Partida Rol por web

Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Prólogo: El Descanso del Guerrero

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26/07/2018, 08:55
Yriel Alessar

La conversación fluía bastante bien y a Yriel más que otra cosa le sorprendieron los argumentos del enano, quien parecía apostar por el pragmatismo por encima de los ideales de los soldados. Él no era militar pero posiblemente los ideales eran una fuerza poderosa a la hora de mover ejércitos. Entendió que los enanos se organizaban de otro modo, asumiendo que esa forma de ser de ser de Belandir podía extenderse a los suyos.

- Me temo que los humanos no son tan prácticos cuando de ir a batallar se trata. Más bien los definiría como pasionales.

El tema era que los gorriones se habían disculpado y explicado que se dirigían al norte pensando que una guerra iba a estallar en la frontera. No eran buenas noticias, pero esa situación era habitual en aquellas tierras, el enfrentamiento continuo, a pesar del cual los norteños preferían aquellas tierras poco hospitalarias.

Yriel notó la presión de la mano de Gwyl en su hombro. Era la segunda vez que se apoyaba en él, y justo después defendía sus tetas en una charla que era cada vez más divertida. El semielfo rodeó la cintura de la joven con el brazo, tomándose aquella licencia un poco buscándole las cosquillas en el sentido metafórico.

- Te tendrás que conformar con un único desayuno, pero será excelente.

Liberó la cintura de la dama y le sonrió levemente, mirando después a los que se marchaban.

- Que tengan un buen viaje y que hallen el trabajo que buscan.

Dijo aquello con cordialidad a los gorriones aunque había una gran contradicción en el sentido de que desear el bien a unos mercenarios significaba querer la muerte de otras personas. Lo peor del asunto es que por la cabeza del semielfo pasaba la idea de que bien podría terminar uniéndose a una de aquellas compañías. Estaba decidido a no volver a establecerse en Viavenna pero iba a necesitar alguna fuente de ingresos. Fue cuando cayó en la cuenta de que el viajar con enanos, y con la mediana, traía un beneficio adicional que era aprender un poco sobre sus negocios. Sin duda mucho mejor que acabar como mercenario sería hacerlo como mercader, aunque esa nueva idea chocaba con la de gastar su dinero en el viaje por el norte.

Tenía que explorar esa opción y ahora se preguntó qué llevaban los enanos consigo y qué portaría la mediana. Este viaje se le antojó más interesante que al principio.

Al ver a Wülf de nuevo en la mesa, le saludó con un asentimiento de cabeza.

- Vinieron a disculparse por la bronca de ayer. Su líder parece tener bastante sensatez.

Le explicó al curandero y después miró a ver si las gemelas estaban atendiendo sus pedidos.

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26/07/2018, 15:30
Ussia

En el momento en el que Syndra aceptó invitarla, Ussia no pudo más que alegrarse, y lamentarse por el hecho de no haberse decidido a pedir dos desayunos. Le murmuró un "muchísimas gracias" con una amplia sonrisa, intentando pasar por alto el juego que pretendía hacer la elfa. No había que ser muy inteligente para saber las intenciones de Syndra, ni tampoco para saber en qué momento alejarse de ellas. Pero a Ussia le gustaba demasiado arriesgarse, y tantas atenciones y favores, sobre todo monetarios, habían conseguido que la mediana decidiese jugar con fuego.

- Podemos seguir juntas, pero en otra mesa para no llenar esta en la que somos invitadas. - le explicó a Syndra, pensando en la cara que pondrían los pobres hombres al ver su mesa repleta de desayunos ajenos.

Después asintió a la buena compañía de Syndra. Estaba siendo demasiado amable con ella y le daba algo de apuro, pero por suerte Thánur les hizo cambiar de tema. A pesar de que le gustaba el arte y sabía diferenciar una buena obra de una baratija, la mediana poco sabía de arquitectura por un motivo muy simple: No podía vender edificios. Ni columnas, ni puertas... Algo que no cupiese en su carro, era algo de lo que no podía sacar ningún provecho. Le gustaba admirarlos, por supuesto, pero nada más allá de eso.

Por tanto, cuando Nimrod mencionó las ruinas, sintió una leve desilusión. Seguramente si quedaba algo de valor, lo habrían saqueado o estaría en algún castillo, cogiendo polvo. Aunque nunca vendría mal echar un vistazo, pero lo primero...

- Estoy buscando mi carro. Me lo robaron y tengo la certeza de que fueron al norte, pero tampoco sabría por dónde empezar a buscar. - luego agregó, tanto para Syndra como para Thánur - Pero prometí acompañar a Wülf, el curandero, a su pueblo. Conoce estas tierras y estoy segura de que me será más fácil buscar acompañada por un lugareño. - sabía que allí eran reacios a los extranjeros y, aunque pocas veces se había visto discriminada en sus viajes, no quería que se repitiese de ninguna forma. Se dirigió a Nimrod y a Thánur después de pensarlo unos instantes - Aunque tal vez él también pueda daros alguna pista de por dónde empezar a buscar yacimientos.

