Partida Rol por web

[DM 21/09] Dragonlance - Noticias de Guerra

Capítulo II - Cuevas de las Astivar

Cargando editor
14/10/2021, 15:35
Lluvia Estelar

Para mí supone un enorme alivio comprobar que Lowen todavía respira cuando consigo llegar hasta él y uno todavía mayor el constatar que los espíritus de mis antepasados admiran tanto su coraje que no están dispuesto a dejarlo morir.

Desafortunadamente, la situación se está volviendo más dramática por momentos y amenaza con hacerse insostenible para nosotros. Mientras seguimos centrando nuestros esfuerzos en acabar con el draconiano, el verdadero peligro de esta sala ha derrotado a Lowenherz y a punto está de acabar también con Kylian.

Así pues, dejo que sean Glin y Briand quienes se ocupen del monstruoso hombre-lagarto y yo centro mis energías en sumarme al ataque de la sacerdotisa oscura a la que finalmente puedo vislumbrar entre la densa niebla. Armada con mi lanza, la ataco por el costado confiando en que de este modo deje en paz al clérigo de Gilean y centre en mí su pérfida atención.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Paso de 5' a D5 y ataco con la lanza.

Cargando editor
14/10/2021, 17:20
Lowenherz

Lowen despertó, tosiendo con fuerza. Tomó aire, mientras voletaba mirando a su alrededor. Había sangre en el suelo, la suya. Inconscientemente, se llevó la mano al cuello, tanteando en busca de una herida mortal. No se desangraba, pero sentía que algo seguía roto en su interior. Con toda la fuerza de voluntad que pudo reunir, se arrastró unos metros, alejándose de los enemigos que aún combatían a sus aliados, y se apoyó como pudo con la mano izquierda en el suelo. Sentía dolor en cada palmo de su cuerpo, pero los sonidos de la batalla aún llegaban a sus oídos.

No puedo abandonar a mis amigos. Se decía a sí mismo, luchando contra la tentación de quedarse allí tirado, yaciendo inerte.

Con un gran esfuerzo, apoyó las manos en el suelo, luego la rodilla, y al fin el pie. Se alzó, respirando con dificultad, mientras echaba mano de los últimos pertrechos que le quedaban, la espada y el escudo. Los descolgó usando sus escasas fuerzas, con gestos lentos y torpes, mientras evaluaba la lucha a su alrededor.

Notas de juego

Voy a optar por apartarme con el paso gratuito y levantarme fuera de peligro, que no estoy como para dar ataques de oportunidad.

Mi arco creo que se quedó tirado en la entrada de la cueva, por lo que no podría llegar a él mientras viva el draconiano. Sería mi opción preferida ahora mismo.

Cargando editor
15/10/2021, 00:02
Dungeon Master

Lowen se arrastra por el suelo dejando tras de sí un reguero de sangre y se aparta poco más de metro y medio de su ejecutora antes de reunir el valor y las fuerzas para ponerse nuevamente en pie. Lluvia Estelar cubre su retirada alanceando el costado de la sacerdotisa de Zeboim y causándole una herida poco profunda aunque dolorosa.

Por su parte, Glin se desembaraza como puede del vengativo draconiano y retrocede un par de pasos tambaleantes antes de dispararle directamente a la cabeza. La criatura bizquea para mirar la flecha que le asoma en mitad de la frente y se desploma de espaldas.

Briando aprovecha para rematarla en el suelo, hundiéndole su ronca en el pecho. Ante sus ojos, el draconiano se convierte en piedra y la noble de Kalaman debe retirar rápidamente su arma para evitar que ésta quede atrapada en el petrificado cuerpo.

Todavía ensartado entre las puntas del tridente, Kylian blande su bastón heroicamente, descargando una mortal lluvia de golpes contra el cuerpo y la cabeza de su adversaria. Ella, sangrando copiosamente y viendo que sus dos guardaespaldas han caído, alza la voz en tono suplicante.

