Partida Rol por web

Monocoins: 14

-5 Kizoku Anata (03/03/2019)

-6 Ainam River (03/03/2019)

-4 Hana Suzuki (03/03/2019)

Baños Públicos: Recibidor

Poco a poco los estudiantes fueron entrando en la habitación mientras los minutos pasaban, 7:10, 7:15, 7:30, 7:45, 7:55, 8:00... ya tan solo faltaban apenas unos cuantos minutos para que la cita que había propuesto Neku terminara de una vez por todas y Kaori Miyazono y Katsumoto Obinata aún no habían venido...

¿Cuál sería el castigo que les esperaría por no cumplir las normas?

Cuando llegue al recibidor de los baños espere a que los demás llegaran la verdad es que esperaba que todos estuvieran bien, aunque ignoraba por que tardaban tanto el sumiso y la  violinatrix,  en especial por que quería hablar con todos sobre la información recopilada pero seguían sin aparecer.

-Bien esperaré unos minutos mas a que lleguen a un queda algo de tiempo, si no me veré en la necesidad de cancelar la invitación no quiero que el castor bicolor  les aplique un castigo por sus supuestas normas, en todo caso ¿Cómo pasaron la noche?- me senté con tranquilidad, mientras recogía un objeto brillante de debajo de la silla.

Entre al recibidor casi saltando y con una gran sonrisa se me veía muy diferente al día anterior que apenas podía moverme aunque mi estómago no tardó en surgir como era habitual cada mañana -Buenos días a todos- salude a todos con una sonrisa y la mano extendida al aire aunque parecía que faltaba alguien aunque no caía en cuenta quien era.

Antes de buscar un asiento recordé lo que traía en mi bolsillo acercándome a Sakuraba-san -Muchas gracias por preparar el desayuno ayer espero esto sirva para pagar- del bolsillo saqué unas orejeras color blanco con unos encajes rojos y negros a pesar que lo daba como pago era algo vergonzoso ya que casi nunca daba nada de lo que diseñaba por muy simple que fuera.

Después de eso decidí mejor sentarme cerca a Yamada-kun y Mei-san aun pensativo sobre lo bien que me sentí al darle algo a alguien soltando una pregunta que a pesar del entusiasmo inicial mi verguenza y nerviosismo me gano susurrando la última parte con mi rostro rojo -Chicos a ustedes--¿Les gustaría algo?.

 Kizoku fue una de las primeras personas en llegar, portando una gran bata con la cual se podría meter al baño público. La sommelier se encontraba particularmente seria, más que en otras ocasiones donde su temple no mostraba el más mínimo grado de simpatía por la situación. Estaba seria, callada y apoyada contra una de las paredes con los brazos cruzados.

- Yo he dormido bien... espero que los demás hayan tenido una buena noche.

 Cuando hubiese llegado más, y a falta del escritor y la violinista, Kizoku soltó una pregunta que parecía tenerla preocupada desde que había llegado a la estancia.

- Vamos a hablar... sobre los sobres que recibimos, ¿no?

Entro en los baños terminando de comer mi barrita de energy y veo que ya han llegado algunos de mis compañeros Buenos días chicos! Digo con una sonrisa alegre mientras me acerco a Sakuraba-chan. Busco en mi mochila y le entrego un pequeño artilugio, tan pequeño como un botón. Ten, lo que me has pedido. Solo que está conectado a mi PDA, al no tener la tuya no pude hacer la sincronización con otra que no fuera la mía. Cuando lo uses avísame y estaré atenta y te informaré. Le digo guiñándole un ojo y fijándome en las orejeras. Qué bonitas!!! Miro a Akio-san las has hecho tu??? Son geniales!!! Le enseño mi mochila de herramientas que había encontrado en el almacén. Era una mochila gris, sucia y raída. Yo solo he podido conseguir esto en el almacén, está muy desgastada y apenas tiene bolsillos para guardar mis cosas bien colocadas. Tengo que tenerlas tiradas por dentro y eso me fastidia. Digo mientras trato de recolocar sin éxito los destornilladores, cables...que se enredan por dentro.

Si en algún momento tuvieras tiempo podrías hacerme una...me doy cuenta de que he sido demasiado atrevida y que no me gustaba pedir cosas ni favores...bueno si quieres...si puedes...bueno si no no pasa nada, esta está muy bien...añado roja como un tomate mientras me pongo la mochila y por uno de los agujeros se escapa un cable que trato rápidamente de meter dentro con el dedo índice.

