Partida Rol por web

Daemoniorum Eventa in Salmantica

Buscando al judío - Escena de juego

Cargando editor
30/12/2022, 10:56
Pedro Sotelo

¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!! 

¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!! ¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!! 

Los gritos de Sotelo era terroríficos en mitad de aquella fría noche.

- Tiradas (2)
Cargando editor
30/12/2022, 11:02
Pablo de Bracamonte

PNJOTIZADO.

Aquello era mandado por don Lope. Siempre había esquilado ovejas, pero otra cosa era desollar un conejo o una liebre, cuanto menos a un hombre. Vi un poco aterrorizado cómo el cazador, más entrado y acostumbrado en esas lides, comenzaba a retirar la piel del cerero. Los gritos en mitad de la noche era horripilantes. El pastor se acercó al cerero.

¡Hablad! ¡No sean que os arranquen toda la piel y no sólo la que ya está fuera! -le dijo-. Sin embargo, el cerero no soltaba prenda, tan sólo podía gritar y gritar.

Por su parte, don Lope no dejaba de mirar, a la luz del candil, cómo la piel era levantada por el afilado cuchillo del cazador. Miraba impasible, como si no tuviera corazón.

Cargando editor
30/12/2022, 11:03
Hombre alto

Mujer, no conseguiréis hablar con ese hombre... -se refería al cerero-. Muerte hemos dado a sus secuaces, pues sus mentes están corrompidas. Si me lleváis a la posada y me dejáis allí, os diré todo lo que sé. Eleazar será pronto... invencible -aquel hombre no negociaba con Julia desesperadamente como muchos haría ante la situación desesperada, sino que lo hacía tranquilo, muy consciente de su situación-. Don Lope no parecía haber prestado atención a estas palabras, sino que estaba atento a la actuación de Ignacio con el cuchillo.

Cargando editor
30/12/2022, 11:03
Lope Girón Fernández

Seguid, Ignacio... -le ordenó-; estas gentes lo pagarán muy caro... -el rostro inanimado, excepto para hablar, de don Lope era impasible, indiferente ante el doliente-.

Notas de juego

Julia, he tirado por tí, con la misma tirada (pues también considero el malus para el tipo del suelo), para agilizar el juego. También he PNJotizado a Pablo y la suerte ha decidido su acción.

Ignacio: puedes seguir torturando, si así lo estimas, al cerero. De hecho así lo quiere el jefe. Seguís en mitad de la noche. Os toca. 

Ah, por cierto... haced con el d100, junto a vuestro post escrito, una tirada de Escuchar (o PER).

Cargando editor
30/12/2022, 14:30
Julia Brito

Ante lo dicho por el hombre moribundo, asentí y me levanté del suelo. Me acerqué a don Lope, sin mirar a lo que pasaba con el cerero. Ni tenía estómago para verlo ni ganas de ver las caras a los otros dos. Como compañeros ya dejaban mucho que desear, viendo lo sádicos que se habían vuelto. El mal corrompe y ellos se habían dejado pervertir, así como mi noble señor.

-"Don Lope, parad esta carnicería y escuchadme. Este moribundo está dispuesto a contarnos todo si le acercamos a la posada. Seguramente no sobreviva a las heridas sufridas y obtendríamos información fidedigna. El cerero parece que no va a cantar, tiene la mente enloquecida y enferma." Le dije en su oído.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Este fin de semana estaré también alejado de C. Umbría, así que hasta el domingo noche o ya el lunes por la tarde no estaré de vuelta. ¡Feliz año nuevo!

Cargando editor
30/12/2022, 14:43
Ignacio Durango

Aquello no era como desollar a una liebre, aunque malvado era un ser humano, y sus gritos le resultaron difíciles de soportar a Nacho.

Cuando escucho las palabras del tullido, vio una oportunidad de terminar con aquella carnicería, les darían la información, sin necesidad de continuar con la tortura. Pero Don Lope, no parecía querer que parase.

