La negativa del bárbaro a aceptar mi oferta me ofuscó momentáneamente, pero la mano de Robasart en mi hombro me devolvió a mi estado normal. Miré después a Gringle y negué con la cabeza.
-"Gracias Gringle, pero aceptaré pagar a este hombre las cuarenta monedas que pide por guiarnos en la montaña." Le dije.
Volví la mirada al bárbaro y deposité las monedas encima de la mesa, al lado del tipo. Mi hijo bien valía todo el oro y la plata que poseía. Ya vería más tarde cómo haría para conseguir las monedas necesarias para comprar víveres para volver a casa.
Caroba no cambia su expresión, pero sí estrecha tu mano y recoge las monedas.
- Descansar ahora. Salir en 4 horas, antes de que Sol salir y empezar "derretir-mento" de nieve.
- ¡Bueno! Parece que hay un acuerdo. - dice contento.
- Será mejor recogerse también. Os deseo lo mejor y podáis regresar con vuestro sobrino sano y salvo.
- Que los Dioses y Uleria os bendigan.
FIN ESCENA 2