Partida Rol por web

Cuenta Atrás. Paradiso

Día 1

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20/11/2015, 14:48
Director

El 9 de agosto, 66 NC, una enorme nave de diseño claramente alienígena atracó en la estación orbital Estrella Vespertina, el cuartel general de O-12 en Paradiso. Era imposible de ocultar. Aurelia Cardoso, una periodista independiente con el programa de investigación de Maya Eye on the Sky, fue la primera en lanzar la noticia, pero pronto el espacio alrededor de la Estrella Vespertina bullía de reporteros mientras que otros dirigían telescopios de gran alcance hacia el cielo desde Damburg y Hörselberg.

El pánico se extendían en la misma medida que los rumores sobre que O-12 estaba negociando una rendición ante el Ejercito Combinado. Todas las peores historias sobre lo mala que era la situación en el frente circularon de nuevo. Por un largo y horrible momento una terrible realidad empezó a ser aceptada como la única verdad: la Humanidad había perdido la guerra.

90 minutos después, la Alta Comisaria de O-12 en Paradiso, Natalia Hesse, realizó un discurso público. El buque alienígena no era del Ejercito Combinado. Pertenecía al Trinomio Tohaa. Ellos, también, estaban en guerra con la Inteligencia Evolucionada. La Humanidad acababa de ganar un poderoso aliado. "Este es un nuevo tiempo." anunció la Comisaria Hesse. "Lleno de oportunidades."

La guerra no ha acabado. Apenas ha empezado.


Tres semanas después de ese primer encuentro entre las dos razas, va a firmarse el Tratado de Contacto Tohaa. Y unos agentes de O-12 van a ser testigos de ello.

La estación orbital Estrella Vespertina resplandece como una enorme joya sobre el majestuoso fondo verde y azul que es Paradiso. Hay una enorme cantidad de tráfico entrando y saliendo de los siete anillos que forman las bahías de aterrizaje alrededor del pilar central de la estación y los controladores aéreos del Bureau Aegis guían a las naves por estrechos corredores. La enorme masa de la Nave Errante Tohaa sobresale del disco Corfú. Los agentes pudieron aterrizar en la bahía Citera. Sus naves se deslizaron suavemente bajo el buque de tres cascos tohaa mientras giraban en dirección a sus amarres de acoplamiento.

Notas de juego

Pues ya podemos ir empezando chicos. 

Por ahora no estáis juntos, cada uno ha llegado a su manera. En general, habéis sido recomendados por los gobiernos de vuestras diferentes naciones para garantizar la seguridad en la Estrella Vespertina, por lo que ahora pasáis a estar bajo el mando del Bureau Noir, el departamento de inteligencia de O-12, una asociación internacional tipo la ONU pero mucho más influyente. En ese sentido responderéis ante el Coronel Felix Yorgos.

Podéis utilizar este primer post como un acercamiento a vuestros personajes y lo que opinan de la misión. También aprovechad para preguntar todo lo que se os ocurra.

Tenéis más información sobre la Estrella Vespertina en la escena de trasfondo.

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22/11/2015, 19:22
Alonzo Yañez de Mendoza

El sistema de alarma se activó puntualmente, siendo desconectado con un chasquido de los dedos del Padre-Caballero. Alonzo se levantó del espartano catre donde llevaba despierto aproximadamente media hora y se estiró como un gato. Obedeciendo a su programación, el sistema reprodujo una reversionada canción clásica, en tono bajo, mientras iniciaba su tabla de ejercicios.

El cuerpo del padre-caballero, enjuto y fibroso, prácticamente perfecto en sus proporciones, estaba recubierto de una telaraña de cicatrices y marcas, testimonio mudo de que clase de comportamiento le había proporcionado sus credenciales para aquella misión.

Con un gruñido, Alonzo detuvo sus flexiones, con la punta de la naríz casi tocando su esterilla de ejercicios. Una gota de sudor resbaló, perezosa, por su mejilla hasta detenerse un instante en su mentón. Como si hubiese sido una señal programada, en cuanto la gota golpeó contra la superficie ultra-absorvente y anti-bacteriana, Alonzo colocó una mano sobre la espalda y empezó con su ultima serie de flexiones a una mano.

Minutos despues, Alonzo se frotaba vigorosamente bajo la ducha, hasta conseguir un tono rosado generalizado en su cuerpo. Desnudo, dejo que el propio calor de su cuerpo secase la humedad residual de la ducha mientras de colocaba ordenadamente las prendas de ropa sobre el catre.

Vestido con una sencilla túnica, el caballero se arrodillo frente a su espada que, colocada a modo de crucifijo, ocupaba un lugar discreto pero limpio. En recogido silencio, oró por la salvación de su alma, por la paz de su espiritú y por la protección del Señor y de su Apostol Santiago para afrontar la misión que sus superiores de la Orden le habían encomendado.

Se persignó y se aproximó a su hoja, besando respetuosamente la cruz de la misma, antes de descolgarla y envainarla.

Con la rápidez que la prática, empezó a armarse mecánicamente, mientras con un suave aleteo de sus dedos, ordenaba a su reproductor que volviese a pasarle todos los datos que le habian sido transmitidos para su estudio antes de la misión.

La suave cadencia del coro másculino que, acompañado por las notas ligeramente melancolicas de un piano, resonaba en su habitación instaurando una atmosfera de paz.

"¿Porque yo, Señor?"

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23/11/2015, 20:08
Zahra Alizadeh

Desperezándose como un gato en la cama de su camarote, Zahra abrió los ojos y apartó de su pecho el libro que había estado leyendo hasta haberse quedado dormida. En su comlog parpadeaba repetidamente el aviso de que la nave había comenzado las maniobras de atraque a la Estrella Vespertina. La joven de piel morena se levanto y se acerco a el ojo de buey que permitía contemplar el exterior, obteniendo una vista de la impresionante estación espacial. Alrededor de la misma se movían como pequeños insectos naves de todo tipo, procedencia y tamaño, aunque sin duda alguna la que más destacaba era la nave alienígena, tan misteriosa y elegante como sus ocupantes. Zahra tenía sentimientos encontrados con respecto a los Tohaa. Por un lado los encontraba fascinantes, y tenía muchas expectativas puestas en el saber que pudieran aportar a la humanidad. Pero por otro su instinto le decía que no debía fiarse completamente de ellos, y rara vez se equivocaba.

