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[DM 21/09] Dragonlance - Noticias de Guerra

Capítulo II - Cuevas de las Astivar

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05/11/2021, 06:05
Briand Le Besco

Otro fuertísimo relámpago sonó detrás de ella, dejándola media ensordecida por unos segundos, agachando su cabeza y cubriendo sus oídos. La jaqueca rápidamente regresó hacia ella, aunque no tenía ganas de voltear para verificar el horror de aquella escena. Reaccionó al notar que el sacerdote se encontraba a sus espaldas, aún no consciente de que era el mismo quién le había sanado anteriormente.

- ¿Puedes... Darme más energías? - Le solicitó por lo bajo, con una voz decaída, mientras intentaba continuar su paso forzado hacia el frente. Realmente le dolían todos los músculos. Oyó la voz de Lluvia llamando a la retirada, y aunque no podía ver del todo bien, sentía que los otros dos andaban por detrás. - Sí... Debemos irnos... - Soltó sin demasiadas energías, avanzando con un pie cojo, quizás hasta sosteniéndose un poco del clérigo si le seguía el paso.

Notas de juego

Avanzo a Q5 con mi única acción.

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05/11/2021, 08:10
Lowenherz

Lowen escuchó el grito de Glinthalas, mirando hacia atrás con extrañeza. ¿Porqué iban todos en esa dirección? ¡Si tenían una salida mucho más cerca! El guerrero no comprendía nada, pero Glin le pedía ayuda para cargar con los huevos. Demasiados para él*, suponía. Tras llamarle, el elfo dudó un momento, y Lowen hizo lo propio. En ese momento de duda, soltó su escudo de la espalda y se enganchó el orgulloso escudo solámnico que acababa de encontrar.

Después, volvió su mirada hacia el elfo. ¿Necesitaba realmente ayuda? ¿Qué era lo que buscaba exactamente? Lowen no terminaba de comprenderlo del todo, pero iría a socorrerle si no podía cargar con tantos huevos. De otro modo, tenía una salida mucho más cercana que sus aliados no parecían terminar de ver.

- ¡Podemos salir por este lado, es más seguro ahora! - exclamó, pero comprendió que ellos ya no llegarían de vuelta.

Decidiéndose, corrió hacia donde estaba Glin, presto a recoger el huevo que el elfo dejaba en el suelo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si he entendido bien la situación, tenemos salida tanto por la esquina a la que se dirigen todos como por el lado en el que estaba la dragona. Lo digo porque igual por nuestro lado es más fácil (hay menos salto).

* La imagen mental del menudo elfo cargando un par de huevos de dragón y diciendo "me pesan los huevos" no tiene precio xD.

Suponiendo que Glin deja finalmente el huevo en el suelo (considerando tu post en el off):

A ver si me entero bien del tema movimientos. ¿Tengo 20' por acción de movimiento? Si cada casilla son 5' (7' en diagonal, aprox), podría moverme hasta N10 gastando 1 acción de movimiento y parte de la otra (4 casillas en diagonal, 28') y cogerle un huevo (;P) desde la casilla adyacente. ¿Eso consumiría todo mi movimiento, o coger el huevo es gratis? Si fuese lo segundo, me muevo otros 10' hacia las escaleras, quedándome en N8 (me habría movido 38', y lo restante para agacharme y coger el huevo del suelo).

Tacho abajo las acciones alternativas tras aclararlo todo en el off (y haber editado Glin su post).

aún tendría para moverme de vuelta a Ñ11 (paso diagonal, otros 7 pies) y otro paso lateral (5') hasta O11.

Me muevo hacia atrás con la idea de salir como por S13, pero, si no se puede en esa dirección, correría hacia las escaleras tras coger el huevo.

Suponiendo que Glin no deja el huevo en el suelo (y no necesita ayuda para cargarlos):

Si el elfo es capaz de tirar de los huevos por sí solo, Lowen no va a recorrerse toda la cueva para despeñarse otra vez y huir por el otro lado (de nuevo, asumiendo que se puede salir por S13 más o menos). Así que aprovecharía para ojear el tesoro en busca de "otro huevo" (o en su defecto, algo de valor que me pueda llevar con poco esfuerzo, p.ej. gemas), sin perder mucho tiempo, y usaría la acción de movimiento para S14 (¿puedo hacer esto con el paso gratuito de 5'?) y empezar a escalar (este asalto o el siguiente).

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05/11/2021, 18:23
Dungeon Master

Renqueando, Briand avanza hacia la salida situada en el extremo nororiental de la cueva ayudada por Kylian. El clérigo de Gilean lleva bajo el brazo derecho el enorme huevo de dragón Azul y ofrece el izquierdo a la noble de Kalaman mientras se disculpa por no poder hacer más para aliviar sus dolores en estos momentos. Aunque le asegura que hará cuanto esté en su mano una vez que hayan perdido de vista a la temible Ysalla.

