Partida Rol por web

Sturbridge no reaccionar en absoluto a lo que le dices.

Unos segundos después puedes sentir la conexión psíquica en tu cabeza.

-¿A que te refieres con que le has reconocido? -te pregunta la voz de la regente en tu cabeza.

 - La primera vez que vi su rostro fue hace siglos, en una pintura entre otras tantas en una gran sala de reuniones de lo que alguna vez fue la capilla principal de la Casa Tremere, cuando eramos magos mortales... Una pintura que compartía la pared con los lideres del clan. También le recuerdo en las noches previas a mi abrazo, cuando fui convocado para ser convertido: Él estaba ahí, entre los lideres de nuestro clan, estoy seguro... ¿Que sabéis de todo eso, Regente?. - Le dije mentalmente mediante el enlace que ella había establecido.

-Es un riesgo para nosotros el dejarlo crear chiquillos. -Dice Qadir, el Sheriff-. Sigue siendo un independiente y si comienza a abrazar a mas como el, eventualmente sera un problema para la Camarilla. Calebros, niegale el permiso y si crea a otro Assamita que se atenga a las consecuencias.

-No. -intercede rápidamente Katherine Weise-. La única manera de lidiar con el es si declaramos una caza de sangre. Y Abdur Sarhin es demasiado antiguo y poderoso, necesitaríamos a toda la secta de la ciudad. Con la situación como esta ahora, eso pondría a la secta de cabeza. Si decide desobedecer la orden del príncipe, no hay nada que podamos hacer contra el y solo quedaremos en vergüenza. Estoy de acuerdo con Mikelson: Por ahora hay que averiguar sus motivaciones. Parece que se siente solo, esa es su debilidad, usemosla para atraerlo poco a poco. Que su chiquillo sea nuestra entrada.

-Es muy arriesgado. -Contesta el Sheriff, de nuevo-. Calebros, deberíamos estar trabajando para tener esta ciudad bajo el control total de la secta, no para dar mas poder a los independientes. Ya tenemos a los Setitas y a los Giovanni, si se forma una facción Assamita seria demasiado.

Estoy de acuerdo con Qadir -dice Carter Vanderweyden.

Y yo. -Agrega el Azote-.

La regente Sturbridge y Hellene Panhard parecen indecisas. La regente mira a Kensigton, como esperando su opinión para tomar ella una decisión.

-Absolutamente nada. -Por un largo momento no dice nada mas, o para ser mas precisos, no piensa nada mas. Te estas preguntando si acaso termino el contacto psíquico cuando escuchas su voz en tu cabeza de nuevo.

-Esto es muy malo, Van Kleiss. Si lo que dices es correcto ¿como puede ser? He visto a ese Assamita, no hay duda de su clan: el color de su piel, la manera en la que se conduce y sus disciplinas. -de nuevo silencio por varios segundos-. Necesitamos aprovechar esta oportunidad para investigar mas.

 - Las Disciplinas pueden aprenderse o imitarse, y el color de su piel puede ser una ilusión de algún tipo. Propongo informar al Consejo de nuestro Clan y que ellos nos diga que hacer. mientras tanto, creo que lo mejor será proponer al príncipe que retrase el permiso para el abrazo... Podemos usar como excusa que ignoramos si podría tener razones ocultas para querer hacerlo que podría ir en contra de los intereses de La Camarilla y que deberíamos investigarle antes de dárselo, para ganar tiempo mientras esperamos respuesta de Viena...  Lo cual no dista de la verdad... - Le propuse mentalmente.

Helen ha estado callada todo el tiempo, observando a los que le rodean, sus comentarios, sus gestos... Cuando Calebros le mira ella asiente. Sabe que es el momento de que tome la palabra.

-Sin duda se trata de un tema espinoso. -Helen eleva la voz para que todos puedan oírla-. Bien es cierto que un Independiente no debe lealtad a la Camarilla ni a sus normas; pero... ¿acaso no está Nueva York ahora bajo el control de la Camarilla? ¿Acaso no debe atenerse a las normas de la ciudad en la que habita? No se trata tan sólo de respeto o deferencia hacia un vástago cualquiera. Se trata de la obediencia hacia quien gobierna una ciudad. Bien es cierto que el Assamita es peligroso y, con una negativa rotunda, puede llegar a volverse en contra de los intereses de la ciudad y en contra de todo lo que hemos hecho por salvar Nueva York. Y, sin embargo, no debemos ceder tan fácilmente ante cualquier demanda que se nos presente; nos haría parecer débiles. -Helen hace una pausa para ordenar sus pensamientos y sus próximas palabras-. Como bien plantea Mikelson, debemos estudiar sus verdaderos propósitos tras esta creación. Debemos conocer al chiquillo antes de su creación. Además creo que, de permitírsele hacerlo, debería ser un caso excepcional. Uno y nada más. Si, por cualquier razón, deseara abrazar a otro chiquillo, debería volver a pedir permiso. Eso, por supuesto, contando con que se le permita crear al primero.

