Partida Rol por web

Crónicas de Á: Tomo 0 - El Amanecer -

Segunda Edad

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21/07/2010, 00:51
Yoonel, el Nacido Muerto

Cuando los sirenidos se desperdigaron por la ciudad, los Tvus alzaron el vuelo para aprovecharse de su habilidad, y utilizarla para reagruparse lejos de las hojas sirenidas. Esto no los alejaba completamente del peligro, pero les proporcionaba una mayor seguridad y una ventaja sobre los sirenidos, que estaban a merced de sus armas.

Los Tvus habían sufrido muchas bajas, pero el apoyo de un dios había levantado su moral y renovado sus esperanzas, y por primera vez desde el comienzo de la pesadilla vislumbraban un destello de esperanza.

Pero no duro, pues de repente el sol oscureció como si de un eclipse se tratase, y cuando ambos ejércitos alzaron su mirada se dieron cuenta de que era algo mucho peor. Yoonel, el Gran Dragón de Hueso, había venido a ayudar a los sirenidos, tal como hizo hace ya cien años en su primer encuentro.

Con un poderoso empujón de sus grandes alas lanzo a cientos de Tvus al suelo, donde les aguardaba el ejercito enemigo, y después voló tras aquellos que estaban intentando escapar. Muchos de ellos escaparon, pero la gran mayoría sucumbió al dios, y una vez mas la balanza de la guerra se inclino hacía los sirenidos.

Notas de juego

Utilizo mi acción para apoyar el ataque a Thervoru.

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21/07/2010, 01:07
Elocc`iso

Fuera de los anales del tiempo de los Nayas.

Desde su puesto en el firmamento de las estrellas, descansando e ignorando toda Albur, Él, escucho los sonidos de la batalla. Las huestes de Pyaray se levantaban para marchar contra el pueblo de Knhoss.
Entonces recordo su pena por los kohiri muertos, y no le deseo ese mal a ninguno de los otros. Busco en sus recuerdos, pues llevaba mucho tiempo ausente todo lo acontecido hasta la fecha.
Dio pasos atras en el tiempo con la venevolencia de su hermano y vio las acciones y escucho las palabras de los dioses.

- ¡Oh!Dios del raciocinio, nos pides union, nos tiendes una mano de buena voluntad con la  clara intencion de una vida de paz y descanso. Lejos de las guerras de Pyaray y los caprichos  de Yradarkos y eso es bueno.
Pero tus palabras estan cargadas de mentiras...
-¡Hermana! Nos mandas a tu hijo con promesas de paz y prosperidad, donde unirnos de los dioses malignos y
caprichosos, ¿pero no son ellos tambien padres? ¿No dieron parte de su ser para tener un pueblo que los ame?

-No jugueis con vuestros hijos, pues el dolor de verlos perecer es tan inmenso y tan eterno que nunca lograreis el perdon. Educarlos y cuidarlos, si, pero no los useis para atacaros del mismo modo que Pyaray lo hizo contra mi. Es por ello, que para mantener el orden le devuelvo a su padre, los que fueron sus hijos.

Notas de juego

Corrompo la raza de los sirenidos. (4pp) y le cedo los dos puntos restantes a Jeldhor tal como me lo habia pedido, si Á lo consiente, si no los guardo junto al resto xD.

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21/07/2010, 01:23
Anirha

Había observado la situación con detenimiento. Los dioses comenzaban sus ofensas entre si, rompiendo los balances naturales con los que habíamos convivido. Mi madre no parecía presentarse a esa batalla pero una inquietud crecía en mi interior... No podía no intervenir

 

Sabia que seguramente me llevara un sermón por parte de mi señora con respecto a ello, pero para mi aquella acción estaba Mal. La diosa Knhoss había roto el balance, no tenia derecho a hacer nada con las criaturas del dios Pyaray... Me extrañaba que hubiese hecho aquello habiéndolos visto tan juntos.