Mientras tanto, Lowenherz abandona el tesoro de la dragona y su viejo escudo en favor de su nuevo hallazgo y corre a recuperar el huevo de Latón que Glinthalas acaba de dejar atrás. Su tamaño apenas es la mitad que el que lleva Kylian y no pesa ni siquiera un kilo, con lo que el escudero solámnico no tiene problemas en recuperarlo y seguir avanzando hacia las escaleras de piedra.

El arquero elfo ya las remonta a toda velocidad, con la agilidad de una cabra montesa, y desde lo alto contempla la cámara en busca del último huevo de dragón prometido. Sin embargo, el modo en que Ysalla ejecuta a la mitad de los mercenarios presentes le obliga a centrar en ella su atención y probar fortuna una vez más con su arco. Lamentablemente la flecha pasa volando a escasos centímetros del cuerpo dragonil y se pierde en el pasillo situado más allá de la puerta de hierro.

Los aterrorizados mercenarios intentan escapar a la carrera de la vengativa dragona azul, pero ella los persigue, dando caza sin piedad al infeliz que había logrado sobrevivir a su aliento mortal. Sus garras lo aplastan contra el suelo y sus fauces se tiñen de sangre cuando se cierran sobre su garganta. A los otros dos se les escucha gritar más allá, mientras desaparecen de vuestra vista pero la dragona parece haber perdido todo interés en ellos y se gira hacia Glinthalas, con el hocico chorreando sangre y un regocijo perverso en su mirada.

Decidida a escapar de la carnicería que tiene lugar a sus espaldas Lluvia Estelar salta el desnivel que conduce a la salida y, una vez abajo, aguarda con los brazos extendidos a que Lizbet haga otro tanto. A pesar de la gravedad de sus quemaduras, la sacerdotisa de Zeboim se las ingenia para saltar al pequeño precipicio y aterrizar incluso con cierta elegancia antes de seguir adelante apoyándose en la mística que-shu.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Briand (13) → 2/22 [-2 de daño no-letal; incapacitada1; cinturón curativo: 0/3 cargas disponibles]
Lowenherz (8) → 8/26 [-5 de daño no-letal; mangual pesado dgc 6/10 pg]
Lizbet (7) → incapacitada1 [resistir energía (electricidad)]
Glinthalas (6) → 9/15
Kylian (20) → 12/16
Mercenarios (19) → 2 ilesos huidos, 3 muertos
Lluvia Estelar (18) → 7/24 [-1 de daño no-letal]
Ysalla (14) → herida leve

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05/11/2021, 21:56
Lluvia Estelar

Lizbet ha logrado salvar el terraplén con mayor fortuna y agilidad que yo, probablemente debido a que ella no lleva una engorrosa armadura como la mía, y es un alivio que así haya sido pues temía que perdiera el conocimiento de nuevo con la caída.

Sin embargo, me niego a seguir adelante hasta haber ayudado también a mis compañeros a saltar. Así pues, me quedo donde estoy mirando hacia arriba y decidida a tratar de amortiguar el golpe de cualquiera que salte a continuación.

Desde aquí abajo no puedo ver lo que sucede con la dragona pero los gritos me anuncian que las cosas no deben ir muy bien por ahí arriba.

—Si puedes, busca la salida y yo te alcanzaré en cuanto pueda —le pido a la sacerdotisa de Zeboim, confiando en que sea capaz de caminar por su propio pie sin mi ayuda. A continuación, dirigiéndome a los que todavía no han saltado, añado—: Por favor, daos prisa, sea lo que sea que estáis haciendo todavía ahí no es más importante que vuestra vida.

Notas de juego

Pues lo dicho, a esperar aquí abajo con los brazos abiertos. ¿Algún bonificador a las pruebas de saltar del resto por mi ayudita? 0:-)

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05/11/2021, 22:19
Briand Le Besco

Apoyando parte del peso de su cuerpo cuyas piernas no lograban cargar con el cuerpo del clérigo, la noble continuó avanzando al ritmo que sus energías restantes y heridas graves le permitían.

- Sí... Debemos apresurarnos... - Suspiró con muy poco aliento, mientras se asomaba con algo de duda ante la brusca caída que debía atravesar. Estelar la aguardaba con sus brazos abiertos debajo. Como pudo, intentó colocar su antebrazo con el gran escudo a su espalda para utilizarlo como una pequeña plataforma sobre la que deslizarse en su caída, y que sus piernas y espaldas no sufrieran de la fricción de la roca. Descendiendo lentamente y tomando la mano de la mística, la chica pudo aterrizar suavemente aunque de rodillas, reincorporándose un poco más tarde para seguir caminando.