Tras unos breves ejercicios de estiramiento para despertar cuerpo y mente, la joven de piel morena comenzó a vestirse. Aunque ella prefería moverse con ropa de civil para pasar desapercibido, en esta ocasión el trabajo era de seguridad, y junto a soldados de otras naciones por lo que por una vez tocaba hacer ver que era una combatiente entrenada y preparada para luchar. No pudo evitar sonreír al recordar el texto de las órdenes, que la definen como un “operativo de inteligencia del ejército de Haqqislam”. Todo el mundo sabía que los Hassasin era el servicio secreto de Haqqislam, por lo que no engañaba a nadie.

Esta vez usaría una variante del uniforme de combate habitual de los Lasiq, aunque de momento descarto llevar el casco y la capucha de la gabardina puesta. Quería que sus compañeros vieran un rostro femenino fino y delicado, algo más agradable que el aspecto frío e inhumano que otorgaba el casco, y que permitiera un mayor acercamiento a ellos, que la vieran como una chica normal, no una despiadada asesina. Tenía puesta muchas expectativas en esta misión y las posibilidades de conocer mejor otros puntos de vistas y culturas que a priori suponia. Pero también que se confiaran y la vieran como alguien amistoso, inofensivo. En la Esfera humana el amigo de hoy puede ser el enemigo de mañana, y si tenía que enfrentarse a cualquiera de sus compañeros cualquier baza era buena.

Tras arreglarse el pelo un poco, y recoger el escaso equipaje que llevaba, Zahra se tomó unos minutos para limpiar y afilar el fiable cuchillo que siempre llevaba encima, un arma sutil y terriblemente eficaz en sus entrenadas manos que había probado suficiente sangre para una vida.

-Esperemos que esta vez no tengas que tomar ninguna vida, mi vieja amiga.- murmuró mientras la ocultaba entre su ropa.

Satisfecha, la joven se permitió el lujo de una breve sonrisa al mirarse al espejo antes de salir de camarote. Qué le depararía aquella peculiar misión?

 

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24/11/2015, 09:24
Agnieska A. Bartosiewicz

La  alarma sonó tres veces. Nunca una más, nunca una menos.

“Bip-bip. Bip-bip. Bip-bip.”

La reverenda apagó el aparato mientras abría los ojos. Se levantó al instante, sin desaprovechar un sólo minuto tumbada en la cama, para preparase. Cada mañana era el exacto mismo ritual, no importaba dónde estuviese o con quien. La reverenda se movía con la habilidad de quienes han hecho algo durante varias décadas, pero con la determinación de quien lo hace por primera vez y quiere que sea perfecto. Rutina y disciplina, ésas eran las claves de una vida en equilibrio, de no cometer errores, la base de cualquier orden religiosa o militar. La reverenda era una sierva de la Santa María del Cuchillo, Nuestra Señora de la Misericordia, lo que la hacía pertenecer a ambos cosas. Tal vez por ello era doblemente importante que su vida siguiese esos dos preceptos con rectitud, pues sabía perfectamente que la gloria de la Virgen no acompañaba a los holgazanes y débiles de espíritu (sus hermanas y superioras se habían encargado de enseñárselo cuando apenas era una novicia, y ella lo había comprendido al instante). Tras unos ejercicios mañaneros y purificar su cuerpo, se vistió con habilidad poniéndose su hábito, la única prenda que una reverenda Moira necesita y posee. Tras ello era el momento de purificar el espíritu. Colocó sus armas, los utensilios que la Santa María del Cuchillo ponía en sus manos para que cumpliese con sus deseos, y una figura tallada de la Santa de su devoción en su camastro, creando un improvisado altar. La reverenda se arrodilló entonces demostrando su humildad a la virgen, cerró los ojos demostrando su fe ciega, y entrelazó los dedos para empezar a pronunciar sus oraciones.

"Dios te Salve, Santa María del Cuchillo

Llena eres de gracia en la grandeza de tu misericordia

Ayúdame, oh Santa Madre, a cumplir mi deber que son tus deseos

Guíame cuando la oscuridad del Diablo se cierna sobre mí

Muéstrame el camino para que pueda honrar tu Gloria con plomo y sangre

Oh Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén"

La reverenda terminó la oración y abrió los ojos, observando la figura de la Virgen durante unos instantes. La reverenda Agnieszka Aleksandra Bartosiewicz solo tenía un deseo en su vida, y era el de honrar la gloria de la Santa María del Cuchillo para honrar también la de Dios, pues ella era una humilde servidora de la verdadera fe. La reverenda se incorporó recogiendo su altar para acercarse a la ventana. Estaba a punto de atracar, por supuesto, sin mirar el reloj sabía exactamente cuantos minutos habían pasado y por lo tanto la hora que era. Llegaba justo a tiempo. Nunca antes, nunca después.

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24/11/2015, 21:09
Vera Heant

Vera se despertó con un gruñido cuando la voz de la IA se coló por los speakers invisibles de su habitación. Un ojo somnoliento y legañoso observaba a su alrededor con ganas de matar a la voz que la avisaba de la cercanía a la estación orbital. Se sentó a los pies de la cama, mientras acunaba su cabeza entre las manos. La cabeza le iba a estallar, las meninges le palpitaban y su cuerpo parecía como si le hubiesen dado una paliza de lo mal que se encontraba. La noche anterior había competido con uno de los soldados a ver quién era capaz de tomar más chupitos de vodka, y había tumbado al infeliz literalmente a base de tragos. Recordaba alguna pelea, y notaba algo de sangre en la boca de haber mordido a alguien.

Se refregó la cara con las manos y se levantó para ponerse algo de ropa. Acostumbraba a dormir únicamente con ropa interior, la ropa solía hacerla sentir algo enjaulada. Se puso los pantalones y la camiseta, junto a una chaqueta bastante gastada. Se miró en el espejo, con aquellas ojeras que sólo resaltaban aún más sus ojos amarillentos y la hacían más intimidante de lo habitual. Los afilados caninos sobresalieron al sonreir. Su pelo largo y encrespado lo recogió en una cola de caballo. Después se puso unas botas, ocultando en parte unos pies acabados en garras y con una forma peculiar de la planta del pie, a medias entre un cánido y un homínido. Se puso unos guantes de piloto, cuyos dedos habían sido cortados, y en los que sobresalían unos dedos largos y fuertes, acabados en afiladas uñas negruzcas más afines a las zarpas de una bestia que a los de una mujer.

Recogió su bolsa, que contenía sus armas, así como ciertos escasos objetos personales, y se preparó para salir de aquel lugar, no sin antes beberse un trago de whisky que llevaba consigo.

