Partida Rol por web

Doce meses: El Sol Plateado

Capítulo 1: Las últimas luces del ocaso

Cargando editor
09/05/2021, 12:23
Siroc

Siroc bajo con cuidado  a Zrabroth a la petición de este. Tras eso estiró sus músculos a la vez que su compañero druida respondía a las preguntas del anciano.

Al ver que Zrabroth daba una versión escueta del motivo de su llegada al pueblo,  por otro lado comprensible para él, Siroc añadió a modo distendido:

- Y también a por un buen desayuno.

Siroc esperaba que la situación en el pueblo se normalizase, pues hasta el momento había comenzado más movida de lo que deseaba.

Cargando editor
09/05/2021, 14:00
Isaea

Y ayudaros si tenéis algún problema—completó Isaea con una sonrisa.

Sus compañeros ya habían dicho todo lo que había que decir, pero el paladín nunca podía pasar la oportunidad de ayudar a los que lo necesitan.

Cargando editor
14/05/2021, 00:50
Dravius

El anciano enarcó una ceja al recibir la respuesta del druida, claramente sorprendido por su capacidad para hablar. Algunos de los presentes aligeraron el paso al ver como aquella criatura de aspecto bestial poseía la inteligencia para tomar la palabra con suficiente cortesía. Sin embargo, Dravius mantuvo la compostura sin problemas. Posiblemente alguien que había logrado alcanzar aquella edad en un mundo tan complicado había visto suficiente en la vida como para no sorprenderse con tanta facilidad.

- Entiendo. - respondió sin perder la sonrisa aunque no era difícil adivinar en su rostro que la respuesta de los recién llegados había sido demasiado vaga y escueta para su gusto. - Y... de nuevo, si no demasiado pedir, ¿podríais indicarme de dónde venís?

El ceño del hombre parecía algo fruncido delatando que aquella pregunta era la que realmente inquietaba al anciano. A pesar de que trataba de mantener un semblante sereno, la tensión con la que sus manos descansaban sobre su bastón hacía que sus huesudos nudillos se pusieran blancos.

- No habéis pasado por la casa de postas del camino de Leford. Nos hubieran avisado. La ruta desde Érbury está colapsada y los guardias que patrullan el camino de Tecot no han informado de vuestra presencia. - dijo con aire pensativo. - Pocos se aventuran a viajar en mitad de la larga noche y muchos menos desechando las principales vías.

Cargando editor
14/05/2021, 23:50
Isaea

Hemos cruzado el bosque señor—Isaea no mentía y tampoco veía motivos para hacerlo, era un paladín con todo lo que eso significaba—. Zabroth es un Guardián de la Tierra, la naturaleza es su territorio .Y mi compañero Siroc y yo también sabemos desenvolvernos en estos territorios. Pasamos mucho tiempo en el bosque de Belyador.

Tras responder a la pregunta de Dravius cayó en la cuenta de algo.

Discúlpeme, no me he presentado. Soy Isaea Roenal, paladín de Bahamut.

Cargando editor
16/05/2021, 20:43
Siroc

Siroc, viendo la respuesta de Isaea, pensó que no sería muy necesario añadir nada mas. Dada la situación en la que se encontraban,  también debían ser prudentes.

En lugar de eso, se limitó a hacer un saludo respetuoso al anciano y a mirar a su alrededor mientras se preguntaba como sería aquél con quien deberían encontrarse.

-Supongo que a esa persona le será fácil identificarnos... aunque ya podría haber dado un aviso de nuestra llegada y nos habríamos evitado todo esto -pensó el monje a la vez que se percataba de que quizás esa persona esperase a un grupo grande y no a un trío de aventureros.

Tendría que comentárselo al resto cuando tuvieran el permiso para moverse libremente por la ciudad. Aunque supuso que no les acarrearía ningún tipo de problema.

 

Cargando editor
17/05/2021, 18:56
Zrabroth

Al ver la reacción causada alrededor cuando abrió la boca para hablar, decidió, sensatamente, cerrarla a continuación. Los suyos, si es que quedaba alguno, no parecían ser habituales, y mucho menos seres de los que otros disfrutaran; no les culpaba, habían sido creados, fabricados, con el fin de la guerra, y su aspecto no era el más amable. En su época habían sido tolerados solo después de demostrar su valor, no esperaba que, tantos años después, nadie recordara aquello, y que solo se centraran en las apariencias era un pecado que muchos cometían por desgracia. Si, podía entenderlo. Y por ello, se limitó a asentir, dejando que Isaea, una figura mucho más confiable a primera vista, llevara la iniciativa.

Cargando editor
19/05/2021, 01:33
Dravius

Sorprendentemente, al respuesta del paladín parecía haber creado aún más dudas de las que había resuelto. El hombre abrió un par de veces las boca tratando de formular una nueva pregunta pero las palabras no acudieron a sus labios en ninguna de las ocasiones. Tal vez, no hubiera una forma cortés de continuar con aquel interrogatorio a ojos del anciano.

No obstante, la atención de los transeúntes de nuevo se elevó a las murallas. Aunque en aquella ocasión no parecía que se hubiera formado tanto revuelo como en la llegada del grupo, los visitantes no parecían ser comunes durante aquella noche interminable. Lo más sorprendente era una suave música de flauta que el viento traía desde el otro lado del portón.

- ¡Alto! - una voz ronca, distinta de la del enano que les había dado el alto, llegaba amortiguada hasta donde se encontraban - ¡¿Quién va y con qué motivo?!

Cargando editor
19/05/2021, 20:56
Isaea

Imagino que no es habitual tener dos visitas en un día.

Cargando editor
21/05/2021, 13:27
Siroc

Siroc dirigió su mirada con interés hacia el lugar de donde provenía la voz. No por el hecho de que le interesase lo más mínimo que podría estar ocurriendo,  pues después del recibimiento que habían tenido esperaba cualquier cosa, sino por el hecho de que no recordaba haber escuchado música desde hacía muchísimo tiempo. Lo cual, provocó en el monje una sonrisa de satisfacción.

Cargando editor
21/05/2021, 19:15
Zrabroth

Aunque momentáneamente aquello llamó su atención, a Zrabroth no le habían pasado desapercibidos los gestos del anciano, y sabía que la conversación no estaba yendo por buen camino. Aprovechar aquella distracción para seguir adelante le parecía una buena opción para no seguir forzando la situación.

No lo parece —corroboró, refiriéndose a las palabras de Isaea—. Dejemoss que nuestros anfitrioness se encarguen, y bussquemos la taberna cuanto antess—sugirió en una voz más o menos baja, para no seguir llamando la atención ni volver a ganarse miradas sorprendidas o asustadas de los viandantes.