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26/07/2018, 16:06
[Muerta] Syndra

- Yo comprendo el lenguaje de los enanos, Nimrod. No es necesario que se limiten por mí, aunque tal vez el pequeño Philip no lo comprende. - Agregó al escuchar las palabras del anciano, dejando en claro que ella no tenía problema con que Thánur continuara conversando en su idioma ya que a ella no se le hacía demasiado difícil comprenderles, por más que no fuera la lengua de origen de la sombría. De cualquier modo, incluso si hablaban en una lengua que no comprendía, poco le importaría a la hechicera, puesto que no paraban de hablar sobre arquitectura, construcciones de tiempos pasados que no era de importancia para ella, a menos que hablaran sobre los aspectos mágicos de dichas culturas. Le daban igual un montón de construcciones viejas que no eran de ningún valor para ella. No obstante... conocer la ubicación de dichas ruinas no sería una mala idea, ya que podría encontrar algo más de interés, además de meras edificaciones. Después de todo, no todos comprendían ni sentían la magia como bien podía hacerlo una elfa de talento como ella. Por otro lado, la respuesta simple del humano fue algo que la hechicera ya se esperaba, principalmente porque dudaba mucho que fuera a compartir sus secretos con extraños, mucho menos con Syndra cerca, quien podría intentar robarle dicha investigación si era de suficiente interés para ella.

- Mi querida Ussia me ha invitado a acompañarla, así que eso es lo que haré. Si viajamos todos juntos, mejor. - Respondió la sombría al enano luego de que éste se expresara con aquella invitación en general. A la hechicera no le interesaba mucho la idea de viajar con un hombre, si bien tampoco se mostraría demasiado en desacuerdo, siempre que no la molestaran con vanas preguntas o una clara falta de respeto como el maldito semiorco de anoche... que dicho sea, no tardó demasiado en aparecer tras bajar las escaleras, provocando una expresión de cierta repugnancia, por parte de la elfa, antes de que ésta volviera a centrarse en los presentes en la pequeña mesa. De cualquier manera, más durante el viaje significaba que tendrían menos problemas, aunque la sombría tuviera mucha confianza en su poder. Sin embargo, lo que más le interesaba era poder seguir a la mediana, visto que ahora ésta se había mostrado más amistosa con ella, algo que no hacía más que alegrar a Syndra, a pesar del constante parloteo aburrido del enano y el anciano.

- Nada que agradecer, querida. Eres un encanto... - Expresó en aquel tono seductor y suave, que buscaba jugar con la pequeña mercader, aunque sin malas intenciones. A pesar del pequeño conflicto durante la noche, la sombría había querido entablar una buena relación con la mediana, por eso se había mostrado tan amistosa con ella al principio. Si, tenía su deseo, puesto que se veía atraída por Ussia, tal vez por lo adorable que parecía, si bien tampoco podía negar que le agradaba esa actitud que la mediana le demostraba en ese momento. - Me parece bien. Mucho mejor si estamos solas... quiero decir, así no molestamos a Nimrod y al pequeño Philip. - Se mostró a favor de la propuesta de la mercader, asintiendo complacida, antes de dedicarle una sonrisa gentil, en el momento que extendía su delicada mano para acariciar el cabello de la mediana con cierta delicadeza, como si apreciara algo en ella. Estaba claro que la sombría no tenía mucho reparo para esa clase de cosas. Aunque tan sólo fuera un gesto cariñoso, podía ser considerado como una invasión del espacio personal de Ussia.

- ¡Hmf! - Resopló un tanto molesta ante la mención del "curandero". - No es un curandero, nadie que lo fuera se movería de esa manera. No le necesitas. Yo puedo ayudarte a encontrar ese carro. No deberías creerle todo lo que te dice. - Realmente no le agradaba Wülf, no luego de que éste se hubiera atrevido a decirle qué era lo que debía de hacer, o cómo debía de comportarse para ser una mujer de cierta altura. Apenas podría vivir un par de años y se atrevía a darle consejos de vida cuando ella estaba por alcanzar los doscientos años de edad. Despreciable ser, sin duda alguna. Pensaba que engañaba a todos con su cuento, pero ella había sido crecido entre la nobleza, sólo un buen mentiroso podría escapar su percepción, y estaba claro que el humano no era uno de esos. - ¿No prefieres que te acompañe alguien de poder como yo? Además, podríamos buscar juntas lo que cada una desea... - Declaró con total determinación en su voz, dejando en claro que ella era mejor que un patético humano mentiroso. Nadie le robaría a la sombría lo que ella ya había puesto sus ojos encima, mucho menos cuando la mediana resultaba de su agrado y eran tan mona.

