Partida Rol por web

"Por fin" pensó para sus adentros el gnomo. Había encontrado al causante de todo ese embrollo. Estaba decidido a recuperar el dinero, devolvérselo a Tánathill y darle una patada en el culo a Lestar por haberle atacado siendo uno de los suyos. Lo primero que hizo Specullo fue fijarse en que la armadura era de acero y la habían ajustado a su medida... ese reptil... sabía que había sido él... debía haberse gastado entre 70 y 80 monedas de oro solo en esa armadura, y a saber qué más. De todos modos, era demasiado arriesgado tratar de robarle, especialmente sin saber dónde o quién lo escondía. Specullo decidió esperar a que los reptiles se alejaran de la tienda y se acercó para ver a la persona que les había vendido la armadura con la intención de inventarse una historia que le ayudara a sonsacarle información sobre el oro y dónde lo escondía Xsii.

La armadura de acero en una ciudad como esta de cara, habra costado sobre 60-70 monedas de oro. Ajustarla a su tamaño habrá salido un poco más caro, como unas 7-8 monedas de oro.

Una vez todo listo, te despides del herrero y te encaminas por las calles, oculto tras tu capa junto a tu kobold.

Xsii se despide del herrero y tanto él como su kobold se ponen sus respectivas capas para cubrirse completamente y pasar desapercibidos. Salen de la tienda y se mezclan con la multitud.

Una vez se alejaron los reptiles, y tras fijarse por qué camino seguían, el gnomo se acercó al herrero. Observó que era un enano varón y decidió tratar de convencerle usando su orgullo a su favor. Cerró los ojos, se metió en su papel y entro exaltadamente en la herrería.

- Buenas tardes - saludó apresuradamente al enano mientras revisaba la estancia en busca de más personas - Disculpe las maneras mi buen señor, pero ando persiguiendo a un gaet'za y a su esclavo kobold. Esos malditos nos han atacado a mí, a mi compañero aprendiz y a nuestro maestro enano Drotir. Nos han robado los ahorros de nuestro maestro y cuando - hizo una breve pausa, emocionado - cuando Lestar, mi compañero, trató de evitarlo resulto gravemente herido. - miró con expresión de súplica - ¿ha visto a esos ladrones?

Entras a la forja, hay un enano que trabaja en una espada.

Cuando ve que te acercas, este deja el martillo y escucha lo que tienes que decir.

"Hmm, esos Gaet'za... nunca te puedes fiar de ellos. Hace unos minutos que han estado aquí." - El enano sale de la forja y te señala el camino por donde ha ido Xsii. - "Se fueron en esa dirección."

- ¿Por ahí? - dice Specullo señalando en la misma dirección - vale, les seguiré de inmediato, pero lo que necesito saber es quién lleva el oro, el kobold o el gaet'za - explica aceleradamente - ¿ha podido verlo?

"Ah... ehm..." - El enano empieza a cavilar. - "-...ambos llevaban oro, a la hora de pagarme el lagarto sacó el dinero de su mochila y de la bolsa de su pequeño acompañante."

- Oh, eso complica lo que me ha encomendado mi maestro... recuperarlo será aún más complicado si se lo han repartido - aquejó apesumbrado - ¿tiene algún registro sobre la venta que pueda darme? puede que más tarde pudiéramos usarlo como prueba de que ha estado gastando grandes cantidades de oro justo despues de asaltarnos. Sería de mucha ayuda para mi maestro. - rogó el gnomo

"No, pero no me importa atestiguar lo sucedido si traes a los guardias. Disculpa que no pueda ayudarte más." - Dice el enano.

- Con eso será suficiente, muchas gracias de nuevo maese "drugi" - dijo Specullo tratando de replicar el acento de Drotir - ¡adios! - se despidió antes de salir corriendo en la dirección que el herrero le había indicado.

Al asegurarse de que el enano no podía verle, se dirigió a la taberna donde esperaba que a Tánathil y Lestar les bastara su explicación y, en caso de ser necesario, el testimonio de su nuevo amigo enano.

Caminando con incomodidad por las calles empiezo a preguntarme si la compra de la armadura ha sido una buena idea y si no supondrá un problema más que una protección. Me dirijo en dirección al carro donde dejé a mis compañeros, pero con cuidado y vigilante, intrigado por su reacción al conocer que me llevé parte del dinero. 

Te diriges al lugar donde dejásteis el carro. Al llegar a la pequeña plaza te das cuenta de una cantidad de guardias parados en la taberna donde entraron Fausto y Drotir. Los mismos soldados se están llevando tu carro mientras una gran multitud de gente les mira.

Te acercas al tumulto a preguntar a cualquier viandante sobre lo ocurrido, este te responde, aunque no tiene mucha idea.

"Hace unas horas que hubo una pelea en el bar... supuestamente un viejo borracho le lanzó un hechizo a un gnomo y después huyeron. Tampoco han dicho mucho más."

Estás a punto de irte, pero adviertes de la presencia de alguien que conoces; uno de los nuevos integrantes viene por donde tu venías. Es Specullo.

Con algo de sorpresa por ver lo que pasa empieza a hablar con un ciudadano, seguramente para intentar averiguar que ha pasado. No te ha visto... aún.

Te diriges al lugar donde dejásteis el carro. Al llegar a la pequeña plaza te das cuenta de una cantidad de guardias parados en la taberna donde entraron Fausto y Drotir. Los mismos soldados se están llevando tu carro mientras una gran multitud de gente les mira.

Te acercas al tumulto a preguntar a cualquier viandante sobre lo ocurrido, este te responde, aunque no tiene mucha idea.

"Hace unas horas que hubo una pelea en el bar... supuestamente un viejo borracho le lanzó un hechizo a un gnomo y después huyeron. Tampoco han dicho mucho más."

Me acerco lentamente, intentando no llamar la atención, con las manos apoyadas en las empuñaduras de las dagas, ocultas bajo la capa, pero listas por si fueran necesarias. -Ssspeculo... ¿Verdad? ¿Qué ha pasado?- Digo señalando a la taberna

Xsii aparece junto a su kobold de la nada y te habla.

-Ssspeculo... ¿Verdad? ¿Qué ha pasado?- Dice señalando a la taberna.

Specullo se sobresaltó al oir a Xsii, estaba concentrado intentando descubrir dónde estaban Tánathill y compañía.

- Pues no estoy seguro - respondió el gnomo - pero te has perdido una buena. Verás, después de que Fausto, Drotir y tú cogierais vuestra parte del oro, alguien asaltó el carro sin que el resto nos diéramos cuenta y se llevó gran parte del botín. Entonces entramos en la taberna para ver qué hacer pero resultó que Fausto se había emborrachado y sin venir a cuento lanzó un hechizo que derribó a Lestar y, en medio de la confusión, yo salí corriendo, asustado por todo el caos. Al final, cuando he vuelto aquí me he encontrado este panorama... ¿crees que ya se habrán ido hacia el portal? - preguntó finalmente al gaet'za

Hay algo que no cuadra en lo que dice, pero le seguirás el juego por ahora.