Partida Rol por web

Tercio se encogió de hombros y se quedó mirando a la "líder". No era bueno que se quedaran ahí sin hacer nada, y mucho menos hablando de lo que iban a hacer a continuación. Al menos en una habitación del hostal tendrían más intimidad para hablar de lo que fuera que ahí a la salida de la estación.

- Tercio tiene razón - afirmó Itsua -. Asegurarnos una habitación me parece de lo más prudente y en caso de separarnos, podría constituir el punto de reencuentro más adecuado.

"-En ese caso, nada mas que hablar, paseemonos en busca de alojamiento. Supongo que no llamaremos mas la atención de lo que hacemos ya."

Vlad fue el primero en comenzar a andar, los demas tenian razón al considerar como peligroso el quedarse ahí quietos.

Miro a las construcciones de mi alrededor con esa caracteristica mueca en mi maxilar como si estuviese oliendo mierda. Luego de escuchar las opiniones de mis compañeros, opino con mi humilde punto de vista:

 - "Vamos al hostal ya. No creo que sea demasiado prudente separarnos pues ya hemos llamado demasiado la atencion y ha quedado claro para todos los que nos observan que somos un grupo. Separarnos seria invitarlos a emboscarnos. Aun asi, si nuestros lideres deciden que es lo mejor, no temo a nada y no me preocupa caminar por este basural solo."

Comienzo a caminar lentamente con mi cojeo caracteristico hacia el hostal, a ver si alguien se anima a seguirme.

-No nos separaremos si no es estrictamente necesario. Vayamos al hostal -le dijo a Tauron mientras echaba a andar tras Vladymir.

Atravesáis a paso tranquilo la plaza en dirección al letrero que Arlan ha identificado como perteneciente a un hostal.

Mientras camináis, pasáis ante la Comisaría, de aspecto sucio y un tanto ominoso. En la puerta, un Agente del Magistratum fuertemente armado os presta una atención más que casual.

Sin embargo, no le dais motivos para que pueda daros el alto o pediros vuestros papeles.

Se ve muy poca gente en la plaza, pero las pocas personas que se ven parecen extremadamente pobres y oprimidas.

No pasáis demasiado cerca del mercado, pero lo poco que veis desde lejos parece totalmente desalentador.

Una colección desarrapada de traperos intentando vender cosas que apenas tienen valor y alimentos en mal estado.

Tras consultar los datos de que disponía, Lazerus indicó a Arlesha el camino a seguir para encontrar el hogar de la desgraciada que había sufrido la desdicha de ser hermana del cadaver. Sin embargo, antes de acudir a tal cita, el grupo decidió procurarse un alojamiento.

Lazerus no pudo estar en desacuerdo. Cualquier problema que les sorprendiera, y sin un punto de reunión, y estarían acabados antes de empezar con su tarea.

El tecnosacerdote siguió en silencio a sus compañeros, mas al pasar delante de que quería ser una comisaría , notó un picor en el cuello. Aquel guardia los observaba demasiado atentamente. Sin embargo, ninguno de los demás dijo nada al respecto, y Lazerus lo dejó estar. La premisa era discrección ante todo, mas el tecnosacerdote tenía un mal presentimiento acerca de aquel tipo.

- El ambiente es realmente inspirador - dijo el psíquico a su paso a la altura del mercado que se situaba a su izquierda -. Si este es el resultado de vivir en una colmena, me alegro de no haber crecido en una. Y no te ofendas, Tercio. Ni tú, Arlesha. Pero esto es deprimente y esas gentes... - el rostro de Itsua pareció endurecerse -. En fin, nuestra misión está clara y no consiste en evaluar la vida en un arrabal de la colmena. Parece que ya estamos llegando al hostal. No quiero ni imaginar qué pueda haber dentro teniendo en cuenta el percal de lo visto. Vladymir, ten preparada tu escopeta. De seguro tendremos que desalojar a las cucarachas a tiros si queremos una habitación - afirmó sonriendo socarronamente -. Y bien, dama y caballeros, ¿plan para después? ¿Primero revisar la habitación del difunto o entrevistar a la dolida hermana? ¿O separarnos y ambas cosas a un tiempo? No es que no sobre mucho de este último.

Asiento a las palabras de Arlan mientras hablo:

 - "Yo tambien agradezco no haber nacido en una colmena. En Veneris, la belleza abunda al pie de las montañas sagradas y las ciudades no ensucian la hermosura de los dorados campos. Lo mas importante, no huele como este lugar. Tengo mi pistola lista."

Camino mientras de forma distraida llevo mi mano a la funda de mi pistola derecha para asegurarme de que esta en su sitio y de que no esta asegurada.

- Y yo pensaba que sólo había una mujer en el grupo, y resulta que además hay un puñado de nenazas... No os ofendáis, ¿eh? Pero de este ambiente sale gente con orgullo e incluso gente que sirve al Emperador. Y... - ahora hablado más bajo - sería mejor no decir nada más hasta estar seguros de que nadie nos vaya a escuchar.

Itsua no pudo refrenar una carcajada ante las palabras de Tauron.

- Novicio, tu asociación de ideas me intriga. Campos dorados, belleza, un arma lista. ¿A qué arma te refieres? - preguntó acompañando su frase con una nueva carcajada, que acabó cuando se volvió hacia Tercio -. No nos ofendemos Tercio. Yo no al menos. Todos sabemos que Vladymir es una nenaza. Del novicio no diré nada que luego me persigue con una antorcha - señaló con una sonrisa franca y divertida, llena de humor -. Venga, sigamos.