 

Cierro los ojos, manifestándome allí Las cadenas que colgaban de mis manos tintinearon con los movimientos, mientras aparecía al frente de aquella ciudad. Ahí estaba la diosa menor de Knhoss. Sabia que no debería meterme, no era asunto mio, pero no podía quedarme sin hacer nada. No entendía por que el Gran Dios no intervenía en esta situación.. Me mantengo a la espera de cuando el ataque iniciara. Me sentía nerviosa, y en parte excitada por entrometerme. Una leve sonrisa curvo mis labios. Esperaba que todo saliera bien.

Notas de juego

Uso mi presencia para apoyar a Pyaray.

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21/07/2010, 02:12
shenkis
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+2)
Motivo: poder
Resultados: 4(+2)=6, 3(+2)=5

Notas de juego

volvi a kedar con 4 puntos, sumo otra vez +2, otra vez se me olvido quitar el desglose, asi que le resto 2, serian 9+4 de nuevo 13

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21/07/2010, 02:16
shenkis

La diosa observo con curiosidad lo que ocurría entre los dioses, mas el desastre de los dragones ya tenia a la diosa bastante enfadada... pero algo, algo llamo mucho mas su atención, Arezos por fin había aparecido después de tanto tiempo, tanto tiempo perdido en el tiempo...

Centro su mirada en la orden de los dragones de la vida, estaban realmente afectados por lo ocurrido con su raza... algunos querían ir a socorrer su demencia, otros querían entablar una fiera batalla para borrar semejante vergüenza de la faz de albur... Shenkis hablo con ellos- Ish nu dal diel dragones- utilizo las palabras que vinculaban a los dragones a su llamada- ahora se que vuestros hermanos mas os necesitan, mas, el árbol es ahora cuando esta mas indefenso, empiezan los conflictos en el mundo y el árbol puede peligrar, os ruego que no os mováis del árbol pase lo que pase, ahora, ni amigos ni enemigos pueden acercarse a el árbol, borrar del mapa a cualquiera que se acerque a el árbol- la diosa hablo con contundencia, y los dragones asintieron, la orden de matar no entraba dentro de sus cabidas como dragones de la vida, pero si la diosa pedía defensa, ellos serian un muro inflanqueable para el arbol.

De nuevo, se acerco a observar el campo de batalla, y entonces la desolación recorrió todo su cuerpo.... Eria... estaba involucrándose en la batalla... el bando que eligiera era realmente indiferente, pero iba a luchar contra la raza que se había preocupado por aprender de la vida.... la diosa lloro, y la lluvia inundo el campo de batalla... callo con fuerza, no la suficiente para ser una molestia, pero si para hacerse notar.... Eria le había decepcionado enormemente.

Se retiro de inmediato de el campo de batalla y se acerco a observar a los curiosos elementales, hacia un momento no existían, y de repente tenían una ciudad en albur... era curioso ver de todos los tipos y clases de seres de lo mas variopintos reunidos en aquella ciudad, mas Arezos ya había procurado una defensa para la ciudad, los elementales necesitarían un cuerpo de guardia especial, la guerra se cernía sobre Albur y no podía  permitirse que criaturas tan especiales cayeran presas del ataque de algún dios celoso, descendió en medio de un grupo de elementales sin ocupación aparente, y los beso a todos y cada uno de ellos, un beso metafórico, algo extraño, una caricia en su patrón de forma, otorgándoles el don de la naturaleza, los elementales de la naturaleza, en estado puro acababan de nacer, no eran una sub raza, ni siquiera se alejaban de el comportamiento y el modo de vida de estos, la única diferencia, era que estos podían regenerar sus heridas a una velocidad notablemente mayor que el resto de ellos.

