Partida Rol por web

Si pretendíamos salvar a quien fuera que corriera peligro, suponiendo que esta no fuera la escena ya de un asesinato, no podíamos andarnos con miedo y reticencias por quedarnos también peligrosamente solas. "¡Ve tú a revisar los asientos! ¡Yo iré arriba donde el proyector!" Si este era un incendio provocado, el dispositivo electrónico más potente en la sala de cine era naturalmente el proyector. No era la única posibilidad, ya que los asientos eran fácilmente inflamables, pero si habían saboteado el proyector, tal vez pudiera darme cuenta de ello allí arriba.

     Dividirnos y explorar, ¡¡ claro~claro!! - decia con un tono no tan firme como el de Tsukomi, pero tampoco como para considerarse alterada ... por dios que el calor y el fuego son parte de mi oficio...

Con esto dicho, aquel dúo se separó mientras Barbara Custik iba hacia la Sala de Cine, Tsumiko Komachi subía hacia la sala del proyector, esperando que esto fuera suficiente para ayudar a quienes se encontraban ahí, si es que ahí se encontraba algo o al menos para obtener alguna pista si es que ahí había pista alguna.

Una vez que abrió la puerta el humo negro cegó a Tsumiko Komachi haciendo que esta cerrara con fuerza los ojos y se tirara al suelo para poder respirar algo de aire limpio.

Gateando por allá abajo pudo ver como toda la estancia estaba cubierta en llamas, en particular el proyector de películas y aunque esta se acercó gateando no pudo encontrar nada ni nadie.

Su mano se agarró a algo que había en el suelo tirado y salió de la habitación para ver una cinta de película algo larga que se encontraba quemada tan solo en un extremo.

No pudiendo aguantar más por allá debido al fuego y al humo y al no ver nada más en el lugar, Tsumiko Komachi fue obligada a retirarse con lo poco que había podido salvar de antemano. Y aunque aún no era, ni de lejos, nada a primera vista valioso o importante, no podía hacer más.

Cargando a Shishio Uke, Barbara Custik junto a su saco de patatas particular, volvieron al recibidor del cine esperando encontrarse ahí con Tsumiko Komachi y con lo que sea que esta hubiera encontrado, si es que encontró algo en un primer lugar, claro está.

Volviendo de la sala del proyector, Tsumiko Komachi bajó cubriéndose la boca, al parecer la situación allá arriba era notablemente peor que en la que uno pudiera esperarse, o al menos que la que Barbara Custik encontró allá abajo. Y a diferencia de la cocinera el "virus" no trajo a nadie consigo.

Pillé el sarcasmo en sus palabras, pero no dije nada y corrí arriba. El tiempo era crucial en desastres como este. Por fortuna más que por desgracia, parecía que arriba no había ninguna persona. Negué con la cabeza mientras me tapaba la boca y nariz del humo del fuego. "Había demasiado humo, pero parece que no había nadie. Salgamos de aquí antes de tragar demasiado humo."

      Para cuando volví a aquel hall la figura de Tsukomi fue lo primero que nos recibió con evidente señales de que este ambiente le estaba molestando.

        Cofff... ¡¡ h...hey pero allí abajo aun esta B-rabbit... !! cofff - girando de forma constante mi cabeza hacia el pasaje por donde venia, aunque con el humo llenando también este lugar - ¡¡ Mierda!! - con frustración - ¿ y donde esta el resto de Leming's cuando se le necesitan...? 

    Tsk.... joder~joder...joder - y sin poder hacer mucho mas por lo que estaba ocurriendo en este cine, abandone la instancia antes de que se nos pudiera caer alguna viga débil encima mío o de Uke.

¿Que estaba B-Rabbit allá abajo? "...¡Mierda! ¡Dame tu delantal!" le arranqué a Custik el delantal que siempre llevaba encima y me lo puse a modo de pañuelo como protección, y eché a correr por donde había venido Bárbara, en busca de B-Rabbit, sin más conversación que valga. De no haber pasado lo que pasé en la Hope's Peak... bajo ningún concepto correría ahi dentro a salvar a una maldita desconocida. Menos aún una despojo de la Academia, una ultimate rechazada. Fue por culpa de esta gente que Katsumoto Obinata murió, maldita sea. No debería de preocuparme. No debería de hacerme la heroína. ¡No me importaban las vidas de estas personas, maldita fuera!