-Ah, esto es otra cosa. -dijo con la voz ronca y profunda que la caracterizaba. El alcohol la hizo sentir algo mejor y despejarle un poco la cabeza.

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25/11/2015, 23:42
Won Li

Won contemplo el puerto de aterrizaje desde la cubierta de reparación de cazas de la nave de transporte. La estación era un monstruo de metal flotando en el espacio. Luego se fijó en el cigarro Long Feng que tenía entre los dedos y sonrió. Hechos con vesículas suprarenales secas y machacadas de conejos magicos de Shalvaemina, flores de nieve y liados a mano por los monjes del templo de Pao Shen despertaban el vigor de un dragón en un hombre. O al menos eso se suponía, en realidad no eran más que serrín y lagartos azules triturados envueltos en papel de arroz por solteronas menopáusicas del taller de Madame Yu. Se llevó uno a los labios y lo prendió. En esta sociedad moderna, los pobres y reprimidos soldados necesitaban toda la ayuda posible, toda la confianza que pudieran reunir para hacer frente a sus novias extranjeras. Una vez te encontrabas en un burdel de Bakunin, toda ayuda era poca. Pobres bastardos. Claro que Won podía venderles tranquilidad por un pos pocos créditos.

Aspiró y exhaló un poco de humo blanco ligeramente azulado, seguro de que la laxitud de las normas del hangar impediría que saltara la alarma por fumar a bordo. Él pensaba que el ejercito sería mucho peor que la mafia, pero, en realidad, sólo era una mafia más grande. Todos estaban untados. Todos eran corruptos. Y los de intendencia, los más corruptos de todos.

Volvió a mirar la estación. Había visto las fotos, en el blanco y negro desenfocado y nervioso del servicio de inteligencia. Las mujeres toha de esbeltas y exóticas figuras. Oh, iba a vender un montón de Long Feng. Estaba seguro.

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26/11/2015, 13:49
Melissa

Las diferentes naves se acoplaron suavemente a sus respectivas puertas de embarque. Una vez los sistemas revisaron la perfecta estanqueidad de la operación, las compuertas dieron acceso a una espaciosa pero frenética bahía de desembarco. Quizá las zonas militares estuvieran más ordenadas, pero aquella era Citera, la bahía civil, por donde pasaba la mayor parte de la población de la estación, así como materiales, suministros, comida, etc. Además del trasiego normal de una instalación como aquella, la llegada de los Tohaa lo había vuelto todo aún más caótico. La seguridad era mayor, provocando acumulaciones de personas y además abundaban los periodistas venidos de todas las naciones. En esos momentos, varios estaban emitiendo en directo para su respectivos canales de Maya. No en vano iba a firmarse esa misma noche el primer tratado entre los seres humanos y una raza alienígena, uno de los eventos más importantes de la historia de la Humanidad. La atención que normalmente estaba puesta sobre el frente de batalla en la superficie de Paradiso se había trasladado a sus cielos y todos los ojos de la Esfera Humana se dirigían hacia la Estrella Vespertina.

En el momento en que avanzaron un poco dentro de la estación, la pseudo-IA de la Estrella Vespertina hizo contacto. El programa se adaptaba a las capacidades de su interlocutor. Las personas con dispositivos retinales o implantes oculares más avanzados veían como aparecía en su campo de visión una chica de rasgos élficos y una larga melena blanca que brillaba con un halo plateado. La mayoría de comlogs proyectaban un holograma similar y los más desfasados, como los dispositivos ariadnos, la mostraban en vídeo. Eso era así en la mayoría de aparatos, mostrándose la IA automáticamente. En el caso de la reverenda Bartosiewicz, su dispositivo no iba a dejar así como así que un software ajeno y pro-ALEPH tuviera acceso a su comlog, y aunque recibió una solicitud de acceso, Melissa decidió actuar de otra forma. Al poco de entrar, un pequeño robot, seguramente utilizado por los ingenieros de mantenimiento, tiró de su ropa:

El pequeño bot proyecto también un holograma de aquella chica de pelo blanco.

-¡Hola Padre Yañez de Mendoza!/¡Ohayo Won Li!/¡Привет Vera Heant!/¡Hola Reverenda!/¡Assalamo aleikum Zahra Alizadeh!- Dijo dirigiéndose a cada uno de ellos de manera personalizada y con entusiasmo.-Soy Melissa, la pseudo-IA de la estación orbital Estrella Vespertina. Estoy aquí para ayudarte en todo lo posible y hacer que tu estancia sea lo más fructífera posible.-Comentó sonriente. En ese momento sacó una libreta que se puso a ojear.- Según mis datos vas a ser un encargado de seguridad bajo el mando del Coronel Felix Yorgos, por lo que debes reunirte con él lo antes posible. Pero primero debes pasar el control. Recuerda que las armas y demás objetos peligrosos serán confiscados ¡besos!-Terminó guiñando un ojo para todos excepto para la Reverenda...

El bot que había hablado a la Hermana de la Observancia continuó.-Disculpa hermana. Ya se que soy una pseudo-IA de código panoceánico y supervisada por ALEPH. ¡Pero eso no debería impedirnos ser amigas!

Pero en efecto, delante de ellos había un impresionante control de seguridad. Se revisaban las firmas digitales. Se realizaban escáneres médicos. Se revisaba el equipaje mediante una maquinaria que lo abría, sacaba y examinaba cada elemento y luego lo volvía a colocar en su posición original. Pero todo parecía muy caótico, quizá hubiera forma de pasar...

 

Notas de juego

Bueno señores, primeras tiradas de dados de la partida. Para pasar vuestras armas por el control debéis pasar un test de dificultad D2. Es decir, necesitáis dos éxitos en la tirada. Podéis hacerlo mediante Infiltración, mediante Persuasión a los funcionarios o Hackeando (o mediante Tecnología) la máquina que revisa vuestro equipaje.

Normalmente en Infinity se tiran 2d20 y se busca sacar menos que el Valor Objetivo que tengáis en la habilidad correspondiente. Sacar por tanto dos éxitos es complicado, podéis ver como tirar más dados en la escena de reglas, en el epígrafe "mejorando las posibilidades". Ahora mismo todos tenéis tres puntos de Infinity.

Si no queréis pasar las armas no tenéis que hacer nada en especial.

Tenéis más información sobre Mel en la escena de PNJs.