Después volvió junto a los Shenkem, aun no estaban terminados del todo, tenían sus pequeños defectos y necesitaban una defensa coordinada, se reunió con la orden de los filos verdes, el grupo de boticarios, y eligió a uno de ellos, el jefe de los boticarios, la joven Alisha Shemark una experta en venenos, la acaricio con su beso divino y le otorgo conocimientos de batalla y tácticos, que necesitaría la raza ahora que la guerra se cernía sobre albur, le enseño a coordinar un ejercito, con armas envenenadas y monturas de draco.

 

Notas de juego

gasto 4 puntos en avanzar raza: elementales de naturaleza(+1 defensa) en la raza de los elementales.

gasto 7 puntos en crear avatar: Alisha Shemark, maestra boticaria.


 

gasto 1 punto(creo que es solo 1) crear ejercito: hostigadores de la sombra, ejercito formado por jinetes de draco con armas envenenadas y diferentes potingues.


 

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21/07/2010, 03:21
Knhoss

Knhoss escuchó el lamento que provenía de los Picos y dejó todo aquello que tenía entre manos para ver que estaba ocurriendo, por qué el pueblo de su hijo sufría de esa manera.
Su conciencia se transportó por todo Albur observando lo que su hermano había hecho con los mares y cómo se había servido de ellos para acabar con la hermosa Thervoru, desatando la furia de los sirénidos, a pesar de los intentos que había hecho ella para lograr la paz entre ambos pueblos.

¿Por qué hermano, por qué? la súplica cruzó el éter, en busca de la presencia de Pyaray pero no halló respuesta. En cambio, el Leviatán movió su cola dejándola caer con violencia sobre las montañas, provocando un gran derrumbe.

El resto de sus hermanos  y sus hijos comenzaban a tomar partido, pero contra todo pronóstico de la Diosa, lo hacían en su contra. Su rostro se crispó de dolor. Al parecer, no sólo los caóticos eran mezquinos. Pero la esperanza no estaba totalmente perdida. No todos habían hablado para enfrentarla, no todas las voces la acusaban injustamente.

Con el corazón pesando como plomo, empezó a asistir a los alados seres que estaban siendo masacrados.

En primer lugar se dirigió a su hijo. -Querido Ghiskhaft, ya estoy en camino. No desesperes ni flaquees, ayudaré a proteger a los Tvus hasta donde mi esencia me lo premita. Reune a los chocobos en las puertas de la ciudad. A todos aquellos que se encuentren cerca. Ellos podrán ayudar. Cuando acabe de hablar con tu pueblo, vendré aquí, a sostenerte y confortarte. No dejaré que enfrentes solo a mi hermano y sus sobrinos.

Luego, volvió a expandir su pensamiento, esta vez buscando a los Primura. Con su suave voz les habló directo a la razón. Debían insuflar valor a los suyos. Tenían que ayudar al Concilio a poner orden en Thervoru antes de que fuera demasiado tarde. Debían convertirse en guerreros para salvar lo poco que quedaba en pie. Todos ellos, sabios y protectores, hembras y machos... Con picos y garras deberían luchar contra la fuerza del agua, contra el terror de los  mares. No habían sido creados guerreros. Más ahora lo serían.

Ryneg, un Venatvus de mediana edad, tomo la palabra ante sus compañeros.

-Hermanos, nuestra madre ha hablado. Ghiskhaft, nuestro creador, ya está entre nosotros intentando detener el avance de su malvado tío y sus ejércitos. Pero no podemos dejar que él haga todo el trabajo. Nuestro es el deber de defendernos. Nuestro, de conservar lo que nos pertenece o morir en el intento. Buscad al Concilio y colaborad con la organización de la defensa de la ciudad. Yo caminaré entre la gente, alentando a sus corazones, implorando que venzan el miedo, que entreguen su vida a esta tierra para protegerla, sin temor a que sus almas no encuentren consuelo, pues el señor Yradarkos se asegurará de que consigan cobijo y el conocimiento que acumulan se devuelva a nuestra Diosa.
Ryneg logró excitar y conmover al resto de los Primura con sus palabras.

