Partida Rol por web

Vale Kroggar firma esos papelajos y vamos a calentarnos un poco, -les hago un gesto a mis compañeros para instarles a subir lo antes posible e intentar quedarnos solos para hablarles abiertamente.

A Kroggar no le gustó el comentario de Borzos, ni el exceso de camaradería del jefe de la avanzada.

—Piensa dos veces lo que vas a decirr antes de hablarr de un sierrvo de los patrrones del pueblo enano—le respondió a Borzos de mala gana—. Y asegúrrate de tenerr la boca limpia.

El enano le entregó al jefe los papeles del envío. A él también le apetecía  quedarse a calentarse, beber y esperar a que la lluvía escampase, pero se acordó de las palabras del jefe de pelotón. Un auténtico sacerdote de Bargenta las cumpliría a rajatabla.

—Las órrdenes de Barrbabrronce erran entrregar el envío y volverr—dijo mientras firmaba los papeles—. La insuborrdinación no es condicion digna de los hijos del Pueblo Enano.

Después miró a sus compañeros con gesto acusador.

Borzos no podía creer que aquel testarudo estuviera hablando en serio. Ya estaba tocándole la moral al bárbaro.

-¿Has perdido la cabeza, viejo chocho? Está diluviando ahí fuera! Aunque saliéramos, el carro se volvería a quedar atorado en el barro, que ahora estará aún peor! Haznos caso a Toril y a mí, que ya hemos vivido estas cosas. Demonios, si hasta la jodida cabra necesita descansar.

Kroggar, por todos los dioses, no creo que haya ninguna orden que nos pida matarnos en esta montaña en plena noche. El camino es realmente peligroso en estas condicones. ¿Crees que a Barvabronce le gustará vernos llegar con una de sus valiosas cabras muerta? mañana a primera hora podremos salir y antes de la hora de comer estaremos de vuelta... además, creo que deberiamos hablar- insisto en un leve gesto "en privado"

El jefe de la avanzada arqueó una ceja al ver a los tres enanos discutir después de haber obtenido el papeleo. Resopló y rió para quitarle hierro al asunto.

- Bueno bueno... tendréis un par de camas o tres libres arriba. Poneos de acuerdo. Voy a ir guardando esto antes de que se estropee por el agua que ya de por si tiene - dijo agitando levemente los papeles para airearlos. Seguidamente se dió media vuelta y se marchó escaleras arriba.

Aquél curioso enano debería tener alguna clase de cargo para estar al frente del sitio, pero no parecía exigir ninguna clase de protocolo ni respeto de manera directa.

Una vez que el supuesto jefe se va les digo a mis compañeros en tono conspirador- ¿os habéis dado cuenta?, aquí pasa algo raro, algo que seguramente nos agradeceran si informamos a nuestro regreso. O mucho me equivoco, o aquí tienen un serio problema de suministros, incluso de liderazgo. Podrían estar desviando suministros para algún interes personal o podrían estar tapando algún desastre que hayan hecho. Quizás no sea asunto nuestro, pero al menos debemos estar seguros de que no nos complica a nosotros, anantes de irnos, Kroggar, verifica que todos esos papelajos esten en orden, no quiero acabar cargando el muerto de nadie.

¿Entiendes porque deberiamos quedarnos esta noche?, cualquier cosa más que podamos informar a nuestros superiores podría ser el empujon que necesitamos para que nos tomen en serio, solo una noche.

Kroggar esperó a que el jefe de la avanzada se marchase mientras una peligrosa vena palpitaba en su cara que comenzaba a tornarse roja. Una vez a solas el enano alzó su dedo amenazadoramente hacia Borzos.

—No vuelvas a dirrigirrte a mí con esa insolencia—dijo con una fría rabia que parecía estar a punto de explotar—. Si vuelves a comporrtarrte como un elfo empezarré a trratarrte como uno.

Después de escuchar a Toril el enano pareció calmarse un poco. El enano comenzó a comprobar los papeles que el jefe le había entregado.

—Hmmm—murmuró pensativo mientras se mesaba la barba hasta que al final concedió—. Está bien. Perro oídme bien. El Padrenano crreó a los enanos como una falange ordenada que actúa al unísono. Igual que los dedos son quebrradizos el puño no lo es. La indisciplina o la ambición no son dignas de un enano. Y no las voy a tolerrarr. Son la causa de todos los males de nuestrro pueblo. 

El enano se dirigió hacia esas escaleras.