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26/11/2015, 20:53
Alonzo Yañez de Mendoza

Como de costumbre, el Padre Alonzo, de la Orden de los Caballeros de Santiago, se santiguó tan pronto los sistemas corroborarón que todo estaba bien. Vestido con su servo-armadura de combate y la sobrevesta de la Orden, Alonzo era una figura impresionante que normalmente no tendría problemas es vadear incluso las avenidas más populosas de Neo-Terra. Sin embargo, avanzar por la darsena de desembarco estaba suponiendo toda una odisea.

El Padre-Caballero gruñó, disgustado, mientras evaluaba la situación.

"Caos. Civiles a montones... Mercancias... Y una representación de todos y cada uno de los canales de Maya... ¿Que es esto...? ¿Un circo?"

En ese momento, una graciosa muchacha de rasgos fantasticos, como de elfo, se materializó junto al caballero, aprovechando un hueco que se había formado en una intersección. El rostro perfectamente afeitado de Alonzo se distendió en una sonrisa, en respuesta a la que le obsequió la muchacha.

- Hola, Melissa.- El Padre-Caballero asintió, mientras esquivaba a una turista que parecia estar abrazando el aire, dando alegres grititos.- Gracias por la bienvenida.- Respondió, con un ligero acento mediterraneo insinuado en su ingles neoterrano.

El implante retinal transmitia la imagen de Realidad Aumentada de la Pseudo-IA con una calidad asombrosa y Alonzo asintió una vez más, sonriendo con ligero embarazo. "Un trabajo muy fino... Es una chica muy agradable y atenta... Aunque un poco... atropellada."

- Correcto de nuevo, Melissa. Por favor, confirma la cita con el... Ups...- Alonzo bajó la vista y vió como un pequeño bot de mantenimiento se disculpaba con él por tropezar y se alejaba zigzageando entre las piernas de los visitantes.- Perdona, pequeño.

El caballero se detuvo, siguiendo con la vista al pequeño bot. Para su sorpresa, vió como se detenia a los pies de una guapa joven, que llevaba las vestiduras de las Reverendas Moiras. Convertido en la viva imagen de la estupefacción, Alonzo sacudió la cabeza, asombrado. "¿Porque yo, Señor?"

Consciente de que la Pseudo-IA estaba esperando mientras agitaba indolentemente su libreta, Alonzo volvió al mundo de los vivos.- Por donde iba... Ah, sí... Confirma la cita con el coronel Yorgos, por favor.- El caballero echó a andar, ajustando su espada a la espalda y maniobrando su escaso equipaje de mano.- Y solicita una actualización de mi ComLog... Necesito un diagrama de las instalaciones, informes de seguridad y una...

Alonzo volvió a detenerse, disculpandosé mecánicamente con un técnico que tropezó con sus espaldas. Giró la cabeza, extrañado para interrogar a la agradable muchacha virtual.

- ¿Como dices, Melissa?- El Padre-Caballero siguió la mirada de su Cicerón particular y se le cayó el alma a los pies- ¿Control de seguridad? ¡¿Pero si soy miembro del equipo de seguridad?!

"Madre mía..."

Apretó el paso y se disculpó como buenamente pudó con todos aquellos a quienes estaba avasallando. "No es un comportamiento cristiano pero..." Maniobró entre la gente, intentando colarse delante de los equipos de grabación y periodistas de Maya. Aún asi, quedaba el tramite de pasar el control de seguridad. "El equipaje y el arma reglamentaria no son problemas pero... La espada..." Inconscientemente, Alonzo tanteó la empuñadura de su espada,que tenía cierta solera y que había visto bastante acción. Con cuidado, sin dejar de mirar al personal de seguridad, descolgó su arma y la sostuvó a su vera.

- Melissa...- Alonzo susurró en tono conspirador al oido virtual de la Pseudo-IA.- Consulta de estatutos religiosos de las Ordenes Militantes de PanOceanía. Cruza referencias con el Concordato, la reglamentación y mis autorizaciones de seguridad. Tramita una exención extraordinaria para mi espada, bajo los siguientes epigrafes... Objeto religioso, Icono religoso, Material liturgico, Bula Papal.

Con una resplandeciente sonrisa, depositó su petate en el espacio reservado a su analisis y el estuche donde guardaba su fusil reglamentario en la superficie anexa.

- Padre-Caballero Alonzo Yañez de Mendoza, de la Orden de Santiago.- El caballero activó el generador holográfico de su ComLog para mostrar su identificación.- Melissa tiene mis ordenes y mis credenciales, que indican, sin posibilidad de equivoco, que estoy autorizado a portar este icono religioso durante mi estancia en la Estrella-Vespertina. Puede consultarlo con el coronel Yorgos, si lo desea.

Con una estudiada cara de poker, el Padre-Caballero esperó a que su jugada le sirviese para sortear este pequeño inconveniente y reunirse con su superior a la mayor brevedad.

- Tiradas (1)

Motivo: Sortear control de seguridad

Tirada: 3d20

Dificultad: 12-

Resultado: 11, 1, 20 (Suma: 32)

Exitos: 2

Notas de juego

El Padre-Caballero Alonzo, que es un tio legal y enrollado, utiliza su labia para conservar su espada como minimo, renunciando temporalmente a su arma de fuego reglamentaría. De acuerdo con el Director, usaré la habilidad Disciplina, aunque no sea uno de sus usos habituales.

Al necesitar 2 exitos, creo que voy a gastar un punto de Tensión para mejorar un poco mis posibilidades... Es decir, 3d20 dif 12 o menos.

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26/11/2015, 23:55
Zahra Alizadeh

Zahra no pudo evitar una sonrisa al pasar de la tranquilidad y orden de la nave al cáos y gentío de la bahía de atraque, aquel ambiente era mas de su agrado, le recordaba las siempre bulliciosas ciudades de Barouk.

Con la agilidad de alguien acostumbrada a tratar con esas aglomeraciones, Zahra se interno de lleno en la marabunta humana, sin prácticamente rozarse con nadie. La joven aprovecho para estudiar y analizar con interés la variopinta mezcolanza de naciones, culturas y personalidades que inundaban la enorme estancia. Incluso soltó una breve carcajada al ver un enorme caballero panoceanico fuertemente armado que hacia grandes esfuerzos por moverse sin aplastar a nadie, era como ver su polo opuesto.

También se había percatado de la abundante presencia de prensa, y hasta tuvo la tentación de ver si entre ellos estaba por casualidad Gogo Marlene, su presentadora favorita de la Maya, pero Un pitido de su comlog le aviso de una conexión entrante, obligandola a interrumpir sus frivolas intenciones. "Hora de trabajar" pensó mientras se ponia las gafas de realidad aumentada, que le mostraron la imagen de una chica de pelo blanco bastante simpatica.