-Señor, no veo necesidad de continuar, ya que obtendremos la información del herido. Tal vez, podáis acabar con la vida del cerero, es un mal hombre que merece la muerte.- Y espero a ver la reacción del noble, asqueado de tener que torturar de aquella forma a un ser humano, aunque de un mal bicho se tratase. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
02/01/2023, 21:54
Lope Girón Fernández

Escuchó don Lope las palabras de Julia, habladas al oido, mientras Ignacio trataba de recomponer la opinión de vuestro pagador con respecto a la tortura. El noble se giró, dejando que el cazador vigilara al cerero, y dio unos pasos atrás, agachándose hasta donde estaba el corpulento inmóvil. Entonces le miró, pero no le dijo nada. Era como si don Lope estuviera sopesando el trato, como si tratara de discernir la veracidad de aquellas palabras.

Andemos pues, con él ,hasta la posada... haremos unas parihuelas y lo llevaremos, pues el desgraciado no puede andar... -afirmó-. En cuanto dijo ésto, desenvainó su espada de nuevo y atravesó de parte a parte al cerero. El arma del noble salió por la espalda de aquel tipo, matándolo en el acto, ante los ojos de los presentes, en especial de Ignacio, justo a su lado. Así será mucho mejor para este mundo -sentenció-.

* * *

No tardásteis en recoger algunas ramas y hacer una especie de camilla, utilizando también las prendas del encapuchado yaciente, y tras helaros las nalgas, piernas y brazos en aquel claro, hubísteis de llevar en volandas a aquel tipo. Sólo esperábais que la posada no estuviera lejos.

Tras unos diez minutos de marcha por la vereda de Tio Pinto, y ya inmersos en pleno bosque del Amarrado, escuchásteis unos crujidos aquí y allá. Algunas pisadas cerca, otras no tanto. Seguramente alimañas. El caso es que no detuvísteis más la marcha, pues la noche era ahora cerrada, y el viento azotaba vuestros cuerpo, helando vuestros huesos.

Un pequeño rato después, salísteis del bosque y enseguida vísteis una construcción. Tejado, muro bajo y un par de tejados. Debía ser la posada. Caminando con la parihuela y aquel hombre sobre ella (incluso ayudó a transportarlo don Lope, cosa inaudita), llegásteis a la posada.

Podíais ver ahora una entrada en el muro, un edificio principal de dos plantas, una cuadra anexa al edificio principal, y adosada a éste un torrecilla (que sin duda albergaría alguna que otra sala o habitación). Tras entrar por el acceso (que tenía las puertas abiertas, por cierto), llegásteis al patio delantero, que albergaba un pozo pequeñito (ver dibujo). Delante estaba la puerta de entrada principal del edificio.

No obstante, no escuchásteis nada dentro, ni vísteis luces algunas a través de las ventanas.

Nada.

Ignacio... id a ver, os lo pido -ordenó don Lope-. Harto extraño es esto, ni carruajes ni viajeros, ni antorcha, luces o rumores dentro de los muros. Tened cuidado y decidnos algo enseguida. Julia, vos id a mirad esas carretas, quedaremos aquí Pablo y yo con éste sujeto...

Notas de juego

No  notáis presencia en la posada. Está, según miráis desde fuera, como vacía.

Cargando editor
03/01/2023, 12:28
Ignacio Durango

Aunque con desgana, Don Lope accedió a tratar de sacarle la información al tullido, y dejar de torturar al cerero. Pero no sin antes matarlo de una certeza estocada. Y no era algo que lamentase, aquel era un tipo de la peor calaña, algo que era mejor que estuviese muerto para que dejase de hacer daño.

Luego, con el frío creciente improvisaron una camilla para llevar al tullido hasta la posada. Para cuando llegaron, estaban helados, y allí no parecía haber nadie. Algo había pasado en el lugar, y no sabían de que podía tratarse. Don Lope le ordeno que se adelantase y tratase de averiguar que ocurría, así que dejo la camilla y saco el arco.