—¡Me rindo, me rindo! Sea lo que sea que queráis, puedo ayudaros, pero no me matéis.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lowenherz (17) → 1/26 [mangual pesado dgc 6/10 pg]
Glinthalas (9) → 12/15
Lluvia Estelar (8) → 24/24
Briand (8) → 16/22 [cinturón curativo: 0/3 cargas disponibles]
Kylian (19) → 3/16
Mujer (18) → agonizante

Cargando editor
15/10/2021, 09:50
Briand Le Besco

¿Lo habían logrado? Definitivamente la diosa alada se encontraba de su lado. Aunque, por el día de hoy, preferiría no volver a tener que tentar la suerte de esta manera. Lo sentiría mucho por los prisioneros, de no llegar a rescatarlos, mas había vidas mucho más valiosas en juego que priorizar. Como la suya.

Se acercó hacia la mujer, marcando distancia con la ronca cuyas puntas se acercaba peligrosamente hacia el cuello de la mujer. Intentaba afinar sus ojos para distinguir sus facciones a través de la espesa neblina. - Nuestra merced será directamente proporcional a su colaboración en este asunto. - Sentenció con cierta frialdad, aunque aún agitada, siempre cuidaba su refinada elección de palabras. - Si ha derrotado a nuestro caballero, ha evidenciado que no es una guerrera ordinaria. Dígame ¿Quién es usted? ¿Qué clase de rol cumple, en medio de esta oscura secta? - Le interrogó con un poco más de calma, aunque sin descuidar la guardia con su arma.

Cargando editor
15/10/2021, 15:44
Lowenherz

Lowen observó el final del combate, dando silenciosamente gracias por no tener que intervenir una vez más. En su estado, dudaba que pudiese ser de ayuda para nadie. Con dificultad, aún ronco por la horrible herida en el cuello que la magia había restañado, dijo:

- Tira el arma, o no esperes piedad. - realmente escupía las palabras, deseoso de atajar la vida de aquella impía. Pero rematar a un enemigo rendido sin duda no era digno de honra. Claro que, con aquel tridente en la mano, la rendición no parecía completa.

Sin confiarse, Lowen caminió unos pasos, eludiendo el cadáver petrificado del draconiano, y recuperó su arco y sus flechas, escrutando la niebla por si hubiese alguien más oculto allí.

Notas de juego

Una curita por favó xD.

Cargando editor
15/10/2021, 19:10
Dungeon Master

La neblina reinante comienza a disiparse rápidamente y, aunque todavía persiste, se vuelve mucho menos densa y sobrenatural ahora que la sacerdotisa se ha rendido. El repiqueteo de su tridente cayendo al suelo resuena en vuestros oídos como el sonido más dulce.

Descubrís a una mujer fuerte, de mirada acerada y rasgos hermosos a pesar de que hace algún tiempo que dejó atrás su juventud.

—No soy nadie, solo otra infeliz a la que los caballeros de Neraka tienen retenida aquí en contra de su voluntad, como a tantos otros.

—Mientes —afirma Kylian, señalándola con un dedo acusador—. Eres Lizbet Valanta, una impía cultista de Zeboim. Mi señor Gilean me lo ha revelado. Si insistes en intentar engañarnos, acabarás tan muerta como tus guardaespaldas.

—Soy quien has dicho, una Hija Venerable de Zeboim —afirma la aludida con ofendido orgullo—. Pero, ¿en qué te basas para decir que falté a la verdad, insignificante bibliotecario? Dije que no estoy aquí por voluntad propia y no lo estoy. ¿Quién en su sano juicio querría estar en esta cueva mugrienta, rodeada de draconianos y paletos que sueñan con convertirse en caballeros a la altura del divino Ariakan? Estoy aquí porque, en medio de tanto tarado, soy la única que sabe cómo mantener a salvo a los huevos de dragón.

—Quieres decir eclosionarlos o convertirlos en draconianos —puntualiza Kylian.

—Quiero decir lo que he dicho —replica ella, llena de cólera contenida—. Sin mis cuidados lo más probable es que todos ellos murieran dentro de sus cascarones.

Cargando editor
15/10/2021, 21:01
Lluvia Estelar

Estamos todos vivos. Ese es el primer pensamiento que me asombra. Hace tan solo unos segundos hubiera jurado que Kylian estaba perdido enfrentándose a esta mujer pero, de algún modo inexplicable, ha conseguido darle la vuelta a la situación prácticamente él solo.

