Partida Rol por web

Zoak seguía sin ver nada sospechoso en todo aquello. A pesar de que algo le decía que sí lo había. Quizás fuera su imaginación, o sus ganas de encontrar aventuras donde no estaban. 

Con un cabeceo de su enorme y cornuda cabeza salió de aquel cuarto para dejar terminar al enano su trabajo. 

Parecía que la Asamblea estaba a punto de empezar y les habían pedido que participaran, así que el minotauro buscó a los demás para unirse a ellos y ver qué era lo que tenían que hacer allí.

Justo cuando el Minotauro coge las cortinas para correrlas y dejar la estancia, dejando al enano con el final del ritual, otro hace lo propio desde el otro lado, así que la cortina prácticamente se abre entera, y puede ver a Pitt, el infantil marinero que, mirándole con una sonrisa dice:

- Ah!! Hola Zoak!!, y después, mirando detrás de el: - Gosper, Verithiel te llama!!!

El mago y el minotauro salen del Santuario, con el hombre toro en cabeza, buscando entre la multitud, hasta dar con sus compañeros. No es difícil verlos pues ambos están de pie, con Leviathan agarrando un libro, y Tarben a su lado. Asthor, el iniciado, está sentado en el banco que tienen al lado.

Los marineros hacen una audiencia en media luna, alrededor de un barril en el que está subido Verithiel, el Oficial de mayor rango actualmente en "La Crisis". En el suelo, a su derecha, está Kostar, el Capataz, y a ninguno de los dos se les escapa la mirada de odio que lanza hacia los dos Solamnicos. El rubio semielfo se ha cambiado de ropa, desde la reunión, colocandose unas botas de cuero negro de caña larga, y una túnica hasta las rodillas de paño azul oscuro, con ribetes morados en el cuello, en un dibujo y un acabado francamente bonito. Las mangas, se acampanan ligeramente en los puños, y están acabadas en los mismos ribetes del cuello. Lleva el pelo rubio peinado en una coleta baja, y se ha calado un sombrero de cuero de 3 puntas, tambien negro. Su cara presenta un rictus serio y apesadumbrado.

En el momento en que los dos salen del Santuario, hay un completo silencio en la sala, como si todos esperaran a que alguien hablara.

Mientras los compañeros se juntan en el banco, el enano Clérigo sale del Santuario con la concha de bigaro que todos le habéis visto usar en alguna ocasión y, con los ojos teñidos de verde, de los que desborda la lágrima también verde. Se dirige, solemnemente, hasta colocarse a la izquierda del Oficial, que, con un gesto, le agradece el que venga.

La Asamblea parece a punto de comenzar, pero Verithiel mira a Leviathan, que, con el libro en la mano, parece a punto de leer algo...

Mientras Leviathan arranca le susurro a mis recién llegados compañeros

- PSssss_ssssss no es Verithiel, de eso estamos seguros, no os preoupeis, todo irá bien .....

Y sonriente toma su lugar al lado de su compañero esperando a que empiece.

AVISTAR:

• ZOAK: 14 + 1 = 15. Exito parcial.
• ANUBIS: 8 + 2 = 10. Fracaso.

Cuando te sales del Santuario, y ves la escena, no puedes evitar pensar: - Joder, con el calor que hace aquí abajo, y el semielfo, con túnica gorda de paño y levita!! Como dure mucho la Asamblea, le va a dar un vahido!!

Vale, está muy ceremonial, pero, por qué abrigarse tanto??

Miro a mis compañeros significativamente. ¿Porqué están aquí? ¿no se supone que tendrían que estar en el camarote del capitán? cojo un poco de aire, carraspeo y elijo uno de los párrafos en referencia a la justicia.

- Cuando se está tratando con malhechores que sean ciudadanos de algún reino concreto, o miembros de una raza humanoide civilizada (enanos, elfos, gnomos, semielfos, semiorcos, medianos o humanos), es preferible llevar tales forajidos ante la justicia de la autoridad legítima que tomarse la justicia por la propia mano. Los principios del bien albergan ciertas exigencias sobre cómo tratar a los criminales. Se entregará a la justicia a quien resida en una misma ciudad y sea práctico entregarlos a la guarida de la ciudad. Allí donde el medio sea inhóspito como un lejano complejo cavernario o alta mar- hago una pequeña pausa y miro a todos los presentes- a menos que estos se rindan, la pena de muerte para los crímenes más graves es práctica común y aceptada, y no se tilda de maligna, incluso cuando el caballero tenga la firme creencia que los criminales más depravados pueden hallar el camino de la rectitud durante su cautiverio.