-Es muy pronto para decidir, necesitamos mas informacion. -dice la regente-. Me parece una gran idea que te presente al posible chiquillo antes, eso nos dará algunos días. Tomate el mayor tiempo posible para darle una respuesta, sin ofenderle.

-Y averigua que tanto esta dispuesto a dar a cambio. -agrega la Ventrue, Hellene-.

.Bien pues. Meditare el mejor curso de acción.

-Dejando ese tema de lado. Es hora de hablar de lo realmente importante esta noche. Es muy probable que entre nosotros este el que sera el siguiente príncipe. Como dije al comienzo de esta reunión, ustedes son los únicos que saben la fecha exacta de mi retiro del cargo. Eso les da una gran ventaja sobre los demás. A cambio espero tan solo la cortesía de que, en las noches siguientes, me hagan saber si alguno de ustedes planea tomar el cargo.

Calebros hace una pausa, como si esperase que alguien diga algo. Todos en el palco permanecen en silencio y tras un momento incomodo, Joseph Logan se aclara la garganta.

-¡Ah, desde luego! -reacciona Calebros-. El señor Logan esta aquí para recordarnos a todos que el plan y el dinero para tomar la ciudad salio de los Ventrue y de no ser por ellos no existiría un principado en Nueva York. -dice con un tono cínico-. Y el esta aquí para representar los intereses de vástagos como Hardestadt, Lady Anne Bowesley y Pieterzoon. Al parecer es mi deber aclararle a los antiguos de la ciudad que de acuerdo a las antiguas leyes de prestación, quien quiera que sea el príncipe. le deberá un favor de vida a los sangre azul. Tal es el precio del principado. -y dirijiendose específicamente a Logan, agrega-. Listo, espero eso tenga contentos a tus superiores.

Logan simplemente levanta los hombros con una sonrisa inocente, como diciendo “¡eh!, que yo solo hago mi trabajo”.

-¿Alguien quiere agregar algo mas? -pregunta el futuro ex-príncipe.

-Por mi parte nada más, Príncipe.

Helen espera por si alguien más quiere decir algo y, acto seguido, hace una ligera inclinación de cabeza hacia los presentes, retirándose. La noche ha sido larga y, con este juego en marcha, las próximas noches no parecen ser muy distintas.

Ha sido un placer majestad.Si me disculpais me retiro a mis asuntos.

 - Todavía necesito hablar con el príncipe, querría hablar de un asunto más... - Le dije mentalmente a la regente.

El silencio de todos los presentes ante la pregunta de Calebros marca el final de la reunión. Junto con Hellen, la mayoría de los asistentes comienzan a despedirse y retirarse. Al final solo Calebros permanece entre el juego de sombras proyectadas por la iluminación del estadio.

Cuando todos los demás se han ido y solo quedan la Regente, Calebros y tu, el príncipe los mira de manera inquisitiva. Su semblante medio oculto por las sombras del palco te parece extraño, hasta que notas lo que esta haciendo; el gesto de levantar una ceja lo hace parecer mas horrendo de lo normal.

 - Se que tenéis muchas cosas que hacer, así que seré breve... Una vez que vos abandonéis el cargo de príncipe, ¿pasaréis a ser el líder de su clan en la ciudad o dejaréis que el actual siga con esa tarea?. ¿Que me podéis decir de él?. Sé la habilidad de vuestroclan para obtener información y lo que quiero saber es si puedo contar con su discreción, por favor, en caso de que alguien me descubra y se lo comunique... También querría saber si podría contar con sus servicios en el futuro, si no fuera algún problema, si vos pudierais facilitarme una entrevista, aunque, si fuera posible, sin mencionarle mi verdadera identidad... - Le pregunté educadamente.

-No me llamaría exactamente “el líder” del clan, pero si, yo represento a los Nosferatu en la mayoría de las situaciones. Ahora, si lo que necesitas es un especialista en cuanto a investigaciones se trata, siempre puedo ponerte en contacto con la persona correcta.

 Asentí, era lo que todo lo que necesitaba saber:

 - En ese caso, me gustaría que me pusierais en contacto con esa persona, si sois tan amable, en cuanto os sea posible. En cualquier caso, ya nos os quiero robar más de vuestro valioso tiempo, así que, al menos que pueda hacer algo más por vos...