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El Libro de las Almas: De la codicia de los dragones (Cap 5)

Á creó a los dragones, criaturas hermosas, majestuosas, llenas de poder y a disposición de los deseos de sus hijos. Yradarkos se sentía furioso, él había sido el primero en crear un dragón y solo él se creía con el derecho de dominarlos y ser su amo y señor, por el contrario no debían ser de nadie más si no eran suyos. Así que actuó como solo El Señor Cambiante era capaz de actuar, manipulador, mezquino, tramposo.

Yradarkos viajó hasta la Grieta Insondable creada por su padre en un momento de furia. Allí se sumergió donde ningún mortal podía hacerlo sin sucumbir o enloquecer. Contemplo las riquezas minerales que tan asombrosas eran incluso para el propio Korag. Sus ojos sondearon el lugar más plagado de las más hermosas gemas y se fundió con éstas dándose un baño de riquezas y llevándose una gran cantidad de ellas consigo. Después, con todo su cuerpo totalmente cubiertas por las piedras preciosas obtenidas, transformó su cuerpo en algo físico, algo material, algo con un tremendo poder y una deslumbrante belleza, un gigantesco dragón al que se le llamó Magnus El Dragón Gema.

Del cielo descendió la colosal silueta que dejó en penumbras una gran extensión de Albur. La criatura, de correosas alas y de escamas brillantes hecha de gemas y materiales preciosos, rugió y estremeció el lugar. Su rugido fue ensordecedor en la zona, pero, aunque imperceptible para los no conocedores del idioma de los dragones, su mensaje se extendió por todo Albur. El mensaje iba dirigido a los dragones, a todos.

Hijos predilectos de Albur, hijos de Á, herederos de todas las tierras, elegidos de los dioses. Todos sois especiales aunque nadie os lo ha dicho con verdaderas palabras. Miradme …

y en la mente de todos los dragones se grabó a fuego la bella imagen del Dragón Gema, tan esquisto, tan perfecto, tan lleno de poder.

… yo no estoy aquí para controlar vuestros destinos, ni para ser adorado por vosotros, sino para liberaros, contaros, explicaros, advertidos.

Yradarkos les habló en boca de Magnus, les contó de la Grieta Insondable y sus tesoros, de como Á la había hecho nacer y que ellos debían ser sus herederos y únicos dueños, envenenó sus mentes con alabanzas y hedonismo, ennegreció sus almas con la codicia y, bajo un yugo invisible, les convenció para que saquearan los tesoros de la grieta, que los protegieran, que hiciesen allí sus hogares entre piedras y joyas, que durmiesen sobre tesoros y que nada ni nadie debía poseerlos excepto ellos, los auténticos hijos terrenales de Á, los más sabios, diestros, virtuosos y ricos, sobre todo ricos, hijos de Á.

Despues de que Khnoss se había ido de la ciudad de submarina, Yoonel se acerco a la ciudad. Allí, frente a toda la ciudad, les hablo de sus origenes, de cual fue su proposito original. Le convenció de las palabras de Khnoss no eran mas que mentiras para envenenar sus corazones y hacerles débiles, de que no debían escucharla o les traicionaría.

Cuando estaba satisfecho de que le habían escuchado, Yoonel volvió a su desierto.

Tagrat seguía evolucionando a la vez que los Sekaar lo hacían. El Sekaar Magto dirigía a los suyos con sabiduría haciendo de los de su raza unos individuos concienzudos en su trabajo y respetuosos con el resto de razas.

Pero entonces la mano del dios cambiante se metió en los dominios de Kraag, destrozando parte de la creación de su hijo Korag y usando para ello a los corrompidos dragones.

Sekaar Magto, los días de paz van llegando a su fin y tendreis que defender vuestra tierra. Pronto te llegará mi ayuda, administrala correctamente.

Las palabras de Kraag llegaron al portador del primer cuerpo, pero no sería él quien saliera de la ciudad si llegaba a necesitarse.

Strand, el mejor forjador de todo Tagrat de repente se sintió inspirado. Recogió el trozo de Magnatita que guardaba desde sus tiempos de viajero y decidió que empezaría la fabricación de un cuerpo.

Pasaron meses hasta que Strand volvió a salir a las calles de Tagrat. Algunos comentaban que el bueno de Strand debía estar trabajando en un encargo de Magto muy importante, otros decían que tal vez se hubiera ido de viaje y otros decían que simplemente se había vuelto loco.

Llegó el día en el que dió el ultimo retoque a su obra y por fin abrió su puerta a la calle. Muchos de los que pasaban por allí se sorprendieron, pero Strand tenía que ver al Magto y no iba a pararse para responder a los curiosos.

Las puertas del Gran Bloque se abrieron ante la insistencia del forjador

¿Que te trae por aqui, Strand? dijo el Magto algo sorprendido por la repentina aparición.

