Partida Rol por web

Me quede muy asombrada a la par que asustada, monodramon se había convertido ¿En eso? No se porque su nueva aura me asustaba bastante pero bueno espero que entre el y kyubimon puedan vencerlo. Aun así nosotros no podemos quedarnos quietos. Reuní todas mis fuerzas y valor y me lance a por el a darle un cabezazo con todas mis fuerzas, tras eso retrocedí rápidamente para salir de la zona de peligro.

- Kyubimn devidramon animo acabad con el.

Esto nose acaba nunca tenemos que derrotarlo cuanto antes, mis pensamientos se ven interrumpidos cuando a monodramon le envuelve un aura oscura, al desvanecerse vemos su digievolucion, pero hay algo raro en el parece que esta centrado en ogremon asique perfecto pero algo no me da buena espina asique lo tendre vigilado.

Me uno a el sin pensarmelo para proteger a los demas y ataco a ogremon otra vez.

Me quedé mirando anonadado a ese enorme ser oscuro que acababa de emerger de Monodramon, si aquello era una digievolución la verdad es que no daba muy buenas vibraciones, pero que podía hacer? La verdad es que lo que decía era verdad, en ese mundo el poder lo era todo. Pero el poder se podía usar para hacer el bien o para hacer el mal y me daba que aquel ser no tenía muy buenas intenciones, pero no podía dejar que eso me amedrantase. Teníamos que luchar por la supervivencia, ahora de nada valía llorar, asustarse o correr. 

Los ataques que impactaban en ogremon parecía que lo debilitaban pero no acababan de tener efecto, esta vez sería Kyubimon quien tenía que asestar el golpe final. Ahora tocaba dar apoyo, como estaba haciendo desde hace rato, primero acabaríamos con el bicho verde, luego veríamos que hacíamos con la forma diabólica que había adquirido nuestro amigo.

Desde luego aquello no era una digievolución como la de Renamon, al ver a aquel monstruo no me dio buenas vibraciones para nada y pese a ello algunos de mis compañeros parecia como sí aquello fuese lo más normal del mundo....aunque claro, convertidos en mosntruos digitales que cambiaban de aspecto como sí nada tampoco era muy "normal".

Así que pese a mis retitencias acerca de la nueva forma de Devidramon seguí junto a mis compañeros y lancé una nueva bocanada de aire, solo esperaba que no fuera un fiasco como la última vez...

Los ataques terminan por tirar a Ogremon al suelo, aunque no estaba derrotado, en su mirada se veía furia y dolor. Los ataques combinados de todos vosotros, terminan por doblegarlo, pero.....

.... por los pelos conseguís evitar un zarpazo del digimon negro, el cual era la digievolución de Monodramon, no asi Kyubimon que recibió el zarpazo, cayendo al suelo y que su digievolución temporal desapareciera. Ese digimon comenzó como a gritar como loco, y parece que no distingue entre amigos y enemigos. Éste enfoca sus ojos carmesíes en vosotros, como si fuerais las próximas víctimas.

Había funcionado, el ogro había sido derribado.

Más Yusei no pudo celebrar, un feroz zarpazo casi le arranca la oreja, Instintivamente se hizo para atrás para evadirlo, suspiro aliviado y le reclamó:

—¡¿Cual es tu problema?!—dijo con una voz mas aguda a la usual

Aquella gárgola cubierta de cuero negro no podía ser Monodramon, o al menos ya no lo era. Respiro profundo y disparando otra rafaga helada clamó:

—¡¡Fox Terrier Helado!!.

Me quedo agazapada en mi lugar, sin entender nada.

- !!Para!!! que estas haciendo somos amigos.

Al ver que nos ataca trato de aturdirlo como ogemon que aun estaba en el suelo. Y yo creia que ya estabamms a salvo

-¡Chicos, es imposible que lo derrotemos, es demasiado fuerte! -exclamé, observando al enorme Devidramon, con auténtico pavor-. Pero creo que su evolución no es definitiva, igual que no lo fue la de Renamon y Dorumon. Tenemos que cansarlo, y yo conozco la forma más indicada para lograrlo... ¡Corred!

Con esas palabras, decidí tratar de echar a correr para alejarme del lugar donde estaba teniendo lugar el combate. En el mejor de los casos, Devidramon comenzaría a perseguirnos y estaría cada vez más agotado. En el peor... bueno, en el peor no lo contaríamos.

