Partida Rol por web

Los arqueros se preparan para lanzar de nuevo, la fechas surcan el aire y… Oh sorpresa, ha caído el gran favorito, Darion consigue la quinta mejor puntuación y cae eliminado, este muestra su rostro contrariado y desaparece pronto entre la multitud.

En esta ocasión Doren consigue la mejor puntuación, uno de los desconocidos la segunda, Hador la tercera y otro desconocido la cuarta, se comienzan a ver rostros sonrientes entre los que pasan, ya que al menos se han ganado una moneda de plata y se han quitado de encima al gran favorito, quedan 4 participantes, uno de ellos conseguirá el magnífico arco.

Aplaudo la actuación de Hador, al parecer ha pasado ya dos cortes y eso le acerca al premio final. Los otros tiradores son muy buenos pero esperemos que nuestro rohir gane este torneo. Además así nos enriqueceremos. 

Hador suspiró con alivio después de cada flecha. Por el momento no iba mal, pero se sentía contrariado al estar en el tercer puesto. Debería esforzarse mucho más. Concentración, más concentración era lo que necesitaba. Pero aún le pesaba su falta de confianza en sí mismo.

¡Increíble, esto está emocionantísimo! Los nervios cunden entre los participantes, tan solo uno de los jugadores desconocidos consigue realmente hacer buenos lanzamientos con el arco, y de entre los resultados no tan buenos, Hador, que parece el gran tapado ¡Se cuela de nuevo con la segunda mejor puntuación! Doren cae eliminado, los que organizan las apuestas se frotan las manos porque como gane el participante desconocido van a hacer una verdadera fortuna.

La tensión es máxima, es la gran final, el participante desconocido, un sencillo labrador con su arco hecho a mano contra Hador, el Rohirrim venido de tierras lejanas ¿Quién ganará?

Hador mantenía su vista en la diana, sin poder quitarle los ojos de encima. Se distrajo por escasos segundos cuando le trajeron otras tres flechas, y allí vio a su último contrincante. Le miró brevemente, para luego extenderle la mano. Independientemente de si este la estrechó o no, devolvió su atención a su blanco. Una vez más, el mundo se difuminó a su alrededor, y las flechas silbaron en el aire.

La tensión se podía cortar con un cuchillo, Hador tiende la mano a su oponente que la estrecha, es un hombre sencillo que no esperaba haber llegado tan lejos, ambos se preparar, se concentran… sueltan las flechas, los lanzamientos de Hador no son nada malos, pero… ¡Sorpresa! El otro contrincante saca de la chistera unos lanzamientos increíbles, los tres prácticamente en el mismo centro de la diana, es el ganador, el participante que nadie se esperaba ha ganado, Hador que ha quedado finalista se recupera su moneda de plata y gana dos monedas de plata más (1 moneda de plata = 1000me)

Hador parecía satisfecho con sus tiros, pero tal fue su sorpresa al mirar hacia la diana de su oponente que se quedó prendido allí por unos segundos. No tardó en esbozar una pequeña sonrisa y voltear para ver al hombre que le había vencido. -Gracias- dijo, mientras el bullicio estallaba a su alrededor. Aquel desconocido le había permitido recuperar un poco de su confianza con una competencia limpia. Por otro lado, había hecho algo de dinero, y eso nunca estaba de más.

El rohir volvió junto al resto sin dejar de esbozar su sonrisa. -Espero que hayan apostado en contra mía- dijo, riendo por lo bajo. -Vamos, hoy invito yo. Descansemos, pues esta ha sido suficiente diversión para mí- Se le veía extrañamente de buen humor, más del que cabía esperar luego de haber perdido. Pero después de todo, el hecho de que pagaría los tragos y el alojamiento era lo que realmente importaba.

- Hador estuviste a punto...pena fue que el otro sea demasiado bueno... - le digo dándoles unas palmaditas en la espalda - ...bueno no ha sido un mal día...has ganado unas monedas y nosotros una cerveza... - añado sonriendo 

Camino con el resto de mis compañeros de buen humor. Está siendo un buen viaje de momento, espero que la cosa no se complique.