Le traigo un buen arma, señor dijo agachado en forma de reverencia su mandatario. Haga que varios de sus hombres me acompañen y convoque al mejor soldado de Tagrat. He escuchado que se avecinan tiempos turbulentos, y me sentiré muy orgulloso si mi forja ayuda en algo.

La seguridad en el tono de Strand llamó la atención de Magto, por lo que accedió a sus peticiones.

No tuvo que esperar demasiado el dirigente hasta que sus soldados volvieron. En la sala ya estaba Thorek, el soldado de mayor exito en Tagrat. La maravilla que vieron entrar era impresionante.

Un cuerpo que podía competir en belleza con el de Sekaar Magto, casi era una blasfemia pensar que un brazo Sekaar podía hacer algo tan cercano a la creación directa de Kraag. Cada pieza brillaba intensamente y en sus brazos, una curiosa aleación le hacía parecer un fluido.

Un regalo para la ciudad, señor Magto. dijo Strand

El Magto recordó las palabras del dios de la roca y supo lo que debía hacer.

Preparad el ritual. exclamó en voz alta para los sirvientes que en la sala se encontraban. Thorek, volvió la cabeza hacia el soldado. te presento tu nuevo cuerpo.

Fin del turno

Comienzo del Turno 12 

Tengo +2 por tener solo 2pp en reserva.

Bueno, podría haber sido peor XD 

9+2+3= 14.

Cedo 8 puntos de poder a Jeldhor.

Aildor seguía observando a los Har-Ail desde los cielos. Veía como los hijos de Ailnor se organizaban y trataban de aplicar justicia según sus creencias y valores. Pero aún no era suficiente. Los Har-Ail necesitaban una guía, una referencia para poder aplicar justicia en nombre de Ailnor, su padre.

Así que descendió de nuevo, en su invariable forma. Y se presentó ante el actual Juez Supremo, gobernador de Ovidia. Aildor le comunicó al Har-Ail sus intenciones, y juntos llegaron a un pacto.

Aildor se erigiría como juez de Ovidia, y de sus juicios se extraerían los conocimientos necesarios para elaborar un código. Un código Inquebrantable que todos los Har-Ail deberían respetar. Y a partir del juicio de Aildor los hijos de Ailnor deberían aprender a vivir con justicia.

Comenzaron los juicios. Cada día se aplicaba una sentencia, y al alba Aildor dictaba una nueva ley. Y así comenzó a formarse el Código Inquebrantable.

ATENCIÓN!!!! Debido a un error del Gran Á, en el Mapa falta la Ciudad Grieta Insondable en la... bueno, Grieta Insondable :) Creada por Yradarkos para los Dragones.

Leyendas de los Vandrer - los origenes

Año 415 tal como los Nayas cuentan el tiempo

El pueblo Nayo de Sted había sido arrasado de nuevo por los orcos, 20 años atrás había sido arrasado por una expedición de sirenidos y solo dos otoños antes un gigante despistado había sembrado el caos en sus calles.

Los habitantes de Sted consiguieron escapar (la mayoría) gracias a la ayuda de una tribu de Kohiri que viajaba por la zona.

Reunidos con los Kohiri los ancianos de Sted desesperaron -¿debemos reconstruir nuestro pueblo de nuevo para que otra horda lo destruya? que hacer cuando tenemos claro lo fútil de nuestros intentos-

Phaeiros, líder de los Kohiri les dijo -recorred entonces El Camino, vivid libres como nosotros y podréis escapar a cualquier problema y atacar a vuestros enemigos con impunidad-

Pero los ancianos movieron las cabezas en gesto de negación -nosotros no somos kohiri, no conocemos El Camino, hemos de vivir en un mismo sitio, es lo que somos.

Phaeiros pensó un momento comprendiendo la encrucijada de los humanos -entonces tal vez el errante pueda enseñaros El Camino tal como se lo enseño a nuestros antepasados-

Los ancianos discutieron esto durante tiempo, aunque sabían del errante por ser el siervo de Él, los Nayas nunca habían tenido mucho contacto con el, pero al final decidieron aceptar el consejo de los Kohiri

-convocad al errante para que podamos suplicar su favor-

Así los kohiri hicieron los rituales de su pueblo y durante una semana danzaron y recorrieron El Camino. El séptimo día una partida de guerra de los orcos paso cerca y observo la danza de los Kohiri durante horas, luego se marcharon, pero uno de ellos se retraso y llego ante los Kohiri y Nayas.

Los Nayas saltaron hacia el intruso con armas en las manos pero los Kohiri les detuvieron -el que camina hasta un ritual por el caminante es siempre bienvenido-

Los Nayas recelosos guardaron sus armas y el orco se quedo en el campamento observando la danza y acepto la comida y bebida de los Kohiri.