Más sonidos de dolor y muerte se escuchaban a sus espaldas. No era una escena que quisiera ver, no ahora.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Avanzo hasta U6.

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05/11/2021, 22:46
Lowenherz

Con el huevo en las manos y el escudo recuperado a la espalda, Lowen corrió escaleras arriba, recortando la distancia que le separaba de sus compañeros. Era consciente de lo importante que resultaba darse prisa en esos momentos, cuando el aliento relampagueante de la criatura había restallado hacía poco, y los chillidos aterrorizados de los mercenarios confirmaban la carnicería.

- ¡Vamos! - alentaba a sus amigos - ¡Corred!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Como no hay mucho más que hacer, y no voy a poder postear el resto del fin de semana casi seguro, adelanto mi turno y dejo hecha la tirada de Saltar para el asalto siguiente, confiando en que, si el máster quiere darle cancha a la partida, pueda aprovecharla.

Este asalto, Lowen corre hacia arriba de las escaleras (3 casillas, 15') y luego a la derecha (5 casillas, otros 25'), para quedarse en R5, si he calculado bien.

Si Briand cayese inconsciente, Lowen se aprestaría a intentar llevarla a cuestas, preferiblemente con ayuda, para que podamos salir.

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06/11/2021, 22:40
Glinthalas Wyrmslayer

Glinthalas echó un vistazo a la situación y se preocupó: como cabía esperar, Ysalla estaba haciendo una carnicería. Acababa de exterminar a todos los mercenarios que habían tenido las agallas de entrar en su cubil y al elfo no le cabía la menor duda que los siguientes en la lista eran los héroes. Empezando por él mismo.

Así las cosas, el silvanesti sólo veía dos opciones, cerrar la puerta y dejar a la dragona del otro lado, o correr hacia la salvación. Sus viejos instintos de supervivencia, los que le habían llevado a sobrevivir 8 décadas, le impelían a abandonar la sala a toda velocidad, pero estas semanas había aprendido a hacer lo correcto. Era posible que muriera por intentarlo, pero no soportaría otras 8 décadas si no lo hiciera, así que dio el todo por el todo.

Echó a correr, sí, pero hacia la dragona. Tan rápido como le permitían sus livianos pies de elfo. Luchando contra su instinto, Glin apretó sus dientes y llegó como una exhalación hasta las puertas que habían traspasado los héroes para enfrentarse a la dragona. En un rápido y firme movimiento cerró las puertas, dejando irónicamente fuera de su cubil a Ysalla. Puede que la dragona no tardara demasiado en echarlas abajo, pero aquellos instantes podían suponer que sus amigos vivieran. Y tal vez él mismo.

─¡Corred, la he encerrado fuera, pero no tardará en echar la puerta abajo!

Notas de juego

Me muevo hasta F5 y cierro la puerta lo mejor que pueda. Cruzad los dedos...

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06/11/2021, 23:22
Dungeon Master

Cojeando ostensiblemente, Briand se asoma al borde del abismo y se lanza utilizando su escudo como un improvisado trineo por la abrupta pendiente. Sorprendentemente ilesa, se aparta para dejar sitio a Kylian, que salta tras ella. El chasquido de su tobillo al aterrizar hace que todos los que estáis cerca os encojáis con una mueca de dolor y podéis ver lágrimas en los ojos del clérigo de Gilean mientras intenta no gritar.

Por su parte, la sacerdotisa de Zeboim registra las paredes del pozo al que habéis ido a parar, con creciente inquietud.

—Tiene que estar por aquí, en alguna parte —gimotea Lizbet con desesperación, mientras sus manos ampolladas arañan la piedra de lo que parece ser un callejón sin salida—. Sé que lord Mondreth Arcagum ordenó que construyeran un pasadizo secreto para escapar en caso de La Guardería cayera en las garras de los solámnicos...

Miráis con consternación el pozo en el que estáis atrapados, sabiendo que no hay escapatoria y que si escaláis de regreso al nivel superior os aguarda igualmente la muerte en las fauces de Ysalla.

—Sabio señor del conocimiento —reza Kylian, arrodillándose en el suelo y cerrando con fuerza los ojos—, si no es tu deseo que la Oscuridad se cierna una vez más sobre Ansalon, no me niegues ahora la perspicacia que necesitamos para escapar de este trance, te lo suplico.

El clérigo de Gilean abre entonces sus ojos y podéis ver que brillan con un suave pero sobrenatural resplandor dorado.

—¡Ahí! —exclama, señalando una sección de la pared que aparentemente es tan robusta como las zonas circundantes—. Esa zona en penumbra está a dos niveles diferentes, existe una estrecha abertura entre ambas que alguien ha intentado disimular intencionadamente.

