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El Brazal de Oro

- Capítulo II: El camino del sur -

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03/05/2019, 19:13
Glyrhel

Se acercó a Runi tal y como le habían pedido y obediente se sentó frente a él. El anciano le había prometido respuestas y en esa promesa, la del saber, se había sustentado la paciencia de Glyrhel. Pero toda promesa es alimento vano, sacia durante el poco tiempo en el que la impaciencia llega para recordar el banquete que a uno espera si se le entrega lo esperado.

Pues bien, el banquete había llegado, o al menos eso creía el muchacho, y ahora estaba preocupado por la reprimenda que podía esperarle de darse la posibilidad de que, ignorándolo, hubiera hecho algo realmente malo.

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03/05/2019, 19:14
Glyrhel

- Me los dieron- fue su respuesta, simple y sencilla como tan solo podía ser la verdad. Aunque Runi buscaba algo más de locuacidad por parte del muchacho.- Una viej… anciana- se corrigió con una tímida sonrisa a modo de disculpa al recordar que junto a él tenía a un miembro de la misma franja de edad.- Pero debía ser bruja o adivina o algo así porque sabía muchas cosas, como que tenía dos amigas- explicó, mirando a la princesa y a Ylva.- Me dijo que me acercara y que era un chico valiente, pero que tuviera cuidado porque soplaba un viento del “suralgo”. Suroeste, creo… Sí, eso. Que algo iba a pasar, que tenía que estar preparado. Que el tiempo se acerca…- añadió intentando imitar la ominosidad con la que él lo había escuchado esa última frase.- Por eso me dio las pociones. Me las hizo sacar de un saco, por sorpresa. Al azar, creo. Yo solo metí la mano y las saqué.

Y hasta allí las explicaciones. Ahora quedaba su curiosidad, que espoleada por todas las revelaciones dieron forma a no pocas cuestiones que se apresuró a preguntar.

- ¿Sabes para qué son? Son buenas, ¿verdad? La señora parecía buena. Era amable. ¿Sabes quién es? ¿Y a qué se refería con lo del viento y lo del tiempo, Runi? ¿Tiene que ver con lo que dijeron los enanos, con lo de los no muertos y esas cosas?

No había miedo en su tono, tan solo un afán por saber. Si supiera quizá lo inteligente y prudente hubiera sido temer.

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03/05/2019, 20:58
Gunnar

Gunnar miró al viejo Runi cuando éste requirió de su hija, pero no dijo nada, simplemente instó a Ylva a irse con el anciano mediante un leve toque en su hombro.

El comentario de Olaf hizo que Gunnar soltase un profundo suspiro, pero justo cuando se disponía a dirigirse al guerrero el anciano se le adelantó. Sin embargo, Gunnar se mantuvo en silencio porque eso era lo que iba a hacer él de todos modos (enviar al guerrero a hacer guardia).

— Tienes razón —asintió al comentario de Astrid—. Tenemos que ver si no hay nada... suelto por ahí. Dewa, ven con nosotros también por favor, quizás tu puedas ver algo que a los ojos... comunes se le escapen —concluyó. A Mara no le dijo nada pues ya se había ofrecido.

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03/05/2019, 21:40
Ylva

Sentada junto al joven esclavo, Ylva escuchaba con interés su historia, lanzando de vez en cuando miradas a Runi y a la princesa. Viendo el nerviosismo de Ingelyn, la chica cogió la mano de su amiga y le dio un pequeño y rápido apretón en el nacimiento de la muñeca. Ylva había notado que, desde hacía algún tiempo, Ingelyn era más "estirada" y no solía hacerle mucha gracia que la viesen relacionándose con ella, pero la arquera también sabía (o creía) que siempre estarían allí la una para la otra. Presionar la muñeca con los mismos dedos con los que tensaba la cuerda era su forma de decir "estoy contigo".

Cuando Glyr terminó la historia, la joven no pudo sino quedarse con la boca abierta. Realmente aquello parecía el comienzo de una leyenda. Perfectamente podía contarse en una hoguera y llamarse "Los tres viales" o algo así. Y aunque al final no fuese tan extraordinario como una sustancia que te hace invisible, todo aquello tenía algo irresistible y mágico. La niña miró rápidamente a Runi, esperando su respuesta, deseando que le contase algo de aquellos viales. O de La Aguja. O de sus cuervos. O de cualquier cosa. Pero sobre todo de los viales.