"- ¡Bleee!- suspiré ante el resultado del evento-. Maldita mi idea de apostar una moneda de bronce- mencioné para mí por lo bajo con un deje de fastidio".

Me alejé un momento del grupo para prestar atención a los que concursaban junto con Hador y observé atentamente al ganador. Traté de buscar algún rasgo de similitud con las gentes que había conocido en los viajes con mi padre... busqué algo que me dijese un lugar de pertenencia, algo que me guíe.

Di media vuelta y regresé con los demás mientras comenzaban a caminar hacia algún lugar en que pudiésemos descansar.

"- Eehh... bueno... bien... buen trabajo... igual- dije entrecortadamente tratando de ser... amable-. El extraño ese es bastante bueno, me intriga saber qué hace, no creo que sea un simple granjero- expresé mientras rascaba mi barba-. Bueno, a beber y comer algo se ha dicho".

El concurso termina y Hador ha quedado finalista. Raudo avanzo a su posición y le tiendo la mano y le doy un fuerte abrazo con una gran sonrisa dibujada en mi rostro. No esperaba menos de tí, amigo. Has estado fantástico. Hoy ha sido un día estupendo. Le comento mientras avanzamos en dirección a la taberna.

Avanzo mostrando una gran sonrisa.

1: 141-94 = 47

2: 114-22 = 92

3: 67 - 71 = -4

El hombre que resulta vencedor de la prueba saluda agradecido a Hador por su felicitación, la deportividad reinó en el tornero, el Rohir recibe también las felicitaciones de sus compañeros y de algunos de los que allí se encontraban. Angainor se acerca al ganador pero no observa nada fuera de lo normal, sin duda parece un lugareño.

Hador y el resto de sus amigos se encamina a la posada, allí los gastos corren de las ganancias de Hador, incluyendo una ronda extra de cerveza.

Tras la animada cena subís a las habitaciones, para un merecido descanso antes emprender de la recta final del camino hacia Dolm Anroth, a primera hora de la mañana tras un ligero desayuno el grupo reemprende la marcha, es el séptimo día de viaje, el viento predominante es del suroeste y la nubosidad es parcial, no parece que vaya a llover hoy.

Alcanzáis de nuevo el cruce por el que os desviasteis hacia Edhellond y pasan un par de horas más cuando… escucháis una especie de zumbido, un grupo de más de 10 tábanos gigantes enfurecidos se abalanzan sobre vosotros, dispuestos a dejaros fritos a picaduras. Estos tábanos son más grandes de lo normal miden unos diez centímetros de longitud y cuando atacan en masa pueden ser mortales.

Nos dirigimos hacia la taberna local, luego del torneo, para beber y degustar un poco de comida, caliente y apetecible. El rohirrim parecía alegre, y no era para menos con lo bien que le había ido en el evento.

Luego de la comida y el sueño nocturno nos levantamos a la mañana siguiente dispuestos a partir. Dejamos atrás la bulliciosa urbe de Edhellond para continuar el viaje. Nuevamente la bifurcación, y esta vez tomamos la ruta hacia Dol Amroth.

El día parecía agradable, dispuesto a prestarnos tranquilidad antes de adentrarnos en tierras de ladrones y sabandijas. Pero no era como pensaba... un zumbido, unos insectos desgarrarían la paz que nos envolvía.

"- ¡Mierda! Son bastantes- exclamé al ver el enjambre".

Saqué mi escudo y llevé el mazo a mi mano, dispuesto a defenderme ante el arrebato de los bichos.

"- ¡Ey, organicémonos! Paliducho, quedate atrás junto con Hador o Eadar, quien mejor use el arco. El restante que venga adelante con Ted y conmigo. Los dos arqueros mantengan puestos y apunten con tranquilidad... así nos desharemos de dos por lo menos. Los dos que están conmigo pónganse uno a cada lado, algo separados, así nos cuidamos de cuando vengan y evitamos que nos flanqueen. Haremos una especie de triángulo protegiendo a los arqueros y, a la vez, atacando... Si los insectos comienzan a molestar mucho, que el blanquito se quede solo en el centro y formaremos un rombo. Desde adentro, Alisterel, ayudarás con el arco pues es tu fuerte antes que ir mano a mano. Yo iré al frente... de la roca vengo, roca soy- expresé con seriedad absoluta, manteniendo la vista en los tábanos".

