Partida Rol por web

Desapariciones en Puerta de Plata (Finalizada)

Capítulo III: Rastreando a los secuestradores

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29/04/2015, 16:00
Director

Los aventureros saltaron a la barcaza y un par de minutos de hachazos después la corriente les arrastraba a buena velocidad. El pasadizo era sencillo de navegar, afortunadamente, porque ninguno tenía conocimientos de manejo de botes. La misma corriente parecía pensada para arrastrar las barcas por el medio del torrente veloces y certeras. A cambio el viaje era muy movido y pronto estuvieron algo mareados.

Apenas dos kilómetros después, tras un buen susto al dirigirse contra una pared de vegetación que resultó no tener nada detrás, salieron de la montaña a un cañón de paredes verticales donde, sin dejar de ser una corriente veloz, el viaje se hizo menos agitado.

Tras más de una hora en aquel cañón, juntándose un par de veces a otras corrientes que discurrían por cañones similares, Hugh lo reconoció como el río Vía de Plata, el principal que bajaba de Puerta de Plata a Puerto del Duque. Sólo los cañones montañosos les llevarían la mayor parte de lo que quedaba de noche de modo que pudieron hacer turnos de guardia para descansar un rato y recuperarse, puesto que no había puertos ni posibilidad de salir o entrar al río en todas la cordillera, que era uno de los motivos para usarle como vía fluvial para el transporte de plata.

Para el amanecer ya transitaban por las llanuras, mucho más relajados pero aún con aguas veloces. El río estaba acanalado, para dar un centro navegable permanentemente por barcazas como la suya, balandros, e incluso alguna carabela, con las riberas en explanada de modo que a los lados del canal, de unos diez metros de ancho, había aún un par de docenas de metros a cada lado con menos profundidad que hacían muy difícil entrar y salir del río fuera de los puertos; a menos que se quisiera embarrancar la nave y nadar un buen tramo de corriente rápida y traicionera que tendía a arrastrar al centro del río.

Eso les ayudó, puesto que no había rastro de la barcaza que les llevaba una delantera de, al menos, media hora de inicio y, a poca mala suerte que tuvieran, de capacidad navegación de la tripulación. Pero en aquel entorno si querían desembarcar deberían dejar la barcaza embarrancada, salvo que fueran auténticos tritones capaces de nadar como peces mientras arrastraban a su cautiva, suponiendo que sólo tuvieran una.

El primer puerto al que llegaron, apenas recién amanecido y a los pocos kilómetros de salir del cañón, estaba en una fortificación con el estandarte del Duque Delacoure du Lis en un meandro muy cerrado y amplio, un gran muelle para dos barcos llegaba desde el castillo hasta muy adentro del río, con una ramificación del canal dispuesta para acceder a él. El ramal estaba sellado con una compuerta controlada desde la fortaleza y el muelle, muy alto - como para carabelas de guerra y de carga – estaba vacío. Su barcaza, si la amarrasen allí, necesitaría una escalera de diez metros o más para permitir salir. Salvo que hubiera una conspiración enorme la idea de que descargasen en aquel puerto militar a la hija secuestrada del Duque era ridícula.

El resto de la mañana, entre granjas y bosques, sólo hubo otro de esos canales laterales; salvo que alguien consiguiera saltar – volar más bien – a uno de los varios puentes que cruzaban, siempre en lomas y cerros, a suficiente altura para dejar paso a una carabela con su velamen. En una villa de gran tamaño que servía como silo de toda la región entre medias de las dos grandes ciudades. También era un embarcadero de gran tamaño y cerrado, pensado para barcazas de carga que se colocasen bajo las grúas del gran almacén que había en el puerto. Tampoco parecía un buen sitio para desembarcar porque en el muelle había una barcaza de unos veinte metros en proceso de ser llenada de cereal por dos mangueras. Un cálculo rápido de Rislân les dijo que llevaba toda la noche llenándose, tal vez más y que seguiría haciéndolo, mínimo hasta media tarde. Mucha suerte necesitarían para botar el barco antes de anochecer.

No hubo más apeaderos que no requirieran embarrancar hasta casi la desembocadura, ni barcazas embarrancadas, claro.