Se acerco a la posada y entro en su solitario patio, atento a cualquier movimiento o ruido que le indicase la presencia de alguien.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Menudas tiradas, que mala suerte. 

Cargando editor
03/01/2023, 22:47
Julia Brito

Me llevé la mano a la boca cuando don Lope atravesó el pecho del cerero. ¿Acaso estaban todos volviéndose locos? Me di la vuelta, no quería mirar cómo se desangraba ese maldito cerdo, tampoco su rictus de sorpresa. Al rato, ayudé a fabricar unas parihuelas y recostamos en ellas al tipo moribundo. Pesadamente y medio a oscuras, marchamos a través del bosque hasta dar con la posada. Esta estaba desierta, por lo que se veía: ni luces, humo en el hogar, ni caballos. Con el farolillo en una mano asentí a las palabras de don Lope y me acerqué despacio hacia las carretas y la cuadra. Si eran de alguien, seguramente los caballos estuvieran paciendo en el establo.

Cargando editor
04/01/2023, 20:09
Director

Entrásteis despacio en la posada, y el cazador Ignacio se acercó al edificio principal. Arco en mano, éste se percató de que la puerta principal estaba abierta en una rendija, por lo que una pequeña patadita fue suficiente para empujar la madera y hacer que se abriese. Del interior salió negrura únicamente. Se asomó entonces Ignacio, y al dar un pequeño paso se trastabilló un poco, dejando a la par descubierta toda discreción posible. Tampoco pudo escuchar nada, aunque... eso sí... olía falta. Un olor nauseabundo inundaba sus fosas. Ninguna luz entraba en el interior de la posada al ser plena noche, por lo que explorarla sería, de momento imposible.

Y es que la única fuente de luz la tenía Julia, la cual se acercó a la cuadras, donde descansaban delante de su puerta un par de carretas. Las cuadras estaban también entornadas, y sus puertas se mecían por algo de viento. Ella pudo ver, dando unos pasitos más, la paja que asomaba ya desde el borde de la cuadra, y sobre la paja había sangre... mucha sangre. El olor era también nauseabundo, tal vez igual que lo que notó Ignacio dentro del edifcio. La luz de su candil, una vez ella iluminó dentro, advirtió los restos de dos bestias, caballos "al parecer", que estaban destrozados lo suyos cuerpos; devorados vilmente, sus restos estaban esparcidos por allí, y apenas se notaba cabeza en ellos, pues destripados y abiertos en canal andábanse... No sabía entonces Julia si aquello era obra de hombre o de Maligno, pues ningún lobo u oso podría derretir la carne de un caballo como si fuera mantequilla, cosa que les pareció tras ver aquella fatal escena*.

Don Lope aguardaba con el preso en mitad del patio.

Notas de juego

Julia, tirad 1d100 por Templanza. Si no lo superáis, vomitaréis de lo asqueroso de la visión.

Ignacio está asomado en la puerta del edificio, y sólo nota el olor nauseabundo dentro (dentro está todo a oscuras). Ignacio, además, no escucha nada (pifia sin consecuencia).

Lope y Pablo, el jefe, esperan en el centro patio. La sensación no es sólo de abandono, sino de m _ _ _ _ e.

;)

Cargando editor
05/01/2023, 10:39
Ignacio Durango

Al llegar al edificio principal, se percató de que la puerta estaba ligeramente abierta. La empujo con el pie, pero resbalo en algo que había en el suelo, haciendo gran ruido. Dentro el olor era insoportable, algo muy malo había ocurrido allí, más la oscuridad era total, y sin luz nada más podría saber de lo que había en aquel lugar.

Asqueado por el olor, y aguantando algunos vómitos, volvió donde esperaban Don Lope y Pablo.