En ese momento la figura de Lowen aparece en lo alto del agujero y se lanza directamente hacia los brazos abiertos de la mística que-shu. La fuerza del impacto la derriba y ambos acaban rodando por el suelo, indemnes pero azorados por la situación.

Por su parte, en lugar de dirigirse hacia donde lo han hecho sus compañeros, Glinthalas echa a correr directamente hacia la puerta enrejada. En su cerradura, por el lado exterior, Lizbet dejó olvidada la llave a la espera de que vosotros os encerraseis por dentro con Ysalla. Pero ahora que la dragona está fuera también, el astuto silvanesti ve su oportunidad de ganar un tiempo precioso para todos vosotros, recuperando la llave y echándola por dentro.

Comprendiendo demasiado tarde lo que se propone, la hembra Azul se lanza contra la puerta de hierro, deformando los barrotes con su embestida y asestando una terrible dentellada al elfo que a punto está de arrancarle el brazo izquierdo de cuajo.

—¡Te mataré! —jura, mientras lanza dentelladas al aire tratando de alcanzar algún órgano vital—. ¡Te arrancaré el corazón y me lo comeré! ¡¿Me has oído?! ¡No podrás escapar de mí!

- Tiradas (4)

Notas de juego

Briand (13) → 2/22 [-2 de daño no-letal; incapacitada1; cinturón curativo: 0/3 cargas disponibles]
Lowenherz (8) → 8/26 [-5 de daño no-letal; mangual pesado dgc 6/10 pg]
Lizbet (7) → incapacitada1 [resistir energía (electricidad)]
Glinthalas (6) → 2/15
Kylian (20) → 12/16 [-6 de daño no-letal]
Mercenarios (19) → 2 ilesos huidos, 3 muertos
Lluvia Estelar (18) → 7/24 [-1 de daño no-letal]
Ysalla (14) → herida leve

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06/11/2021, 23:57
Lluvia Estelar

El peso de Lowen precipitándose sobre mí me aplasta contra el suelo y me deja sin aliento. Sin embargo, no puedo evitar ruborizarme ante semejante muestra de pasión por su parte y preguntarme qué pensarían de mí los cazadores de mi tribu si me vieran de este modo.

Colorada hasta la raíz de mis negros cabellos, me arrastro como puedo tratando de salir de debajo de su fornido cuerpo en un intento bastante estéril de recobrar la dignidad perdida. Tampoco puedo negar que haya estado soñando con este momento desde hace varias noches.

Por un momento no soy capaz ni de pensar, pero los rabiosos rugidos de Ysalla me devuelven violentamente a la realidad. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que no estamos todos.

—¿Glin? ¿Dónde está Glin? —pregunto con creciente inquietud a nadie en particular—. ¡¡¡GLIN!!!

Grito hasta que mi voz, ya de por sí grave, enronquece todavía más.

Desde aquí abajo no consigo verle y solo espero que todavía esté vivo, pero no podremos esperar mucho más por él para comprobarlo. Si no aparece pronto tendremos que marcharnos o todos correremos su misma suerte.

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08/11/2021, 08:36
Glinthalas Wyrmslayer

Haciendo oídos sordos a las amenazas de la momentáneamente inofensiva dragona, el elfo se apartó desdeñoso de la reja, sintiéndose a salvo al otro lado de aquella puerta.

─¡Estoy bien! ¡Corred, os alcanzo en seguida! ─gritó en respuesta a la llamada de Lluvia.

Lluvia Estelar, la "madre" de todos, siempre cuidando a los suyos. Resultaba curioso verla así cuando Glinthalas no podría ser su padre, sino más bien su abuelo o bisabuelo.

El silvanesti sintió una tremenda punzada de dolor en su brazo desgarrado y se sintió desfallecer por un momento, pero debía volver con sus compañeros, mantenerlos a salvo. Suponiendo que pudiera conseguir tensar su arco con el brazo como lo tenía, lo más probable es que la flecha se estrellase inútil contra las pesadas escamas de la dragona y, si acaso, la enfadase todavía más. No estaba preparado para este enfrentamiento. Debían huir.

Haciendo gala de sus pies casi alados, Glin intentó apresurarse a reunirse con el resto de héroes sin mirar atrás.

- Tiradas (2)

Notas de juego

No estaba seguro de si genero AdO al alejarme de la reja, puesto que se supone que la dragona no puede seguir mi movimiento, pero tal vez sí pudiera tratar de pasar una garra entre las rejas, así que de todas maneras he hecho una tirada de Piruetas que por fortuna no ha sido pifia, pero cerca ha estado. Con lo que, si genero AdO, pues tal vez no me separe gran cosa de la reja...

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08/11/2021, 12:05
Lowenherz

Lowen saltó con soltura, aterrizando sobre la pobre Lluvia Estelar, que a duras penas logró contener su caída. El guerrero se conmovió de la decisión de la joven de tratar de sostenerle, a pesar de la mole que resultaba con su armadura y todo lo demás. Le tendió la mano para ayudarla a levantarse, temeroso de haberle hecho daño.

