Partida Rol por web

El Adepto Asclates pide a los que ya estaban en la mansión, la Agente Rais y el Novicio Valerius, que les enseñen a todos toda la casa.

Así lo hacen.

Las puertas principales están guardadas por dos puestos de guardia fortificados, en cada uno de los cuales hay dos servidores de combate (actualmente en modo inactivo).

Tras el recibidor se pasa a un patio. En el lado Oeste hay una amplia sala de reuniones con aseo, un pasillo que conduce a un ascensor, escaleras de caracol que descienden al sótano primero, y un gimnasio.

El ala Norte incluye un amplio salón, un también amplio comedor, cocina, despensa y escaleras de subida.

En el ala Este de la planta baja de la mansión hay una sala de proyecciones, otro ascensor, aseos y escaleras, y una biblioteca.

En la primera planta están las estancias privadas del Inquisidor, doce confortables habitaciones con cuarto de baño incluido, una sala de estar y un cuarto del servicio para los servidores domésticos.

En la azotea hay una sala de comunicaciones, una sala de seguridad reforzada y emplazamientos de dos lanzamisiles antiaéreos y dos bolters pesados (armas fundamentalmente anti-infantería).

Además hay un total de cinco niveles subterráneos.

En el primer sótano hay un garaje de vehículos y un taller mecánico. La verdad es que el lugar a duras penas parece estar operativo ya que no hay mecánico residente en la mansión. En el garaje hay dos vehículos terrestres de ruedas y dos aerodeslizadores, todos son vehículos comunes de uso civil.

En el segundo sótano hay un refugio antibombardeo con sistema de circulación de aire autónomo, varias salas de meditación y una capilla. La capilla parece haber sido adecuadamente consagrada.

En el tercer sótano hay salas de entrenamiento, un laboratorio y una sala de tiro. Todo parece nuevo y sin montar.

En el cuarto sótano hay celdas de detención y una sala de interrogatorios. Tampoco esto está completamente equipado ni preparado para su uso.

El quinto y último sótano parece contener maquinaria, incluyendo un generador eléctrico, y los sistemas de tratamiento de residuos, de abastecimiento de agua y de circulación de aire (sistema que tiene sus tomas de aire, y una torre de refrigeración en el tejado de la mansión).

UNA HORA DESPUES.

FINCA SPECULA MARIS: SALA DE REUNIONES:

El Adepto Asclates convoca una reunión una hora más tarde.

- "Para aquellos que no me conozcan soy el Erudito Materium Asclates, Acólito del Ordo Hereticus. Pertenezco al Séquito del Gran Inquisidor Anton Zerbe, pero he sido provisionalmente designado como Director de Operaciones del Séquito del Inquisidor Globus Varaak, el maestro de ustedes.

El Inquisidor Varaak se encuentra viajando a Escintilla desde Malfi. Si otros asuntos no le entretienen, es probable que esté aquí en menos de un mes.

Entretanto, ustedes estarán ocupados entrenando y poniendo a punto esta base de operaciones.

Agente Rais, usted seguirá estando encargada de la seguridad. Tiene el control de los servocráneos de vigilancia y de los servidores de combate.

Cadete Varnias, quisiera que se ocupara de la sala de comunicaciones, estará atento a mensajes procedentes de los Ordos o de su maestro, así como a las transmisiones de los diversos Adeptus presentes en Escintilla y que puedan ser de interés para esta célula.

Novicio Valerius, usted no es todavía un Acólito de pleno derecho, pero ha sido designado Capellán de esta finca y de este equipo inquisitorial. Confío en que hará un gran trabajo en el cumplimiento de su deber. Su lugar principal de trabajo será la Capilla.

Xerxes von Braun, tampoco usted es aún un Acólito pleno, aunque ha participado en una misión exitosa. Confío en que pronto aprobará el examen de códigos inquisitoriales. Como tal vez sepa, esta casa pertenece oficialmente al Administratum y está financiada con fondos pertenecientes al Administratum. Como todo cuanto tiene que ver con el Administratum, su mantenimiento requiere una burocracia constante. Se encargará usted de ello, así como de los aspectos logísticos de la célula, dentro de los muy limitados medios de que disponemos.

