Partida Rol por web

-Casi sería más fácil de responder que no amenaza a esta delegación, Padre Alonzo.- Respondió el Coronel con franqueza.- Aunque el Tratado de Contacto, el evento que acabamos de presenciar, ya ha sido firmado, es ahora cuando empieza el trabajo de verdad. Es ahora cuando deben negociarse todos los pequeños detalles de la relación entre los Humanos y los Tohaa. Esperamos cualquier maniobra por parte del Ejercito Combinado para sabotear esta cumbre: infiltración, atentados, asesinatos, suplantación, envenenamientos. Los Shasvastii son expertos en esto. También esperamos ataques por parte de sus naves de guerra a esta estación, pero ese no es nuestra ocupación. Por supuesto también esperamos robos de información por parte de los nuestros, incluso ataques xenófobos.

-En cuanto al grupo que formáis, sois lo que me han enviado desde cada una de vuestras naciones. Ignoro los criterios que han seguido, sólo espero vuestro mayor compromiso en la defensa de esta estación. Como bien dice, Padre Alonzo, los grupos que coordino son perfectamente capaces de vigilar eventos como la firma del tratado o de escoltar a las personalidades más importantes. Pero siempre que se mantengan dentro de un horario. Nuestra capacidad para lidiar con imprevistos es más limitada y ahí es donde entran ustedes. No protegeréis a una persona o evento concreto sino que actuaréis de manera independiente resolviendo las situaciones inesperadas y las pequeñas alertas de seguridad. Cosas que esperamos por la misma naturaleza del enemigo.- Mientras hablaba el comlog del coronel no dejaba de emitir luces de conexiones entrantes. Estaba claro que era un hombre tremendamente ocupado.-Tal y como ha dicho la agente Zahra.- Añadió reconociendo el comentario acertado de la haqqislamita.

Continuó con la pregunta de Won Li. -Algunos parece que no están del todo indefensos.- Dijo echando una mirada al descarado espadón del Padre-Caballero. No parecía molesto. Seguramente se esperaba algo así de un miembro de una Orden Militar y aquella arma era quizá menos peligrosa para la seguridad de la estación que un rifle potente.- No iréis desarmados. Cuando lleguemos a mi despacho os daré el equipo estándar de un agente del Bureau Noir que consta de un taser y una pistola ligera. Las armas más potentes podrían causar daños. Esto es una estación espacial durante un evento diplomático, no una nave de asalto militar.

Won observó al coronel molesto.- Con sinceridad, coronel- dijo,- el objetivo de las yáo zǐ armas es hacer daño- respondio, usando un insulto en su chino materno.- Si lo que quería era que pasearamos por ahí con unas bèn dàn pistolitas de juguete y esa pò xié de porras electricas, haber contratado unas modelos en bikini que estarian de mejor ver, lǘ rì de mài bī de- siguió mascullando, más para si que para el coronel. De niñeras, tenían que hacer de niñeras, con un equipo que no conocían y a todas luces ineficiente y, además, querían que sonriera.

- Si aparecen unas cucarachas, mi lanzallamas se encargará de ellas sin dejar más que una mancha en la yáo zi estación- terminó, en un murmullo indignado.

Cuando llegaron los aplausos y la gente se levantó de sus asientos, le faltó tiempo para hacer lo mismo, saliendo al fin de aquella tortuosa posición entre los asistentes. Lo único interesante había sido la presencia de aquella especie. La llegada del Coronel hizo que Vera se tensase, más alerta ahora que nunca con la presencia de un oficial al mando. Escuchó en silencio las intervenciones de sus (ahora confirmados) nuevos compañeros de equipo.

Un trabajo es un trabajo, guste o no. Al menos nos darán armas -pensó con resignación. Envidiaba un tanto la espada del español. Sin armas, se sentía un tanto desprotegida y extraña. ¿Cómo habrá conseguido pasar ese arma?

Sonrió ante la diatriba de Won Li mientras lo miraba. Este tipo es interesante.