Ellos cumplieron con lo que se les había encomendado. Partieron rumbo al edificio dónde el Concilio solía sesionar. El lugar estaba sumido en total caos, más sus miembros aún vivían y ya se encontraban abocados a reunir toda la información de los sirénidos que las expediciones habían traído de sus largos viajes.

Juntos, el Concilio y la Orden de los Primura, a toda prisa, idearon un plan de contención de lo poco que quedaba en la ciudad. Así, hicieron correr la voz acerca de tácticas de defensas que otros pueblos habían desarrollado, y en poco tiempo, los que aún vivían, ya fuera por las palabras que Ryneg repetía a toda voz en la plaza central, o por el boca en boca que habían lanzado los dirigentes, se habían congregado frente a los sirénidos y sus dos avatares, dispuestos a enfrentarse a ellos hasta las últimas consecuencias.
 

Notas de juego

Bueno, la suerte está echada...

Comandar monstruo -> chocobos, +1 Defensa (2pp)

Comandar orden -> crear avatar temporario Ryneg (3pp)

Comandar ávatar -> Concilio, crear un ejército (1pp)

Comandar ávatar -> Ryneg, crear un ejército (1pp)

***Pyaray (jugador), gracias por dejarnos intentar una defensa ^^

 

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21/07/2010, 11:07
Pyaray, The Whisperer

El Kraken había desaparecido, junto a los ejércitos de la ciudad, los sirenos restantes estaban consternados ante el fenómeno marino ocurrido, y se especuló acerca del fin de la raza sirénida, algunos abandonaron la ciudad, otros llegaron de las profundidades insondables para visitar al ausente Kraken y pedir su consejo, ante tanta confusión, muchos sirenos pensaron, que lo mejor era dejar la ciudad, aprovechando la ausencia de las Cantoras y su místico poder sobre la ciudad agarraron sus petates y marcharon por los mares mientras los más devotos al Kraken y a Pyaray escrutaban la gran perla en busca de su gente.

Nada de lo ocurrido llegó aún a sus oidos ni, durante el viaje pensaron en tratar de escudriñar su paradero, viajaron por los mares y encontraron cosas que jamás hubieran imaginado, llegaron a unas aguas plagadas de vida, los Kohiri que más de una vez cazaron se encontraban aquí agrupados en una enorme y impresionante metrópolis, humanoides de piel rosada se lanzaban a los mares sin temor capitaneando sus barcos, unas criaturas felinas observaban con soberbia el resto del mundo y todo aquí parecía haber crecido ajeno al caos y la maldad que en el "antiguo continente" conocido por los sirenos se iba desarrollando.

Los sirenos buscaron un conjunto de grietas estrechas en el lecho del mar donde instalarse, un mar de fauna nueva salió a recibirles, morenas, tortugas y tiburones salieron de sus guaridas con nefastas intenciones, pero al escuchar la bella y melosa voz de las sirenas y adorar su belleza, no fueron capaces más que de servirles y ofrecerles sus guaridas. Pronto en aquél lugar se alzó Ph'p'HL, una ciudad sirénida que sería conocida por tener el más importante yacimiento de perlas de Albur, las ostras de aquellos fructíferos mares migraban hacia la ciudad con tal de exponer sus tesoros voluntariamente a las sirenas que con tanto mimo seleccionaban y recogían, este era el inicio de una nueva era para los sirenos.

Notas de juego

Fundación de Ph'P'HL, en x9,y18

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21/07/2010, 11:58
Director

Pergamino de los Lamentos, de Crónicas de Á, un recuento de los Grandes Sucesos

Tomo Segundo, Año de la Estrella

La Caida de Thervoru

El Año de la Estrella llegó a su fin cuando, cual astro fugaz pero efímero, la Gran Ciudad de los Tvus cayó. 

