Partida Rol por web

nostromo

Death Space

El inmenso sector central que dominaba la construcción no había sido visto por todos los ciudadanos, e incluso aquellos que lo visitaron hace años, antes de su cierre, no recuerdan cuando fue la última vez que pudieron visitar un espacio abierto tan grande. 

El inmenso espacio cilíndrico domina la gran mayoría de los niveles habitables con una forma semi-cónica invertida. Toda la vida del Búnker se desarrolla en círculos en torno a este punto.

Es fácil llegar desde el nivel de descanso a este área. No hay que hacer más que caminar en dirección contraria a la que se suele hacer habitualmente, y alejarse de los comedores. Una vez allí, solo es necesario cruzar las puertas de seguridad que se han dejado ahora abiertas para permitir el paso. 

Al otro lado, poco a poco está empezando a llegar la gente. Hay aún un inmenso andamiaje que impide ver con claridad lo que hay más abajo.

Muchas de las pasarelas, a diferentes niveles, parecen haberse preparado para el paso, mientras que la nave central de alguna manera sigue sin mostrar claramente qué es lo que guarda. 

Lo que es seguro es que allí se ha estado construyendo algo.

Hay miembros de Defensa controlando cada uno de los puntos cardinales del recinto. 

Algunos de los rostros conocidos que comienzan a llegar son el del Dr. Arthur, Utolsó y el recién llegado Phileas, quienes acaban en la misma pasarela  ya que provienen del mismo cuadrante. 

Lentamente, los pasillos se van llenando. A simple vista puede que haya un centenar de personas entre los andamios que forman pasillos.

Para aquellos que llevan aquí toda una vida es imposible olvidar los incidentes de hace tres años. 

La manera en la que las puertas de seguridad se cerraron cuando no humo más remedio, los daños en varios niveles por el lanzamiento no autorizado, personas golpeando las puertas, tanto de entrada en la Burbuja, como de salida del recinto, para tratar de escapar del calor que ocasionaba el lanzamiento no autorizado.

Aquel día mucha gente se dejó llevar por el pánico y murieron personas importantes. Estar aquí trae el incómodo recuerdo del olor a carne quemada que no lograron sacar del todo del Búnker hasta meses más tarde. 

Y todo por miedo a la amenaza de un ataque exterior que nunca llegó.

Con paso firme y algo perdido en mis pensamientos llego finalmente a aquella vasta sala subterranea que ocupaba el centro del Buner. Era el espacio en torno al cual se cernían todos los niveles en los que nuestra vida cotidina atranscurría. Aún recordaba el hervidero de vida que este lugar solía ser, un centro de esperanza, de grandes sueños para la investigación. Pero todo había muerto con la pérdida de la burbuja, que dejó un gran vacío en este lugar, y no solo físicamente. Ahora todo parecía muerto, el aire estaba cargado, no parecía que por aquí pasase tanta gente y estaba repleto de andamiajes y material acumulado aquí y allá. 

Trato de tomar una buena posición, cerca del centro de la sala, para estar cerca de los que seguramente se acercasen a aquel sitio a hablar, tal y como solían hacer los que dirigían las reuniones en el bunker.

El inmenso sector central que dominaba la construcción no había sido visto por todos los ciudadanos, e incluso aquellos que lo visitaron hace años, antes de su cierre, no recuerdan cuando fue la última vez que pudieron visitar un espacio abierto tan grande. 

El inmenso espacio cilíndrico domina la gran mayoría de los niveles habitables con una forma semi-cónica invertida. Toda la vida del Búnker se desarrolla en círculos en torno a este punto.

Es fácil llegar desde el nivel de descanso a este área. No hay que hacer más que caminar en dirección contraria a la que se suele hacer habitualmente, y alejarse de los comedores. Una vez allí, solo es necesario cruzar las puertas de seguridad que se han dejado ahora abiertas para permitir el paso. 

Al otro lado, poco a poco está empezando a llegar la gente. Hay aún un inmenso andamiaje que impide ver con claridad lo que hay más abajo.

Muchas de las pasarelas, a diferentes niveles, parecen haberse preparado para el paso, mientras que la nave central de alguna manera sigue sin mostrar claramente qué es lo que guarda. 

Lo que es seguro es que allí se ha estado construyendo algo.

Hay miembros de Defensa controlando cada uno de los puntos cardinales del recinto. 

Algunos de los rostros conocidos que ya estaban allí son el del Dr. Arthur, Utolsó y el recién llegado Phileas, quienes acaban en la misma pasarela  ya que provienen del mismo cuadrante. 

Para aquellos que llevan aquí toda una vida es imposible olvidar los incidentes de hace tres años cuando ven la sala. 

La manera en la que las puertas de seguridad se cerraron cuando no hubo más remedio, los daños en varios niveles por el lanzamiento no autorizado, personas golpeando las puertas, tanto de entrada en la Burbuja, como de salida del recinto, para tratar de escapar del calor que ocasionaba el lanzamiento no autorizado.

Aquel día mucha gente se dejó llevar por el pánico y murieron personas importantes. Estar aquí trae el incómodo recuerdo del olor a carne quemada que no lograron sacar del todo del Búnker hasta meses más tarde. 