- ¿Estás bien?

Después, como ella, se preocupó por Glin, al que había visto un momento correr en dirección contraria. Algo había cambiando en el elfo, que dejaba atrás su pragmatismo extremo para quizá intentar un acto heroico. Su voz en la parte superior de la plataforma tranquilizó a Lowen, que pronto se volvió hacia sus compañeros.

- Vamos, es hora de irnos. Glin nos alcanzará, ¡seguro!

Se unió a Kylian en su esfuerzo por ayudar a Briand a avanzar, dispuesto a todo salvo a ayudar a la sacerdotisa impía. Sabía que sus compañeros no la dejarían allí, pero sentía una enorme repulsión ante la mera idea de tocarla.

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08/11/2021, 18:25
Briand Le Besco

El grito desesperado de Lluvia obligó a la sensible noble a tomarse la cabeza y cubrirse los oídos. Su mareo ya comenzaba a disiparse y podía notar que faltaba el pequeño elfo entre ellos, escuchando la furia y maldecir de la dragona detrás. Aunque el enorme desnivel les impedía visualizar la escena, no estaba segura de si quería hacerlo... ¿O si? Algo le atinaba a detenerse, por más que no fuese más que un plebeyo, algo dentro suyo le distinguía del resto y del resto de mercenarios sacrificándose en vano allí fuera.

El último llamado de Lowenherz, con mayor seguridad, la devolvió a tierra de sus inseguridades. - Tienes razón, él siempre vuelve. Ya... Estoy un poco mejor. - Dijo, atinando a soltarse un poco de las manos ayudantes del guerrero y Kylian, ya caminando más orgullosamente por su cuenta. Aunque trastabillando un poco, inevitablemente. - Él siempre regresa. - Concluyendo su oración. Al menos, era lo que necesitaba decirse a sí misma. Ahora, debían huir. No entendía cómo aún estaba viva, pero no podía permitirse perder su vida así si aún sus pies caminar podían.

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08/11/2021, 18:41
Dungeon Master

Glinthalas intenta escapar de la frenética dragona, pero ésta embiste contra los barrotes y su cráneo logra abrirse paso entre ellos para alcanzar con sus fauces al pequeño elfo por el hombro. El arquero grita de dolor y patalea en un desesperado esfuerzo hasta que finalmente consigue liberarse.

Tambaleante y desorientado por la pérdida de sangre, trata de llegar hasta el extremo opuesto de la sala por el que ha visto desaparecer a sus compañeros pero la vista se le nubla y las piernas le fallan. Un relámpago atraviesa el espacio justo por encima de su cabeza un instante después de que se desplome en el suelo. Echa un último vistazo hacia atrás, hacia la puerta, donde la testa de Ysalla ha quedado encajada entre los barrotes que se niegan a soltarla por más violentamente que ella tire.

Con una sonrisa cansada, Glin cierra los ojos. Ha expulsado a la dragona de su propia guarida y se ha quedado con todo su tesoro. Ahora solo necesita un sueñecito y...


Ajenos al heroico final de vuestro compañero, los demás os internáis en la estrecha grieta descubierta por Kylian. Las maldiciones y las embestidas de Ysalla hacen retumbar las paredes de la caverna mientras avanzáis tan deprisa como vuestros maltrechos cuerpos os lo permiten, pues no sabéis cuánto tardará en daros alcance. La oscuridad es total y avanzáis a tientas por un corredor que se vuelve cada vez más angosto por momentos; en algunos tramos, tan estrecho que resulta claustrofóbico y teméis quedaros atrapados.

Pero, tras un tiempo que se os antoja eterno, lográis salir al exterior y contemplar de nuevo la luz de las lunas. Ha anochecido mientras estabais dentro pero os parece mentira que solo hayan pasado unas pocas horas.

Buscáis un refugio entre el pedregoso terreno circundante en el que ocultaros de la cólera de Ysalla. Ateridos de frío os abrazáis los unos a los otros buscando el calor de vuestros cuerpos y el consuelo en estos momentos de angustia, sin atreveros a conciliar el sueño por temor a no despertar.

Durante algún momento de la noche, el cielo se cubre de relámpagos y descubrís la silueta de la dragona recortada contra el blanco parpadeo de los rayos, descargando su rabia sobre el campamento cercano. Los gritos de terror y de dolor se entremezclan con el sonido crepitante de las tiendas de campaña envueltas en llamas y el rugido tronante de la vengativa hembra Azul.

Después se cierne sobre la zona una tensa calma y finalmente, tras largas horas de incertidumbre, muere la noche y llega el amanecer. Glin no ha regresado.