—Esto lo hacemos porr mantenerr firme esa falange. Ni porr una falsa sensación de glorria ni porr buscarr un descanso digno de un debilucho mediano.

Al que se comporta como un asno yo le hablo como uno! No tenemos porqué hacer lo que tú digas, Kroggar, no estás al mando, asi que mas te vale aprender a tolerar más cosas. En una cosa tienes razón, sin embargo, en todo eso de la falange, asi que escucha lo que tengamos que decir Toril y yo y no te encabezones porque ninguno de nosotros quiere romper la unidad, sólo tú.

Quizás sea un buen momento para que cerreís la boca los dos y abraís los ojos y los oidos- les suelto haciendo gestos ostensibles con el tan nombrado puño entre ellos. -Subamos a ver que nos encontramos, no será verdad que no tienen ni para darnos de comer, es absurdo. -Desfiló farfullando escaleras arriba en busca del calor del fuego y lo que quiera que nos estén preparando para descansar. -he pasaado demasiados años solo en las montañas, pero ¡por mis barbas!, no recorrdaba que los enanos hablan tanto.

Kroggar se llevó la mano en el hacha, la vena de su cabeza había vuelto a palpitar. Enanos así eran los que habían traído la ruina su pueblo, los que se habían alejado del camino marcado por Moradin y todos los dioses enanos. Pero entonces escuchó a Toril y se contuvo. Aunque no le gustase, no dejaban de ser compañeros.

—Ya sabemos porrque Barrbabrronce no te dió los papeles. Ahorra vamos a averriguarr que rrrayos está ocurrriendo.

Borzos asintió. En realidad, le hubiera sabido mal moler a palos al calvorotas. El luchador bárbaro subió el primero para investigar que carajo pasaba en aquel puesto avanzado. Y también para buscar a alguien con el que negociar un precio por el equipo que había traido consigo. Quizás hasta le saliera rentable la expedición.

Comenzasteis a subir las escaleras y atravesasteis por la primera planta. Se trataba de una entrada defensiva que debería estar llena de guardias, pero que se encontraba visiblemente vacía. Apenas un par de enanos estaban allí ordenando material. Armas de toda clase (hachas, mazas, lanzas y ballestas) y escudos. Parecían bastante ocupados y estaban hablando entre ellos con un tono bajo como si fueran a molestar a alguien.

Al continuar a la tercera planta descubristeis de pronto la situación. Lo que debían ser los barracones donde los soldados descansaran haciendo turnos, estaba hasta arriba. Al parecer la mayoría de los soldados de la avanzada se encontraban en cama. Por un segundo la ira se apoderó de vosotros al pensar que aquella situación estaba relacionada con una negligencia absoluta por su parte, después de lo que vosotros habíais pasado aquél día. Esto fue sólo hasta unos segundos después cuando descubristeis que lo que estaba ocurriendo es que la mayoría de los soldados se encontraban enfermos.

Entre los que allí se encontraban había algunos que estaban sentados en la cama hablando entre ellos, mientras que otros dormían envueltos en las sábanas con un visible dolor abdominal. Esto respondía al total silencio dentro de la torre y a la extraña situación que habíais vivido hacía apenas unos segundos con el jefe de la avanzada.

Alguna clase de mal había azotado aquél sitio, entrabais en consciencia de que vuestra misión estaba relacionada con suministrar recursos a aquellos hermanos que valientemente habían decidido no abandonar el puesto.

Borzos disipó cualquier otro pensamiento cuando contempló la escena. Al principio, pensó que Kroggar iba a matarlos a todos por ser "malos enanos" y estar descansando pero entonces se dió cuenta de lo que en realidad sucedía. Tantos camaradas enfermos...! El luchador se acercó a alguno de los que está sentado hablando y preguntó lo obvio.

-Camaradas, en el nombre de Moradin, qué ha pasado aquí? Estais todo enfermos? La misma enfermedad?

Uno de los enanos que se encontraba en el grupo, sentado en la cama mientras hablaba con el resto, se gira para mirar a Borzos al ver como avanzaba hacia ellos e iniciaba conversación. Mantiene una posición inclinada hacia delante, mientras se sostiene la panza con la diestra.

- Si hijo, la misma enfermedad. – inicia el viejo enano – El agua del pozo se ha emponzoñado y hemos caído muchos enfermos, no todos por suerte. Aquél día algunos decidieron tomar cerveza en lugar de agua durante la comida. - sonríe pese a los retortijones de la gastritis.- ¿Vosotros sois los que habéis traído los barriles de brea? No os he visto por aquí antes.

