Partida Rol por web

Janez sonríe ante la reacción de la recepcionista. Vaya, parece que tengo buena mano con las mujeres piensa para sí irónico.

- Un placer, Rosa.-se despide, mientras sigue sus indicaciones para dirigirse a la oficina de sus sueños, que había hecho cambiar radicalmente su vida una vez más en apenas un par de días- ¿Alice Palkort?-pregunta, llamando a la puerta de la habitación que le había señalado Rosa.

Adelante, se escucha una voz gruesa y grave que en nada semeja la de una mujer, Drago corrobora una vez mas que a ha seguido las instrucciones de las recepcionista de forma correcta y al notar que no se equivoca se adentra por fin en la habitación...

En el interior le espera sentado tras un pequeño escritorio un hombre musculoso de piel blanca, cabello rubio, ojos azules y un rostro duro y de pocos amigos, un estadounidense, decide Drago.

El hombre se incorpora al verte entrar y te señala una silla metálica y de diseño moderno que se encuentra frente a él. Adelante Mr. me ha comentad la recepcionista que usted busca a nuestra compañera Alice...

La oficina es sencilla pero elegante y moderna, esta iluminada por la luz del sol que se cuela a través de unas amplias ventanas en cuya parte superior descansan unas hermosas persianas metálicas plateadas, las paredes son de un sencillo blanco atirolado y el piso es de una lujosa madera...

Janez toma asiento en el lugar que le indicó el musculado americano, acomodándose como buenamente puede en ella. Mucho diseño pero luego las prestaciones...

- Sí, busco a la señorita Palkort-reconoce el ex-militar, mientras examina la oficina sin fijarse mucho en el hombre que le acababa de hablar, resultando casi grosero por su falta de atención, hasta que sus ojos se encuentran con los del agente y le sostiene durante unos segundos la mirada antes de hablar- ¿Dónde está?

El General cambia la sonrisa por un rostro serio y formal al ver que su invitado ni tomaba asiento ni parecía dispuesto a dialogar... Bien, lo mejor es ser directo...

Mi nombre es Robert Crownward y me temo ser el portador de terribles noticias, la señorita Palkort murió hace casi medio año en circunstancias extrañas MR. ¿Smith?...

El General espera la reacción de su interlocutor...

Nada más oír la respuesta de Crownward, Drago frunce el ceño, con un gesto de evidente cabreo, mientras se inclina sobre la mesa tras la que se parapeta el embustero, apoyando sus brazos en ella. Con cara de pocos amigos, vuelve a dirigirse a él.

Buen intento, señor Crownward. Dónde está-sus labios se mueven rápido y poderosamente y su rostro refleja la indignación de aquél que está harto de las dobles caras y las mentiras, con las que ya había convivido por tanto tiempo. Su pregunta no parecer serlo y, al igual que todas sus palabras, es pronunciada con un tono seco, convincente y autoritario. Ni siquiera se había dado cuenta de la cuestión de Robert acerca de su identidad.

Es evidente que Crownward no es un hombre que se intimide fácilmente, de hecho ni siquiera se altera al ver la reacción de su interlocutor, por el contrario su tono se vuelve mucho mas suave...

Comprendo que la noticia le sea tan perturbadora, Alice era una de nuestras mejores colaboradoras, durante un par de años fue la mano derecha del Director General de esta filial del instituto y su muerte ha dejado un gran vacio en la institución, todos los que le conocimos jamas la olvidaremos, disculpe la intromisión pero ¿De donde le conocía usted?... el general hace un pausa y agrega nuevamente en un tono mas alto ¿Mr. Smith?

No puede ser -musita Janez, que agacha la mirada hacia el suelo mientras sacude levemente la cabeza- No lo entiendes. Está viva. Ha de estarlo. Dígame, ¿tiene pruebas de su muerte? ¿Vio usted el cadáver? ¿Cómo la mataron? ¿El entierro?-las preguntas se amontonan inevitablemente en los labios del ex-militar, al que no le cabe en la cabeza que Alice pudiera estar muerta. Simplemente, era imposible para él que algo así hubiera pasado. Todas las demás preguntas parecían ser incapaces de sacarle de su obcecación y del único tema del que quería hablar.