- Aleikum salam, Melissa.- respondio Zahra a la IA con una inclinacion de cabeza.- Agradeceria unas indicaciones para encontrarme con el Coronel, es mi primera vez en esta estación y me vendria bien una guia.- Aunque normalmente las IA le generaban cierta desconfianza, decidió que le caía bien la alegre IA.

Por supuesto, para entrar primero tendria que pasar por controles de seguridad, no esperaba menos. Pero por supuesto no pensaba separarse de su cuchillo, su principal instrumento de trabajo. Como ya había hecho tantas veces antes, Zahra seguro el escondite de su arma, se arreglo un poco el pelo y la ropa, y entro por los controles con naturalidad. No seria la primera vez que los guardias ni siquiera reparasen en ella. Pasar desapercibido era, al fin y al cabo, su especialidad.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Infiltracion

Tirada: 2d20

Dificultad: 12-

Resultado: 14, 10 (Suma: 24)

Exitos: 1

Notas de juego

Voy a gastar un punto Infinity para obtener ese 1 automático adicional, que no quiero soltar el cuchillo XD

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27/11/2015, 01:54
Agnieska A. Bartosiewicz

La reverenda esperó paciente a que su vehículo terminase de atracar para salir de él en cunado las compuertas se abrieron. Avanzó unos pasos observando bajo su atuendo el panorama. Decadente. Era un bullir de pecadores y blasfemos moviéndose de un lado para otro. La Reverenda realizó con sus dedos una variante de la antigua cruz sagrada católica, una variante que usaban en la Orden de la Santa María del Cuchillo - y por lo tanto la representación de la verdadera fe - acabando por llevarse a la frente el dedo índice (dónde un muy buen observador que llegase a verla sin los guantes de su atuendo vería una pequeña marca grabada con el símbolo de su Orden).

Avanzó con decisión entre el gentío, sorteando con gracia a aquellos que no miraban por dónde pasaban. No le gustaba ese lugar, pero era una devota sirva de su fe y no contradecía nunca los deseos de la orden. Si la querían allí, ella quería estar allí. Su Comlog le avisó de que alguien requería acceso, pero ella no era nueva en eso. Nunca permitiría a una abominación del diablo infiltrarse. Volvería todo impuro. Es por ello que la ignoró por completo. Lo que no pudo ignorar fue el tirón que notó en sus ropas. Deteniéndose, bajó la mirada para encontrar el causante de aquello: un pequeño robot que proyectó la imagen de una muchacha que mucho se alejaba de las Reverendas a las que ella estaba costumbrada. Aquella muchacha parecía ser la personificación de demasiados pecados y para terminar de redondear la primera impresión sobre la mujer, su actitud era una falta de respeto absoluta. La Reverenda Bartosiewicz mantuvo una expresión pétrea e inexpresiva, igual que la que tenía grabada la imagen de la virgen que usaba para sus oraciones, hasta que la súcubo de ALEPH de pelo plateado terminó su discurso.

Amigas. ¡Amigas había dicho! ¿De verdad la creía tan necia? Agnieska no era una mujer de muchas palabras. Las palabras debían usarse sólo para dos cosas: orar o cumplir con los designios de su fe (lo que podía significar un discurso a un pecador, la pronunciación de un castigo divino o conversaciones que la acercasen a cumplir con la voluntad de la Virgen). En esos momentos podía aplicar dos de las razones.

Informa al Coronel de mi llegada. Descarga un mapa del lugar en el bot e indícame en él elcamino. Me lo llevo en nombre del Convento de la Observancia de la Misericordia.  - No era una pregunta, o una sugerencia. Era un hecho. Ahora ese robot pertenecía a la Reverenda hasta que no le fuese de más utilidad para cumplir sus deseos. No iba a dejar que esa hija del demonio entrase en su sistema de comunicación, epro necesitaba algunos datos. Utilizaría el pequeño robot hasta que pudiese traspasar la información que requiriese en un ambiente seguro.

La Reverenda volvió a retomar su curso con el pequeño bot tras ella. Ignoró absolutamente las colas formadas en frente a los controles de seguridad mientras tecleaba algo en su Comlog. Se colocó justo frente a la puerta y apoyó su mano en la pesada maquinaria, haciendo oídos sordos de las quejas de aquellos que esperaban, y cruzando con decisión.

Era una Reverenda. Su vida en una misión encomendada por Dios. Aquellos herejes no eran nadie a su lado. Agnieska no dudaba en su prioridad de paso pese a que nadie parecía compartir su opinión.

- Tiradas (1)

Motivo: Hacks!

Tirada: 2d20

Dificultad: 15-

Resultado: 6, 20 (Suma: 26)

Exitos: 1

Notas de juego

Por supuesto. Era de esperar. Cuándo los 1 son pifias, saco 1. Cuando lo son los 20, saco 20.

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27/11/2015, 10:52
Won Li

Won bajó de la nave tranquilamente, apagando el maloliente cigarrillo en un lateral de la compuerta de atraque y dejándolo caer al suelo despreocupadamente. Su mono amarillo sucio a penas destacaba en una bulliciosa estación como aquella. Claro que su discreción era muy concreta, parecía "ese tío de mantenimiento" necesario en cualquier estructura humana. Los robots i las inteligencias virtuales eran muy útiles, pero tarde o temprano un operario humano, con mono y engrasado, era necesario para arreglar eso que no funcionaba, discutir con alguien histérico porque la impresora no imprimía o, simplemente, para dar esos dos golpes que hacían que funcionara la máquina de café.

Un aviso de su viejo Comlog le hizo prestar atención a su muñeca, que proyectó un holograma en parpadeante verde fósforo de Melisa, que parecía una virgin ídol sacada de un MMORPG para ricos.

- Claro Melisa, lo que tu digas- respondió Won, con una sonrisa más falsa que sus ganas de ponerse a las órdenes de ese sucio Panoco del O12. Miró la larguisima cola y, como cualqueir ciudadano yuchino normal, se coló haciendo gala de un morro y un desprecio por la comodidad de los demás legendario entre su étnia. Dejo su mochila en la bandeja y, discetamente, activó el pequeño interceptor electronico que colgaba de su asa. Los delicados sistemas espaciales del O12 no eran tan robustos como los equipos militares yuchinos, así que deberían intereferir lo suficiente en la actividad del aparato para que, simplemente, no pudiera ver nada dentro de su equipaje.