Y todo por miedo a la amenaza de un ataque exterior que nunca llegó.

Lentamente, los pasillos se van llenando. A simple vista puede que haya un centenar de personas entre los andamios que forman pasillos.

Una mujer había acompañado a Phileas hasta aquel lugar. Anna se caracterizaba por ser alguien con más bien poco sentido del humor, sobre todo después de cierto roce con un hombre llamado Hadmud, unos años atrás. 

Al llegar a la zona desde la que se podía ver todo el recinto, pasa revista a los presentes, antes de girarse a su acompañante.

- Aún falta gente por llegar. Voy a aprovechar para pasar a por algo a mi dormitorio. Regreso en unos minutos. 

Entonces mira a Utolsó, quien no está muy lejos. Ambos compartían trabajo por algunas horas en la central de redes. -Después hablamos. Miguel y yo hemos tenido que hacer cabriolas para cubrir el puesto cumpliendo la normativa de alerta, y tenemos que organizarlo mejor. No nos ayudó que entrases a estar incomunicado. - No pregunta la razón de la incomunicación temporal. En realidad, pocos en el Búnker eran lo bastante curiosos como para preguntar. Las cosas eran o no eran. Era habitual asumir que si algo sucedía era porque estaba autorizado de algún modo.

Anna Charrón está hablando  con Phileas cuando Amadeus llega también a la sala. 

La mayoría de los que iban llegando tenían un aspecto algo desaliñado o incluso incómodo, sin embargo el administrador siempre lograba que incluso incómodas salidas de la rutina como aquella pareciese cordial.

Sin embargo, ni el influyente hombre logró atraer tantas miradas como lo hacía alguien que llegó poco después desde los pasillos de la zona norte. Un hombre del que es imposible olvidarse una vez lo llegas a conocer. Luce su habitual sonrisa de brillo metálico que siempre parece ocultar más secretos de los que muestra. Pocas cosas son capaces de sacarlo de su actitud despreocupada. 

Hay un pequeño eco de murmullos en el oeste cuando John pasa entre la gente y con toda la calma del mundo, toma asiento en una de las pasarelas, dejando los pies colgando en el vacío y apoyándose con las manos. 

Al reconocer algunos rostros, sonríe y hace un gesto de saludo al sector este, donde están ustedes.

Dahlia, por su parte, llega a la sala, aparentemente satisfecha, pero nerviosa. Recorre a todos los presentes con una mirada, alongándose* incluso al vacío para comprobar las pasaredas superior e inferior, antes de girarse al resto de los reunidos de su sector. 

- ¿Alguno de ustedes ha visto a 42?

Por su parte, la pequeña Jade parecía haber regresado a su mutismo habitual, caminando cerca de su cuidadora sin decir una palabra. Tiene los ojos hinchados, quizás por un resfriado o por haber estado llorando.

-" Aquí te espero, a ver si comienzo a socializarme un poco".- Responde Phileas con media sonrisa. Barriendo con la mirada a conocidos y desconocidos comienza a evaluar al grupo.

No era de extrañar que los alpha sobresalgan de entre la masa. Por ahora tengo a dos claramente identificados.  

-"Bien veamos que tal nos comportamos como manada"- Piensa mientras se dirige al macho alpha predominante. Saluda con la cabeza al tal Utolsó, al que "conoció" en el comedor. Cuando llega junto al tal Jhon, barre con la mirada en busca de su objetivo. Dahila. Desde su posición la saluda con una enorme sonrisa, imposible de evitar su saludo. Luego sin más se gira.

-" Buenos días, no nos conocemos, mi nombre es Phileas y , bueno, soy nuevo en el barrio."- Comenta mientras extiende la mano para saludarlo.

- Leí sobre ti - ríe un poco por lo bajo, devolviendo el gesto de saludo brevemente - Aunque ya te había visto en el segundo nivel acompañado de Jaggerjaques.

Dime ¿Cuanto andaste desde tu último refugio antes de encontrarnos? Eso es algo que me despierta curiosidad.

Otros miembros de la ciudadanía siguen llegando a cuentagotas mientras hablan. Algunos se muestran taciturnos. Otros, animados por un encuentro tan lleno de gente. Aún así, debe quedar aproximadamente la mitad de los ciudadanos por llenar la sala, por lo que aún deben tener unos minutos todos ellos para hablar entre si.

Observo a los demás llegar a la zona central del Bunker y les dirijo un saludo cordial a todos, aunque por lo demás permanezco aún unos momentos en silencio, contemplando el centro de la cámara y recordándo cómo solía ser trabajar aquí, desarrollando el proyecto Burbuja junto al resto de científicos. - Era más bonito cuando la Burbuja aún estaba... Había vida aquí dentro, había esperanza. - Comenté, sin dirigirme a nadie en particular, aunque en voz alta.