Ahora no solo hemos logrado salir victoriosos del enfrentamiento, sino que hemos tomado una valiosa prisionera, posiblemente la figura más influyente de cuantas hemos enfrentado hasta la fecha a juzgar por sus palabras. Tal vez venir aquí haya merecido la pena después de todo.

—Eso es lo que deseamos, que mueran todas esas asquerosas lagartijas gigantes —intervengo cuando la escucho afirmar que sin ella los huevos de dragón morirían—. Vi lo que una de ellas de color azul le hizo a Belleria y entre mi gente todavía se cuenta cómo hace cien años los dragones rojos destruyeron nuestro poblado y mataron a docenas de los míos para esclavizar a los demás.

Cargando editor
15/10/2021, 21:32
Dungeon Master

—Fue hace 82 años —corrige la sacerdotisa con petulancia—. Cuando Phair Caron se volvió loca durante su ataque a Silvanesti y lord Verminaard de Nidus asumió el control del Ala Roja, conquistando Abanasinia para la Reina Oscura. ¿Sabías que descendía de la misma estirpe que el legendario Huma Dragonbane? No, seguro que no, casi nadie lo sabe y está claro que no eres más que una salvaje inculta. En estas cuevas se guardan tres huevos de dragón y no todos ellos pertenencen a dragones cromáticos. Os preguntaréis, sin duda, por qué cuidamos aquí de un huevo de dragón metálico.

—Para corromperlo y transformar a esa cría en draconianos a las órdenes de los nerakanos —interviene Kylian con repugnancia—. Como se hizo durante la Guerra de la Lanza. Esa es una aberración por la que merecerías ser ejecutada.

—Lo reconozco, esa deducción ha sido bastante... inesperada —confiesa Lizbet, en un poco mal disimulado intento de fingir que no se encuentra impresionada—. También te lo ha dicho tu dios, ¿no es así, bibliófilo?

Pero el clérigo de Gilean no contesta y, en su lugar, eleva una plegaria a su señor para que alivie el dolor de sus graves heridas, que comienzan a cicatrizar milagrosamente ante vuestros ojos.

—Yo también desearía poder hacer lo mismo, si me lo permitís —señala entonces la cultista de Zeboim—. Me habéis atacado entre tres y causado importantes lesiones. Temo que si no las atiendo de inmediato, moriré y muerta no os sirvo de nada. Sois cinco y estoy desarmada, no supongo un peligro para vosotros.

Os mira expectante, a la espera de que le autoricéis a lanzar su conjuro.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lowenherz (17) → 1/26 [mangual pesado dgc 6/10 pg]
Glinthalas (9) → 12/15
Lluvia Estelar (8) → 24/24
Briand (8) → 16/22 [cinturón curativo: 0/3 cargas disponibles]
Kylian (19) → 12/16
Mujer (18) → agonizante

Cargando editor
15/10/2021, 22:15
Briand Le Besco

La joven parpadeó un poco, aunque intentó no dejarse llevar por la belleza e inocencia de su imagen. Había demostrado ser una combatiente peligrosa, y ahora una muy habladora. No se mostraba evidentemente nerviosa aún ante su situación, lo cuál le impedía distinguir si se trataba de pura honestidad o una lengua filosa como la de una serpiente. Dragones cromáticos, dragones metálicos... Todas aquellas distinciones y nombres escapaban a su comprensión o por qué parecían tan importante. Sólo sabía de las leyendas acerca de los dragones, y que los dragones eran dragones.

- ¿Dragones cromáticos? ¿Dragones metálicos? ¿Qué significa eso? - Preguntó con su voz alzada en general, quizás el bibliotecario tuviese tanta sapiencia como la susodicha experta en dragones, y proveniente de una boca de mayor confianza. - ¿Acaso no son todos los dragones inherentemente salvajes y peligrosos? - Insistió, aún huyendo a su comprensión cómo una bestia de semejante magnitud podía llegar a ser criada, domada o manipulada. Si es que no eran malvadas de por sí y sólo las liberaban a destruir a discreción.

Tras sopesar brevemente su petición, la noble sujeta con mayor fuerza su ronca y mira a la hechicera. Se tomó un segundo para patear el tridente un poco más lejos.