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26/07/2018, 23:04
[Muerto] Belandir

Las palabras del mercenario le fueron indiferentes a Belandir, el cual, respondió degustando nuevamente su pipa, una señal clara que expresaba que, para el viejo enano, el inepto humano se había ido “por las ramas” de forma gratuita, haciendo que el tema perdiera su valor.

Los problemas, las normas y las formas de disciplina que los Gorriones tuviesen le importaban una gloriosa mierda, siempre y cuando, no afecten al viejo enano. Sin embargo, cuando el medio elfo hablo, los apáticos ojos del antiguo comandante se enfocaron en el mestizo al mismo ritmo que el humo del tabaco esparcía su dominio por la mesa, dando tiempo a su amo para fabricar sus palabras.

-. Tus palabras carecen de todo análisis lógico, un sesgo absurdo y bastante lamentable-. Un tono inerte, directo y oscuro. Esas fueron las características de estas palabras-. Hacer un raciocinio mediante características estereotipadas y raciales solo demuestra que no eres muy diferentes a la escoria que ofendieron a tu humana...-. Lentamente sus cervicales comenzaron a invocar un funesto coro de sonidos óseos y acuosos que violaban, con gran pasión, cada parte, cada nervio y musculo del grueso cuello del enano al momento que el semi elfo acorrala la cintura de Gwyl -. La mierda es universal…-. Su mirada se mueve hacia las deformes figuras amorfas que el humo genera, perdiéndose por un momento en los sórdidos recuerdos de muerte, ultraje y sufrimiento que su memoria soporta con pesar-…. Al igual que la muerte… lo único diferente-. Aclara al momento que sus ojos vuelven a Yriel-. Son las probabilidades de su llamado, que dependen inversamente de la lógica empleada, una probabilidad que jamas será cero... es un consejo, si lo tomas o no, es tu maldita decisión-. Finaliza su "recomendación" a los jóvenes guerreros, endureciendo aún más su expresión, una mueca que lucha en encerrar aquellos fantasmas del pasado para posteriormente aspirar de forma grotesca los tóxicos componentes de su tabaco, preguntándose, pocos segundos despues, la razón de su acción, aquella que desperdicio de forma gratuita su labia …     

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29/07/2018, 23:15
Erin

Erin negó con la cabeza; no le estaba gustando nada la forma que el enano tenía de inmiscuirse en conversaciones ajenas. 

 - No hables si sólo vas a estropear un bonito silencio, Erika - decía su abuela. Erin pensó en lo acertado de aquel dicho, que bien podía aplicarse el enano - ¿Qué le importa cómo hagamos las cosas, si sólo va a criticar pero no ayuda en nada? ¿Hay algo que no le parezca mal? 

En cualquier caso, ella misma decidió ponerlo en práctica, y, terminado el capítulo de las disculpas mutuas, evitó decir nada más, se dirigió al lugar en el que Erizo engullía, y se sentó dispuesta a pedir un buen desayuno. 

Intentaría invitarle: la mole decorada con cicatrices le caía bien, y también había sido bueno con ella. - ¿Qué demonios? - pensó - Ya ganaré dinero en el viaje; no me arruinará este desayuno, y me apetece tener un detalle. 

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30/07/2018, 00:28
Nimrod de Talestria

-¡Ah! - respondió sorprendido Nimrod - No sabía que vuestras acompañantes fuesen tan cultas. Aun así, mi pupilo todavía no domina con suficiente soltura otras lenguas - aclaró. Asintió ante las siguientes palabras del enano, más que conforme con su visión. También escuchó la historia de Ussia, que aunque desentonaba un poco con lo que decían buscar los demás sentados a la mesa, solo despertó comprensión en el erudito - Lo lamento por semejante infortunio, y espero que tengáis suerte en la empresa. Tener un guía nativo suele ser una buena idea... aunque, sí me permitís un consejo, guardaos mucho de los norteños. Para los que estamos acostumbrados a las tierras civilizadas, las primeras impresiones pueden ser... peculiares.

El hombre se mostró pensativo un rato al escuchar la propuesta de Thánur, hasta que por fin habló de nuevo - Aunque no tendría inconveniente en viajar con gente tan culta, y estoy seguro de que saldrían conversaciones verdaderamente interesantes... He visto a esos enanos. Parecen estar listos para partir dentro de nada... y a mí me gusta tomarme las cosas con calma. Al contrario que la mayoría de los que quieren cruzar el Paso, mis asuntos al otro lado de la frontera no se ven influenciados por el hecho de llegar antes o después.

Tras aquellas palabras, de la cocina salieron las gemelas cargadas de platos en dirección a la otra mesa. Tal y como habían acordado, Syndra y Ussia se volvieron a cambiar, para desayunar junto al resto.