Zahra no pudeo evitar alzar una ceja al oir exactamente a que se iban a dedicar alli.- Osea, que somos una especie de comodin... Algo me dice que no nos vamos a aburrir.- El trabajo no era fascinante precisamente, sospechaba que iba a consistir en tratar con chorradas y falsas alarmas a tutiplen. Pero es lo que tocaba, y no se iba a rebajar con protestas y gimoteos. O sancedes como la que acababa de soltar el representante de Yu Ying

- Muy buena idea, un lanzallamas, asi matas al saboteador shavasti, y con suerte solo a dos o tres inocentes, con lo masificada que esta la estacion, puede que bastante mas. Ya que estamos, porque no le ahorramos el trabajo a la IE y nos suicidamos todos?- Le espeto con tono sarcastico. Estaba claro que lo habian mandado por mandar a alguien, e iba a ser un problema. Otro mas...

- Algo que debieramos saber sobre las comitivas diplomaticas? tendremos que lidiar con los peces gordos? - Pregunto la joven al teniente intentando cambiar de tema. -Trataremos con los Tohaa?

Won se limitó a encogerse de hombres.

- Colaterales- respondió. En el Estado-Imperio, lo importante es el fin, no los medios. Cuando hay que detener una amenaza, se la detiene como sea. Y si tenía que morir abrasado algun diplomático... sabían a lo que venían.- Mis órdenes son acabar con las amenazas, ¿entonces?- insistió.

Alonzo se sumió en un silencio meditabundo, mientra atendia a las explicaciones del Coronel Yorgos y al dialogo cada vez más encendido entre los que iban a ser miembros de su equipo.

"Esto no pinta nada bien..."

- El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos.- Espetó el padre-caballero.- Proverbios, capitulo 17, versiculo 9.

Alonzo carraspeó para atraer la atención de sus compañeros. Como hombre de Dios, estaba acostumbrado a guiar a sus compañeros y a aconsejarlos. Como hombre de acción, sabia que su labor era ejecutar su misión de la mejor manera posible. Y, dada la naturaleza de sus misiones, era vital proteger a las personas antes que a los bienes inmuebles.

Sin embargo, siempre se cumplia una constante: todos los miembros de sus esuipos trabajaban juntos para conseguir el mismo objetivo. Tenian cierto grado de autonomia, pero siempre tenian una cosa clara: la vida humana era preciosa.

- Con el debido respeto, aunque comparto sus opiniones con respecto al equipo suministrado, agente Li, el uso de un arma como la que propone presenta problemas graves como bien a indicado Zahra. Nos guste o no, además de personal de seguridad, somos representantes de nuestras respectivas naciones ante los embajadores y ante las demás potencias de la Esfera Humana.- La expresión del Padre-Caballero de Santigo se torno seria y dura.- Quizas las desgraciadas muertes de algunos de sus conciudadanos puedan ser asumidas como colaterales por usted, sus superiores y su gobierno, agente Li. Pero estoy seguro de que los Tohaa tomarian buena nota de esa forma de actuar... Por no hablar de las consecuencias para toda la Esfera si es uno de los embajadores Tohaa fuese el que resulta herido o muerto...

Alonzo cambió el peso de un pie a otro, antes de concluir con su intervención.

- Aparte de ayuda en forma de armas y hombres para combatir al Ejercito Combinado, estoy seguro de que todas las naciones de la Esfera Humana esperan obtener acuerdos comerciales con los Tohaa... No creo que a ninguno de nuestros estimados politicos les agrade la idea de perder una parte de ese pastel por culpa de un exceso de entusiasmo o una mala calibración de fuerza a emplear.

El de Santiago le lanzó una elocuente mirada al yuchino, instandole a meditar sobre lo que habia querido decir envuelto en tanta retorica. "Si fuera por mí, estarias una semana haciendo instrucción de combate con todo el equipo a base de pan y agua... ¡¡Un lanzallamas, por el amor de Dios!! ¿¡En que narices esta pensando!?"

- Bien, si sirve para tranquilizar al señor Li y a cualquier otro miembro de este equipo, quisiera solicitar que se trasladen nuestras armas personales a nuestros aposentos individuales, a fin de disponer de ellas si la situación lo requiere, señor... A menos que el señor Li lleve entre sus pertenencias un lanzallamas o un lanzagranadas, claro.

