Partida Rol por web

La situación parece resolverse de forma pacífica hasta el momento, lo que es bueno y a la vez inusual. Hasta donde pienso, quien es hereje, lo será hasta la muerte. Aun así me mantengo junto a Intius y no hago ningún gesto agresivo más que estar ahí con el rifle en mis manos.

Luego recorremos toda la construcción de la Eclesiarquía, donde veo por dentro la enorme estructura y sigo los pasos del sargento que nos guía. El tecnosacerdote nos sigue desde atrás, lo que no me gusta mucho. Nunca me gusta que haya alguien atrás mío, viejas manías de mi profesión.

Finalmente llegamos a una pantalla donde vemos a un penitente Obispo Iordanos Bruno, llorando arrepentido y dispuesto a pagar su herejía. Miro de reojo a Intius cuando se abre la compuerta en frente a nosotros. No creo que esto sea tan simple, me suena a que nos quiere hacer caer en su trampa, por lo que sujeto con fuerza mi rifle y mantengo los ojos bien abiertos en caso de que se necesite reaccionar rápido antes de comenzar a avanzar decidido al encuentro con el Obispo.

- Resulta obvio por su manera de caminar que Intius Varnias no está para un combate. En su estado actual, la más leve herida podría matarle.

 La arbitradora Maigrit aceleró un poco el paso, lo suficiente para situarse junto a Intius, o un poco delante suyo. Suficiente había hecho ya el hombre como para encima recibir un tiro en una posible encerrona.

 Decidió ser ella la primera en entrar en la cámara, atenta a la menor señal de peligro y extrañada por supuesto ante el arrepentimiento del Obispo. Cuando se trataba de herejía nunca era tan fácil. Más bien casi siempre eran gritos y disparos.

Por si acaso mantuvo la mano bien cerca de su arma.

Arlesha fue la última en entrar en la catedral, cubriendo la retaguardia del grupo y con su escopeta lista para ser usada.

Antes de seguir avanzando Intius se gira y observa al tecnosacerdote Austos Sann.

- Debéis esperar aquí. ¿Disponéis de algún aparato que permita grabar y luego reproducir lo que ocurra a partir de este punto sin tener que acompañarnos? Si es así, hacer las plegarias oportunas para que se ponga en funcionamiento y dejádmelo. Cuando salgamos nos acompañarás. Pero sería ofender a la Eclesiarquía que siguierais adelante. Y no es tal mi deseo - tras estas palabras, y una vez le responda y le de, o no, el tecnosacerdote el objeto solicitado, Intius avanza lentamente, en una posición en mitad de la comitiva.

El Tecnosacerdote parece concentrarse, y al cabo de un rato llega flotando un servocráneo.

- "Es una unidad pictograbadora, Arbitrador. Espero que le sea útil." -

El Sargento de la Guardia os conduce a través de la cámara principal del Enclave, su alto techo en forma de cúpula está magistralmente pintado para parecer un cálido cielo azul con algunas nubes dispersas.

Diverso personal de la Eclesiarquía va y viene, ocupado en sus tareas rutinarias, y no parecen prestaros más atención de la que se prestan entre ellos.

Todo parece completamente normal.

Diversos corredores salen de la cámara y unas pocas estructuras mayores sobresalen ligeramente en el espacio.

Finalmente entráis en la cámara circular de la Catedral propiamente dicha, el corazón del Enclave...

Tras agradecer con un asentimiento de cabeza al tecnosacerdote, Intius camina junto al servocráneo, y al resto de sus compañeros y a la arbitradora, y llega hasta la cámara circular de la Catedral, el corazón del enclave. El noble está malherido, y se sostiene con dificultad, pero parece dispuesto a hacer lo que debe hacerse. Busca con la mirada al Obispo Iordanos Bruno.

Los miembros del Adeptus Ministorum que ejercen sus labores en la catedral no parecen ponernos mayor interés a pesar de ir con armas desenfundadas por todo el camino en una comitiva que, a excepción de la bolsa inyectada a Intius, parece considerablemente amenazador.