Es cierto respondió Lazerus a las palabras de Tercio Veridio Aunque también lo es que los mayores criminales del imperio medran en lugares como estos a sus anchas. Las palabras del tecnosacerdote podrían resultar hirientes, de no ser pronunciadas por una persona que no emitía juicios de valor, sinno que señalaba hechos.

Vamos, acabemos con esto, adquiramos nuestra estancia y partamos a hablar con la mujer. No creo que sea prudente que nos separemos, si bien tampoco soy yo el más adecuado para tal tarea... resonó la voz metálica modulada por el vocosintetizador, que asemejaba a Lazerus a una de aquellas pantallas automáticas en las que una Inteligencia Artificial atendía al usuario...

EL HOSTAL COSCARLA:

Este destartalado edificio residencial está marcado por la estropeada pintura del cartel situado sobre su puerta como el "Hostal Coscarla" y es la única opción de la zona para alquilar alojamiento.

Incluso comparado con el resto de la zona, el hostal está en un estado lamentable. Los muros están llenos de humedades, la pintura se pela y los muebles están cubiertos de parches de moho y manchas inidentificables.

El propietario del local es un sudoroso individuo enfermizo y paliducho que se hace llamar a sí mismo Maxus Drayelok. A pesar de sus aires de grandeza, su única empleada es su aparentemente muda esposa, de aspecto marchito.

Drayelok os ofrece tres habitaciones dobles a medio Trono la noche cada una.

- "Incluimos generosamente en el precio la luz y las camas." -

Vlad sonrió torcidamente ante los comentarios jocosos de sus compañeros. Aún faltaban muchas jornadas cubiertos de barro, sangre y sudor como para considerarlos sus hermanos de armas. Y en cierta forma, los consideraba absolutamente incapaces de desarrollar la tarea que les habian puesto entremanos. Pero al menos podian permitirse el lujo de hacerle sonreir.

"Reid lo que querais, pero os recuerdo que en las trincheras aprendí a dormir con un ojo abierto para evitar que me robasen las botas. Y dudo que vosotros podaís hacerlo. Quizas Lazerus..."

Vlad dejó de sonreir al entrar en la estancia junto a aquellas almas tan ennegrecidas por la contaminación fisica y espiritual de la propia vida de colmena.
Se retiró para dejar espacio a Arlesha, como la unica mujer del grupo, y como lider, tenia derecho de paso a la hora de elegir con quien dormia.
Y, como le habian enseñado sus compañeros de armas mas veteranos sobre las estancias en burdeles y en recintos con civiles en tiempos de paz, se palpó someramente los bolsillos, zurrones y bolsas para comprobar que no le faltaba nada importante.

- Reimos, reimos, Vladymir - dijo socarronamente el psíquico -, especialmente si tenemos en cuenta cuál debe de ser el ojo que mantienes abierto en las trincheras para evitar que te roben las botas. Es de todos sabido que la comida en las trincheras relaja el esfínter que todo lo ve - una nueva carcajada brotó ronca de la garganta de Itsua, una risa que se cortó en seco al observar el antro en el que se habían metido -. Por el gran Emperador, ¡qué inmundicia es esta! He visto letrinas infames en mejor estado que esto - dijo asqueado -. ¿Un trono y medio por noche por las tres habitaciones? - los mecánicos ojos rojos del psíquico se clavaron en el posadero. Las sombras proporcionaban a su rostro un gesto seco y adusto -. Y veo que un alarde de generosidad se nos premia con camas y luz, que entiendo debe ser la que se cuela por las ventanas gracias al alumbrado público, si es que contamos con las mismas - siseó -. Maxus Drayelok, ¿a quién pretendes estafar? Eres tú quién debería pagar porque nos alojemos en tu... cuadra.

El hospedero mira con expresión de odio genuino a Arlan (si las miradas mataran...)

- "¡Un trono y medio! ¡Paguen por adelantado, y si no a dormir a la calle!" -

Vladymir le soltó un sonoro capón en la pelona nuca al psiquico.

"Deja a la jefa hablar de precios, pareces un ama de casa discutiendo con el pollero del mercado. Si no te gusta lo que nos ofrece el posadero puedes dormir en la calle."

Finalmente, Vlad hizo un ademan conciliador, dando un paso al lado para dejar que Arlesha hablase.

Al entrar al lugar miro a mi alrededor y despues de un largo suspiro, les comento a mis compañeros:

 - "Llamenme nenaza si quieren, pero en mi mundo los lugares se limpian a diario, no una vez cada milenio, si es que."

Me acerco al mezón y despues de escuchar a Arlan con su intento de sociabilizar (Algo que nunca se le ha dado) y a Vladymir pidiendo intervencion oficial, intento poner la amabilidad del grupo hablandole al posadero:

 - "Disculpe a mi compañero, buen hombre. Le propongo pagarle el doble si es que limpia nuestras habitaciones debidamente. Pienselo, 3 tronos si los lugares quedan limpios de moho y polvo. ¿Que dice, Señor? ¿Aceptaria la propuesta de un pobre cojo como yo?"

Espero su respuesta sonriendo lo mas que puedo a pesar del olor.