Partida Rol por web

Señor.- Zahra se despidio del coronel con un leve asentimiento mientras este se marchaba a toda prisa. Ensimismada en sus pensamientos sobre lo que les deparaba mañana, la joven no pudo evitar dar un pequeño salto sorprendida por el repentino arrebato de la mujer ariadna. "Asi que una dog-warrior eh?" penso mientras veia como los rasgos de la pelirroja empezaban a cambiar. "Bravo por el alto mando Ariadno, por que no mandaron una bomba nuclear activa, ya que estamos?"

Si me disculpan, creo que voya retirarme a descansar.- Comento Zahra de forma casual, buscando quitarse de en medio antes de que entre la ariadna y el chino la liaran.- Espero que duerman bien... y los que no vayan a dormir aun, procuren pasar un buen rato, pero sin dejarnos trabajo extra mañana. Masa‘ul jair.

Hecha la despedida, Zahra se dio media vuelta y, siguiendo las indicaciones, se fue a su habitacion. Por el camino abrio los canales de su comlog, y contacto con la IA de la estacion.- Melissa, serias tan amable de pasarme toda la informacion sobre los Tohaa a la que yo pueda tener acceso?

Agnieska asintió al bot cuádno recogió las cosas, obediente. Era una creación de "El Mal", pero mientras fuese obediente y con sus órdenes, estaria siriviendo a Dios. Era una lástima que los robots no pudiesen ser salvados al carecer de alma, pues el pequeño bot parecùia decidido a redimir sus pecados y los de su creador.

Por ello, cuándo la mujer híbrida golpeó al bot y salió disparado hasta chocar con las piernas de la reverenda Bartosiewicz, Agnieska se agachó. Con cuidado volvió a poner al bot de pie, asegurándose de que su siervo estaba aún funcionando. Se levantó entonces y miró a la perra* con su acostumbrada expresión imperturbable.

- Debes disculparte. - le dijo a la mujer. - Este bot me sirve a mí, y por lo tanto sirve a Dios. El que sembrare iniquidad, iniquidad segará,y la vara de su insolencia se quebrará. - citó la reverenda, sin apartar la mirada de los amarillentos ojos de la ariadna ni vacilar un sólo segundo. Muchos habrían dicho que estaba como una cabra, diciéndole algo así a Vera. Sin duda la Reverenda no tenía posibilidad alguna de defenderse si decidía darle una paliza. Pero Agnieska no veía eso. Agnieska sólo veía la fe, lo que era justo y lo que no, lo que era pecado y lo que era gloria de Dios. Ella sólo actuaba cómo sirva de su Virgen, y la Virgen requería una disculpa por la ofensa. 

El padre-caballero salió de su ensimismameinto cuando Melissa se materializó junto a él y le transmitió el mensaje de la periodista. Enarcó una ceja y asintió levemente, mientras sus dedos tamborileaban en el aire, excluyendo de la reproducción del mensaje a sus compañeros.

"Toda prudencia es poca... Y, vista la compañia, habrá que ser excepcionalmente prudente"

Alonzo dió un paso atras para atender la respuesta de Cardoso y decidir que curso de acción debia tomar...

El padre-caballero salió de su ensimismameinto y enarcó una ceja, asintiendo levemente mientras sus dedos tamborileaban en el aire. Alonzo dió un paso atras para decidir que curso de acción debia tomar...

- ¡¡EJEM!!- El rostro del sacerdote traslucía un tremendo desagrado por los repetidos encontronazos entra la reverenda Nómada y practicamente todos los demás. "Por no hablar del fastidio que supone trabajar con una persona que no quiere estar aqui..."- Seria de agradecer que evitasemos buscar la paja en el ojo ajeno en lugar de ver la viga en el ojo propio... Por lo menos mientras estemos asignados a la seguridad de esta reunión.

La severa mirada del sacerdote se centró en la reverenda Nómada, no sin antes pasearse por los rostros de los demás compañeros.

- El viaje interestelar puede resultar agobiante si no se esta acostumbrado y puede afectar a los nervios de cualquiera... Un descanso tranquilo y una adecuada medicación pueden aliviar los sintomas.- El rostro de Alonzo transmitió un momento de desconcierto y duda, antes de carraspear de nuevo.- Sugiero que nos retiremos unas horas y que olvidemos cualquier agravio fruto del natural cansancio del viaje... Si es posible, deberiamos mantener los ComLog operativos, por si surgiese algún problema que requiera nuestra atención.