Finalmente llegamos a la sala central de la catedral, el corazón mismo de ella. De seguro que allá dentro nos espera el Obispo y espero que no lo haga con una trampa preparada. El tecnosacerdote ya no va con nosotros, pero eso no implica que nuestras probabilidades estén a favor. La verdad es que no tenemos muy buenas posibilidades con Intius moribundo, yo muy herido y solo Arlesha en buenas condiciones.

Aún así, apresar al hereje es nuestro deber y cumpliremos con él o moriremos en el intento.

De nuevo la arbitradora Maigrit acomodó su paso al de Intus y acompañó al líder de aquel equipo en su andadura por el interior de la catedral. Atenta a cualquier signo hostil y dispuesta a reaccionar rápido. Que el obispo pareciera arrepentido no significaba que fuera a entregarse amistosamente.

Los ojos de Maigrit también recorrieron la estancia en busca del hereje, y tuvo que hacer un esfuerzo grande para no llevar su mano al arma. Era mejor no parecer hostil de primeras.

Las masivas puertas de la catedral se abren lentamente en un movimiento deslizante y veis al Obispo Iordanus postrando ante el altar.

Le veis encogerse cuando escucha vuestros pasos y gira su cabeza a su alrededor para ver a sus jueces...

Se pone en pie trabajosamente y se vuelve para afrontaros, sus ricos ropajes ligeramente arrugados por su postración. Abre sus manos y agacha la cabeza hablando con una voz clara y rica:

- "El Emperador nos juzga a todos cuando vamos a servirle a su luminosa mano. La Eclesiarquía es su voz para las masas y el canal para su voluntad divina." -

Alza la cabeza y notáis que curiosamente no tiene lágrimas.

- "Yo soy la voz del Emperador en Donaris. ¡Sed juzgados!" -

La forma masiva de un servidor de combate Ogrette se alza desde detrás del altar. Los cañones de su ametralladora Gatling ya girando y su boca abierta en un grito silencioso.

ARBITRADORA MAIGRIT:

- Tu bono de Iniciativa es +3. Llevas tu escopeta de combate preparada.

- Escopeta de combate: Alcance 30 m. Indice: T/3/-. Daño 1d10+4. Pen 0. Cartuchos: 18.

- Armadura Regulador de Caparazón: Blindaje 5 en todas las localizaciones. Bono de Resistencia 4. Heridas 16.

- Habilidad de Proyectiles: 39.

- Movimiento base: 3.

Un escalofrío recorrio la espalda de la agente Rais al ver al ogrette, empuñar una Gatling como la que había mutilado a Cerberus.

" ¡¡¡¡¡¡A CUBIERTO!!!!!-Gritó Arlesha.

Rápidamente corrio hacia Initius para sacarlo de la línea de fuego y ponerlo lo más a cubierto posible.

Intius a pesar de sus heridas se mueve con cierta celeridad, mientras toma el estimulante que llevaba preparado para que el dolor le deje actuar durante los próximos minutos. Como Arlesha, intenta tomar una posición que le haga alejarse de la línea de fuego, mientras alza la voz

- ¿En tan poco valoráis el arrepentimiento que exhibíais? ¿en tan poco la divinidad de nuestro sacrosanto Emperador? Vos sabéis que habéis pecado. Dejad esta resistencia y someteos, evitar que el resto de vuestra labor, y la iglesia que defendisteis, caiga con vos. Rendíos y deponed vuestras armas, antiguo Obispo.

ASALTO 0:

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INICIATIVA:

1) Arlesha Rais.

2) Intius Varnias.

3) Arbitradora Maigrit.

4) Obispo.

5) Titus Nihilius.

6) Servidor Ogrette.

Corro hacia Initius e intento resguardarme a mi y a él tras la pared de la habitación 2 ( en la que nos encontramos) para estar protegidos del fuego del ogrette.

La arbitradora Maigrit dispara al ogrette si llega. En caso contrario ignora mis tiradas y avanza para intentar ponerse a cubierto tras unos bancos.