- Tiradas (1)

Motivo: Sabotaje

Tirada: 2d20

Dificultad: 15-

Resultado: 19, 7 (Suma: 26)

Exitos: 1

Notas de juego

Joder vaya negra tenemos, no puedo gastar nada ¿no? Estoy mirando y pone que hay que declararlos antes de tirar. Si lo se gasto infinty...

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27/11/2015, 16:27
Melissa

Respondiendo a Alonzo Yañez de Mendoza:

-Lo siento mucho, Padre. Aunque formes parte del entramado de seguridad, no todas las armas están permitidas, ni siquiera para los agentes. Tampoco puedo proporcionarte los datos de la estación hasta que no se verifiquen tus datos.-Dijo, con un encogimiento de hombros y un leve resoplido, parecía como si a ella también le resultaba aquello tremendamente tedioso.

Al pedir Alonzo los trámites, la imagen que representaba a Melissa se puso a ojear unos libros que aparecían de la nada.-Muy bien.- Dijo al cabo de unos instantes.

Cuando el Padre-Caballero llegó al control y pronunció aquellas palabras, el funcionario no parecía muy convencido.-Melissa, comprueba eso.- Había susurrado, tras un segundo asintió con la cabeza. La pseudo-IA debía haberle respondido afirmativamente. Aún así no parecía muy convencido, pero la imponente figura de la armadura le hizo entender que lo más sensato era dejarle pasar. Al fin y al cabo todo lo demás estaba en orden y aquel hombre era un sacerdote ¿no?-De acuerdo. Puede pasar, pero habremos de confiscarle ese fusil. Podrá recuperarlo cuando abandone la estación. Disculpe las molestias y que tenga una buena estancia en la Estrella Vespertina.

Al momento de pasar el control, Melissa volvió a ponerse en contacto con el Padre.-Eso ha sido un tanto irregular, Padre Alonzo. Por favor no te metas en lios con esa espada. No me gustaría que me reprogramaran por esto.- Dijo, poniendo una adorable cara de pena.-Oh, y el Coronel Yorgos iba a venir a recibiros, pero parece que no va a poder ser. Pero me informan de que pronto vendrán a recogeros. Ten paciencia. -dijo sonriendo.


Respondiendo a Zahra Alizadeh

-Lo siento Zahra, no puedo proporcionarte esa información al menos hasta que pases por el control. Ya sabes, temas de seguridad. El Coronel Yorgos iba a supervisar vuestra llegada pero parece que le va a ser imposible, pero una ve pases el control alguien os recogerá.

Zahra pasó por el control tranquilamente. Las máquinas no notaron nada extraño y es que dispuesto en las zonas adecuadas, los cuchillos se confundían con huesos u otras partes del cuerpo. Después de revisar también su firma electrónica y porque estaba allí, la dejaron pasar sin apenas reparar en ella. Como cabría esperar.


Respondiendo a Agnieska A. Bartosiewicz

-El Coronel ya está debidamente informado y ha enviado a alguien a recogeros. No puedo darte más información hasta que al menos pases el control de seguridad. Y...-En eso momento computó lo que le acababa de decir la Reverenda. Tanto el holograma de Melissa, como el Mel-bot (que replicaba los movientos del holograma pero en una versión más pequeña y torpe) alzaron una mano en gesto de ir a replicar, pero parecieron pensárselo mejor. A los de mantenimiento no les iba a hacer gracia aquello. Pero Melissa había hecho una nueva amiga inesperada, ya enviaría otro robots a los ingenieros.-¡Vale! Voy contigo.- La IA, o al menos la partición que estaba prestando atención a la Reverenda, parecía muy contento. El robot la siguió moviendo rápido sus pequeñas piernas.

Agnieska se dirigió directamente al control sin esperar. Su expresión disuadió a cualquiera de siquiera acercarsele, incluido a los seguratas. Pero su intento de saqueo no surtió efecto. Y no sólo eso. Normalmente las máquinas simplemente confiscaban las armas e informaban a los funcionarios, sin hacer ruido ni montar escándalo. Pero en este caso no fue así. Algo de lo que llevaba Bartosiewicz en su equipaje no se parecía a nada de lo que los sistemas de seguridad tenían en sus registros por lo que un pitido bastante estridente empezó a salir de los aparatos, llamando la atención sobre ella.

-Disculpe.-Le dijo el funcionario que tenía en frente, el cual se tomó un instante para mirar sus datos.- Señorita Bartosiewicz. Hay algún problema con su equipaje y deberá ser revisado a conciencia. Por lo demás su firma digital es correcta, por lo que puede acceder si quiere y recuperar su equipaje más tarde.- Bajo ellos, Mel-bot estaba cruzado de brazos, negando con la cabeza con aire enfurruñado.


Respondiendo a Won Li, le informó también de que vendrían a buscarles en breves tras pasar el control. Control el cual descubrió sus armas y demasiado tabaco como para una sola persona. Won Li había pensado que aquellos sistemas serían peores que los equipos yuchinos militares...pero es que eran equipos yuchinos militares. Aquella estación era una colaboración internacional y esa era una de las cosas que había realizado la industrias del Estado Imperio.

Lo dejaron pasar pero con el equipaje algo más vacío.

A poca distancia del control, Aurelia Cardoso, la periodista que había sido la primera en retransmitir sobre la llegada de los Tohaa, retransmitía su programa. No era Go Go Marlene, pero no se le quedaba muy atrás.

Notas de juego

En el caso de Alonzo. Ha tirado un dado extra por lo que se añade 1 de Tensión a la pila. En principio ha sacado dos exitos, pero como además ha sacado un 1 y tiene la habilidad enfocada, genera otro éxito adicional. Esto hace un total de tres éxitos, con lo que sobra 1 y genera uno de Impulso. Pero también ha sacado un 20, lo que es una pifia. Como ha realizado la acción, en vez de representar la pifia, voy a agregar dos puntos de Tensión a la pila.

Es decir, el Padre Alonzo ha almacenado 1 de impulso y ha agregado 3 puntos de Tensión a la pila.

Se queda también sin el fusil combi.


En cuanto a Zahra. Ha gastado un punto de Infinity lo que unido al enfoque en Infiltración implica que ha sacado tres exitos. Por lo que consigue realizar la acción y además genera 1 de impulso. Eso si, pierde un punto de Infinity (aunque estos se recuperan con el tiempo).