Alonzo sonrió, conciliador, a la concurrencia, esperando que sus palabras evitasen la más que probable confrontación de egos que tendria lugar sin la menor duda. De nuevo, asintió para sí, antes de detener a sus compañeros.

- Una última cosa antes de que os retireis...

El comlog de Alonzo reprodujo el mensaje sólo para él.

Aurelia Cardoso-Hola agente de O-12.-Era una voz de mujer joven y hablaba muy rápido, casi frenética.-Siento mucho no haberle respondido antes ¡Pero estaba en el mayor evento periodístico desde...desde...desde que existe esta profesión! Tenía que grabar mis impresiones para mi programa. Espero que comprenda que era de vital importancia retransmitir todo esto. Pero estoy deseosa, y seguro que los seguidores de Eye on the Sky también, de saber lo que un agente como usted tiene que decir. Los periodistas no podemos pasar a la zona donde se alojan los diplomáticos por lo que le sugiero que quedemos en alguna de las cafeterías de la estación. Si no tiene inconveniente le estaré esperando en Las Puertas del Edén ¡Hasta pronto!- Parecía que hubiera dicho todo aquello sin ni siquiera tomar aire.

Alonzo guardó silencio durante unos momentos. Podia percibir perfectamente la tensión que se habia genereado entre casi todos los miembros de su equipo y no tenia muy claro como manejarla. "Con un grupo operativo si sabría que hacer pero... Con tres energumenos buscadores de broncas y una periodista acelerada... Santa Madonna"

- Ejem... Melissa, por favor, reproduce el mensaje de Aurelia Cardoso en los ComLog del equipo, si eres tan amable.- El sacerdote bajó la voz, consciente de lo mucho que se podía torcer el asunto.- Como ven, la señorita Cardoso cree que se va a entrevistar conmigo... Una situación un tanto incomoda, porque no estoy acostumbrado a tratar con periodistas.

Alonzo cambió el peso de un pie al otro, molesto.

- Melissa, por favor, descarga los detalles de Las Puertas del Éden...- El tratarse de una cafeteria agradó al padre-caballero, que llevaba un rato dandole vueltas a la idea de tomarse una taza de té.- Agradecería la compañia de cualquiera de ustedes en ese encuentro, asi como el apoyo de los que quieran como equipo de respuesta.

Alonzo tenía muy claro quien queria que le acompañase, pero tomó la decisión de confiarse a la Divina Providencia y de alentar el trabajo en equipo mediante el uso de voluntarios.

- ¿Y bien?

Zahra alzo una ceja sorprendia al oir la bomba que el padre Alonzo acababa de soltar. Una entrevista? osea que habia hablado en serio un rato antes? aquello desde luego no se lo esperaba, menos aun de un operativo de elite como aquel hombre.

- Alonzo, no cree que hacer esa entrevista es un poco... contraproducente?.- Pregunta la joven intentando ser lo mas educada posible.- esa mujer es una periodista experimentada, aprovechara el mas minimo descuido para sonsacarno cualquier informacion confidencial. Y los de arriba no estarian muy contentos si eso pasa. 

-Por mi parte, lo siento pero no creo que acuda, como agente de inteligencia no soy muy aficionada a aparecer en las noticias. El secretismo y el anonimato son esenciales para mi trabajo.- Zahra sentia decepcionar al padre, sabia que llevaba buenas inteciones, pero era la verdad. Aunque estaba a favor de la libertad de prensa (la informacion libre era una pieza clave en la busqueda del Conocimiento), los hassasin favorecian la discreccion y el sigilo en su trabajo... excepto cuando habia que hacer una demostracion publica, claro, pero ella no era de esos.

- Cierto, Zahra.- El sacerdote asintió, mostrando su conformidad con las palabras y la negativa de la agente Haqqislamita.- Por fortuna, tenemos poca o ninguna información confidencial que ofrecer... No creo que sea un misterio para nadie que las naciones de la Esfera Humana estan interesadas en velar por la seguridad de este encuentro.

Se giró levemente para dirigirse a los demás.

- ¿Y bien? ¿Que opinaís los demás?