Le devuelvo el libro y me siento con tranquilidad. Creo que ha quedado claro para todos cual va a ser nuestro prodecer.

Acompaño a las palabras de mi compañero.

- Señores, a los miembros de nuestras órdenes nos piden que nos islustremos en el Código y la Medida ayudarnos a recorrer nuestros caminos. Cómo podréis haber visto no es nada descabellado, pues ajusticiar a los malvado ayuda al órden y a que todos sepan que la Justicia prevalecerá haciendo muchas veces que otros deseen no cometer dichos actos por miedo a que ser ajusticiado. En definitiva,.....

Toma un poco de aire*, cree que el discurso le está saliendo bien, así que prosigue con ganas

- No nos veáis como enemigos si vuestras conciencias están tranquilas. Hay muchos indicios, cómo hechos observados, así como varias confesiones,... de que en la muerte del Capitan Bornegar haya habido otro tripulante involucrado. Entenderéis de que debemos actuar, pero tened la tranquilidad que sólo lo haremos si estamos completamente seguros de ello, y cuando llegue el momento nadie en esta sala dudará de que nuestras acciones no sean las adecuadas.

Termina asintiendo con la cabeza en señal de confianza, aunque realmente se está diciendo para sí mismo que ha dicho las palabras adecuadas, menos mal que Verithiel es un gran tipo y nos permitirá hacer nuestro trabajo.

Dos ejemplos claros sobre como hacer entender el mismo mensaje: Sir Leviathan, con voz muuy tranquila, pero dejando una velada amenaza a aquel que esté implicado, Sir Tarben, haciendo lo mismo, pero mas con idea de convencer a la audiencia.

No se escucha un solo sonido durante su exposición, mas que el de las postrimerias de la tormenta, con el ulular, como satisfecho, del viento de altamar que acompaña a esas nubes tormentosas. Las voces, potentes, con magnetismo, de ambos Escuderos de la Corona, son escuchadas con atención por todos los asistentes a la Asamblea. Cuando acaban, el silencio se mantiene, mientras muchos se mueven, inquietos, mirando a sus compañeros de alrededor, buscando muestras de culpabilidad o inocencia... Verithiel mira con atención a los Solamnicos, pensando en sus palabras, pero como corroborándolas con ligeros asentimientos de cabeza... El enano parece a lo suyo, con los ojos teñidos mirando ora al techo, ora al suelo, mientras, muy levemente, canturrea algo que no se consigue distinguir... hasta que alguien rompe el silencio: Kostar, el volatil capataz, quien si no??!!

- EN SERIO??!!, dice, irguiendose en todo su alcance, y mirando a Verithiel. - EN SERIO VAMOS A DEJAR QUE ESTOS... EXTRAÑOS DECIDAN NUESTRA SUERTE...??!!, se gira hacia la multitud, viendo que el rubio, al menos de momento, parece seguir meditando las palabras de los de la Orden del Martin Pescador. Eso sí, no se os pasa por alto que siempre se ha dirigido a vosotros con insultos, y esta vez lo hace con un neutral "extraños"... Tendrá miedo, tras varios varapalos seguidos contra los solamnicos??

- No se vosotros, compañeros, pero, somos marineros de agua dulce, o verdaderos marineros de alta mar??!! Nosotros decidiremos nuestro destino, y no gente de fuera!! Que se guarden sus amenazas para sus ciudades, lejos del mar al que tanto temen!! Si alguien se somete a sus pretensiones, juro por la Zorra del Mar que tiraré sus tripas por la borda: ESTÁ CLARO??!!, dice, moviéndose con pasos medidos frente a la multitud que le observa, con los ojos como platos. Incluso a vosotros, pese a obviamente, no intimidaros, se os eriza el pelo de la nuca. Si la amenaza del de Sharkenar ha sido contundente, el modo de hablar y de moverse del marino, con la mano sobre el pomo de su alfanje, es, de lejos, mas contundente aún...

Verithiel, desde su atalaya, tal y como podeis ver los duchos en el tema de la influencia sobre audiencias, tiene las de ganar, a parte de que su porte es, sin duda, imponente. En un momento dado, mientras el Capataz suelta su bravata, pega un taconazo en el barril, aunque, por su cara, parece que pensara que resonaría mas, porque ha de dar otro, mas fuerte, para que la gente, pendiente del marinero de Khur, le haga caso:

- Kostar, recuerdo haberte dicho que te mantuvieses a mi lado, amigo..., le dice, con una mirada entrecerrada que, esta vez, no consigue que el marinero se eche para atrás, aunque, a regañadientes, y tras hacer el gesto, con las manos y los ojos de "os tengo vigilados" a varios grupos al azar, se coloca de nuevo en su sitio. Su cara ha cambiado, de una de odio acervo contra los Solamnicos, a una de ira contenida, con pinceladas de suficiencia.