Ya veían Puerto del Duque, una ciudad amplia en la costa en la margen izquierda del río, muy extensa que se adentraba río arriba varios kilómetros aunque sólo con tres o cuatro calles de ancho a partir de los primeros quinientos metros. El puerto era lo más destacado y los mástiles de los grandes galeones de guerra sobresalían al fondo como las torres del castillo y de las iglesias, allí sí que podría desembarcar una barcaza sin que nadie se fijase, pues desde el mar se veían cientos de naves desde chalupas y barcas hasta galeones y fragatas de guerra y buques de carga de cientos de toneladas. La margen derecha del río era un inmenso acantilado, tan alto que ni siquiera se vería la ciudad desde arriba y estaba ocupado por una gran fortaleza medio en ruinas cuya única utilidad era que nadie pudiera hacer un campamento militar allí desde el que bombardear la ciudad.

Algunas de las granjas y mansiones de las afueras tenían embarcaderos, normalmente para barcos pequeños de recreo o pesca pero en los que podían desembarcar una barcaza con algo de habilidad. El canal había acabado diez kilómetros río arriba. Un segundo puerto, mucho más pequeño, para barcas de pesca de cabotaje, aunque llamarle puerto, sobre todo comparado con el de la ciudad era como un mal chiste. Se trataba de tablones podridos y viejos, mal puestos y en los que a duras penas podría atarse su barcaza sin que los arrancase. Pertenecía a un villorio aún más paupérrimo, en una pequeña ensenada a pie del acantilado del margen derecho que no era accesible más que por el río. Eran dos docenas de chabolas de madera de deriva destartaladas, un almacén comunal no mucho mejor y una iglesia de piedra que era lo único mínimamente llamativo.

Era hora de pensar a dónde dirigirse para tratar de dejar la barcaza, considerando que ninguno sabía cómo manejar la barca.

Notas de juego

Se considera que habéis (mal) descansado, porque pasáis casi un día en la barca y podéis dormir a turnos, de cara a conjuros y poderes de uso diario.

Recuperáis 4 puntos de vida porque no es que sea un descanso muy reparador (ni descansado, con la excursión y peleas nocturnas)

Gogri daño: 26/52

Hugh daño:7/35

Rislân daño: 0/17

Aiden daño: 3/39

Hank daño: 5/21

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03/05/2015, 21:08
Aiden Stendahl

Aiden se puso en pie y observó la pequeña iglesia junto a aquel destartalado puerto. Trató de buscar algún signo reconocible a su alrededor.

-¿Alguno veis algo? - preguntó - El puerto es la opción más lógica, pero hay algo que no me gusta... Aunque quizá no sea nada...

- Tiradas (2)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 13(+2)=15

Motivo: Saber religión

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+5)=15

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03/05/2015, 21:52
Director

Tras estudiarla un rato, Aiden se dio cuenta que la iglesia, el único edificio de piedra del villorio, sólo era reconocible como tal por su forma y aspecto. No tenía ningún símbolo, cruz o estatua que permitiera identificar el culto al que estaba dedicada. Además, a diferencia de la mayoría no tenía ventanas ni rosetón, sólo un campanario pequeño con una diminuta campana, casi invisible a esa distancia.

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04/05/2015, 11:40
Gogri Grimhammer

-Arf... el agua no es elemento natural del enano - gimió Gogri, molesto -. Entre todos podremos manejar este vehículo hacia la tierra, donde yo vuelvo a ser útil. ¿Dónde están los remos? ¿Tan grandes? Sobra la mitad de la pala. Estos humanos. Vamos, coged uno cada uno. Aprendamos juntos a remar.

Notas de juego

No se me ocurre qué tirada debo hacer para esto.

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04/05/2015, 12:27
Director

Notas de juego

Jeje, depende de dónde queráis parar la barcaza y si queréis que siga siendo útil después.

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05/05/2015, 22:03
Hugh Triond

Oteando los diferentes emplazamientos que se iban abriendo a su paso, el forajido dió por hecho que el único lugar en el que una embarcación como la suya pudo haber echado marras sin problemas, y sin llamar la atención, debía ser uno de los muchos embarcaderos del puerto de Puerta del Duque. Así lo hizo saber a su grupo:

-Pongamos rumbo hacia allí.- Señaló en dirección al puerto. -Parece el único lugar en el que los secuestradores hayan podido atracar. Tal vez, si preguntamos, alguien pueda darnos alguna señal de si ha sido así.

Notas de juego

Los espíritus de Jagg, Alexandra y Xelaver nos persiguen.