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30/07/2018, 01:04
Narrador

La despedida del par de Gorriones coincidió con la vuelta de Ussia, que, sorprendentemente, regresaró acompañada de Syndra, mientras que Thánur se quedó en la otra mesa. Justo entonces también llegaron a la mesa las dos gemelas, cargadas de platos con el desayuno. El mismo transcurrió con tranquilidad y de manera distendida. El ambiente en general, salvo en el caso del siempre sombrío Belandir, era de buen humor y de ganas de empezar el viaje, por lo que se dejó de lado cualquier tipo de pulla o comentario envenenado, a fin de no romper los ánimos de tan buena mañana. Ya se vería si aquello continuaba a lo largo del día o no.

Estaban finalizando los platos, cuando de repente la puerta se abrió y Therm Wedrun entró en el salón. Tras pasar la mirada por la estancia, se dirigió a la mesa a la que estaban sentados, y les dedicó un saludo - !Cuantos sois! No entendimos que ibáis todos en un mismo grupo, pero no creo que a padre le importe. En fin, nosotros estamos listos para partir, así que todo aquél que quiera acompañarnos, que no tarde mucho en salir, padre quiere aprovechar el día todo lo posible- tras aquello, se despidió de los aventureros, y volvió a salir del local.

Notas de juego

Os descuento a todos 1 pieza de plata, menos a Gwyl y Ussia que les descuento 0 y a Syndra e Yriel que les descuento 2

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30/07/2018, 02:03
[Abandono] Thánur Dangorín
Sólo para el director

Finalmente el desayuno había llegado, sus dos compañeras de viaje fueron hacia la mesa tal cual habían prometido y el enano permaneció junto a los dos hombres. Nimrod había expresado sus intensiones de tomarse su tiempo para cruzar el paso, a Thánur no le parecía prudente que cruzaran solos, pero entendía que la naturaleza de su búsqueda era algo que no podía hacerse a las apuradas, así que respetó su decisión sin objeciones. - Pues os deseo suerte en vuestra búsqueda, no dudo que darán con aquello que se han propuesto encontrar- dijo, y untó una rebanada de pan caliente con manteca de cabra - Pero contadme mientras desayunamos, como es eso que el Imperio Onírico tenía otro nombre? Eres el primero que me dice algo así - preguntó interesado.

Mientras bebía de la taza con leche caliente la puerta se abrió y Therm indicó que su padre estaba pronto a partir con la caravana. Thánur alzó su mano desde la mesa junto a los dos hombres - Contad con nosotros!- dijo en voz alta, y señaló el desayuno que estaba por terminar. Luego se volteó hacia la mesa en la que Belandir estaba sentado y asintió cuando sus ojos se cruzaron, para luego terminar la conversación que mantenía con los dos hombres.  

Thánur sacó dos monedas de cobre y sobre ellas dibujó con tinta una runa antigua, mientras escuchaba lo que Nimrod le contaba acerca del antiguo imperio. Sacó su cincel para marcar los bodes del símbolo sobre el metal y luego el martillo pequeño, y con agilidad golpeó cada una de las monedas. El tiempo era escaso y no pudo dedicarse como debía, la magia enana requería que los símbolos fuesen perfectos, pero sólo pudo lograr lo que se proponía con una de las monedas. Extendió la moneda de cobre hacia el Pupilo - Toma Philip, ésto es un regalo para ti, les brindará calor durante el viaje. El clima es duro y si van a adentrarse solos en éstas tierras les será de utilidad. Volved a golpearla cuando la necesiten- *

Luego terminó de comer los panes y agregó antes de despedirse - Creo que podríamos conversar sobre arquitectura e historia por largas horas, Nimrod, incluso de algunos otros temas más- dijo y señaló con la mirada la moneda que le había dado a su pupilo -Yo debo partir ahora pero me gustaría volver a encontrarnos. Porqué no arreglamos un lugar y un momento para reunirnos más adelante?- sacó el mapa que había copiado del Templario y lo puso en medio de ellos - Elegid dónde y cuando, y allí estaré. Nada me complacería más que compartir con ustedes lo que haya descubierto en las ruinas! Sepan que les tengo un gran respeto y me siento a gusto con nuestras conversaciones, así que por favor aceptad este pequeño pedido y continuemos con esta conversación más adelante- dijo, insistiendo amablemente para que volviesen a juntarse.**

- Tiradas (3)

Notas de juego

* Usa la runa de fuego para que la monede se caliente y brinde calor por un tiempo al ser golpeada. (el calor de una estufa, no mas que eso, pero que dure unas horas, como para acampar con ella). Este tipo de runas lleva 10 minutos y desayunar llevará una media hora, así que estimo que los tiempos dan para hacer 2 monedas.

Una salió muy bien pero la otra tuvo una pifia, no? bueno, juguemoslo si tienes tiempo y ganas XD. (se que ya terminamos, pero un poco de barba chamuscada podría quedarle XD).

