fueron en aumento, sabedor del destino que le esperaba.  - "primero, hay que preparar todas las cosas necesarias. Las velas, para purificar el ambiente, las cuchillas para practicar los cortes, la droga que le regenere las heridas... " - los gemidos, ahora ya verdaderos gritos de agonia y terror, llenaban la sala.
-Bien comencemos - dijo con un aterciopelada, pero a su vez maliciosa voz. Y lo ultimo que vio aquel Naya, fue a su ejecutor acercandose con una expresión divertida en el rostro.

..................

Una granja de Lamar

Una joven Naya de apenas siete años de edad, apagaba la vela que iluminaba la habitación. No muy lejos estaban sus padres, los cuales ya descansaban sonoramente. Pero ella era muy asustadiza y unos jovenes le habían contado una historia sobre fantasmas que andaban por las noches y que cazaban chiquillas para atormentarlas. Ella que había jurado no tener miedo, estaba tumbada sobre su colchon de paja incapaz de cerrar los ojos, por si aparecian aquellos fantasmas.
El viento soplo con fuerza y golpeo contra las maderas de la ventana y el ruido la alerto, le acelero tanto el corazon que lo notaba palpitar en su interior. Estaba aterrorizada. Tal era el temor que sentía que cuando los ojos le picaban por no cerrarlos, parpadeaba dos veces rapidamente para mantenerlos abiertos.
En su interior maldijo a esos graciosillos que la habian asustado.

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Puesto de guardia en las faldas de las montañas del equilibrio

- Esta noche hace frio - dijo "manto" llamado asi por que siempre andaba cubriendose con una manta.
- Y parece que habra tormenta - le respondió el palido, llamado asi por su tez, mas palida de lo normal.
Entre los Kios, habia crecido la costumbre de llamarse por apodos, en honor a su lider, el oscuro. Asi todos perdían su identidad y sus pecados pasados se quedaban atras al unirse a su hermandad.
- Maldición - protesto el primero - no es tiempo de lluvias, esto no es buena señal.
- No exegares - le replico el segundo, riendose por su comentario - solo es una tormenta, puede ser por cualquier motivo.
-No tu no lo recuerdas - protesto "el manto" - pero el padre de mi padre, vio cuando llegaba la primera tormenta fuera de fechas - bajo la voz en tono mas lugubre - y ya sabes que es lo que paso.
- Tonterias - se burlo su amigo - ademas, tu que sabes, tampoco estabas alli y ¿de verdad crees que se pueden levantar los muertos?
-¡Calla! - se apresuro a interrumpir el primero - no los nombres ni en broma. Que los dioses nos protejan. - y miro al cielo, donde se suponia que habitaban los dioses.
- En fin...  - se resigno "el palido" - sera mejor que hagamos la patruya - concluyó zanajando el tema.

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Palacio del consejo de Larum

- Señores - la voz era fuerte, firme, autoritaria - lo que nos reune aqui y ahora, es un asunto delicado y peligroso. Numerosos informadores nos han confirmado la presencia de seres adoradores de la muerte y debemos de arrestarlos antes de que desaten otra furia como la acontecida hace ya un siglo - El hombre, cabeza del consejo se sento en su sillon y espero que los demas tambien hablaran. Todos estaban preocupados, aquella guerra hizo mucho daño y habia probocado muchas perdidas.
- Asi es - dijo un anciano, que llevaba tiempo de mas entre los mortales  - Yo era joven y lo vi, y hay de mi que desde entonces no duermo bien por las noches - trato de levantarse y un ayudante corrió para ayudarle, pues apenas se mantenia en pie - Nuestro pueblo pronto olvida o se esfuerza por olvidar, es mas sencillo pensar que hubo una guerra, que saber que fueron los muertos quienes nos quisieron aniquilar - tosió un par de veces y tomo aire para volver a hablar - Os ruego que no alarmeis al pueblo.
- Entonces - ahora hablaba un tercero, un hombre rico que habia hecho fortuna con el comercio tras la caida - ¿nos aconsejas no tomar partido? ¿que lo dejemos todo y no hagamos caso a los rumores?
Al viejo que le irritaba su tono de voz, le corrigió con rapidez - ¡No! digo que no asusteis al pueblo, que sea cual sea las acciones a tomar sean en secreto.
Todos asintieron en secreto y dedicaron el resto de la noche a planear la ofensiva.