Se dice que las aguas se alzaron con furia, en ebullición, cuando Pyaray el Dios de las Profundidades se alzó contra los hijos de su Hermana, la Sabia Knhoss. De la montaña de agua que rivalizó a los mismos Picos surgió la Reencarnación de Pyaray, el Leviathan, flagelando con sus tentáculos a cuanto mortal se cruzara en su camino, y aplastando con su mole las murallas, casas y templos. El Kraken surgió también, su hambre voraz empujando a los Sirénidos hacia adelante, hacia la matanza, como si esa raza necesitara aún aliciente para combatir.

Dicen también que un bravo bardo alado, llamado Huyt, intentó con su música y suaves palabras detener a la horda el momento de verla. Cantó y recitó sobre el Camino de Knhoss, sobre la paz y sobre la inutilidad del derramamiento de sangre. Algunos Sirénidos, recordando tal vez la aparición de la propia Diosa entre ellos, se detuvieron a oirlo, y por unos momentos pareció que el ataque podría evitarse antes de comenzar. Pero en la espuma salió una figura, hermosa y letal, brillando en su propia y repulsiva luz, y un movimiento de su espada de jade partió al cantor por la mitad. Aún así, su voz flotó sobre los gritos, los lamentos y la muerte, consolando a cada Alma que partía hacia el Más Allá.

El Concilio Supremo reunió sus fuerzas para defender la ciudad, y los pobladores se reunieron alrededor de Ryneg, un bravo Tvus que brilló con fuerza en aquellos momentos de desesperanza. Los Tvus se batieron con fuerza aprovechando sus capacidades voladoras para intentar detener la oleada de enemigos, pero entonces una gran sombra se abatió borrando al sol. La misma Sombra tomó la forma de una nube púrpura con alas de dragón, y el cielo fue negado a los Tvus. Privados de su vuelo, aún así su voluntad se mantuvo firme bajo la mirada de Ghiskhaft. Los ojos del Dios descargaron rayos letales, castigando a los Sirénidos que destruían su sueño, su Thervoru.

Aún a pesar de convertirse todo el terreno en grandes lagos sangrientos, aún podrían haberse salvado los Tvus. Los Sirénidos, fuera del agua, eran poderosos pero lentos. Ellos, aún sin los cielos, eran rápidos a lomos de los Chocobos, castigando y guiando a los acuáticos seres por aquellos lugares que ellos sabían eran fáciles de defender. Durante todo un día, Ryneg coordinó la defensa que parecía aún tener algo de esperanza... hasta que apareció ella.

Se diría luego que en sus manos llevaba cadenas, y cuando el Dios Bello descendió a su lado, ambos parecerían la estampa de las pesadillas. Su cabello oscilaba con la fuerza de un huracán, y sus ojos eran la tormenta encarnada. Gritó, y las montañas temblaron. La Naturaleza se opuso a los Tvus, quitándoles la única ventaja que les quedaba, su hogar. Con los Picos rotos y Thervoru destruida, fueron presa uno por uno de los invasores.

El Concilio, buscando salvar a la mayor cantidad de almas posibles, ordenó la retirada. Miles y miles de Tvus desafiaron a las alas de muerte y huyeron, lejos, al sur... no muchos lo consiguieron. En la Ciudad, en su centro mismo, Ryneg cantaba con sus hombres y mujeres mientras golpeaba y se defendía. A los pies de la última piedra en pie, una maravillosamente tallada Knhoss, combatía sin descanso. A su lado, un Tvus en fina armadura de mallas y una dorada lanza descargaba rayos con furia: Ghiskhaft mismo hacía que la cuenta de cuerpos entre los Sirénidos no fuera menor. 

Con un terrible rugido el Leviathan cayó sobre ellos. Ryneg luchó hasta ser el último. Al caer bajo la mole, Ghiskhaft mismo le alcanzó su lanza, y finalmente la reencarnación de la Destrucción explotó con el poder que solo un Dios es capaz de conseguir, pues al fin y al cabo no era más que carne mortal. Pyaray, una sombra húmeda sobre el hombro de Karak, rió, su trabajo completo. 