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05/05/2015, 22:15
Director

Notas de juego

Cierto. Está modificado, ya no deberían salir por defecto.

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06/05/2015, 11:21
Hank Daggerfell

Estoy de acuerdo con Hugh. Vayamos al puerto.-Comento a mis compañeros de bote. Llegábamos a una nueva gran ciudad, y eso sólo significaba más lugares y peligros desconocidos. Esperaba tener suerte y que alguien en el puerto hubiera visto llegar a los secuestradores. De lo contrario, encontrar a Mara y a las demás mujeres volvería ser harto dificil.

Como una forma de distraer mi frustración, me agaché para tomar un remo dispuesto a ayudar al enano.

Notas de juego

Director ¿podría hacer una tirada de saber para concocer algún dato relevante de Puerto del Duque?
 

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06/05/2015, 12:51
Director

Aunque Hank no era oriundo de la ciudad, había pasado alguna temporanda allí, todo viajero había pasado algún tiempo en aquella ciudad, la más cosmopolita del Ducado sin lugar a dudas. Era un gran puerto y nudo comercial, por ello en todo momento la mitad de los residentes eran extranjeros, gente de paso, marineros o comerciantes; como consecuencia era un lugar lleno de mil influencias, en que era fácil mantener el anonimato. También en consecuencia la población local era abierta, extrovertida, desconfiada y ladina.

El dinero y el comercio eran la principal fuerza motriz de la ciudad y hasta la política estaba fuertemente influenciada por ellos. La corrupción era significativa, pero muy cara... en consecuencia acababa siendo más moderada que en la mayoría de los sitios, pero más institucionalizada también. Lo único más seguro que la posibilidad de sobornar a un guardia o un juez, era que te costaría un ojo de la cara hacerlo.

Sorprendentemente para una ciudad portuaria, el puerto y los alrededores distaban de ser los barrios bajos, incluso concentraba parte de los mercados principales. Estando los centros criminales más bien en las afueras y algunas partes de la franja central de la ciudad amurallada.

Por otro lado, la ciudad era el lugar ideal para comprar lo que se quisiera. Si no lo vendían en Puerto del Duque no lo vendían en ningún otro lugar del Ducado.

- Tiradas (1)

Motivo: Saber Local

Tirada: 1d20

Resultado: 16(+5)=21

Notas de juego

Eso además del texto que puse en Ambientación, que es conocimiento universal. Si tienes alguna pregunta concreta me lo dices y te añado la respuesta, hasta dónde Hank la conozca.

Lo pongo en abierto porque no tiene nada de raro y no nos compensa usar una semana en las conversaciones para transmitir la información. Si necesitáis hacer referencia a ello, incluid en el mismo post cómo los personajes lo hablan y se lo cuentan.

Esta tarde/noche os hago llegar a puerto salvo que alguien se oponga antes.

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07/05/2015, 08:43
Gogri Grimhammer

El enano observó con desconfianza el lugar que se desplegaba ante ellos.

-Mmmmffff...habrá un registro de barcos entrantes. Si uno ha entrado por aquí, preguntaremos al capaz, o como se llame el que se encarga de estas cosas. Si no dice nada o parece intimidado, se lo sacamos a la fuerza. ¡Ja! Se cagará de miedo, como se resista.

Gogri movió la pala tal y como veía que hacían sus compañeros para dominar el inquieto bote.

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07/05/2015, 11:22
Director

Entrar al puerto fue más difícil de lo que pensaron en un principio. Hubo nervios, miedo y muchos insultos. El tráfico era muy abundante, barcazas como la suya, barcos mercantes y de guerra enormes, así como pesqueros y paquebotes salían y entraban contínuamente y ya no era suficiente con mantener la barcaza en una línea no muy zigzageante.

Aunque otros navíos acababan esquivándoles, solía ser tarde y con muchas discusiones. Cuando por fin entraron al canal de entrada ni siquiera sabían a qué dársena dirigirse. Supusieron, por observación, que había una lateral y más pequeña reservada para barcas, lanchas y embarcaciones pequeñas como la suya y, entorpeciendo el tránsito con su inexperiencia, a ella se dirigieron. La alcanzaron con sólo un par de rozones con otras barcas, un remo menos y muchos insultos y exabruptos más.

