Partida Rol por web

No presto mucha atención a la explicación sobre la utilidad de los frascos, sino que estoy más centrado en degustar la comida. Entonces entra Kei, a quien le saludo levantando vagamente la mano mientras tengo la boca llena.

—Siéntate y toma uno, está que te cagas— le digo en cuanto tengo la boca libre, antes de seguir comiendo.

Volví a guardar las pociones roja y azul. —¡Kei!— saludé con la mano con energía. —¿Curioseamos la ciudad y preparamos las cosas para la playa? Un flotador, bañadores, nevera... ¿Una sandía? ¡Y un palo para romperla? Y... y... ¿qué faltaría?— estaba más emocionada de lo que esperaba, tratando de pensar a toda velocidad qué más podíamos necesitar. Igual era una buena idea preparar alguna especie de lista...

—Toallas. Que nunca falten las toallas. Y crema solar, que no mola que se te queme la piel por tomar demasiado sol y producirte melanomas.

"¡No te olvides del HAGUA! ¡La sombrilla, y del flotador!" digo animado. Más que nunca

En verdad, esto tiene buena pinta. MUY buena pinta

"Pero al final ¿A quien le... ¡UPA!" digo mientras esquivo cualquier cosa que pueda estar lanzando o bienNora o bien el pingüino "¿A quien le das el billete extra?"

Imnam atrapa en el aire el molino de pimienta que esquivó Kei y le echa una pizca a su omelette.
—¿Qué es una nevera? —pregunta antes de llevarse un bocado.

—Nunca había oído de crema solar, ¿es un postre caliente?

—El billete es para Vastin, él es quien menos escándalo ha armado. Y se lo merece, es un buen chico.

Los presentes preguntan por cosas que al parecer no existen en su mundo, y eso me pone un poco tenso.

Imnam atrapa en el aire el molino de pimienta que esquivó Kei y le echa una pizca a su omelette.
—¿Qué es una nevera? —pregunta antes de llevarse un bocado.

—Verás, una nevera es un recipiente donde guardas las cosas que quieras conservar frescas. Suelen estar hechas para preservar el frío y dentro pones hielo. Es ideal para tener bebidas fresquitas, que sientan muy bien para el calor.

—Nunca había oído de crema solar, ¿es un postre caliente?

Me giro hacia Selina y me tomo mi tiempo para pensar en la explicación. Me sonrojo un poco de imaginarme a ella untándose crema solar en bikini. ¡No, Soji, que ella está casada! ¡Quítate esas ideas calenturientas de la cabeza!

—No, no se come. Es una especie de loción que te echas sobre la piel para que no te quemes si tomas el sol durante mucho rato. ¿Tenéis algo al estilo?

Es cierto. Estaba tan cómoda en este mundo que me olvidaba de las diferencias que existían con respecto al nuestro... —¿Y tenéis algo parecido a esa nevera?— miré a Nora siendo una bestia y se me pasó una idea por la cabeza. —¿Todos los felinos tienen esa fuerza o es solo cosa de Nora?— una maga tocha, ¡sería el terror de todos! ¡Cómo me gustaba la idea!

"¡Venga ya, seguro que teneis uno de esas Neveras!" digo pensando en un BOTIJO "Y la crema solar es un mejunje alquimico para no quemarte por el sol"

Tras esto esquivo un jamón que puedan haber lanzado, corto un par de lonchas, me las sirvo, y la vuelvo a lanzar hacia donde iba.

"Bueno ¿Y que podeis decirnos de la playa? ¿Hay cosas molonas?"

—Ah claro, se trata de eso; para congelar cosas tenemos hielo mágico, es muy práctico y fácil de hacer, mantiene fríos los alimentos y evita que se echen a perder.

—Creo que Gemma vende lociones que protegen la piel del sol, de los insectos, de todo, no recuerdo cómo las llama, pero seguro que "crema solar" no.

—Kokoro, ¿por qué botaste ese frasco de perfume? Me lo podrías haber regalado si no lo querías o lo podrías haber empeñado.
Se queja Marion mientras le está jalando de los mofletes a Airi, es sorprendente que le estuviera prestando atención a la conversación.

—¿Eh? ¿Kokoro tiró un perfume?

—Sí, uno muy caro.
Delfine suelta un suspirito.
—Respondiendo a tu pregunta, no, su fuerza no es innata, sino debido a su entrenamiento marcial. Existen muchas formas de adquirir fuerza sobrehumana, el dominio del ki es una de ellas.

—Puedes usar magia para eso también, por supuesto.

La pelea de fondo va mermando, ahora sólo quedan Catalina II y Nora, Venice ha volado por la ventana.

—Claro que hay cosas molonas, estarán ustedes —responde Marion a Kei con una risilla, pero después añade con los ojos entornados—. Es broma, ustedes no molan.
Ahora es Airi quien le jala de los mofletes a Marion.
—¡No seas mala! ¡Ellos sí molan!