El Dios Bello probó con su espada a Ghiskhaft, hasta finalmente abatirlo rodeado de agua, sombras y Sirénidos expectantes. Cuando la Diosa de la Razón finalmente era lo único aún en pie de la brillante Thervoru, se volvió hacia los allí presentes: Pyaray, Karak, Yoonel y Eria, y les juró venganza ante Á, y retribución ante Ailnor, y solamente se desvaneció.

Notas de juego

Resultado de la Invasión a Thervoru: 2 (dado) + 19 (ofensivas) - 13 (defensivas) = 8

Ciudad Tomada: Los Defensores han sido destruidos. Los Sirénidos eligen si anexar Thervoru o abandonarla. Los Sirénidos pierden 2 Ejércitos.

El Ejército restante vuelve a Yp'pp'p'pL. Los Avatares Ryneg y Leviathan son destruidos. Thervoru se convierte en Ciudad de los Sirénidos.


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21/07/2010, 12:14
Pyaray, The Whisperer

El idioma universal hizo posible el encuentro entre gigantes y tvus, las aves enviadas a Talruum, ajenas a lo que en su pueblo sucedía, se sentarona las enormes mesas de los gigantes, eran una raza fascinante, aunque aún eran muy primitivos, tenían una gran capacidad para rebatir y cuestionar las palabras, afirmaciones y postulaciones que los tvus daban y ponían sobre la mesa, los gigantes demostraron una gran capacidad y ganas de aprender de sus nuevos visitantes.

Aunque también, al convivir con ellos, observaron su lado más oscuro, su lado más "Pyarayco", no todas las razas eran bienvenidas a Talruum, los gigantes se encontraban deseosos de conocimientos, lo que comenzó siendo curiosidad por los relatos de los tvus, llegó a ser visto como una obsesión demencial por el conocimiento, las razas que visitaban Talruum con la intención de llegar al lado, y no tenían nada que aportar a los hambrientos cerebros de los gigantes, eran devorados y asados en la parrilla.

Los gigantes devoraban casi cualquier criatura o monstruo que no les aportara nada a sus conocimientos, pero por ahora, los servidores del conocimiento y la eterna sabiduría les sobraba, y podían mantener entretenidos a los gigantes durante los años que estuvieran por venir, fué así, como Orbos, Rey de los Gigantes decretó que los Tvus "Portadores del Conocimiento" serían bienvenidos a Talruum si estos deseaban quedarse, aunque parecían bastante deseosos de volver a los Picos del Principio, de los que en tantas ocasiones habían hablado...

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22/07/2010, 15:15
Yradarkos El Señor Cambiante

El Libro de las Almas: La Legion Negra (Cap 6)

La tierra de Albur se tiñó de sangre al fin, los desdenes entre sus hermanos empezaban, los rencores se acrecentaban y la era de los conflictos, la tan deseada Era de los Conflictos estaba cerca.

Yradarkos miró las ciudades de sus hermanos, sus gentes, sus ejercitos, sintió envidia, aneló ser igual y así poder participar al fin de la auténtica fase de la creación de Albur en que estaba interesado, su destrucción.

Viajó hasta su hogar, La Llanura de las Almas. Observó a los hijos de su hijo, sus hijos, los muertos. Alzó su mano y las almas se reunieron a su alrededor.

Obtener un nuevo cuerpo y crear para mi la Legión Negra.

Ordenó y todas las almas absorvieron parte de las arenas de la llanura, polvo de hueso del propio Yoonel. Tomaron la forma osea que tuvieron antes de morir, convirtiendose en esqueletos. Tenían un cuerpo, Yradarkos ya tenía marionetas.

