Partida Rol por web

- Primera Isla -

- Hotel Mirai -

Vieja Cabaña

Cocina
La cocina contiene todo lo necesario para preparar, cocinar y servir solo lo mejor de la Isla Jabberwock.

Llegáis a la Cocina.

Se estiró las manos, crujió su cuello. - Bueno, bueno, Uma Yugana-chan... Ahora estás en mi terreno, llevo toda la vida haciendo tortitas ¡no vas a ganarme esta vez! ¡Y tú! - señaló a Nanako. - ¡Prepárate para engordar unos cuantos Kilos, porque cuando me pongo a hacer tortitas nunca paro!

Rió de forma malvada, frotándose las manos... Hasta que su mirada se cruzó con la de B-Rabbit. Aunque le había dicho que era broma lo del brazo, que se hubiera juntado con "2Normie4BeingAnUltimate" le hacía pensar que estaba compinchada con la Master Mind secreta. ¡Ya habían descubierto que uno era el malo, bien podía haber otro!

Su tono se puso serio y lento, después de esa mirada, de hecho el único que le superaba en lentitud y escueto era Ízan, al cual le dirigió la palabra. - Ízan. Ingredientes.

Izan pareció algo sorprendido al escuchar a Yoshimatsu pedirle los ingredientes. No, en realidad no lo hizo. Lo miró con la misma expresión de inexpresividad que hasta ahora había tenido.

—Uh... —Ízan pareció dudar por unos instantes— Sí... ¿qué necesitas?

Oh... - contestó a su compañero, el pasa ingredientes. - Cosas para tortitas. - comentó escueto, el chico, mirando de reojo de vez en cuando a B-Rabbit, con miedo. - Fresas y nata, también.

Vale te ayudo a buscar. 

​​​​​​Me voy directamente a la nevera ya que es el lugar más posible en el que estén al menos las fresas y la nata.

Llega a la cocina, viendo el espectáculo que hay buscando ingredientes.. Le ruge la tripa, por tanto, no piensa en hacer otra cosa que esperar sentada, a que terminen, puesto que cocinar nunca fue su fuerte... A veces, nota que Yoshi, la mira de reojo con una cara rara, ¿por qué será? piensa en silencio.. Mientras espera a ver si realmente hacen algo rico, sobre todo Yoshi, que tanto dice que sabe hacer tortitas... 

 Uma miró seriamente a Arai, el cual la estaba desafiando con total desfachatez. Eso solo haría la victoria incluso más dulce, pensó la competitiva jinete. Más dulce que los pasteles que ella estaba a punto de hacer. Veía como sus compañeros empezaban a colaborar con el pastelero. Eso no le preocupaba en lo absoluto: tuviera ayuda o no... Uma Yugana siempre ganaba. Hubiese apreciado compartir la victoria, pero también esta acostumbrada a ser la única en el podio.

- Ay Arai-san... Ayarai... ayayayarai... pocas personas han probado mis pastelitos y han sobrevivido por el inmenso goce que provocan. Solo prométeme que serás un digno adversario y que aceptarás la derrota con la frente en alto. Yo lo haría si pudiera... ¡pero soy un repelente natural a la derrota!

 Y sin más, Uma se dedicó a la confección de sus pastelitos. Era difícil determinar cuánto de lo que decía Uma era verdad y cuánto no, pero lo cierto es que su determinación no tenía límites. Fue a buscar los ingredientes en los refrigeradores sagazmente, para luego depositarlos en la mesa y empezar a hacer la masa.

Perro ladrador... - dijo el chico justo antes de suspirar y ponerse a cocinar con los materiales que le habían pasado entre Akira e Ízan. Trabajaba muy rápido, muy diestro, a penas podían verse sus manos un segundo, pues solo pararon unos segundos cuando comprobó que efectivamente las tortitas se estaban haciendo bien esponjositas en la sartén. Cortaba, amasaba, echaba cosas por un lado y por otro ¡incluso preparó un café de mientras! Una vez terminado su trabajo, Akira le acercó la última fresa, bien fresca de la nevera y con algo de nata por encima. Miró con superioridad a Uma Yugana, esperando su reacción tras ver la buena pinta que tenían aquellos pancakes.

¿Segura que siempre ganas?

Cortó un cacho de aquella torre de pura delicia y se lo acercó a la boca de Nanako. - A ver, mi hiperactiva de cejas enana favorita, abre la boca.

Dejó el plato ahí, para que los demás pudieran comer si también les apetecía, después de todo era demasiada comida para una sola persona, pero nunca demasiados Pancakes para un solo Yoshimatsu Arai.

Ízan se había alejado un poco del resto. La cocina era grande, y había una alacena en la otra esquina de la habitación. Una vez la hubo abierto, se detuvo un rato en frente a la misma, ojeando la gran diversidad de ingredientes que allí habían. Harina. Luego de al fin encontrarla volvió y se la dejó a Yoshimatsu sobre una mesa.

Una vez el chico hubo terminado de cocinar y servir el pastel, Ízan se quedó mirando el platillo por unos segundos.

—Chocolate —dijo al ver la delgada línea que lo cubría por encima.

Se dio media vuelta y caminó nuevamente hasta la alacena, en donde se dispuso a buscar algo de comer.