—Perdón por la demora, se me hizo tarde ordenando manuscritos y... ah.
Acaba de aparecer Vastin y viendo el destrozo entorna los ojos murmurándole a Sojiro algo como "se enteraron, ¿no?"

Pasados unos quince o veinte minutos, cada uno termina de almorzar y se retiran, quedando sólo Marion y Selina recogiendo la mesa para luego ponerse a fregar detrás en la cocina. Tras una comida tan suculenta, les entran unas poderosas ganas de siesta, ¿logrará prevalecer la fuerza de voluntad o sucumbirán al remolonaje vespertino?

Me quedo mirando a la Sempa... esto... a Norik... ¡A Nora!

— E... esto... Señora Nora ¿Y es muy dificil dominar el Kí? ¡A mi tambien me gustaría ser capaz de hacer ese tipo de cosas! Si pudiera usar esa superfuerza con mi espada, no habría enemigo que amenazase a mis colegas!

Luego no puedo sino reirme con la frase Tsundere de Marion
— ¡Venga ya! ¿Me estas diciendo que no molamos ni un poquito? Chungaaa

—Tú ya tienes esa fuerza, tonto, eres un guerrero.

Esbozo una sonrisa nerviosa ante el comentario de Vastin.

—Eeh... ¿no te lo dije? Ya se había liado de antes...

Me giro como un resorte hacia Kokoro cuando escucho que tiró un perfume caro y me acerco a ella.

—Espera... Kooookooooo... ¿en serio tiraste un perfume carísimo antes de conocer su valor? ¿No dije que lo tasáramos todo antes de nada? Necesitamos cada moneda que podamos conseguir, que tengo que arreglar mi escudete entre otras cosas. Y mejorar la armadura de Kei en un futuro, y conseguirte accesorios mágicos o un bastón más chulo.

Mi cara refleja que estoy a punto de sufrir un ataque de nervios.

Para colmo escucho a Kei envidiando la fuerza de Nora cuando ya tiene esa fuerza, y eso podría hacerme estallar de forma definitiva. Pero no, decido pasar de todo y restarle importancia (sobre todo porque Delfine ya se encarga de responderle).

—Que le den. Lo hecho, hecho está. ¿Qué más da?— y vuelvo a mi actitud despreocupada.

Suspiro

— A ver, soy fuerte pero ¿Tanto como para usar a Venice como arma? — ante la duda, me acerco a los maltrechos combatientes, y cojo a Jud por el tobillo, intentando levantarlo y asirlo a modo de arma, como le he visto hacer a ella hace un minuto

(Si puedo levantarlos así)
(Y sólo si puedo levantarlo así)

—   ¡¡ MOLA !! ¡Hey Nora! ¿Pelea al mejor de tres golpes? ¡El que pierda invita al que gana!

—No servía para nada útil, no como los otros dos— dije mientras me encogía de hombros, como si fuera completamente inocente. En realidad no había pensado en su precio... —Mira el lado positivo, ¡ahora el gremio huele bien!— que entre tanta pelea y sudor, vendría bien. Ni siquiera me había fijado en qué había sido del perfume por lo que me giré para mirar por encima de mi hombro.

—Puedo intentar hacer algo— comenté con respecto al escudo. —Dejar las cosas abajo, en el sótano, junto a las estanterías de libros. Veré lo que se me ocurre— no sabía lo que podría hacer, pero sería bueno terminar de agotarme antes de relajarme completamente en la playa. —¡Os dejo las compras a vosotros! ¡No os olvidéis de nada u os caneo!

—Tampoco nos sirve de nada las botellas de vino y no lo hemos tirado todavía. Da igual, haré una lista de compra y no se me olvidará nada— le entrego a Kokoro el escudo —No sé qué tienes en mente, pero adelante. Seguro que tienes una buena idea y me lo dejarás como nuevo.

Buena o mala idea, pienso seguir apoyando que tenga estas iniciativas. Eso hará que no lo pase tan mal mientras estemos atrapados en este mundo. También debería vigilar el estado mental de Kei. Parece que es el menos afectado, pero también le tendría que afectar esta situación. Aunque unos días de playa nos sentará genial a todos.

En cuanto la lista de la compra esté hecha iré a comprar las cosas.

— Oye Soji , y ya que estamos ¿Me tiras un hechizo para eliminar mi debilidad por los mocos?
— Llevo un par de dias, y sigo escupiendo restos cada  vez que respiro fuerte ¡Si voy a pelearme con Norik... con Nora, quiero hacerlo al 100%!

Que demonios, enfrentarme a una super-guerrero es algo chulo. Hacerlo de igual a igual ¡Es lo mas!
Y hacerlo usando a Jud y Venise como armas, es lo mejor de lo mejor — ¡Pelea con miembros del gremio!

Me giro hacia Kei y niego con la cabeza.