El general te observa meditabundo, como decidiendo si sacarte a patadas, interrogarte o simplemente decidir que eres algun amigo intimo y que la noticia te ha afectado tanto como parece.

Desafortunadamente esa es información confidencial que no esta a mi alcance el facilitarle, sin embargo le aseguro que hemos tomado las medidas necesarias... Guarda silencio unos segundos.

Más me temo que debo insistir, su muerte no fue digamos, natural, por lo que es importante cualquier dato que se pueda obtener para esclarecer su muerte, ¿Quien es realmente usted y de donde le conoce?

- Está viva -afirma Janez, sacudiendo la cabeza, que acto seguido levanta para mirar a la cara a Robert, llegando a la conclusión de que necesitaba colaborar con él para localizar a Alice- ¿Información confidencial que usted conoce y no puede relatarme o información que ni siquiera se le ha revelado a usted? Mi nombre es Drago Janša. He venido aquí porque, en un futuro, hablaré con la señorita Palkort. -con una mirada fría como un témpano, fija su vista en el rostro del hombre para asegurarse de que no hace la más mínima mueca de burla, o se levantaría de la mesa para abandonar el edificio sin continuar con su discurso- Es algo inexorable. Más tarde o más temprano me tengo que encontrar con ella, por eso es imposible que esté muerta. Ella estará sentada tras una mesa, rizándose el pelo con uno de sus dedos, mientras charlamos sobre asuntos que creo que por ahora no le incumben.-Janez se da cuenta de que sus palabras suenan un tanto groseras, pero no es eso lo que pretende, sino hablarle con la mayor sinceridad- Y es por eso que si usted me está mintiendo u ocultando algo sobre el paradero de Alice, más le vale decírmelo ahora mismo... Yo vine aquí con todas mis buenas intenciones.-da una fuerte palmada en la mesa, con el sobre del instituto Hoffman bajo su mano, que desliza hasta el borde de la mesa tras el que se sienta el musculoso general.

El comandante parece sorprendido por la vehemencia con que aseguras que Alice esta viva, por un segundo incluso parece dispuesto a creerte pero...

No, es imposible, yo mismo he visto su cuerpo MR. Jansa, se le ha practicado la autopsia y se a sepultado sin encontrar nada, excepto por el par de impactos de una Beretta que le volaron la tapa de los sesos y le atravesaron la quijada.

Ante esta información el silencio se adueña de la habitación, sin embargo el General retoma la conversación mientras con su mano izquierda se rasca la barbilla...

Aun que... Quizás vaya a hablar con ella MR Jansa, he visto cosas mas extrañas, sin embargo... Me pregunto cual es su campo de acción señor, su trabajo, su modo de vida, quizá haya un lugar para usted en la institución, mas aun si dice estar tan convencido que hablara con nuestra Alice en un futuro...

Tras las primeras palabras de Crownward, los ojos de Janez se acristalan y humedecen ligeramente, incapaces de aceptar lo que le dicen durante el atronador silencio en el que el discurso trataba inútilmente de afianzarse en su cabeza. Sacudiendo la cabeza enérgicamente, echa para atrás la silla y se incorpora, enfurecido y dispuesto a irse. Pero entonces, escucha la segunda parte del discurso del rubio general...

- ¿Se ha fijado usted en la carta, señor? -pregunta, señalando con el índice el sobre que había arrastrado hacía unos instantes hacia la posición del agente- Si he logrado conseguir ese sobre, será por algo... El destino me trajo a este lugar y si puede ayudarme a hablar con Alice, trabajaré con ustedes.-mira al hombre, esgrimiendo una sonrisa mientras se secan las pequeñas lágrimas que se habían empeñado en inundar sus ojos tras el duro revés de la realidad- Mis métodos, mi estilo... Lo mío es la infiltración y el asalto. Las condiciones del trato ya las conoce: Asilo, protección, dinero y el encuentro con Alice. Seré el mejor agente que hayan tenido en años en el instituto...-su sonrisa se hace más amplia, terminando sus palabras con un susurro- ... de todas maneras, es imposible que me maten hasta que hable con ella.

El general parece conforme con la respuesta, se levanta de su lugar y agrega.