El tono de voz del caballero desmiente por completo la seriedad con la que se expresa.

- En otro orden de cosas, creo que la señorita Cardoso es la persona que más información tiene sobre nuestros invitados, asi que me he tomado la libertad de solicitar una entrevista con ella.- Alonzo evitó cuidadosamente las miradas de sus compañeras femeninas, recurriendo a todo su autocontrol para no sonrojarse.- Y, como bien ha sugerido Zahra, dado que vamos a formar parte de su escolta, una entrevista con la delegación diplomatica Tohaa seria un punto de partida interesante.- El caballero lanzó una fulgurante mirada al agente de Ju Ching antes de añadir.- Por supuesto, quedamos a disposición de cualquiera de las delegaciones diplomaticas de la Esfera para exponerles nuestros planes y opiniones... ¿Correcto?

Alonzo hizo un gesto, abarcando a su grupo, invitandoles a intervenir en aquel intercambio de puntos de vista.

La reverenda se había mantenido en silencio, cómo era habitual en ella, mientras el resto discutía. Menudas sandeces que decían algunos, y no era por el lanzallamas del mecánico que Agnieska pensaba eso, si no por lo de acabar con inocentes en esa estación. Esa estación era un nido de seguidores del Demonio. Para acabar con dos o tres inocentes a la vez iba a tener que buscar mucho, y probablmenete matar a varios miles de personas. La Haqqislamita era sin duda algo retrasada...

Pero eso era lo de menos. Agnieska estaba sopesando la misión que le encomendaban junto al resto y el equipo que le permitían usar. Pensó que cuándo le habían enviado aquí ya debán conocer qué venía a hacer, y por lo tanto sabán qué haría la reverenda. Si la habían escogido a ella era porque sabían que su fe era inquebrantable y tal vez querían que salvase algunas almas. Pero para ello necesitaba sus cosas, y teniendo en cuenta las armas que le permitían usar, no entendían por qué no le habían dejado pasar sus pertenencias.

Fue a decir algo al respecto cuándo el Padre Caballero habló, citando las escrituras. Era curioso cómo del mismo libro sagrado habían tantas interpretaciones, y cómo el Padre Caballero citaba versos completamente distintos a los que la reverenda Bartosiewicz habría citado. Pero a la reverenda le gustaban las discusiones teológicas, porque sabía que ella era conocedora de la verdadera fe.

- Mas el que hace injuria, recibirá la injuria que hiciere; que no hay acepción de personas. - Citó la reverenda mirando al Caballero, sin levantar la voz, pues el Caballero quería hablar y la reverenda se consideraba una persona educada (aunque la mayoría no estaría de acuerdo con ella).

Agnieska negó en su interior ante la reprimenda que le dieron al agente Li. No le parecía para tanto. Si esas personas eran dignas, al morir serían juzgadas por el señor y entrarían al paraíso, y que su vida fuese arrebatada por alguien cómo el mecánico siempre era un punto a favor para ellos. En cambio, si eran infieles, arderían en el infierno y era mucho mejor para todos que dejasen este mundo cuanto antes. En cuánto a los intereses políticos y comerciales, Agnieska sabía que eran intereses banales. Lo único que debería importarle a cualquier nación era limpiar su alma.

El Padre caballero siguió hablando y solicitó que nos devolviesen nuestras pertenencias. Agnieska pensó que era algo bueno que él lo mencionase, no sólo porque no quería tener que pedirlo una vez más, si no por que el Padre Caballero sin darse cuenta al parecer, se hacía responsable de lo que pudiese ocurrir al hacerlo. Por Agnieska no debá preocuparse, ella era una hermana de la fe y sólo actuaba cuándo Dios lo necesitaba, y por lo tanto, nunca cometá ningun crimen. En cambio, de la mujer híbrida y el mecánico asiático no se podía esperar lo mismo. O de la retrasada Haqqislamita, que quería aparentar ser una conciliadora cuándo Agnieska sabá perfectamente que era una profeta de la falsa fe y por lo tanto no era de fiar.

