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Valentí atacó al adversario más cercano (aldeano1) pero no consiguió darle un puñetazo, éste por su parte atacó con el leño sin tino en un primer golpe descendente y en su segundo golpe el médico se movió rápidamente y por poco no le dio el tronco en pleno cuerpo.

El siguiente adversario (aldeano 6) ataca al de Besalú desde el mismo ángulo fallando por dos veces, el tercero de los adversarios (aldeano 2) flanquea al médico y le rodea, quedándose a su espalda mientras que el último, corre hasta él y llega a su altura (aldeano 7) atacará también de frente.

En el otro frente, el endemoniado que luchaba contra Diegue (aldeano 14)estrella su palo contra el suelo rompiéndole y quedándose desarmado, intentando después darle un puñetazo sin éxito. Mientras que el otro(aldeano 11) ataca y el francés logra detener con su daga el primer golpe pero no así el segundo, que le da de lleno en el pecho. El aldeano le ha golpeado con un extremo del grueso tronco en una zona vital y en un punto en el que la armadura no ha podido protegerle, apenas véis en la marabunta del combate al francés caer desplomado hacia un lado.

Turno 4

Orden:

Diêgue 0PV inconsciente

Jaume

aldeano 4 muerto

aldeano 15 - 9 morirá en 1 asalto

Valentí

aldeano 12 - 8 morirá en 2 asaltos ropas gruesas

adelano 18 -2 morirá en 8 asaltos

aldeano 3 muerto

aldeano 9 en lucha con Khaled

aldeano 13 en lucha con Khaled, desarmado

Agneta 10 PV herida en el abdomen

aldeano 8 1 PV, gravemente herido trabado en combate con Khaled

aldeano 17 trabado en combate con Agneta

aldeano 5 trabado en combate con Agneta

Khaled 10 PV

aldeano 10 trabado en combate con Agneta

aldeano 16 trabado en combate con Agneta

aldeano 1 trabado en combate con Valentí

aldeano 6 trabado en combate con Valentí

aldeano 2 trabado en combate con Valentí

aldeano 7 trabado en combate con Valentí

aldeano 14 desarmado, trabado en combate con Diègue

aldeano 11 trabado en combate con Diègue

aldeano 20 muerto

Resuello un instante, lo justo para tomar aire antes de enfrentar a los rivales de la gitana: - Malditos! Cómo osáis con una muller!!!??? Fora de aquí!!! 

Chorreo sudor, a la vez que el mandoble torna a recorrer, mortíferamente, el cielo, barriendo a tres de los oponentes de la misteriosa hechicera!

Al primero de aquestos súrquele el tórax en sangrienta abertura, acaso mortal! El segundo corre mellor suerte ya que alcáncele en la suya diestra, provocándole un feo corte en esa extremidad... mas el tercero de mis oponentes: Tras ferir el brazo del anterior, La Crucífera parece tomar aire para coger fuerza renovada, baja un instante a la altura de mi tripa, para subir rápida, vigorosamente, abriendo la caja torácica del tercero de aquestos, dejando al descubierto vísceras et costillamen: - Morid, condenados!!!

Veía al de atrás flanquarme, empero que nada podía hacer al saber de frente a mí otros tres andábanse lamiendo los labios, cuales animales de las sus caretas. Y en habiendo querido ocultarme entre los árboles cercanos, no hice sino lo contrario, et metíme en buen lío.

¿Qué queréis? -les dije-. Hombres sódeis, que lo único que facés es redículo, ¡fuera de aquí!*

El dolor se atenaza en mi estómago, y por mi mente pasan las imágenes de los muertos que he visto durante mi vida con terribles heridas en esa zona. Llorando y sangrando sigo retrocediendo e intentando evitar los ataques de los locos aldeanos. 

Uno de los adversarios de Khaled, que estaba gravemente herido(aldeano8) aguantó estoicamente el dolor y no se desmayó, lanzando un palazo directo a khaled y fallando el siguiente por poco. Uno de los que estaba peleando con Agneta y que sufre un espadazo de Jaume cae al suelo inconsciente.

Viendo que disponíase uno de aquellos infieles a descalabrarme de un palo mal dado, levanté el coltell presto a detener tal golpe, y así quiso Allah que sucediera. El segundo golpe, empero, hube de recibirlo en el brazo*, donde el dolor invadiome.
Y vino el otro desgraciado, al que ya había atizado un buen seco en otra hora, y me calzó con el palo en el pecho, y sentí gran dolor al recibir el golpe, no pudiendo ni maldecirlo. Eso sí, al infierno lo mandó mi coltell, que esta vez apunté al pecho, y allí hundí la hoja corta pero letal de mi cuchilla, dándole muerte al maldito.

El aldeano 16 ataca a la gitana pero ésta detiene el golpe y vuelve a atacar fallando en esta ocasión. El aldeano 1 que peleaba contra Valentí, después de su anterior fallo, ahora sí logra impactar al médico, pero éste consigue esquivar por segunda vez el mismo golpe del mismo enemigo. El aldeano lo vuelve a intentar pero esta vez el palo no da al médico.