...............

Puesto de guardia en las faldas de las montañas del equilibrio

¿Quien anda hay? - dijo uno de los emisarios del consejo, cuando creyo haber escuchado pisadas - 1Sal, soy un emisario del consejo de Larum, solicitamos una audiencia con aquel que se hace llamar El Oscuro! - Dijo en voz alta, clara y que pretendia imponer autoridad.
-No deberias de gritar en la noche. En estas tierras habitan Grifos salvajes a los que les gusta cazar gente errante- el que hablaba era el palido y en su tono de voz destacaba una nota burlona. Aun así no asomo la cabeza.
-¿por que permaneces oculto? - continuo la voz ignorando la advertencia - ¡ya te he dicho mi proposito cual es! ¿por que te escondes?
- Se cual has dicho, lo que aun no he decidido es si el Oscuro quedra recibirte.
- Entonces, se tendra que enfrentar a toda Larum y Lamar le apoyara, pues estan en deuda con ellos. 
- Que pronto olvidan los favores de aquellos que no caen en gracia... no obstante, ¿que te hace creer que vas a regresar para dar el aviso?
El emisario titubeo y por fin no le quedo mas remedio que confesar su motivo.
- Me trae aqui una nueva amenaza, conocida por todos... tambien por vosotros, hablo de los muertos.
Y desde el suelo, cubierto con un manto de rocas, un hombre con una manta sobre él, se levantó y apuntandole con una ballesta le indicó el camino a seguir.

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Laboratorio de practicas de Alerk.

- Algo va mal - decia Alerk, hablando para si mismo - segun he leido esto no deberia de estar sucediendo - el hombre no respondía como indicaba el libro. No se le cerraban las heridas y se volvia violento, tal como habia leido. Este ser estaba sufriendo increibles combulsiones que le sacudian contra la mesa. Le habia atado con mas cuerdas y mas cadenas, pero parecian insuficientes. EL hierro se le incrustaba en la carne y las heridas expulsaban una sangre tan negra que parecia carbon y tan espesa, que parecia membrillo.
La consciencia le dictaba que huyera, pero la curiosidad y el deseo de entender lo que habia sucedido, superaban a la razon y alli permanecio atento a lo que sucedia.
De los cotados comenzaron a crecerles extraños tentaculos acabados en afiladas garras. Su rostro estaba tan palido que parecia niveo. Sus manos se estiraban llegando al suelo. Las cadenas, saltaban en pedazos y las cuerdas se partian en dos.
Alerk trato de correr y huir, pero una de los largos brazos, se estilo y lo apreso mientras terminaba de tomar forma. El fantasma del olvido habia hecho acto en Albur y con el llegaban las desgracias.

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Palacio del consejo de Larum

La jornada estaba concluyendo, quedaban pocas horas de noche y el consejo estaba agotado. No obstante no habian encontrado una forma clara de resolver esa situacion sin despertar el panico de que algo ocurria.
Entonces alguien llamo a la puerta de la sala del consejo. Un ayudante abrio la puerta y dieron paso a los recien llegados.
Todos los miembros del consejo se quedaron sorprendidos al ver quien estaba allí, todos menos uno. El anciano le pidio que pasara y el Oscuro junto a su fiel compañero y cuatro hombres mas sin contar el emisario entraron en la sala.
-¿Que te ha traido aqui, salvaje? - le pregunto el cabeza del consejo con desprecio. El oscuro estaba confuso, pero mantuvo la compostura con tanto aplomo que nadie, excepto su fiel compañero se dio cuenta de aquello.
- Es cosa mia - dijo el viejo - nadie quiere recordarles, pero ellos tambien lucharon contra los muertos - se fijo en aquel hombre de tez palida - y nadie como ellos para la tarea que tenemos que encomendarles.

Eran las doce del mediodia, el anciano y el oscuro habian estado charlando durante toda la mañana. El resto del consejo se había retirado, dejando en manos del viejo la decision a tomar. Durante largo rato debatieron las condiciones, hablaron sobre la amenaza, incluso recordaron con angustia aquella batalla. El viejo se quedo muy sorprendido por lo bien que conocia aquel hombre lo que habia ocurrido hace mas de 100 años.
Finalmente llegaron a un acuerdo.

.........