La reverenda se decidió a hablar cuándo el caballero habló de las entrevistas. Las palabras del hombre no dejaban del todo claro si se refería a él sólo o a todos, y Agnieska no era la mejor leyenda esa clase de lenguaje corporal. Además, ella estaba convencida de que el caballero no haría nada a solas mientras clamaba que debían ser un grupo.

- ¿Cuándo tendrá lugar esa entrevista? - preguntó mirando al caballero directamente a los ojos, a pesar de que éste habá apartado la mirada hacía unos instantes.

El Coronel Yorgos simpatizaba hasta cierto punto con la actitud de Won Li (cuyos insultos en su idioma eran perfectamente entendibles para el Coronel gracias a los sistemas de traducción). Él mismo había sido miembro de distintas compañías mercenarias y a veces las condiciones impuestas por los contratantes podían parecer estúpidas. Aún así no era la labor de un soldado el cuestionar la misión. Y ahora Yorgos estaba del otro lado y aunque él no ponía las normas, era su deber el hacer que se cumplieran. - Aunque esa iniciativa pueda ser buena, son precisamente ideas beligerantes como las suyas las que podrían causar problemas en caso de abundar las armas, Won Li.

Se dirigió entonces a Zahra, cuya actitud estaba demostrando ser mucho más adecuada para la situación.- Las comitivas diplomáticos son como cabría esperar. Cada nación ha acudido con un embajador, grupos de expertos en los distintos ámbitos relevantes para la relación con los Tohaa, burócratas varios, su propia seguridad y gran cantidad de personal auxiliar. El encaje ha sido...complicado- Dijo mientras fruncía el ceño ligeramente.-Los ánimos están un poco caldeados. En cualquier caso, vosotros respondéis ante mí y no ante los distintos dignatarios de la Esfera, aunque espero que guardéis la debida cortesía.-Miró un momento a Won Li.- En cuanto a los Tohaa, puede que breguéis con ellos y las ordenes son el tratarlos como si de pequeños dioses se tratara. Esto es como la primera cita con una supermodelo. No queremos cagarla.-Comentó, permitiéndose la comparación.-De todas formas la mayoría de ellos se mantienen en la Fuerza Melodiosa, su nave, y sólo acuden a la Estrella en caso de reunión o evento diplomático. Su estructura organizativa es muy similar a la humana, si no contamos ese pequeño fetiche con los trios.

El Coronel pareció meditar las palabras del Padre Alonzo, de nuevo frunciendo el ceño.-Debéis saber que los diplomáticos son poco dados a hablar con cualquiera que no sea otro diplomático de, al menos, el mismo rango. Y esto es así para todas las razas que pisan la galaxia. Vuestro cometido es la seguridad y cualquier pregunta que tengáis es mejor que la dirijáis a mí. Eso en cuanto a los dignatarios, podéis hablar con Cardoso siempre que seáis vosotros los que hagáis las preguntas. No queremos más información de la cuenta en Maya. En cuanto a lo de las armas, lo siento pero no. En caso de que eleve el nivel de alerta podréis llevarlas con vosotros, pero aún no.

El pequeño robot los seguía casi corriendo con sus pequeñas piernas, ya que el Coronel andaba mediante largas zancadas. En el tiempo que habían estado hablando ya habían alcanzado el despacho de Yorgos. El lugar era sobrio hasta el extremo. Un ventanal proporcionaba vistas de la zona central de la estación. El hombre se dirigió al escritorio de donde sacó unas identificaciones que parecían simples a simple vista...-Estas son vuestras identificaciones. Os permitirán circular libremente por casi toda la estación y os señalarán como agentes de O-12. En vuestros comlogs ya deberíais tener la información de vuestros camarotes. - Se dirigió entonces a un armario de donde sacó los equipos de pistola y taser y se los fue entregando.- Si no tenéis ninguna pregunta más, he de seguir trabajando.

El Padre Alonzo aún no había recibido respuesta de la periodista.

Alonzo se permitió un suave suspiro.

Se sentía apoyado por su superior, esperaba que Li entrase en razón y la agente Zahra estaba haciendo honor a la fama que tenian los miembros de la Inteligencia Haqqislamita.