** tirada oculta de persuasión por si hace falta. (tal vez no).

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30/07/2018, 02:49
[Abandono] Thánur Dangorín

Mientras bebía de la taza con leche caliente, la puerta se abrió y Therm indicó que su padre estaba pronto a partir con la caravana. Thánur alzó su mano desde la mesa junto a los dos hombres - Contad con nosotros!- dijo en voz alta, en cumplimiento de la promesa que le había hecho a su padre. Luego señaló el desayuno que estaba por terminar, dejando claro que aún tenía algo de demora y se volteó hacia la mesa en la que Belandir estaba sentado. Esperó hasta que sus ojos se cruzaran y asintió en silencio, el momento para el que se estaban preparando estaba por comenzar.

Luego se centró en la conversación que mantenía con los dos hombres. Los tres parecían concentrados y sus voces se perdían en el murmullo de la taberna, aunque pudieron escucharse un par de fuertes golpes sobre la mesa durante un momento.

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30/07/2018, 07:34
[Muerto] Belandir

El oscuro enano devoro sin contemplación su desayuno para luego cruzar miradas con su nuevo patrono y, sin decir ninguna palabra, se levanta de la mesa tomando, con gran eficiencia, todo su equipo para dirigirse hacia donde se encontraba Thánur, haciendo una señal muda que advierte que estaba listo para partir, manteniendo la solemnidad digna de un antiguo comandante…  

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30/07/2018, 12:09
[Muerta] Gwyl

Por alguna razón, las palabras del enano entristecieron a Gwyl, no por lo que decía, si no por lo que significaban sobre el hombre que las pronunciaba. Bastaba una mirada a sus ojos vacíos para darse cuenta de que era alguien que había perdido mucho, muchísimo... De pronto se sintió avergonzada de su actitud coqueta con Yriel, y de todo en general... Como si su querido Emer la observara con desaprobación. Se apartó del semielfo lo suficiente como para no ser grosera, pero también para dejar claro que, por el momento, deseaba mantenerse alejada, y apoyó la cabeza con las manos al tiempo que dejaba caer una lánguida mirada sobre el grupo de mercenarios, los gorriones, localizando la castigada calva del que, por lo que había oído, se llamaba Bernardo. Su mujer y su hija.... "Y ¿qué haces aquí idiota? " se pronunció una voz maliciosa y dolida en su mente "¡Ve a buscarlas! ¡Rescátalas! Mientras tu estás aquí armando gresca en una posada norteña a tu mujer e hija las están..." Pero detuvo esa voz ahí, porque sabía que en el fondo, su enojo no era hacia Bernardo, que no le iba ni le venía, y que no estaba siendo justa.

Pensó en su padre. En su madre .... Ese calvorota podía no entenderlo, pero la bonita costumbre de considerar a otros seres humanos objetos de compraventa, no era, en absoluto, algo que los muqtarquíes no padecieran.... Probablemente eran las principales víctimas de su propio sistema, como lo había sido Aixa, su madre. Y podría decirse que dentro de todo, si no fuera por su funesto final, a Aixa le había ido bien, al fin y al cabo, a Gwyl le constaba que el afecto entre su padre y su madre era sincero... ¿Pero puede ser feliz una pareja en la cual el hombre ha comprado a la mujer? ¿Qué diferencia había en esa relación que la que un aristócrata puede establecer con su querido perro de caza? ¿Su madre fue en algún momento... libre? Meneó la cabeza apesadumbrada. No, no lo había sido. Una esclava es siempre una esclava.

En eso llegó el enano, Therm, anunciando que estaba pronta la partida. Gwyl miró una vez más la mesa de los gorriones préguntándose que debía hacer ... Si unas palabras podrían hacer algo... Pero desistió. Aquel hombre tenía su carga, y ella la suya. Al menos el tenía la esperanza aunque fuera mínima de recuperar a quienes perdió... Pero ella solo podía aspirar a una venganza tortuosa que, a decir verdad, tampoco estaba segura de saber en qué la convertía. En vez de eso se concentró en su desayuno el cual comió con rapidez y sin disfrutarlo realmente. - ¡Yo igual estoy! - dijo la muchacha al terminar, con un tono alegre y enérgico que no calzaba con la melancolía que la había invandido. Con rapidez, tomó sus escasas posesiones y se puso de pie, lista para partir en cualquier momento.

Miró la puerta de la posada y el mundo que prometía fuera, segura de que ya era el momento de irse, y no debía dilatarse más. El viento del exterior calmaría su corazón inquieto, y mientras estaba en el camino, poco a poco decidiría que hacer.

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30/07/2018, 14:42
Yriel Alessar

La opinión del enano sonaba un poco rígida pero fuera como fuera el semielfo sonrió con serenidad. No estaba dispuesto a perder el buen humor además que la charla tenía posibilidades.

- Juzga como gustes. Yo no opinaré sobre los enanos hasta que los conozca mejor, pero llevo bastante tiempo rodeado de humanos y claro que son lógicos, lógicamente pasionales. En cuanto a mi forma de ser no se distingue demasiado de la del resto de la gente, sólo en algunos matices, y me alegro por ello pues me evita muchos problemas.

El inicio había sido un poco rudo pero quizás un poco más adelante se pudieran entender mejor.