- Señores, gracias por mostrarnos las premisas de la Justicia allá, en su Tierra, continúa el Oficial, sin un atisbo de sorna en su voz, mirando al grupo, sobre todo a Leviathan y Tarben, que son los que han intervenido hasta ahora, pero una cosa he de he de decirles, y en esto, Kostar, pese a sus formas, tiene razón: en el Mar tenemos unas leyes, así como ustedes, en tierra, tienen otras, y las habrán de acatar. Las caras de muchos marineros asienten, como dando la razón al rubio. Además, como he dicho, tendré en cuenta su opinión, pero nada mas. Las cosas se harán según nuestras leyes..., acaba, tranquilo, pero convincente, agradeciendo con la cabeza las palabras de Anubis, que hasta ahora no había intervenido.

Trás eso, da una palmada, y cambia rapidamente de tema, dando por empezada la Asamblea:

- Bien, y con esto, y si el "Padre" Gosper está de acuerdo, pues su opinión, dado que es el enviado de los Dioses del Mar en la embarcación, tiene el mayor peso, si cabe, damos por iniciada la Asamblea, dice, de un modo ceremonial.

- Ya sabeis, todos podeis opinar, las veces que querais, y la voz de cada uno contará igual que la de otro, pero siempre siguiendo un orden. Tras escuchar todas las opiniones, y teniendo en cuenta de nuestros amigos, y del "Padre", decidiré. Espero que todos lo tengamos claro..., continúa, quitandose el sombrero de 3 puntas, pues la frente empieza a perlarsele de gotitas que brillan al son de las velas que arden dento de sus recipientes de vidrio.

- Así que, para dar inicio a tan solemne acto, empezaré yo a relatar lo que vi, puesto que me encontraba cerca del castillo de popa en ese momento:

 - Por favor, serenémonos todos... Nosotros solo tratamos de ayudar... - Intervengo, en tono conciliador, tratando de calmar un poco los ánimos, no solo de los marineros, si no también de mis compañeros, ya que busco recordarles que este barco no es nuestro, si no de ellos. - ... No deseamos inmiscuirnos en su modo de vida, solo pedimos que nos escuchen, por favor...

- Estaba yo dirigiendo a los que estabais en cubierta durante lo peor de la tormenta, mientras el Capitán estaba manejando el timón, como solo él sabía hacer, dice, con un deje de pena en la voz, a lo que mucha gente asiente, confirmando la información que da el rubio. Tinker apareció, y acercándose a mi, insistió en que tenía que hablar conmigo, asi que entramos a la sala del Castillo de Oficiales. Una vez allí me dijo lo que muchos ya habiamos dicho, Bornegar cada vez nos metía mas profundo en cada tormenta, en lugar de vadearlas, y que, junto a otros, iba a pedir un aumento de paga por el peligro al que el Capitán nos sometía. Francamente, me pareció razonable, y le dije que, los que  fueran a solicitarlo, que se reunieran, y que mediaría con el Capitán por ellos. Mientras saliamos, me dijo que habia acabado su faena en bodegas, y pidió permiso para subir al castillo de popa a ayudar al Capitán... pero, según subió, en lugar de ayudarle, le hundió su cuchillo entre las costillas... acaba, practicamente con un siseo, apretando los dientes, así que, de cara a ayudar al Capitán, que ví que estaba grave, abatí al asesino, enfadado conmigo por no haber notado nada raro en su forma de ser. Cuando quise ir a ayudar al Capitán, este había caido por la borda..., acaba, con los hombros hundidos. Inhala fuerte, y recupera la compostura.

Y eso es todo. Ahora, os pido, a los que podais aportar algo a la investigación, que lo hagais, ordenadamente. Despues, mientras la tripulacion habla en bajo entre ellos, baja del barril, se gira hacia Gosper, y le dice: Padre, tienes idea de por qué el flaco, un tio normal, puede haber hecho algo así??

El Clerigo enano, no sin esfuerzo, se sube al barril, y con los ojos aun anegados de colorante verde, dice, con esa voz cascada que tiene:

- Lo desconozco, Capitán en funciones, pero lo que sí he notado es que la Dama del Mar se ha apaciguado con la muerte del Capitán: Le avisé de que sus constantes desafíos a Zeboim y Habbakuk nos traerían un disgusto...

