Partida Rol por web

Zoak asintió y llevó su mano al arma, preparado para cortar por la mitad a cualquiera que supusiese una amenaza.

Vamos.- alentó al mago. Él le cubriría en caso de peligro, pero él debía entrar primero para valorar si aquello era una amenaza o no.

Acompaño al gilipollas....definitivamente éste no ha tenido nada que ver, el plan de usar magia contra Tinker necesita de otra mente algo más elaborada que la de este boratare.

- Iré al grano. Todos aquellos con los que he hablado, dicen que Tinker sería incapaz de atacar al Capitán de esa manera. Uno de los miembros de este barco hasta dice que vió a Tinker entrar con "el guapo" en una habitación  y que después el marinero salió con los ojos  cambiados y justo después fue a dañar al difunto capitán. El culpable de lo que le pasó al capitán sigue en este barco, y la discusión con mi compañero ayer te hace especialmente sospechoso...yo no pienso que tú lo hayas podido hacer.... Por supuesto, aunque no podamos votar en la Asamblea daremos todos los datos para que se tome una decisión justa. La pregunta es: Si no tienes nada que ocultar, me ayudarás diciendome todo lo que sepas y si es el caso cuando exponga todo lo que sé sobre lo acontecido te daré el crédito que mereces ayudándote a que el resto de marineros sepan que te preocupas por solucionar este entuerto que no es agradable para nadie.

Puesto que medio había desafiado al Kostras este, estuve muy atento a sus actos. Cualquier gesto raro y le fundo un causar miedo rápido, con el grito  "teme a la justicia" al tiempo que elevo mi muñeca izquierda que es donde tengo atado el simbolo sagrado siempre... (acción preparada si hay detonante) De comportarse como una persona seguiré hablando con él.

El conflictivo marinero te escucha hablar con el ceño fruncido, sin emitir un solo sonido, con los brazos cruzados sobre el pecho.Varios músculos sufren tics en su torneado cuerpo, pero no aprecias signos aparentes de que vaya a hacer nada... hasta que, despegando uno de los brazos, rápidamente, lanza un golpe hacia arriba, con intención de darte un golpe en la base se la cabeza, sobre lo que se conoce comúnmente como "nuez". Enseguida empiezas a conjurar tu hechizo, pero aunque el marinero es rápido como un Aspid, con un giro lateral consigues evitar el golpe, mientras el moreno practicamente escupe sus palabras:

- Quien cojones te crees para venir aquí a acusar a un Oficial, mojabragas?? - mientras se prepara para lanzar otro de sus puños contra aquí...

 - Entra primero, yo debo de prepararme... - Le susurro. A continuación me dispongo a lanzar un conjuro de Escudo, para protegerme.

Zoak descorrió las cortinas de algas y se adentró en la sala

Sigo pausadamente paseando y saludando con la cabeza a los marineros, mostrando total tranquilidad para que las aguas tan ajetreadas no me afecten. Me siento en un banco libre y bebo un poco de agua.

Cuando el mago lanza su conjuro, a las puertas de los cortinajes que dan al Santuario, apareciendo un fino escudo de energía a escasos centímetros de su cuerpos, algunos de los marineros que le oyen giran su cabeza, preguntando:

- Ehh, que pasa ahí...??

- Creo que no deberiais molestar al Clerigo...

- Está preparando al difunto para ofrecerselo al Mar...

Pero el Minotauro ya ha corrido los cortinajes de algas, tras los que puede ver como el Clerigo enano, con los ojos cerrados, en trance, mientras murmura, mueve un objeto sobre lo que debe de ser el cadaver del esmirriado asesino del Capitán, que está envuelto en una tela cubierta de algas humedas, echando gotitas de líquido (suponeis que agua) sobre él.

El enano no parece haber reparado en vosotros, pero algunos de los marineros se asoman, desde lejos, mientras se santiguan, sin atreverse a  acercarse, pero no resistiendose a mirar al interior a traves de la abertura  que ha dejado Zoak.

La zona en la que te has sentado, no queda lejos del Santuario del Mar, así que, mientras pasas la mirada sobre la gente que por le Camarote se ha ido congregando, de pronto, puedes escuchar como Anubis habla en un idioma que supones que debe ser el de la magia, y una luz azulada le cubre por la parte delantera. Algunos de los marineros se acercan hacia allá, mientras Zoak abre un poco de los cortinajes de algas del Santuario, aunque te pilla fuera del angulo de visión.

Girando la cabeza, ves como "El Penas" entra en el camarote con su andar desgarbado, casi cansino, y echa a andar en tu dirección, aunque aún no tienes claro si va hacia tí, o solo en esa dirección. Para no variar, su cara presenta un rictus casi angustiado.

Esquivas el gancho del marinero con un movimiento lateral, pues, pese a su intención de cogerte por sorpresa, es algo que ya esperabas, viendo el talante del rufian de taberna este. En menos de un segundo, levantas el brazo izquierdo, y haciendo los movimientos aprendidos, susurras las palabras que liberan la magia otorgada por tu Dios, tras lo que, al acabar, le dices, con voz potente:

- Teme a la justicia!!