Ízan encuentra una pistola de rayos láser y se dispone a dispararla hacia el suelo para comenzar a cavar un túnel submarino que le permita escapar de la isla.

Luego de un rato de buscar, Ízan al fin los encuentra. Saca de la alacena un paquete de macarrones y luego de agarrar una bolsita con queso rayado de la heladera, se acerca a Yoshimatsu, tendiéndole ambas cosas.

—Yoshimatsu... ¿Sabes cocinarlos?

- Estoy lista - de un brinco me senté en una mesa y cogí una cucharita. 

Lo cierto es que a mi nunca me había preocupado mucho lo de engordar, odiaba las dietas, pero por alguna razón nunca engordaba. Tal vez tenía algo que ver que nunca estuviera quieta.

Con atención, miré como iban cocinando sin perder ningún movimiento. Si las miradas pudieran expresar lo que sentía, las incontables estrellitas que despedían mis ojos habrían golpeado una y otra vez a los cocineros. Mi estómago tampoco se quedaba atrás. A medidas que los ricos aromas iban invadiendo la cocina un rugido de impaciencia surgió de mi pancita.

Cuando Yoshi terminó con su tortita me ofreció un trozo. Tenía una pinta tan deliciosa que la boca se me hacía agua.

- Aaaaa - obediente, abrí la boca para que me diera el trozo. Un sin fin de agradables sensaciones explotaron en mi boca, la esponjosa tortita en harmonía con la suave y dulce nata y el delicioso chocolate, haciendo contraste con el agridulce sabor de las fresas que habían sido puestas en la medida justa para que resultara un manjar de lo más exquisito - mmh, esto es el paraíso, está buenísimo.

Le di otro bocado y, después, me quedé mirándolo en silencio, pensativa. Por primera vez desde que llegamos a la isla mi rostro mostraba una ligera sombra de tristeza, o tal vez sólo era que estaba pensando.

- Es una pena que los demás no puedan probarlo, están todos tan preocupados y ocupados que no se han parado ni a descansar... - entonces, mis ojos se iluminaron de nuevo y cogí el PDA junto con mi pequeña cámara - jijiji tengo una idea. Arai-kun, voy a necesitar que prepares muchos muchos dulces, una montaña de dulces increíbles.

El olor de las tortitas hizo que mi estómago rugiera bastante fuerte. la verdad es que estaba hambrienta y ese olor no ayudaba mucho. Cogi un tenedor y me acerque a ellas.

Perdón, con permiso.

Me acerque con cuidado por si acaso a Yoshimatsu le parecía mal. Al ver que no había objeciones cogi un trozo para probarlas. Nada más llevarme el tenedor a la boca los sabores explotaron en mi boca, eran perfectas, la esponjosidad, el acompañamiento, el sabor... Todo, sin lugar a dudas las mejores que había probado nunca.

Guau están increíbles, sin lugar a dudas lo mejor que he probado nunca. Se nota que eres el panadero definitivo.

Cogi un trocito más y mire al resto.

Chicos deberías probarlas.

​​​

Sonrió con satisfacción ante las críticas positivas tanto de Akira como de EHN2*, pero esta última quería que siguiera cocinando y tras leer el mensaje de la PDA ¡se dio cuenta de que quería que cocinara para todos en una fiesta por la noche! Pero Yoshimatsu tenía una idea mejor, por lo que sonrió y decidió ponerla en práctica. - ¿Y si seguimos con la competición? Que Yugana-chan haga pastelitos para esta noche y mañana para desayunar haré yo tortitas para todos. ¡Así todos podrán comprobar mi superioridad culinaria!

Se paró un segundo, en seco y analizó las circustancias. - Pero bueno, para cocinar mañana, tengo que llegar a mañana. Kanai-chan, te invito a cuidar de mi esta noche, así si viene el zumbao' de las marionetas, puedes entretenerlo mientras me pongo a salvo. - se echó una mano al mentón, pensando en que ofrecer a cambio a EHN2. - ¡Oh! Ya sé. A cambio, puedes hacer un gif mío, mientras duermo. Seguro que le das mucha utilidad, sobretodo si te aburres.

Mira a todos con indiferencia, realmente estaban comiendo dulces.. Con lo que engorda eso.. Pregunta a Yoshi,... ¿Y la carne para cuando? ¿No vamos a comer algo normal? Le dijo con un tono serio, pareciera que detestase los dulces por alguna razón, no muy concreta, los había probado en el pasado, pero.. Como si parecía que no le,.. Hicieran gracia,.. 

Mientras tanto Ízan seguía con los brazos extendidos hacia Yoshimatsu y el paquete de macarrones en su mano, expectante.

¿Carne? ¿Macarrones? ¿Qué clase de dulces pensáis que puedo hacer con eso? Si queréis algo de eso os lo cociáis y guisáis vosotros mismos. - dijo algo molesto el pobre Arai. ¡Ni que fuera el chacho del grupo!

Ízan relajó los brazos y, dejando el queso sobre la mesa, se rascó el mentón con una mano.

—Yo...—Ízan miró a un costado— No sé cómo cocinarlos.

Seguro que Uma sabe como cocinarlos, por eso es la mejor cocinera de la sala... Dije, señalándola, con mirada penetrante, en plan, que sepa que ella es la mejor y puede hacerlo, así, comeríamos algo diferente,... 

Yo pongo la carne, es lo único que puedo hacer,...