"Incluso la Reverenda esta comportandose y todo."

Pasó por alto la comparación, aunque se la guardó para sí, como una anecdota más que compartir con sus camaradas cuando se reincorporase a su unidad.

- Gracias, señor.- El caballero agradeció a su superior la información y, tan pronto como su ComLog le avisó de la actualización de su estatus, tecleó en el tablero de realidad aumentada y comprobó, con cierta consternación, el estado de su petición a la reportera.- Ejem. Melissa ha tramitado la petición, pero todavía no hemos recibido confirmación por parte de la oficina de la señorita Cardoso, señor.

Con rápidez, programó la transimisión de la respuesta de Aurelia Cardoso a los ComLog de su equipo, para que todos la recibieran a la vez.

- Por mi parte no tengo más preguntas ahora mismo, señor.

En realidad tenia montones de ellas, pero referentes a cosas que Melissa podria responder con más fiabilidad que el Coronel Yorgos... "Aunque, pensandolo mejor."

- Discúlpeme, Coronel. ¿Se han recibido amenazas contra la seguridad de los visitantes Tohaa o contra esta estación, señor?

- Tanto en Maya como en Arachne existen grupos totalmente en contra de negociar con alienígenas. ALEPH y la Nación Nómada monitoréan esa clase de mensajes. Por ahora no ha habido amenazas que tomar en serio pero no se descartan ataques con esa motivación. La IE sabe perfectamente de este encuentro, pero no hemos observado movimientos fuera de los normal...lo cual no quiere decir nada.- Comentó.-Que haya o no amenazas concretas es prácticamente irrelevante en esta situación.

Zahra tomo nota con atencion de todo lo que iba diciendo el coronel, sin poder evitar sonreir y mirar de reojo a la reverenda y el padre cuando dice lo de tratar a los alienigenas como "pequeños dioses". Hasta ella lo encontraba ese comentario ligeramente blasfemo, para aquellos debia ser una ofensa bastante grave.

Cuando llegaron a la oficina, la agente tomo su placa y reviso la pistola. Pequeña, manejable y con funcion no letal, muy adecuada para la siutacion.- Coronel, la pregunta es un poco obvia pero entiendo que preferira que nos limitemos al taser si hay que usar el arma, salvo casos extremos.- La pregunta era mas bien para que la oyeran sus compañeros de gatillo facil (Con alguien que quiere usar un lanzallamas no se podia esperar menos), aunque añadio.- Si la cosa se pone muy fea, tendriamos acceso a armamento mas potente? Contra un alborotador o loco aislado esto es de sobra, pero si nos encontramos con un asalto terrorista o asesinos espectrales, me temo que estas pistolas no seran suficientemente contundentes.

Won no respondió a las pullas de sus compañeros, habiendo dejado clara su opinión. Se limitó a seguir a los demás y a mirar el coronel con cara de palo cuando les entregó las armas. Miró la pistola y comprobó los seguros y las baterias. Un juguete. Querían que detuviera amenazas desconocidas con un maldito juguete.

Ya llegarían los problemas, ya. Y entonces moririan todos y llorarían "¿Porque no le hicimos caso al bueno de Won Li? ¡Cuan necios fuimos! ¡Y que guapo era! ¿Porque no me acosté con él?". Como se iba a reír desde la tumba, pensó, con gesto ceñudo, mientras guardaba la pistola y el aturdidor en el cinturón de herramientas. Él quería sus cosas, las quería porque tenía que hacer un trabajo y estaba rodeado de beatos, burocratas y gente con flores en la cabeza, lo cual era más un estorbo que una ayuda.

Tanto en Maya como en Arachne existen grupos totalmente en contra de negociar con alienígenas. ALEPH y la Nación Nómada monitoréan esa clase de mensajes. Por ahora no ha habido amenazas que tomar en serio pero no se descartan ataques con esa motivación. La IE sabe perfectamente de este encuentro, pero no hemos observado movimientos fuera de los normal...lo cual no quiere decir nada.- Comentó.-Que haya o no amenazas concretas es prácticamente irrelevante en esta situación.