Por primera vez parecía que Agumon había tenido una idea memorable, si corríamos ese bicho tendría que moverse y no podía atacar al mismo tiempo, o eso me gustaría pensar a mi. 

Si bien me había fijado en el nuevo digimon parecía que tenía Alas. ¿Podría volar con ellas? Negué con la cabeza, o corríamos o peleabamos y sabíendo que aquel era monodramon, uno de los nuestros, no era buena idea pelear hasta que alguien cayera. 

Así que siguiendo los pasos de Agumon comencé a correr yo también, deseando que no me cansara antes de que la digievolución parara.

Tras el golpe de devidramon me levanto un poco desorientada, nose muy bien que a pasado. Mientras me incorporo escucho la idea de agumon, no me puedo creer que se le haya ocurrido a el.

- Me parece buena idea vamos corred todos.

Tal y como esperaba, aquello se estaba escapando de nuestras manos, aquel digimon de negro estaba ayudando en la batalla pero a cambio estaba destrozando a los demás, así que al igual que mis compañeros me dispuse a huir esperando un último lugar para cubrir la retirada de estos.

— ¡Fox Terrier Helado! — Instantes después de escuchar eso, volteándose indiferentemente hacia la fuente de la exclamación, recibió una ráfaga de cristales de hielo que se estrellaron contra su cuerpo. Pero simplemente no era suficientemente fuerte como para hacerle algo.

Los demás, entretanto salieron corriendo en todas direcciones.
De pronto se le cruzo por la mente la imagen de Ogremon tirado en el suelo y tuvo la intención de ir a despedazarlo… pero… se sentía tan bien que todos le tuvieran miedo… y eso le hacía sentir poderoso. Ahora ya no le tendría miedo a nadie ni nadie le haría sufrir, ahora era él quien estaba en ese lugar.

— Diminuto… insecto. Vas a respetarme — Le dijo al orejudo Lopmon. Y mientras avanzaba lentamente hacia aquel, mirándolo fijamente, sus ojos comenzaron a brillar aumentando la ya de por si marcada coloración que poseían. — Vas a temer a mis… OJOS ROJOS!

Su ataque había sido inútil, no solo eso sino se encontraba a merced del enemigo. El lagarto cubierto de cuero negro se mostró burlón y sádico mostrando así una técnica letal.

—Maldición—dijo desesperado.

Ahora estaba inmóvil y a merced del enemigo. No quería que se lo comieran y ¿si sabia a pollo?. No, ¡¡En que estaba pensando Yusei!!.

En el momento en el que Devidramon tenía a Lopmon paralizado, todo pasó a camara lenta. 

Para los que huían - Cuando huíais, os encontrasteis de frente con el digimon pequeño azul que estaba junto a ese que pensabais que era BanchouLeomon, parecía que venía a ayudar. Todos mirasteis hacía atrás, y visteis como Devidramon iba a rematar a Lopmon, y todo esto lo veíais como a cámara lenta, incluso vuestros movimientos parecía que iban en Low Motion.

Para Devidramon - En tu cabeza solo escuchabas "Poder", "Supremacía"... Sabías que estaba mal, pero estabas desbordado por el poder. Todo lo que ansiabas te había sido concedido, pero a qué precio. Vistes a cámara lenta como tu enorme garra se levantaba para aplastar a Lopmon, que tuvo la valentía de ganar tiempo mientras los demás corrían; pero tu mente no paraba de gritar que "PARA!", "MALDITO CUERPO OBEDECE MIS DESEOS!" solo para ver como todo se movía a cámara lenta.

De nuevo con todos...

En ese momento, el acompañante del digimon azul saltó al frente, y le lanzó un ataque muy potente, que no solo tiró a Devidramon al suelo, sino que la transformación se revertió. Cuando abristes los ojos, tenías a un digimon encima, con una espada apuntándote a la garganta.

Estaba seguro: era el fin. Cada milésima de segundo que pasaba delante del el engendró de cuero negro se sentía como una eternidad, le palpitaba el corazón muy fuerte casi como si le fuera a estallar.

—Voy a morir voy a morir voy a morir voy a morir voy a morir........—se repetía en su cabeza, completamente consumido por el miedo.

Esperaba con angustia el final, viendo como esa garra iba hacia el para desgarrarlo. En medio de esa situación no se esperaba eso, un guerrero vino de otra parte y arremetió contra la bestia sometiendola.

Con el peligro eliminado a Lopmon solo le quedo una cosa por hacer: caer de rodillas y romper en llanto, era la cosa mas espantosa que había sentido en su vida.