Agnieska ha pifiado sin miramientos xD En este caso no he decidido guardar los dos puntos de tensión y la pifia se resume en que en aparte de quedarse sin armas, ha llamado un huevo la atención. Y al menos no se han coscado de su intento de hackeo...


de Melisa, que parecía una virgin ídol sacada de un MMORPG para ricos.

xD

Sí, yo diría que la descripción es bastante adecuada.

Joder vaya negra tenemos

Estáis en la estación que funciona como base de operaciones de los ejércitos humanos en Paradiso ¿que esperabais? xD

no puedo gastar nada ¿no? Estoy mirando y pone que hay que declararlos antes de tirar.

En efecto ya es taaarde.

  Agnieska A. Bartosiewicz Alonzo Yañez de Mendoza Vera Heant Won Li Zahra Alizadeh
Impulso 0 1 0 0 1
P. Infinity 3 3 3 3 2
Tensión
3

Cuando postee Vera ya os pongo más cositas.

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27/11/2015, 21:32
Vera Heant

Caminando en dirección a la zona civil, los más de 2 metros de la mercenaria ariadna y su aspecto feral (así como su serio rostro) le servían para abrirse camino por la estación, haciendo que la gente se apartase por temor. Si alguien se tropezaba con ella, un gruñido y una mirada solían hacer que la persona interrumpiese su protesta y se retirase. 

A mitad de camino, notó un pitido en la gruesa pulsera tecnológica que llevaba en la muñeca. Un modelo antiguo y anticuado popular entre las milicias de su planeta. Vaya, ¿una comunicación tan pronto? Retiró de un bolsillo del pantalón una especie de tapón para el oído, que resultaba ser un microauricular de plástico negro que hacía las veces de casco y que amplificaba las vibraciones de su tímpano y garganta para recoger y enviar su voz al dispositivo de su brazo. Era muy cómodo, ya que era moldeable y se adaptaba bien a la peculiar forma del oido de Vera. Tan pronto como se lo puso, estuvo a punto de quitárselo.

Una voz demasiado aguda y chillona para su gusto hizo que el dolor de cabeza se revolviese en su cabeza. El gruñido similar al de un animal, los colmillos prominentes y los tacos en ruso hicieron palidecer a un civil que pasaba cerca de ella. Observó cómo la superficie del primitivo comlog formaba la imagen de una chica adolescente de rasgos exóticos. Sus parloteos y su acento meloso la irritaban un poco, aunque los rasgos élficos le causaron algo de sorpresa.

-¿Qué mierda de ir sin armas es esa? -dijo a la IA.

Ahora miraba con cara de pocos (aún menos) amigos el checkpoint que habían instalado para la seguridad del embarcadero espacial. Cuando llegó al puesto de seguridad, dejó caer pesadamente la mochila con sus armas, y miró al tipo que iba a recogerlas, poniendo sus brazos en jarra desde arriba.

-Tengo que pasar al otro lado. -dijo con tono de alguien molesto. Un ligero olor a whisky de la noche anterior y el reciente trago se desprendía de su aliento.

 

 

 

 

- Tiradas (2)

Motivo: Intimidación

Tirada: 2d20

Resultado: 21

Motivo: Intimidación

Tirada: 2d20

Resultado: 17, 7 (Suma: 24)

Notas de juego

No sé muy bien por qué tirar exactamente. He hecho dos tiradas porque la primera la hice sin desglosar. Disculpa.

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28/11/2015, 23:20
Melissa

Melissa respondió a Vera en la misma linea que al resto.-Lo siento, Vera. Pero aunque vayas a pertenecer al equipo de seguridad, no todas las armas están permitidas.- La IA parecía algo molesta ante los modales de la ariadna.

El enorme mestiza se había abierto paso sin nadie que se atreviera a interponerse, eso sí, sólo hasta que llego al control. Allí tuvo la mala suerte de encontrarse con otro ariadno, un merovingio concretamente. Las naciones se habían asegurado de tener gente de los suyos en todas partes, hasta en los puestos más irrelevantes. Si no hubiera traductores cuantrónicos aquello sería un caos (y de hecho había problemas de coordinación) pero tenía sus ventajas para momentos como aquel. El merovingio no se echó atrás ni un palmo ante Vera, cosa que sí había hecho la gente de alrededor, no era la primera vez que veía a un mestizo. De hecho, había visto actuar a los Loup Garou en Amanecer.

-Como todos, pero eso no depende de usted.- Dijo con marcado acento francés y casi escupiendo las palabras. No le gustaban los mestizos, eso estaba claro. Vera podía pasar, pero sin sus armas.

Justo en ese momento se acercaba directo al grupo un hombre trajeado cuya identificación (tanto física, como en los dispositivos de realidad aumentada) lo mostraba como un agente del Bureau Noir.

 

Notas de juego

No sé muy bien por qué tirar exactamente. He hecho dos tiradas porque la primera la hice sin desglosar. Disculpa.

Si te digo la verdad yo tampoco. Parece que no hay una habilidad de intimidación como tal, así que para achantar a alguien mediante tu físico lo suyo sería tirar constitución (incluso una tirada enfrentad de constitución vs voluntad).

En cualquier caso no has sacado dos éxitos así que tus armas quedarán confiscadas ^^

 

A todos, dejo un par de días por si queréis añadir algo antes de que vengan a recogeros.

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29/11/2015, 04:06
Alonzo Yañez de Mendoza

El padre-caballero pasó el control sin rechistar, dedicando al personal de seguridad una cálida sonrisa y un amable asentimiento. Descargó en su ComLog el resguardo del deposito de su arma para reclamarla a su salida de la estación y caminó hasta un pequeño oasis de calma.

Sonrió al caer en la cuenta del mohín de disgusto de Melissa.

- Solo si me llamas Alonzo, Melissa.- Descartó con un gesto los futuros problemas.- Y no te preocupes, Melissa, asumiré cualquier responsabilidad... No permitiré que te reprogramen por un error administrar...

El estridente sonido de las alarmas de uno de los puestos de análisis del control interrumpió al caballero, que se giró sobre los talones y trato de localizar el origen de tanto alboroto. Frunció el ceño, al distinguir los característicos ropajes de las Reverendas Moiras en medio de aquel revuelo de agentes de seguridad.

Mientras se acercaba discretamente hacia el puesto de control, Alonzo  ladeó ligeramente su cabeza y subvocalizó una nueva petición al sistema.

- ¿Que sucede, Melissa? ¿Algún problema serio?