Esbozó una sonrisa cálida a la mujer, agradeciendo al Creador trabajar con alguien tan serena y centrada como Zahra Alizadeh.

- Comprendido, Zahra. Que descanses. Haré que Melissa te envié el resultado de la entrevista, si es que antes no salimos por todas partes.- Alonzo depsidió a la mujer con un respetuoso gesto de la cabeza.- Gracias, Zahra.

Won negó con la cabeza. ¿Que ganarían apareciendo en las noticias?- Si tenemos información confidencial- respondió.- Los supuestos terroristas no conocen nuestra cara, por ejemplo- recordó. "Y tampoco saben que vamos armadoos, ay no, espera, que llevamos juguetes en vez de armamento de verdad". Won se maldijo una vez más por no haber puesto más esmero en sabotear el sistema de seguridad, el tono conciliador de la haquislamita le estaba crispando los nervios. En casa, esa voz sólo la usaban los reeducados o las inteligencias virtuales del estado. Won sintió un escalofrío.

- Conmigo no cuentes, caballero- sentenció.- Yo me voy a tomar una copa, y si muere toda la dan bân recepción mientras tanto, me harían un favor.

El pequeño bot se había puesto en pie con la ayuda de su nueva ama.-Gracias Reverenda.- Dijo, mientras el holograma de Melissa hacía un pequeño gesto de dolor. Esta visto que a la IA le gustaba ser efectista, pero la ariadna tenía mucha fuerza y era cierto que el Mel-bot se había raspado un poco.

-¿Disculparme? Creo que no te has tomado hoy la medicación, monjita. Será mejor que vuelvas a tu capilla a rezarle a tu Dios o lo que quiera que hagas en tu convento -Vera se estaba pensando seriamente en darse de leches con aquella callada mujer, pero decidió que no era una buena forma de empezar la mañana, haciendo que llamaran a sus superiores por haber destrozado a su supuesta compañera de equipo. Con gran esfuerzo, se calmó, volviendo a parece más humana que antes. Se dio la vuelta, dándole la espalda deliberadamente, haciéndole ver pasaba completamente de ella y no la consideraba una amenaza.

Escuchó el intercambio entre la haquislamita y el panoceano, exasperada por la intromisión de la prensa por culpa del orgulloso caballero:

-Español, cancele la entrevista y dígale a la periodista que la hará en otro momento por motivos de seguridad. Lo último que quiero es a una maldita chivata pasando información al enemigo. Nos vemos mañana.

Se fue detrás del chino, alcanzándole en pocos pasos gracias a su tamaño:

-Te acompaño a esa copa. Me muero por un maldito trago de vodka y un cigarrillo.

- Melissa, serias tan amable de pasarme toda la informacion sobre los Tohaa a la que yo pueda tener acceso?

-Será un placer.- Respondió Melissa tan servicial como siempre. La IA tardó un instante en hacer un breve resumen.-El primer encuentro conocido de los humanos con los Tohaa fue con las tropas de la Inteligencia Evolucionada. Dado que algunos de sus territorios han sido conquistados por el Ejercito Combinado, hay miembros de su raza que forman parte de él. Pero estos individuos son totalmente ajenos al conjunto mayor de los Tohaa. Su gobierno fue contactado por los humanos gracias a una información de origen confidencial. No se hicieron esperar y aparecieron aquí hace un mes. Durante ese mes se han producido intensas negociaciones que han llevado al Tratado de Contacto que has presenciado hoy y a la Cumbre de la Alianza en la que ahora nos encontramos.

-El aspecto físico es el que has podido ver. Similar a los humanos pero más delgado en general. El rasgo más distintivo es el de sus órganos de emisión y recepción de feromonas, de los que destacan sobretodo los de su cabeza. Pueden llegar a enviar mensajes de gran complejidad a través del olor. Parece que han evolucionado así debido a la tenue atmósfera de su planeta que no transmite bien el sonido. Podríamos decir que tienen mal oído pero muy muy buen olfato. Toda su estructura social gira a través del número tres, y de hecho tanto el Tratado como la Cumbre se realizan a tres bandas. Quizá el dato más importante es que su tecnología es, en general, superior a la humana.- Dijo eso último con un pequeño gesto de disgusto como si a ella, como parte de la tecnología humana, le molestara especialmente esa afirmación.-Puedo buscar los datos que me pidas y te proporcionaré toda la información a la que tengas acceso.