Después escuché la pregunta de la periodista, cuyo boletín había leido esta mañana. Pensé que me gustaría conocer su opinión personal sobre el señor Jaggerjaques, dado que lo había entrevistado y hablaba ciertamente bien en el boletín de él. Yo lo había conocido de forma algo más cercana el día anterior, pero me gustaba conocer las opiniones de los demás, y pensé que quizá alguien no escribe publicamente todo lo que piensa. - No, no he visto a 42 desde ayer. Normalmente todo el mundo asiste a estas reuniones, pero dado que es personal de seguridad quizá sea de los que deban permanecer en su puesto y asista solo por videoconferencia. - Respondí en tono de aseveración a la señorita Verme.

La periodista sonríe cuando Arthur responde, y se acerca a él en tono confidente. 

- Voy detrás de una noticia desde ayer, pero no he sido capaz de contrastarla. No la añadí en el Boletín, pero podría ser la bomba. 

Quizás sea como dices. Esperaré un poco más a ver si aparece. Tampoco quiero perderme lo que sea que vaya a pasar aquí. 

¿Tienes alguna idea de qué es eso de abajo,... - Señalando los andamios y la estructura que está sobre el suelo de la sala circular - o por qué nos han llamado?

-" Vaya, no se por que me viene a la mente algo que leí hace mucho, permite que te responda robando un poco de la obra de otro: "Es muy peligroso, John.., cruzar la puerta. Vas hacia el Camino, y si no cuidas tus pies no sabes hacia donde te arrastrarán."-.

-" Un adorable señor lo escribió hace demasiado tiempo, pero no deja de ser verdad, también dijo: "No conozco a la mitad de ustedes ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece", disculpa estas divagaciones, pero siempre me gustaron esos párrafos y no se muy bien por qué este momento me los ha devuelto a la memoria. Caminé más de lo que nadie debería. unos 4000 kilómetros, no todo a pié pero casi. ¿Por que lo preguntas?".- Preguntó Phileas mientras barría con la mirada los andamios y al público allí presente.

Escuché a la señorita Verme, eenarcando una ceja ante el comentario realizado en tono confidente sobre una noticia no publicada. - Tal vez si me indicases qué es podría ayudarte. - Contesté ante dicho comentario. Después me giré hacia donde señalaba, y observé el andamiaje por encima de la barandilla de seguridad. - Aquí fue donde se construyó la burbuja, un gran número de científicos e ingenieros trabajaron en el proyecto, pero tras el lanzamiento este espacio quedó vació y se utilizó como lugar de almacenamiento, ya que es bastante grande, y un lugar donde realizar estas asambleas generales, dado el gran espacio abierto con el que cuenta. En cuanto a lo que están construyendo ahora, no tengo la menor idea, tal vez maquinaria nueva para el Bunker. Dudo mucho que sea un nuevo proyecto científico, o en tal caso sí lo sabría. - Respondí con calma mientras trazaba un arco con la mano para abarcar el gran espacio que se abría frente a nosotros. 

Después traté de adivinar el motivo de esta reunión, pues tampoco lo sabía con seguridad. - Tal vez quieran realizar algún tipo de anuncio, alguna novedad. Tal vez un nuevo proyecto para el Bunker o un nuevo miembro del consejo, como usted bien señaló en su gaceta matutina. Dudo que esta reunión sea solo para hablar del resultado de la simulación de ayer, a pesar del tono distendido que reina ahora mismo, estas reuniones suelen ser importantes. - Contesté manteniendo la seriedad de mi tono.

Al entrar al recinto, no pudo evitar mirar el techo del mismo recordando el momento del despegue y la perdida para todos, pero una voz conocida me hizo girarme para ver quien era. Anna, como siempre, parecía mas seria de lo normal. Fingí una sonrisa cuando hablo de lo sucedido ayer por mi ausencia, no sentía gana alguna de sonreír, pero eso era parte de ser educado, decían.

-Estaré encantado de escuchar, ya los sabes.-Conteste a la petición de reunión.-O, ni te lo imaginas Anna, menuda noche.-Comente ante la palabra incomunicado, recordándola con algo de cariño, duda o algún sentimiento parecido, no soy el mas adecuado para concretarlo.

Tras la marcha de Anna, llego John; el bueno de John, con el no tenia que fingir, a el no le importaba mi manera de ser, por lo que me sentí inclinado a acercarme a el y saludarlo.
-Propicios días.-Comentó un tanto jocoso, clavando la mira en el agujero del centro, ahora ocupado con inútiles trastos, mientras el conversa con el nuevo, lo ultimo que me apetece es molestar conversaciones ya empezadas.

-¿Esta seguro que solamente era una simulación?-Pregunte al buen, doctor, pues la habitación era suficientemente grande como para poder escuchar casi toda posible conversación.

A medida que pasan los minutos eres cada vez mas dolorosamente consciente de la ausencia de otros miembros del sector científico en la sala. Has trabajado con poca compañía en los últimos años, pero siempre estaban cerca o coincidían en las idas y venidas. Ahora es diferente.

Y eso te lleva a otro pensamiento.

¿realmente lo sabrías, si fuese éste un proyecto científico?
Lo cierto es que solo los encargados de área* tienen conocimiento de todo lo que se desarrolla en el nivel científico. Otros expertos no tienen autorización a no ser que se les reclame expresamente, algo que has podido comprobar nada menos que dos veces el día anterior.