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04/05/2019, 00:27
Runi

Runi sostenía los viales en sus manos mientras escuchaba al joven. Los movía con cuidado, con mano firme y experta, y los paseaba entre sus viejos dedos. Cuando terminó cerró el la mano y suspiró.
No interrumpió ni una sola vez a Glyrhel. Y a pesar de que su historia podía sonar algo fantasiosa la cara del viejo no pareció dudar ni una sola vez de lo que decia.
Suspiró largamente mientras acariciaba el cuello de Svartfloy. El cual en ésta ocasión no hizo ningún ruido y se dejó hacer.

-Ay niños. Sin duda vivimos tiempos interesantes. Si eso es bueno o no, sólo el tiempo lo dirá.-

Los miró a los tres y le devolvió los viales a Glyrhel.

-Ten. Son tuyos para hacer con ellos lo que quieras. En mi juventud habría dado lo que fuera por tener tan solo uno. Si en verdad le vas a dar uno a cada una de las jovenes aquí presentes, sabed que es un regalo de incalculable valor. Uno que solo los más puros de corazón son capaces de hacer.-

Sin duda se creerían que estaba chocheando. Y lo cierto es que casi podría ser así.

-Desconozco quién te ha dado eso. Pero desde luego es una vidente, una bruja, todo eso e incluso más. Tenéis en vuestras manos lo que se llama un Vial de Poder. Y desde luego es algo bueno. Muy bueno.
Muchos son quienes los buscan y pocos los que consiguen siquiera uno. Son bebedizos mágicos que potencian a quienes lo toman. Cada efecto es diferente según el color de la pocima, y de la persona que lo tome.
Os recomendaría usarlos nada más en situaciones desesperadas. Pueden llegar a salvaros la vida.-

Miró fijamente a Ingelyn.

-Princesa. Mucho me temo que nuestra misión es más importante de lo que pensamos. Fuerzas siniestras parecen estar poniendose en marcha, y seguramente nos las encontraremos en nuestro camino. Aunque también parece poner otras en acción que nos pueden ayudar. Debemos ser prudentes y estar muy atentos. Puede que no sólo esté en juego el futuro de nuestro pueblo.
Lo siento. Es mucho para poner en unos hombros tan jovenes.-Miró a Ylva y Glyrhel- Pero desde luego no estás sola.-

Se acomodó un poco más en su silla.

-Glyrhel. Que sepas que has cumplido un sueño de éste anciano al mostrarme algo que nunca creería poder ver. Gracias.-

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04/05/2019, 13:51
Strumni

Su capa detuvo la mayor parte de la espesa lluvia y eso ayudó a que se sintiera cómodo de vuelta al improvisado campamento. Con su natural tranquilidad Strumni saludó a los presentes cuando volvió a las inmediaciones del lugar. La charla con Mormnir le había ayudado a clarificar su mente, su tarea no había hecho más que empezar.

Caminando hacia la granja escuchó al grupo que hablaba de realizar una batida y sin querer ser indiscreto les avisó.

—Vengo de colocar unas trampas alrededor del campamento para ayudar a los que hagan guardia. Tened cuidado donde pisáis no vayáis a caer en alguna. ¡Suerte!

Tras aquellas palabras de ánimo y embozado como estaba en su espesa capa, el enano se dispuso a buscar a la princesa Ingelyn para robarla un poco de su tiempo.

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04/05/2019, 14:01
Narrador

Strumni no tardó en comprobar que la princesa Ingelyn estaba con Runi, Ylva y Glyrhel en un rincón un poco apartado. Por la expresión seria del anciano y los rostros fascinados de los tres jóvenes, parecían estar hablando de algo importante.

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04/05/2019, 14:12
Reina Ingelyn

Se encontraba ciertamente preocupada, pero el gesto de Ylva le arrancó una sincera sonrisa y aunque el gesto de la arquera fue rápido, más rápido fue el suyo en agarrar la mano de Ylva antes de que ésta la apartase, apretándola con un claro alivio ante aquella muestra de cercanía. Siempre tenía muchas cosas que hacer: decisiones que tomar, gente a la que escuchar, problemas en los que mediar... y sabía que aquello la había ido alejando cada vez más de las dos personas que había considerado como sus amigos antes de que la princesa sólo en título se hubiera convertido en una princesa de verdad.