Aspirante Hex, confío en que pueda ocuparse usted de la Biblioteca, aunque no está muy surtida.

Hombre de Armas Ostrogov, tal vez pueda usted ocuparse de las salas de entrenamiento y el campo de tiro, esto último junto con Titus Nihilius.

Forajido Veridio, tiene ante usted una dura rehabilitación para adaptarse a su nueva pierna biónica. Entre eso y el entrenamiento, tal vez pueda ocuparse de poner a punto las celdas y la sala de interrogatorios, por si en un futuro hubiese necesidad de utilizarlas.

¿Alguien tiene algo que decir?" -

Itsua guardó silencio ante la pregunta de Asclates. No, no tenía pregunta alguna que formular a nadie. Sólo a sí mismo, acerca de cómo encauzar su entrenamiento y cómo mejorar su formación de cara al futuro. Una pregunta cuya respuesta no era sencilla. 

-Ninguna, Adepto Asclates por mi parte. Me haré cargo de la biblioteca. Tan solo una petición. Una reunión privada con usted. 

-Ninguna pregunta, adepto Asclates-respondió también Vladymir, esperando respetuosamente a que la reunión se disolviera para echar un ojo a ésa sala de entrenamiento, y también al campo de tiro.

"Y quizás poder hacer uso de alguno de ellos" pensó el vostroyano. En la última misión no les había faltado acción, y no estaba de más poder entrenar un poco y prepararse para futuros desafíos. 

- "Bien, entonces les dejo para que comiencen con sus rutinas de trabajo y adiestramiento.

Aspirante Hex, puede acompañarme a dar un paseo por el jardín si lo desea, aunque temo que esté bastante descuidado." -

VLADYMIR OSTROGOV:

- Cuando bajas de nuevo al tercer sótano compruebas lo que ya viste cuando recorristeis la mansión con el Adepto Asclates. Está todo por montar.

- Al menos hay algo de material en cajas, incluyendo dianas y varias armas de entrenamiento (armas láser de baja intensidad que no servirían en un enfrentamiento real, fusiles de balines de aire comprimido, y cosas así).

- Para ponerlo todo a tu gusto, hay trabajo al menos para un mes.

- Más adelante ya se verá si hace falta material adicional. Con el tiempo seguro que se pueden ir añadiendo detalles.

- Yo si tengo una pregunta, Adepto Asclates - me apresuré a decir.- ¿Estamos autorizados a abandonar la finca? Parte de mi equipo quedó destruido en la misión anterior y necesitaría conseguir un par de cosas.

Realmente parecía un sitio agradable y todo eso, pero después de los disparos y las explosiones y... bueno, todo eso, me parecía una locura salir a la próxima misión sin tener algo encima que pudiera protegerme un poco. Claro que tampoco sabía si podría encontrar algo de civilización en los alrededores de aquel sitio, parecía estar en mitad de la nada.

- "Esta finca está un poco apartada de todo y es mejor que no se dejen ver demasiado, o podría resultar sospechoso que de repente se viese mucho movimiento por aquí.

De todos modos, si necesita hacer compras, puede tomar uno de los coches del garaje, aunque estamos a horas en coche de cualquier sitio donde pueda comprar equipo.

Con su Cognomen del Coblast podría comprar legalmente en puntos de venta autorizados, aunque la transacción quedará registrada." -

Asiento a las palabras del Adepto Asclates. La verdad es que trabajar un poco en poner a punto la sala de tiro no me cuesta nada. Además, soy un buen tirador y conozco como hacer de ella un buen desafío para quienes quieran aprender a matar con los disparos.

No hay ninguna pregunta que deba hacer, por lo que permanezco impasible al momento de las dudas. Tengo claro que ese será nuestro centro de operaciones por un buen tiempo, por lo que me hago la idea de ello y pienso en como volverlo lo más operacional rápidamente.