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29/11/2015, 09:22
Vera Heant

Vera frunció el ceño y arrugó la nariz ante la contestación y actitud del guardia. Se acercó al tipo, que no se movió un apice del sitio y le devolvió la misma expresión, y le dio toquecitos en el pecho con una afilada garra:

-Más vale que nadie haya tocado mis armas a la vuelta o tus amiguitos de aquí no te protegerán tu culo.

Ariadna se alejó unos pasos mientras veía con desagrado cómo ponían a buen recaudo sus pertenencias. 
он должен был быть мудаком (un gilopollas tenía que tocarme ...) Aunque era fuerte y podía hacer bastante daño, se había acostumbrado a llevar algún arma, y se sentía extraña y algo indefensa sin ellas, con lo que estaba algo más tensa de lo habitual. Tener una resaca de mil demonios tampoco ayudaba al asunto. Se arrepintió de no haber tomado otro trago de alcohol. Quizás podría agenciarme algún vaso de vodka de camino. -Hey, niña -dijo refiriéndose a la IA-, ¿dónde está el bareto más cercano?.

Justo apenas estaba escuchando la respuesta de Melissa cuando observó un tipo vestido con un uniforme que gritaba a todas luces su ingreso en el Bureau Noir.

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29/11/2015, 11:00
Agnieska A. Bartosiewicz

La Reverenda se detuvo, y si no fuese porque sólo tenía dos registros de expresiones faciales - apática, que le daba un aire serio e intimidatorio, o totalmente fuera de sus cabales en nombre de Dios - habría arqueado las cejas al oír el pitido. Miró su Comlog preguntándose qué había pasado, porque algo tan sencillo no había funcionado. ¿Habría algún circuito dañado? Debería revisarlo más tarde. Miró al agente de seguridad con su expresión "uno" del registro. ¿Cómo que no iba a poder pasar su equipaje - su minúsculo equipaje, pues las Reverendas no sólo tenían dos propiedades: su atuendo y sus armas, ambos regalos de la Virgen para que cumpliesen con sus deseos. El resto era todo de la orden y las Reverendas no solían cargar con prácticamente nada extra.

Cuando el fin llegue a tus días, suplicarás misericordia, pero has cometido el pecado de ofender a la Virgen de la Misericordia al tratar así a una sus siervas. Cuándo el fin llegue a tus días sólo habrá dolor, miedo y soledad, y arderás toda la eternidad en el infierno de los pecadores y herejes. Y en cada momento de agonía recordarás este día y estas palabras, y desearás haber servido a los deseos de Dios en lugar de detener a su sierva. - dijo la Reverenda sin subir el tono de voz, con un tono gélido y una convicción tan ciega que hasta el más ateo habría dudado y una gota de sudor le habría recorrido la nuca.

La Reverenda se fijó en que el pequeño Bot nacido de las manos herejes de ALEPH parecía estar tan contrariado cómo ella. No supo cómo interpretar aquello. Un robot no podía ser religioso y convertido a la verdadera fe, no entendía porqué éste actuaba de ese modo.

La Reverenda empezó a dejar sus escasas pertenencias en el lugar indicado, pero antes de que se lo llevasen recogió dos objetos: la figura tallada de su Señora y una pequeña caja opaca de la cuál no se veía su contenido.

Necesito ambos para mis oraciones. No pueden negarle a un visitante el ejercer su fe.

 

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29/11/2015, 22:07
Won Li

- Bén dán, chōu nǐ mā de bī- se quejó Won, al comprobar que su equipaje estaba libre de su pistola de asalto y su lanzallamas. Así no había forma de trabajar. Esperaba que murieran todos los tipos que debía proteger. Y él también. ¡Ja! Cómo se iba a reír desde la tumba. "¿Porque no dejamos que el bueno de Won Li hiciera su trabajo? ¿Porque fuimos tan idiotas?".

Se encaminó hacia el punto de encuentro con el tal Yorgos ignorando a Melisa.- Joder Melisa, así no hay quien trabaje.

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29/11/2015, 22:24
Melissa

El funcionario que tenía delante Vera se apartó sin acobardarse...demasiado, porque aunque su expresión era desafiante, se pudo ver como tragó saliva. 

-En el interior hay zona comercial. El bar mar cercano se llama Las Puertas del Edén y sus ventanales proporcionan una impresionante vista del planeta Paradiso. Pero...-La imagen de Melissa en el comlog hizo como que la ojeaba de arriba a abajo.- Hay otro local regentado por ariadnos llamado Madre Patria que puede ser más de tu gusto. Pero creo que no es el momento para ello, Vera.- Comentó la IA, en un tono como el de una madre que veía salir a su hijo de fiesta cuando tiene exámenes.

A pocos metros de allí, el funcionario que estaba con la Reverenda se encogía cada vez más ante el rapapolvo que le estaban echando. Aún así el hombre cumplía con su trabajo.- Lo siento Hermana, pero la máquina ha emitido una orden de registro intensivo y no podrá llevarse nada hasta que se realice.

A sus pies el Mel-bot hizo un gesto como de poner los ojos en blanco junto al holograma de Mel que comentó...-La seguridad es taaan tediosa.

Mel también respondió al Padre Alonzo.-La maquinaria ha detectado objetos no identificados en un equipaje. Pero no hay ningún problema con la identificación del propietario. Seguramente será inspeccionado y devuelto más tarde.

Al comentario de Won Li el avatar de Melissa se limitó a encogerse de hombros como diciendo "así es la vida".

Notas de juego

Agnieska...si no hubieras pifiado todavía habría colado...pero no, no cuela xD

PD: viene otro post.

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29/11/2015, 22:33
Agente del Bureau Noir

El agente del Bureau, aparte de ir trajeado completamente de negro, no llamaba en absoluto la atención. Un personaje algo anodino. Quizá lo ideal para su trabajo. Fue reuniendo a aquellos que habían pasado el control y se situó cerca de donde estaba la reverenda para informarla también cuando saliera.

-Hola a todos y bienvenidos a la Estrella Vespertina. Debo decirles que el Coronel Yorgos lamenta mucho no estar con ustedes, pero en estos momentos está coordinando la seguridad de la firma del Tratado de Contacto Humano-Tohaa. Acto al que ustedes están invitados.-Mientras hablaba, los comlogs hicieron sus respectivos sonidos anunciando la llegada de nuevos datos, salvo el de la reverenda.-El Coronel debe haberles autorizado y ahora dispondrán de un mapa público de la estación y de las indicaciones necesarias para llegar a la Esfera Arco de Plata, lugar donde se celebra el acto. Empezará dentro de poco.