Cuando anocheció el orco se levanto y hablo, pero no en Panominem, el idioma común a todas las razas, sino en correcto Kohiri -llamáis a Jeldhor el errante con vuestro ritual, ¿que necesitáis vosotros del vagabundo?-

Phaeiros, reconociendo al fin a a su señor pese a su apariencia hizo una reverencia y hablo -Soy Phaeiros, líder de mi tribu, nada necesitamos nosotros, pero aquí estos Nayas tan apegados a sus tierras buscan el conocimiento de El Camino para poder evitar a sus enemigos-

El orco miro a los Nayas pensativo y estos se humillaron al comprender quien tenían ante ellos

-Queréis recorrer el camino pero seguís apegados a vuestros hogares y tierras, eso es una petición difícil- dijo el orco con tono pensativo, ahora en el idioma de los Nayas

Los ancianos se arrodillaron a sus pies y suplicaron -por favor señor, solo queremos que nuestros hijos vivan seguros lejos de nuestros enemigos-

Por largo rato permaneció el errante en silencio, luego les dijo -muy bien, reconstruiréis vuestra ciudad de acuerdo con mis instrucciones, cuando hayáis acabado volveré y os enseñare el significado de El Camino-

El orco permaneció varios días con los humanos y les dio claras instrucciones para construir una nueva ciudad distinta a cualquiera vista hasta entonces, los Nayas se aplicaron y durante los siguientes 80 años construyeron la gran ciudad que les había mostrado Jeldhor

Al alba, los mares de todo Albur se estremecieron y agitaron con una violencia hasta entonces jamás vista durante apenas unos segundos antes de volverse en todos los lugares una balsa de aceite, los Kohiri alzaron la vista y inundaron sus altares, pues algo malvado había entrado en Albur, episodios oscuros que jamás debieron ser narrados y que sin embargo llenaban las páginas de sus memorias, Pyaray había entrado en Albur.

Aquel divino encantamiento que durante un largo periodo había nublado la mente del pueblo del mar se había desvanecido, y todos se apiñaban entorno al Kraken preguntándose qué hacer, el Avatar de la ciudad sumergida los observó a todos, y les susurró en aquél peculiar idioma: No os preocupeis, pues esto que notais, es la furia de Pyaray, y no habeis sido vosotros quienes la ha despertado, reuníos entorno a mí, y preparaos.

Thervoru continuaba en sus quehaceres, el Concilio supremo se reunía una vez más para discutir acerca del extraño suceso de mareas que había acontecido esa mañana, los hombres cuervo, escoltados, llegaron hasta sus propias costas observando un mar tan liso y calmado, que si Albur hubiera sido plano podría verse la orilla del continente. Era tan extraño... ni siquiera una piedra lanzada al mar producía las ondas habituales, qué extraño acontecimiento había tenido lugar, ¿Era esta tal vez una broma de Arezos?

Sin previo aviso, los Tvus observaron como el horizonte se alzaba, una gigantesca ola sumergía el cielo acercándose a gran velocidad, algunos batieron sus alas regresando a toda prisa a la ciudad, mientras que, los más escépticos, comprobaron con horror que aquello que se acercaba no era una ola... era el Leviathán.

La encarnación de Pyaray se abalanzó sobre las costas de los picos del principio, y atravesó la cresta de sus montañas creando una abalancha sobre Thervoru, cuyos ciudadanos emprendían un vuelo desesperado. El desproporcionado gusano extendió un millar de tentáculos, apresándolos dirigiendolo al millón de fauces que en su piel se abrían y cerraban. Esta era la furia de Pyaray. La ola que siguió al Leviathán sumergió prácticamente a la ciudad, colocada exactamente en un valle como si una enorme pecera se tratara, el agua se filtró en la tierra, y el Leviathán se revolvió derribando la ciudad como si un infantil castillo de arena se tratara. Los Tvus jamás habían esperado tal cosa, ellos no habían hecho nada, en efecto, había sido su diosa la que había provocado al Dios del mar con un acto tan benévolo que resultaba prácticamente imposible que hubiera desencadenado este caos. El Leviathán comenzó a convulsionar, parecía herido.... por algo y los Tvus se organizaron rápidamente en milicias que se arrojaban contra sus tentáculos y lanzaban piedras a su millón de fauces.

Finalmente, el enorme gusano abrió su enorme boca, y de ella surgió una esfera acuosa, tan densa y opaca, tan grande como él mismo, y aún atacado, comenzó a revolverse para trepar la cordillera de regreso al mar, habiendo dejado aquél "huevo" de agua en medio de Thervoru.

Los Tvus, descendieron a sus arruinadas casas, se habían perdido tantas vidas que era incalculable, en algun rincón de la ciudad, un niño-Tvu se acercó a la enorme esfera, y con timidez, tocó su adherente y pegajosa superficie, provocando la explosión de la burbuja, en su interior se encontraban las tropas del ejército sirénido.