Tercio pregunta acerca de las compras y es una buena pregunta en la que había pensado al llegar. Perdí a mi bebé en Acreage y conseguí un buen rifle. Solo debo comprar ciertos aditamentos para tener algo similar: Un silenciador, una mira láser y un buen selector de disparo serían unas buenas compras.

Algunos de los acólitos parecían un hueso duro de roer. Algo tienen que ocultar. La idea no le gustaba lo más mínimo. La duda y el subterfugio eran dos de los vehículos más rápidos y directos a la corrupción, y los luchadores que se enfrentaban a esa corrupción a diario podían permitirse tales vicios menos que nadie. A pesar de todo, Valerius se lo tomaba como un aliciente. No le cabía duda alguna de que le necesitaban, aunque puede que algunos ni siquiera se dieran cuenta de ello.

Cuando el Adepto Asclates terminó de dar sus instrucciones, Valerius no tenía ninguna pregunta. Ya llevaba un tiempo en la mansión, se había acostumbrado a ella y, sobre todo, a su capilla. Su propia capilla desde donde guiar a su diminuto pero fundamental rebaño.

—Me gustaría conoceros a todos adecuadamente —dijo solemnemente, cuando—, así que espero que encontréis tiempo para visitarme en la capilla. Si vuestras obligaciones os mantienen demasiado ocupados, me aseguraré de ser yo quien os visite.

- Bien, en ese caso creo que iré dentro de una semana, así tendré tiempo de aburrirme de estar aquí - sonreí.- Todo aquel que necesite comprar o vender algo está invitado a venir, e incluso si alguien necesita algo y no puede o no quiere venir, que me haga una pequeña lista de lo que necesita.

Seguro que no era el único que necesitaba comprar un par de cosas, aunque seguro que si era el que tenía más necesidad por hacerlo, por lo que me pareció buena idea hacerlo público. Un arma nueva, un poco de munición o quizás algo más banal, pero quién más y quién menos tendría ganas de gastar su dinero ahora que había tiempo. Parecía que mi petición de traspaso de deudas había sido ignorada, de modo que seguía teniendo una deuda directa con mis compañeros, y si no iba correctamente equipado a la siguiente misión no tendría la más mínima oportunidad de vivir para saldarla.

- Verá, Capellán, yo es que soy más propenso a las reuniones informales - le dije con una sonrisa burlona.- ¿Juega usted a los dados o a las cartas? Nada de apuestas, por supuesto... bueno, si como yo es usted de los que encuentra el juego más interesante si hay dinero en juego... - solté una carcajada.- ¡Era una broma hombre! Iré a visitarle a la capilla, y así nos conocemos un poco mejor.

Me divertía bromear con estas personas tan rectas, no solían tomarse las bromas demasiado bien.

Una sola pregunta de nuevo, una pregunta formulada por el Adepto Asclates y, una vez más, el Capellán decía lo que le venía en gana. Sí, en esa ocasión había respondido a la pregunta, si bien ese “algo que decir” lo había interpretado de forma demasiado literal. Estaban en mitad de una reunión que nada tenía que ver con hablar sobre conocerse cual parroquianos entre copas en una taberna de mala muerte. ¡Por el Emperador!, eran servidores del Imperio, no vulgares cotorras con nada mejor que hacer que contarse sus vidas. Y luego estaba esa promesa que había hecho al final.

Xerxes ya podía imaginárselo.

Estaba estudiando en su dormitorio cuando de forma inesperada escuchaba el crujir de la puerta que se abría.

- “Es el Capellán”- se diría, porque siempre había sido él, y sin darle mayor importancia seguiría estudiando.

Luego escucharía unos pasos, cortitos y silenciosos, los de aquel que no desea ser escuchado.

- “Es el Capellán”- se repetiría, porque muchas otras veces le había visitado. Era normal en él, así que seguiría estudiando.

Los pasos, cada vez más cercanos, se tornarían más numerosos y apresurados, y entonces el Cuestor comprendería el mayúsculo error que había cometido. El que aquella noche le visitaba no era la persona a la que se había acostumbrado, la que siempre lo había hecho y por la que había bajado la guardia aquel día.