Ya el hijo del mercader apareció por la puerta anunciando el principio del viaje. Yriel dejó el desayuno y teniendo una forma de comer que podía definirse como lenta ni había llegado a terminar. Era algo a lo que estaba acostumbrado también, a dejar parte en el plato. En cuanto el segundo enano terminó de hablar él se levantó para coger las cosas: la mochila y el laud, pues el semielfo viajaba ligero.

Una vez listo, pensó que durante los próximos días se abría una oportunidad de aprender sobre el noble arte del mercadeo, además de cuantas historias y canciones pudiera escuchar. Incluso tenía la opción de constatar el modo en el que su carácter se había acostumbrado a la vida acomodada en Viavenna y compararlo con todo lo que podía descubrir ahora. Estaba seguro de que a pesar de las dificultades que afrontaría, terminarían por valer la pena.

- Me uno.

Comentó con expresión satisfecha. Se encaminó hacia la salida, deteniéndose un momento para susurrar algo a Gwyl.

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30/07/2018, 15:36
Yriel Alessar

Al llegar al lado de la joven se inclinó un poco hacia ella y le habló discretamente, sin aproximarse tampoco demasiado tras notar que ella ahora necesitaba espacio.

- Anoche sólo quería estar un rato contigo a solas para divertirnos charlando. Siento si causé otra impresión.

Quería aclararle aquello, al menos para que no permaneciera la mala opinión que pudo llevarse. Sí que había pensado que su forma de expresarse pudo ayudar a ser interpretado de aquella forma.

- Me gusta mucho ese carácter jovial que tienes. Veo que te repones rápido.

Había notado el semblante triste que la había enmudecido durante unos minutos, pero también que finalmente optó por animarse de nuevo, así que le pareció buena señal.

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30/07/2018, 15:50
[Muerto] Wülf Audersner

Wülf pestañeó varias veces al comprobar la situación en la que se encontraban en ese momento. Había llegado a escuchar algunas palabras del líder de los gorriones, siendo muy distintas a las que pronunció su compañero la noche anterior. Se quedó de pie sin entender muy bien lo sucedido, atendiendo y presenciando la marcha del hombre con una ligera expresión de sorpresa. Esta pareció lo suficientemente visible como para que Yriel le comentase aquello y pudiera, así, ubicarse. - Comprendo. - Se limitó a decir, pues también fue capaz de haber oído la explicación de por qué aquel hombre se había comportado así la noche anterior. Si bien era algo que le hacía comprender lo sucedido no le parecía una excusa. El hecho de haber vivido un evento dañino no exculpa los actos que uno haga, siendo estos responsabilidad siempre del individio. Así, pues, ordenando todas sus ideas, se sentó a la mesa para poder desayunar. Estimó que no tardarían mucho en traer lo pedido.


No tardó demasiado en acabar con el desayuno, pues estaba famélico tras la escasa cena que había tomado la noche anterior. Era un hombre que procuraba comenzar bien el día, con energías, pero sin sobrepasar sus límites. Así pues dirigió su mirada hacia los enanos que acababan de entrar con una pequeña sonrisa. - Yo voy con vosotros. Le prometí a Ussia que la acompañaría, de todas formas. - Comentó él con cierta alegría en su tono, aunque se mantuvo algo distante. Y, fuese lo que fuera que ocurrió con la elfa, no mencionó nada sobre su llegada. Apenas reparó en ella, de hecho. 

El curandero se levantó de su asiento y comenzó a recoger sus coss, colocando los cinturones y la mochila en los sitios que deben ir. Se aseguró de que no faltase nada, de que todo estuviera en su sitio, y tras ello miró a sus acompañantes. - Cuando digáis podemos comenzar con el camino. -

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30/07/2018, 16:49
Erin

A la hora de pagar, Erin alargó la mano con dos monedas y miró a Erizo, sin decir nada más al posadero.

 - ¿Vendrás con la caravana? - preguntó al semiorco - Deberíamos coger nuestro equipo ya, o quizá no nos esperen.

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30/07/2018, 17:10
[Muerto] Erizo

Erizo se dio vuelta al escuchar las últimas palabras del jefe mercenario. Se sintió tentado a unirse a ellos, parecían un grupo capaz, unido y eficiente; una de esas bandas de las que te alegras que estén de tu lado, y tiemblas cuando están con el enemigo. Sin embargo, no iba a meterse de lleno en una guerra apenas llegar a los Pequeños Reinos, estaba intentando no repetir sus mismos pasos, además ya habría tiempo para ganarse la vida de mercenario.

—Guerra atrás de las fronteras, ¿dices? Espero que si nos volvemos a ver, sea codo a codo y no frente a frente —le dijo a modo de saludo, mientras se retiraban.

Cuando trajeron el desayuno, y Erin extendió dos monedas, la miró con un gesto extraño, mezcla de sorpresa, agrado y tristeza. 