Otro de los aldeanos (6) muele al médico a palazos, dándole en el pecho y abdomen dejándole bastante tocado. Los otros dos adversarios le dan el primero (aldeano 2) en la pierna y en la cabeza, a pesar de llevar ropa en abundancia y de ir con el gorro de piel, el troncazo le abre la cabeza y le deja en el suelo tirado prácticamente muerto, el último (aldeano 7) de sus adversarios lo aprovecha para echarse encima y darle otro troncazo en la cabeza, matándole en el acto y luego rompiendo su propio palo contra el suelo en su afán por darle.

Un poco más allá, los dos que peleaban con el francés ahora al haberle dejado fuera de combate acaban el trabajo. El grupo llevaba dos muertos y o mucho cambiaban las cosas, o es posible que todos acabasen muertos. 20 eran muchos, incluso para el caballero y los suyos.

Turno 6

Orden:

Diêgue  muerto

Jaume

aldeano 4 muerto

aldeano 15 muerto

Valentí muerto

aldeano 12 - -9 morirá en 1 asalto ropas gruesas

adelano 18 -3 morirá en 7 asaltos

aldeano 3 muerto

aldeano 9 en lucha con Khaled

aldeano 13 en lucha con Khaled, desarmado

Agneta 10 PV herida en el abdomen

aldeano 8 -6 PV, morirá en 4 turnos

aldeano 17 -6 pv morirá en 4 turnos

aldeano 5 2 pv gravemente herido

Khaled 5 PV, herido y sin Bonus de daño

aldeano 10 -9pv morirá en 1 turno

aldeano 16 trabado en combate con Agneta

aldeano 1 libre, volverá a por el resto

aldeano 6 libre, volverá a por el resto

aldeano 2 libre, volverá a por el resto

aldeano 7 libre, volverá a por el resto

aldeano 14 libre volverá a por el resto

aldeano 11 libre volverá a por el resto

aldeano 20 muerto

Desde la mía posición veo al francés y al de Besalú, caer víctimas de los infieles: Aislados, como habían quedado, la suya era una compleja tesitura... veterano en mil batallas, no puedo evitar sentirme culpable de haberlos dejado solos en la lucha...

- Aaaaaaaargh!!!! San Jorge!!!! - Rujo a la vez que lanzo una nueva embestida, furioso por la inevitable caída de los míos! 

Aprisa! Los herejes traen refuerzos de las cenizas de mis caídos! Válgame Dios!!!

El mandoble asciende, iniciando su mortífero recorrido, surca el aire sin acertar a uno de los oponentes que aún combaten a la muchacha mas al segundo, al que ya había percutido en mi anterior envite, lo remata de un fino corte que reviéntale costillámen et vísceras... sigue la buena Crucífera hasta acertar a uno de los oponentes de mi buen Khaled, rival al que propino un severo corte en la panza que intuyo insuficiente para facerlo caer! 

Uno de los enemigos de Khaled es tajado en pleno pecho, naciendo una línea horizontal casi de lado a lado que se torna roja y de la que pronto empieza a salir sangre. Jamás habíais visto nada igual, pues el hombre apenas se tambalea, sino que en lugar de desmayarse o huir sigue peleando mientras la sangre le sale a chorros y ataca al moro. El otro adversario que peleaba con él ahora sin palo, intentó por dos veces golpearle con los puños sin éxito.
 

Al verme momentaneamente algo más desahogada de enemigos, clavo mi cuchillo profundamente en la pierna del loco desarrapado que me está acosando, sin descuidar mi defensa por si se revuelve y aún intenta atacarme.

También comienzo a buscar con la mirada una posible vía de escape, pues aunque han caído muchos, otros están por venir...

Los siervos de mi señor iban cayendo lentamente, mientras yo imploraba a Allah por su ayuda. Aquellos locos parecían dispuestos a morir sin reparos por tal de dar satisfacción a lo que quiera que les hubiese traído hasta aquí. Exhausto, ya sin fuerzas ni aliento para decir nada, proseguí la lucha. Alcé el coltell desviando el golpe que uno de los desharrapados lanzaba contra mi, y a continuación descargué mi hoja contra otro de ellos, alcanzándole en la pierna. Así cayera el maldito, pues feas se ponían las cosas.

El aldeano 9 malherido con un buen corte en el abdomen ahora recibió del moro una puñalada en la pierna casi desnuda, la nueva herida sumada a la anterior, provocan que ante la pérdida de fluido vital el hombre se desplome hacia delante quedando tendido sobre el fangoso lecho en una postura incómoda.

Mientras el combate continúa, los misteriosos cánticos son camuflados por el ruido del entrechocar de las armas y los repiques de las armaduras.

Muy cerca, el último de los adversarios de Agneta, herido en una pierna, estrella su garrote contra el arma de la gitana y luego haciendo un giro en dirección contraria no consigue alcanzar a la mujer.

Los campesinos que han terminado con la vida del francés y el médico corren hasta el centro de la refriega para ocupar el lugar de los caídos y acabar con la gitana, el moro y el caballero que aguantan estoicamente.