Una granja de Lamar

Un fuerte ruido desperto a los padres de la chiquilla, que aterrorizada miraba a la ventana cerrada.
Entre maldiciones, su padre cogio el tridente y salio de la casa. La mujer asustada, tomo prendio la vela, busco a su hija y corrio a su lado. La abrazo al ver su cara de terror.
Del exterior un terrible grito que traia consigo notas de dolor, angustia y terror, todas mezcladas, les llego a los oidos. A su vez, les llego tambien el sonido de como si una gran saca repleta de agua reventara y cayera al suelo y termino el ruido con un leve gemido y una porrazo de algun peso muerto sobre el suelo.
Madre e hija se miraban con terror. Las dos comprendian que el hombre de la casa habia muerto, pero no eran capaces de imaginar como o quien y cuando vieron el tentaculo asomar por la puerta de la casa, el panico se apodero de ellas. Tan intenso fue que fueron incapaces de gritar y se quedaron petrificadas en el sitio.
Aquella monstruosidad era incapaz de entrar por la puerta, asi que a latigazos de tentaculos fue echando la cabaña abajo.
Cuando al fin se abrio camino y vio a las dos mujeres se apresuro para darles caza. Ellas la vieron como se les venia encima y del miedo se orinaron encima. Aquella bestia, no pronunciaba ningun sonido, no hablaba, ni gruñia. Las mujeres rogaban  algo en susurros, pero ni ellas sabian bien a quien rogar. La criatura levanto un tentaculo y destrozo el craneo de la mujer de un latigazo. Su hija se quedo abrazada a un cadaver decapitado, empapada de sangre.
La bestia, alzo un nuevo tentaculo, dispuesta a acabar con la vida de la joven, pero en ese momento el fantasma se desvanecio y quedo tendido en el suelo un Naya, un ser normal, desnudo. Se levanto algo aturdido y cuando Alerk vio a la chiquilla sonrió estrepitosamente, pues no habia fallecido, pero había encontrado la manera de dominar un poder increible. Se fijo de nuevo en la joven, tomo algo de ropa del padre de la niña y se la llevo con el.

El inicio de una nueva era era ya inminente, y como tal, los dioses debian
dejar a sus pupilos libres de designios divinos en Albur...

Como un destello del mismo Á, en la noche se ilumino un punto en el
firmamento, un faro celestial que anunciaba la llegada de algo...

Algo grande se aproxima hacia Albur... Y vigilara a los seres que lo
habitan en los años venideros...

Cada noche, se veia mas grande, mas intensa su luz...
Y asi pasaba el tiempo, con ese brillo en el cielo... Hasta que, siendo ya
de dia, se pudo empezar a distinguir, a lo lejos, la forma esferica de un
astro...

Desde el inmaterium se veia como el destino de Albur estaria en manos de
aquel astro, dirigiendose sin descanso a una colision segura...
Cuando parecia que no iba a haber vuelta atras, recorde el regalo que
me habia dado Knhoss, y trate de ayudar a evitar la destruccion del
planeta que, para bien o para mal, tanto habia costado formar...

Baje a Albur, mas concretamente a Naghaurn, y vi que ahora los Tvus
vivian tranquilos...
Pase mucho tiempo recogiendo plumas de todos ellos, y cuando fueron
suficientes, me dirigi a Skraag...

Alli, como gotas de agua, cayeron las plumas y el poder que Knhoss me
habia otorgado, para volar en forma de ave de fuego, a proteger el
planeta que le dio a luz...

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Como una flecha en llamas, volo hasta aquel astro, impactando
brutalmente contra el, creando un crater enorme, pero frenando su
avance...

A partir de entonces, aquel cuerpo quedaria orbitando Albur,
como un satelite perdido bajo el manto de su madre... Llorando sobre la
superficie de la tierra, caian periodicamente grandes cascadas de agua, y
solo los dioses sabran cuando sera la proxima vez que llueva...

Shenkis se acerco pasados unos años, a el lugar de reposo de Eria... donde la diosa desapareció, se sentía sola, triste y destrozada, una parte de ella había decidido morir, pero el mundo estaba demasiado oscurecido, y eso no lo iba a permitir mientras le quedasen fuerzas.... iba a revivir a Eria, costase lo que costase, y esta vez no la iba a abandonar a su suerte, trabajarían de nuevo codo con codo, con rabia se seco las lagrimas que habían empezado a brotar de sus ojos y caído en el lugar donde Eria había decidido dejar de existir, empezó de nuevo a danzar alrededor de esta tumba, ningún ser vivo podría ver lo que ocurría allí, salvo quizás, los seres mas primitivos como los animales.