Pero allí, en compañía de ellos dos y del anciano que era demasiado mayor y demasiado sabio para importarle un bledo todo aquello, no tuvo reparos en aferrarse a la mano de la rubia al sentirse protegida de las miradas críticas de todo el resto de la comitiva, un momento fugaz donde podía ser más Ingelyn y menos la Princesa Ingelyn.

—Glyrhel, es... increíble. ¿No te dijo su nombre, ni nada por el estilo? No sé si podría aceptar algo tan importante... —ahora ni se esforzó en ocultar el leve temblor en su voz, desprovista temporalmente de aquella capa de frialdad con la que se cubría a diario—. Pero sea lo que sea a lo que nos enfrentemos, Runi, nos enfrentaremos todos juntos y daremos lo mejor para parar a todo aquello que ponga en peligro a nuestro reino y los de aquellos que nos apoyen.

La princesa se quedó un momento en silencio, con otra nube negra rondando sus pensamientos. Al final fue incapaz de mantenerse callada. —¿Creéis... que los enanos son de fiar? La capitana ha sido amable con nosotros, pero... —no pudo seguir, pero en su rostro estaba clara la semilla de la duda. Una semilla que no estuvo cuando Sven había desconfiado de Strumni en el puerto, pero que de algún modo se había plantado en ella después.

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04/05/2019, 15:26
Glyrhel

- De nada- respondió con una ilusión que había ido en aumento a medida que Runi desvelaba los secretos tras los viales. Toda su atención había quedado centrada en el relato sobre ellos y, ahora que había acabado con no pocas cuestiones sin responder, eran los responsables de que rocambolescas ideas poblaran su incansable imaginación- Pero yo no he hecho nada- añadió con una sonrisa tímida y encogimiento de hombros.

Y así era como se sentía. Para él mismo no había sido más que un espectador. Si le había tocado a él recibir el regalo de la anciana no podía imaginarse que fuera por una razón diferente al azar.

- Los colores… ¿Sabes para qué sirve cada uno, Runi?- Los miró con intensidad, como si sus profanos ojos pudieran discernir las propiedades mágicas, pero por mucho que se concentró no creyó ver nada más que el grotesco reflejo de sus dedos tras cada color.- Y no, Princesa, no me dijo nada y tan pronto me giré para mirar donde me señalaba, desapareció.

En cuanto al tema de los enanos que no tardó en asomar, la visión de Glyrhel sobre tal tenía cierta pátina de ignorante inocencia, pero en ocasiones esta era la que más se acercaba a la verdad.

- ¿Y por qué no van a ser de fiar? Nos han avisado de los peligros que podemos encontrar, además nos guían y nos acompañan. ¿Acaso han hecho algo malo?

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04/05/2019, 16:12
Ylva

Los ojos de Ylva brillaban de emoción, pero seguía reticente a coger uno de los viales. No lo aceptaría. Y si el chico insistía lo guardaría para ayudarlo a él. Glyrhel nunca había tenido nada y no se sentía con derecho a tomar algo que le había sido dado a él. Quizás por algún motivo que aún no conocían. Además, si no hacían falta durante aquella misión, podía conseguir mucho con ellos. Incluso libertad para viajar. No pocas veces (cada vez más, desde que Ingelyn había empezado a asumir obligaciones) la niña lo acompañaba cuando iba a cuidar a los animales. Allí, Ylva muchas veces había fantaseado con viajar y conocer mundo y había visto en los ojos del muchacho el anhelo de hacer lo mismo y la certeza de que no podría. Seguro que si se lo proponía, el muchacho le acompañaría hasta La Aguja para saber que misterios había en su interior y que eran aquellos círculos de los que hablaba Runi. Si había algo mejor que descubrir nuevos lugares y moverse con libertad era hacerlo con amigos. 

La expresión ensoñadora de la muchacha se desvaneció cuando oyó a la princesa manifestar su desconfianza hacia los enanos. No le sorprendió demasiado. Verse rodeada de gente que constantemente dudaba hacía que uno dudase. Hasta de sí mismo.

–Confío en los enanos. O al menos en los que he conocido. Dicen que son leales y honestos ¿no? ¿No dicen de ellos que no hay mayor insulto que ser un traidor? También creo que si desconfiamos de ellos sin motivo, ellos desconfiarán de nosotros y si desconfiamos todos será difícil hablar. Es como cuando te convences de que no vas a dar a ese corzo.– dijo imitando el gesto que hacía al disparar– Aunque esté a 15 metros fallarás. O como los héroes de las historias, que cuando intentan burlar al destino acaban yendo hacia él. ¿Cómo se llamaba esa leyenda, Runi? ¿El necio y la profecía? 