- Buenos días - saludé al entrar.

Llevaba un albornoz con un bañador deportivo por debajo y todo lo necesario para el baño, para guardar las apariencias y que Monokuma no se diera cuenta de que nos estábamos reuniendo. Me preocupaba que se presentara por allí y nos sancionara.

- Bueno, yo he dormido más o menos - se notaba cierta sombra de preocupación en mi rostro. Después, miré a Akio y le sonreí - yo no necesito nada por el momento, si se me ocurre algo no dudaré en pedírtelo. Respecto a los sobres, está claro que Monokuma quiere que usemos esos datos para intentar matarnos entre nosotros - dije frunciendo el ceño - supongo que cada sobre contenía los miedo y fobias de uno de nosotros y nos los repartió al azar para ver qué hacíamos. El mío estoy segura de que contenía la información sobre Asuka, pero lo he destruido para que nadie más pueda leerlo.

Cuando Natsuki entró a la sala, descubrió con sorpresa y rubor que era la única que se había tomado al pie de la letra la advertencia de Monokuma respecto a ir vestidos.

¡Pe-pe-pero si todos habéis venido vestidos!

Roja de rubor va a sentarse en el borde del baño y permanece allí callada intentando cubrirse hasta que llega Aki-kun ofreciéndo su ayuda.

Creo... que no me vendría mal un traje de baño...

Miro a mi alrededor y me doy cuenta de algo...estoy vestida...el oso nos lo había dicho y yo me olvidé. Pienso en lo que me puse de ropa interior y me sonrojo un poco. Como estaba de buen humor al levantarme me había puesto mi conjunto favorito, no tenía vergüenza de enseñar mi cuerpo, todo teníamos piernas, brazos, culo y pepito o pepita, no era tan escandaloso. Me quité la parte de arriba y mis pantalones. Cogí la taquilla número 7 y guardé las cosas.

Ahora si que estaba lista.

Al ver que Mei parece apenada, una idea divertida cruza por mi mente. Me quito el albornoz, quedándome con el bañador, y abrazo a la chica por detrás.

- Vamos, Mei, si has venido muy guapa, no hay de qué avergonzarse - mis manos sujetan sus pechos con una sonrisa traviesa, haciendo que la toalla se deslice un poco. Es hora de que Mei pruebe de su propia medicina.

"Aquí falta gente."

Afirmé secamente cuando llegé al recibidor. "Mal. Muy mal." respondí también de forma seca cuando Neku Sakuraba nos preguntó que qué tal habíamos pasado la noche. No añadí que había tenido pesadillas, ni nada de nada. Busqué una pared en la que apoyarme me crucé de brazos, y me dispuse a esperar observando y escuchando, aunque estuve a punto de responder también secamente a Anata-san cuando hizo aquella pregunta.

Intentando calmarme, inspiré y espiré, observando, escuchando. No me hizo mucha gracia tampoco el ofrecimiento de Akio-kun sobre si queríamos algo. No es por nada, pero antes que Casquitos yo ya le había pedido una cosa hacía ya dos o tres dias y había pasado olímpicamente de mí. Sin darme cuenta hice una mueca de disgusto mientras miraba al costurero, pero luego aparté la mirada.

Me fijé en los modelitos de las otras chicas. Un traje de baño, una toalla... Espera, ¿una toalla? ¡Ju! Mei-chan había venido literalmente desnuda, solo con una toalla. Ojalá que sufriera como sufrí yo aquella vez que me metieron en los baños por la fuerza, jojojojo... Estuve a punto de mandar a Tafuna-tan a molestarla cual lanzamiento de Pokémon, cuando ya Suzuki-chan ya lo hizo por mi. Esbocé una sonrisita burlona disfrutando desde la distancia de una buena venganza, y luego seguí mirando a los presentes, esta empezando por los chicos¹. Pero cuando me crucé con River-chan, que acababa de desnudarse quedándose en ropa interior me quedé estupefacta parpadeando. Primero, porque la chica no tenía ningún problema en estar en ropa interior delante de los chicos, y segundo, porque... e-el modelito... era adorable... "...Y-yo quiero uno de esos..." murmuré.

........