Para cuando finalmente lográis reunir el valor para ir a buscar vuestras mulas, las descubrís destripadas y las posesiones que guardaban, saqueadas. Lo que no ha desaparecido ha sido destruido, pisoteado, incinerado o desgarrado a conciencia. No queda nada recuperable.

Pero al menos os tenéis los unos a los otros, habéis sobrevivido a la incursión en la guarida de Ysalla y le habéis robado dos de los tres huevos que custodiaba. No conocéis a nadie capaz de una heroicidad semejante que no esté en las historias de los bardos.

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08/11/2021, 20:02
Lluvia Estelar

Quiero creer que Lowen tiene razón y que Glin va a regresar. El miedo me dice que me conviene creerle y meterme en ese agujero estrecho y más negro que la noche. Quiero creerle porque si no le creo significa que Glin ha muerto para que nosotros podamos vivir.

Y aun así, me quedo a esperarle. Uno tras otro todos los demás desaparecen por la invisible abertura de la pared y yo sigo ahí, escuchando, mirando hacia arriba sin poder ver nada, confiando en ver en cualquier momento al niño elfo saltando por encima de mi cabeza y atraparle en el aire.

Pero lo que oigo son los bramidos de Ysalla y lo que veo es el resplandor de un relámpago que me deja ciega unos segundos. A tientas busco el agujero en la pared, consciente de que aunque el cuerpo de Glin solo esté a unos pocos metros de mí, es como si estuviera a un mundo de distancia. No puedo llegar hasta él y muriendo yo lo único que conseguiría es restarle valor a su heroico sacrificio.

Las paredes a ambos lados del estrecho túnel se cierran como un cepo alrededor de mis hombros y en algunos puntos el techo es tan bajo que me golpeo accidentalmente la cabeza, pero sigo avanzando. A veces siento que las tripas se me van a salir a través de la herida abierta o que me voy a quedar aquí encajada y no conseguiré salir. El único consuelo es pensar que si muero aquí abajo por lo menos mi cadáver entorpecerá la persecución de la dragona.

Y de pronto, tras una eternidad, finalmente puedo sentir el aire fresco del exterior frente a mí. O tal vez sea el espíritu de Glinthalas animándome a continuar. 

Una vez en el exterior no digo nada. No hacen falta palabras para dar voz a lo que todos pensamos. Si estuviera vivo me habría dado alcance, estoy segura.

Media Solinari creciente y la menguante Lunitari, apenas una cuchillada roja en el cielo, nos observan indolentes desde las alturas. A las lunas no les duele nuestra pérdida pero bajo su luz mortecina consigo localizar un peñasco bajo el que resguardarnos del viento y de la colérica dragona Azul a la que hemos arrebatado su nidada.

Ella busca su venganza y me gustaría decir que yo también cuando descubro el cuerpo despedazado de mi pobre Duna, pero lo cierto es que solo siento tristeza y miedo.

Debemos intentar llegar a Belleria y hacerlo sin que los huevos de dragón se malogren. Se lo debemos a Glin. Si no, todo lo que hemos pasado no habrá servido para nada.

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08/11/2021, 22:38
Lowenherz

Con un enorme pesar, Lowen aceptó el hecho de que Glinthalas les había dejado para siempre, contraviniendo sus últimas palabras sobre él, una promesa vacía que había hecho a sus amigos no para instarles a dejar al elfo atrás, sino porque de verdad creía en ellas. Una lágrima resbaló por su mejilla al comprender que ya nunca tendrían al pragmático arquero a su lado, compañero infatigable, siempre mirando las cosas desde el lado de la supervivencia, pero, al final del día, un valiente que se había sacrificado por todos ellos corriendo hacia la puerta para cerrarla frente a la dragona.

- Sin su valentía, estaríamos todos muertos. - dijo al fin - Que los dioses le guarden, y que su alma silvanesti encuentre el merecido descanso.

Habría querido tener una bota de vino para derramar un trago en su honor, pero todo cuanto poseían había sido saqueado, y las bestias de carga yacían muertas, inevitable destino dada su torpeza al adentrarse en el campamento.

El cansancio y la tristeza acuciaban, pero no podían detenerse a pensar. Era imprescindible continuar su camino, antes de que la hembra de dragón les alcanzase.

Notas de juego

Mañana es festivo por los madriles, así que estaré fuera todo el día y no podré postear. Dejo un turno doble hoy para compensar :).

No es por ser aguafiestas, pero, ¿no llevaba Glin uno de los huevos? Si es así, solo habríamos robado uno. Igual tuvo un gesto el elfo y estrelló el otro contra el suelo antes de desmayarse :P. Que por cierto, el otro huevo lo tengo yo (creo que el del dragón de latón).