Tenemos un espacio en una de nuestra divisiones la cual requiere de atención especializada, hemos tenido algunas brechas de seguridad últimamente y necesitábamos a alguien que estuviese acostumbrado a los protocolos y procedimientos pero que fuese de mente abierta para afrontar... Digamos, nuevos retos, la investigación en cuestión de hecho esta relacionada con la muerte de Alice, el cual es un hecho cerrado pero no los eventos que la desencadenaron...

Robert da la vuelta al escritorio hasta estar cara a cara con Jansa y añade...

Como se puede imaginar no seré su superior inmediato, pero mañana le conocerá usted, en la platica de entrenamiento, 10:00 Hrs, Rosa en la recepción le entregará un anticipo para que pueda instalarse en la ciudad, le recomiendo algún lugar cercano...

Un incomodo silencio se adueña de la conversación, al parecer el general da por terminada la muy breve introducción a sus nuevas labores...

- De acuerdo -asiente Janez, extendiendo la mano para cerrar el trato- Todo lo que me acerque a Alice será bienvenido... Aunque todavía hay muchas cosas que no entiendo, pero los nuevos retos me gustan. ¿Cómo de cuantioso será ese anticipo? Si fuera posible, preferiría dormir aquí si es posible para evitar gastos y estar más seguro. Aún no conozco nada de esta ciudad...-hace una pausa para mirar a Robert, dubitativo- La verdad es que no tengo absolutamente nada. Ni una triste arma con la que protegerme... ¿puede darme aunque sea una Desert Eagle para pasar la noche más seguro? Ya discutiré mañana con mi principal superior sobre mi equipamiento, pero para dormir tranquilo creo que me bastará con una buena pistola semiautomática.

El general toma asiento nuevamente y comienza a hojear algunos papeles...

Arregle los detalles con Rosa, aun que el arma esta fuera de discusión, al menos por ahora, mañana el examen dirá que hacer...

El general no se despide, simplemente se pone a trabajar en los documentos que hojea...

Janez, sin entender muy bien lo que le dice el inspector, abandona la sala y retrocede lo avanzado minutos atrás por el pasillo hasta llegar al ascensor. Tras saludar cordialmente a otro miembro del instituto que también iba a la planta baja, alcanza finalmente su destino y se dirige al mostrador de Rosa.

- Ya estoy aquí, Rosa -saluda, divertido, a la recepcionista- Parece ser que al final trabajaré para el instituto... Mañana mismo me hablarán sobre mi caso en concreto. Pero verás, tengo un problemilla. No tengo ningún lugar al que ir, ni un arma con la que defenderme esta noche. El señor Crownward me dijo que me darías un adelanto, preciosa. Quiero evitar todos los gastos posibles para estar perfectamente equipado para mi misión... ¿sabes de algún sitio donde pueda pasar la noche?-sonríe, mientras la mira a los ojos con pícaras intenciones.

La recepcionista se encuentra colgando una llamada en el auricular que ya conoces y te pide que esperes un segundo, pasado el cual sonriente busca algo en uno de los cajones de su escritorio, del cual saca un pequeño papel el cual te entrega...

Claro MR., puede alojarse en alguno de los edificios de departamentos que se encuentran sobre esta misma calle pero dos cuadras mas abajo, no son baratos pero tampoco caros, digamos que se paga por lo que se obtiene...

Observas el cheque y la cifra en él te convence de inmediato de que el dinero no sera un problema...

- Oh, claro -responde Janez, aceptando el cheque tras su fallido intento de seducción a la hermosa secretaria- Hasta mañana entonces, Rosa -se despide, mientras guarda el valioso papel en su bolsillo y se dirige a la salida. A medio camino, gira sobre sus talones y dice unas últimas palabras antes de abandonar el edificio- Ah... y mi nombre es Drago. Drago Janša.

Tras dar unos pocos pasos por las calles, se da cuenta de que no preguntó la dirección de los departamentos, pero no piensa volver para quedar como un memo. Con cara de pocos amigos, examinando las calles pero sin tratar de llamar demasiado la atención, termina por preguntar a cualquier viandante dónde se encuentran para dirigirse a ellos directamente a continuación.