De entre todos los allí presentes, El Señor cambiante reconoció a uno, poderoso, imponente, sin cerebro, el primero en morir, el kohirin llamado en el pasado Tal-Kohiri. Observó que ya no poseia la forma que se le había otorgado cuando era de carne, ahora tenía la forma de un gran humano, quizas la de un gigante de huesos de aspecto grotesco. Él fue el primer gran ser vivo, también fue el primero en morir, ahora se llamaría Arkhos El Primero y sería el que había de guiar a los nuevos no-nacidos bajo la bandera de la Legión Negra.

Pronto Todos los esqueletos se pusieron manos a la obra, incansables, sin conocer el hambre, ahora tenían cuerpo, necesitaban un lugar donde refugiarse de sus futuros enemigos, crearon su propia ciudad, la ciudad de los muertos, Necrópolis, una ciudad alrededor de su templo, y en ésta forjaron armas y armaduras, formando la primera legión de muertos, la 1ª Legión.

Notas de juego

Crear raza: Esqueletos (neutralidad -1)

Crear orden: La Legión Negra (neutralidad -2)

Crear avatar: Arkhos El Primero

Comandar avatar: crear ciudad, Necrópolis

Comandar avatar: crear ejercito, La 1ª Legión

Lugar de creación:  60x,8y

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22/07/2010, 16:44
Yradarkos El Señor Cambiante

Libro de las almas: De la maldición de la guerra y los Zombies (Cap 7)

Yradarkos contempló con admiración el resultado macabro de la primera batalla en la Historia de Albur.

Cuanta muerte, cuanta destrucción, cuanta maldad.

Observó con alegría los rostros desencajados por el temor a la muerte de todos los caidos.

Cuanta belleza, cuanto horror, cuantas cosas podríais haber hecho si no hubieseis participado.

Alzó su mano y concedió un regalo a todos aquellos que en Albur sufriesen la misma desdicha, pues deseaba verlos así, deseaba que esos rostros siguiesen animados y con vida, con la extraña vida que El Señor Cambiante les daba desde la muerte.

Yo maldigo a los guerreros, yo bendigo a sus víctimas. Alzaos de nuevo y alimentaos, buscar vuestra pequeña venganza, sembrar de terror los lugares que os vieron morir, llevar mi mensaje a todos los rincones de ALbur.

A partir de ese momento todos los caidos en esa, la primera de las batallas, se alzaron y buscaron alimentarse, a partir de ese momento una nueva maldición cayó sobre Albur y todos aquellos que muriesen en batalla se alzarían para alimentarse de nuevo.

Notas de juego

crear monstruo: Zombies

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22/07/2010, 17:00
Director

Fin del turno 12

Comenzamos un receso de turnos hasta la primer semana de septiembre.

Notas de juego

Yra, es un solo post con acciones por turno, como le dije a Pya en su momento. No se anula, pero luego del receso vamos a ser más claro con cómo manejar los posts múltiples al respecto (y no lo anulo porque fueron dos posts tuyos consecutivos).

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23/07/2010, 14:50
Director

Notas de juego

ATENCION!!!

Ya que no tenemos apuro, los Dioses que no hayan actuado y quieran hacerlo en el transcurso de hoy / el fin de semana, háganlo sin problemas.

Momentáneamente estoy dejando de lado la partida para dedicar un poco de atención a las demás... así que puede que no conteste dudas de inmediato, sin embargo...

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23/07/2010, 17:43
Gaia
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+2)
Motivo: Poder
Resultados: 4(+2)=6, 6(+2)=8

Notas de juego

12 de poder

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26/07/2010, 00:59
Gaia

Los Sekaar son grandes trabajadores de la tierra, obras maestras salen de hasta la más humilde forja de Tagrat, por lo que a Kraag le pareció que sus hijos aún merecían más de lo que ahora tenían.

Hijo, dijo una voz aspera en la mente del Sekaar Magto a partir de ahora la roca te obedecerá al igual que el resto de tus hermanos. Pidele con respeto aquello que necesites de ella y se te concederá. Hubo un segundo de pausa para que el lider de Tagrat asimilara las palabras de su dios. Esparce este nuevo don por el resto de mis hijos.