Estos dos, Obinata y Rubita, seguían sin venir. Decidí que era buen momento para contestar a Anata-san, cortando también a Suzuki-chan que había empezado a hablar de ello. Con mi tono sarcástico, pero sin ninguna sonrisa en el rostor, solté: "Sí, por supuesto, Suzuki-chan. Cuéntales a todos de quién era tu sobre, como si eso fuera a ayudarnos a nosotros y no a Monokuma. Adelante, de paso cuéntanos a todos los peores miedos y fobias de Asuka Mori, porque eso no es personal, privado y delicado, ¿verdad que no?"

"Mirad. No. Simplemente, no. No. Vamos. A. Hablar. De esos sobres. No existen. Y si existen, los tenemos que destruir. Y a la mierda así el puñetero motivo de asesinato del oso. Además, no es por nada, pero todavía faltan Rubita y el escritor."

"Casquitos." le llamé. "No se pueden cancelar las invitaciones, Monokuma no creo fuese a ser tan benévolo con sus juguetitos. Mejor me voy a buscar a esos dos." así de paso huía de la montaña de gente, hacía algo, les mantenía calladitos sobre los sobres porque faltaba gente... Un todo en uno, vaya.

Hana-chan era una buena amiga, y la prueba era que al ver pasarlo mal a Natsuki corrió en su ayuda para taparle con sus propias manos los pechos, seguramente porque amenazaban con salirse de su escaso lugar.

Gra-gracias, Hana-chan. - Dijo aliviada. Después de todo, aquel lugar contenía dos de sus mayores miedos. Bueno, técnicamente uno por el momento.

Hablando de eso. Los sobres sí existían y hay algo importante. - Dijo poniéndose en pie. Al hacerlo dio un pequeño resbalón y casi cae al agua, lo que le hizo dar varios saltitos hacia el lado contrario con el rostro en una mueca de pánico. La toalla siguió en su sitio inexplicablemente durante todo el proceso.

E...eh..eh. Tjum. - Carraspeó y continuó. - Mi sobre también contenía la información de Dean-san. Como el de Neku-san. Eso significa que el oso está jugando con nosotros y... - Se apagó su voz y el discurso dejó paso a unas preguntas preocupada la primera y desconcertada la segunda.

Nadie tendrá mi información, ¿verdad?... ¿Y dónde narices están Obi-sama y Nymphozombi-chan?

Tafuna portaba simplemente un bañador comodo que habia encontrado por ahi, el cual claramente dejaba su torso al descubierto, un pecho sin desarrollar que realmente parecia mas el de un niño que el de una mujer u hombre, haciendo imposible saber que era por simplemente el mismo

-Entonces es como lo que Tafuna le dijo a Tsumiko, a todos nos dieron el sobre con informacion de Dean, en el caso de Tafuna le ponia que Dean tenia fobia a los payasos-miro al grupo mientras esperaba para ver si llegaban los dos que faltaban-Por cierto, Tsumiko obligo a Tafuna a ponerse un bañador, pero Tafuna no comprende, acaso no nos ibamos a tomar un baño? Entonces porque el bañador?-pregunta rascandose la nuca.

¡Exacto! Clourofobia. ¡Y su mayor temor despertarse sin extremidades!

¡Será posible, esta gente! "¡PARAD!" exclamé de un grito "¡Parad parad parad parad PARAD!" golpeé con fuerza una de las taquillas. "¡Dejad de hablar de eso, joder! ¿Es que no os dais cuenta? ¡Estáis haciendo justo lo que Monokuma quiere! ¡Ahi, hablando de los miedos de las personas como si cualquier cosa!" suspiré en un gruñido y intenté calmarme un tanto. "Mirad, idiotas... me lo acabáis de confirmar. Cada uno de esos sobres contenía información diferente. Monokuma habrá falseado algunos nombres, pero los miedos son reales. ¿Sabéis lo que estáis haciendo al hablar de los sobres? ¿Sabéis lo que hacéis? No, claro que no, porque no cabe en vuestra estúpida sesera otra cosa que morder los anzuelos de Monokuma una, y otra, y otra vez. Metéis el dedo en las heridas de los demás, banalizando sus peores temores, casi riéndoos de ellos sin darles la verdadera importancia que tienen. ¿Y qué va haciendo el asesino mientras os escucha? Tomar buena nota de todos los puñeteros miedos que vais mencionando. Eso es, seguid así, panda de estúpidos, seguid dándole armas al asesino, que ya se encargará él de averigüar qué arma sirve para quién."

No había sonrisita burlona en mi rostro, solo cada vez más ira y frustración, enmascaradas en cierta frialdad.

_{"¡Tch! No les aguanto..."}