Shenkis danzo, dejando que la energía saliese de ella en forma de filamentos verdes, y entrase en la tierra lentamente, como buscado algo... así estuvo durante 20 años, danzando en el lugar, algunos animales que pasaron por allí, vieron la danza tribal que la diosa estaba realizando, y empezaron a agruparse alrededor, sin embargo, las razas inteligentes, sumidas en sus guerras, y sus preparativos para estas, pasaron por alto el que cientos de animales migraran hacia los bosques del norte del continente occidental.

Pasados los años, Shenkis se detuvo, completamente, miles de filamentos delgados y de un verde brillante, salían de su cuerpo y se enterraban en la tierra, acababa de devolver la forma a la diosa, pero había algo diferente, la rabia que fluía de ella, y la misma que compartía con los animales, habían alterado la forma de la diosa menor... ya no era como Eria... pero tendría que darle vida, sacarla de el subsuelo a la superficie, como antes había echo con otras de sus creaciones, las piernas de la diosa se convirtieron en raíces, y se hundieron en el suelo, dejando a la diosa sumida en un sopor, mientras, nos animales de alrededor, serian los centinelas que custodiarían el sueño en el que la diosa se sumía.

Mientras los años avanzaban, los filamentos verdes se desprendían de la diosa-árbol, y se hundían en el suelo del todo, en el sueño, algo perturbo a la Diosa, imágenes de muerte y destrucción... la masacre de miles de vidas... todo lo que se avecinaba.... esto hizo que de nuevo, la diosa dudase, y esto altero la personalidad y la vida que le devolvía a Eria, pero esta personalidad no era la de Eria... esta nueva diosa que surgía no era Eria, era alguien mucho mas preparada para las atrocidades que se iban a cometer en el mundo.

Poco a poco, la tierra fue agitándose, y un cuerpo salio de entre la tierra, aun sumido en un sueño... la nueva diosa. Abrió los ojos y encontró a su madre, en el sopor dormida, mientas miles de animales, le daban la bienvenida al mundo, entonces Shenkis abrió los ojos y miro a la nueva diosa - Anirha- dijo Shenkis, y Anirha asintió, acababa de nacer la Diosa de las bestias y los animales.

En la Grieta Insondable el gran Magnus observaba al cielo a la espera de una señal de su dios. Durante los últimos siglos había esperado por la señal prometida de Yoonel que señalaría el comienzo de una nueva era, pero tal señal nunca llegaba. A pesar de esto, Magnus había seguido las ordenes de su señor y había aumentado sus ejércitos incansablemente, esperando el día en el que Aldur quemara bajo sus pies.

Pero a pesar de todo su trabajo Magnus se impacientaba, pues cada día se estaba convirtiendo en una repetición del anterior.

Unos sonidos provenientes del fondo de la Grieta le hicieron mirar hacia abajo en busca de su causa, y en el fondo pudo observar un dragón de extrañas escamas resplandecientes que asemejaban a las suyas. Después de una observación cuidadosa pudo reconocer a un viejo y poderoso dragón que creía que había muerto hace unos años, cuando se encerró en su cueva con sus tesoros como hacía el resto de su tipo cuando estaban muriendo. Solo que en lugar de que algún joven dragón exigiera las riquezas del cadáver como era la costumbre entre dragones, la cámara subterránea se había llenado de una extraña niebla azur de aspecto extraño a la que ningún ser se atrevía a acercarse. El propio Magnus se había dado cuenta del poder de su dios proveniente de la cueva, y sabiamente decidió dejarla tranquila.

La respuesta al porque del raro suceso fue respondida cuando vio al ser que se alejaba despacio de sus dominios, los seres en su camino apartándose rapidamente. Era Arkhos, el Primero de su tipo y el comandante de las fuerzas esqueleticas de su señor, enviado aquí para cumplir la su voluntad. Curioso, Magnus fue a su encuentro para hablar con el.

-Saludos Arkhos, que noticias traes del gran Yoonel?