Entiendo, muchas gracias Melissa.- Responde Zahra tras escuchar con interes la explicacion de la IA.- En ese caso me gustaria que descargaras en mi comlog informacion sobre las costumbres y la etiqueta Tohaa, me gustaria no ofender sin querer a alguno. Y no estaria de mas archivos sobre anatomia y primeros auxilios tambien, mis conocimientos de medicina humana dudo que sean suficientes si tuviese que atender a alguno.

Satisfecha con la ultima peticion, la joven entro en su habitacion y se prepara para acostarse, tomandose de paso las pastillas que el coronel indico. Andaba un poco con la mosca tras la oreja, temiendo que alguno de los otros integrantes de su equipo la cagara de alguna manera y le acabara salpicando. Iba a tener que sacar toda la diplomacia y mano izquierda del mundo con esa panda de fanaticos y tarados...

Las reiteredas negativas de sus compañeros, expresadas tanto de manera educada y contemporizadora como cargadas de sentimiento y florido lenguaje hicieron que el sacerdote se replantease lo adecuado de aquella decisión estrategica tomada precipitadamente.

"Sin duda tienen razón... Es menos lo que podemos obtener de Aurelia Cardoso que lo que ella puede obtener de nosotros... Y es una lastima, porque realmente me apetecía charlar con ella..."

- Bien Reverenda, quedamos usted y yo, aunque lo cierto es que los argumentos de nuestros compañeros me han convencido de lo fatuo de mi proposición.

Alonzo se interpuso entre la Nómada y la Ariadna mientras esta se reunia con el ciudadano de Ju Ying, rumbo a un lugar más tranquilo donde aclimatarse a los ciclos de la Estación.

-  Dado que continuar con esta pequeña desavenencia es un ejercicio pueril de orgullo, coincidirá conmigo en que lo mejor es dejar las cosas estar y retirarnos a nuestras habitaciones... a menos que desee que organicemos esa entrevista, reverenda.

Alonzo giró levemente la cabeza y llamó a la Pseudo-IA de la estación.

- Melissa, por favor... Tramita mis disculpas a la señorita Cardoso, por motivos de seguridad, reiterando que haré lo posible por trasladar sus inquietudes a mis superiores y transmitela tan pronto la reverenda Bartosiewicz asi lo decida. Muchas gracias, Melissa.

La reverenda ni se immutó ante la amenaza de la mujer-híbrida. Las amenazas de esa índole no surgían efecto en alguien como Agnieska Aleksandra Bartosiewicz, alguien que creía con absoluto fanatismo que era la mano derecha de su Virgen y por tanto la de Dios, y que Dios castigaba a todos los impíos tarde o temprano y bañaba en gloria a aquellos que -como ella- seguían la senda correcta de la fe. Además de que el sarcasmo y el humor eran un mundo aparte para ella, con lo que cuándo Vera le preguntó si se había olvidado la medicación, negó con apatismo.

- No tomo ningun tipo de medicación. La fe de Dios me proteje mientras le sea fiel. Y llámeme Reverenda, no soy una monjita. Aunque entiendo que ignore la diferencia. - le explicó en su tono habitual, mezclando la seriedad, la falta de emocioen y el fanatismo religioso. Si la Reverenda hubiese estado familiarizada con la amplia variedad de expresiones que el lenguaje corporal brinda, se hubiese encogido de hombros. Pero no lo estaba, así que continuó con la mirada puesta en la mujer a pesar de que ésta se estuviese alejando. - Por tu obstinación en no querer arrepentirte, vas acumulando ira para el día de la ira, cuando se manifiesten los justos juicios de Dios, que retribuirá a cada uno según sus obras. - recitó la Reverenda antes de mirar al bot. - Carta a los Romanos del Apóstol Pablo. - le aclaró, esperando que el Mel-Bot tomase buena nota de aquella improvisada clase magistral de teología.

Con la media-perra y el mecánico sucio alejándose, la Reverenda no tuvo otro remedio que centrar su mirada en el Caballero. a Agnieska le había pasado completamente desapercibido que la indirecta de Alonzo de hacía un minuto iba hacia ella, ya que no consideraba tener que disculparse con nadie (tal vez otros habrían pensado que debería disculparse con Zahra y Alonzo cuándo les habló sobre las relaciones conyugales, pero ella no se daba cuenta de esto).