—Todavía no conozco un conjuro capaz de curar eso, de lo contrario ya lo habría hecho. De hecho yo también estoy algo débil tras ese intento fallido de Koko. Debemos guardar reposo unos días para recuperarnos al 100%, y deberíamos hacer eso pues no hemos parado.

Me pongo a pensar

— Humm... ¿Puede que Zellos lo conozca? Ya sabes, el comulgó con su deidad cuando apenas tenía cuatro años si no me equivoco. Si alguien puede quitarnos la debilidad y volvernos super-humanos de nuevo, son o él, o Selina ¡O quizá Nora-sama, quitandonos la debilidad a puñetazos! — esto último lo digo en tono medio jocoso. Estoy de guasa, si. Pero por lo que he visto, no me sorprendería ya.

Si me dicen que con su arte marcial ahora puede hacer que los dias sean más largos, simplemente sosteniendo el Sol sole el horizonte con los puños, me lo creería.

—Ñiñiñiñi— me burlé. En realidad Sojiro tenía razón con respecto al perfume, pero me negaba a admitirlo. Quizás lograse recuperar parte del contenido... de alguna manera. —¿Puedo arrancar las tablas del suelo?— pregunté con inocencia a Selina, como quien pide un vaso de agua. —Puede que consiga recuperar el líquido que se ha caído...— aunque, de nuevo, no estaba del todo segura. Tendría que pasarme buena parte de la tarde, sino toda, investigando. 

—Linda, ¿de verdad tengo que responderte a eso? —Selina le dedica una sonrisa a Kokoro cuando le pregunta sobre arrancar tablas.
Es una sonrisa ancantadora, pero se le sombrean los ojos y detrás de ella hay un aura maligna que la envuelve y es visiblemente densa.
—El que me haga un destrozo más el día de hoy, conocerá el dolor eterno, ¿vale?

—Sí, señora —responden todos los que quedaban de inmediato al unísono. Incluído Imnam.
Poco a poco se van yendo de ahí, regresando a sus respectivas tareas, hasta que el salón queda vacío.

En la plaza el ambiente es alegre, como de costumbre, el mercado está a su máximo esplendor, con un montón de señoras comprando de todo y regateando con los comerciantes. Tal y como Selina había dicho, el hielo mágico no es nada caro y pueden comprárselo a Gemma, aunque también pueden ahorrar y que Kokoro lo fabrique a partir de agua y un poco de paciencia. Otro caso son las lociones, que sí son caras, a cincuenta monedas los potes pequeños de ungüento, afirma la anciana que protegen la piel, no sólo del sol, sino también de la resequedad, las picaduras de insectos, las quemaduras leves y un gran etcétera.

Por la vereda, cerca de donde está el hombre de la lotería, pueden ver que hay un pergamino arrollado tirado en el suelo, probablemente se le haya caido a alguien, está contra la pared y oculto entre un par de macetas, donde nadie parece haberlo notado aún. Comprueban enseguida que es el caso, un señor está recorriendo la calle buscando desesperadamente algo.

—Hola, bobos.
Al poco rato aparece Nora desde sus espaldas, viene trayendo una cesta vacía y se dirige al puesto de frutas. También ven a Isaac sentado en la fuente, con la mirada perdida observando el bonito cielo despejado, y a Imnam acompañado de dos soldados, les está dando instrucciones.

Bajé de nuevo al sótano, bostezando. Había repetido el "sí señora" junto a todos los demás, esperando no despertar la furia escondida de Selina... La verdad es que esperaba poder recuperar el caro perfume para que Sojiro dejara de echarme la bronca... Pero no había nada que hacer.

—¡Soy yo!— exclamé a la puerta después de darle unos golpecitos, como quien llega a una casa. Me fijé en si, efectivamente, me habían dejado allí algo más que el escudo de Sojiro. —Veamos lo que puede hacer la magia— me remangué antes de entrar al lío.

Creo que en parte es un espectáculo, uno de terror y de comedia, el ver a Seline cuando se enfada. Quiero decir: Hemos visto a Uk, al Caballero Negro... y aun así ¡Nadie da tanto miedo como ella!
Por otro lado, supongo que ese es el poder de la Realeza Élfica ¡No elegirían a un don nadie para llevar la corona!

Como sea, veo el percal en el mercado.

Me acerco al pergamino y lo recojo. Al fin y al cabo, sómos los héroes de este mundo ¡No podemos dejar de meternos en lios! Es la única forma de poder resolverlos, al fin y al cabo

Al ver a Imnam por un lado y a Nora por el otro, prefiero saludar discretamente al primero, pues veo que está trabajando, y luego me dirijo a la última ¡Pues ya nos ha llamado!

— Hola, tontorrona ¿Que, como estamos? ¿Con ánimos para el resto del dia? —  le digo a Nora — Aun tenemos pendiente eso de una pelea, usando a esos dos como arma, eh! Seguro que conseguimos una buena pasta, si dejamos que apuesten.