-Nuestro señor te envía saludos Magnus, y me ha mandado a comunicarte que está contento con tus ejércitos constantemente crecientes. Es por eso que ha decidido darte un regalo como premio, mira.

Siguiendo las indicaciones de Arkhos Magnus se fijo en el extraño dragón que acababa de alzar el vuelo, no seguro de que esperar. Allí no vio un viejo dragón como el que esperaba morir al entrar en la cueva, si no un dragón joven y fuerte en sus mejores años, con lo que parecía ser su viejo tesoro convertido en sus escamas formando un nuevo cuerpo, mas resistente y fuerte que nunca.

-Estos son tus hijos, la Nobleza de tu raza. Solo los mejores dragones que hayan agradado al Dragón de Hueso serán dados la oportunidad de una segunda vida como governantes.-  Con estas palabras Arkhos partió hacia las Llanuras, que gracias al poder de Yoonel podía alcanzar en poco tiempo.

Sorprendido y algo agitado, Magnus se dio cuenta de el regalo dado por su señor, y le recordó que el Dragón de Hueso todavía los vigilaba. Su paciencia restaurada después de tal demostración Magnus volvió a su morada mientras debajo suyo el dragón empezaba su nueva vida. Solo el tiempo diría si el suyo era un caso aislado o un premio común para los que agradaban a su dios.

(4) Comandar Avatar (Arkhos) Crear 4 ejércitos.

Cien años más transcurrieron. Mientras la civilización Tvu avanzaba, una nueva amenaza se cernió sobre ellos y sobre las demás razas de Albur. Pero Ghiskhaft, que siempre velaba por los suyos, estuvo presto allí evitando la catástrofe y dejó dos nuevos regalos: un hermoso y melancólico satélite, que con su llanto bañaba la tierra en ciclos aún desconocidos y una criatura majestuosa, nacida del mismo fuego y de la esencia del pueblo alado. Esa criatura velaría de ahora en más por la raza pues era tiempo de que Ghiskhaft, al igual que los demás, se retiraran al plano etéreo que habitaban los dioses, liberando a los habitantes de Albur a su albedrío.

Los Tvus recibieron con agrado y alegría a aquel nuevo guardián. Él fue fuente de inspiración para aumentar los conocimientos, desarrollar nuevas armas y crear maravillas para los siglos venideros.

Pero, tanto tiempo entre las paredes de la hermosa Skraag los había vuelto recelosos. No deseaban poner al alcance de cualquiera todo lo que iban descubriendo, ni aquello que iban desarrollando.

Tras años de estudio y planificación, los habitantes de Enth'ale encontraron la manera de impedir que cualquiera se acercara a Naghaurn. Utilizarían la luz del astro que daba vida a Albur y superficies reflectantes, para ocultar los caminos de entrada a cualquiera de las ciudades de la megápolis, confundiéndolos con el paisaje circundante. Así, sólo aquellos que poseyeran un mapa con las sendas señaladas, serían capaces de alcanzar el núcleo de la civilización.

Mientras la construcción de los Espejos de Roca estaba en marcha, el poderoso fénix se apersonó entre los Venatvus. Él comenzó a entrenarlos para que sus cuerpos fueran armas letales. No sólo con hierro se podía defender la vida.

Así fue que surgieron grupos de elite, capaces de volar casi tan velozmente como un grifo, ágiles y fuertes como los Kohiri y astutos y peligrosos como los Sirénidos. La Edad de crecer y aprender llegaba a su fin y los Tvus se encontraban preparados para lo que siguiera a continuación.

Anirha se estira como quien despierta de un largo sueño , mira a su alrededor y sonríe muy levemente mientras asiente complacida, alza la vista y observa un pequeño brillo que cae lentamente, al principio parece una estrella, poco despues cuando ya esta más cerca brilla con menos intensidad, es una moneda que a causa del sol desprende un suave fulgor.

Anirha abre sus manos y la moneda cae en ellas lentamente estallando en un millon de pequeños destellos que se introducen por todos los poros de su piel, al principio se sorprende , mirando después a su mentora que la mira tranquila.

¿que sucedera ahora  madre?

pregunta dando tan solo dos pasos hacia ella , pero shenkis se gira y camina desapareciendo, Anirha sabe donde va, se dirige a taramath , comienza a caminar mientras cierra los ojos desapareciendo ella tambien y reapareciendo junto a su madre en la ciudad, pasean lentamente por las calles , Anirha mira a su alrededor observando detenidamente todo lo que las rodea, ninguna de ellas  habla pero parecen entenderse con solo mirarse, un gran árbol cobija esplendorosamente la ciudad.