La niña calló unos segundos antes de añadir, preguntando a la princesa y a Runi.

–Por cierto, ¿no podríamos ir a hablar con ese granjero asustado, como dijo Dewa? Será rápido y descansaríamos más tranquilos o más preparados si sabemos de que tenía miedo. 

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04/05/2019, 17:56
Gungnar

Sin perder tiempo, Gunnar reunió a su grupo de hombres, a los que se unieron Mara y Dewa, y se preparó para hacer la batida. En ese momento, la lluvia había amainado un poco, lo que sin duda sería una ventaja. Cuando estaban a punto de salir, Gungnar se levantó de donde había estado calentándose frente al fuego y se acercó a ellos.

—Me gustaría acompañaros, si os parece bien —dijo.

Notas de juego

DJ: Parece que Dewa está ausente este turno, así que la PNJtizo momentáneamente para que se una al grupo. Os montaré enseguida una escena separada para la exploración, y así será más sencillo para los destinatarios.

Aparte de Dewa y Mara, y de Astrid, Frygrod y Gungnar que van contigo también... ¿a cuántos guerreros quieres llevarte en la batida, Gunnar? Puedes responder directamente en la nueva escena.

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05/05/2019, 13:36
Strumni

Caminó en silencio hasta la posición en la que se reunía el grupo y dudó acerca de como proceder. No quería interrumpir la conversación que pudieran estar teniendo pero tampoco quería oír nada que no fuera de su incumbencia, motivo por el que tras una corta reflexión optó por carraspear.

—Princesa si tuvierais un momento, me gustaría charlar con usted acerca de su misión. Una charla lo más privada posible, aunque entiendo que necesite el apoyo de alguno de sus consejeros y... por supuesto no me opongo a ello.

Hizo un recuento para cerciorarse de si todo lo que quería decir en aquel primer mensaje estaba ya dicho y asintió al comprobar que lo había logrado. Una corta sonrisa apareció debajo de la barba mientras con su ruda mano intentaba peinarse el cabello que había quedado aplastado bajo la capucha de su capa.

—Si he de esperar a que terminéis la conversación que tenéis aquí, lo haré con gusto.

Añadió en último momento señalando un lugar más retirado para no perturbar el encuentro.

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05/05/2019, 17:23
Runi

Runi parecia una persona diferente estando con los jovenes. Su aspecto normal de huraño y malhumorado había sido sustituido por un claro cansado y cara de afabilidad. ¿Cuál era el verdadero Runi? Esa era una buena pregunta que no muchos se atreverían a hacer, o incluso descubrir.

El viejo miraba con orgullo a Ingelyn. Lo había estado haciendo bien hasta ahora, y no es que lo hubiese tenido fácil, ni seguramente lo tendría más adelante, pero al menos podía ver y estar tranquilo de que no estaría sola. Le gustaba que tanto Ylva como Glyrhel la apoyaran, de seguro que lo iba a necesitar. Si no pasaba nada malo aquella podía ser una amistad de las que duran eternamente. Runi rezaba porque fuera así, la verdadera amistad era algo muy esquivo en la vida. Uno podía sentirse afortunado si lograba encontrar al menos una.

-Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, o eso reza el dicho. Yo me fiaría de los enanos princesa. Son un pueblo orgulloso, cierto, pero también honorable y leal. Ha sido una gran muestra de respeto el que nos prestaran dos de sus guerreros. Y desde luego no lo habrían hecho si persaran traicionarnos o llevarnos a una trampa. Hay que tratarlos con el debido respeto, no adulanción vana. Recordad que somos invitados en sus tierras, y parece que ellos también tienen problemas. Habrá que jugar bien nuestras bazas.-Se dió cuenta de que seguramente Ingelyn necesitase algo más de ánimos-Hasta ahora lo habéis hecho muy bien, seguid confiando en vuestro insitinto. Os llevará por el buen camino. Pero no es de cobardes pedir ayuda cuando se necesita. Un buen lider sabe cuando debe actuar y cuando pedir opiniones. Vuestro padre también lo hace, aunque luego sea él quién acabe tomando la decisión. Como debe ser.

Como no podía ser de otra manera, Glyrhel seguía preguntando. De hecho sospechaba que podría estar toda la noche contandole historias y que el joven seguiría estando ansioso y con ganas de más. Tenía ese caracter alegre y jovial que todavía no había sido sustituido por la experiencia cruda. Cuando sabes quehay preguntas que no quieres saber la respuesta. Esperaba que pasara mucho tiempo antes de que la vida dura y cruda le alcanzase, a todos.