- Puede sanarse. Mas deberá restañar también las heridas que le ha infligido a mi compañero. - Le instruyó con firmeza, casi inconsciente de que había utilizado el término compañero en voz alta y no el de seguidor. No podía estar segura si era la mejor decisión, mas tenía motivos para asumir un poco de riesgo en pos de un beneficio mayor. En sus condiciones actuales, difícilmente pudiesen salir vivos de esta cueva. Además...

- Tiradas (1)
Cargando editor
15/10/2021, 22:41
Kylian Brickstone

—Sin duda todos los dragones son criaturas poderosas y temibles, mi señora —confirma el clérigo de Gilean, mostrando la misma deferencia hacia Briand que en ocasiones anteriores—. Sin embargo, son muy diferentes entre sí. Los dragones de colores cromáticos (rojos, azules, blancos, negros y verdes), eran las criaturas predilectas de la Reina Oscura y las que mayores males han causado a este mundo desde el principio de los tiempos. Los dragones metálicos en cambio (los dorados, plateados, de bronce, cobre y latón) servían al desaparecido Paladine y a las fuerzas del Bien y han tenido un papel clave en la historia de Krynn y especialmente durante el final de la Guerra de la Lanza. Sin ellos, ahora todo Ansalon estaría subyugado bajo el imperio de la Oscuridad.

Cargando editor
15/10/2021, 22:52
Lizbet Valanta

Mientras Kylian lleva a cabo su disertación sobre los dragones, la sacerdotisa de Zeboim se arrodilla a orillas del burbujeante lago subterráneo, cierra los ojos, cierra sus temblorosas manos alrededor del medallón de concha que cuelga de su cuello y comienza a rezar en susurros bajo vuestra estrecha vigilancia. El agua caliente se eleva entonces y fluye en contra de la gravedad desde la fuente termal hasta ella, lavando sus heridas y dejando tras de sí piel nívea en la que todavían se evidencian algunas cicatrices enrojecidas y carne inflamada allí donde ha sido alcanzada por vuestros golpes.

—Me temo que mi señora jamás consentiría en que usara su inmenso poder en beneficio de sus enemigos —comenta entonces, alzando la vista hacia Briand y dedicándole una sonrisa burlona—. Y no hay mortal que pueda torcer los designios de la Indómita. Si me obligáis a emplear en vosotros los dones que se me han concedido, solo vosotros seréis responsables de lo que os suceda.

Su velada amenaza queda colgando en el aire y a Briand le resulta imposible distinguir si el peligro es real o solo una excusa para no hacer lo que se le ha ordenado.

- Tiradas (1)
Cargando editor
17/10/2021, 15:34
Lowenherz

Lowen observó con estupor cómo sus compañeros permitían a aquella impía conjurar su magia para sanarse. ¿Qué garantías tenían de que haría tal cosa, y no invocaría solo los dioses sabían qué horrible mal sobre ellos? Pero estaba demasiado débil y dolorido como para replicar, así que dejó que Briand decidiese. La noble estaba habituada a tomar decisiones. Lo único que no aceptó fue recibir trato alguno de aquella impía.

- No deseo favores de diosas malignas. - dijo con dificultad - Si nuestros protectores han agotado su paciencia con nosotros, cargaré con el peso de mis heridas. - tosió - Al menos no moriré aún. - dijo, mirando con agradecimiento a Lluvia.

Caminó con dificultad, recogiendo del suelo el tridente que había abandonado la sacerdotisa, sopesándolo en su peso y calidad. ¿Sería aquel arma de una manufactura tan fina como había parecido, o quizá tendría algún poder que la dotaba de la fuerza que la hacía traspasar las armaduras con aquella facilidad? Su ojo de curtido armero trató de discernirlo.

- ¿Hay alguna salida a la gruta por el otro lado? - señaló hacia el interior de la misma, y luego miró a sus amigos - Debemos destruir los huevos. - La alternativa era ejecutar a la que decía ser la única capaz de cuidarlos, pero no la dijo en voz alta - ¿Acaso salvar el del dragón metálico? Si Kylian dice que servían a Paladine...

Dejó la sugerencia en el aire. Era demasiado humilde para saber de aquellas cuestiones, pero confiaba en el criterio del sacerdote, siempre sabio.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Deja deja, a mi que no me cure esa xD.