- ¡¡Ratas!!- gritaría, pero ya demasiado tarde para salvar la vida…

Para cuando terminó de imaginárselo el corazón del Cuestor latía desbocado. Las manos le temblaban y el sudor perlaba su frente.

- Abs… Abs… Absteténgase de entrar en mi habitación sin mi pepermiso o de interrumpipirme cuando estoy cumpliendo con mis de… deberes para con el Imperio, Capepellán- El tono sonó tan contundente como podía sonar el de un hombre al que le castañeteaban los dientes.

- “Las pastillas. Las pastillas. ¡¡Dónde están las pastillas!!”- Sus dedos se escabulleron como ratoncillos nerviosos por todos sus bolsillos y el símil hizo que temblara de forma aún más exagerada.

- Ni se le ocurra- aclaró tras tragarse dos de las pastillas que había estado buscando.

Y más calmado, tras secar el sudor con un pañuelo y estirarse aun más, se dispuso a preguntar al Adepto Aclates lo que le habría gustado preguntar hacía tiempo si el Capellán no le hubiera entretenido con sus absurdas ocurrencias.

- Yo también tengo algo que decir, Adepto Asclates. Como bien sabéis para realizar la tarea que me encomendáis necesitaré disponer de cierta información ¿Esa información me será entregada o es necesario que antes formule una petición formal realizando un listado de cuanto considero necesario para el correcto desempeño de mi nueva labor?

- "Podemos hablar después en privado sobre esa información que va a necesitar, Cuestor von Braun." -

SALA DE CONTROL DE SEGURIDAD:

- Arlesha Rais: Está en su puesto.

GIMNASIO:

- Tercio Veridio: Continúa el laborioso proceso de rehabilitación para adaptarse a su nueva pierna biónica.

- Titus Nihilius: Está practicando saltos acrobáticos.

BIBLIOTECA:

- Xerxes von Braun: Estudiando normativa tributaria imperial.

SALA DE COMUNICACIONES:

- Intius Varnias: Repasando el tráfico de mensajes del Magistratum de la Colmena Sibellus. Al parecer hay en curso una batalla campal entre narcopandilleros y agentes de la ley en las proximidades de la División Coscarla. En uno de los monitores se enciende un aviso, se trata de una denuncia del Agente del Magistratum Biblos Goldmoon, de patrulla en la zona media de la Espira Scorpia. Varnias lo imprime.

COMEDOR:

- Arlan Hex: Comiendo.

- Novicio Valerius: Comiendo.

- Vladymir Ostrogov: Comiendo.

- Erudito Materium Asclates: Comiendo.

- "Hace un tiempo tramité una solicitud para que sea asignado un tecnosacerdote a esta mansión. Pienso que será necesario para el mantenimiento de la maquinaria de la casa, el sistema defensivo, el taller y los vehículos del garaje.

Parece que el Reclutador Schulzz ha encontrado un candidato idóneo, el Ordo lo ha autorizado y es más que probable que en breve sea transferido a esta célula." -

Varnias entre en el comedor.

- "Erudito Asclates, hay un informe del Magistratum que podría ser interesante. Un agente del Magistratum local, Biblos Goldmoon, ha denunciado la aparición de pintadas blasfemas en algunas paredes del barrio de la Schola Manufactoris, en los niveles intermedios de la Espira Scorpia en la Colmena Sibellus." -

Le entrega un papel al Adepto Asclates.

- "Hum. Tal vez no sea nada, pero debemos investigarlo.

Hex, Ostrogov. Tomen uno de los vehículos terrestres del garaje para realizar el desplazamiento hasta ese lugar.

Novicio Valerius, usted les acompañará. Aunque no es todavía usted un Acólito del Sagrado Ordo, pienso que la experiencia de campo le vendrá bien." -

- Hace quince días (329.810M41), el Cuestor Xerxes von Braun superó su examen de códigos inquisitoriales.

- Una semana más tarde (336.810M41) es oficialmente admitido como Acólito del Séquito del Inquisidor Globus Varaak, del Sagrado Ordo Hereticus.