Desde entonces, todos los Sekaar obtuvieron el Poder de la Roca, con el que conseguian moldear a su gusto cualquier material rocoso con tan solo desearlo.

 

En los tiempos que corrían, el regalo de Kraag les vino de perlas a todos aquellos que a destajo forjaban los nuevos cuerpos para los soldados que entrenaba Thorek.

El tiempo de las guerras estaba a punto de comenzar en el subsuelo y Tagrat se preparaba dia y noche para ello.

Incluso Sekaar Magto preparaba un escuadrón especial para los que su mejor arma era su dominio del Poder de la Roca.

Notas de juego

-Comandar Sekaar Magto: Un ejercito más

-Comandar Thorek: Un ejercito más

-Avanzar civilizacion: +1 Vida (Poder de la Roca)

-Avanzar Civilizacion: +1 Ataque (Enfoque ofensivo de la magia)

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27/07/2010, 23:15
Pyaray, The Whisperer

Thervoru, Epílogo de una Guerra

Los ejércitos sirénidos se retiraron, y junto al Kraken volvieron a Yp'pp'p'pL. Desde los cielos, los tvus resultantes lloraron por la pérdida de sus hogares, resistiéndose a marcharse del lugar, Ghiskhaft lloró con ellos, y les apremió a marcharse, señalandoles un nuevo horizonte, alentandoles a seguir viviendo, puesto que mejores tiempos llegarían, y Thervoru volvería algun día a pertenecerles.

Los sirénidos se llevaron todos los libros, esculturas y tesoros, fuentes de conocimiento que fueron apiladas en la ciudad submarina, Thervoru jamás había presentado peor aspecto. La huella en las montañas que había dejado el Leviathán a su paso daba un enorme canal a las nieves de las montañas para que los ríos unieran sus aguas convirtiendo Thervoru en un enorme pantano.

Una desoladora visión para todo aquél que anhele la belleza, una ofensa a la vista de quien allí hubiera empleado una pizca de esfuerzo, pero ahora Thervoru era mucho más. Thervoru había sido algo más que una batalla, había sido una lección, una guerra entre los dioses menores, alentados por sus mayores a una guerra, en la que todos los dioses clamaban por la justicia. Todos los dioses habían dado la espalda a Knhoss y a su impía acción sobre la creación de Pyaray. Un escupitajo sobre la divinidad.

Pese a lo que pareciera desde los cielos, no había modo alguno de regresar a Thervoru, los ejércitos se habían retirados, el Kraken había vuelto a su cubil. Pero Thervoru no había quedado deshabitada, el medio no era el más idóneo para la raza de los sirénidos, pero una raza con tanta mutabilidad y capacidad de adaptación, no tardó demasiados años en seleccionar a los miembros de su raza que servirían de guardias en la antiquísima ciudad

Los sirénidos-cangrejo, podían soportar una vida entera a la exposición del cálido astro solar, y fué Casi en exclusividad, la variante de sirénido que por los siglos que vendrían habitarian la ahora representativa ciudad de Thervoru

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01/08/2010, 00:29
Director

Notas de juego

Agregado mi relato de la guerra de Thervoru más arriba. 

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25/08/2010, 03:28
Director

Los vientos del tiempo se arremolinaron sobre Albur; como corrientes mágicas llevando la palabra de Á a cada rincón, a cada brizna de pasto, a cada gota de humedad.  

Notas de juego

Preparen los motores... 

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01/09/2010, 19:06
Director

Las estrellas titilaron intentando rivalizar con el fulgor de los Dioses de Albur. El Gran Á las mandó a callar... después de todo, lo divertido iba a suceder allí abajo, y pronto... 

Notas de juego

Comienzo del turno 13, Segunda Edad.

Fin de turno el día Lunes, 17hs (aprox). 

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02/09/2010, 00:39
Pyaray, The Whisperer
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6
Motivo: Poder
Resultados: 3, 6