—Es extraña, muchacha, la sensación de estar sentado con otra persona sin tener que cuidarse de que le cuelen a uno un cuchillo entre las costillas. —O que la otra persona no tema que yo le entierre mi cuchilla en la espalda —. No puedo decir que me disguste, me hace acordar a los viejos tiempos, antes que se fuera todo a la mierda y todos los que conocía terminaran masticando barro y lombrices tres palmos bajo tierra. No importa, son cosas de viejos que balbuceamos estupideces, tendría que haberte agradecido el desayuno en vez de hablar de muertos que no conoces.

Viendo los preparativos para emprender la marcha de los enanos suspiró, embutiéndose lo que quedaba de desayuno. —Iré con ustedes, y mis pertenencias ya están todas en las alforjas. En fin, habrá que moverse, parece que tienen prisa por marcharse —le dijo con la boca llena, mientras se le escapan unas migas e iban a parar a la camisa.

Antes de irse le dio una palmada al posadero en el hombro, doblándole un poco las rodillas.

—Maldita sea tu comida, Flind Gunter o como sea que te llames. Más te vale que no te hayan quemado la posada un montón de bandidos cuando vuelva a pasar por aquí, porque planeo comerla de nuevo, y la cerveza también. Estás avisado, gordo bastardo, espero que mantengas el negocio en pie o lo vas a lamentar —le dijo en voz de grito mientras lo sacudía levemente del hombro.

Luego de las felicitaciones correspondientes por la calidad de la comida, saltó del taburete, cazó al vuelo el escudo que había apoyado contra el mostrador mientras desayunaba y se lo colocó a la espalda con un fluido movimiento. Ajustó todas las correas, y comprobó que su hacha, su espada corta y su cuchillo salieran sin dificultad. Después de las comprobaciones de costumbre, se quedó parado sobre el suelo de tablas, esperando a que Erin se le sumara, antes de emprender el camino con los enanos.

Vio que la elfa de la noche anterior estaba en otra mesa. A pesar de la actitud algo irritante de la mujer, habían compartido mesa y bebido juntos, lo que obligaba cierta cortesía, por lo que la saludó con la mano, ya que no había expresado intenciones de ir con ellos, y probablemente no la viese nunca más.

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30/07/2018, 19:20
Ussia

La mediana volvió a la mesa atraída por el olor del desayuno recién hecho, relamiéndose y pensando que los desayunos gratis eran mejores que los desayunos a secas. Era lo poco de lo que se podía alegrar la mediana, en realidad. Había llegado allí con una idea en mente e iba a salir con más dudas que antes. 

Las palabras de Thánur la tenían intranquila y, por lo que parecía, el ambiente en la mesa también había cambiado desde que se había marchado. Se abstuvo de hacer ningún comentario ni de preguntar qué había ocurrido. Sólo asintió contenta a la afirmación de Wülf, sin poder evitar echar una mirada rápida a Syndra. El resto del tiempo desayunó en silencio. Al poco rato irrumpió Therm en la taberna, provocando que Ussia casi se atragantase.

- No... - musitó antes de terminarse de un trago su taza.

A Ussia todavía le quedaba por lo menos un tercio del plato. Se había entretenido demasiado saboreándolo y pensando que no iba a probar otro como ese en semanas, pero no había nada que pudiese detener su hambre en ese momento. Así que antes de empezar a prepararlo todo, llamó con un gesto a una de las camareras para pedirle que le guardase los restos en un pan. Y en otro, los que se había dejado Yriel. "La comida no se tira." era una de las reglas más importantes en su familia, aunque en este caso le costase algo más. Y a las malas, si el mestizo no lo quería, ya tendría comida para el viaje.

Mientras esperaba que la camarera terminase rápido, Ussia revisó otra vez más el contenido de su mochila y se la echó a los hombros. Miró a sus compañeros, con una mezcla de alivio y pánico. Seguía sin entender qué quería decir y no había dicho el enano, y aunque hubiese varios guerreros entre ellos, un grupo más grande era más fácil de ver. No le gustaba rezar, pero en ese momento deseaba con fuerza que no les ocurriera nada. 

Y a pesar de que tal vez tuviese problemas con la elfa y el humano a la hora de separarse, eso era algo que tendría que solucionar en el futuro camino. Esforzándose por mantener una actitud positiva, dedicó una sonrisa a los demás que todavía no habían salido y les miró expectantes.

- Vamos pues.

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30/07/2018, 19:48
[Muerta] Syndra

Una vez se apartaron de la mesa del anciano y su aprendiz, la sombría se llevó su desayuno con ella para acompañar a Ussia, quien la había invitado a sentarse con ella en la otra mesa. Por alguna razón, la mediana no había un comentario respecto a sus palabras anteriores, si bien eso no preocupó demasiado a la sombría, quien imaginó que aquello era normal, ya que debía de pensar que era una paranoica o algo parecido. Sin embargo, la hechicera conocía muy bien a los mentirosos, y estaba segura que esa persona era uno de esos. Aún así, mientras desayunaba en paz, al lado de la mediana, prefirió no decir nada más al respecto, ya que le daba igual. Si la mercader le creía o no, sería decisión de ella.