Escuchó las palabras de Alonzo con atención, aunque seguramente para el hombre la expresión de la mujer le sugería que lo que estaba haciendo era analizar su cerebro.

- El orgullo toma la gloria de Dios y se la entrega al orgulloso. Eso es pecado. - le explicó la reverenda, a pesar de que el caballero debería saberlo. -  Una Reverenda Moria nunca dejaría que la soberbia y el orgullo dictasen sus pasos. Tan sólo le he señalado el camino correcto. Si no lo toma, Dios castigará sus acciones. - Y Dios podía ser la Reverenda, pero no en ese momento. La reverenda se acercó más a Alonzo señalando su Comlog cuándo le pedía que cancelase la entrevista. - No entiendo el problema. Podemos cubrirnos y pedir no ser enfocados. Nuestras voces pueden distornsionare con facilidad, un niño sería capaz de hacerlo. Sabemos qué se nos permite decir - algo cerca de nada - y qué debe mantenerse en secreto. Si cumplimos eso la periodista no debería suponer ningun problema para nuestra misión aquí y podríamos conseguir la información que precisásemos.

-La etiqueta que los Tohaa utilizan entre ellos tiene mucho que ver con sus órganos feromónicos. Cuando se relacionan con otras razas suelen ser ellos los que se adaptan a la etiqueta. En este caso se les debería tratar como a un dignatario humano. Te pasaré datos de su fisionomía para que puedas aplicarles al menos unos primeros auxilios y detectar las dolencias más comunes.- Comentó Melissa siempre dispuesto a ayudar.

La habitación que le habían asignado era simple, pero disponía de todas las comodidades que pudiera esperar. Zahra podría descansar antes del nuevo día.

La perorat de la reverenda dejó momentaneamente sin palabras al Padre-Caballero que guerdó un prudente silencio hasta que los oidos de los demás estuvieron lo suficientemente lejos como para no oirles.

- Disculpe, Reverenda, pero me temo que no me he explicado bien- "Algo me dice que si empiezo asumiendo la responsabilidad, lidiar con esta santa mujer será más llevadero..."- He quedado en un lugar tranquilo, en...Un segundito...

Alonzo accedió a la grabación enviada por Aurelia Cardoso y la revisó rápidamente hasta dar con el dato que buscaba.

- Si, aquí esta. Cafeteria Las Puertas del Edén. Me temo que actuar como usted sugiere requerirá más tiempo del que realmente podemos permitirnos...

El sacerdote soltó un suave respiro antes de responder.- Lo cierto es que no tenemos demasiada información que revelar, más alla de que ninguna de las naciones de la esfera desea que les pase algo malo a sus invitados y aliados y de que tomaran todas las medidas necesarias, incluyendo enviar a agentes de campo sin experiencia de trabajo previo y sin demasiada idea de que amenaza a esta gente.

Alonzo sonrió de nuevo, contemporizador.

- Con el debido respeto, voy a cambiarme de ropa, darme una ducha rápida y asearme un poco. La espero dentro de veinte minutos en las Puertas del Éden, si desea acompañarnos a la señorita cardoso y a mi en un rápido tentempie. Y ahora, si me disculpa.

La Reverenda no llegaba a ver el problema. ¿Es que la periodista no tenía piernas? Además, la estación estaba llena de visitantes de todos los rinconces de la esfera. Seguro que la periodisa entrevistaría a mucha gente. Y si no había cámaras de por medio ni tan siquiera llamarían la atención.

La Reverenda acabó asintiendo a las palabras del padre caballero antes de mirar al Mel-Bot.

- Muéstrame el mapa, quiero llegar a los aposentos que me han asignado. 

Agnieska esperaba encontrar sus escasas pertenencias en ella lo antes posible. Una Reverenda Moira tenía poco, pero lo poco que le habían otorgado tená un valor incalculable para ella, pues eran los utensilios que la Virgen le prestaba para ser quién debía ser.

- Y consígueme una túnica que pueda usar sobre mis ropas. Sencilla. Austera. Sin adornos. Después guíame a la cafetería. - Las puertas del Edén. Menuda blasfemia. Todos parecían creer que era un chiste, pero a la Reverenda no le hacía ni pizca de gracia.