Doblé un poco las piernas, llevé el escudo al frente y puse en posición mi arma, con ansias de comenzar a repartir golpes a mansalva.

"- Si avanzamos, lo haremos como grupo... si uno sólo cae, los demás también caeremos... ¿comprendido?- mencioné a modo de precaución-. Quien esté con arco junto al elfo, si tiene posibilidad que desenfunde rápidamente y ayude al que esté con más problemas... y retome posición luego- agregué-. Bien, si están dispuestos a seguir esta formación hagámoslo rápidamente... los bichos no nos esperarán- concluí y me puse al frente sin importarme lo que se decidiría".

Esa mañana, Hador despertó de buen humor. Estar cercano a la victoria había sido suficiente para él, pero era inconsciente de lo que les esperaba en el camino hacia Dol Amroth. Más bien, se encontraba distraído por lo efímero de aquel momento de seguridad, ya que bien sabía, por las historias oídas en el camino, los peligros que acechaban de este lado del horizonte, al alcance de la mano.

El grupo no tardó en partir, y tampoco tardó en encontrar problemas. Un zumbido alarmante los alarmó, para comprobar como un enjambre de tábanos se decidía por darse un banquete con ellos. Eran más grandes de lo normal, y por ende más peligrosos. El enano comenzó a lanzar directivas a diestra y siniestra, y la mente militar del rohir se puso a trabajar. Acató las ordenes más por un instintivo reflejo que por razón, y eso le era suficiente. Rápidamente, preparó su arco.

Fuego... No, eso los dispersaría y sería más difícil atacarlos.

Dio un paso lateral para posicionarse siguiendo las directivas de Angainor como mejor pudo.

Al principio no me doy cuenta de los tábanos hasta que el enano lo menciona. La verdad iba demasiado preocupado en mis cosas y no estaba muy atento. Al verlo me doy cuenta de que si me pican estaré jodido de verdad. Son demasiado grandes para ser una criatura benigna.

Avanzo con el resto de mis compañeros y saco el arco con la esperanza de poder acertarle a una con un flechazo, no es que sea particularmente bueno pero algo me defiendo. Aunque los tábanos son demasiado pequeños para acertar.

- ¿Los tábanos le tienen miedo a algo? - pregunto al grupo - ...deberíamos buscar su miedo y espantarlos...

Continuamos el camino y tranquilamente avanzamos tras disfrutar de la medio victoria de Hador en el concurso.

Seguimos el camino y retomamos la ruta cuando unos tábanos se aprestan a atacarnos según parece. El enano rápidamente comienza a explicar la táctica sin tiempo casi a asimilar las palabras todo el mundo se disponen al combate. Quizá andaba yo algo distraído, pues hasta que no ví a todos tomar posiciones no reaccioné. Saqué mi arco, sin perder de vista mi espada y me desplacé para abarcar el camino. presto a disparar en una primera oportunidad y posteriormente entrar al combate cuerpo a cuerpo.

La verdad es que son muy rápidos a estos tábanos gigantes, os alcanzan con gran velocidad, el sonido que producen es estremecedor.

Angainor que prepara el escudo y el arma, acapara a más de la mitad del enjambre que casi lo rodean, incluso le atacarán por ambos flancos.

Hador enfrentará a tres de estos grandes insectos.

Eadar que también carga su arco a dos.

Alisterel (pnjotizado) que no se ha movido a comenzado a preparar un sortilegio, pero tendrá que lanzarlo inmediatamente ya que uno lo va a atacar inmediatamente, esperemos que el sortilegio funcione.

Ted que prepara su arco y lo carga, es el único al que los bichos no han decidido atacar.