Es vello...sus habitantes son fuertes , saben luchar bien pero...necesitan algo con lo que puedan defenderse.

sumida  en sus pensamientos  mira al suelo sorprendida por una serpiente que se desliza  entre sus pies.

ya se... les haré una armadura, una armadura resistente y versatil

mueve sus manos lentamente y de ellas va saliendo poco a poco una armadura de colores verdes con relejos de agua, desprende un brillo al contacto con el sol, Anirha mira la armadura satisfecha pero se queda pensativa de nuevo.

¿pero como ofrecersela a ellos? podría llevarsela un lobo... pero un lobo con una armadura sería algo muy extraño

pasaron unos minutos en los que Anirha miraba la armadura frunciendo levemente el ceño... y al fin sonrió

ya lo sé...

dijo mientras una de sus manos se movió en circulos apuntando hacia el suelo , poco a poco fue emerguiendo el cuerpo de un shenkem y poniendo la armadura encima de su cuerpo esta pareció fundirse con el cuerpo, quedando esta perfectamente colocada, tras de ella apareció un lobo de color blanco un poco mas grande de su tamaño natural que la miró, Anirha asintió y vió como el lobo casi sin dificultad cogió el cuerpo del shenkem dando unos pasos y adentrandose en la ciudad, los ciudadados al verlo con un cuerpo de uno de los suyos, alzaron la voz de alarma y dos de los arqueros dispararon varias flechas, el lobo dejó el cuerpo y retrocedio corriendo alejandose de la ciudad, los habitantes se acercaron  al cuerpo sin vida, despues miraron curiosos la extraña armadura que poseía el soldado, dieron entierro al cuerpo quedandose con la armadura y entregandosela al general del ejercito que ordenó fabricar muchas mas como esa.

Leyendas de los Vandrer

Las arcas de Vandrerfán se enriquecieron enormemente con los bienes de mil tierras, los Vandrer poco a poco aprendieron a encontrar el precio de cualquier cosa, y aprendieron a duplicarlo. Los habitantes de Albur de todas las razas aprendieron a esperar con ansia la llegada de la ciudad flotante, porque en ella se traian tesoros de todo tipo, objetos nunca vistos en sus tierras, las especias mas ricas y mil maravillas que solo podrian conseguir de los Vandrer. Tambien aprendieron a recelar de ellos y a maldecirlos a sus espaldas cuando los dejaban sin oro y se llevaban sus bienes a precio de saldo, para venderlos por muchas veces su precio en otras tierras.

Y Vandrerfán prospero

Los cielos de Vandrerfán estaban ahora guardados por las Valkirias que solo aceptaban mujeres en sus filas. Esto molesto a los maestros porque aunque se hubieran ganado su lugar como guerreras no tenian porque quitarselo a los hombres. Pero Geran, el alto, lider de los jinetes de Hastur se adelanto y dijo que asi estaba bien. -el año próximo venceremos la competición y ganaremos nuestro lugar en el cielo. Y ellas volverán a la cocina-

Asi durante un año las Valkirias fueron las unicas guardianas del cielo y entrenaron para ser aun mejores, mientras los hombres liderados por Geran entrenaban también sin descanso.

Cuando paso el año los dos grupos se enfrentaron sobre la ciudad, hombres y mujeres cabalgaron sobre los Hastur por el honor de defender la ciudad. La habilidad de los dos estaba ahora pareja. Cada maniobra era contrarrestada por una contramaniobra. El giro mas osado era igualado inmediatamente por otro jinete igual de osado.

Durante horas compitieron en el cielo, hasta que les ordenaron bajar y hablo Theodore Belnann, voz del consejo y juez de esa competición

-ninguno ha ganado, la habilidad de los dos grupos es la misma y los dos merecen defender Vandrerfán. Y los dos lo harán- Entonces los hombres tomaron el nombre de los jinetes de la tormenta, porque cuando los Hastur cargan en grupo sus cascos brillan como los rayos de tormenta, y los dos ejercitos mantuvieron su rivalidad, enfrentandose todos los años en una competición que recordaba esa primera

Fin del Turno 16

Comienzo del Turno 17 

Bueno, no es gran cosa pero me da para seguir haciendo ejércitos.

