Partida Rol por web

Asiento ante lo que nos dice el Lobo Espacial. Le pongo la mano sobre el hombro, asiento con la cabeza mientras esbozo una sonrisa conforme que no se ve por mi casco y les contesto a todos:

 - "Sabias palabras, Hermano Skold. Tu cubrirás al Hermano Elyas en su asalto, mientras el Hermano Sepheram y yo evitaremos la destrucción de la barricada. ¡Que la luz del Emperador esté con ustedes!"

Miro hacía la zona que nos habían hablado, donde deberían estar esas cargas que amenazan la integridad de la barricada que defiende a las FDP. Me muevo hacía esa zona listo para acabar con los rebeldes y tomar el campo de batalla.

- En marcha

Así que tenía que confiar en que un lobo le cubriese. Ya le había arrebatado una presa; no dejaría que volviese a suceder. A medida que se acercaban al flanco abatido por los disparos de ametralladora, Elyas iba buscando un punto desde el que poder saltar sobre el nido de ametralladoras.

Tendría que cubrir a un león, algo inaudito... Debería de avanzar con él hombro con hombro - Si no tuvieses esos chismes en la espalda no dudes que llegaría antes a por esos rebeldes hermano Elyas - He de apuntar bien, ningún lobo querría disparar por error a un hermano leoncito - No te muevas en exceso, a veces no estoy tan acertado como con el jefe rebelde... - Río de forma estridente, más que risa es un gruñido.

El sector oeste de la batalla es una verdadera carnicería en una sola dirección. Asustados y totalmente inmovilizados por el fuego incesante de dos baterías de ametralladoras, la Fuerza de Defensa Planetaria es tan solo carnaza. Poco a poco, posición tras posición, cobertura tras cobertura, van cediendo, dejando a su paso cadáveres como si de una historia se tratase. Aquellos leales combatientes que permanecen luchando suelen verse rodeados y superados en número por las huestes rebeldes, y los que huyen o intentan cambiar de posición son masacrados por las dotaciones. Así, solo quedan grupos aislados de las fuerzas planetarias que no pueden combatir juntos por miedo a las ametralladoras, pero que aislados van siendo derrotados sin prisa pero sin pausa.

Las dotaciones de ametralladora están situadas en lo alto de un edificio en ruinas que a primera vista amenaza con desmoronarse, pero parece aguantar en pie. Sus paredes están llenas de agujeros de balas como si en un pasado cercano la FDP hubiera tratado de abatir las dotaciones, pero en este momento nadie arriesga su cabeza para intentarlo. De camino hasta allí hay coberturas aisladas, en su mayoría ocupadas por la FDP y siendo poco a poco tomadas por una horda rebelde.

El flanco este es el lugar donde se concentra la parte más sangrienta y decidida de la batalla. Durante la primera ojeada que echásteis parecía asegurada por la FDP y bien fortificada. Su posición es muy superior y pueden combatir las inacabables oleadas rebeldes sin muchas bajas... pero si el muro cae, si la fortificación cede, no os cabe duda de que seran engullidos en unos instantes por la superioridad numérica rebelde. Es de vital importancia que esas cargas no lleguen a ser colocadas o la batalla en este sector daría un giro tremendo... a mal.

Cutresquema adjunto:

El rugido del bólter pesado de nuevo ensordeció cualquier otro sonido...

Pero en aquella ocasión los rebeldes estaban más desperdigados, y lograron aguantar mucho mejor que sus camaradas el ataque... aun así muchos de ellos murieron por el ataque sorpresa desde el flanco...

No se cuando podré postear este fin de semana porque me voy a las fallas (y a quemar Valencia, pero no oficialmente)

Mi intención es hacer una acción de correr para quedarme a distancia de carga del primer grupo de la horda (imagino que estando cuerpo a cuerpo las ametralladoras no dispararán a sus compañeros) Ataco con la pistola bolter y el cuchillo de batalla. 

Iré mirando el post para postear yo pero si ves que no avanza postea en mi lugar.

La acción comienza nuevamente, sin darnos tiempo de descanso alguno porque los guerreros del Emperador no pueden descansar en su deber hasta el día de su muerte, cuando descansen entre los otros mártires y santos.

El grupo de rebeldes trae un paquete explosivo que no puedo permitir que se detone, por lo que corro de inmediato para asaltarles en cuerpo a cuerpo sin temor alguno a morir en el intento.

El grupo de rebeldes que carga los explosivos apènas parece haber percibido las bajas causadas por el bólter pesado de Sepheram y continuan avanzando tan rápido como pueden mientras disparan aquí y allá con unos rifles de manufactura tosca. Los disparos, más concebidos como cobertura que apuntados contra algo vuelan en todas direcciones, intentando abatir, acallar o asustar a todo aquél que se oponga a la carga rebelde. Sólo la densidad de fuego permite lograr un impacto sobre el Hermano Lucian, que ha cargado hacia ellos, pero los disparos del arma poco pueden hacer cuando encuentras ante ellos una dura capa de ceramita reforzada, y rebotan inutilmente contra el pecho del Marine Espacial