Tsumiko Komachi arrancó el delantal de Barbara Custik haciendo que algunos objetos cayeran de los bolsillos de este, tales como puede ser la letra "K", un cuchillo de cocina, su PDA y alguna otras cosas que no se vieron bien por las prisas que tenía la muchacha en avanzar a la otra sala.

Por desgracia para Tsumiko Komachi esta tampoco pudo avanzar a la siguiente sala puesto que cuando trató de cruzar trozos de escombros cayeron del techo en llamas cortando la entrada que tenía hacia la Sala de cine. Siendo esto la antesala de que todo el edificio se estaba viniendo abajo.

      Hija de puta, ¡¡ que solo bastaba con pedir por favor !!!! - seria lo ultimo que se escucharía de mi mientras miraba con evidente sorpresa y molestia el actuar de Tsukomi

Suspiré con absoluta desgana, allá que se iba la vida de B-Rabbit al maldito infierno y a esta tipeja le preocupaba un maldito accidente. "Recuérdame por qué mierda esta hija de puta está intentando ayudarte, despojo." ¿Quién diantres se mete todo el inventario en un delantal? ¿Qué es, Doraemon? De todas formas, ya no había forma de entrar en la Sala del Cine. Aprovechando que tenía el delantal, usándolo como bolsa cogería lo que pudiese de las cosas que se le habían caído, priorizando sobretodo su PDA y la maldita letra K.

Cogería las cosas que pudiera, y saldría.

Ambas muchachas salieron del cine en llamas, cada una llevando consigo lo que pudieron, en el caso de Barbara Custik esta llevaba a Shishio Uke, mientras que en el caso de Tsumiko Komachi una variedad de objetos que había conseguido de ese mismo cine, probablemente la mayoría de Barbara Custik.

Una vez fuera aquel dúo pudo ver como el cine se derrumbaba sobre sí mismo y tan solo quedaba unas pilas de escombros en llamas.

Lo que Tsumiko Komacho tuvo en su mano parecía ser un tentáculo negro con la punta modificada para asemejarse a la cabeza y las orejas de un oso. Aquella situación parecía ser como mínimo preocupante, a fin de cuentas, lo último que uno esperaría encontrar dentro de un cine en llamas era eso...

Realmente parece ser que el Narrador de esto tiene una especie de filia rara a la hora de presentar objetos con plot twist incluidos. Pero eso, ya es otra historia...

_{^{literalmente.}}

¡Y la marioneta de oso de Akemi Eiji!

En cuanto a Sishio Uke, este no parecía moverse, y al fijarse más atentamente en el cuerpo del muchacho, aquellas dos chicas se percataron de un pequeño detalle que quizás no se habían percatado hasta el momento, y era el caso que el cuerpo de Sishio Uke tenía un rajazo en el cuello y sangre seca en su ropa.

Y evidentemente, "Sishio Uke" estaba muerto.

Saqué el cuchillo del delantal de Bárbara. "Siento el jaleo, he recogido tus cosas. Bonito cuchillo, por cierto. Y boníto tentáculo. ¿Estaba en la marioneta?" la forma de la punta parecía encajar con la marioneta... Le ofrecí el delantal de vuelta a la Ultimate Basura pero todavía no el cuchillo. No antes de comprobar si había sangre reseca, y si las heridas en el cuerpo de Sishio Uke podrían corresponderse con un cuchillo igualito a ese o no.

Independientemente del resultado de mi pequeña investigación, se lo devolvería. "Es una pena... su talento era uno de los inútiles, pero este chico me ayudó un par de veces. Por otro lado, sigo pensando que era un cómplice de Akemi Eiji, así que..." me encogí de hombros con frialdad.

"Ya sabes lo que viene ahora. Un juicio escolar. Más nos vale investigar todo lo que podamos, juntas, porque ambas tenemos armas cortantes así que somos sospechosas para la otra, a pesar de que al mismo tiempo somos coartada mútua... más o menos." después de todo, estuvimos a solas unos instantes. Tiempo suficiente para matar a alguien.