-Algo terrible ha tenido que ocurrir en este lugar, no he podido ver nada, ya que la oscuridad es total. Tampoco nada he escuchado, pero si he tenido que soportar un terrible hedor. Si vamos con luz, podremos ver lo que ha ocurrido, pero mucho me temo que de algo macabro ha de tratarse.- Les dijo, mientras trataba de apartar aquel hedor, olor a muerte y descomposición. Un olor terrible, de los que se tarda en olvidar. 

Cargando editor
06/01/2023, 12:31
Julia Brito

Nada más entrar a las cuadras, me llevé la mano libre a la nariz, debido al hedor a podredumbre y muerte que había en el lugar. Los restos de lo que parecían ser caballos estaban diseminados por todas partes, cosa que me revolvió el estómago y vomité sin pudor alguno en el suelo. No pudiendo aguantar la escena, de tan macabra que era, salí despavorida de allí para tomar aire fresco, aunque alguna vomitona más salió de mi pobre cuerpo. Al llegar a donde estaban los demás, yo con la cara pálida, les conminé a irnos cuanto antes de este lugar.

-"Ahí dentro han echo una matanza con los caballos. Están destrozados y hay sangre por todos lados. ¡Debemos de irnos de aquí cuanto antes, mi señor!" Le supliqué a don Lope.

Estaba asustada y tenía mal cuerpo. No me apetecía pasar la noche en un sitio donde había pasado una masacre o vete tú a saber. Algo demoniaco flotaba en el lugar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me he equivocado al poner el valor de Templanza en Dificultad y lo he puesto en Modificador, pero me quedo con el resultado: 81, así que fallo.

Cargando editor
08/01/2023, 20:25
Director

Don Lope observaba unas varas atrás al cazador y la curandera, y se alertó al escuchar las advertencias de ésta. No entendía cómo otro nuevo evento (sangre, muerte en el establo y hedor, según Ignacio, dentro de la gran casona) le impedía llegar hasta ese Eleazar, de quien dependía la herencia suya, procedente de su padre.

Cargando editor
08/01/2023, 20:26
Hombre alto

El mal está ya aquí... -dijo entonces el hombre, que seguía postrado bocarriba en la parihuela, sin poder moverse-. Los acólitos del judío y su gran mal han atraído las criaturas de la oscuridad... y temo que sean las primeras de muchas más... Lo que ese está oliendo -se refería a Ignacio, a quien divisaba delante dela puerta desde su improvisada cama-, es el olor a la muerte. Hemos de irnos o seremos parte de esta pintura con sangre...

¡Coughh! ¡Cougghhh! -alguien comenzó a toser en el interio de la posada-. Ignacio entendió que venía de dentro, de las cocinas o de algún lugar apartado de la entrada-.

Vámonos de aquí -repetía sereno, pese a no poder mover musculatura de extremidades-. Entended lo que os digo -le decía a don Lope-.

Cargando editor
08/01/2023, 20:27
Lope Girón Fernández

Entonces el noble se agachó, junto a la parihuela.

¿¡Dónde está Eleazar!? -le gritó lleno de ira mientras le cogía por las solapas de las prendas-. 

¡Ayuda! ¡Ayudaa! -la tos fue tornada por pequeñas voces de dolor y súplica. alguien pedía auxilio ahí dentro-.

¡Hablad! -volvió a gritar el noble, y entonces le golpeó el rostro con el puño cerrado, con total ventaja, y el hombre corpulento comenzó a sangrar por la nariz, aunque no se quejaba, sino que mantenía la compostura y semblante-.

Notas de juego

Julia, con tu siguiente post tira 1d100 por Elocuencia (bonus de +25%) para tratar de convencer a don Lope de alejaros de allí. Parece obcecado con ese hombre y sus aún no visibles respuestas. Os toca.