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09/11/2021, 00:53
Briand Le Besco

Sin pensarlo demasiado y con sus energías restantes, Le Besco avanzó. Escurriéndose con disgusto entre los primeros por los estrechos pasadizos, y cubriendo sus adoloridos oídos como podía ante los estruendos despedidos por Ysalla. El camino sumido en la oscuridad fue casi eterno, hasta que sus pies pudieron por fin recuperar algo más de espacio y regresar a la superficie y luz de la luna.

Pasaron las horas de desesperada caminata, y sólo ellos cinco eran. No habían rastros del elfo regresar, y a medida que el ambiente algo más relajado de la noche le brindaba más claridad a su adolorida cabeza, comenzaba a asumir lo que ya parecía a resultar evidente. Glinthalas no volvería. Aún así, las dudas y voces perturbadores en su mente no se apagaban, por el contrario, aquel hecho sólo hacía más fuerte su eco.

Ya carente de energías, apenas vislumbró una roca lo suficientemente ancha en el camino, sus piernas vencieron y la Noble no tuvo más remedio que dejar reposar sus glúteos sobre ella. Sus brazos cayeron por encima de sus rodillas, su cabeza colgando hacia abajo sin aliento, su elegante y dañado sombrero emplumado cayendo al suelo.

- No lo entiendo... ¿Por qué hacen esto? - Soltó la joven extenuada, con una expresión totalmente desgastada y desanimada que ni su serio temple ya era capaz de ocultar. Dejó un pequeño silencio a continuación, en parte meditativo, en parte para recuperar el aliento que no sabía tanto le faltaba. - Sacrificarse así... ¿Para qué? Ni siquiera pertenecemos a su misma tierra. - Todos parecían asumirlo como algo natural, mas aún a ella, le escapa de su comprensión y se notaba en la depresión de su tono. En el fondo, le atormentaban las dudas sobre sí misma ¿Por qué? Quizás le indignaba el hecho de lamentar la pérdida de quien no era más que un plebeyo, alguien que se revelaba aún sin ser su vasallo. Quizás era la culpa. Fuere lo que fuere, necesitaba desahogarse, y frenar un poco.

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09/11/2021, 11:31
Kylian Brickstone

Kylian a juego con el resto del grupo, estaba cabizbajo. Aquel enfrentamiento había dejado una dura marca en sus corazones y en el de Kylian, tal vez, todavía más. Como clérigo era su deber cuidar del rebaño, asegurarse de que nadie sufriera, sanarlos, guiarlos. Lo había hecho todo mal. No habían podido salvar a los esclavos, sus compañeros habían sido heridos en demasiadas ocasiones y, finalmente, habían perdido al joven elfo.

La noche posterior a la salida de la caverna de Ysalla, Kylian al fin habló. No interrumpió nada, el grupo apenas conversaba lo estrictamente necesario, simplemente se levantó y pidió la palabra.

─Con vuestro permiso, quisiera decir unas palabras sobre nuestro amigo caído, Glinthalas Wyrmslayer. Me dijo su apellido una vez, cuando se lo pedí para poder registrar la crónica de nuestras "aventuras". Ayer él cayó por nosotros, para que pudiéramos escapar de la dragona Ysalla, y lo hizo, irónicamente, encerrándola fuera de su cubil. Él, que era joven para los estándares de su raza, vivió entre humanos toda su vida, lejos de la patria de sus padres silvanestis, una patria que nunca conoció. Vio morir a los amigos de su infancia y aún a sus hijos y algunos de sus nietos. Y sin embargo parecía tan joven, tan frágil. Era una apariencia irreal, era, como bien sabéis, un arquero mortífero, un corredor de pies alados y un superviviente nato. Y, sin embargo, contra sus instintos, corrió hacia aquellas rejas para cerrarle el paso a Ysalla, poniendo conscientemente su vida en peligro. Por nosotros. Me dio un huevo a mi y otro a ti, Lowen. Su sacrificio no puede ser en balde, debemos continuar, llegar a Belleria y hacer que todo merezca la pena. Convertir la pena en alegría. Festejar nuestra vida y darle un sentido. Por él, por nosotros.

Dicho esto, con una lágrima recorriéndole la mejilla, volvió a sentarse y se envolvió en su capa para alejar el frío que le había llegado hasta los huesos.

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09/11/2021, 20:57
Lluvia Estelar

No tengo nada que añadir a las palabras de Kylian, posiblemente porque yo no conocí tan bien a Glinthalas. Pensaba que tendría mucho tiempo para llegar a conocerle bien, pero me equivoqué. La vida puede cambiarte en un momento, de un día para otro como nos pasó a nosotros. Habíamos superado desafíos tan formidables en las últimas jornadas que nos creímos capaces de todo y nos confiamos. He aprendido la lección, pero nos ha costado tan cara...