Tiro Artesanía para "identificar" el tridente (ver si es de buena calidad).

Cargando editor
17/10/2021, 18:01
Lluvia Estelar

Aunque ilesa, puedo notar cómo mis fuerzas han ido disminuyendo progresivamente desde que entramos en esta cueva y cómo los espíritus de mi pueblo rehúyen este lugar. Sin embargo, viendo el estado en el que se encuentra Lowen, no me queda más remedio que apelar una vez más a Sahanahráy-iiná, el espíritu sagrado de la vida.

Su mirada de gratitud es para mí pago más que suficiente por el desgaste físico y mental que este trance requiere. Olvidando la amenaza que supone esta adoradora de dioses desconocidos, me acerco a mi compañero y le rodeo en un amoroso abrazo, imponiendo mis encallecidas manos alrededor de las profundas cicatrices de su cuello.

—Has luchado con la bravura de un batidor centauro pero ahora debes descansar. Olvida el mundo y cierra los ojos. Las almas de tus antepasados te contemplan con orgullo y se enorgullecen de tu coraje.

Es tan alto y tan fuerte... apoyo mi cabeza contra su pecho y ronroneo la repetitiva letanía que he escuchado tantas veces de labios de las ancianas de mi tribu y que yo misma he repetido hasta la extenuación en infinidad de ocasiones.

AH-UH NAYAH OH WA OH WA SHON-DAY OH WA OH WA SHON-DAY CAN-NON NON NOHA AH-UH NAYAH OH WA OH WA SHON-DAY OH WA OH WA SHON DAY YEHA NOHA AH-UH NAYAY TOR SHNA NENA NAY YAYAH NENA NAY YAY YEHA NOHA AH UH NAYAY TOR SHNA NENA NAY YAYAH...

A mi alrededor el mundo se desdibuja y se vuelve de un blanco brillante. El miedo se desvanece y soy feliz a pesar de la debilidad que se apodera de mi cuerpo y hace flaquear mis rodillas. Mis amigos sabrán qué hacer con esta mujer siniestra y con los huevos de dragón que custodia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago uso de mi aptitud "Reservas de Fuerza" para lanzar a Lowen mi último "curar heridas leves" de la jornada con un +3 a mi NL, con lo cual me quedo aturdida otros tantos asaltos.

Cargando editor
18/10/2021, 04:30
Briand Le Besco

La noble escuchó con atención a las palabras del Clérigo, no con tan buen recibimiento las de la sacerdotisa. Aunque ya no parecía tan indefensa, no bajó su guardia demasiado. Confiaba en la racionalidad de aquella mujer en no intentar nada estúpido, aunque cuando de fanáticos se trataba, nunca se podía confiar tanto en el orden lógico en el que deberían suceder las cosas.

- No sabemos si será suficiente con meramente aplastarlos. Lo más prudente sería llevárnoslos, de ser posible. - Sugirió en voz alta con un aire más de mandato que se sugerencia. Aunque... No estaba del todo segura con qué se iban a encontrar, o del tamaño de aquellos huevos siquiera, quizás ni siquiera fuesen transportables. Pero aún en su ignorancia suponía que no sería tan simple como reventar un huevo de gallina. Tampoco podían medir las consecuencias inmediatas de hacerlo. Lo mejor sería poder llevarlos a un entorno controlado donde pudiesen tomar una decisión con suficiente calma.

Por otro lado, si pudiese llegar a existir la posibilidad de utilizar alguna de esas criaturas para su lado... Cromáticos o Metálicos, aún no comprendía bien del todo, mas suponía ¿Quizás los segundos fuesen más dóciles?

- Y usted, señorita Valanta. Nos guiará hacia su criadero. - Le ordenó firmemente.

Cargando editor
18/10/2021, 13:20
Lowenherz

Lowen sintió la calidez del abrazo de Lluvia, y, de no haber sido por su lamentable estado, sin duda se habría estremecido de un modo distinto a como lo hizo. Después la shamán invocó una vez más la ayuda de los espíritus, restañando con ello sus terribles heridas. Aún se sentía débil y dolorido cuando el rito terminó, pero sin duda su malestar era ahora menor. Le ardía aún el cuello, que cicatrizaba por dentro y por fuera, devolviéndole la vida lentamente.