Cargando editor
09/01/2023, 18:46
Ignacio Durango

La situación se les estaba escapando de las manos por momentos. Don Lope parecía demasiado obsesionado con encontrar a Eleazar y estaba golpeando al único que nos podía aportar información. Pero lo que aquel hombre había contado era poco meno que terrible, como así era la situación en aquel aciago lugar al que en mitad de la noche habían llegado.

-Don Lope, contrólese por favor, es la única persona que nos puede dar algo de información.- Dijo con respeto al noble. Y a continuación, se acerco un poco hasta la puerta, desde donde se escuchaban aquella tos y aquellas peticiones de ayuda. Con el hedor que de allí salía, no se atrevía a entrar, por miedo a quedar emponzoñado y muerto por algún mal aire. Pero no podía dejar de tratar a quien quiera que estuviese en apuros. Así que desde fuera llamó a los que habían pedido ayuda.

-Si hay alguien ahí dentro, salga y trataré de ayudarle en lo que pueda.- Sintiéndose cobarde por no atreverse a entrar, no quería ni pensar en lo que podría haber en el interior del edificio. El olor era simplemente insoportable. 

Cargando editor
09/01/2023, 21:41
Julia Brito

Cada vez estaba más ido do Lope. Cuanto más tiempo pasaba sin dar con el judío, más se le iba la cabeza al pobre. Ahora golpeaba al moribundo sin piedad, sin pensar en sus actos. Ignacio intercedió por el bandido, pero su señoría no le hizo caso.

-"Díganos lo que sabe de Eleazar si no quiere terminar vapuleado por mi señor y abandonado en este lúgubre sitio." Le dije al malherido.

No quería contrariar a don Lope, y más en el estado en el que se encontraba, así que pensé en convencer al malnacido que nos había atacado, a ver si nos contaba lo que sabía. Al no ver respuesta a mis palabras, me acerqué junto a Ignacio a la entrada de la posada para ver quién pedía ayuda. Alumbré con el farol el interior del establecimiento.

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/01/2023, 10:40
Hombre alto

Trataba de Ignacio de detener las violentas acciones de don Lope. Por un instante se detuvo, y después Julia trató de convencer al malherido, allí postrado en medio del patio.

Creemos que... -comenzó a decir, ensangrentado por el puñetazo del noble, quien ahora había parado en seco- Eleazar celebrará una misa negra en una iglesia de Salamanca, pero no sabemos, por ahora, en qué templo en concreto -de los tantos que había en aquella ciudad-. Por eso quería al cerero, quien le proporcionaba velas de invocación... Tomén es ese que grita ahí dentro... Él son nuestros ojos y oídos en estos caminos. Seguro que sabe en qué lugar se celebrará la vil reunión...

Se refería a aquella voz joven que pedía auxilio. Sin embargo, Ignacio no obtuvo respuesta.

Sáquenle de ahí, tal vez él pueda contaros más.  -le faltó decir un "os lo ruego", pero aquel hombre no era sino un fanático ahora impedido de piernas y brazos-. De lo contrario, será mejor marcharnos de aquí...

Notas de juego

Bueno Julia, no hace falta tirada. Está más que vencido y os ha contado algo más.

Cargando editor
10/01/2023, 18:22
Ignacio Durango

Tras escuchar las palabras del herido, al que Don Lope había dejado de vapulear, más por las palabras de Julia que por las suyas. A Nacho no le quedo ninguna duda de que a pesar de los pesares, debía entrar en aquel macabro e infestado lugar, y tratar de sacar al tal Tomén.

-No era lo que quería, pero entraré a por Tomén, pero antes déjame el farol Julia que entrar a oscuras no puede salir bien.- Espera a tener el farol, y entra con cuidado en el interior del hediondo edificio. Tapando su boca y nariz con un pañuelo. 

Cargando editor
10/01/2023, 21:33
Director

Notas de juego

Concrétame, Ignacio, si llevas contigo algún otro arma que no sea el arco (ya que el farol y el arco no son compatibles ;D)