Y no hablo de las pertenencias perdidas, que ya volveré a fabricar o compraré en cualquier parte. Hablo de un amigo leal que se nos ha ido y que ha dado su vida para salvar la nuestra. No haberle podido devolver el favor es algo que me llevaré conmigo hasta el final de mis días, yo que he salvado a tantos de la muerte. Ni siquiera podemos recuperar su cuerpo para honrarlo adecuadamente. Solo nos queda el recuerdo de su valentía y su ejemplo.

Hasta siempre, Glinthalas. Te echaremos de menos.

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09/11/2021, 22:11
Briand Le Besco

- ¿Y cuál es ese sentido? ¿Estos... Huevos? - No demoró en replicar la apesadumbrada noble, observando de cerca el ejemplar que portaba Kylian entre sus manos, acariciándolo ligeramente. Había escuchado su discurso con atención, mas aún habían cosas que no terminaba de entender ¿Acaso la gente de Belleria realmente esperaba de ellos morir, como lo hizo Glinthalas, con tal de concretar su causa? Si no fuera por él y Lizbet, habrían sufrido el mismo destino. Aquel hecho le molestaba, en gran medida, porque no podía hacer encajar en su cabeza el hecho de haber sido salvada. Necesitaba una justificación.

- No entiendo. Si esto era tan importante ¿Por qué se han molestado tanto en arrastrarme a mi? No soy su Señora, y poco tengo para ofrecerles, fuera de Kalaman. No pudimos lidiar con todos los huevos, y pudieron haber muerto todos. - Repreguntó con su voz un poco más alta, alzando nuevamente su mirada hacia todos en general. Aquello no era ninguna reprimenda, sino la exigencia a una respuesta que no lograba hallar. O quizás, se trataba de un berrinche cuyo fin era ayudarse a sí misma para no tener con lidiar con el hecho y la carga de que, de no haber caído en combate, y haber liderado mejor al grupo, estarían todos vivos. Los esclavos, liberados. Todos los huevos y potenciales amenazas, neutralizadas. Y aún así, arriesgaron y sacrificaron eso y más con tal de que pudiese salir con vida ¿Por qué? Necesitaba una explicación, al menos para poder dormir relativamente tranquila.

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10/11/2021, 10:17
Lowenherz

Lowen contemplaba en silencio a sus compañeros, escuchando las palabras elaboradas de Kylian, viendo la frustración de Briand. La noble descargaba su rabia a su manera, pero Lowen comprendía que, en el fondo, era la pena por Glin lo que la llevaba a actuar así.

El guerrero no entendía mucho de grandes asuntos, pero era capaz de comprender la importancia de los huevos. Sacó el de latón un momento, sin exponerlo del todo, y observó su contorno suave y bien marcado. Hermoso, como una gema hecha de metal. Una bella pieza robada, como si fuesen meros saqueadores. Pero, en verdad, lo que habían hecho era arrebatarle poderosas armas a sus enemigos. Aunque no todas.

Suspiró, pensando en sus hermanos, en sus padres. Las personas que le habían querido toda la vida estaban muy lejos, y él se había marchado en busca de una fortuna y un sueño. No había vida para él en su hogar deprimido y empobrecido, sin apenas tierras, con la hambruna acechando. Como caballero, quizá les podría hacer llegar oro, ayudarles a salir adelante. Era parte de su motivación, más allá de la fascinación profunda por la figura del solámnico: noble guerrero que protege, con su escudo, los reinos de la humanidad. Ahora que su escudo había sido destrozado y mellado, que su mangual y su espada habían segado vidas, que había visto morir a un compañero - un amigo -, Lowen comprendía que aquel camino no era como lo pintaban. Se había imaginado a sus hermanos observándole con envidia y admiración junto al fuego. Pero, ¿y si muriese mañana? ¿Y si hubiese sido él, y no Glin, quien hubiese corrido hacia esa puerta? No lo había hecho, no había leído la inminencia de peligro antes que el elfo. Todo lo que habrían tenido sus hermanos, de haber sido así, habría sido una carta anunciando su muerte. Y, quizás, ni eso.

- Todos asumimos grandes peligros al venir aquí. - dijo, taciturno - Es el camino que hemos escogido, y nuestro destino podría ser el de Glinthalas mañana, o pasado mañana. Quizá debamos reconsiderar nuestro papel en todo esto. Tal vez nos queda grande.

Lowen pensaba en su misión. Devolver los huevos: era lo que importaba ahora. Recobrar las armas para el pueblo de Belleria.

- ¿Dónde habríamos de portar estos huevos? - preguntó, evitando deliberadamente mirar a Lizbet - El pueblo de Belleria no puede cuidarlos, ni sacarlos adelante. Quizá los solámnicos posean ese saber.

Estaba claro que, por lo pronto, debían llegar a Belleria cuanto antes. Después verían.