Si somos nosotros, acabamos de llegar, ¿hace mucho tiempo de esta situación?, ¿no disponéis aquí de ningún remedio?, ¿Cuántos camaradas enanos sois aquí? - me acerco al enano que habla con Borzos y voy haciéndole las preguntas pausadamente mientras observo a mi alrededor con pesar el estado de la guarnición. ¿Por qué no les había dicho el calvo simplemente que sufrían de enfermedad por el agua? pensaba para mí mismo, que extraño todo. - ¿Para qué necesitáis la brea?

Levantó la vista a Toril que se aproximaba lentamente al grupo. Los otros dos enanos que le acompañaban originalmente observaban mientras el viejo soldado y los recién llegados mantenían una breve conversación sobre la situación del puesto.

- Seremos unos diez aproximadamente. Contando con el jefe de escuadra, y los mozos de cuadra. Apenas quedarán un par de hermanos en pie, bueno, una hermana y un par de hermanos. - corrigió antes de seguir - Jilda se está encargando de las vigilancias arriba. - concluyó aportando ese último dato. No lo habríais dicho con los gritos que pegaba desde arriba de la torre.

>> Como es lógico, no tenemos remedios, si no, no estaríamos así. Las hierbas y los remedios naturales me temo que no surten efecto contra este mal. Habrá que pasarlo y ya está supongo. - dijo con cierta agresividad pasiva ante la pregunta, muy probablemente producido por la incomidad de los dolores. - Y la brea es para construir un filtro de agua con rocas y arena en el subsuelo. ¿No habéis trabajado mucho en las minas no? - preguntó evaluando a Toril y sus ropajes.

No mi señor, no he trabajado en las minas y por golpes del destino son muchas las cosas sobre la vida del enano que no tuve tiempo de aprender, así como muchas las cosas que perdí, a cambio aprendí lo que necesitaba para sobrevivir.  Y si alguna de esas cosas que aprendí puede ayudarlos en esta situación no tenga duda de mi voluntad que sigue siendo la de mi pueblo.

¿Qué podemos hacer? - pregunto a mis compañeros y a los ancianos enanos que nos rodean curiosos, -¿volver mañana con presteza a Khâzad Felek para informar de esta situación y solicitar ayuda? ¿Quizás mañana el clérigo pueda decirnos con más seguridad que mal les aqueja? ¿Comida? tenemos algunas raciones para el viaje, si volvemos directamente a dar aviso no las necesitaremos todas.

Kroggar se vio abatido al ver a sus hermanos enanos de esa guisa. Y las brasas de rabia que todavía estaban dirigidas hacia Borzos, se encendieron dirigiéndose hacia el jefe de la avanzada.

—¡Porr el Señorr de las hachas! ¿Dónde está ese jefe de avanzada y porr qué no nos ha dicho nada de la situación? ¡Estúpido incompotente!—dijo por lo bajini apretando los puños—. Lo prrimerro que estos camarradas necesitan es agua. En la mayorría de los casos los males de la barrriga derrivan en muerrte porr deshidrratación. Borrzos, Torril, ¡ayudadme! Coged, cubos, cajas o cualquierr rrecipiente. ¡Rrecogerremos el agua de la lluvia!

El enano se dispuso a buscar recipientes y entonces respondió a la pregunta de Toril.

—Mañana averriguarré que está ocurrriendo y entonces decidirremos—entonces añadió—. ¿Os parrece bien?

En otras circunstancias no habría sido tan asertivo, pero ahora mismo no podía pelearse con sus compañeros.

Borzo hizo caso a Kroggar sin chistar. Sabía que no era fácil para un enano pasar una enfermedad en la cama sin poder hacer nada. Al bárbaro se le ocurrió una cosa.

Kroggar, una vez ví a una sacerdotisa crear agua de la nada gracias al poder de Moradin. ¿Crees que podrías hacer lo mismo? Si fuera así, después de echar la brea, podriamos usar los propios toneles, limpiarlos bien usarlos para el agua.

—Puedo hacerrlo, perro también tendrremos que esperrar a mañana. También puedo purrificarr agua del pozo. Más o menos toda la que pudierramos ponerr en una esferra de seis metrros de diámetrro.  Perro prrimerro tendrríamos que sacarrla. Serría mucho más eficiente, hablamos de miles de litrros del líquido elemento. Perro también tendrremos que esperrarr hasta mañana.

El enano se quedó en silencio un momento.

—De hecho deberríamos vaciarr ese pozo parra saberr que lo está envenenando.