-Seguro encontrara la ayuda que necesita buen hombre.
Hago una reverencia con las palmas juntaa y continuo
-Ademas, nunca se sabe si luego decidamos ayudarlo, solo el tiempo dira
Antes de seguir echándose para atrás, el soldado contesta a la pregunta de Acharl.
"Unas criaturas depredadoras y carroñeras muy desagradables. Si te consiguen morder... más te vale ir corriendo a un curandero; su saliva es tóxica. Si queréis salir, estas puertas no se abrirán. Hay un postigo por allí..." - Dice mientras señala una puerta cercana a salida del fortín. - "...por el que podéis salir si de verdad os veis capaces de ir por los caminos."
-Graciaz por la... imzornación -digo chapurreando común y me vuelvo al grupo-.¿Alguno zabe medicina?
Niego con la cabeza
-Creo que sera mejor regresar a la taberna para seguir discutiendo de esas cosas
Fausto escupe en el suelo un gargajo horrible.
-Estoy versado en las artes científicas y esotéricas del cuerpo. Así que sí colador con patas, se curar heridas.
- Mmh, gracias por la advertencia soldado - me giro a los demás.
- ¿querríais pasar la noche aquí en vez de ir a nuestro alojamiento? Hay unas horas de camino en la noche.
-Como queráiz. Zi el viejo zabe eztoy maz tranquilo. Y yo no me volvería a llamar colador con pataz...
- Y yo sé algunas cosillas sobre sanación mental... podría irnos bien si a mitad de camino le vuelven las flatulencias a Fausto - bromeó al gigante - Igualmente, creo que estaría bien pasar la noche a resguardo, conocernos un poco y pensar en cómo podemos coordinarnos a la hora de combatir o afrontar algún peligro - objetó - ¿Qué os parece si cenamos todos juntos y nos ponemos a ello? - sugirió Specullo.
Salis del patio principal y entráis al interior de la edificación. Todo está como antes; gente enferma y herida se acurruca en las paredes. Los guardias hacen sus patrullas como siempre.
Buscáis un rincón donde estar y una vez lo encontráis os sentáis.
-Supongo que podemos quedarnos...
Mientras digo eso, agarro el collar en mi cuello y juego un poco con él
Canalizo mi energía en el amuleto, tratando de detectar si hay hermanos recuperadores en esta fortaleza, o algun sitio seguro
-Sí, sserá mejor quedarnoss por aquí antes de empezar el viaje y quizásss reunir un poco de información antes de partir y pornernosss... al día -añado en tono neutro -Me gusta conocer con quién viajo, sobre todo cuando esspero encontrarme con compañeros y uno de elloss ha muerto y otro dessaparecido missteriosamente...
Salis del patio principal y entráis al interior de la edificación. Todo está como antes; gente enferma y herida se acurruca en las paredes. Los guardias hacen sus patrullas como siempre.
Buscáis un rincón donde estar y una vez lo encontráis os sentáis para cenar.
- Si, ya, conocernos. Soy Nerbar y manejo la espada. Llevo algún tiempo con ellos dos en la ciudad - señalo con el mentón a Acharl y Cola crispada.
- Espero que no le pase nada a nadie más y no sepamos por qué.
Asiento en silencio, mirando fijamente al grupo recién llegado a través de mi yelmo.
-A partir de ahora zi dezaparece alguien quiero zaber por qué.
-Concuerdo con nuestro compañero
Luego, sentado con laa piernas cruzadas, hago una reverencia
-Me pueden decir Crispado. Mi cuerpo es mi arma y tengo experiencia pasando desapercibido y tomando cosas "prestadas".
Guiño un ojo y luego extiendo mi mano
-Ahora, ustedes
-Xsii´tsz. Pero se que mi nombre es impronunciable para vuessstras torpes lenguass, así que podéis llamarme Xsi, como hacía el elfo. Soy un cazarrecompensas errante, suelo cazzarr desde lejos, -la forma en la que lo digo denota un enorme placer- pero llegado el momento me puedo defender en el cuerpo a cuerpo.- El sirviente es Babroth.- añado sin darle la mayor importacia.
Fausto escuchaba sin prestar mucha atención. Los pulmones le dolían a rabiar pero necesitaba un cigarrillo o iba a empezar a lanzar rayos mortíferos hasta conseguir uno.
Con nerviosismo saca su papel y tabaco poco a poco lo consigue enrollar y lo enciendo. Dando una profunda calada...
-Que preocupados por la gente que desaparece...Podría mirar en el futuro...Pero necesito sangre de cada uno.
- Yo prefiero dejar mi futuro en el mañana... y mi sangre dentro de mi cuerpo. - bromeó Specullo e inició su presentación - a mí se me da bien construir cosas, de hecho, estoy trabajando en estas pequeñas. - indicó el gnomo señalando las extrañas lentes que llevaba sobre la frente - Las fabricó mi hermano para poder ver a través de... bueno, para una tontería, pero yo las conseguí modificar para seguir rastros mágicos... cuando consiga arreglarlas, nos serán muy útiles. Aparte de fabricar artefactos mágicos no se me dan bien demasiadas cosas... me gusta la magia, pero aún estoy aprendiendo lo básico - concluyó sonriente.
Asiento lentamente las palabras de mis compañeros, intentando comprender. Con las palabras del gnomo asiento aún más lentamente, dando la ligera impresión de que no tengo ni puta idea de lo que está diciendo.