7+2 por tener menos de 5... nada mal :) 

Fabulario interminable, cuento... siguiente: Mucha Gente Malita

Algo nuevo y grande comenzó cuando aquella ambiciosa patita intentó dirigir las palabras hacia donde quiso... algo muy nuevo y muy grande.

Al principio era como una enfermedad concebida por un loco o por la pesadilla de un niño. Se extendía imprevisiblemente y sin orden ni concierto, y sólo la muerte podía detenerla. Los enfermos adoptaban los más extraños comportamientos, como si vivieran en otro mundo completamente distinto al nuestro, y reían, y lloraban, y sentían.

Más tarde no sólo seres racionales sufrieron la enfermedad, sino también plantas o rocas o charcos o cualquier cosa. Una incontenible variedad de síntomas incoherentes se sucedía indefinidamente, o realmente hasta que el enfermo se enfrentaba al pensamiento que lo había originado todo. Entonces era cuando insistía en que se convertiría en un dzubit con un extraño brillo en los ojos. ¿Era de terror? ¿Era de excitación? ¿O era de locura?

Eso nunca quedaba muy claro... lo único evidente era que entonces parecía haber encontrado el sentido de su existencia. Los síntomas desaparecían, pero surgía otro nuevo. Lenta pero implacablemente, el enfermo empezaba a transformarse en un objeto enorme pero indudablemente inútil usado generalmente en pequeñas mesitas para servir esa agua caliente aromatizada llamada té.

Y entonces era cuando entendían que no debían estar precisamente allí, y que les tocaba irse a otro lugar. Levantáronse todos y empezaron su extraña peregrinación improvisada. Unos se iban para un lado, otros para otro... las descomunales jarras de té seguían rutas dispares y cambiantes; como mareas, desandaban sus pasos como si ese fuera su plan desde el principio, daban muchas vueltas en sentidos alternos alrededor de ciudades en todas partes del mundo y, poco a poco, se iban reuniendo en una única fila de útiles de cocina semejantes diseñados con el mismo mal gusto.

En un momento dado de su religiosa procesión, tuvieron que entrar (con la intención de darse la vuelta inmediatamente diciendo "Sarasarapon" e inclinándose devotamente sobre un imaginario pastel de fresas) en la guarida de unos ladronzuelos que casualmente eran coleccionistas de jarras de artesanía gigante, y vieron como las riquezas más inesperadas se les venían encima. De una en una, las fueron capturando a todas, que parecían no aprender de sus predecesoras. Sin duda su travesía había terminado ahí. El caso es que uno de los proyectos de dzubit encontró un cojín sorpresa de los de Toc Toc, y vio que dentro tenía un libro amarillento en el que habían escritos que sólo a un loco podrían habérsele ocurrido.

Leyendo y leyendo llegó a un cuento en el que aparecían palabras nuevas constantemente, retrocedían momentáneamente, se paraban durante unos instantes... no es que se estuvieran escribiendo; hasta las nuevas palabras estaban recubiertas de polvo y eran muy, muy vieja. El jarrón lector descubrió entonces que la historia que leía era la suya propia, y escribió algo en el relato todavía inconcluso.

blablablaestoiescriviendocacapedopispolla

Además de que el texto había sido escrito aplicando mal las cursivas, y de que la ortografía usada era claramente deficiente, el mensaje dejaba mucho que desear. Pero bueno...

tu te callas

...Su bordería enfatizaba todo lo anteriormente comentado; no estamos hablando de una persona muy creíble que digamos, y ustedes no deberían hacerla ni caso...

llo escribo mas rapido que es lo que importa y a demas te voy a tachar entero llaberas. que tu eres el que nos a capturado i no esos ladrones askerosos que no esistian asta que los pusiste ai

...Evidentemente, eso...

con lo que tardas en ecribir los ... esos llo ya e escrito 5 frases. pretendes ganarme a mi? si te voi a tachar entero llaberas

...Pero...

yentonces ganamos los guenos y nos conbertimos en dzubits todos y quedamos tal ke asi:

Nadie nunca debió haber puesto la creación de una raza en manos de una jarra subnormal y analfabeta con un pincel y cinco segundos.

ytumas