Dirigían la barcaza hacia el primer amarradero libre, preguntándose cómo harían para detenerla cuando les comenzó a increpar a gritos un tipo con ropa de trabajo de notable calidad y que incluía una de las gorras con plumas de colores tan de moda entre los gentilhombres e hidalgos. Hank suponía que sería el síndico de la dársena, tal vez incluso el del puerto, aunque era raro que alguien tan importante estuviera en aquella dársena de botes y barcas.

Con grandes gritos e increpaciones, pero siempre manteniendo la educación suficiente para no insultar ni agraviar les exigió dirigir la barca a una zona determinada, al fondo de la dársena, chillando que aquel amarradero al que se dirigían era el del barco personal del gobernador.

Los aventureros hicieron por cumplir, el paso era estrecho y golpearon no pocos navíos amarrados, aunque no lo bastante para causar desperfectos de consideración ni soltar las amarras. Pero el detener la barcaza no se les dio tan bien: acabaron chocándola con el muelle con suficiente violencia para derribarles a todos y dañar ligeramente tanto la estructura como el navío. Eso sí, quedo firmemente trabado entre los maderos.

En el muelle de al lado, desde otra barcaza casi igual que la suya y también pintada de negro mate, un par de tipos que la limpiaban y calafateaban, se reían y bromeaban al verles. Parecían de un humor excelente, gritando contentos desde antes de que ellos se aproximaran, incluso.

- Tiradas (1)

Motivo: Manejar bote (+Des+Ayuda)

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 6(+5)=11 (Fracaso)

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07/05/2015, 11:38
Jules Delemer

En tierra el síndico ya les esperaba con gesto muy enfadado y mirada ceñuda cuando bajaron.

-“¿Qué demonios es esto? Su barco no me suena... Ni vuesas mercedes tampoco. El manifiesto, rápido. Y los permisos de amarre. Y la licencia de cabotaje, por supuesto. ¿Quién es el capitán? ¿Por qué demonios no tiene un piloto?” – mientras anotaba cosas, con trazos floreados y ampulosos, en sus propios papeles y hacía cuentas a toda prisa, sin mirarles desde que bajaron de la barcaza y su educación parecía elevada, rimbombante, incluso.

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07/05/2015, 11:58
Gogri Grimhammer

-¡Qué diligente es vuecencia! - se apresuró Gogri a contestar - ¿Tanta seguridad maneja con todos? Venimos sin piloto ni permiso, ni papelajos de ésos por las prisas. Verá, se ha cometido un crimen río arriba. Una señora de noble condición ha sido secuestrada en Puerta de Plata y nosotros vamos en su búsqueda. Éste es el puerto más decente que hemos encontrado en nuestro camino, así que puede que ante vuestros ojos, tan hábiles para pedirnos cuentas, hayan pasado unos criminales con un botín vivo y coleando. ¿Comprende el señor?

El enano puso a trabajar los dedos regordetes, haciendo el gesto tan universal del dinero abundante.

-Monedas en juego, señor mío. Mucho dinero por un rescate, pero peor aún, mucha mala leche de la familia que eche en falta a uno de los suyos. Familias poderosas, de las que no conviene enojar.

Le pregunto con la misma deferencia. ¿Quiénes de los que han desembarcado aquí pasarían por comerciantes de tres al cuarto, cargados con un fardo o con una mercancía sospechosa tal y como la he descrito?

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07/05/2015, 16:06
Jules Delemer

El síndico sonrió cuando comenzó a hablar Gogri, orgulloso de lo que, efectivamente, consideraba su trabajo diligente. Pero cuando su tono y frases comenzaron a tornarse más acusatorios o plantear dudas, volvió a fruncir el entrecejo.

-“Pues si, caballero, si lo es, vuestra merced disculpará mis desconocimiento de la heráldica enana. La misma seguridad en toda mi dársena, ese es mi orgullo. Y, si están implicados en algún crimen, la guardia será quien determine qué hacer, yo daré el aviso.” –

 

Notas de juego

Ahora vendría una prueba de diplomacia para ver cómo se toma el síndico ésta situación, si decide ayudar y dar un poco de manga ancha o llama a la guardia para que resolváis con ellos el asunto. Si alguien quiere intervenir podrá tirar él (o ayudar a otro y dar un +2 a Gogri), si no tiraremos con el +0 de Gogri (Gogri puede tirar de todas maneras porque si otro hace la tirada principal, la suya será para ayudar a otro).