-Me temo joven que no soy tan sabio como mis canas me hacen parecer. Esto escapa a mis humildes conocimientos.-El cuervo posado en su hombro empezó a graznar como si se estuviese riendo, y no paró aunque el viejo lo miró mal de reojo y bufó.- Tan sólo sé lo que dicen las leyendas. Potencian las habilidades innatas de cada persona que las toma. Aunque cada color implica alguna diferente es el individuo el que importa. Como para casi todo en la vida. Ojalá no os haga falta usarlos.-

Miró a los tres antes de recostarse un poco más en el asiento y suspirar una vez más.

-Ylva, Glyrhel. Me gustaría pediros algo. Estad junto a la princesa. No agobiandola, si no simplemente estando a su lado para apoyarla. Le esperan unos días dificles.
Princesa. Sed fuerte. Estáis más que preparada, si no vuestro padre no os habría envíado a esta misión.-

Notas de juego

Vale. Tocho post que no es ni la mitad de bueno que el otro y creo que encima algo más largo. Lo siento mucho. Se ve que me insipiro más por la noche.

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06/05/2019, 12:08
Glyrhel

- Entonces... No sé a quién le viene mejor.

Una vez más su atención, hasta entonces fija en la persona que esperaba le proveyera de los respuestas que tanto ansiaba, cambió hacia las pociones. Debía darle una a cada una de sus amigas, pero sin un conocimiento sobre sus propiedades la decisión terminaría siendo una cuestión de azar, una arbitrariedad que Glyrhel no estaba dispuesto a cometer. Basar en el mero azar una decisión que consideraba tan importante era, desde su punto de vista, una irresponsabilidad, así pues decidió justificar el reparto en una lógica bastarda de su invención. Vamos, en una intuición.

- Supongo que... No sé... Cuando le pregunté a Ylva un color el primero que me dijo fue el verde. Y verde... Verde es el color de los árboles, el musgo y la hierba. Es el color de la naturaleza, ¿no? A ti te gusta la naturaleza, así que toma- dijo extendiendo hacia Ylva una mano que contenía el vial cuyo contenido era verde.- Y a ti, Princesa... Supongo que el rojo- prosiguió entregándole el vial del mismo color.- Un día serás reina, y lo eres por derecho de sangre, porque tu padre es rey y su padre lo fue antes que él. También es el color del valor y del coraje, ¿verdad?- dudó buscando la aprobación en la mirada de Runi.- Son cualidades de una buena líder. Quizá es lo que más necesites en los momentos difíciles, así que supongo que es el mejor para ti.

En su poder quedaba tan solo ya el amarillo, color sobre el que no dijo nada pues nada tenía claro. No pensó en que aquel era el color del sol cuya luz nos ilumina cada día, el color que muchos asocian a la sabiduría, y aunque al final se lo había quedado por eliminación, quizá era aquel el que desde un principio más le correspondía.

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06/05/2019, 12:19
Reina Ingelyn

—Espérame fuera, Strumni, saldré en un momento para que podamos hablar, ¿de acuerdo? —le dijo con una sonrisa de disculpa. El enano pudo ver desde su posición que la Princesa tenía agarrada la mano de Ylva y que parecían estar los tres jóvenes escuchando algo frente al anciano Runi—. Gracias por tu comprensión, no tardaré.

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06/05/2019, 12:28
Reina Ingelyn

En cuanto el enano salió y escuchó al esclavo explicar por qué le daría a cada uno qué vial tuvo que morderse el labio inferior para que no le saltaran las lágrimas a los ojos. Las palabras de Glyrhel habían removido algo en su interior y sabía que realmente necesitaría algo así cuando las cosas se complicaran: cuando la duda hiciera temblar al valor y a la determinación, miraría aquel vial y lo que Glyrhel había pensado al dárselo a ella.

Se separó un momento de la arquera para acercarse al muchacho y darle un abrazo sin avisar, un abrazo rápido pero muy significativo viniendo de ella. —Gracias, Glyrhel... gracias. —sorbió por la nariz mientras volvía a su posición, carraspeando para recomponerse y mirando de reojo a la puerta —De... debería hablar con Strumni.