Por otro lado, Syndra le dedicó una mirada a una de las camareras, la joven llamada Terah, luego de que ésta le sirviera lo que había pedido y tomara su pago, tanto por su desayuno como por el que había pedido la mediana. Observándola, simplemente le dedicó una sonrisa gentil aunque un tanto divertida a la rubia, antes de continuar con su comida, para saciar su apetito antes de retomar el largo viaje que la esperaba. Si bien el saludo del semiorco no hizo otra cosa más que amargarle un poco la comida, optó por devolverle el saludo aunque simplemente con un leve movimiento de cabeza al asentir, como si reconociera su saludo, si bien no comprendía muy por qué la saludaba. ¿Ahora pretendía mostrar algo de educación? Bueno, suponía que no podía culparle. Después de todo, ninguna de sus dos mitades de sangre le favorecían, y había que reconocer que no era su culpa, sino la de sus padres.

De cualquier manera, cuando uno de aquellos enanos, apareció nuevamente en la posada, la elfa le miró por un momento, mientras finalizaba su comida, escuchando lo que éste tenía para decir. Parecía que pronto partirían, por lo que sería apropiado que ella se preparara cuanto antes si quería ser fiel a su palabra y acompañar a la mediana, luego de que ésta la hubiera invitado. - Querida... Ussia, voy detrás de ti en un momento. Tengo que hablar con alguien primero. Si quieres, y si no tienes otro medio de transporte... es posible que puedas compartir conmigo mi caballo. - Le ofreció a la pequeña, esperando que ésta aceptara. Todavía debía de averiguar si la otra joven aceptaba acompañarla también, por lo que era posible que no tuviera lugar para la mediana, pero si la humana rechazaba su invitación, podría llevar a Ussia con ella y disfrutar de su compañía durante el viaje, incluso si no viajaban muy cómodas. - Salgo luego de que hable con esa persona. No te preocupes, te cuidaré de cualquier amenaza en el camino. - Le aseguró en un tono gentil que dejaba en claro la forma favorable con la que trataba a la mediana a diferencia del resto. Tras decir eso, no tardó mucho en levantarse de su asiento para ir a hablar con una de las camareras.

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30/07/2018, 19:49
[Muerta] Syndra
Sólo para el director

Una vez se apartó del resto, mientras estos comenzaban a salir de la posada, la hechicera se acercó a la bella rubia con la cual habían compartido un hermoso momento la noche anterior. Ésta había dicho que la seguiría en aquel viaje, pero no sabía si había cambiado de parecer o no. Después de todo, había dicho que le pertenecía, pero aún así, la elfa tenía sus dudas, ya que los humanos que estaban acostumbrados a una vida de conformismos, tendían a mostrarse un poco dubitativos a la hora de dejar todo atrás.

De cualquier forma, cuando se acercó lo suficiente, la tomó por la cintura mientras ésta parecía estar haciendo otras cosas, de acuerdo a su trabajo en la posada. Con cierta picardía, sopló levemente sobre el cuello de la rubia, esperando causar la reacción apropiada, al mismo tiempo que le susurraba con cierto afecto. - ¿Y bien? No me has hablado en toda la mañana, mi querida Terah... ¿Has considerado mi invitación? ¿O acaso vas a romperme el corazón? - Se expresó con aquel tono seductor, mientras sostenía por detrás a la camarera, esperando su respuesta con cierto deseo. No sabía muy bien lo que diría, aunque esperaba que su respuesta fuera positiva. A medida que esperaba, sus manos acariciaron el cuerpo de la rubia con cariño aunque sin duda con un trato un tanto pícaro, típico de la elfa.

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31/07/2018, 11:00
Terah

Al sentir el brazo que le pasaba por la cintura, Terah se sobresaltó y trató de girarse para ver de quién se trataba. Al ver que era Syndra y que esta empezó a acariciarla, trató de desembarazarse de ella hasta que consiguió zafarse, y se encaró con la elfa, con el rostro tan cerca que sus narices casi se tocaban y hablando en susurros para que nadie más les oyera - ¿Pero qué hacéis? ¿Aquí delante de todos? ¿Delante de mi padre y mi hermana? - exclamó en voz baja - No os he dicho nada porque no habéis estado sola en ningún momento. Como también parece que vais a viajar con más compañía de la que pensaba - lanzó un leve suspiro, retirándose un mechón rubio de la frente - Mirad, no sé que esperáis encontrar allí, pero dudo muchoque vaya a sacaralgo provechoso de los Pequeños Reinos. No se me ha perdido nada en el Norte. Pero si cuando encontréis lo que buscáis volvéis a pasar por aquí... entonces puede que mi respuesta sea distinta.