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07/05/2015, 16:11
Hugh Triond

Tras ayudar a bajar al cánido del navío, se ve sorprendido por el arranque de Gogri en respuesta al administrador portuario. Dejó que gestionase el asunto. Por su parte, se dedico a observar aquella barcaza tan similar a la suya. La cual, había intuido, podia pertenecer a sus perseguidos.

-Saludos, caballeros.- Dijo a los calafateadores.- ¿Es vuesta esa nave?

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07/05/2015, 16:21
Director

Los tipos se miraron entre ellos cuando Hugh les habló, parecían más interesados en la situación con el síndico que en charlar con el montaraz; aún así se miraron uno a otro, sus sonrisas se agrandaron y, con una risotada alegre contestó el más mayor, un hombre de unos cincuenta de rostro comido por la sal y con el pelo totalmente negro:

-"Puede decirse que lo es ¿verdad, Tobo?" - 

El otro, quizá quince años más joven pero también con piel muy curtida, asintió enérgicamente, con más risas.

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07/05/2015, 16:49
Gogri Grimhammer

- Entenderá el señor que lo que aquí tratamos es un crimen en curso -insistió el enano -. Si por ventura la pobre muchacha aparece desollada porque nosotros llegamos sólo un poquitito tarde a su rescate, imagine el disgusto de su familia, y su comprensible enfado. No pedimos que nos ampare con historias, pero necesitamos ponernos rápido en camino. Tal y como yo lo veo, si pone un precio rápido por lo que vuecencia considere pagado este asunto, veríamos de entregarlo y salir por patas. Pero sea justo, hombre, porque las dilaciones nos van a salir caras a todos.

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 8

Notas de juego

No tengo la habilidad. Así que el resultado será un 4, ¿no? Bueno, 8 ha sido el natural. Tú dirás :D.

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07/05/2015, 16:56
Director

Notas de juego

No, el no tener competencia sólo se aplica a las armas. Las habilidades que son "no entrenadas" se pueden usar sin rangos sin penalización. Si alguien te ayuda, llegarás a 10. Si alguien toma el control de la conversación, tu diplomacia no será suficiente para ayudarle, eso es todo.

Los demás deberéis elegir a qué conversación os unís, si a la de Gogri con síndico o la de Hugh con los trabajadores porque son simultáneas.

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07/05/2015, 21:46
Hugh Triond

Algo le decía que aquellos dos tenían algo de información que les podría ayudar en la consecución de su objetivo.

-No estoy para juegos de acertijos, buenos hombres.-Dijo sin varias un ápice su tono.-Poco me importa esa barcaza y como la hayan obtenido un par de nobles faeneros del mar.- Dudaba de la profesión real de aquellos hombres, pero claramente no eran gentilhombres y ello seguramente implicaba una historia de dificultades economicas tras ellos. -Buscamos a personas que pudieran llegar en una barcaza como la nuestra a este puerto. La vuestra se asemeja en demasía. Apelo a vuestra amabilidad para saber, si es el barco del que hablo, hacia dónde se han dirigido sus anteriores ocupantes.

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07/05/2015, 22:16
Director

Los tipos se encogieron de hombros, miraron hacia el enano y el síndico pensativos y su sonrisa se desvaneció. El más joven le contestó

-"Pues no lo sabemos, amigo. O al otro barrio o cualquier sitio, pero de malas maneras y por la puerta de atrás, porque encontramos ésta barcaza esta madrugada cuando salíamos a faenar. Estaba abandonada mar adentro, una milla y media o así, arrastrada por la corriente del río. Sin un alma ni rastro de que la hubiera habido, al menos que nosotros vieramos." - maldiciendo para sus adentros, Hugh se dijo que el que un par de pescadores de bajura no los vieran no quería decir que no los hubiera, antes de que procedieran a pulir, limpiar y calafatear la barcaza. Pensando que quizás aquellos hombres pudieran acabar con su buena suerte el más viejo añadió:

-"La encontramos a la deriva y así lo declaramos, así que ahora es nuestra salvo que tengan los papeles oficiales del navío. Así lo dijo el síndico, es la ley del mar. Hemos pagado los impuestos... O los pagaremos, con los intereses, cuando reunamos el dinero." - señaló al caballero con la cabeza al hablar, pero él estaba distraído en la otra conversación, de modo que ningún apoyo les llegó de allí.