Su cara de chivo, con la rala barba saliendo solo practicamente de su mentón, y sus saltones ojos, ahora verdes, recorren todo el camarote, como si pudiese leer el alma de los presentes, alguno de los cuales se encoge, como si la mirada del enano se le clavara fisicamente. Tras eso, se baja del barril, y se coloca en su sitio, a la derecha de Verithiel, mientras un silencio se apodera del camarote.

Verithiel, como tantos otros, se santigua al modo marino, escupiendose en la palma, frotandose las manos, y pasandose ambas manos por el pelo, mientras parafrasean algo, cuando el enano hace su afirmación. Tras eso, sin subirse del barril, dice:

- Y bien, quien será el primero en decir algún dato que pueda ayudar en la investigación??

Pasan dos segundos, y Kostar, dando un bufido, sube de un salto al barril.

- Todos me conoceis: Franco y directo. Como ha dicho el Primer Oficial, yo soy uno de los que habló con Tinker sobre pedir el aumento de paga al Capitán. De hecho, pensaba hablar con él para pedirle explicaciones sobre por qué arriesgaba "La Crisis" tanto ultimamente. No noté en Tinker un odio especialmente fuerte contra Bornegar.

Precisamente de eso hablabamos cuando el Solamnico nos interrumpió con sus aires de superioridad, y acabamos cruzando puños..., dice, frotandose el pómulo amoratada aun, mientras señala a Leviathan.

Tras eso, baja de un brinco, y se coloca a la izquierda de Verithiel, con los brazos cruzados sobre el pecho.

Tarben asiente con la cabeza ducha. Empieza a estar convencido de que todo fue obra de Tinker obró por mano propia. Ese Tinker tenía que ser un granuja de cudao.

Negó con la cabeza mientras dijo en voz baja para el grupo.

- Ains, puede que la justicia ya se haya cobrado su precio y no tengamos que actuar, quizás mejor así...

Luego se adelanto, y de un gesto rápido sacó su espada de la vaina siempre apuntando hacia abajo para que cuando terminara de salir la dejara caer, tal cual en el suelo, mientras decía

- Kostar, aunque no entiendo el porqué habrías de callarte tales asuntos, pues parecen legítimos, no me corresponde juzgar eso.

Hace una pausa al tiempo que hinca rodilla

- Y ahora entendiendo todo lo que ha pasado, y por ello os pido humildemente mis más sinceras disculpas.

 Aprovechando que todos estaban reunidos, usé mi magia para ver sialguno de los presentes desprendía magia...

Zoak se puso en un lado. Como bien habían dicho aquellos marineros aquello no tenía nada que ver con ellos. Y tenían razón. A ellos sólo le interesaba llegar a su destino.

Aún así allí había un misterio por resolver, y al minotauro le encantaban los misterios. El primero que tenía en mente era... si hacía tanto calor... ¿por qué Verithiel llevaba tanta ropa? ¿Tendría algo que ocultar?

El minotauro se fijó en el capitán en funciones por si descubría algo extraño.

Con la excusa de tomar un poco el aire, sales del Camarote Común que, por otro lado, dado el hacinamiento que tiene, con toda la tripulación dentro, ya empieza a oler a una mezcla de sudor y sal bastante considerable, y te diriges, escaleras arriba, a la cubierta, echando un vistazo  hacia atras mientras subes por las mismas, para ver si alguien sale tras de ti. No te parece ver a nadie, cuando, abriendo la escotilla, que hace un leve chirrido, dado el nivel de oxido de los goznes, sales a cielo abierto.

Aunque te ha servido de excusa para salir a lanzar el conjuro, la verdad es que agradeces el soplo de aire fresco que recibes al salir a cielo abierto, máxime cuando el vaivén del barco se ha tornado en algo "mas normal" (pese a no ser tu muy marinero): las olas parece que han perdido mucha fuerza, y apenas rompen contra los lados de la coca. Ademas, ha parado de llover, y, aquí y allá, un parche de cielo azul intenta abrirse paso entre la amalgama gris que cubre el cielo. Debe ser cerca de mediodía, a juzgar por el sonido que hace tu estómago.

Echando un vistazo alrededor, y controlando la escotilla, te dispones a lanzar el conjuro, protegido por el ruido del viento. Lo lanzas sin problema, y con las mismas, vuelves al Camarote, la verdad, agradeciendo haber salido a respirar un poco...