Pese a su evidente fuerza física, y el impresionante poder de palabra que demuestra, al menos intimidando, sus ojos se abren desmesuradamente, y, pese a su intención de lanzarse contra ti, lanzando un grito gutural e inteligible, se lanza corriendo hacia las escaleras, y desaparece, hundiéndose hacia las bodegas de carga.
Agradeciendo a Kiri-Jolith el poder que te otorga, te giras, dispuesto a volver al Camarote Comunal.

Respirando hondo para calmar los nervios antes de entrar al Camarote, de pronto, algo llama la atención en el lateral de tu campo de visión, o quizá ha sido un pálpito el que te hace girar la cabeza hacia allá, y ves como Verithiel, apenas asomándose por la escotilla, mueve las manos: - Que está haciendo?? Magia?? Un conjuro?? -, piensas, en primera instancia, susceptibles como estais, por lo que parece dirigir las pruebas hasta ahora, pero luego ves que no, parece que se ha resbalado, y estaba equilibrando para no caer. Enseguida recupera pie, y entra por la escotilla, bajando las escaleras.
Se ha cambiado de ropa, colocandose unas botas de cuero negro de caña larga, y una túnica hasta las rodillas de paño azul oscuro, con ribetes morados en el cuello, en un dibujo y un acabado francamente bonito. Las mangas, se acampanan ligeramente en los puños, y están acabadas en los mismos ribetes del cuello. Lleva el pelo rubio peinado en una coleta baja, y se ha calado un sombrero de cuero de 3 puntas, tambien negro. Su cara, la viva imagen de la pena... Os estareis equivocando dirigiendo el dedo hacia él...??, no puedes evitar pensar.
Al bajar la escalera, parece reparar en tí, y te saluda levantando un brazo, como sin muchas fuerzas y una sonrisa cansada, y te dice:
- Si me esperais, entraré con usted, Caballero Tarben. Amargo momento nos toca vivir ahora..., y una sombra de tristeza surca su cara, tras lo que se dispone a entrar en el Camarote.

- Haced lo que sea menester. Os aguardaré en cubierta, Kostar no está muy receptivo a estar con los de mi compañía, quizás sea prudente esperar fuera de los camarotes hasta que sea la Amarga Asamblea.

Después de eso quiero ir a donde este hombre se "trastabilló" y lanzar mi Detectar magia....Concentrandome todos los turnos que sea necesario para sacar información. Luego tiro pa arriba, no quiero estar ahí para cuando Kostar deje de estar cagaito.

- No os preocupeis por Kostar, Caballero, está un poco nervioso, no es para menos, y, lo reconozco, es un poco propenso a las peleas, pero no es mal tipo... no so separeis de mi, y todo estará en paz, dice el Oficial, como descartando cualquier problema con la mano. Pero bueno, la Asamblea empezará ya, así que, por favor, venid conmigo, necesitaré de vuestra sabiduría para tratar de desentrañar este aciago suceso..., dice compungido el semielfo. Dando una profunda inspiración, señala hacia la puerta del Camarote, animándote a entrar...

Piensas en subir a cubierta, pero no... - Magia?? No, quizá fuimos un poco severos con Verithiel: está claro que necesita nuestra ayuda..., piensas, desechando por absurdo el que pueda haber lanzado magia, máxime, teniendo en cuenta que no parece un lanzador de conjuros. Con ese pensamiento, entrais en el Camarote Comunal, donde, de pronto, se hace el silencio.

Zoak aguardó a que Anubis entrara y volvió a correr los cortinajes, quedando fuera de la vista de curiosos. 

Al parecer no había ningún peligro en lo que allí estaba sucediendo. A Zoak la magia era algo que le ponía nervioso. Era algo poderoso que no entendía y que en las manos equivocadas podía llegar a ser muy peligrosa.

Miró a Anubis y con la cabeza señaló al clérigo.

Entrais en el espacio destinado del camarote al "Santuario del Mar", y enseguida Zoak vuelve a colocar los cortinajes de algas en su sitio porque, en efecto, son muchos los curiosos que se empiezan a acumular para husmear, eso sí, a buena distancia.

Anubis, con ojo crítico, sigue concentrado los salmos del peculiar clérigo enano, intentando desentrañar el fin que busca el religioso. El cuerpo del enclenque marinero descansa sobre el altar, el torso desnudo, mientras el enano, con una esponja marina limpia los restos de sangre, y con la concha de bigaro, va echando agua marina sobre él, sin parar de murmurar.

En un momento del ritual, abre de nuevo los ojos, que tienen un color verde mar (a diferencia del avellana que habéis visto en el enano en anteriores ocasiones), y os mira con interés:

- Hijo de las Islas de la Sangre, e hijo de la Magia, extraña combinación... Si... Ummmm, en que puede este viejo ser de ayuda?? He de preparar el viaje del flaco al fondo del mar...