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06/05/2019, 12:39
Ylva

Durante unos segundos, Ylva miró a Runi sin comprender. Aquello que les había pedido era absurdo. ¿Cómo no iba a estar a su lado en todo momento? Era su princesa, iba a ser su reina y, por encima de todo, era su amiga. Finalmente comprendió: estaban entrando en el mundo de los adultos, y parecía que los adultos necesitaban palabras y promesas para los actos más naturales de la vida.

–Lo prometo, Runi–. respondió con seriedad. 

En aquel momento Ylva recibió el vial verde. Dudó unos segundos antes de aceptarlo, pero lo hizo teniendo muy presente lo que se había prometido a sí misma con respecto a él. Era un regalo muy valioso y guardaría en el corazón aquel gesto durante el resto de sus días.

–Muchísimas gracias, Glyr... pero...no sé como...– Ylva no sabía como expresar aquel agradecimiento ante el desinteresado gesto del muchacho. Se sentía profundamente emocionada.

Al ver la reacción de la princesa, Ylva sintió algo de pena por su amiga. Sería envidiada por muchos campesinos y cazadores que pensarían que su vida era sencilla, pero no se daban cuenta de lo que tenía que aguantar internamente. Cuando la muchacha mencionó que iría a hablar con el enano, Ylva seguía sentada, meditando todo lo ocurrido. La chica no solía estar seria, pero aquella ocasión... era diferente. Estaba claro que se estaba dando cuenta de las implicaciones de todo lo que allí pasaba.

Al cabo de un rato recuperó su habitual sonrisa y se levantó.

–Runi, si no te importa iré a hablar con el campesino. Padre y los demás están buscando el rastro que encontré y son muchos – "y ruidosos" añadió mentalmente– No creo que se asuste de mí y puede que cuente algo.

La niña miró a Glyrhel, invitándole con la mirada a que le acompañase pero sin decir nada, por si prefería quedarse con Runi a a aprender más. Ella misma tenía deseos de saber más cosas que aquel anciano pudiese contarles, pero algo en el corazón le decía que debía acercarse a la cabaña.

 

Notas de juego

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06/05/2019, 18:02
Director

Notas de juego

Vale, entonces la cosa queda así:

Ylva se queda el Vial Verde, Ingelyn el Vial Rojo y Glyrhel el Vial Amarillo.

Espero a ver qué decide hacer Glyrhel, si acompaña a Ylva o se queda en la granja, antes de actualizar. 

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06/05/2019, 19:33
Glyrhel

El abrazo pilló completamente por sorpresa a Glyrhel y fue igual de rápido en su final, ni si quiera le dio tiempo al muchacho de dudar sobre si cerrar o no sus brazos en torno a quien le abrazaba . Lo que sí tuvo tiempo de asomar fue el arrebol a sus mejillas y una sonrisa nerviosa que le obligó a desviar de la princesa una mirada avergonzada.

- De... de nada, princesa. Yo...- Cogió una bocanada de aire, un suspiro que enfrió el calor de sus mejillas y le devolvió una máscara de entereza.- No hay nada que agradecer, de veras. Es lo justo. Pero... Gracias. Gracias a ambas.

 Sonrió y por un instante pudo mirar a ambas muchachas a los ojos, lo justo antes de que Ingelyn se marchara cuando el deber la llamó.

- Yo iré con ella, Runi, si te parece bien- fue la respuesta a la mirada que su amiga le dedicó invitándole a acompañarla.- Pero luego, cuando vuelva... Ehm... ¿Te importaría que hablara contigo?

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06/05/2019, 19:49
Runi

Ante la promesa de Ylva Runi asintió con la cabeza complacido. Y si le había parecido bien o mal la elección de los viales nada dijo el viejo. Ni tampoco hizo gesto alguno ante el abrazo de la princesa. La cosa estaba decidida, era cuestión de pasar a otros asuntos más mundanos. Además, Strumni había aparecido y quería hablar con la princesa. El momento había terminado.

El viejo skaldi se levantó haciendo que el cuervo saltara de su hombro y saliese por una de las ventanas.

-De eso nada jovencito. Seguro que tienes cosas que hacer, y yo también. Así que largo, y si no tienes nada seguro que te puedo buscar alguna cosa.-

El viejo Runi parecía haber vuelto, al menos el hosco y mahumorado, como si nunca se hubiese marchado. Se levantó y se dirigió al interior de la casa a examinarla. Incluso su caminar parecía más furioso. ¿Cuál sería el verdadero Runi? Quizás nunca lo llegarían a averiguar.