- Gracias. - dijo una vez más, sin encontrar las palabras adecuadas.

Nunca había mirado a Lluvia más que como a una compañera de viaje y penurias. Una amiga. Y sin embargo, aquel contacto efusivo, la fuerza con la que ambos habían luchado al borde de la muerte, el miedo real de la que-shú cuando creyó que Lowen moriría... todo aquello daba un nuevo significado a aquella amistad, uno que Lowen, en su campestre ver de las cosas, no comprendía del todo. Y, sin embargo, allí estaba, un sentimiento de apego, un temor de que a la joven compañera le pasara algo. Lo sentía por todos, claro, pero esta vez era distinto.

No supo qué más decir. Miró fijamente a Lluvia un rato, y después bajó la vista, retornando mentalmente al interrogatorio, que Briand conducía con autoridad y presteza. Sin duda la noble sabría qué hacer con la prisionera.

Cargando editor
18/10/2021, 13:42
Glinthalas Wyrmslayer

Durante aquellos largos segundos en los que el grupo dudó en que decirle a la malvada clériga de Zeboim, Glinthalas no lo dudó, colocándose a su espalda, separado pero lo suficientemente cerca para tener un disparo seguro a su espalda, un disparo mortífero de necesidad... Y a lo largo de la conversación no relajó su postura, esperando que aquella impía mujer tuviera la osadía de volver a intentar atacar a los suyos. Su grupo. Sus amigos.

El pícaro elfo sólo permaneció en silencio, observándola, clavándole la mirada. Él sí sabía por las historias que de pequeño le contó su madre, la diferencia entre dragones cromáticos y dragones metálicos. Los dragones cromáticos eran malvados, mientras que los metálicos se oponían a aquellos. Los dragones metálicos lucharon del lado de los pueblos libres, permitiendo que ciertas escogidas personas les montaran y empuñaran las famosas lanzas de dragón. ¿Cómo era posible que pasando tan poco tiempo los humanos se hubieran olvidado?

─No perdamos más el tiempo, acabemos con ella y destruyamos los huevos. No sé si recordáis que estamos en territorio enemigo...

Cargando editor
18/10/2021, 18:16
Lizbet Valanta

Lowenherz se acerca a recoger el tridente y lo examina con ojo experto, llegando a la conclusión más allá de toda duda de que se trata de un arma de excelente manufactura.

—¡Suéltalo, sucio campesino! —exige colérica Lizbet Valanta—. Me fue entregado por el mismísimo lord Mondreth Arcagum durante mi ceremonia de iniciación al culto de Zeboim.

Es entonces cuando Lluvia Estelar se lanza a los brazos del fornido guerrero, para sorpresa de todos, transfiriéndole su propia energía vital para que éste pueda recuperarse más rápidamente de las heridas sufridas que a punto estuvieron de acabar con él.

—Cuando los adultos hablan, los niños bien educados callan —replica la sacerdotisa con la voz cargada de desprecio al escuchar la sugerencia de Glinthalas, pero sin girarse a mirarlo. A continuación, dirigiéndose a Briand, añade—: Imagino que no esperáis por mi parte ningún tipo de colaboración mientras no se garantice mi vida. Y deberíais hacerlo si esperáis llevaros de aquí algún huevo viable. Al contrario de lo que podría pensarse, los huevos de dragón son particularmente frágiles al ser sacados de sus nidos y transportarlos sin mi ayuda sería condenar a muerte a esos embriones. Yo puedo ayudaros a salir de este campamento con los huevos, pero solo lo haré si me devolvéis mi tridente y me aseguráis que me dejaréis marchar con uno de ellos cuando estemos a una jornada de camino de vuestro destino.

Notas de juego

Lowenherz (17) → 16/26 [mangual pesado dgc 6/10 pg]
Glinthalas (9) → 12/15
Lluvia Estelar (8) → 24/24
Briand (8) → 16/22 [cinturón curativo: 0/3 cargas disponibles]
Kylian (19) → 12/16
Mujer (18) → herida grave

Cargando editor
18/10/2021, 19:13
Lluvia Estelar

Estar abrazada a Lowen resulta maravilloso, pero todo lo bueno termina y yo me obligo a apartarme de él para no agobiarle una vez que siento que no me restan más fuerzas para devolverle el vigor perdido. De todos modos, me alegra ver que ha recuperado parte de su lozanía y que se encuentra fuera de peligro. Al menos, tan fuera de peligro como lo estamos cualquiera de los demás.