Tomó sus armas cuando fue su turno. Observó fijamente el taser unos segundos, concentrada con el ceño fruncido, antes de guardarlo en un bolsillo de su pantalón. Con la pistola se entretuvo más. Sopesó su peso en la mano, sacó el cargador haciendo una estimación del número de balas que tenía, lo metió de nuevo y comprobó que el seguro estuviese accionado. Su rostro se relajó y ocultó en su cadera, justo debajo de su ombligo, de dónde podría sacarlo fácilmente en caso de necesidad. Se cruzó de brazos satisfecha con al menos tener algo, y aceptó en silencio la insignia que la acreditaba como agente del O-12, dejándola bien visible en su ropa.

Le gustó la pregunta que Zahra había dirigido al Coronel. Sin duda, si esperaban problemas gordos, deberían poder contar, al menos, con equipo para igualar las tornas. Aquellas armas eran útiles para asustar a los civiles y delincuentes comunes, sin duda, pero ante un equipo de asalto bien armado, estaban indefensos.

Se le ocurrió algo obvio, pero que nadie había comentado:

-Quizás podríamos hacer una visita a las sedes de esos grupos con razones para sabotear las negociaciones. Si los neutralizamos antes de que puedan hacer nada, no tendremos que preocuparnos después por ellos. -Un ataque es la mejor defensa -pensó en silencio. -Podría solicitar realizar inspecciones o detenciones preventivas para que actuemos con legitimidad.

Pese a todo, estaba deseando salir de allí y tomar una copa. Su jaqueca seguía galopando en su cabeza. Anoche había bebido más de la cuenta. Tenía que tomar algo para aliviar el dolor.

Me gusta esa propuesta, entre los mios somos partidarios de la acciones preventivas, un golpe quirurgico ahora podria ahorrar muchos problemas en el futuro. Aunque me temo que sea tan facil.- Comenta Zahra ante la propuesta de Vera, la habia dado por otra ariadna ruda y violenta pero parecia que la chica era capaz de usar la cabeza un poco.- La mayoria de esos grupos probablemente son clandestinos o se oponen de forma encubierta, asi que no habra un objetivo claro que atacar. Y eso sin contar con los saboteadores camuflados de la IE. - Concluye con un suspiro resignado.

La reverenda había estado en silencio escuchando al coronel*, y habría seguido en silencio e imperturbable hasta que soltó la que era sin duda la blasfemia más grave de todo el día. Tratarlos cómo dioses decía. ¡Les pedía que se abandonasen al pecado! 

- No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te inclinarás ante ninguna imagen, ni las honrarás. - murmuró la reverenda entre dientes mientras se santificaba, deseando en ese momento tener a su pequeña y antigua virgen de madera a mano, para ayudarle a combatir las palabras de ese impío. La Revrenda no podía creer que hubiese tanta decadencia en ese lugar, a apesar de que le habían avisado.

La reverenda tardó unos segundos en recomponerse y para aceptar la ridícula pistola que le ofrecían y la identificación. No podía aceptar nada suministrado por el demonio. Debería purificarlo antes. Y la absurda identificación. Ella no iba a colgarse eso de la ropa, se negaba a ponérselo. Por ese motivo empujó leventemente al bot con el pie y señaló los objetos con la cabeza.

- Recógelos. - al final le iba a salir mejor de lo que creía eso de agenciarse el robot.

La propuesta de la mujer híbrida era buena. Era cómo la iglesia actuaba a menudo y era un método completamente infalible para los siervos de Dios (levantas una piedra y te salen cien infieles), pero ahí no creía que funcionase. Segun el coronel las maenazas eran demasiado diversas y no tenían pistas. ¿Dónde podrían empezar? Si de Agnieska dependiese, arrestaría a todos de uno en uno y les ofrecería la salvación. Si la aceptaban, no podían mentir y por lo tanto podrían preguntarles. Si no la aceptaban eran pecadores ignorantes y podían liquidarlos.

Qué fácil era la vida cuándo seguías los senderos de la fe.

Pero ahí no los seguían. Lástima.