El propio Kraken estiró sus tentáculos, agarrando a los miembros del consejo que sobre la burbuja se habían reunido a debatir, mientras los sirenos se desperdigaron por la ciudad como una plaga aniquilando y matando a su paso todo rastro de vida que encontraran. Las hydras, se deslizaron por las calles y introdujeron sus cabezas en cada rincón en el que las indefensas Tvus trataban de esconderse, los forzudos sirenos batallaban mano a mano con los Tvus más guerrilleros, y las sirenas, dirigían con sus cánticos a los monstruos marinos que habían sido traídos con ellos, y ahora se retorcían por la Thervoru, parcialmente inundada, lanzando dentelladas a todo aquél que encontraran a su paso. Ganeis o perdais, ya teneis algo oscuro que escribir en vuestros insípidos pergaminos.

Leviathán +3, Kraken +3, 4 ejércitos sirénidos, y avance de las Mil Formas

Ves, ahora si Potty ve la tirada sí procurará plantar batalla, como decía, hacer la tirada antes de sus acciones resulta descabellado y demasiado revelador, pero tu eres el master así que ahí está

La suerta estaba echada... el primer conflicto de Albur. La primer Ciudad atacada por furiosos monstruos del mar...

Tras largos años de ausencia, Arezos devolvió su percepción a esta realidad, a este tiempo. Rapidamente el propio tiempo del que el era parte le puso al dia de todo lo acontecido, observo que todos sus hermanos jugueteaban con seres inferiores y ya era el momento de que el mismo cumpliese con su destino.

El dios del caos observo su zona inversa, ese foso en medio del mar que hasta ahora habia sido desaprobechado.

Un instante estaba vacio, pero luego conto un segundo muy lentamente y cuando termino de contarlo, miles de años de evolucion ocurrieron en ese lugar. Un segundo después ya no era un foso marino, un segundo después era una ciudad llena de vida Alexandris.

Por supuesto no era una ciudad desierta, ya estaba llena de vida, por unos habitantes que Albur no habia conocido hasta ahora. Los elementales, seres humanoides capaces de controlar a voluntad uno de los elementos del caos.

La mayoria de la población dominaba solo uno de los aspectos mas basicos, como el fuego, el aire, el agua… Pero un pequeño porcentaje de la población eran dominators de elementos mas complejos como la presion, la masa, el tiempo…

Tal confluencia de energia elemental acumulada en un solo punto resultaba, de forma involuntaria, beneficiosa para Alexandris, pues a su alrededor se creaba un campo de energias que no era nada comodo de atravesar para los no-elementales.

 La ciudad estaba dominada por un organo conocido como “El consejo del principio y el caos”, un grupo que podia variar de tamaño pues obligatoriamente debia de formar parte de el un representante de cada elemento, por lo que habia epocas en las que muchos elementos unicos nacian y aumentaba sus filas, y otras que tras la muerte de un elemental dominador de un elemento particularmente extraño podian pasar generaciones hasta que el elemento volviese a repetirse. Este organo era el encargado de tomar las decisiones que afectaban a la ciudad asi como parlamentar con el resto de no-elementales.

Una mencion especial es para Ars-kia, la unica elemental hasta la fecha capaz de dominar el elemento muerte. Con sus propias palabras revelo que habia visto a Arezos en el interior de un monolito y sus ojos llenos de locura eran la prueba viviente. Desde ese momento se le considero lider espiritual y belica de los elementales.

Karak fue en ayuda de su Padre y descendió de los cielos y con su Espada de Jade segó vidas por doquier por donde pasaba y así llegó hasta los altos mandatarios y tuvo una lucha sin igual con ellos hasta que hubo derramado hasta la ultima gota de su sangre

Los mares embravecidos rugían camino a Thervoru,
Pyaray había iniciado una ofensiva, que iba a pasar??

Mi presencia podrá servir de ayuda...

Desde detrás de las Cataratas de Luz, mi voz llego a cada sirénido...

Criaturas de los océanos, debeis detener vuestro avance, o los relámpagos
caerán sobre vosotros, quemando vuestras entrañas con su fuerza...
Criaturas de los océanos, viajeras del fondo marino... Por que tratais de
alcanzar la cumbre? para que un viaje tan largo?

Ningún beneficio hayaréis en la cima de roca de esta montaña...

Cual es entonces el motivo? Decídmelo vosotros...
Dará igual la respuesta, pues estáis equivocados...
Cada pérdida sería un nuevo logro, pero si no queréis progresar,
seguid adelante... Destruid lo que podáis, que yo haré lo mismo con
vosotros...

Y allí me quedé, a las puertas de Thervoru, esperando el asedio inminente
de las fuerzas de Pyaray avanzando por el mar hacia los Picos del
Principio...