—Muerta es verdad que no nos sirve de nada, pero reconozco que me cuesta confiar en ella —comento con mis compañeros sin que me preocupe ser escuchada por nuestra prisionera—. Especialmente si vamos a permitirla acompañarnos armada después de haber visto la destreza con la que empuña ese tridente. No vinimos aquí a rescatar ningún dragón, sino al prometido de Ethani y al resto de buenas gentes que tienen esclavizadas. Nada me importa si nacen muertas todas las lagartijas que incuban en este lugar con independencia de su color.

»Sugiero que la dejemos aquí atada, lejos de cualquier arma que pueda usar para liberarse, y sigamos nuestro camino como Glin nos aconseja con tan buen criterio. Es solo cuestión de tiempo que los mercenarios consigan entrar en las cuevas, si no lo han hecho ya, y ese sí será un verdadero problema.

Cargando editor
18/10/2021, 23:58
Briand Le Besco

- Así es, Glinthalas. Es por eso que la necesitamos. Insensato sería siquiera pensar que podríamos regresar con vida por la misma salida por la que accedimos. - Le respondió razonablemente al apasionado silvanesti, aunque ciertamente había un aire de poca paciencia por detrás. Cierto era que no contaban con el tiempo a su favor, por lo que bajo su presencia no podía permitir descuidos y acciones tan pasionales poner en detrimento una operación tan delicada a estas alturas. Si querían salir con vida y una misión exitosa, deberían dejar su fanatismo de lado, y pensar más allá de su orgullo e ideales.

- No tenemos elección. Y ella tampoco. - Indicó a Lluvia en una voz baja pero claramente audible poco después. Debía comprender que era un trato necesario. La posibilidad de una traición era cierta, mas si tal iba a suceder eso significaba que había una emboscada mayor detrás. Y si esta existía, estaban condenados a fracasar de todas formas, en sus condiciones actuales.

- Si garantiza nuestra salida de este territorio con nuestros huevos de dragón en mano, nosotros garantizaremos la suya, así como la de su artefacto y su huevo. Siempre y cuando no los use en contra de nosotros. Ese es nuestro trato. Yo soy una mujer de palabra, y puede confiar en mi sangre azul para cumplirla. - Le propuso, con suave firmeza en cada una de sus palabras, y esta vez esperando que nadie se opusiese al respecto. No era el momento de. Actuar acaloradamente y sin ningún plan, los conduciría a una inocente e inútil muerte.

- Tiradas (1)
Cargando editor
19/10/2021, 13:48
Lowenherz

Un instante de ira cruzó la mirada de Lowen cuando aquella impía le habló con tono autoritario. Sus principios le obligaban a no ejecutarla allí mismo, pero sus dedos se cerraron en torno al tridente con fuerza, blanqueando por un instante. No se olvidaba de las heridas sufridas, ni de las ofensas. Después escuchó la conversación, con estupefacción en el rostro. ¿Devolverle su tridente? ¿Y darle un huevo de dragón, nada menos?

Lo más sorprendente, sin embargo, fue ver que Briand accedía. ¿Qué demonios pretendía?

- Antes prefiero abrirme paso a mangualazos entre todos esos mercenarios. - dijo - ¿Darle un huevo? Ni hablar. Su vida tendrá que ser suficiente pago por sacarnos de aquí. Los huevos deben ser destruídos. Si podemos rescatar el del metálico, bienvenido sea. Pero el riesgo es demasiado alto.

Se acercó a la prisionera, blandiendo su tridente frente a su rostro.

- Sácanos de aquí, y respetaremos tu vida. Nada más. - el rostro de Lowen reflejaba la ira que le producían sus heridas y la arrogancia de aquella sacerdotisa - Niégate, y serás ejecutada por tus crímenes, de los que todos somos testigo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lo siento, Lowen es demasiado simple para las sutilezas palaciegas xD. A no ser que fuese en serio lo de darle el huevo, en cuyo caso pues obviamente no va a aceptar. Vamos, que para eso no veníamos xD.