-En efecto Zahra.- Dijo el coronel ante el comentario de la haqqislamita.- El uso de fuerza letal debemos restringirlo a los casos estrictamente necesarios. Esta estación tiene una gran cantidad de población civil y de altos cargos. Un accidente con una bala perdida y vosotros y yo podemos olvidarnos de nuestras respectivas carreras. Eso si, no os estoy diciendo que no uséis nunca las pistolas. Si las tenéis es porque pueden hacer falta.

En ese momento el Padre Alonzo recibió una notificación que sólo él pudo oir.

Yorgos negó con la cabeza ante lo que decía la corpulenta ariadna. De nuevo Alizadeh tenía razón. A cada palabra que decía le caía mejor aquella árabe.-Ojala fuera tan fácil como llamar a un par de timbres. Pero ahora mismo todo el que se encuentra en la Estrella Vespertina lo está porque no se ha descubierto nada en su contra. Se ha hecho una gran labor al respecto. Pero obviamente ningún grupo en contra de estos encuentros iba a enviar a alguien con un listado de antecedentes más largo que mi brazo...No, no quedan acciones preventivas por realizar.

Cuando Agnieska se lo dijo, el pequeño robot se puso muy erguido al igual que el holograma que proyectaba cuando hablaba.-Por supuesto Reverenda.- Parecía que Melissa había decidido que ser diligente era la mejor manera de hacerse amiga de la reverenda. Estaba claro que no terminaba de entender como funcionaban las relaciones humanas. Mel-bot se dirigió al Coronel que le tendió la identificación y el arma mirando alternativamente al androide y a su dueña con el ceño fruncido. Parecía más pensativo que molesto.

-He de despedirme. Las pertenencias que os requisaran deben estar en vuestras habitaciones. Sin las armas, eso sí. También encontraréis unas pequeñas pastillas azules que sincronizarán vuestros ritmos circadianos al horario de la estación. Estamos entrando en horario nocturno y os recomendaría dormir. En caso de cualquier alerta en la que se os necesite, el aviso os llegará a vuestros comlogs. Suerte.

Si observaban la distribución de la estación podían comprobar que sus camarotes estaban en la zona diplomática, junto al del resto del personal bajo el mando directo de O-12, no lejos de donde se encontraban.

-Hola de nuevo Alonzo.- Dijo Melissa a bajo volumen para no estorbar demasiado mientras hablaba el Coronel.-Aurelia Cardoso puede verse contigo ahora mismo y se disculpa por no haber podido responder antes. Te ha enviado un mensaje de audio ¿Quieres reproducirlo?

"Una gran labor" Como les gustaba chuparse la polla unos a otros en el O12, pensó Won. Le habían dejado subir a él, estaba claro que cualquiera podía entrar en esa maldita estación. Había llegado con un lanzallamas a la puñetera puerta, podría haber entrado envuelto en explosivos de fusión y hacer un boquete del tamaño de la pagoda de Shiang Yeng. Reprimió el impulso de escupir en el suelo.

- Tenga una buena noche, coronel- dijo, en su lugar. Escupir palabras, por fortuna, si estaba permitido. Necesitaba un pitillo.- ¿Alguien quiere fumar?- preguntó

Vera se quedó callada con cara seria mientras el Coronel se iba. Decir que estaba decepcionada sería quedarse corto. Estaba MUY decepcionada y cabreada. ¿Me han sacado de la cama para  darme un paseo, aguantar el discurso de esos chupapollas del O-12 y soportar esta mierda? ¡¿En serio?! Podían haberme mandado un mensaje al comLog.

¡Joder! -dijo dando una patada al robot de la Reverenda, que cayó al suelo. Le importaba tres leches ahora mismo todo. Sólo quería salir de allí y pirarse a un bar antes de volver al catre.

Por suerte, el oriental parecía un tipo legal y ofreció algo interesante.

-Sí, ¿dónde coño se fuma y se bebe aquí? -el dolor de cabeza le estaba taladrando las sienes.

Ahora mismo tenía una pinta bastante feral. Su cabello rojo encrespado como el de una bestia, los ojos amarillentos brillando y los caninos prominentes mientras tensaba la mandibula. Todo su cuerpo estaba tenso. Parecía dispuesta a darse de leches con el primero que se le torciese.